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Atal
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Re: Blind (+18) (Completo)
me lo imaginaba esa Renne les fastidio el dia de San Valentin y encima no podia ser mas desagradable esa %%$%·$%·$&
bueno al fin una pequeña discursion de enamorados me encanta ya que las reconciliaciones son lo mejor
espero que se decida a operarse por el mismo ahunque Bella sea un gran incentivo .........y bueno Renne ya se ha calmado un poco espero que siga asi
Gracias Atal por tantos capis cada vez se pone mas interesante la historia
bueno al fin una pequeña discursion de enamorados me encanta ya que las reconciliaciones son lo mejor
espero que se decida a operarse por el mismo ahunque Bella sea un gran incentivo .........y bueno Renne ya se ha calmado un poco espero que siga asi
Gracias Atal por tantos capis cada vez se pone mas interesante la historia
xole- .
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Fecha de nacimiento : 30/12/1979
Edad : 44
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Puntos : 12075
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 39
Edward Cullen
Esperé frente a la puerta después de llamar varias veces. Estaba empezando a ponerme nervioso por haber ido allí para nada. La puerta se abrió lentamente.
“¿Hola?”Preguntó confundida.
“Hola, mi maravillosa e increíble amiga.”Dije con una gran sonrisa.
“Hola Edward.”Dijo Alice dejando escapar una risita.”¿Qué puedo hacer por ti?”
“Bueno, necesito ayuda para conseguirle unas cosas a Bella y me preguntaba si estarías dispuesta a echarme una mano. Recuerdo que dijiste que no tenias clase los jueves.”
Antes de que terminase la oración la oí cerrar la puerta con llave. Alice me rodeó con un brazo.”¿Entonces, qué tengo que hacer?”
“Eres una diosa entre las mujeres Alice. No sabes la gran ayuda que eres.”Le dije.
Se rió tontamente mientras me empujaba dentro de su coche. Cerró la puerta y se puso en el asiento del conductor.”Mientras sea la diosa de las compras es todo lo que me importa. Entonces ¿Para qué necesitas ayuda exactamente?”
Empecé a nombrar todas las cosas que me hacían falta para la noche siguiente, cuando ella puso una mano sobre mi hombro y me dijo que parase. La oí apretar unas teclas y un sonoro tono de llamada.”Hola Rose. Necesito tu ayuda. No, no es para mí. Edward quiere…”Se rió tontamente e hizo una pausa.”Sí, exactamente. Muy bien, quedamos en Dillard's en St. Vincent Mall en veinte minutos. Hasta ahora.”
Bella Swan
El viernes no podía llegar lo suficientemente rápido para mí. No había hablado con Edward desde primera hora de la mañana y estaba empezando a enfadarme. Se negaba a decirme lo que íbamos a hacer esta noche, simplemente me decía que todo estaba ¨preparado¨. No sabía si tenía que hacer una maleta para un día u organizar un equipo de supervivencia.
Mientras caminaba hacia la puerta vi una nota en la misma. Era una cartulina gruesa de color blanco con letras rojas.
“Refréscate y ponte la ropa que hay encima de tu cama. Estate lista a las 6:30.
Con Amor,
Edward.”
Sonreí, feliz, pero con un poco asustada por lo que Edward había planeado. Fui al cuarto de baño y me di una ducha rápida. Tan pronto como salí descubrí otra nota con la misma hermosa elegante escritura roja sujeta con cinta adhesiva al espejo. Me pregunté quien le habría ayudado con esto, pero realmente no había que pensar demasiado.
“Esto me recordó a ti y no pude evitar comprártelo. Póntelo para mí esta noche, por favor.
Con amor,
Edward.”
Miré hacia abajo para encontrarme con una caja azul. La recogí y leí las letras doradas ¨Sun moon stars¨. Abrí la tapa y saqué la botella abombada. Quité el tapón con cuidado, asustada de que se rompiese por ser demasiado brusca. La acerqué a mi nariz y aspiré. El olor era dulce, pero no excesivo, ligeramente almizclado con un fuerte toque de flores. Sonreí para mí misma. Odiaba que se gastase dinero en mí, pero esto me hacía sentirme querida. Me pregunté cuánto dinero le había dejado gastar a Alice.
Me duché y rápidamente sequé mi cabello. Me lo dejé suelto para Edward. Sabia cuanto le gustaba tocarlo, pasar los dedos a través de él. Me puse un poco de crema y después pulvericé el perfume en mis muñecas.
Volví a mi habitación envuelta en la toalla. Puse los ojos como platos al ver todos los artículos de ropa que estaban extendidos en mi cama. Había un diminuto vestido negro de raso que daba la impresión de que si te movías demasiado podías acabar enseñando lo que no debías, pero eso no fue lo que captó mi atención en primer lugar. Fueron el corsé negro de seda y las braguitas a juego con sus pantis. Me sonrojé ante la idea de que Edward me explorase con esa ropa puesta y me sonrojé todavía más imaginándomelo a él y a Alice comprándolas. Dejé escapar una risa nerviosa. Bueno, si él había pasado por ese problema yo podría complacerle poniéndome la ropa.
Primero me puse la ropa interior y luego el vestido. Tenía razón en lo referente a que había que moverse con cuidado con ese vestido puesto, pero de alguna manera el corsé mantenía mis pechos en su sitio. Bajo el vestido, en la cama, había otra nota.
“No te quejes. Estoy seguro de que estas increíble. Los zapatos se encuentran debajo de la cama.
Con amor.
Edward.”
Me reí tontamente y metí la mano debajo de la cama. Saqué la caja y abrí la tapa. Cuando los vi, gemí. En la caja había otra nota.
“No te preocupes, no voy a dejar que te caigas.
Edward.”
Saqué los dos zapatos de tacón y me los puse. Levanté uno de mis pies, apoyando una mano en la pared, para examinarlos.”Edward Cullen, si esta noche me muero regresaré a la vida para matarte.”Murmuré para mí.
Llamaron a la puerta. Me puse la chaqueta que también me había comprado Edward y caminé tan rápido como pude, teniendo en cuenta los tacones, y la abrí.”De verdad Edward, voy a romperme los tobillos. Oh.”Me detuve dándome cuenta de que no era Edward quien estaba allí en la puerta. Un señor mayor con un bonito traje me sonreía.
“Buenas noches señora. Supongo que tengo que darle esto.”Me entregó una caja con otra nota igual en ella.
“Siento no poder recogerte yo mismo. Abre la caja. Él no te dejará subir a la limusina hasta que te lo pongas.
E.”
“Limusina…”Suspiré la palabra, sacudiendo la cabeza. Abrí la delgada caja y me reí. Dentro había un antifaz para dormir de seda negra.”¿De verdad?”Le pregunté al conductor.
“Ordenes del Sr. Cullen. No entrará en el coche hasta que se lo pongas. Y si se la quita supongo que tendré que parar hasta que vuelva a ponérsela.”
“Oh, bien.”Gemí mientras me la ponía sobre los ojos.”El no conoce el significado de la frase ¨ser excesivo¨.”
El conductor me ayudó a llegar hasta el coche. Me recosté en el asiento a la espera de lo próximo que hubiese preparado Edward.
Edward Cullen
Me salté las clases de hoy para tenerlo todo listo. Incluso Rosalie ayudó y le estoy muy agradecido. Había sido de gran ayuda estos últimos días. Escuché como se aproximaba la limusina y di unos pasos para saludar a Bella.
Oí sus tacones golpear el asfalto cuando se acercó a mí. Estuvo refunfuñando para sí misma durante todo el rato y tuve que morderme los labios para no reírme.”Voy a matarme con estos zapatos. No puedo ver nada…”
Cogí la mano de Bella que sujetaba el conductor y la besé suavemente.”Si te hace sentir mejor, yo tampoco puedo ver nada.”Me burlé de ella.
“Edward…”Dijo ante mi sarcástico comentario.”¿Dónde estamos?”
“No te preocupes, lo averiguaras dentro de poco.”Le dije.”Ahora hay dos escalones, ten mucho cuidado.”
Abrí la puerta y dejé que pasase delante de mí. Envolví su cintura con los brazos mientras la empujaba hacia delante.”Tengo una sorpresa para ti.”Dije junto a su oído.
“Edward, sabes que no me gustan las sorpresas…”Gimió.
“Sí, pero esta te va a encantar.”Le di un beso en el lóbulo de la oreja.
“¿Es Claro de luna lo que está sonando?”Preguntó.
“Tienes muy buen oído.”Le dije mientras la giraba. Me apoderé de su cintura cuando comencé a bailar con ella lentamente. Apoyó la cabeza en mi pecho mientras la música fluía a nuestro alrededor.”Gravé esto para ti.”
“¿Esto lo has tocado tu?”La sentí levantar la cabeza. Seguí bailando con ella, mis pies se movieron más despacio mientras mis manos descansaban en su pequeña espalda.
“Sí, el CD entero.”
“¿Cuándo lo hiciste? Es precioso.”
Durante la semana pasada. Me dejaron el estudio de grabación de aquí.”Le dije sonriendo, pensando en que lo había utilizado a cada minuto disponible para tener el CD a tiempo.
“¿Dónde estamos?”Preguntó una vez más en un suave susurro.
“Que impaciencia. Las cosas buenas se hacen esperar.”Susurré junto a su oreja. Le entraron escalofríos ante mis palabras y supuse que finalmente había llegado el momento de dejar las bromas.”¿Tienes hambre?”
“Mucha. No tuve tiempo de comer.”Pidió rápidamente.
La cogí de la mano y la llevé a la mesa que tenía preparada. Saqué su silla para ella. Cuando se sentó la besé ligeramente en el cuello.”Hueles increíblemente bien.”
“El perfume me encanta.”Dijo con timidez.
“Me alegro. No sabes lo feliz que me hace comprarte cosas.”Dije sentándome en mi propia silla.
“No deberías comprarme tanto. Me has dado más de lo que merezco.”
“No digas esas cosas, Isabella. Te mereces el mundo entero y planeo dártelo. Ahora, no discutas. ¿Estás lista para cenar?”No le di tiempo a decir nada.
Saqué una caja y un pedazo de comida. Lo llevé hasta sus labios y ella le dio un pequeño bocado. Ella me quitó la porción de la mano y se rió tontamente.”¿Un trozo de pizza de champiñones?”Preguntó.
“Sí. ¿Está bien?”
“¡Es perfecto! Me encanta. ¡Gracias!”Dijo alegremente. Cogí un trozo para mí antes de servirnos un vaso de Coca Cola a cada uno.
Durante el resto de la cena charlamos tranquilamente. Bella no me pidió que le quitase el antifaz de los ojos, lo que agradecí. No podía darle muchas cosas de las que pidiese. Pero siempre quería darle cualquier cosa que desease.
Cuando ambos terminamos de cenar coloqué a Bella en mi regazo y la acerqué con fuerza a mí.”Bella quiero pedirte un favor. Si quieres puedes negarte, pero si dices que sí me harás muy feliz.”
“Sabes que haría cualquier cosa por ti. Adelante, pregunta.”Dijo apoyando la cabeza en mi hombro. Empecé a pasar los dedos por su sedoso cabello mientras reunía el valor para hacer la pregunta. No pensé que sería tan duro pero no quería inquietarla.
“¿Puedes perderte la clase del miércoles y acompañarme a mi revisión ocular?”
“¿Entonces, vas a seguir con eso?”Preguntó tranquilamente.
“Al menos voy a intentarlo, por mi. Tengo que saber si hay alguna oportunidad.”Dije con sinceridad.”Bella se que quieres que haga esto por mí. Y, lo hago, pero tú tienes que entender una cosa.”
“¿El qué?”Dijo suavemente, su voz apenas fue un susurro.
“Eres parte de mi. Eres mi alma, cada fibra de mi ser está impregnada de amor por ti. Por lo tanto, incluso si hago esto enteramente por mí mismo, también lo hago por ti. ¿Puedes aceptar eso?”
Pareció que dejaba de respirar y sentí su aliento cálido contra el lateral de mi cuello. La acerqué a mi cuerpo, meciéndola levemente.”Bella, amor no te enfades. No tienes que venir.”
“No, quiero hacerlo. Solo es que…. Solo es que no sé qué decir. Eres demasiado asombroso. Debería saber exactamente qué decir. ¿Cómo llegaste a esta perfección?”Sollozó tranquilamente.
“Estoy lejos de ser perfecto, ya lo sabes. Simplemente quiero hacerte feliz y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para lograrlo. Por lo tanto, calla mi amor. Por favor, no llores.”Besé su frente.”¿Estás lista para tu sorpresa?”
Bella Swan
Asentí con la cabeza y Edward me movió para que estuviese frente a él. Oí que arrastraba su silla para levantarse. Rápidamente me cogió, puso un brazo bajo mis rodillas y el otro como apoyo en mi espalda. Rodeé su cuello con los brazos. No pude evitar soltar una risita por el repentino cambio.”Edward, um, ¿A dónde vamos?
“Lo veras en un minuto. Espera.”Dijo feliz, obviamente orgulloso de sí mismo. Se detuvo y me dejó sobre mis pies lentamente. Lo notaba solido… algo así. Era acolchado y estaba cubierto de un tejido blando. Oí como los zapatos de Edward chocaban contra el suelo antes de ponerse de rodillas frente a mí. Sus pulgares se engancharon en los extremos de la máscara y tiraron de ella. Jadeé audiblemente.
“Oh dios mío, Edward ¿Estamos en la…? Pero… Pero… Pensé que íbamos a mudarnos dentro de dos semanas.”Tartamudeé mirando en derredor de la sala.
Yo estaba sentada en un colchón hinchable cubierto con unas bonitas y pulcras sabanas y almohadas. A ambos lados de la cama había unos floreros con rosas de todos los colores. Había velas en varias zonas del suelo de la habitación. Incluso las ventanas tenían cortinas para que nadie pudiese vernos.
“Angela me llamó el miércoles y me dijo que la pareja se mudaba antes. Las llaves me las dio el jueves y ayer pasé parte del día aquí y hoy casi todo, con la ayuda de Rose y Alice conseguí tenerlo todo listo para esta noche.”Dije sonriendo.
Por primera vez en la noche fui capad de mirarle. Estaba vestido con una camisa impoluta azul oscuro, llevaba abiertos un par de botones, y unos pantalones negros y un cinturón de cuero que iba a juego con sus zapatos. Me sonreí a mi misma mientras me imaginaba a Alice haciendo que Edward se probase modelitos para ella. Aunque para mi estaba guapísimo con cualquier cosa. Me incliné hacia delante y besé sus labios profundamente.
“Tu.”Besé su mejilla.”Eres.”Le besé la frente.”Un.”Besé su otra mejilla.”Hombre.”Le besé la nariz.”Increíble.”Dije por ultimo antes de volver a besarle profundamente en los labios. Sonrió de oreja a oreja, daba la impresión de que si sonreía mas su rostro se partiría.
Me empujó contra la cama y se deslizó para ponerse sobre mí.”No puedo esperar para sentir cada centímetro de tu cuerpo.”Susurró, dejando diminutos besos a lo largo de mi cuello.
Suspiré feliz mientras él adoraba abiertamente mi cuerpo. No sabía lo cómoda que podía estar o anhelar esto. No conseguía tener suficiente de él. Era como si quisiese memorizar cada parte de mi para más tarde.”¿Eres consciente de lo que me haces?”Susurré.
“Sí.”Dijo con confianza y me hizo gemir. Era demasiado sexy para su propio bien. Con manos expertas recorrió mi estomago, con la más ligera de las caricias. Encontró el dobladillo de mi vestido y tiró hacia arriba. Levanté la espalda para poder quitármelo. Una vez que estuve libre, empezó a mover las manos de nuevo por mi cuerpo, sonreía ante cualquier zona que encontraba.”Más adelante compraré algo genial para Alice y Rosalie.”
Me reí tontamente, incorporándome un poco para mirarle.”¿Por qué?”
“Te siento increíble con eso puesto.”Sus manos se deslizaron de mis caderas a mis pechos. Gemí audiblemente cuando comenzó a masajear los hinchados senos. Me dejé caer con pesadez en la cama y cerré los ojos con fuerza.
“Soy tan mimada.”Murmuré, más que nada para mí misma. Edward se deslizó hasta el final de la cama y me quitó los zapatos antes de hacer lo propio con los suyos.
Se desabotonó la camisa pero no se la quitó. Se deslizó lentamente hacia mí, sus movimientos eran gráciles y bellos. Cada musculo de su firme pecho y estomago se tensó cuando se acercó a mí. Me mordí el labio inferior y me sonrojé ante mi abierta admiración. Nadie podía culparme.”Niña tonta. No eres una mimada Tengo que recordártelo, te avisaré cuando seas una consentida de verdad. No, esto es mas para mimarme a mí.”Pasó la mano por mi pecho otra vez.”Tengo que admitir que soy muy egoísta.”
“Edward, si así eres egoísta, por favor, compórtate de esta manera todo el tiempo.”Suspiré.
Se rió entre dientes ante mis palabras antes de comenzar a besar mi barbilla, bajando por el cuello hasta el centro de mi pecho. Cada beso fue perfectamente orquestado para conducirme a la locura y tuve que controlarme para no destrozar el resto de sus ropas y permanecer embelesada hasta que pinchásemos la cama hinchable.
A tirones le quité la camisa y la arrojé hacia un lado. Le habría quitado el cinturón y los pantalones también, pero se mantuvo lejos de mi alcance, inmovilizándome los brazos. Él agarró mis bragas con los dientes y tiró hacia abajo, dejando en mis muslos las medias largas. Cuando se deslizó por la cama para ponerse de rodillas hice mi movimiento. Me retorcí para soltarme de su brazo y me incorporé. Le quité el cinturón rápidamente, besando todo lo que tenía a mi alcance en el proceso. Al parecer comenzó a sentir demasiada presión porque se deshizo de sus pantalones por mí.
Metí las manos por la parte posterior de sus bóxers y él aulló sorprendido. Solté una risita tonta contra su boca cuando él murmuró las palabras.”Cosa mala.”Se los bajé de un tirón y él permitió que se cayesen al suelo.
No estoy totalmente segura de cómo sucedió, pero de repente yo estaba tumbada otra vez en la cama y Edward encima de mí, completamente desnudo. Estaba increíble, mis dedos había revuelto su cabello desordenándoselo. Hice un movimiento para quitarme el corsé y Edward me agarró la muñeca rápidamente.”Déjatelo puesto, por favor.”No sé como lo hizo pero le obedecí.
Siguió sujetando mi muñeca y la elevó por encima de mi cabeza. No estaba del humor adecuado para que esta noche me provocasen. Quería, no, necesitaba tenerle dentro de mí. Agité las caderas hacia arriba, su longitud dura como una piedra se frotó contra mi húmedo montículo resbaladizo.
Ante la sensación contuvo el aliento y yo volví a hacerlo. Gruñó suavemente pero aceptó la insinuación. Entró totalmente dentro de mi cuerpo, forzándome a soltar un gemido salido de lo más profundo de mi pecho. Finalmente su mano me liberó la muñeca y se trasladó a mi rodilla. Me elevó la pierna para que le rodease las caderas.
Al principió se meció en mi interior a un ritmo lento, pero luego comenzó a moverse con una cadencia deslumbrante. Cada embestida me obligaba a gemir, cada una fue más fuerte que la anterior. Suavemente me llamó por mi nombre, susurrándome con su voz llena de amor.
Su mano se deslizó entre nuestros cuerpos y pegó los labios a mi oreja.”Isabella, quiero sentir como te aprietas a mi alrededor.”Y con esto comenzó a frotar sus dedos gradualmente.
Sus palabras habrían sido suficientes, pero con la adición de sus hábiles dedos conseguí llegar al cielo. Mis dedos se adentraron en su pelo, tirando de él mientras mí mundo empezaba a dar vueltas a mí alrededor. Todo se estaba derritiendo y lo único que podía sentir era a él profundamente enterrado en mi cuerpo, su propio orgasmo que le hacía temblar en mi interior.
Lentamente salió y rodó a un lado. Él me arropó con fuerza y besó mis hombros ligeramente. No dijo nada cuando me hizo rodar hacia un lado y comenzó a deshacer las ligas de mi corsé. Sus dedos hicieron un trabajo rápido, apartándolo de mi cuerpo.
Llené mis pulmones de aire, tomando una respiración profunda mientras el aire frio de febrero golpeaba mi pecho desnudo. Edward movió la mano por el suelo durante unos segundos buscando algo. Lo encontró y me lo entregó. Le besé la mejilla antes de deslizarme felizmente en su camisa. La abotoné parcialmente y no me molesté en recolocarme las medias. De todas formas no me molestaban.
Una vez que todo estuvo completamente arreglado, las velas apagadas y Edward vestido con sus bóxers, él nos tapó con las mantas. Me di la vuelta y apreté la espalda contra su pecho. Me rodeó la cintura y me apretó suavemente con su fuerte brazo.
“Te amo tanto. Gracias por consentirme esta noche.”Susurró junto a mi oído.
“Yo también te amo. Gracias por darme esta noche.”Respondí sonriendo. Moví un poco la cabeza y le di un beso en el mentón.”Prometes que me harás el amor igual que ahora mañana por la mañana.”
“¿Quién dice que vaya a esperar a mañana?”Dijo con una gran sonrisa.
Edward Cullen
Esperé frente a la puerta después de llamar varias veces. Estaba empezando a ponerme nervioso por haber ido allí para nada. La puerta se abrió lentamente.
“¿Hola?”Preguntó confundida.
“Hola, mi maravillosa e increíble amiga.”Dije con una gran sonrisa.
“Hola Edward.”Dijo Alice dejando escapar una risita.”¿Qué puedo hacer por ti?”
“Bueno, necesito ayuda para conseguirle unas cosas a Bella y me preguntaba si estarías dispuesta a echarme una mano. Recuerdo que dijiste que no tenias clase los jueves.”
Antes de que terminase la oración la oí cerrar la puerta con llave. Alice me rodeó con un brazo.”¿Entonces, qué tengo que hacer?”
“Eres una diosa entre las mujeres Alice. No sabes la gran ayuda que eres.”Le dije.
Se rió tontamente mientras me empujaba dentro de su coche. Cerró la puerta y se puso en el asiento del conductor.”Mientras sea la diosa de las compras es todo lo que me importa. Entonces ¿Para qué necesitas ayuda exactamente?”
Empecé a nombrar todas las cosas que me hacían falta para la noche siguiente, cuando ella puso una mano sobre mi hombro y me dijo que parase. La oí apretar unas teclas y un sonoro tono de llamada.”Hola Rose. Necesito tu ayuda. No, no es para mí. Edward quiere…”Se rió tontamente e hizo una pausa.”Sí, exactamente. Muy bien, quedamos en Dillard's en St. Vincent Mall en veinte minutos. Hasta ahora.”
Bella Swan
El viernes no podía llegar lo suficientemente rápido para mí. No había hablado con Edward desde primera hora de la mañana y estaba empezando a enfadarme. Se negaba a decirme lo que íbamos a hacer esta noche, simplemente me decía que todo estaba ¨preparado¨. No sabía si tenía que hacer una maleta para un día u organizar un equipo de supervivencia.
Mientras caminaba hacia la puerta vi una nota en la misma. Era una cartulina gruesa de color blanco con letras rojas.
“Refréscate y ponte la ropa que hay encima de tu cama. Estate lista a las 6:30.
Con Amor,
Edward.”
Sonreí, feliz, pero con un poco asustada por lo que Edward había planeado. Fui al cuarto de baño y me di una ducha rápida. Tan pronto como salí descubrí otra nota con la misma hermosa elegante escritura roja sujeta con cinta adhesiva al espejo. Me pregunté quien le habría ayudado con esto, pero realmente no había que pensar demasiado.
“Esto me recordó a ti y no pude evitar comprártelo. Póntelo para mí esta noche, por favor.
Con amor,
Edward.”
Miré hacia abajo para encontrarme con una caja azul. La recogí y leí las letras doradas ¨Sun moon stars¨. Abrí la tapa y saqué la botella abombada. Quité el tapón con cuidado, asustada de que se rompiese por ser demasiado brusca. La acerqué a mi nariz y aspiré. El olor era dulce, pero no excesivo, ligeramente almizclado con un fuerte toque de flores. Sonreí para mí misma. Odiaba que se gastase dinero en mí, pero esto me hacía sentirme querida. Me pregunté cuánto dinero le había dejado gastar a Alice.
Me duché y rápidamente sequé mi cabello. Me lo dejé suelto para Edward. Sabia cuanto le gustaba tocarlo, pasar los dedos a través de él. Me puse un poco de crema y después pulvericé el perfume en mis muñecas.
Volví a mi habitación envuelta en la toalla. Puse los ojos como platos al ver todos los artículos de ropa que estaban extendidos en mi cama. Había un diminuto vestido negro de raso que daba la impresión de que si te movías demasiado podías acabar enseñando lo que no debías, pero eso no fue lo que captó mi atención en primer lugar. Fueron el corsé negro de seda y las braguitas a juego con sus pantis. Me sonrojé ante la idea de que Edward me explorase con esa ropa puesta y me sonrojé todavía más imaginándomelo a él y a Alice comprándolas. Dejé escapar una risa nerviosa. Bueno, si él había pasado por ese problema yo podría complacerle poniéndome la ropa.
Primero me puse la ropa interior y luego el vestido. Tenía razón en lo referente a que había que moverse con cuidado con ese vestido puesto, pero de alguna manera el corsé mantenía mis pechos en su sitio. Bajo el vestido, en la cama, había otra nota.
“No te quejes. Estoy seguro de que estas increíble. Los zapatos se encuentran debajo de la cama.
Con amor.
Edward.”
Me reí tontamente y metí la mano debajo de la cama. Saqué la caja y abrí la tapa. Cuando los vi, gemí. En la caja había otra nota.
“No te preocupes, no voy a dejar que te caigas.
Edward.”
Saqué los dos zapatos de tacón y me los puse. Levanté uno de mis pies, apoyando una mano en la pared, para examinarlos.”Edward Cullen, si esta noche me muero regresaré a la vida para matarte.”Murmuré para mí.
Llamaron a la puerta. Me puse la chaqueta que también me había comprado Edward y caminé tan rápido como pude, teniendo en cuenta los tacones, y la abrí.”De verdad Edward, voy a romperme los tobillos. Oh.”Me detuve dándome cuenta de que no era Edward quien estaba allí en la puerta. Un señor mayor con un bonito traje me sonreía.
“Buenas noches señora. Supongo que tengo que darle esto.”Me entregó una caja con otra nota igual en ella.
“Siento no poder recogerte yo mismo. Abre la caja. Él no te dejará subir a la limusina hasta que te lo pongas.
E.”
“Limusina…”Suspiré la palabra, sacudiendo la cabeza. Abrí la delgada caja y me reí. Dentro había un antifaz para dormir de seda negra.”¿De verdad?”Le pregunté al conductor.
“Ordenes del Sr. Cullen. No entrará en el coche hasta que se lo pongas. Y si se la quita supongo que tendré que parar hasta que vuelva a ponérsela.”
“Oh, bien.”Gemí mientras me la ponía sobre los ojos.”El no conoce el significado de la frase ¨ser excesivo¨.”
El conductor me ayudó a llegar hasta el coche. Me recosté en el asiento a la espera de lo próximo que hubiese preparado Edward.
Edward Cullen
Me salté las clases de hoy para tenerlo todo listo. Incluso Rosalie ayudó y le estoy muy agradecido. Había sido de gran ayuda estos últimos días. Escuché como se aproximaba la limusina y di unos pasos para saludar a Bella.
Oí sus tacones golpear el asfalto cuando se acercó a mí. Estuvo refunfuñando para sí misma durante todo el rato y tuve que morderme los labios para no reírme.”Voy a matarme con estos zapatos. No puedo ver nada…”
Cogí la mano de Bella que sujetaba el conductor y la besé suavemente.”Si te hace sentir mejor, yo tampoco puedo ver nada.”Me burlé de ella.
“Edward…”Dijo ante mi sarcástico comentario.”¿Dónde estamos?”
“No te preocupes, lo averiguaras dentro de poco.”Le dije.”Ahora hay dos escalones, ten mucho cuidado.”
Abrí la puerta y dejé que pasase delante de mí. Envolví su cintura con los brazos mientras la empujaba hacia delante.”Tengo una sorpresa para ti.”Dije junto a su oído.
“Edward, sabes que no me gustan las sorpresas…”Gimió.
“Sí, pero esta te va a encantar.”Le di un beso en el lóbulo de la oreja.
“¿Es Claro de luna lo que está sonando?”Preguntó.
“Tienes muy buen oído.”Le dije mientras la giraba. Me apoderé de su cintura cuando comencé a bailar con ella lentamente. Apoyó la cabeza en mi pecho mientras la música fluía a nuestro alrededor.”Gravé esto para ti.”
“¿Esto lo has tocado tu?”La sentí levantar la cabeza. Seguí bailando con ella, mis pies se movieron más despacio mientras mis manos descansaban en su pequeña espalda.
“Sí, el CD entero.”
“¿Cuándo lo hiciste? Es precioso.”
Durante la semana pasada. Me dejaron el estudio de grabación de aquí.”Le dije sonriendo, pensando en que lo había utilizado a cada minuto disponible para tener el CD a tiempo.
“¿Dónde estamos?”Preguntó una vez más en un suave susurro.
“Que impaciencia. Las cosas buenas se hacen esperar.”Susurré junto a su oreja. Le entraron escalofríos ante mis palabras y supuse que finalmente había llegado el momento de dejar las bromas.”¿Tienes hambre?”
“Mucha. No tuve tiempo de comer.”Pidió rápidamente.
La cogí de la mano y la llevé a la mesa que tenía preparada. Saqué su silla para ella. Cuando se sentó la besé ligeramente en el cuello.”Hueles increíblemente bien.”
“El perfume me encanta.”Dijo con timidez.
“Me alegro. No sabes lo feliz que me hace comprarte cosas.”Dije sentándome en mi propia silla.
“No deberías comprarme tanto. Me has dado más de lo que merezco.”
“No digas esas cosas, Isabella. Te mereces el mundo entero y planeo dártelo. Ahora, no discutas. ¿Estás lista para cenar?”No le di tiempo a decir nada.
Saqué una caja y un pedazo de comida. Lo llevé hasta sus labios y ella le dio un pequeño bocado. Ella me quitó la porción de la mano y se rió tontamente.”¿Un trozo de pizza de champiñones?”Preguntó.
“Sí. ¿Está bien?”
“¡Es perfecto! Me encanta. ¡Gracias!”Dijo alegremente. Cogí un trozo para mí antes de servirnos un vaso de Coca Cola a cada uno.
Durante el resto de la cena charlamos tranquilamente. Bella no me pidió que le quitase el antifaz de los ojos, lo que agradecí. No podía darle muchas cosas de las que pidiese. Pero siempre quería darle cualquier cosa que desease.
Cuando ambos terminamos de cenar coloqué a Bella en mi regazo y la acerqué con fuerza a mí.”Bella quiero pedirte un favor. Si quieres puedes negarte, pero si dices que sí me harás muy feliz.”
“Sabes que haría cualquier cosa por ti. Adelante, pregunta.”Dijo apoyando la cabeza en mi hombro. Empecé a pasar los dedos por su sedoso cabello mientras reunía el valor para hacer la pregunta. No pensé que sería tan duro pero no quería inquietarla.
“¿Puedes perderte la clase del miércoles y acompañarme a mi revisión ocular?”
“¿Entonces, vas a seguir con eso?”Preguntó tranquilamente.
“Al menos voy a intentarlo, por mi. Tengo que saber si hay alguna oportunidad.”Dije con sinceridad.”Bella se que quieres que haga esto por mí. Y, lo hago, pero tú tienes que entender una cosa.”
“¿El qué?”Dijo suavemente, su voz apenas fue un susurro.
“Eres parte de mi. Eres mi alma, cada fibra de mi ser está impregnada de amor por ti. Por lo tanto, incluso si hago esto enteramente por mí mismo, también lo hago por ti. ¿Puedes aceptar eso?”
Pareció que dejaba de respirar y sentí su aliento cálido contra el lateral de mi cuello. La acerqué a mi cuerpo, meciéndola levemente.”Bella, amor no te enfades. No tienes que venir.”
“No, quiero hacerlo. Solo es que…. Solo es que no sé qué decir. Eres demasiado asombroso. Debería saber exactamente qué decir. ¿Cómo llegaste a esta perfección?”Sollozó tranquilamente.
“Estoy lejos de ser perfecto, ya lo sabes. Simplemente quiero hacerte feliz y voy a hacer todo lo que esté en mi mano para lograrlo. Por lo tanto, calla mi amor. Por favor, no llores.”Besé su frente.”¿Estás lista para tu sorpresa?”
Bella Swan
Asentí con la cabeza y Edward me movió para que estuviese frente a él. Oí que arrastraba su silla para levantarse. Rápidamente me cogió, puso un brazo bajo mis rodillas y el otro como apoyo en mi espalda. Rodeé su cuello con los brazos. No pude evitar soltar una risita por el repentino cambio.”Edward, um, ¿A dónde vamos?
“Lo veras en un minuto. Espera.”Dijo feliz, obviamente orgulloso de sí mismo. Se detuvo y me dejó sobre mis pies lentamente. Lo notaba solido… algo así. Era acolchado y estaba cubierto de un tejido blando. Oí como los zapatos de Edward chocaban contra el suelo antes de ponerse de rodillas frente a mí. Sus pulgares se engancharon en los extremos de la máscara y tiraron de ella. Jadeé audiblemente.
“Oh dios mío, Edward ¿Estamos en la…? Pero… Pero… Pensé que íbamos a mudarnos dentro de dos semanas.”Tartamudeé mirando en derredor de la sala.
Yo estaba sentada en un colchón hinchable cubierto con unas bonitas y pulcras sabanas y almohadas. A ambos lados de la cama había unos floreros con rosas de todos los colores. Había velas en varias zonas del suelo de la habitación. Incluso las ventanas tenían cortinas para que nadie pudiese vernos.
“Angela me llamó el miércoles y me dijo que la pareja se mudaba antes. Las llaves me las dio el jueves y ayer pasé parte del día aquí y hoy casi todo, con la ayuda de Rose y Alice conseguí tenerlo todo listo para esta noche.”Dije sonriendo.
Por primera vez en la noche fui capad de mirarle. Estaba vestido con una camisa impoluta azul oscuro, llevaba abiertos un par de botones, y unos pantalones negros y un cinturón de cuero que iba a juego con sus zapatos. Me sonreí a mi misma mientras me imaginaba a Alice haciendo que Edward se probase modelitos para ella. Aunque para mi estaba guapísimo con cualquier cosa. Me incliné hacia delante y besé sus labios profundamente.
“Tu.”Besé su mejilla.”Eres.”Le besé la frente.”Un.”Besé su otra mejilla.”Hombre.”Le besé la nariz.”Increíble.”Dije por ultimo antes de volver a besarle profundamente en los labios. Sonrió de oreja a oreja, daba la impresión de que si sonreía mas su rostro se partiría.
Me empujó contra la cama y se deslizó para ponerse sobre mí.”No puedo esperar para sentir cada centímetro de tu cuerpo.”Susurró, dejando diminutos besos a lo largo de mi cuello.
Suspiré feliz mientras él adoraba abiertamente mi cuerpo. No sabía lo cómoda que podía estar o anhelar esto. No conseguía tener suficiente de él. Era como si quisiese memorizar cada parte de mi para más tarde.”¿Eres consciente de lo que me haces?”Susurré.
“Sí.”Dijo con confianza y me hizo gemir. Era demasiado sexy para su propio bien. Con manos expertas recorrió mi estomago, con la más ligera de las caricias. Encontró el dobladillo de mi vestido y tiró hacia arriba. Levanté la espalda para poder quitármelo. Una vez que estuve libre, empezó a mover las manos de nuevo por mi cuerpo, sonreía ante cualquier zona que encontraba.”Más adelante compraré algo genial para Alice y Rosalie.”
Me reí tontamente, incorporándome un poco para mirarle.”¿Por qué?”
“Te siento increíble con eso puesto.”Sus manos se deslizaron de mis caderas a mis pechos. Gemí audiblemente cuando comenzó a masajear los hinchados senos. Me dejé caer con pesadez en la cama y cerré los ojos con fuerza.
“Soy tan mimada.”Murmuré, más que nada para mí misma. Edward se deslizó hasta el final de la cama y me quitó los zapatos antes de hacer lo propio con los suyos.
Se desabotonó la camisa pero no se la quitó. Se deslizó lentamente hacia mí, sus movimientos eran gráciles y bellos. Cada musculo de su firme pecho y estomago se tensó cuando se acercó a mí. Me mordí el labio inferior y me sonrojé ante mi abierta admiración. Nadie podía culparme.”Niña tonta. No eres una mimada Tengo que recordártelo, te avisaré cuando seas una consentida de verdad. No, esto es mas para mimarme a mí.”Pasó la mano por mi pecho otra vez.”Tengo que admitir que soy muy egoísta.”
“Edward, si así eres egoísta, por favor, compórtate de esta manera todo el tiempo.”Suspiré.
Se rió entre dientes ante mis palabras antes de comenzar a besar mi barbilla, bajando por el cuello hasta el centro de mi pecho. Cada beso fue perfectamente orquestado para conducirme a la locura y tuve que controlarme para no destrozar el resto de sus ropas y permanecer embelesada hasta que pinchásemos la cama hinchable.
A tirones le quité la camisa y la arrojé hacia un lado. Le habría quitado el cinturón y los pantalones también, pero se mantuvo lejos de mi alcance, inmovilizándome los brazos. Él agarró mis bragas con los dientes y tiró hacia abajo, dejando en mis muslos las medias largas. Cuando se deslizó por la cama para ponerse de rodillas hice mi movimiento. Me retorcí para soltarme de su brazo y me incorporé. Le quité el cinturón rápidamente, besando todo lo que tenía a mi alcance en el proceso. Al parecer comenzó a sentir demasiada presión porque se deshizo de sus pantalones por mí.
Metí las manos por la parte posterior de sus bóxers y él aulló sorprendido. Solté una risita tonta contra su boca cuando él murmuró las palabras.”Cosa mala.”Se los bajé de un tirón y él permitió que se cayesen al suelo.
No estoy totalmente segura de cómo sucedió, pero de repente yo estaba tumbada otra vez en la cama y Edward encima de mí, completamente desnudo. Estaba increíble, mis dedos había revuelto su cabello desordenándoselo. Hice un movimiento para quitarme el corsé y Edward me agarró la muñeca rápidamente.”Déjatelo puesto, por favor.”No sé como lo hizo pero le obedecí.
Siguió sujetando mi muñeca y la elevó por encima de mi cabeza. No estaba del humor adecuado para que esta noche me provocasen. Quería, no, necesitaba tenerle dentro de mí. Agité las caderas hacia arriba, su longitud dura como una piedra se frotó contra mi húmedo montículo resbaladizo.
Ante la sensación contuvo el aliento y yo volví a hacerlo. Gruñó suavemente pero aceptó la insinuación. Entró totalmente dentro de mi cuerpo, forzándome a soltar un gemido salido de lo más profundo de mi pecho. Finalmente su mano me liberó la muñeca y se trasladó a mi rodilla. Me elevó la pierna para que le rodease las caderas.
Al principió se meció en mi interior a un ritmo lento, pero luego comenzó a moverse con una cadencia deslumbrante. Cada embestida me obligaba a gemir, cada una fue más fuerte que la anterior. Suavemente me llamó por mi nombre, susurrándome con su voz llena de amor.
Su mano se deslizó entre nuestros cuerpos y pegó los labios a mi oreja.”Isabella, quiero sentir como te aprietas a mi alrededor.”Y con esto comenzó a frotar sus dedos gradualmente.
Sus palabras habrían sido suficientes, pero con la adición de sus hábiles dedos conseguí llegar al cielo. Mis dedos se adentraron en su pelo, tirando de él mientras mí mundo empezaba a dar vueltas a mí alrededor. Todo se estaba derritiendo y lo único que podía sentir era a él profundamente enterrado en mi cuerpo, su propio orgasmo que le hacía temblar en mi interior.
Lentamente salió y rodó a un lado. Él me arropó con fuerza y besó mis hombros ligeramente. No dijo nada cuando me hizo rodar hacia un lado y comenzó a deshacer las ligas de mi corsé. Sus dedos hicieron un trabajo rápido, apartándolo de mi cuerpo.
Llené mis pulmones de aire, tomando una respiración profunda mientras el aire frio de febrero golpeaba mi pecho desnudo. Edward movió la mano por el suelo durante unos segundos buscando algo. Lo encontró y me lo entregó. Le besé la mejilla antes de deslizarme felizmente en su camisa. La abotoné parcialmente y no me molesté en recolocarme las medias. De todas formas no me molestaban.
Una vez que todo estuvo completamente arreglado, las velas apagadas y Edward vestido con sus bóxers, él nos tapó con las mantas. Me di la vuelta y apreté la espalda contra su pecho. Me rodeó la cintura y me apretó suavemente con su fuerte brazo.
“Te amo tanto. Gracias por consentirme esta noche.”Susurró junto a mi oído.
“Yo también te amo. Gracias por darme esta noche.”Respondí sonriendo. Moví un poco la cabeza y le di un beso en el mentón.”Prometes que me harás el amor igual que ahora mañana por la mañana.”
“¿Quién dice que vaya a esperar a mañana?”Dijo con una gran sonrisa.
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 40
Bella Swan
Me arrastré fuera de la cama y miré el reloj. Solo eran las ocho, aun era temprano pero de todas formas decidí seguir y levantarme. Era la primera vez en no sé cuanto tiempo que me levantaba sola. No había tenido el más dulce de mis sueños, principalmente consistían en unas pesadillas en las que Edward se retorcía y gritaba de dolor, agarrándose la cara. Me estremecí recordándolas. Traté de sacudirme la imagen de la cabeza pero parecía no querer desaparecer.
Ni siquiera me molesté en tomar el desayuno o el café, no tenía hambre. Me di una ducha rápida. No estaba segura de si podría hacerlo más tarde en ese día.
Avisaría a los profesores que no iba a asistir a las clases de hoy. Como nunca me había saltado ninguna no parecía que ellos tuviesen ningún inconveniente en que así fuese esta vez. Les dije que me pondría al día con lo que me perdiese, y como ese día solo tenía una clase con un profesor y en la otra simplemente había que entregar unos deberes, no supondría ningún problema. Decidí seguir adelante y terminar con esto antes de ir a buscar a Edward.
Llamé a la puerta tranquilamente, no quería interrumpir a mi profesora. No tenía ninguna clase, pero no sabía si estaba o no con algún estudiante.
“¡Adelante!”Dijo desde el otro lado de la puerta.
“Hola, Profesora Clearwater, solo quería darle esto puesto que no voy a ir a clase.”Le entregué rápidamente las tres hojas de papel y me dispuse a salir.
“Querida, quédate un minuto, si puedes.”Dijo dulcemente. No creo que hubiese nada de maldad en ella.
Me di la vuelta y me acerqué a su escritorio. Levantó un dedo pidiéndome que le diese un minuto. Vi como sus ojos se movían por la página. Le dio la vuelta a la siguiente y la ojeó antes de volver a la primera. La última página solo se trataba del enunciado y la información sobre el trabajo.
Se aclaró la garganta y comenzó a leer.
“A través de tus ojos veo
Lo que nunca podría ver de otro modo
Felicidad, amor, esperanza…
Sobre todo esperanza.
Antes de ti yo estaba ciega.
Pero tu amor y tus caricias me han sanado.”
“Querida, debo decir que es muy sentimental. ¿Te puedo preguntar sobre quien lo has escrito?”Me miró con sus grandes orbes marrones. Me mordí el labio nerviosa y me sonrojé por su pregunta.
“Mi novio, señora.”
“Por favor, no soy tan vieja. Llámame Sue. ¿Qué emoción predomina cuando intentas transmitir esto?”Se inclinó contra el escritorio, mirando hacia abajo donde estaba el papel.
Volví a repasar el enunciado del ejercicio en mi cabeza: Según tu elección escribe un poema, o más, con las distintas emociones humanas.(Ej.: amor, lujuria, odio, ira, miedo, celos, deseo etc.) Hay un mínimo de diez palabras y un máximo de 200. Escrito en folio, a un solo espacio, explica la emoción que hayas escogido y por qué. Me pregunté si lo habría hecho mal. Respiré de forma superficial y respondí.”La admiración.”
“Esa es una emoción muy sutil. La mayoría de mis estudiantes suelen decantarse por emociones más fuertes, como el amor o el odio. Hiciste un buen trabajo resaltando esta. Pero creo que es más que admiración.”Ella me miró sonriendo a sabiendas.”Veo amor, respeto y como tú dices, esperanza. Debe de tratarse de un chico especial.”
“Lo es.”Sonreí para mí. Mis ojos volaron a mi reloj.”En realidad, ahora tengo que ir a recogerle. Voy a acompañarle a una cita médica, por eso no voy a poder venir a clase.”
“Espero que no se trate de nada grave.”Parecía preocupada.
Lo pensé antes de responder.”Sí y no. Él no está exactamente malo, pero puede necesitar una operación.”
“¿Eso es bueno o malo?”Preguntó alzando una ceja.
“Espero que sea bueno.”
“Espero que le vaya bien y a ti lo mismo. Buena suerte con el médico ¡Y rezaré por ti!”Sue me sorprendió dándome un abrazo rápido.
Fui rápidamente hacia el dormitorio de Edward. Atravesé todo el campus, ya iba retrasada varios minutos. Corrí por el pasillo, casi tirando a Jasper, dándome cuenta de que estaba sin camisa cuando choqué contra su pecho desnudo.
“Hola Jazz.”Murmuré mientras apartaba la cara de su piel pálida.”Tienes el estomago duro como una piedra.”Dije frotándome la mejilla.
“Lo siento.”Se rió entre dientes.”Solo una advertencia, Edward está…”
“¿Edward está qué?”Pregunté levantando la cabeza hacía él.
“Desesperado. Anoche no durmió demasiado y está de malhumor. No creo que se comporte de esa forma contigo, pero te sugiero que le lleves a casa para que se eche una siesta o se comportará como un gilipollas el resto del día.”Dijo mientras se disponía a acercarse al cuarto de baño. Me fijé en que tenía una toalla y una bolsa en sus manos. Me dio una palmadita en el hombro.”Buena suerte.”
Edward Cullen
Luché por mantenerme despierto mientras atravesábamos la carretera en coche. Bella parecía estar calmada, pero tenía la sensación de que estaba tan nerviosa como yo. Deslicé la mano por el asiento de vinilo hasta dejarla en su regazo. Cogió mi mano y se la llevó a los labios, besándola ligeramente.
Nunca me habían gustado las citas médicas. Uno pensaría que por que mi padre era medico sería distinto, pero él era el único con el que estaba cómodo. Cuando tenía que acudir a algún otro nunca podía dormir y siempre me ponía de mal humor. Jasper podía dar testimonio, sobre todo desde que prácticamente le obligué a salir del cuarto esta mañana. El constante sonido de sus dedos en el teclado del ordenador me había vuelto loco.
Sentía como si hubiésemos estado esperando en la sala durante toda la vida, mi pierna temblaba nerviosamente, golpeando el pie con el suelo. Bella se limitó a cogerme la mano, besándola de vez en cuando. Y, ahora que yo me encontraba sentado en esta silla, a la espera de una persona desconocida me pregunté por qué habría decidido hacer esto. Hice varias respiraciones profundas tratando de calmarme, si éxito alguno.
Bella decidió que era hora de romper el silencio, en un intento de distraerme.”Después de terminar aquí ¿Por qué no compramos algo de comida china y nos vamos a la casa? Podemos dormir allí un poco y nadie nos molestará.”
“¿No has dormido bien?”Pregunté, centrándome en ella por completo. Era dulce que hubiese estado tan nerviosa, pero al mismo tiempo me sentía mal.
“No, tuve pesadillas. No pasa nada, de todas formas dormiré mas dulcemente esta vez cuando vuelva a tus brazos.”Me dijo. Lentamente y con cuidado me quitó las gafas y las puso en algún lugar a su cuidado. Con suavidad besó mi frente, reposando sus delicados labios.”Estaré contigo en cada paso del camino, no te preocupes.”Susurró suavemente.
En ese momento estaba tan relajado con el sonido suave de su voz y el tacto de su piel que cuando se abrió la puerta pegué un bote. Bella también saltó y se rió con nerviosismo.
“Hola Edward, soy el Dr. Stanley, lo siento, no quería sorprenderte.”Se rió. Me dio la mano y la sacudió un segundo, sus manos eran frías y un poco ásperas.”¿Y quién es esta hermosa joven?”
“Bella.”Dijo ella tranquilamente, por el tono de su voz me daba la impresión de que estaba avergonzada. Encontré su mano y le di un ligero apretón.
“Bueno ¿Por qué no empezamos? Vamos a hacerte unas pruebas y tomar muestras de sangre. Así pues, la razón por la que estamos aquí es para discutir sobre la vitrectomía ¿correcto?”
“Sí, señor.”Dije con brevedad, sinceramente no estaba del humor indicado para trabar conversación.
“Bien, el Dr. Tori ha mandado tus informes de Chicago y he discutido tu caso con él en persona. Estamos de acuerdo en que eres un buen candidato para esta cirugía, si no ha cambiado nada respecto a las anteriores pruebas que te han hecho. Así que como he dicho vamos a volver a hacértelas y seguiremos a partir de ahí. Pero, ya que estoy bastante seguro de los resultados, algunos de los cuales tendremos hoy, continuaré y discutiremos algunos riesgos y otras cosas que acompañan estos.”Dijo el médico, su voz era un poco más fuerte de lo necesario. Me pregunté si sabría que yo estaba ciego, no sordo.
“En primer lugar quiero explicarte con exactitud en qué consiste la operación. Lo que haremos con mayor probabilidad será eliminar el vítreo nubloso, la sustancia gelatinosa que hay en ambos ojos y se inyectará un aceite de silicona para mantener la retina en su lugar. En caso de creer que no es suficiente, en la sala de operaciones podemos decidir proceder con la indentación escleral, que es un apoyo que se coloca como un cinturón y la mantiene en la posición adecuada.”Continuó. Oí murmurar a Bella.¨Ew¨ a mi lado y yo no pude estar más de acuerdo. Solo escucharlo hacía que se me pusiese la carne de gallina.”¿Tienes alguna pregunta hasta ahora?”
“Sí, señor ¿Qué posibilidades hay de éxito?”Pregunté, después de tragar lentamente.
“Siendo como eres un joven sano con un daño menor en los ojos entonces yo diría que hay un setenta por ciento de posibilidades de que sea totalmente exitosa.”
“¿Qué significa ¨totalmente exitosa¨?”Preguntó Bella, la preocupación se traslucía en su voz.
“Hay una posibilidad de que él sea capad de recuperar plena visión. Sin embargo, también existe la posibilidad de que obtenga una visión parcial.”Le respondió, ni siquiera se dirigía a mí.
“¿Cuanta?”Preguntó Bella. Sonaba como si se tratase de una madre, pero estaba agradecido de que preguntase. No conseguía desembarazarme de mi nerviosismo para pronunciar las preguntas.
“La suficiente para ver, caminar con seguridad. Es decir, si la cirugía funciona. Pero, aun así eso es mejor que nada. Probablemente acabes teniendo un grado de visión entre la completa y la estrictamente necesaria y casi con toda seguridad necesitaras gafas o lentillas.”Volvía a dirigirse a mí. Yo asentí lentamente con la cabeza, mostrándole que le entendía.
“¿Existen otros riesgos?”Preguntó Bella, frotando uno de mis hombros. Me preguntaba como de ¨verde¨ me encontraba.
“Junto con otras preocupaciones que acompañan a la cirugía, tales como una infección, la preocupación más común con la que nos encontramos es que se contraigan cataratas en el ojo en el que se haya tratado, que en tu caso es en los dos. ¡Pero no te preocupes! Con la cirugía moderna se puede solucionar con una operación menor con la que puedes estar recuperado en un par de días.”Dijo alegremente. Se aclaró la garganta y su tono cambió.”Ahora, quiero dejarte claro que aun no estamos seguros de si eres un candidato valido para esta operación. Si mis predicciones son correctas, lo eres, pero hasta entonces quiero que sepas donde te estás metiendo. No quiero alimentar tus esperanzas.”
“¿Cuánto tiempo se necesita para recuperarse de esta operación?”Preguntó Bella, deslizando la mano por el lateral de mi brazo.
Suspiró con fuerza.”Bueno, tendrás que pasar un par de días en el hospital tras la operación. Un día después de la cirugía se te quitaran las vendas y se comprobará tu progreso. Al día siguiente será de observación para asegurarnos de que no haya infecciones ni hemorragias. Te daremos algunos medicamentos para el dolor, unas gotas para los ojos, junto con algunos antibióticos por si acaso.”
“¿Habrá cicatrices visibles, por ejemplo alrededor de sus ojos?”Preguntó.
“Si hacemos nuestro trabajo bien, no.”Dijo a la ligera.”Edward, la chica lo hace bien. Me gusta la gente que hace preguntas.”Se rió.
“Lo siento, no pretendía acapararle.”Soltó una risita, dándome un apretón a mi mano.
“¡No, para nada! Por favor, siéntete libre de preguntar lo que quieras.”Dijo el Dr. Stanley en alto.” Ahora ¿Por qué no empezamos con las pruebas?”
Dos horas, probablemente veinte pruebas y dos viales de sangre más tarde estábamos yendo hacia un chino para comprar algo de comer. Desde que salimos de la oficina del doctor no habíamos hablado. Parecía que todo estaba casi correcto para someterme a la cirugía, pero no lo sabríamos con seguridad hasta dentro de una semana o algo así. Incliné la cara contra la fría ventanilla del coche, respirando despacio.
“¿En qué piensas?”Preguntó tranquilamente, como si tuviese miedo de asustarme. Era demasiado tarde para eso.
“Este espantoso miedo, yo… yo…”Tartamudeé, intentando averiguar lo que quería decir.
“No tienes que hacerlo.”Dijo con firmeza. Me di cuenta de que la furgoneta se había detenido.
“Quiero hacerlo. Simplemente tengo… miedo.”Le contesté, pensando en una forma de expresar mis emociones. No conseguía encontrar las palabras.
“No tienes que hacerlo.”Repitió.”De todas formas, no por mí.”
“En esta última semana he estado pensado en todas las cosas que quiero hacer. Quiero hacerlo. Quiero hacerlo por mí. Bella, solo tengo… miedo.”
“Estaré contigo no importa lo que suceda. Siempre estaré a tu lado.”Dijo con firmeza. Se arrastró por el asiento y envolvió mi cuello con los brazos.”Siempre y para siempre.”
“Lo sé, y por eso quiero verte caminado por el pasillo hacia mí.”Le rodeé su cintura.
“Ah ¿y nuestros hijos en el parque?”Dijo a la ligera.
“Sí. Veamos ¿Cuántos te gustaría tener? ¿Dos o tres?”Bromeé, olisqueando su cabello.
“Uno, si quieres dos será mejor que reces porque sean gemelos.”Rió tontamente.
“Aw ¿Por qué?”Dibujé un puchero en mi rostro.
“¿Planeas llevar a nuestros bebés? Porque francamente, no creo que tengas caderas para ello.”
“Sí, porque eso es lo único que nos daría problemas.”Dije sarcásticamente y Bella soltó otra risita, su cabeza se apoyaba en mi hombro.”Te apuesto a que embarazada estarías preciosa.”
“Apuesto a que estaría gorda.”Murmuró ella por lo bajo.”Compremos algo de comida china y vayámonos a la cama.”
“Oh ¿Necesitas que practiquemos un poco más?”Pregunté mientras se levantaba de mi regazo y salía de la furgoneta. Tomó mi mano y salté fuera.”Porque yo no me opondría a ello.”
“Pervertido.”Murmuró. Por el tono de su voz parecía que estaba jugando conmigo.
“¡Bueno, si no fueras tan malditamente tentadora eso no sería aun problema!”Me defendí. Le rodeé la cintura con los brazos mientras nos acercábamos a la puerta.
“¿Qué voy a hacer contigo?”Chasqueó la lengua y suspiró.
Acerqué los labios a su oído u le susurré.”Tú sabes exactamente qué hacer conmigo. Ámame y deja que te ame.”
Bella Swan
Me arrastré fuera de la cama y miré el reloj. Solo eran las ocho, aun era temprano pero de todas formas decidí seguir y levantarme. Era la primera vez en no sé cuanto tiempo que me levantaba sola. No había tenido el más dulce de mis sueños, principalmente consistían en unas pesadillas en las que Edward se retorcía y gritaba de dolor, agarrándose la cara. Me estremecí recordándolas. Traté de sacudirme la imagen de la cabeza pero parecía no querer desaparecer.
Ni siquiera me molesté en tomar el desayuno o el café, no tenía hambre. Me di una ducha rápida. No estaba segura de si podría hacerlo más tarde en ese día.
Avisaría a los profesores que no iba a asistir a las clases de hoy. Como nunca me había saltado ninguna no parecía que ellos tuviesen ningún inconveniente en que así fuese esta vez. Les dije que me pondría al día con lo que me perdiese, y como ese día solo tenía una clase con un profesor y en la otra simplemente había que entregar unos deberes, no supondría ningún problema. Decidí seguir adelante y terminar con esto antes de ir a buscar a Edward.
Llamé a la puerta tranquilamente, no quería interrumpir a mi profesora. No tenía ninguna clase, pero no sabía si estaba o no con algún estudiante.
“¡Adelante!”Dijo desde el otro lado de la puerta.
“Hola, Profesora Clearwater, solo quería darle esto puesto que no voy a ir a clase.”Le entregué rápidamente las tres hojas de papel y me dispuse a salir.
“Querida, quédate un minuto, si puedes.”Dijo dulcemente. No creo que hubiese nada de maldad en ella.
Me di la vuelta y me acerqué a su escritorio. Levantó un dedo pidiéndome que le diese un minuto. Vi como sus ojos se movían por la página. Le dio la vuelta a la siguiente y la ojeó antes de volver a la primera. La última página solo se trataba del enunciado y la información sobre el trabajo.
Se aclaró la garganta y comenzó a leer.
“A través de tus ojos veo
Lo que nunca podría ver de otro modo
Felicidad, amor, esperanza…
Sobre todo esperanza.
Antes de ti yo estaba ciega.
Pero tu amor y tus caricias me han sanado.”
“Querida, debo decir que es muy sentimental. ¿Te puedo preguntar sobre quien lo has escrito?”Me miró con sus grandes orbes marrones. Me mordí el labio nerviosa y me sonrojé por su pregunta.
“Mi novio, señora.”
“Por favor, no soy tan vieja. Llámame Sue. ¿Qué emoción predomina cuando intentas transmitir esto?”Se inclinó contra el escritorio, mirando hacia abajo donde estaba el papel.
Volví a repasar el enunciado del ejercicio en mi cabeza: Según tu elección escribe un poema, o más, con las distintas emociones humanas.(Ej.: amor, lujuria, odio, ira, miedo, celos, deseo etc.) Hay un mínimo de diez palabras y un máximo de 200. Escrito en folio, a un solo espacio, explica la emoción que hayas escogido y por qué. Me pregunté si lo habría hecho mal. Respiré de forma superficial y respondí.”La admiración.”
“Esa es una emoción muy sutil. La mayoría de mis estudiantes suelen decantarse por emociones más fuertes, como el amor o el odio. Hiciste un buen trabajo resaltando esta. Pero creo que es más que admiración.”Ella me miró sonriendo a sabiendas.”Veo amor, respeto y como tú dices, esperanza. Debe de tratarse de un chico especial.”
“Lo es.”Sonreí para mí. Mis ojos volaron a mi reloj.”En realidad, ahora tengo que ir a recogerle. Voy a acompañarle a una cita médica, por eso no voy a poder venir a clase.”
“Espero que no se trate de nada grave.”Parecía preocupada.
Lo pensé antes de responder.”Sí y no. Él no está exactamente malo, pero puede necesitar una operación.”
“¿Eso es bueno o malo?”Preguntó alzando una ceja.
“Espero que sea bueno.”
“Espero que le vaya bien y a ti lo mismo. Buena suerte con el médico ¡Y rezaré por ti!”Sue me sorprendió dándome un abrazo rápido.
Fui rápidamente hacia el dormitorio de Edward. Atravesé todo el campus, ya iba retrasada varios minutos. Corrí por el pasillo, casi tirando a Jasper, dándome cuenta de que estaba sin camisa cuando choqué contra su pecho desnudo.
“Hola Jazz.”Murmuré mientras apartaba la cara de su piel pálida.”Tienes el estomago duro como una piedra.”Dije frotándome la mejilla.
“Lo siento.”Se rió entre dientes.”Solo una advertencia, Edward está…”
“¿Edward está qué?”Pregunté levantando la cabeza hacía él.
“Desesperado. Anoche no durmió demasiado y está de malhumor. No creo que se comporte de esa forma contigo, pero te sugiero que le lleves a casa para que se eche una siesta o se comportará como un gilipollas el resto del día.”Dijo mientras se disponía a acercarse al cuarto de baño. Me fijé en que tenía una toalla y una bolsa en sus manos. Me dio una palmadita en el hombro.”Buena suerte.”
Edward Cullen
Luché por mantenerme despierto mientras atravesábamos la carretera en coche. Bella parecía estar calmada, pero tenía la sensación de que estaba tan nerviosa como yo. Deslicé la mano por el asiento de vinilo hasta dejarla en su regazo. Cogió mi mano y se la llevó a los labios, besándola ligeramente.
Nunca me habían gustado las citas médicas. Uno pensaría que por que mi padre era medico sería distinto, pero él era el único con el que estaba cómodo. Cuando tenía que acudir a algún otro nunca podía dormir y siempre me ponía de mal humor. Jasper podía dar testimonio, sobre todo desde que prácticamente le obligué a salir del cuarto esta mañana. El constante sonido de sus dedos en el teclado del ordenador me había vuelto loco.
Sentía como si hubiésemos estado esperando en la sala durante toda la vida, mi pierna temblaba nerviosamente, golpeando el pie con el suelo. Bella se limitó a cogerme la mano, besándola de vez en cuando. Y, ahora que yo me encontraba sentado en esta silla, a la espera de una persona desconocida me pregunté por qué habría decidido hacer esto. Hice varias respiraciones profundas tratando de calmarme, si éxito alguno.
Bella decidió que era hora de romper el silencio, en un intento de distraerme.”Después de terminar aquí ¿Por qué no compramos algo de comida china y nos vamos a la casa? Podemos dormir allí un poco y nadie nos molestará.”
“¿No has dormido bien?”Pregunté, centrándome en ella por completo. Era dulce que hubiese estado tan nerviosa, pero al mismo tiempo me sentía mal.
“No, tuve pesadillas. No pasa nada, de todas formas dormiré mas dulcemente esta vez cuando vuelva a tus brazos.”Me dijo. Lentamente y con cuidado me quitó las gafas y las puso en algún lugar a su cuidado. Con suavidad besó mi frente, reposando sus delicados labios.”Estaré contigo en cada paso del camino, no te preocupes.”Susurró suavemente.
En ese momento estaba tan relajado con el sonido suave de su voz y el tacto de su piel que cuando se abrió la puerta pegué un bote. Bella también saltó y se rió con nerviosismo.
“Hola Edward, soy el Dr. Stanley, lo siento, no quería sorprenderte.”Se rió. Me dio la mano y la sacudió un segundo, sus manos eran frías y un poco ásperas.”¿Y quién es esta hermosa joven?”
“Bella.”Dijo ella tranquilamente, por el tono de su voz me daba la impresión de que estaba avergonzada. Encontré su mano y le di un ligero apretón.
“Bueno ¿Por qué no empezamos? Vamos a hacerte unas pruebas y tomar muestras de sangre. Así pues, la razón por la que estamos aquí es para discutir sobre la vitrectomía ¿correcto?”
“Sí, señor.”Dije con brevedad, sinceramente no estaba del humor indicado para trabar conversación.
“Bien, el Dr. Tori ha mandado tus informes de Chicago y he discutido tu caso con él en persona. Estamos de acuerdo en que eres un buen candidato para esta cirugía, si no ha cambiado nada respecto a las anteriores pruebas que te han hecho. Así que como he dicho vamos a volver a hacértelas y seguiremos a partir de ahí. Pero, ya que estoy bastante seguro de los resultados, algunos de los cuales tendremos hoy, continuaré y discutiremos algunos riesgos y otras cosas que acompañan estos.”Dijo el médico, su voz era un poco más fuerte de lo necesario. Me pregunté si sabría que yo estaba ciego, no sordo.
“En primer lugar quiero explicarte con exactitud en qué consiste la operación. Lo que haremos con mayor probabilidad será eliminar el vítreo nubloso, la sustancia gelatinosa que hay en ambos ojos y se inyectará un aceite de silicona para mantener la retina en su lugar. En caso de creer que no es suficiente, en la sala de operaciones podemos decidir proceder con la indentación escleral, que es un apoyo que se coloca como un cinturón y la mantiene en la posición adecuada.”Continuó. Oí murmurar a Bella.¨Ew¨ a mi lado y yo no pude estar más de acuerdo. Solo escucharlo hacía que se me pusiese la carne de gallina.”¿Tienes alguna pregunta hasta ahora?”
“Sí, señor ¿Qué posibilidades hay de éxito?”Pregunté, después de tragar lentamente.
“Siendo como eres un joven sano con un daño menor en los ojos entonces yo diría que hay un setenta por ciento de posibilidades de que sea totalmente exitosa.”
“¿Qué significa ¨totalmente exitosa¨?”Preguntó Bella, la preocupación se traslucía en su voz.
“Hay una posibilidad de que él sea capad de recuperar plena visión. Sin embargo, también existe la posibilidad de que obtenga una visión parcial.”Le respondió, ni siquiera se dirigía a mí.
“¿Cuanta?”Preguntó Bella. Sonaba como si se tratase de una madre, pero estaba agradecido de que preguntase. No conseguía desembarazarme de mi nerviosismo para pronunciar las preguntas.
“La suficiente para ver, caminar con seguridad. Es decir, si la cirugía funciona. Pero, aun así eso es mejor que nada. Probablemente acabes teniendo un grado de visión entre la completa y la estrictamente necesaria y casi con toda seguridad necesitaras gafas o lentillas.”Volvía a dirigirse a mí. Yo asentí lentamente con la cabeza, mostrándole que le entendía.
“¿Existen otros riesgos?”Preguntó Bella, frotando uno de mis hombros. Me preguntaba como de ¨verde¨ me encontraba.
“Junto con otras preocupaciones que acompañan a la cirugía, tales como una infección, la preocupación más común con la que nos encontramos es que se contraigan cataratas en el ojo en el que se haya tratado, que en tu caso es en los dos. ¡Pero no te preocupes! Con la cirugía moderna se puede solucionar con una operación menor con la que puedes estar recuperado en un par de días.”Dijo alegremente. Se aclaró la garganta y su tono cambió.”Ahora, quiero dejarte claro que aun no estamos seguros de si eres un candidato valido para esta operación. Si mis predicciones son correctas, lo eres, pero hasta entonces quiero que sepas donde te estás metiendo. No quiero alimentar tus esperanzas.”
“¿Cuánto tiempo se necesita para recuperarse de esta operación?”Preguntó Bella, deslizando la mano por el lateral de mi brazo.
Suspiró con fuerza.”Bueno, tendrás que pasar un par de días en el hospital tras la operación. Un día después de la cirugía se te quitaran las vendas y se comprobará tu progreso. Al día siguiente será de observación para asegurarnos de que no haya infecciones ni hemorragias. Te daremos algunos medicamentos para el dolor, unas gotas para los ojos, junto con algunos antibióticos por si acaso.”
“¿Habrá cicatrices visibles, por ejemplo alrededor de sus ojos?”Preguntó.
“Si hacemos nuestro trabajo bien, no.”Dijo a la ligera.”Edward, la chica lo hace bien. Me gusta la gente que hace preguntas.”Se rió.
“Lo siento, no pretendía acapararle.”Soltó una risita, dándome un apretón a mi mano.
“¡No, para nada! Por favor, siéntete libre de preguntar lo que quieras.”Dijo el Dr. Stanley en alto.” Ahora ¿Por qué no empezamos con las pruebas?”
Dos horas, probablemente veinte pruebas y dos viales de sangre más tarde estábamos yendo hacia un chino para comprar algo de comer. Desde que salimos de la oficina del doctor no habíamos hablado. Parecía que todo estaba casi correcto para someterme a la cirugía, pero no lo sabríamos con seguridad hasta dentro de una semana o algo así. Incliné la cara contra la fría ventanilla del coche, respirando despacio.
“¿En qué piensas?”Preguntó tranquilamente, como si tuviese miedo de asustarme. Era demasiado tarde para eso.
“Este espantoso miedo, yo… yo…”Tartamudeé, intentando averiguar lo que quería decir.
“No tienes que hacerlo.”Dijo con firmeza. Me di cuenta de que la furgoneta se había detenido.
“Quiero hacerlo. Simplemente tengo… miedo.”Le contesté, pensando en una forma de expresar mis emociones. No conseguía encontrar las palabras.
“No tienes que hacerlo.”Repitió.”De todas formas, no por mí.”
“En esta última semana he estado pensado en todas las cosas que quiero hacer. Quiero hacerlo. Quiero hacerlo por mí. Bella, solo tengo… miedo.”
“Estaré contigo no importa lo que suceda. Siempre estaré a tu lado.”Dijo con firmeza. Se arrastró por el asiento y envolvió mi cuello con los brazos.”Siempre y para siempre.”
“Lo sé, y por eso quiero verte caminado por el pasillo hacia mí.”Le rodeé su cintura.
“Ah ¿y nuestros hijos en el parque?”Dijo a la ligera.
“Sí. Veamos ¿Cuántos te gustaría tener? ¿Dos o tres?”Bromeé, olisqueando su cabello.
“Uno, si quieres dos será mejor que reces porque sean gemelos.”Rió tontamente.
“Aw ¿Por qué?”Dibujé un puchero en mi rostro.
“¿Planeas llevar a nuestros bebés? Porque francamente, no creo que tengas caderas para ello.”
“Sí, porque eso es lo único que nos daría problemas.”Dije sarcásticamente y Bella soltó otra risita, su cabeza se apoyaba en mi hombro.”Te apuesto a que embarazada estarías preciosa.”
“Apuesto a que estaría gorda.”Murmuró ella por lo bajo.”Compremos algo de comida china y vayámonos a la cama.”
“Oh ¿Necesitas que practiquemos un poco más?”Pregunté mientras se levantaba de mi regazo y salía de la furgoneta. Tomó mi mano y salté fuera.”Porque yo no me opondría a ello.”
“Pervertido.”Murmuró. Por el tono de su voz parecía que estaba jugando conmigo.
“¡Bueno, si no fueras tan malditamente tentadora eso no sería aun problema!”Me defendí. Le rodeé la cintura con los brazos mientras nos acercábamos a la puerta.
“¿Qué voy a hacer contigo?”Chasqueó la lengua y suspiró.
Acerqué los labios a su oído u le susurré.”Tú sabes exactamente qué hacer conmigo. Ámame y deja que te ame.”
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 41
Bella Swan
“¡Esme! Carlisle, no sabía que vendríais.”Abracé con fuerza a los padres de Edward. Les invité a entrar dentro del pequeño apartamento, que ya estaba lleno hasta los topes de todos mis amigos.
“Bueno, supuse que Esme necesitaría ayuda para llevar todas las maletas al hotel. Además quería ver a mis hermosos niños.”Dijo rodeándome los hombros con un brazo de forma reconfortante.
“Hablando de niños ¿no me vais a dar un abrazo?”Bromeó Edward. Su madre sonrió con timidez y le dio un fuerte abrazo. , dejando un delicado beso en su frente.
“¿Cómo estas, querido?”Le preguntó dulcemente.
“Bien.”Edward sonrió en mi dirección y yo no pude evitar devolverle la sonrisa.
“Entonces ¿Por qué no nos presentáis a vuestros amigos?”Preguntó Carlisle contento.
“¡Oh, lo siento! Que grosera soy… Estos son Alice, Jasper, Rosalie y Emmett.”Les señalé a la vez que les nombraba.
“Alice es la compañera de habitación de Bella, y Jasper el mío. De esa forma nos conocimos.”Dije Edward mientras ponía suavemente su mano en mi pequeña espalda.
“¿Y nosotros qué? ¡Somos un cero a la izquierda!”Dijo Emmett con sarcasmo, poniendo los ojos en blanco en dirección hacia Rosalie.
“Oh, lo siento.”Dijo Edward con el mismo tono sarcástico.”Y esta es la maravillosa Rose. Ella a pasado a ser una de mis asesoras de compras favoritas.”
“¡Oye! ¿Y yo qué?”Dijo Alice haciendo pucheros.
“He dicho una de ellas, tu eres la otra.”Le aseguró, haciendo que sonriese alegremente.
Emmett puso los ojos en blanco y le tiró a Edward un cojín del sofá. Edward lo atrapó riéndose y devolvió el golpe, dándole a Emmett en la cabeza. No pude evitar reírme por su despliegue de galas.”Bueno, niños, si habéis acabado…”
“Lo siento.”Se rió Edward con timidez mientras se colocaba bien las gafas. Me dio un suave beso en la mejilla.”Entonces papá ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?”
“Solo un par de días, pero más a delante vendré a visitaros a menudo.”
El teléfono de Edward comenzó a sonar y su expresión cambió. No reconocí el tono de llamada, así que no supe de quien se trataba. Su boca era una dura línea y su frente estaba arrugada por lo que supe que no podía tratarse de nada bueno.”Si me disculpáis, debo atender esta llamada. Bella ¿Puedo pedirte que me prestes tu habitación durante un minuto?”
“Adelante.”Apreté su hombro, sintiéndome preocupada. Por las caras de sus padres parecía que ellos se sentían igual.
Mientras Edward se acercaba a la habitación le oí contestar al teléfono.”¿Hola? Sí, soy yo…”Pero no pude oír mas porque cerró la puerta tras él.
“¿Va todo bien, querida?”Preguntó Esme tranquilamente.
“Creo que sí.”Respondí, encogiéndome de hombros.”Estoy segura de que no es nada.”
“Entonces ¿Qué es lo que han planeado para esta noche?”Preguntó Alice educadamente, echándose un poco hacia atrás en el sofá donde estaba sentada para poder mirarnos.
“Primero, me gustaría ver la casa. Después creo que podríamos volver al hotel a descansar un poco. Oh, sí, me gustaría invitaros a cenar a todos, si estáis de acuerdo.”Carlisle rodeó con el brazo a su esposa.
“¡Oh! Yo no trataba de que nos invitasen a nada…”Alice se ruborizó, lo que me sorprendió.
Esme se rió entre dientes.”Lo sabemos, querida. Ya habíamos pensado en invitar a los amigos de Bella y Edward. Nos gustaría conocer a las maravillosas personas de las que nos hablan.”
“¿Estás segura?”Preguntó Jasper. Me parecía que por el aspecto del rostro de Emmett, él no se iba a oponer a que le diesen comida gratis.
“Por supuesto, podemos ir a cualquier sitio que queráis.”Sonrió Esme alegremente.
“¡Oh, oh, oh! ¿Podemos ir a Buffalo wild wings? Por favor, por favor, por favor.”Preguntó Emmett, prácticamente votando en su asiento.
“Deja de pedir como si fueras un perro.”Rosalie le pegó en el hombro con fuerza.
“Por mi está bien, si los demás estáis de acuerdo.”Dijo Carlisle con una gran sonrisa. Parecía que le gustaba la idea de sentarse cómodamente, bebiendo cerveza, mirando algún partido y comiendo pollo frito cubierto de una salsa poco saludable. Me sorprendía que estuviese de acuerdo siendo quien era.
Todas las chicas nos encogimos de hombros y Jasper estuvo de acuerdo. Yo no tenía inconveniente en ir a cualquier sitio. Estaba segura de que Edward también estaría conforme. Estaba empezando a preocuparme por él. Ya hacía rato que había entrado en mi cuarto.
Edward Cullen
Mi alegre estado de ánimo decayó tan pronto comenzó a sonar mi teléfono móvil. Rápidamente me dirigí a la habitación de Bella.”¿Hola?”
“¿Es Edward Cullen?”
“Sí, soy yo.”
“Soy Jessica le llamo en nombre de Dr. Stanley. Queríamos hacerle saber que ya tenemos los resultados y nos gustaría que viniese para poder discutirlos.”Dijo la muchacha rápidamente.
“¿Hay alguna posibilidad de que me los diga por teléfono?”Le pregunté.
“Preferimos no hacerlo, señor.”Dijo suspirando.
“Me gustaría hablar con el Dr. Stanley, si es posible.”
“Sí, señor.”La chica suspiró otra vez. Me parecía que la estaba poniendo de los nervios, pero no me importaba.”Deme un momento por favor.”
La música de espera era, probablemente, el sonido más irritante que había escuchado mientras caminaba inquieto de un lado para otro en el pequeño cuarto. Podía oír a mi familia y a mis amigos hablar y reir, disfrutando. Ojalá pudiera estar allí y no aquí.
“Stanley.”Dijo el Doctor. Yo estaba tan hundido en mis pensamientos que me sorprendió.
“Sí, Dr. Stanley, soy Edward Cullen.”
“¿Qué puedo hacer por ti?”
“Esperaba que pudiese decirme los resultados. Creo que no puedo esperar hasta la cita.”Dije honestamente.
“Jessica te dijo que preferíamos hacerlo en persona ¿Correcto?”Preguntó.
“Así es, señor. Podemos ir a la cita y ver los resultados. Simplemente no creo que sea capad de centrarme hasta que los sepa.”Dije con firmeza.
“Está bien, pero después de que te lo diga tienes que pedir una cita. Tenemos mucho que repasar.”
“Sí, señor. Está bien.”Dije rápidamente, deseando que me lo dijese de una maldita vez.
“Edward, todos los resultados son positivos. Eres apto para someterte a la cirugía.”Dijo alegremente.
“Oh, vale.”Dije sentándome en la cama de Bella. Tenía que sostenerme para no resbalar hasta el suelo. Estaba sorprendido. Sabía que era esto lo que ocurriría, pero no estaba seguro de si de verdad lo había asumido. Había sido un golpe muy duro y no sabía por qué.”Gracias.”Murmuré tratando de ser cortés.
“Sin problemas. Te esperamos aquí dentro de poco para repasar todos los detalles y acordar el día de la operación. Supongo que querrás hacerlo después de terminar la universidad.”
“Sí.”Dije distraído.
“Bien, bien. Será fácil arreglarlo todo para que así sea. Voy a pasarte a Jessica. Que tengas un buen día, te veré pronto.”
“Gracias de nuevo, doctor.”Dije, tenía la boca seca y me comenzaba a dar vueltas al cabeza. No sabía si estaba emocionado o espantado. Quizá ambas cosas.
Concerté una cita para dentro de dos semanas, otra vez un viernes. Distraídamente me pregunté si podría pedirle a mi padre que viniese conmigo. Era reconfortante tener a Bella a mí alrededor pero él entendía todo lo que el médico decía. Cerré el teléfono y lo guardé en mi bolsillo.
Permanecí sentado durante un momento, tratando de que se me pasase el mareo. Llamaron suavemente a la puerta.”¿Estás bien?”
“Estoy bien.”Dije rápidamente y me puse de pie. Aun no estaba preparado a decírselo a Bella. Sabía que ella iba a apoyarme pasase lo que pasase. Pero qué harían mi familia y mis amigos.
Oí abrirse la puerta y los suaves pasos de Bella. Sus brazos envolvieron mi cintura.”Pareces enfadado ¿Quieres hablar de ello?”
“No estoy enfadado.”Dije con sinceridad. Estaba… emocionado, creo. Esbocé una pequeña sonrisa antes de juntar nuestros labios. Al principio permaneció rígida pero luego se relajó con el beso.
“Bueno, espero que no te importe, pero hemos hecho planes para esta noche.”
“¿Oh, de verdad?”Dije a la ligera, tratando de decirle que no pasaba nada malo.
“Parece que vamos a ir a buffalo wings con toda la panda, tu padre ha insistido.”Sus dedos recorrían mi pecho, provocándome suaves escalofríos. Se dio cuenta y se rió tontamente.”Lo siento.”
“Sujeté su mano.”No hay nada por lo que tenga que perdonarte.”La acerqué a mis labios y la besé con delicadeza.
“¿Me prometes que estas bien?”Preguntó tranquilamente
“Sí, te lo prometo. Ahora, vámonos, sé que mi madre quiere ver la casa.
Bella Swan
“¡Oh Dios mío! ¡Es tan mona!”Lloró Esme mientras salía del coche de alquiler. Yo sonreí ante su alegría. Estaba sinceramente preocupada por su reacción. Mona no era exactamente la forma en que yo la describiría, tal vez fuese mejor hogareña, pero lo entendía.
“Al segundo de verla supe que esta sería la casa.”Admití.
“Oh, Bell estoy tan contenta de que tengas tan buen gusto.”Ella me abrazó con fuerza antes de precipitarse por las escaleras.
“¡Hey! Me eligió a mi ¿No?” Bromeó Edward. Carlisle rodeó sus hombros con un brazo y le empujó hacia delante.
“Es cierto.”Bromeó, dándole un golpecito a su hijo en las costillas.”Ambas tienen muy buen gusto.”
Esme le sacó la lengua y puso los ojos en blanco, pero parecía que lo estaba disfrutando. Ella se asomó por la ventana panorámica.
Me alegré de haber limpiado el fin de semana pasado con Edward. Habíamos quitado la cama y las sabanas, llevándolas a mi apartamento, pero dejamos aquí la mesa por si Esme la necesitaba. Saqué las llaves y abrí la puerta. Me detuve junto a la madre de Edward para que ella entrase en primer lugar.”Oh, Bella…”Fue todo lo que murmuró.
“¿Te gusta?”Preguntó Edward mientras caminaba junto a su padre. Encontró mi mano y le dio un suave apretón.
“Creo que es el hogar perfecto para una pareja que está empezando.”Carlisle se paseó por la sala y me dio un rápido abrazo. Él pasó la mano por el hombro de Edward antes de correr tras su esposa.
“¡Mira el tamaño de los armarios!”Oí gritar a Esme desde el dormitorio principal. Edward se rió entre dientes y apoyó la cabeza en mi hombro.
“Creo que puede que tengamos que encontrar una nueva casa.”
Me eché hacia atrás, confusa.”¿Por qué?”
“Porque creo que van a ser ellos los que se muden aquí.”Bromeó. Me reí tontamente y le besé en la frente.
“Tendremos que asegurarnos de que eso no ocurra.”Susurré.
Esme volvió corriendo, tras ella venia Carlisle con las manos metidas en los bolsillos. Él movía la cabeza, parecía muy divertido.”¡Oh, tengo tantas ideas! ¡No puedo esperar para empezar! ¡Oh!”Parecía nerviosa y a punto de ponerse a bailar en el sitio.”¡Va a ser tan divertido!”
“Me recuerda a Alice.”Susurró Edward junto a mi oído, lo que provocó que me riese.
“Niños, decorad la casa vosotros mismos. ¿Estáis seguros de que podremos controlarla?”Carlisle observó a su mujer, juguetón.
Ella le dio un manotazo en el pecho.”¡No soy tan mala! Bella, querida, no te preocupes, lo haremos juntas. Quiero asegurarme de que sientas que estas en un lugar cálido y seguro. No he estado tan entusiasmada con un proyecto así en años. Tenía algunas ideas pero no sabía que fuese a tener un punto de partida tan bueno.”
“Realmente no estoy segura de lo que se puede mejorar. Es tan bonito.”Suspiré.
Se rió tontamente, había una pequeña mueca malvada en su rostro.”¡Ah, ya verás! Confía en mí, cuando hayamos acabado con este lugar no querrás salir de casa.”
“Has soltado al monstruo.”Se rió Carlisle.”Anda, déjame llevar a estos chicos al apartamento así nosotros podremos llevar nuestras maletas al hotel.”
Edward Cullen
Tres horas más tarde estaba encantado de que todo el mundo estuviese a mí alrededor. El restaurante que Emmett había escogido era muy ruidoso. Estaba sorprendido de que mi madre aceptase venir a este sitio pero parecía estar divirtiéndose.
El camarero se acercó a la mesa, presentándose alegremente antes de preguntar lo que queríamos para comer y beber. Después de que mi padre pidiese cerveza, Jasper y Emmett pidieron lo mismo mientras que el resto de nosotros o pedía té o algún refresco.
Tras un largo debate sobre que pedir para comer decidimos encargar doscientas alas de pollo con salsas de cuatro sabores diferentes, teriyaki, barbacoa, salchichas a la parrilla y el aliño más picante que tuviesen: abrasador, junto con un par de canastas con aritos de cebolla y patatas. Me pregunté si sería normal que tuviesen tantas alas de pollo en un mismo sitio.
“¿Papá cuando aprenderás que aunque te guste la comida picante no te hace ningún bien?”Me burlé de él.
“He traído mi medicina.”Dijo con tanta dignidad como pudo reunir. Era increíble que un hombre que conocía los riesgos de comer mal siguiese haciéndolo. Sacudí la cabeza y lo dejé pasar.
“Entonces ¿Qué habéis estado haciendo recientemente niños?”Preguntó mi madre alegre, evidentemente, dispuesta a cambiar de tema cuanto antes.
Apreté los labios, sin saber qué decir. Me preguntaba si debía decírselo ahora o no. Todos estaban aquí y de ese modo solo tendría que explicarlo una vez. Aunque aun no le había advertido a Bella. Brevemente me pregunté si le molestaría si lo soltaba ahora sin más.
“Principalmente la universidad. Creo que hablo por todos.”Respondió Bella. Me encantaba lo cómoda que se encontraba con mis padres. Ella era parte de mi familia, en todos los sentidos. Respiré profundamente y tiré para adelante.
“Quiero deciros algo y no quiero que os pongáis de los nervios ¿De acuerdo?”Empecé. Sabía que no era la mejor forma de comenzar. Metí las manos debajo de la mesa para que nadie viese que me temblaban.
“Claro ¿Vale?”Dijo mi padre con cautela.
“Puedes decirnos lo que sea ¿Va todo bien?”Preguntó mi madre.
“Oh, no se trata de nada malo. Lo prometo.”Contesté rápidamente para clamar sus temores. Todavía le daba vueltas en mi cabeza sobre lo que quería decir y aun no sabía cómo hacerlo.
“¿Edward?”Preguntó Bella suavemente, su voz sonaba confusa. Noté su mano deslizarse por las mías, cubriéndolas.
“Um, bueno… tuve una cita con el médico sobre mis ojos. Decidió hacerme algunas pruebas para poder ver si cumplía con los requisitos para la operación…”Hice una pausa para escuchar alguna reacción.
“¿Y?”Preguntó mi padre tranquilamente, como si tuviese miedo de asustarme.
“La llamada de teléfono que recibí esta mañana era de mi médico. Dijo que todo estaba bien. Volveré en un par de semanas para tener más información y saber la fecha de la cirugía.”Dije con nerviosismo.
Hubo un silencio sepulcral durante unos segundos y me puse incomodo.
Alice fue la primera en romper el silencio.”¿Para qué es esa cirugía?”
“Reconectará las retinas.”Contesté simplemente.
“¿Qué significa eso?”Insistió Alice.
“Significa que posiblemente pueda volver a ver.”Dijo mi madre con voz alegre. Oí una silla que se arrastraba por el suelo y unos brazos diminutos rodearon mi cuello.”Pensé que no querías operarte ¿Por qué has cambiado de opinión?”
“He superado mi miedo y me he dado cuenta de que el riesgo que corro merece la pena. Ahora hay tantas cosas que quiero hacer y que quiero ver.”Dije con sinceridad.
“¡Increíble!”Dijo Rose alegremente.
“¿Qué van a hacer?”Preguntó Emmett.”¿Quiero decir que qué le van a hacer a tus ojos?”
Me reí con nerviosismo.”Cosas de las que no quiero hablar mientras cenamos.”
“Oh…”Murmuró, obviamente aplacado por mis palabras. Estaba seguro de que volvería a preguntármelo mas tarde.
Me di cuenta de que tanto Bella como mi padre estaban tranquilos en lo referente a este asunto. Me volví hacia Bella primero.”¿Estás bien?”
“Sí, estoy bien. Solo un poco feliz y sorprendida. Asustada, nerviosa preocupada.”Dijo enumerando sus emociones.
Me incliné para acercar mis labios a su oído y susurrar.”¿Siempre?”
“Siempre.”Respondió besándome.
“¿Papá?”Pregunté a la espera de su reacción.”¿Qué piensas?”
“No sé qué decir.”
“Dime que estarás aquí cuando me opere.”
“¡Por supuesto! Edward esperaba que lo considerases seriamente. Estoy muy contento de que hayas tomado las riendas de este asunto y que lo estudiases tu solo. Sé como odias a los médicos.”Otra silla se arrastró por el suelo y sentí que mi padre me daba un beso en la cabeza.”Eres un buen chico y estoy orgulloso de ti. Pienso ayudarte en cada paso del camino.”
“Bien, chicos ¿Estáis listos para cenar?”Dijo la alegre voz del camarero, rompiendo la poca tensión que había.
“¡Sí!”Dijo Emmett mientras aplaudía.
“¿Por qué tengo la sensación de que esto va a ser muy caótico?”Murmuró Bella. Me reí entre dientes para mí mismo.
“Espero que este sitio tenga muchas servilletas. Em va a necesitarlas.”Le dije antes de darle un mordisco a un ala.
“¿Edward?”Preguntó Bella con curiosidad.
“¿Qué?”
Comenzó a reírse tontamente y noté como me pasaba algo de tela por la cara.”Tienes salsa en la nariz.”
“Oh, bien, gracias, mamá.”Dije sarcásticamente soltando un suspiro. Bella se rió más fuerte y se inclinó hacia mí.
“¿Mamá? ¿En serio?”Dijo Emmett endiabladamente.
“¡Cállate, Emmett!”Dijimos tres de nosotros al mismo tiempo, Bella, Rose y yo, causando que toda la mesa rompiese a reir.
Me alegré de que no persistiesen con lo mío. No entendía por qué estaba tan asustado no tenía razón para ello. Tenía buenos amigos y una buena familia.
Bella Swan
“¡Esme! Carlisle, no sabía que vendríais.”Abracé con fuerza a los padres de Edward. Les invité a entrar dentro del pequeño apartamento, que ya estaba lleno hasta los topes de todos mis amigos.
“Bueno, supuse que Esme necesitaría ayuda para llevar todas las maletas al hotel. Además quería ver a mis hermosos niños.”Dijo rodeándome los hombros con un brazo de forma reconfortante.
“Hablando de niños ¿no me vais a dar un abrazo?”Bromeó Edward. Su madre sonrió con timidez y le dio un fuerte abrazo. , dejando un delicado beso en su frente.
“¿Cómo estas, querido?”Le preguntó dulcemente.
“Bien.”Edward sonrió en mi dirección y yo no pude evitar devolverle la sonrisa.
“Entonces ¿Por qué no nos presentáis a vuestros amigos?”Preguntó Carlisle contento.
“¡Oh, lo siento! Que grosera soy… Estos son Alice, Jasper, Rosalie y Emmett.”Les señalé a la vez que les nombraba.
“Alice es la compañera de habitación de Bella, y Jasper el mío. De esa forma nos conocimos.”Dije Edward mientras ponía suavemente su mano en mi pequeña espalda.
“¿Y nosotros qué? ¡Somos un cero a la izquierda!”Dijo Emmett con sarcasmo, poniendo los ojos en blanco en dirección hacia Rosalie.
“Oh, lo siento.”Dijo Edward con el mismo tono sarcástico.”Y esta es la maravillosa Rose. Ella a pasado a ser una de mis asesoras de compras favoritas.”
“¡Oye! ¿Y yo qué?”Dijo Alice haciendo pucheros.
“He dicho una de ellas, tu eres la otra.”Le aseguró, haciendo que sonriese alegremente.
Emmett puso los ojos en blanco y le tiró a Edward un cojín del sofá. Edward lo atrapó riéndose y devolvió el golpe, dándole a Emmett en la cabeza. No pude evitar reírme por su despliegue de galas.”Bueno, niños, si habéis acabado…”
“Lo siento.”Se rió Edward con timidez mientras se colocaba bien las gafas. Me dio un suave beso en la mejilla.”Entonces papá ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?”
“Solo un par de días, pero más a delante vendré a visitaros a menudo.”
El teléfono de Edward comenzó a sonar y su expresión cambió. No reconocí el tono de llamada, así que no supe de quien se trataba. Su boca era una dura línea y su frente estaba arrugada por lo que supe que no podía tratarse de nada bueno.”Si me disculpáis, debo atender esta llamada. Bella ¿Puedo pedirte que me prestes tu habitación durante un minuto?”
“Adelante.”Apreté su hombro, sintiéndome preocupada. Por las caras de sus padres parecía que ellos se sentían igual.
Mientras Edward se acercaba a la habitación le oí contestar al teléfono.”¿Hola? Sí, soy yo…”Pero no pude oír mas porque cerró la puerta tras él.
“¿Va todo bien, querida?”Preguntó Esme tranquilamente.
“Creo que sí.”Respondí, encogiéndome de hombros.”Estoy segura de que no es nada.”
“Entonces ¿Qué es lo que han planeado para esta noche?”Preguntó Alice educadamente, echándose un poco hacia atrás en el sofá donde estaba sentada para poder mirarnos.
“Primero, me gustaría ver la casa. Después creo que podríamos volver al hotel a descansar un poco. Oh, sí, me gustaría invitaros a cenar a todos, si estáis de acuerdo.”Carlisle rodeó con el brazo a su esposa.
“¡Oh! Yo no trataba de que nos invitasen a nada…”Alice se ruborizó, lo que me sorprendió.
Esme se rió entre dientes.”Lo sabemos, querida. Ya habíamos pensado en invitar a los amigos de Bella y Edward. Nos gustaría conocer a las maravillosas personas de las que nos hablan.”
“¿Estás segura?”Preguntó Jasper. Me parecía que por el aspecto del rostro de Emmett, él no se iba a oponer a que le diesen comida gratis.
“Por supuesto, podemos ir a cualquier sitio que queráis.”Sonrió Esme alegremente.
“¡Oh, oh, oh! ¿Podemos ir a Buffalo wild wings? Por favor, por favor, por favor.”Preguntó Emmett, prácticamente votando en su asiento.
“Deja de pedir como si fueras un perro.”Rosalie le pegó en el hombro con fuerza.
“Por mi está bien, si los demás estáis de acuerdo.”Dijo Carlisle con una gran sonrisa. Parecía que le gustaba la idea de sentarse cómodamente, bebiendo cerveza, mirando algún partido y comiendo pollo frito cubierto de una salsa poco saludable. Me sorprendía que estuviese de acuerdo siendo quien era.
Todas las chicas nos encogimos de hombros y Jasper estuvo de acuerdo. Yo no tenía inconveniente en ir a cualquier sitio. Estaba segura de que Edward también estaría conforme. Estaba empezando a preocuparme por él. Ya hacía rato que había entrado en mi cuarto.
Edward Cullen
Mi alegre estado de ánimo decayó tan pronto comenzó a sonar mi teléfono móvil. Rápidamente me dirigí a la habitación de Bella.”¿Hola?”
“¿Es Edward Cullen?”
“Sí, soy yo.”
“Soy Jessica le llamo en nombre de Dr. Stanley. Queríamos hacerle saber que ya tenemos los resultados y nos gustaría que viniese para poder discutirlos.”Dijo la muchacha rápidamente.
“¿Hay alguna posibilidad de que me los diga por teléfono?”Le pregunté.
“Preferimos no hacerlo, señor.”Dijo suspirando.
“Me gustaría hablar con el Dr. Stanley, si es posible.”
“Sí, señor.”La chica suspiró otra vez. Me parecía que la estaba poniendo de los nervios, pero no me importaba.”Deme un momento por favor.”
La música de espera era, probablemente, el sonido más irritante que había escuchado mientras caminaba inquieto de un lado para otro en el pequeño cuarto. Podía oír a mi familia y a mis amigos hablar y reir, disfrutando. Ojalá pudiera estar allí y no aquí.
“Stanley.”Dijo el Doctor. Yo estaba tan hundido en mis pensamientos que me sorprendió.
“Sí, Dr. Stanley, soy Edward Cullen.”
“¿Qué puedo hacer por ti?”
“Esperaba que pudiese decirme los resultados. Creo que no puedo esperar hasta la cita.”Dije honestamente.
“Jessica te dijo que preferíamos hacerlo en persona ¿Correcto?”Preguntó.
“Así es, señor. Podemos ir a la cita y ver los resultados. Simplemente no creo que sea capad de centrarme hasta que los sepa.”Dije con firmeza.
“Está bien, pero después de que te lo diga tienes que pedir una cita. Tenemos mucho que repasar.”
“Sí, señor. Está bien.”Dije rápidamente, deseando que me lo dijese de una maldita vez.
“Edward, todos los resultados son positivos. Eres apto para someterte a la cirugía.”Dijo alegremente.
“Oh, vale.”Dije sentándome en la cama de Bella. Tenía que sostenerme para no resbalar hasta el suelo. Estaba sorprendido. Sabía que era esto lo que ocurriría, pero no estaba seguro de si de verdad lo había asumido. Había sido un golpe muy duro y no sabía por qué.”Gracias.”Murmuré tratando de ser cortés.
“Sin problemas. Te esperamos aquí dentro de poco para repasar todos los detalles y acordar el día de la operación. Supongo que querrás hacerlo después de terminar la universidad.”
“Sí.”Dije distraído.
“Bien, bien. Será fácil arreglarlo todo para que así sea. Voy a pasarte a Jessica. Que tengas un buen día, te veré pronto.”
“Gracias de nuevo, doctor.”Dije, tenía la boca seca y me comenzaba a dar vueltas al cabeza. No sabía si estaba emocionado o espantado. Quizá ambas cosas.
Concerté una cita para dentro de dos semanas, otra vez un viernes. Distraídamente me pregunté si podría pedirle a mi padre que viniese conmigo. Era reconfortante tener a Bella a mí alrededor pero él entendía todo lo que el médico decía. Cerré el teléfono y lo guardé en mi bolsillo.
Permanecí sentado durante un momento, tratando de que se me pasase el mareo. Llamaron suavemente a la puerta.”¿Estás bien?”
“Estoy bien.”Dije rápidamente y me puse de pie. Aun no estaba preparado a decírselo a Bella. Sabía que ella iba a apoyarme pasase lo que pasase. Pero qué harían mi familia y mis amigos.
Oí abrirse la puerta y los suaves pasos de Bella. Sus brazos envolvieron mi cintura.”Pareces enfadado ¿Quieres hablar de ello?”
“No estoy enfadado.”Dije con sinceridad. Estaba… emocionado, creo. Esbocé una pequeña sonrisa antes de juntar nuestros labios. Al principio permaneció rígida pero luego se relajó con el beso.
“Bueno, espero que no te importe, pero hemos hecho planes para esta noche.”
“¿Oh, de verdad?”Dije a la ligera, tratando de decirle que no pasaba nada malo.
“Parece que vamos a ir a buffalo wings con toda la panda, tu padre ha insistido.”Sus dedos recorrían mi pecho, provocándome suaves escalofríos. Se dio cuenta y se rió tontamente.”Lo siento.”
“Sujeté su mano.”No hay nada por lo que tenga que perdonarte.”La acerqué a mis labios y la besé con delicadeza.
“¿Me prometes que estas bien?”Preguntó tranquilamente
“Sí, te lo prometo. Ahora, vámonos, sé que mi madre quiere ver la casa.
Bella Swan
“¡Oh Dios mío! ¡Es tan mona!”Lloró Esme mientras salía del coche de alquiler. Yo sonreí ante su alegría. Estaba sinceramente preocupada por su reacción. Mona no era exactamente la forma en que yo la describiría, tal vez fuese mejor hogareña, pero lo entendía.
“Al segundo de verla supe que esta sería la casa.”Admití.
“Oh, Bell estoy tan contenta de que tengas tan buen gusto.”Ella me abrazó con fuerza antes de precipitarse por las escaleras.
“¡Hey! Me eligió a mi ¿No?” Bromeó Edward. Carlisle rodeó sus hombros con un brazo y le empujó hacia delante.
“Es cierto.”Bromeó, dándole un golpecito a su hijo en las costillas.”Ambas tienen muy buen gusto.”
Esme le sacó la lengua y puso los ojos en blanco, pero parecía que lo estaba disfrutando. Ella se asomó por la ventana panorámica.
Me alegré de haber limpiado el fin de semana pasado con Edward. Habíamos quitado la cama y las sabanas, llevándolas a mi apartamento, pero dejamos aquí la mesa por si Esme la necesitaba. Saqué las llaves y abrí la puerta. Me detuve junto a la madre de Edward para que ella entrase en primer lugar.”Oh, Bella…”Fue todo lo que murmuró.
“¿Te gusta?”Preguntó Edward mientras caminaba junto a su padre. Encontró mi mano y le dio un suave apretón.
“Creo que es el hogar perfecto para una pareja que está empezando.”Carlisle se paseó por la sala y me dio un rápido abrazo. Él pasó la mano por el hombro de Edward antes de correr tras su esposa.
“¡Mira el tamaño de los armarios!”Oí gritar a Esme desde el dormitorio principal. Edward se rió entre dientes y apoyó la cabeza en mi hombro.
“Creo que puede que tengamos que encontrar una nueva casa.”
Me eché hacia atrás, confusa.”¿Por qué?”
“Porque creo que van a ser ellos los que se muden aquí.”Bromeó. Me reí tontamente y le besé en la frente.
“Tendremos que asegurarnos de que eso no ocurra.”Susurré.
Esme volvió corriendo, tras ella venia Carlisle con las manos metidas en los bolsillos. Él movía la cabeza, parecía muy divertido.”¡Oh, tengo tantas ideas! ¡No puedo esperar para empezar! ¡Oh!”Parecía nerviosa y a punto de ponerse a bailar en el sitio.”¡Va a ser tan divertido!”
“Me recuerda a Alice.”Susurró Edward junto a mi oído, lo que provocó que me riese.
“Niños, decorad la casa vosotros mismos. ¿Estáis seguros de que podremos controlarla?”Carlisle observó a su mujer, juguetón.
Ella le dio un manotazo en el pecho.”¡No soy tan mala! Bella, querida, no te preocupes, lo haremos juntas. Quiero asegurarme de que sientas que estas en un lugar cálido y seguro. No he estado tan entusiasmada con un proyecto así en años. Tenía algunas ideas pero no sabía que fuese a tener un punto de partida tan bueno.”
“Realmente no estoy segura de lo que se puede mejorar. Es tan bonito.”Suspiré.
Se rió tontamente, había una pequeña mueca malvada en su rostro.”¡Ah, ya verás! Confía en mí, cuando hayamos acabado con este lugar no querrás salir de casa.”
“Has soltado al monstruo.”Se rió Carlisle.”Anda, déjame llevar a estos chicos al apartamento así nosotros podremos llevar nuestras maletas al hotel.”
Edward Cullen
Tres horas más tarde estaba encantado de que todo el mundo estuviese a mí alrededor. El restaurante que Emmett había escogido era muy ruidoso. Estaba sorprendido de que mi madre aceptase venir a este sitio pero parecía estar divirtiéndose.
El camarero se acercó a la mesa, presentándose alegremente antes de preguntar lo que queríamos para comer y beber. Después de que mi padre pidiese cerveza, Jasper y Emmett pidieron lo mismo mientras que el resto de nosotros o pedía té o algún refresco.
Tras un largo debate sobre que pedir para comer decidimos encargar doscientas alas de pollo con salsas de cuatro sabores diferentes, teriyaki, barbacoa, salchichas a la parrilla y el aliño más picante que tuviesen: abrasador, junto con un par de canastas con aritos de cebolla y patatas. Me pregunté si sería normal que tuviesen tantas alas de pollo en un mismo sitio.
“¿Papá cuando aprenderás que aunque te guste la comida picante no te hace ningún bien?”Me burlé de él.
“He traído mi medicina.”Dijo con tanta dignidad como pudo reunir. Era increíble que un hombre que conocía los riesgos de comer mal siguiese haciéndolo. Sacudí la cabeza y lo dejé pasar.
“Entonces ¿Qué habéis estado haciendo recientemente niños?”Preguntó mi madre alegre, evidentemente, dispuesta a cambiar de tema cuanto antes.
Apreté los labios, sin saber qué decir. Me preguntaba si debía decírselo ahora o no. Todos estaban aquí y de ese modo solo tendría que explicarlo una vez. Aunque aun no le había advertido a Bella. Brevemente me pregunté si le molestaría si lo soltaba ahora sin más.
“Principalmente la universidad. Creo que hablo por todos.”Respondió Bella. Me encantaba lo cómoda que se encontraba con mis padres. Ella era parte de mi familia, en todos los sentidos. Respiré profundamente y tiré para adelante.
“Quiero deciros algo y no quiero que os pongáis de los nervios ¿De acuerdo?”Empecé. Sabía que no era la mejor forma de comenzar. Metí las manos debajo de la mesa para que nadie viese que me temblaban.
“Claro ¿Vale?”Dijo mi padre con cautela.
“Puedes decirnos lo que sea ¿Va todo bien?”Preguntó mi madre.
“Oh, no se trata de nada malo. Lo prometo.”Contesté rápidamente para clamar sus temores. Todavía le daba vueltas en mi cabeza sobre lo que quería decir y aun no sabía cómo hacerlo.
“¿Edward?”Preguntó Bella suavemente, su voz sonaba confusa. Noté su mano deslizarse por las mías, cubriéndolas.
“Um, bueno… tuve una cita con el médico sobre mis ojos. Decidió hacerme algunas pruebas para poder ver si cumplía con los requisitos para la operación…”Hice una pausa para escuchar alguna reacción.
“¿Y?”Preguntó mi padre tranquilamente, como si tuviese miedo de asustarme.
“La llamada de teléfono que recibí esta mañana era de mi médico. Dijo que todo estaba bien. Volveré en un par de semanas para tener más información y saber la fecha de la cirugía.”Dije con nerviosismo.
Hubo un silencio sepulcral durante unos segundos y me puse incomodo.
Alice fue la primera en romper el silencio.”¿Para qué es esa cirugía?”
“Reconectará las retinas.”Contesté simplemente.
“¿Qué significa eso?”Insistió Alice.
“Significa que posiblemente pueda volver a ver.”Dijo mi madre con voz alegre. Oí una silla que se arrastraba por el suelo y unos brazos diminutos rodearon mi cuello.”Pensé que no querías operarte ¿Por qué has cambiado de opinión?”
“He superado mi miedo y me he dado cuenta de que el riesgo que corro merece la pena. Ahora hay tantas cosas que quiero hacer y que quiero ver.”Dije con sinceridad.
“¡Increíble!”Dijo Rose alegremente.
“¿Qué van a hacer?”Preguntó Emmett.”¿Quiero decir que qué le van a hacer a tus ojos?”
Me reí con nerviosismo.”Cosas de las que no quiero hablar mientras cenamos.”
“Oh…”Murmuró, obviamente aplacado por mis palabras. Estaba seguro de que volvería a preguntármelo mas tarde.
Me di cuenta de que tanto Bella como mi padre estaban tranquilos en lo referente a este asunto. Me volví hacia Bella primero.”¿Estás bien?”
“Sí, estoy bien. Solo un poco feliz y sorprendida. Asustada, nerviosa preocupada.”Dijo enumerando sus emociones.
Me incliné para acercar mis labios a su oído y susurrar.”¿Siempre?”
“Siempre.”Respondió besándome.
“¿Papá?”Pregunté a la espera de su reacción.”¿Qué piensas?”
“No sé qué decir.”
“Dime que estarás aquí cuando me opere.”
“¡Por supuesto! Edward esperaba que lo considerases seriamente. Estoy muy contento de que hayas tomado las riendas de este asunto y que lo estudiases tu solo. Sé como odias a los médicos.”Otra silla se arrastró por el suelo y sentí que mi padre me daba un beso en la cabeza.”Eres un buen chico y estoy orgulloso de ti. Pienso ayudarte en cada paso del camino.”
“Bien, chicos ¿Estáis listos para cenar?”Dijo la alegre voz del camarero, rompiendo la poca tensión que había.
“¡Sí!”Dijo Emmett mientras aplaudía.
“¿Por qué tengo la sensación de que esto va a ser muy caótico?”Murmuró Bella. Me reí entre dientes para mí mismo.
“Espero que este sitio tenga muchas servilletas. Em va a necesitarlas.”Le dije antes de darle un mordisco a un ala.
“¿Edward?”Preguntó Bella con curiosidad.
“¿Qué?”
Comenzó a reírse tontamente y noté como me pasaba algo de tela por la cara.”Tienes salsa en la nariz.”
“Oh, bien, gracias, mamá.”Dije sarcásticamente soltando un suspiro. Bella se rió más fuerte y se inclinó hacia mí.
“¿Mamá? ¿En serio?”Dijo Emmett endiabladamente.
“¡Cállate, Emmett!”Dijimos tres de nosotros al mismo tiempo, Bella, Rose y yo, causando que toda la mesa rompiese a reir.
Me alegré de que no persistiesen con lo mío. No entendía por qué estaba tan asustado no tenía razón para ello. Tenía buenos amigos y una buena familia.
bueno aqui les dejo tres capitulos más
ya quedan pocos... así que...
disfrútenla
besitos
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Re: Blind (+18) (Completo)
que nocheeeeeeeeeee dios yo quiero que me hagan algo asi....dejandome notas y regalitos hasta llegar a la parte de .....creo que ya sabeis que parte
que familia tan hermosa hacen todos la cena ha estado genial Emmet siempre tan burrito
ya quedan pocos nooo con lo que me gusta esta historia ......
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Re: Blind (+18) (Completo)
siii y tiene secuela pero esta en inglés y no las han traducido y a mi me da lata jejej si quedan pocos capitulos y el epilogo asi que ahy q disfrutarla
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Re: Blind (+18) (Completo)
hay secuela pero me dices que no esta traducida pues nada a disfrutar lo que queda ......
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Re: Blind (+18) (Completo)
sipis es lo que hay no mas... pero no se de que se trata como esta en ingles no he querido ni meterme jejeje pero disfruta lo que queda de esta primera parte
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Re: Blind (+18) (Completo)
eso hare
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Re: Blind (+18) (Completo)
hola chicas sorry estoy super atrasada es ke la universidad no me dejabva pero hoy tengo un poco de tiempo voy a tratar de ponerme al corriente ojala y trasduscan pronto la secuela de la historia
bueno las veo mas tarde me pongo a leer
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
ya me estrañaba no ver tus comentarios ........pero la universidad es lo primero ........lee lee que estan muy interesantes
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Re: Blind (+18) (Completo)
si verdad yo tambien las extrañaba y ya me pondre a leer ke si se ve muy interesante al rato comento
alejandra_vazquez88- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
hola amiga espero que leas las nuevas hitorias que estan en el foro...
besitos y no te preocupes lo primero es lo primero...
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 42
Edward Cullen
“Entonces ¿de verdad vas a hacerlo?”Preguntó mi padre tranquilamente mientras caminábamos por alguna tienda de muebles. Al parecer mi madre quería ponerse manos a la obra y no nos hizo esperar ni veinticuatro horas para empezar a buscar. Ella estaba ¨consiguiendo ideas¨.
“¿Hacer qué?”Pregunté inocentemente. En realidad no quería hablar de ello. Solo conseguía ponerme más nervioso.
“La operación.”
“Sí.”Suspiré para mí mismo.
“Sabes, tu madre y yo pensábamos que ibas a contarnos lo de tu proposición.”Se rió nervioso.
“Aun no. De todas formas ella ya sabe lo del anillo.”Admití.
“Oh ¿De verdad?”
Sonreí.”Sí, lo encontró en el bolsillo de mi chaqueta. De una forma muy agradable me contestó Sí, pero todavía no.”
“¿Cuándo pasó eso?”Preguntó.
“Mientras estábamos en Chicago. Ella tenía razón, necesitamos tiempo.”Me encogí de hombros. Mi padre me puso una mano en el brazo, haciendo que me detuviese. Al parecer mamá y Bella estaban mirando algo por ahí cerca.
“¿Planeas hacerlo en el futuro?”Dijo un poco enigmático, simplemente por si acaso Bella lo escuchaba.
Me encogí de hombros otra vez. Ahora mismo estábamos muy ocupados, y estresados, sencillamente no parecía correcto. Quizás durante el verano, cuando solo estuviésemos nosotros dos. Tal vez después de que yo pudiese… Me detuve en ese pensamiento, no quería ensalzar mis esperanzas.
“¿Qué piensa el padre de Bella acerca de todo esto?”Preguntó, cambiando de tema cuando vio que yo no iba a hablar más.
“¿Qué quieres decir?”
“Sobre lo de vivir juntos.”Aclaró.
“No estoy seguro.”Respondí tras un momento de reflexión.”Renée lo sabe y no está emocionada. Supongo que él también lo sabe.”
“¡Bella! ¡Deja de mirar los precios ahora mismo!”Dijo mi madre probablemente por tercera vez en treinta minutos.
“Lo siento.”Murmuró ella por lo bajo.
“No, no es cierto.”Le dije riendo. Ella suspiró con fuerza y dio un pisotón en el suelo.
“No tengo ningún estilo.”Dijo tan seria que me hizo reir.”Basta. No es gracioso.”
“Mi amor ¿Prefieres que yo decore la casa?”Le pregunté levantando las cejas.”Porque estoy seguro de que haré un buen trabajo.”Dije sarcásticamente.
Ella suspiró y soltó una risita, dejando reposar la frente contra mi cuello.”Lo siento, es solo que no soy buena en esto.”
“Lo estás haciendo bien.”Froté su espalda.”Bella, se lo has dicho a Charlie ¿no?”Le pregunté tranquilamente.
“Um…”
“Tomaré eso como un no.”Suspiré.”¿Por qué?”
“La ignorancia es felicidad.”Respondió con tristeza.
“Bella, él no va a enfadarse contigo. Si hay alguien con el que va a estar enfadado es conmigo. Déjame asumir la culpa. No es como si fuese a venir hasta aquí y dispararme.”Bromeé.
“Lo sé, lo sé…”Suspiró de nuevo.”Se lo diré pronto.”
“Bella.”La reprendí.
“Le llamaré mas tarde. Te lo prometo.”Me dio un besito en la frente y se alejó de mi lado, probablemente se fue a encarar la cólera de mi madre y a gastar más dinero.
No podía imaginarme porque estaba tan nerviosa. Renée se comportaba mucho peor que Charlie. Él me gustaba y lo respetaba porque quería a su hija, era amable con ella.
Bella Swan
Me senté en mi cama y vi como dormía Edward. Después de dejar a Carlisle en el aeropuerto, con la garantía de que iba a volver para apoyar a Edward, pasamos cinco horas más metiéndonos de lleno en los detalles de la casa. En los últimos días había visto muchas cosas y no sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero lo que si sabía es que al menos teníamos una combinación de colores en la que trabajar por el momento: blanco y negro.
Giré el teléfono en mis dedos. Era un poco tarde, las once. Aunque era sábado y probablemente Charlie estuviese viendo un partido. Respiré profundamente y marqué los números que tan bien concia.
“¿Hola?”Dijo mi padre distraído.
“Hola, papá.”Contesté en voz baja.”¿Te he despertado?”
“No, no. Estaba viendo la televisión. ¿Qué tal estas, Bells?”Preguntó, claramente preocupado.
“Bueno, eh, tengo algunas noticias.”
“Oh, Dios, no estarás embarazada ¿verdad? Voy a matar a ese-“Le corté antes de que pudiese seguir. No conseguí evitar reírme. Si lo hubiese dicho delante de mí me habría sonrojado, sobre todo porque Edward estaba en medio, tumbado en mi cama, desnudo, pero al otro lado del teléfono simplemente era gracioso.
“No, papá. Jesús. No estoy embarazada. Dame algo de crédito. En realidad es una buena noticia.”Admití.
“Oh ¿Qué es entonces?”Preguntó, un poco más tranquilo. Ya sabía lo que él estaba pensando.
“Nosotros, Edward y yo, hemos comprado una casa.”
“¿Has comprado una casa?”Dijo lentamente cada palabra, como si le hubiese hablado en otro idioma.
“Sí, para cuando terminemos la universidad, ya sabes. Es muy bonita, tiene tres dormitorios, dos baños, un salón y un estudio. Está en una zona maravillosa, también. Con una tasa muy baja en delincuencia.”Traté de calmarle un poco al decir eso.
“¿Has comprado una casa?”Preguntó en estado de shock.
“Sí, Charlie. Ya sabes, cuatro paredes con un techo. Nos mantiene secos cuando llueve.”Dije sarcásticamente.
“Sé lo que es una casa.”Murmuró.”¿Estás segura de que todo es de confianza? ¿Estás segura de que es una buena oferta? ¿Sabes algo de seguros?”Comenzó a bombardearme con preguntas. Tuve que pararle rápidamente.
“Sí estoy segura de que es de confianza. Nos atendió una muy buena agente inmobiliaria y el abogado de Edward lo revisó todo antes de que firmásemos. Ya somos por entero los propietarios de la casa, que está asegurado contra inundaciones. Sí, estoy segura de que es una buena oferta. Todo ha sido verificado. No tienes por qué preocuparte, papá.”Le expliqué, diciéndolo todo de carrerilla.
“Vaya, supongo que lo tienes todo controlado.”Sonaba sorprendido.
“Todo controlado. La madre de Edward, Esme, está aquí para poder decorarla. Ella es diseñadora de interiores. Te gustará. Se parece a Alice.”Sonreí.
“Es un gran paso Bella ¿Estas lista para esto?”Preguntó.
Yo ni siquiera dudé. No había nada que pensar.”Sí, papá. Estoy lista.”
“¿Estás segura?”
“Me reí.”Sí, Charlie. Estoy segura. Te dejaré que vuelvas al partido. Me voy de cabeza a la cama.”
“Muy bien, muchacha. Te quiero y te echo de menos.”
“Yo también.”Contesté antes de colgar el teléfono.
“¿Cómo está Charlie?”Murmuró Edward mientras me tumbaba, aun tenía los ojos cerrados.
“Bien.”
“¿Va a venir hasta aquí y dispararme?”Mientras hablaba dejó escapar un bostezo.
“No, no lo creo.”Contesté con sinceridad. Puse el teléfono inalámbrico en su base y me acurruqué en la cama con Edward.
“¿Mi madre ya te está volviendo loca?”Bostezó otra vez, su rostro estaba a menos de una pulgada del mío.
“No, es solo que no esperaba trabajar con alguien tan…”
“¿Entusiasta?”
“Vivaz.”
“¿Vivir con Alice no te ha preparado para esto?”Preguntó con una sonrisa. Apoyó la barbilla encima de mi hombro, dejando un pequeño beso en la piel desnuda que dejaba al descubierto mi camiseta de tirantes.
“Oh, eso me recuerda algo. Alice quiere hacer en tu honor una pequeña fiesta, una noche de parejas, antes de la cirugía. También será para celebrar los finales. Le dije que creía que no estarías interesado en esa idea, pero ya sabes como es.”
“Ella podría pedirle a mi madre que la ayudase a organizarlo.”Dijo distraídamente.
“Solo añadiría más leña al fuego ¿Por qué no?”Me burlé. Él se rió entre dientes con dulzura.
“Sé que no hay nada que pueda pararlas. A mi madre le encantaría. Ahora mismo está en el cielo. La única forma de que fuese más feliz seria si estuviese organizando nuestra boda.”
“Puede encargarse de eso.”Dije con astucia. Pasé los dedos por su pecho descubierto, dejando que mi mano descansase en su corazón.”Antes te oí hablando con tu padre, en la tienda.”
“No me sorprende. Ninguno de los dos somos muy sutiles.”
“No le contestaste.”
“¿Cuál era la pregunta?”Preguntó, apenas movió la boca mientras hablaba. Me pregunté si realmente estaba dormido y estaba manteniendo una conversación conmigo por arte de magia.
“¿Estas planeando algo especial a corto plazo?”Pregunté de manera juguetona, para ver si obtenía alguna reacción de él.
Se rió entre dientes y apretó mi cintura con fuerza.”Buen intento, Bells.”
“Oh, pensaba que obtendría una respuesta, de verdad.”Bromeé otra vez dándole un ligero beso en la mejilla.”Está bien. Cuando estés listo, yo también lo estaré.”Susurré junto a su oído.
Él sonrió perezoso.”Lo sé.”Suavemente, presionó sus labios contra los míos besándome con ligereza mientras pasaba los dedos por mi espalda.”Buenas noches, Bella.”Susurró mientras alejaba los labios.
Edward Cullen
Mi madre decidió invitar a Bella a comer y hacer algunas compras. Dado que estaba limitada los días laborables solía aprovechar los fines de semana. Aunque a lo largo de la semana pasada había conseguido llevarse a Bella dos o tres horas cada día.
A Bella y a mí nos gustaba tener a mi madre alrededor, incluso aunque la presionase bastante. Mi madre la trababa con amor y respeto, no como a una niña. Ella disfrutaba y yo me alegraba de que pudiese estar con mis padres. No estaba seguro de lo que haría si se odiasen entre sí y me sentí mal por Bella que tenía que hacer frente a eso, en cierta medida. Yo no odiaba a Renée, simplemente no era su mayor fan.
Renée y Bella volvían a hablarse. Yo siempre parecía estar en medio de las conversaciones. Bella era firme con su madre, pero respetuosa. Bella no tomaba nada de su madre que ella no quisiese dar. También parecía que Renée y Phil se llevaban mejor. Independientemente de lo que hubiese pasado entre ellos ahora lo traban mediante terapia.
Por una vez yo estaba sorprendentemente solo. Era realmente extraño. Siempre parecía tener a alguien a mí alrededor. Aproveché el momento para tocar la guitarra. Lo hacía de forma plausible y parecía que estaba mejorando. Empezaba a avanzar de tal forma que escribía mis propias canciones.
La canción fluía sin esfuerzo por la habitación mientras simplemente… simplemente tocaba. No tenía nada en mente. Pensaba en Bella y lo feliz que yo era y la música, simplemente, apareció. Ella hacía que todo pareciese posible.
Por supuesto, la privacidad no dura mucho en la universidad.”Es muy bueno.”
Casi me caigo de la cama del saltó tan grande que pegué.”Hey, Em. ¿Llamaste a la puerta?”
“Sí, lo siento. No respondiste de modo que supuse que no podías oírme. Espero que no tengas inconveniente en que haya entrado.”
“No pasa nada ¿Qué ocurre?”
“Bueno, estaba leyendo el periódico de la universidad y me topé con el poema de Bella. No está mal.”
“¿Qué? ¿Qué poema?”Dejé la guitarra en la cama y me puse de pie.
“¿No lo sabes? ¿Ella no te lo dijo?”Preguntó confundido.
“No. ¿Puedes leérmelo?”Hubo un silencio.”Por favor.”
“Ed, esta será la única vez en la historia, nunca voy a volver a leer un poema. ¿Lo has entendido?”
“Sí, sí. Lo sé. Gracias. Por favor, ahora, léemelo.”Contesté deseando que comenzase.
Se aclaró la garganta, el sonido hizo eco en la habitación.
“A través de tus ojos veo
Lo que nunca podría ver de otro modo
Felicidad, amor, esperanza…
Sobre todo esperanza.
Antes de ti yo estaba ciega.
Pero tu amor y tus caricias me han sanado.”
“Oh, Emmett, nunca me lo habría imaginado. Pero creo que Rosalie se quedará devastada. Entonces ¿Cuándo es la boda?”Bromeó Jasper cuando entró en el cuarto.
“Cállate, tío. Él me pidió que se lo leyese.”Gimió Emmett.
“Se trata de algo que Bella escribió para el periódico y no me lo dijo.”Me senté lentamente, pensando en las palabras. Claramente trataban sobre mí. Parecía más como si hubiese escrito sobre mis pensamientos, como si me hubiese robado el corazón y la cabeza.
“¿No te lo dijo? Me pregunto por qué…”La voz de Jasper se perdió.
“Es posible que no lo supiera. Tal vez no quisiese decírmelo hasta saber con certeza si lo iban a publicar. Quiero decir, el periódico salió el viernes y ambos habéis estado muy ocupados desde entonces.”Dijo Emmett lentamente, como si estuviera pensando cuidadosamente cada palabra antes de decirla.
“No veo a Bella tratando de que saquen algo como esto. Ella es muy tímida.”Les respondí rápidamente.
Bella Swan
“Estoy tan avergonzada.”Murmuré contra mis manos. Estaba doblada en mi cama, con la cara completamente roja. Me sentía mareada.
“¿De verdad no lo sabías?”Preguntó Edward frotándome la espalda.
“¡No! Solo se trataba de un ejercicio que entregué la semana pasada. Quiero decir me pusieron un A, pero no pensé que fuese especial.”
“Creo que es muy bonito. Me gustaría leer mas de tu trabajo algún día.”Dijo dulcemente mientras me frotaba el brazo.
“¿Por qué me ha hecho esto la profesora Clearwater?”Sollocé.
“¿Ella no es una de las que se encarga del periódico?”Preguntó.
Gemí audiblemente y enterré la cara en mi almohada.”¿No se supone que debería haberme pedido permiso antes de utilizar mi obra?”
“Bella, no está protegido por los derechos de autor. Además cuando le das algo a un profesor pasa a ser de su propiedad. Además ella te valora.”Dijo suavemente, intentando no molestarme más.
“Estoy tan avergonzada.”Repetí.
“Isabella Marie Swan déjalo ya.”Se sentó poniéndome en su regazo.”Eres una escritora magnifica y con talento. ¿No quieres que tus escritos lleguen a publicarse algún día?”
Me encogí de hombros y suspiré.”Estoy avergonzada.”Repetí probablemente por centésima vez esa noche.
“No lo estés. A mí me encanta.”Me dio un beso en la frente y me meció con suavidad.”¿Está escrito para alguien que yo conozca?”Él buscaba una respuesta a sabiendas de que me haría sonrojar.
“Edward.”Suspiré.
“Oh, no sabía que conocías a alguien con ese nombre ¿es un buen tipo?”Se burló tratando de que sonriese.
“Oh, déjalo. Sabes que lo escribí pensando en ti.”Murmuré en su pecho.
Se rió entre dientes y me acercó más a él.”Gracias.”Suavemente me acarició la oreja con su nariz, provocándome escalofríos.
“¿Por qué?”Elevé los ojos hacia su bello rostro.
“Por todo. Te prometo que algún día te compensaré. Eres más de lo que merezco y quiero asegurarme de que sabes cuánto significas para mí.”
“Edward, no seas tonto. Me gusta estar contigo. No hago nada especial.”Dije con confianza, pasando los dedos por su mejilla.
“Mentirosa. Pero no pasa nada. Por eso te quiero.”
Edward Cullen
“Entonces ¿de verdad vas a hacerlo?”Preguntó mi padre tranquilamente mientras caminábamos por alguna tienda de muebles. Al parecer mi madre quería ponerse manos a la obra y no nos hizo esperar ni veinticuatro horas para empezar a buscar. Ella estaba ¨consiguiendo ideas¨.
“¿Hacer qué?”Pregunté inocentemente. En realidad no quería hablar de ello. Solo conseguía ponerme más nervioso.
“La operación.”
“Sí.”Suspiré para mí mismo.
“Sabes, tu madre y yo pensábamos que ibas a contarnos lo de tu proposición.”Se rió nervioso.
“Aun no. De todas formas ella ya sabe lo del anillo.”Admití.
“Oh ¿De verdad?”
Sonreí.”Sí, lo encontró en el bolsillo de mi chaqueta. De una forma muy agradable me contestó Sí, pero todavía no.”
“¿Cuándo pasó eso?”Preguntó.
“Mientras estábamos en Chicago. Ella tenía razón, necesitamos tiempo.”Me encogí de hombros. Mi padre me puso una mano en el brazo, haciendo que me detuviese. Al parecer mamá y Bella estaban mirando algo por ahí cerca.
“¿Planeas hacerlo en el futuro?”Dijo un poco enigmático, simplemente por si acaso Bella lo escuchaba.
Me encogí de hombros otra vez. Ahora mismo estábamos muy ocupados, y estresados, sencillamente no parecía correcto. Quizás durante el verano, cuando solo estuviésemos nosotros dos. Tal vez después de que yo pudiese… Me detuve en ese pensamiento, no quería ensalzar mis esperanzas.
“¿Qué piensa el padre de Bella acerca de todo esto?”Preguntó, cambiando de tema cuando vio que yo no iba a hablar más.
“¿Qué quieres decir?”
“Sobre lo de vivir juntos.”Aclaró.
“No estoy seguro.”Respondí tras un momento de reflexión.”Renée lo sabe y no está emocionada. Supongo que él también lo sabe.”
“¡Bella! ¡Deja de mirar los precios ahora mismo!”Dijo mi madre probablemente por tercera vez en treinta minutos.
“Lo siento.”Murmuró ella por lo bajo.
“No, no es cierto.”Le dije riendo. Ella suspiró con fuerza y dio un pisotón en el suelo.
“No tengo ningún estilo.”Dijo tan seria que me hizo reir.”Basta. No es gracioso.”
“Mi amor ¿Prefieres que yo decore la casa?”Le pregunté levantando las cejas.”Porque estoy seguro de que haré un buen trabajo.”Dije sarcásticamente.
Ella suspiró y soltó una risita, dejando reposar la frente contra mi cuello.”Lo siento, es solo que no soy buena en esto.”
“Lo estás haciendo bien.”Froté su espalda.”Bella, se lo has dicho a Charlie ¿no?”Le pregunté tranquilamente.
“Um…”
“Tomaré eso como un no.”Suspiré.”¿Por qué?”
“La ignorancia es felicidad.”Respondió con tristeza.
“Bella, él no va a enfadarse contigo. Si hay alguien con el que va a estar enfadado es conmigo. Déjame asumir la culpa. No es como si fuese a venir hasta aquí y dispararme.”Bromeé.
“Lo sé, lo sé…”Suspiró de nuevo.”Se lo diré pronto.”
“Bella.”La reprendí.
“Le llamaré mas tarde. Te lo prometo.”Me dio un besito en la frente y se alejó de mi lado, probablemente se fue a encarar la cólera de mi madre y a gastar más dinero.
No podía imaginarme porque estaba tan nerviosa. Renée se comportaba mucho peor que Charlie. Él me gustaba y lo respetaba porque quería a su hija, era amable con ella.
Bella Swan
Me senté en mi cama y vi como dormía Edward. Después de dejar a Carlisle en el aeropuerto, con la garantía de que iba a volver para apoyar a Edward, pasamos cinco horas más metiéndonos de lleno en los detalles de la casa. En los últimos días había visto muchas cosas y no sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero lo que si sabía es que al menos teníamos una combinación de colores en la que trabajar por el momento: blanco y negro.
Giré el teléfono en mis dedos. Era un poco tarde, las once. Aunque era sábado y probablemente Charlie estuviese viendo un partido. Respiré profundamente y marqué los números que tan bien concia.
“¿Hola?”Dijo mi padre distraído.
“Hola, papá.”Contesté en voz baja.”¿Te he despertado?”
“No, no. Estaba viendo la televisión. ¿Qué tal estas, Bells?”Preguntó, claramente preocupado.
“Bueno, eh, tengo algunas noticias.”
“Oh, Dios, no estarás embarazada ¿verdad? Voy a matar a ese-“Le corté antes de que pudiese seguir. No conseguí evitar reírme. Si lo hubiese dicho delante de mí me habría sonrojado, sobre todo porque Edward estaba en medio, tumbado en mi cama, desnudo, pero al otro lado del teléfono simplemente era gracioso.
“No, papá. Jesús. No estoy embarazada. Dame algo de crédito. En realidad es una buena noticia.”Admití.
“Oh ¿Qué es entonces?”Preguntó, un poco más tranquilo. Ya sabía lo que él estaba pensando.
“Nosotros, Edward y yo, hemos comprado una casa.”
“¿Has comprado una casa?”Dijo lentamente cada palabra, como si le hubiese hablado en otro idioma.
“Sí, para cuando terminemos la universidad, ya sabes. Es muy bonita, tiene tres dormitorios, dos baños, un salón y un estudio. Está en una zona maravillosa, también. Con una tasa muy baja en delincuencia.”Traté de calmarle un poco al decir eso.
“¿Has comprado una casa?”Preguntó en estado de shock.
“Sí, Charlie. Ya sabes, cuatro paredes con un techo. Nos mantiene secos cuando llueve.”Dije sarcásticamente.
“Sé lo que es una casa.”Murmuró.”¿Estás segura de que todo es de confianza? ¿Estás segura de que es una buena oferta? ¿Sabes algo de seguros?”Comenzó a bombardearme con preguntas. Tuve que pararle rápidamente.
“Sí estoy segura de que es de confianza. Nos atendió una muy buena agente inmobiliaria y el abogado de Edward lo revisó todo antes de que firmásemos. Ya somos por entero los propietarios de la casa, que está asegurado contra inundaciones. Sí, estoy segura de que es una buena oferta. Todo ha sido verificado. No tienes por qué preocuparte, papá.”Le expliqué, diciéndolo todo de carrerilla.
“Vaya, supongo que lo tienes todo controlado.”Sonaba sorprendido.
“Todo controlado. La madre de Edward, Esme, está aquí para poder decorarla. Ella es diseñadora de interiores. Te gustará. Se parece a Alice.”Sonreí.
“Es un gran paso Bella ¿Estas lista para esto?”Preguntó.
Yo ni siquiera dudé. No había nada que pensar.”Sí, papá. Estoy lista.”
“¿Estás segura?”
“Me reí.”Sí, Charlie. Estoy segura. Te dejaré que vuelvas al partido. Me voy de cabeza a la cama.”
“Muy bien, muchacha. Te quiero y te echo de menos.”
“Yo también.”Contesté antes de colgar el teléfono.
“¿Cómo está Charlie?”Murmuró Edward mientras me tumbaba, aun tenía los ojos cerrados.
“Bien.”
“¿Va a venir hasta aquí y dispararme?”Mientras hablaba dejó escapar un bostezo.
“No, no lo creo.”Contesté con sinceridad. Puse el teléfono inalámbrico en su base y me acurruqué en la cama con Edward.
“¿Mi madre ya te está volviendo loca?”Bostezó otra vez, su rostro estaba a menos de una pulgada del mío.
“No, es solo que no esperaba trabajar con alguien tan…”
“¿Entusiasta?”
“Vivaz.”
“¿Vivir con Alice no te ha preparado para esto?”Preguntó con una sonrisa. Apoyó la barbilla encima de mi hombro, dejando un pequeño beso en la piel desnuda que dejaba al descubierto mi camiseta de tirantes.
“Oh, eso me recuerda algo. Alice quiere hacer en tu honor una pequeña fiesta, una noche de parejas, antes de la cirugía. También será para celebrar los finales. Le dije que creía que no estarías interesado en esa idea, pero ya sabes como es.”
“Ella podría pedirle a mi madre que la ayudase a organizarlo.”Dijo distraídamente.
“Solo añadiría más leña al fuego ¿Por qué no?”Me burlé. Él se rió entre dientes con dulzura.
“Sé que no hay nada que pueda pararlas. A mi madre le encantaría. Ahora mismo está en el cielo. La única forma de que fuese más feliz seria si estuviese organizando nuestra boda.”
“Puede encargarse de eso.”Dije con astucia. Pasé los dedos por su pecho descubierto, dejando que mi mano descansase en su corazón.”Antes te oí hablando con tu padre, en la tienda.”
“No me sorprende. Ninguno de los dos somos muy sutiles.”
“No le contestaste.”
“¿Cuál era la pregunta?”Preguntó, apenas movió la boca mientras hablaba. Me pregunté si realmente estaba dormido y estaba manteniendo una conversación conmigo por arte de magia.
“¿Estas planeando algo especial a corto plazo?”Pregunté de manera juguetona, para ver si obtenía alguna reacción de él.
Se rió entre dientes y apretó mi cintura con fuerza.”Buen intento, Bells.”
“Oh, pensaba que obtendría una respuesta, de verdad.”Bromeé otra vez dándole un ligero beso en la mejilla.”Está bien. Cuando estés listo, yo también lo estaré.”Susurré junto a su oído.
Él sonrió perezoso.”Lo sé.”Suavemente, presionó sus labios contra los míos besándome con ligereza mientras pasaba los dedos por mi espalda.”Buenas noches, Bella.”Susurró mientras alejaba los labios.
Edward Cullen
Mi madre decidió invitar a Bella a comer y hacer algunas compras. Dado que estaba limitada los días laborables solía aprovechar los fines de semana. Aunque a lo largo de la semana pasada había conseguido llevarse a Bella dos o tres horas cada día.
A Bella y a mí nos gustaba tener a mi madre alrededor, incluso aunque la presionase bastante. Mi madre la trababa con amor y respeto, no como a una niña. Ella disfrutaba y yo me alegraba de que pudiese estar con mis padres. No estaba seguro de lo que haría si se odiasen entre sí y me sentí mal por Bella que tenía que hacer frente a eso, en cierta medida. Yo no odiaba a Renée, simplemente no era su mayor fan.
Renée y Bella volvían a hablarse. Yo siempre parecía estar en medio de las conversaciones. Bella era firme con su madre, pero respetuosa. Bella no tomaba nada de su madre que ella no quisiese dar. También parecía que Renée y Phil se llevaban mejor. Independientemente de lo que hubiese pasado entre ellos ahora lo traban mediante terapia.
Por una vez yo estaba sorprendentemente solo. Era realmente extraño. Siempre parecía tener a alguien a mí alrededor. Aproveché el momento para tocar la guitarra. Lo hacía de forma plausible y parecía que estaba mejorando. Empezaba a avanzar de tal forma que escribía mis propias canciones.
La canción fluía sin esfuerzo por la habitación mientras simplemente… simplemente tocaba. No tenía nada en mente. Pensaba en Bella y lo feliz que yo era y la música, simplemente, apareció. Ella hacía que todo pareciese posible.
Por supuesto, la privacidad no dura mucho en la universidad.”Es muy bueno.”
Casi me caigo de la cama del saltó tan grande que pegué.”Hey, Em. ¿Llamaste a la puerta?”
“Sí, lo siento. No respondiste de modo que supuse que no podías oírme. Espero que no tengas inconveniente en que haya entrado.”
“No pasa nada ¿Qué ocurre?”
“Bueno, estaba leyendo el periódico de la universidad y me topé con el poema de Bella. No está mal.”
“¿Qué? ¿Qué poema?”Dejé la guitarra en la cama y me puse de pie.
“¿No lo sabes? ¿Ella no te lo dijo?”Preguntó confundido.
“No. ¿Puedes leérmelo?”Hubo un silencio.”Por favor.”
“Ed, esta será la única vez en la historia, nunca voy a volver a leer un poema. ¿Lo has entendido?”
“Sí, sí. Lo sé. Gracias. Por favor, ahora, léemelo.”Contesté deseando que comenzase.
Se aclaró la garganta, el sonido hizo eco en la habitación.
“A través de tus ojos veo
Lo que nunca podría ver de otro modo
Felicidad, amor, esperanza…
Sobre todo esperanza.
Antes de ti yo estaba ciega.
Pero tu amor y tus caricias me han sanado.”
“Oh, Emmett, nunca me lo habría imaginado. Pero creo que Rosalie se quedará devastada. Entonces ¿Cuándo es la boda?”Bromeó Jasper cuando entró en el cuarto.
“Cállate, tío. Él me pidió que se lo leyese.”Gimió Emmett.
“Se trata de algo que Bella escribió para el periódico y no me lo dijo.”Me senté lentamente, pensando en las palabras. Claramente trataban sobre mí. Parecía más como si hubiese escrito sobre mis pensamientos, como si me hubiese robado el corazón y la cabeza.
“¿No te lo dijo? Me pregunto por qué…”La voz de Jasper se perdió.
“Es posible que no lo supiera. Tal vez no quisiese decírmelo hasta saber con certeza si lo iban a publicar. Quiero decir, el periódico salió el viernes y ambos habéis estado muy ocupados desde entonces.”Dijo Emmett lentamente, como si estuviera pensando cuidadosamente cada palabra antes de decirla.
“No veo a Bella tratando de que saquen algo como esto. Ella es muy tímida.”Les respondí rápidamente.
Bella Swan
“Estoy tan avergonzada.”Murmuré contra mis manos. Estaba doblada en mi cama, con la cara completamente roja. Me sentía mareada.
“¿De verdad no lo sabías?”Preguntó Edward frotándome la espalda.
“¡No! Solo se trataba de un ejercicio que entregué la semana pasada. Quiero decir me pusieron un A, pero no pensé que fuese especial.”
“Creo que es muy bonito. Me gustaría leer mas de tu trabajo algún día.”Dijo dulcemente mientras me frotaba el brazo.
“¿Por qué me ha hecho esto la profesora Clearwater?”Sollocé.
“¿Ella no es una de las que se encarga del periódico?”Preguntó.
Gemí audiblemente y enterré la cara en mi almohada.”¿No se supone que debería haberme pedido permiso antes de utilizar mi obra?”
“Bella, no está protegido por los derechos de autor. Además cuando le das algo a un profesor pasa a ser de su propiedad. Además ella te valora.”Dijo suavemente, intentando no molestarme más.
“Estoy tan avergonzada.”Repetí.
“Isabella Marie Swan déjalo ya.”Se sentó poniéndome en su regazo.”Eres una escritora magnifica y con talento. ¿No quieres que tus escritos lleguen a publicarse algún día?”
Me encogí de hombros y suspiré.”Estoy avergonzada.”Repetí probablemente por centésima vez esa noche.
“No lo estés. A mí me encanta.”Me dio un beso en la frente y me meció con suavidad.”¿Está escrito para alguien que yo conozca?”Él buscaba una respuesta a sabiendas de que me haría sonrojar.
“Edward.”Suspiré.
“Oh, no sabía que conocías a alguien con ese nombre ¿es un buen tipo?”Se burló tratando de que sonriese.
“Oh, déjalo. Sabes que lo escribí pensando en ti.”Murmuré en su pecho.
Se rió entre dientes y me acercó más a él.”Gracias.”Suavemente me acarició la oreja con su nariz, provocándome escalofríos.
“¿Por qué?”Elevé los ojos hacia su bello rostro.
“Por todo. Te prometo que algún día te compensaré. Eres más de lo que merezco y quiero asegurarme de que sabes cuánto significas para mí.”
“Edward, no seas tonto. Me gusta estar contigo. No hago nada especial.”Dije con confianza, pasando los dedos por su mejilla.
“Mentirosa. Pero no pasa nada. Por eso te quiero.”
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hay amiga sorry no me eh podido pasar a leerlos y me intereso la historia nueva es ke la escuela no me da chance me estan dejando muchisima tarea pero me voy a dar un tiempo para ponerme al corriente
las kiero un besote
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Capítulos 43
Edward Cullen
Estar sentado en esta sala me hacia desear haberle suplicado a Bella que viniese. Sin embargo, dudaba de que hubiese suficiente espacio para el doctor, mi padre y yo. Respiré profundamente, echando en falta el suave aroma de Bella.
“Relájate, Edward. Hoy no te hará más pruebas.”Dijo mi padre a la ligera.
“Y, sin embargo, no parece que eso me haga sentir mejor.”Murmuré.
“Hijo, respira profundamente por la nariz y suelta el aire por la boca. Estas temblando como una hoja.”Dijo mi padre en un tono firme, parecido a la voz que utilizaba con sus pacientes. Era consciente de que él solo trataba de ayudar pero lo único que provocaba es que mi dolor de cabeza aumentase. Lo único que yo quería era salir de aquí.
“Papá… déjalo.”Fue todo lo que murmuré. Eché la cabeza hacia el respaldo de la silla.
Finalmente, el médico llegó, hablando alto como de costumbre.”Buenas tardes, Edward. ¿Y, usted es?”
“El Dr. Carlisle Cullen, el padre de Edward.”Oí como los dos hombre se daban la mano por encima de mi, así como el roce que se produjo entre las manos de cada uno.
“Oh, sí. El Dr. Tori me habló de usted. Me alegro de que esté aquí. Bueno, por qué no vamos directamente al grano. No quiero quedarme aquí toda la tarde.”Dijo el Dr. Stanley riendo. No vi donde estaba la gracia.
“Por supuesto. Como se imaginará, tengo algunas preguntas.”Añadió mi padre.
“Responderé a cualquier pregunta que tenga. Intentaré ser lo más útil posible. Pero, en primer lugar, me gustaría hablar de la programación. Dijiste que te gustaría que fuese después de los finales ¿verdad?”
“Sí, señor.”Murmuré.
“Exactamente cuando son.”
“El último examen que tengo es el doce de mayo.”
“De acuerdo.”Dijo ausente. Oí el sonido del teclado del ordenador.”Tenemos un hueco en el mes de mayo para el día quince a las ocho de la mañana ¿te parece bien?”
“Eso te daría un mes para recuperarte antes del día de tu cumpleaños.”Dijo mi padre.
“Bien.”No me di cuenta de que estaba contestando.
“Bien. Voy a escribirlo. Por supuesto la operación se hará en el hospital Willis-Knighton Pierremont, no aquí. Está al otro lado de la calle. Te quedarás allí durante un par de días. Tendrás que llegar temprano, así alrededor de las siete seguramente ya te habremos registrado en el hospital y estarás preparado para empezar.
“Vale.”Murmuré otra vez. Me parecía que no podía formar frases. Estaba comiéndome la cabeza con lo de quedarme en el hospital.
“Tengo algunas preguntas sobre lo que pasará después de la operación.”Intervino mi padre.”¿Qué limitaciones tendría después?”
“¿A largo plazo? Bien, nada de levantar pesos durante unos meses. Trata de que no se te mojen los ojos. Necesitaría llevar gafas para ver completamente bien y un protector durante la noche.”Le dijo a mi padre.
“Entonces, intentar que no se le mojen los ojos. ¿Significa que en lugar de ducharse tendrá que bañarse?”Presionó mi padre.
“Cualquiera de los dos está bien, simplemente que intente mantener los ojos cerrados y que no entren en contacto con el agua.”
“Nada de levantar peso. Es decir nada de levantar más de cuatro o nueve kilos, más o menos.”Preguntó mi padre. No entendía por qué importaba eso.
“Yo diría que nada más que un pack de 12 refrescos o un litro de leche durante el primer mes, tal vez un poco mas.”
“¿Y en lo referente a las relaciones sexuales?”
“¡Papá!”Exclamé con horror. Esa cuestión era algo que sentía que mi padre no debía preguntar.
“Edward, tu y Bella mantenéis relaciones sexuales ¿no?”Preguntó con lo que parecía algo de curiosidad. Él ya sabía la respuesta, me imagino que solo quería demostrar su punto.
Podía sentir el calor en mis mejillas a medida que me sentía más y mas avergonzado. Abrí la boca para decir algo pero la cerré otra vez emitiendo solo un suave ruidito. No podía pronunciar palabras. Yo no estaba avergonzado por hablar sobre relaciones sexuales con mi padre, pero hacerlo delante de mi medico era otra cosa.”Bien, quiero decir… eh…”No me podía creer que mi padre hubiese preguntado si podía acostarme con mi novia.
“Eso es lo que pensaba. Es algo que necesitáis saber Bella y tu, por vuestro propio bien.”
El médico se rió entre dientes.”No te preocupes. En realidad nos hacen esa pregunta muy frecuentemente. Sí, las relaciones sexuales están permitidas. Aunque probablemente durante la primera semana no estés muy dispuesto.”
Para lo que estaba listo es para cambiar de tema y llevar el asunto a mi modo.”¿Qué hay de las revisiones después de la cirugía?”
“Tendrás que venir cada dos semanas durante un tiempo para que veamos tu progreso. Después podremos hacerlo mes a mes.”
“¿Hay rehabilitación?”Preguntó mi padre.
“Hay algunas rehabilitaciones visuales para ajustar al vista a la gran cantidad de información a la que va a estar sometida. Al principio será abrumador, pero pronto te acostumbraras. Por supuesto, Edward, estoy seguro de que comprenderás que no saldrás sabiéndolo todo.”Explicó dirigiendo su atención hacia mí.
“Sí, señor. Lo entiendo.”
“Tendrás que aprender a leer y reconocer formas y objetos. Hay programas de alfabetización para adultos aquí en Shreveport, pero es posible que prefieras contratar a un tutor.”
Asentí con la cabeza para darle a entender que lo comprendía.”Tiene sentido.”
“Durante las dos primeras semanas es posible que desees tener a alguien a tu lado en todo momento, o por lo menos hasta que comiences a hacer un uso total perceptivo. No te sorprendas si tienes mareos o dolores de cabeza, hasta que domines la vista será un poco abrumador. Asimismo, te recomiendo ir a un terapeuta para tratar el estrés de la operación y los resultados. No es un requisito sino una sugerencia. Todo depende de ti, si no estás seguro de que puedas con ello.”Siguió diciendo el médico.
En algún momento después comencé a desconectar. Sabia de que estaba hablando pero simplemente no podía concentrarme lo suficiente para escuchar. Tenía mucho en lo que pensar. Hoy era 20 de marzo y, en dos meses, tal vez fuese capad de ver.
Vagamente era consciente de que la conversación había terminado. El médico le dio más información a mi padre para que la repasase mas tarde. Mi padre me llevó al coche, su reconfortante mano iba apoyada en mi hombro.
“¿Qué tal estas?”Preguntó.
“Emocionado, flipando, asustado.”Contesté sentándome en el asiento de felpa del coche de alquiler.
“Es normal. ¿Quieres que te ayude a buscar un terapeuta?”No me presionó, pero lo dijo con suavidad. Sabía que era mi elección.
“No, todavía no. Lo haré si me siento demasiado abrumado.”Eché la cabeza contra el asiento.
“¿Prefieres contratar a un tutor o quieres probar con los programas que tienen?”Dijo en tono coloquial mientras volvíamos a casa.
“Un tutor. Creo que me sentiría más cómodo.”Contesté con sinceridad. Ya sería lo suficientemente extraño hacer frente a cosas nuevas, y encima teniendo que tratarlas delante de personas desconocidas.
“¿Crees que Bella estará dispuesta a quedarse contigo hasta que te acostumbres a estar solo o prefieres que contratemos una enfermera?”Preguntó.
Sonreí para mi adentros cuando una idea surgió en mi cabeza.”No lo sé. Tendré que hablar con ella.”
Bella Swan
Estaba en la cocina preparando la cena de esta noche. Iba a hacer un guiso de carne y pan de maíz, esperaba que les gustase a todos. Este plato era más fácil hacerlo en cantidades grandes.
Edward estaba sentado en la isla, con el mentón apoyado en la mano. Parecía distraído, sus labios seguían el hilo de sus pensamientos.
“¿En qué estas pensando?”Le pregunté empezando a cortar las zanahorias.
“Oh, solo en algunas cosas que dijo el médico.”Se encogió de hombros, incorporándose un poco.
“Ah ¿Y qué dijo?”Pregunté suavemente, no quería presionarle si a él no le apetecía hablar del tema.
“Bueno, antes tengo que hacerte una pregunta, si no te importa.”
“Adelante.”Dije con ligereza, aunque en realidad estuviese preocupada.
“¿Sigues pensando en ponerte a trabajar durante el verano?”Inclinó la cabeza contra la palma de la mano.
“Después de la operación sí.”Contesté confundida.”¿Por qué?”
“Mira, la cosa es que el médico me dijo que necesitaba a alguien conmigo en todo momento, además de un tutor que me ayude a aprender a leer. Y, yo esperaba que fueses tu.”
“Oh, por supuesto Edward, ni siquiera tienes que preguntarlo. Sabes que lo haré.”Le aseguré reanudando mi trabajo con las zanahorias.”Utilizaré mis ahorros hasta que te sientas cómodo y, a continuación, podemos empezar a leer, y más a delante me pondré a trabajar.”
“No, lo que pasa es, no puedo hacerte eso. Estarías aplazando un trabajo por mí. Me gustaría compensarte por tu tiempo y tus esfuerzos. Sería un trabajo arduo y yo me sentiría culpable si lo haces de forma gratuita.”Agachó la cabeza mientras hablaba.
“¡No! No seas tonto. No tienes que hacerlo.”Intenté convencerlo.
“Quiero hacerlo. Prometo no pasarme. Sé que tú pides menos de lo que te mereces…. Pero sencillamente no me sentiría bien.”
“Edward.”Suspiré su nombre.”No.”
“Bueno, entonces contrataré una enfermera y a un tutor. No quiero abusar de tu carácter dulce.”
“¡Edward Anthony Cullen! ¡No te atrevas!”Dejé el cuchillo, el metal tintineó contra la encimera.”¡Yo lo haré!”
“Pero no quiero aprovecharme de ti.”Estaba hosco, tenía la boca fruncida.
“No te estarás aprovechando.”Puse la mano en su mejilla.
“Pero Bella… tienes que dejarme hacer algo por ti. ¿No vas a aceptar el pago?”Él apoyó la mano en mi mejilla, cerrando los ojos con fuerza.
“Por supuesto que no.”
“Entonces tengo que hacer algo por ti. Tienes que dejarme hacerlo. ¿Me dejarías que me encargase de tus gastos durante algún tiempo?”
“¿Qué quieres decir?”Pregunté, apartando lentamente la mano.
“Me encargaría de las facturas durante un tiempo y si quieres puedes utilizar tus ahorros para tus gastos personales. Aunque no te voy a presionar. Si no te sientes cómoda lo comprenderé…”Terminó, sus palabras fueron perdiendo volumen. La boca formaba un pequeño puchero y suspiré.
Maldición, pensé para mis adentros.”De acuerdo Edward, pero solo durante el verano. Una vez que estés preparado yo conseguiré un trabajo a tiempo parcial y pagaré mi parte ¿Me has entendido?”
“Por supuesto. Te he entendido.”Él levantó la cabeza y me sonrió.”Gracias.”
Seguí haciendo la cena durante otro rato, cortando y colocándolo todo en una olla. Ya había terminado de hacer el pan de maíz. Ya que tenía que hacer mucho. Había ocho bocas a las que alimentar.
Miré a Edward un momento. En sus labios había aparecido una péquela sonrisa, parecía triunfante mientras jugaba con un bolígrafo, girándolo en la punta de los dedos. Entonces la comprensión me golpeó.
“¡Oh, capullo! ¿Has estado jugando conmigo, no?”Pregunté sorprendida. Inmediatamente Edward dejó de jugar, dejándose caer de la encimera.
“¿Qué? No.”
“Me tenias completamente en tus manos. Tienes exactamente lo que querías. Sabias que yo no tendría que pagar, ¡pero si te ofrecías a pagar los gastos a la primera yo nunca hubiese estado de acuerdo! ¡Maldita sea, Edward!”Di un pisotón en el suelo.
“NO tengo ni idea de lo que estas hablando.”Levantó la barbilla un poco.
“Mentiroso.”Murmuré por lo bajo.
“¿Aceptarías algo con lo que no estás satisfecha?”Preguntó.”Porque, como ya he dicho, si no te parece bien puedo contratar a alguien para que lo haga.”
Llamaron a la puerta. Solté un gruñido. Un momento perfecto, pensé sarcásticamente.”¡Pasad!”Grité antes de volver mi atención a Edward.”No me refería a eso y tú lo sabes. Aun así lo haré.”Suspiré derrotada.
“No dije nada que no fuese verdad.”Replicó.
Vi como los padres de Edward, Jasper y Alice entraban. Emmett y Rosalie serian los últimos en llegar, como de costumbre. Solté un pesado suspiro. Aunque no estaba demasiado enfadada, me cabreaba un poco permitirle hechizarme por completo. Ni siquiera estaba segura de si lo había hecho a propósito o no. Él no debería tener ese poder.”Eres demasiado encantador para tu propio bien.”Murmuré por lo bajo.
“Tenía que heredar algo de mi abuelo.”Bromeó sonriendo. Me reí tontamente y recogí un desecho de una de las zanahorias. Se lo tiré a la cabeza, golpeándole en la frente. Durante un minuto permaneció confuso, frotándose la piel.”Ay.”Se quejó.”Maltrato.”
“Te lo buscaste.”Repliqué. Rodeé la encimera para darle un abrazo a su familia.
“¿Qué hiciste, Edward?”Preguntó Esme.
“Nada.”Puso un pequeño puchero.
“Lo dudo mucho.”Respondió ella rápidamente antes de darme un fuerte abrazo.”Será mejor que seas amable con ella. Es una buena chica.”
“Sí, Edward, sé bueno.”Me burlé de él. Le revolví el pelo antes de volver a la cocina y preparar el té helado.
“¿Necesitas ayuda?”Preguntaron Esme y Alice a la vez.
“Solo que me acompañéis.”
“Hey guapa ¿qué estás haciendo?”Dijo Emmett desde la puerta. Rosalie puso los ojos en blanco y sacudió la cabeza.
“Primero te insinúas a Edward y ahora a Bella ¿Cuándo piensas parar?”Se burló Jasper. Em le pegó por detrás y Jasper le respondió sacándole la lengua.
“¿Somos los jóvenes más maduros?”Le pregunté a Edward tranquilamente.
Él se encogió de hombros sonriendo. Me incliné y le di un rápido besito en la frente para darle a entender que no estaba enfadada por lo de antes.
Edward Cullen
No había querido hacer eso y me sentí culpable durante el resto de la noche. Me daba cuenta de por qué pensaba eso, sí de acuerdo, pero no lo había hecho a propósito.
Después de que todos se marchasen le pregunté a Bella si podíamos bañarnos juntos. Ella me arrastró al pequeño cuarto y, poco a poco, fue quitándonos la ropa.
Era increíble como la mujer estaba igual de caliente que el agua. Siseé cuando me metí en el liquido abrasador, no noté cuando Bella se deslizó en mi regazo. Se dio la vuelta para poder estar frente a mí, presionando su pecho contra el mío.
Pasé los dedos por su cabello, que tenia las puntas mojadas. Enrollé un mechón en mi dedo.”Siento lo de antes. No quería dar a entender que te estaba manipulando y si te he hecho sentir de esa forma, lo siento.”
“Lo sé, Edward. No pasa nada, no estoy enfadada. Pero creo que deberías meterte en los negocios. Sabes conseguir lo que quieres.”Dijo, sus pequeños dedos se deslizaron por mi piel. Si su intención era distraerme, estaba haciendo un trabajo jodidamente bueno.
“Pero, aun-“Fue cortado por sus manos que me acercaron rápidamente a su boca. Me besó profundamente, la pequeña nariz rozaba la mía al moverse. Gemí en su boca mientras le rodeaba la cintura con los brazos.
“Yo no habría aceptado si no hubiese querido. Creo que podría haber sido de otra forma pero, como ya he dicho, eres demasiado encantador para tu propio bien.”Me besó otra vez.”Así que, calla. No hablemos mas de eso.”
“¿De qué hablamos entonces?”Pregunté moviendo lentamente las manos arriba y abajo por su espalda.
“¿Estas en una bañera completamente desnudo y con una chica dispuesta y tu quieres hablar?”Se burló, sus dedos tiraron de los pelos de mi coronilla.
“Mmm, creo que es posible que tengas razón.”Sonreí. Acercó los labios a mi cuello, saboreándolo con placer.”Sabes una cosa…”
“¿Qué?”Levantó un poco la cabeza, supongo que para mirarme.
“Creo que tu también sabes cómo conseguir tus objetivos.”Dije cogiéndole la cara con las manos y acercándome sus labios. Ella sonrió contra mi boca, la piel estaba caliente debido a su sonrojo. Yo no podía esperar para verla ruborizarse por primera vez, cuando hiciésemos el amor después de operarme. Quizá estuviese bien que mi padre lo hubiese preguntado…
Edward Cullen
Estar sentado en esta sala me hacia desear haberle suplicado a Bella que viniese. Sin embargo, dudaba de que hubiese suficiente espacio para el doctor, mi padre y yo. Respiré profundamente, echando en falta el suave aroma de Bella.
“Relájate, Edward. Hoy no te hará más pruebas.”Dijo mi padre a la ligera.
“Y, sin embargo, no parece que eso me haga sentir mejor.”Murmuré.
“Hijo, respira profundamente por la nariz y suelta el aire por la boca. Estas temblando como una hoja.”Dijo mi padre en un tono firme, parecido a la voz que utilizaba con sus pacientes. Era consciente de que él solo trataba de ayudar pero lo único que provocaba es que mi dolor de cabeza aumentase. Lo único que yo quería era salir de aquí.
“Papá… déjalo.”Fue todo lo que murmuré. Eché la cabeza hacia el respaldo de la silla.
Finalmente, el médico llegó, hablando alto como de costumbre.”Buenas tardes, Edward. ¿Y, usted es?”
“El Dr. Carlisle Cullen, el padre de Edward.”Oí como los dos hombre se daban la mano por encima de mi, así como el roce que se produjo entre las manos de cada uno.
“Oh, sí. El Dr. Tori me habló de usted. Me alegro de que esté aquí. Bueno, por qué no vamos directamente al grano. No quiero quedarme aquí toda la tarde.”Dijo el Dr. Stanley riendo. No vi donde estaba la gracia.
“Por supuesto. Como se imaginará, tengo algunas preguntas.”Añadió mi padre.
“Responderé a cualquier pregunta que tenga. Intentaré ser lo más útil posible. Pero, en primer lugar, me gustaría hablar de la programación. Dijiste que te gustaría que fuese después de los finales ¿verdad?”
“Sí, señor.”Murmuré.
“Exactamente cuando son.”
“El último examen que tengo es el doce de mayo.”
“De acuerdo.”Dijo ausente. Oí el sonido del teclado del ordenador.”Tenemos un hueco en el mes de mayo para el día quince a las ocho de la mañana ¿te parece bien?”
“Eso te daría un mes para recuperarte antes del día de tu cumpleaños.”Dijo mi padre.
“Bien.”No me di cuenta de que estaba contestando.
“Bien. Voy a escribirlo. Por supuesto la operación se hará en el hospital Willis-Knighton Pierremont, no aquí. Está al otro lado de la calle. Te quedarás allí durante un par de días. Tendrás que llegar temprano, así alrededor de las siete seguramente ya te habremos registrado en el hospital y estarás preparado para empezar.
“Vale.”Murmuré otra vez. Me parecía que no podía formar frases. Estaba comiéndome la cabeza con lo de quedarme en el hospital.
“Tengo algunas preguntas sobre lo que pasará después de la operación.”Intervino mi padre.”¿Qué limitaciones tendría después?”
“¿A largo plazo? Bien, nada de levantar pesos durante unos meses. Trata de que no se te mojen los ojos. Necesitaría llevar gafas para ver completamente bien y un protector durante la noche.”Le dijo a mi padre.
“Entonces, intentar que no se le mojen los ojos. ¿Significa que en lugar de ducharse tendrá que bañarse?”Presionó mi padre.
“Cualquiera de los dos está bien, simplemente que intente mantener los ojos cerrados y que no entren en contacto con el agua.”
“Nada de levantar peso. Es decir nada de levantar más de cuatro o nueve kilos, más o menos.”Preguntó mi padre. No entendía por qué importaba eso.
“Yo diría que nada más que un pack de 12 refrescos o un litro de leche durante el primer mes, tal vez un poco mas.”
“¿Y en lo referente a las relaciones sexuales?”
“¡Papá!”Exclamé con horror. Esa cuestión era algo que sentía que mi padre no debía preguntar.
“Edward, tu y Bella mantenéis relaciones sexuales ¿no?”Preguntó con lo que parecía algo de curiosidad. Él ya sabía la respuesta, me imagino que solo quería demostrar su punto.
Podía sentir el calor en mis mejillas a medida que me sentía más y mas avergonzado. Abrí la boca para decir algo pero la cerré otra vez emitiendo solo un suave ruidito. No podía pronunciar palabras. Yo no estaba avergonzado por hablar sobre relaciones sexuales con mi padre, pero hacerlo delante de mi medico era otra cosa.”Bien, quiero decir… eh…”No me podía creer que mi padre hubiese preguntado si podía acostarme con mi novia.
“Eso es lo que pensaba. Es algo que necesitáis saber Bella y tu, por vuestro propio bien.”
El médico se rió entre dientes.”No te preocupes. En realidad nos hacen esa pregunta muy frecuentemente. Sí, las relaciones sexuales están permitidas. Aunque probablemente durante la primera semana no estés muy dispuesto.”
Para lo que estaba listo es para cambiar de tema y llevar el asunto a mi modo.”¿Qué hay de las revisiones después de la cirugía?”
“Tendrás que venir cada dos semanas durante un tiempo para que veamos tu progreso. Después podremos hacerlo mes a mes.”
“¿Hay rehabilitación?”Preguntó mi padre.
“Hay algunas rehabilitaciones visuales para ajustar al vista a la gran cantidad de información a la que va a estar sometida. Al principio será abrumador, pero pronto te acostumbraras. Por supuesto, Edward, estoy seguro de que comprenderás que no saldrás sabiéndolo todo.”Explicó dirigiendo su atención hacia mí.
“Sí, señor. Lo entiendo.”
“Tendrás que aprender a leer y reconocer formas y objetos. Hay programas de alfabetización para adultos aquí en Shreveport, pero es posible que prefieras contratar a un tutor.”
Asentí con la cabeza para darle a entender que lo comprendía.”Tiene sentido.”
“Durante las dos primeras semanas es posible que desees tener a alguien a tu lado en todo momento, o por lo menos hasta que comiences a hacer un uso total perceptivo. No te sorprendas si tienes mareos o dolores de cabeza, hasta que domines la vista será un poco abrumador. Asimismo, te recomiendo ir a un terapeuta para tratar el estrés de la operación y los resultados. No es un requisito sino una sugerencia. Todo depende de ti, si no estás seguro de que puedas con ello.”Siguió diciendo el médico.
En algún momento después comencé a desconectar. Sabia de que estaba hablando pero simplemente no podía concentrarme lo suficiente para escuchar. Tenía mucho en lo que pensar. Hoy era 20 de marzo y, en dos meses, tal vez fuese capad de ver.
Vagamente era consciente de que la conversación había terminado. El médico le dio más información a mi padre para que la repasase mas tarde. Mi padre me llevó al coche, su reconfortante mano iba apoyada en mi hombro.
“¿Qué tal estas?”Preguntó.
“Emocionado, flipando, asustado.”Contesté sentándome en el asiento de felpa del coche de alquiler.
“Es normal. ¿Quieres que te ayude a buscar un terapeuta?”No me presionó, pero lo dijo con suavidad. Sabía que era mi elección.
“No, todavía no. Lo haré si me siento demasiado abrumado.”Eché la cabeza contra el asiento.
“¿Prefieres contratar a un tutor o quieres probar con los programas que tienen?”Dijo en tono coloquial mientras volvíamos a casa.
“Un tutor. Creo que me sentiría más cómodo.”Contesté con sinceridad. Ya sería lo suficientemente extraño hacer frente a cosas nuevas, y encima teniendo que tratarlas delante de personas desconocidas.
“¿Crees que Bella estará dispuesta a quedarse contigo hasta que te acostumbres a estar solo o prefieres que contratemos una enfermera?”Preguntó.
Sonreí para mi adentros cuando una idea surgió en mi cabeza.”No lo sé. Tendré que hablar con ella.”
Bella Swan
Estaba en la cocina preparando la cena de esta noche. Iba a hacer un guiso de carne y pan de maíz, esperaba que les gustase a todos. Este plato era más fácil hacerlo en cantidades grandes.
Edward estaba sentado en la isla, con el mentón apoyado en la mano. Parecía distraído, sus labios seguían el hilo de sus pensamientos.
“¿En qué estas pensando?”Le pregunté empezando a cortar las zanahorias.
“Oh, solo en algunas cosas que dijo el médico.”Se encogió de hombros, incorporándose un poco.
“Ah ¿Y qué dijo?”Pregunté suavemente, no quería presionarle si a él no le apetecía hablar del tema.
“Bueno, antes tengo que hacerte una pregunta, si no te importa.”
“Adelante.”Dije con ligereza, aunque en realidad estuviese preocupada.
“¿Sigues pensando en ponerte a trabajar durante el verano?”Inclinó la cabeza contra la palma de la mano.
“Después de la operación sí.”Contesté confundida.”¿Por qué?”
“Mira, la cosa es que el médico me dijo que necesitaba a alguien conmigo en todo momento, además de un tutor que me ayude a aprender a leer. Y, yo esperaba que fueses tu.”
“Oh, por supuesto Edward, ni siquiera tienes que preguntarlo. Sabes que lo haré.”Le aseguré reanudando mi trabajo con las zanahorias.”Utilizaré mis ahorros hasta que te sientas cómodo y, a continuación, podemos empezar a leer, y más a delante me pondré a trabajar.”
“No, lo que pasa es, no puedo hacerte eso. Estarías aplazando un trabajo por mí. Me gustaría compensarte por tu tiempo y tus esfuerzos. Sería un trabajo arduo y yo me sentiría culpable si lo haces de forma gratuita.”Agachó la cabeza mientras hablaba.
“¡No! No seas tonto. No tienes que hacerlo.”Intenté convencerlo.
“Quiero hacerlo. Prometo no pasarme. Sé que tú pides menos de lo que te mereces…. Pero sencillamente no me sentiría bien.”
“Edward.”Suspiré su nombre.”No.”
“Bueno, entonces contrataré una enfermera y a un tutor. No quiero abusar de tu carácter dulce.”
“¡Edward Anthony Cullen! ¡No te atrevas!”Dejé el cuchillo, el metal tintineó contra la encimera.”¡Yo lo haré!”
“Pero no quiero aprovecharme de ti.”Estaba hosco, tenía la boca fruncida.
“No te estarás aprovechando.”Puse la mano en su mejilla.
“Pero Bella… tienes que dejarme hacer algo por ti. ¿No vas a aceptar el pago?”Él apoyó la mano en mi mejilla, cerrando los ojos con fuerza.
“Por supuesto que no.”
“Entonces tengo que hacer algo por ti. Tienes que dejarme hacerlo. ¿Me dejarías que me encargase de tus gastos durante algún tiempo?”
“¿Qué quieres decir?”Pregunté, apartando lentamente la mano.
“Me encargaría de las facturas durante un tiempo y si quieres puedes utilizar tus ahorros para tus gastos personales. Aunque no te voy a presionar. Si no te sientes cómoda lo comprenderé…”Terminó, sus palabras fueron perdiendo volumen. La boca formaba un pequeño puchero y suspiré.
Maldición, pensé para mis adentros.”De acuerdo Edward, pero solo durante el verano. Una vez que estés preparado yo conseguiré un trabajo a tiempo parcial y pagaré mi parte ¿Me has entendido?”
“Por supuesto. Te he entendido.”Él levantó la cabeza y me sonrió.”Gracias.”
Seguí haciendo la cena durante otro rato, cortando y colocándolo todo en una olla. Ya había terminado de hacer el pan de maíz. Ya que tenía que hacer mucho. Había ocho bocas a las que alimentar.
Miré a Edward un momento. En sus labios había aparecido una péquela sonrisa, parecía triunfante mientras jugaba con un bolígrafo, girándolo en la punta de los dedos. Entonces la comprensión me golpeó.
“¡Oh, capullo! ¿Has estado jugando conmigo, no?”Pregunté sorprendida. Inmediatamente Edward dejó de jugar, dejándose caer de la encimera.
“¿Qué? No.”
“Me tenias completamente en tus manos. Tienes exactamente lo que querías. Sabias que yo no tendría que pagar, ¡pero si te ofrecías a pagar los gastos a la primera yo nunca hubiese estado de acuerdo! ¡Maldita sea, Edward!”Di un pisotón en el suelo.
“NO tengo ni idea de lo que estas hablando.”Levantó la barbilla un poco.
“Mentiroso.”Murmuré por lo bajo.
“¿Aceptarías algo con lo que no estás satisfecha?”Preguntó.”Porque, como ya he dicho, si no te parece bien puedo contratar a alguien para que lo haga.”
Llamaron a la puerta. Solté un gruñido. Un momento perfecto, pensé sarcásticamente.”¡Pasad!”Grité antes de volver mi atención a Edward.”No me refería a eso y tú lo sabes. Aun así lo haré.”Suspiré derrotada.
“No dije nada que no fuese verdad.”Replicó.
Vi como los padres de Edward, Jasper y Alice entraban. Emmett y Rosalie serian los últimos en llegar, como de costumbre. Solté un pesado suspiro. Aunque no estaba demasiado enfadada, me cabreaba un poco permitirle hechizarme por completo. Ni siquiera estaba segura de si lo había hecho a propósito o no. Él no debería tener ese poder.”Eres demasiado encantador para tu propio bien.”Murmuré por lo bajo.
“Tenía que heredar algo de mi abuelo.”Bromeó sonriendo. Me reí tontamente y recogí un desecho de una de las zanahorias. Se lo tiré a la cabeza, golpeándole en la frente. Durante un minuto permaneció confuso, frotándose la piel.”Ay.”Se quejó.”Maltrato.”
“Te lo buscaste.”Repliqué. Rodeé la encimera para darle un abrazo a su familia.
“¿Qué hiciste, Edward?”Preguntó Esme.
“Nada.”Puso un pequeño puchero.
“Lo dudo mucho.”Respondió ella rápidamente antes de darme un fuerte abrazo.”Será mejor que seas amable con ella. Es una buena chica.”
“Sí, Edward, sé bueno.”Me burlé de él. Le revolví el pelo antes de volver a la cocina y preparar el té helado.
“¿Necesitas ayuda?”Preguntaron Esme y Alice a la vez.
“Solo que me acompañéis.”
“Hey guapa ¿qué estás haciendo?”Dijo Emmett desde la puerta. Rosalie puso los ojos en blanco y sacudió la cabeza.
“Primero te insinúas a Edward y ahora a Bella ¿Cuándo piensas parar?”Se burló Jasper. Em le pegó por detrás y Jasper le respondió sacándole la lengua.
“¿Somos los jóvenes más maduros?”Le pregunté a Edward tranquilamente.
Él se encogió de hombros sonriendo. Me incliné y le di un rápido besito en la frente para darle a entender que no estaba enfadada por lo de antes.
Edward Cullen
No había querido hacer eso y me sentí culpable durante el resto de la noche. Me daba cuenta de por qué pensaba eso, sí de acuerdo, pero no lo había hecho a propósito.
Después de que todos se marchasen le pregunté a Bella si podíamos bañarnos juntos. Ella me arrastró al pequeño cuarto y, poco a poco, fue quitándonos la ropa.
Era increíble como la mujer estaba igual de caliente que el agua. Siseé cuando me metí en el liquido abrasador, no noté cuando Bella se deslizó en mi regazo. Se dio la vuelta para poder estar frente a mí, presionando su pecho contra el mío.
Pasé los dedos por su cabello, que tenia las puntas mojadas. Enrollé un mechón en mi dedo.”Siento lo de antes. No quería dar a entender que te estaba manipulando y si te he hecho sentir de esa forma, lo siento.”
“Lo sé, Edward. No pasa nada, no estoy enfadada. Pero creo que deberías meterte en los negocios. Sabes conseguir lo que quieres.”Dijo, sus pequeños dedos se deslizaron por mi piel. Si su intención era distraerme, estaba haciendo un trabajo jodidamente bueno.
“Pero, aun-“Fue cortado por sus manos que me acercaron rápidamente a su boca. Me besó profundamente, la pequeña nariz rozaba la mía al moverse. Gemí en su boca mientras le rodeaba la cintura con los brazos.
“Yo no habría aceptado si no hubiese querido. Creo que podría haber sido de otra forma pero, como ya he dicho, eres demasiado encantador para tu propio bien.”Me besó otra vez.”Así que, calla. No hablemos mas de eso.”
“¿De qué hablamos entonces?”Pregunté moviendo lentamente las manos arriba y abajo por su espalda.
“¿Estas en una bañera completamente desnudo y con una chica dispuesta y tu quieres hablar?”Se burló, sus dedos tiraron de los pelos de mi coronilla.
“Mmm, creo que es posible que tengas razón.”Sonreí. Acercó los labios a mi cuello, saboreándolo con placer.”Sabes una cosa…”
“¿Qué?”Levantó un poco la cabeza, supongo que para mirarme.
“Creo que tu también sabes cómo conseguir tus objetivos.”Dije cogiéndole la cara con las manos y acercándome sus labios. Ella sonrió contra mi boca, la piel estaba caliente debido a su sonrojo. Yo no podía esperar para verla ruborizarse por primera vez, cuando hiciésemos el amor después de operarme. Quizá estuviese bien que mi padre lo hubiese preguntado…
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 44
Bella Swan
Prácticamente entré saltando en mi, nuestra, casa. Era muy feliz. Los finales habían terminado y nos habíamos mudado a nuestra nueva casa. Edward y sus padres, junto con todos mis amigos ya se encontraban allí, ya que estaban preparándose para la fiesta. Edward había tenido su último final el día anterior. Él había hablado con Alice para hacer una cena más pequeña, solo con los amigos cercanos. A mí me parecía como cualquier otra noche, pero Alice quería hacer una comida especial.
Vi que le habían echado el cerrojo en la puerta.”¡Ya he terminado!”Grité mientras entraba. Oí a Esme soltar una risita y Alice corrió hacia mí.”¡Ya no soy una novata!”Me reí tontamente. Alice pegó un salto y me abrazó con fuerza. Lamentablemente, no tengo el mejor equilibrio por lo que nos caímos al suelo.
“¿Te encuentras bien?, Bella.’”Dijo Edward, giró la cabeza en nuestra dirección.”Se ha caído ¿verdad?”Le preguntó Jasper.
“Sí.”Contestó.
Ambas reímos, Alice se deslizó a un lado ayudándose de sus manos y rodillas para levantarse. Se incorporó agarrando mi brazo al mismo tiempo. Me sacudí el trasero y sonreí alegremente. Nada iba a conseguir que mi humor decayese.”Gracias, gracias. Sé que soy grácil.”Dije haciendo una reverencia.
“Ah, te doy un ocho. El aterrizaje fue completamente torpe.”Se burló Rosalie desde la cocina, sacando la mitad del cuerpo por la puerta. Ella no cocinaba, pero le hacía compañía a Emmett mientras él cortaba algo, el cuchillo hacia un ruido tintineante cuando golpeaba la tabla de cortar. Rosalie mordisqueaba una zanahoria.
“¡Oh! Al menos me merezco un 8,5 por la forma en que sujeté a Alice.”Dije tirando el bolso lleno de libros en el asiento de la ventana salediza.
Esme se acercó y me dio un abrazo rápido.”Estoy tan orgullosa de ti, cariño. Y ¿estás segura de que te encuentras bien?”
“Sí, señora. Me pasa todo el tiempo. El suelo y yo somos buenos amigos.”Dije alegremente mientras me acercaba a Edward que estaba sentado en el sofá. Me incliné tras él y le di un beso en la cabeza.”¿Cómo estás?”Susurré en su cabello.
“Mejor ahora que estas en casa.”Respondió. Alzó los brazos por encima del sofá rodeándome la cintura. Tiró de mí hasta que caí en su regazo. Le di un pequeño beso. Él sonrió pero parecía nervioso por la operación que le iban a hacer mañana.
Estuve sentada entre sus brazos durante mucho tiempo, admirando el ambiente que había. Todo era perfecto, nítido y limpio. Había espacio suficiente para que todos se moviesen. No estaba abarrotado. Se estaba en casa.
Esme lo había hecho muy bien. Esta mañana no me había apetecido marcharme, sobre todo porque la noche pasada había sido la primera que habíamos pasado en casa. Era un lugar perfecto para cuando Edward volviese durante su recuperación.
Anoche habíamos estado tan cansados de haber trasladado todas nuestras cosas que habíamos caído rendidos. Me sentía mal por él, porque sabía que probablemente era nuestra última oportunidad para estar juntos durante un tiempo. Arrimé la cara a su cuello, oliendo su dulce aroma.
El olor a pavo comenzó a llenar la casa. Alice había decidido que quería tener una cena del estilo de la del Día de Acción de Gracias desde que Edward dijo que le gustaba que yo cocinase durante las vacaciones. Esme estaba trabajando en el pavo y el pan de calabaza y probablemente algunas otras cosas más, mientras que Alice se encargaba del maíz y las galletas. Emmett hacia el aliño secreto de su padre, que olía como si le hubiese echado un montón de salvia. Jasper volvió a cocinar sus macarrones con queso. La noche anterior había preparado una ensalada de patatas, huevos rellenos y un pastel. Brevemente me pregunté de donde había sacado el tiempo entre la mudanza y los estudios. Aun tenía que guisar las judías verdes y el brócoli y gratinarlo todo.
Dejé escapar un fuerte suspiro, no quería abandonar este lugar tan confortable.”Tengo que terminar de preparar unas cosas.”
“¿Quieres que haga algo?”Preguntó.
“Entretén a los invitados.”Bromeé, poniendo un beso en su nariz.”¿Por qué no pones algo de música?”
Me fui a la cocina. Jasper me sonrió cuando pasó junto a mí mientras se dirigía a la sala de estar. Alice y Esme charlaban mientras ponían la mesa con nuestro mantel y la porcelana nueva. Los platos que habíamos escogido me encantaban. Eran sencillos de color blanco con el borde negro. Todo era perfecto.
Emmett y Rosalie acompañaban a Carlisle mientras sacaba los panecillos del horno. Comencé a sacar cosas para mis platos, poniéndolas en la encimera.
“¿Y bien, Bella? ¿Estás contenta?”Preguntó Rosalie.”Quiero decir, respecto a lo de mañana.”
“Estoy muy nerviosa. No creo que pueda dormir. Tampoco Edward.”Contesté con sinceridad.
“Todo va a salir bien, querida.”Me reconfortó Carlisle. En ese momento sacaba un par de botellas de vino de la nevera.
“Estoy preocupada… preocupada porque no funcione.”
“Bella, en este momento no hay otra cosa que podamos hacer más que tener pensamientos positivos. Preocupándonos solo conseguiremos que todo se complique.”Me dijo Carlisle mientras se preparaba para descorchar una de las botellas. Sacó un sacacorchos de un cajón, que yo ni siquiera sabía que teníamos, y abrió la botella.”Además ahora lo estamos celebrando.”
Edward Cullen
Me acerqué al estéreo en la parte de la derecha de la sala de estar. Puse el primer CD que encontré, el que escuchamos la primera vez que pasamos la noche juntos. Claro de luna llenó el aire. Gracias al sonido me relajé un poco. Volví al sillón y me senté.
Los cojines se hundieron junto a mí.”Hey Edward, quería preguntarte algo.”Dijo Jasper lentamente.
“¿Qué sucede?”
“Me preguntaba si tal vez te gustaría ser mi padrino en la boda. Eres mi mejor amigo y no puedo imaginar a otra persona junto a mí.”
Estaba sorprendido. Ni siquiera había imaginado que me haría esta pregunta. Una lenta sonrisa estiró mis labios mientras lo pensaba.”Será un honor para mí.”
Me ofreció su mano y la sacudí con firmeza.”Gracias. Significa mucho para mí.”
“Bien, estaré a lo largo del camino para ayudarte en lo que necesites.”
“Ta sabes que todos nosotros nos sentimos igual contigo y con Bella. Ahora eres parte de nuestra familia.”Dijo tranquilamente.
“Sois los mejores.”Dije sonriendo.”No podría tener mejor compañía esta noche.”
“Bueno, ya sabes, mañana todos estaremos contigo en el hospital.”
Abrí la boca para hablar pero no tenía claro qué decir.”No tienes que hacerlo. Quiero decir, me encantaría que me visitaseis mientras estoy en el hospital, y después, pero no tenéis que hacerlo.”
“¿Para eso está la familia, no?”
“¡Bájame EMMETT!”Gritó Bella tan fuerte que su voz resonó por toda la casa. La risa de Em probablemente se pudo escuchar desde la calle.
“¡BAJA A MI NOVIA! ¡NO ME LA ROMPAS!”Grité provocando que Emmett volviese a reir.
“Si te la rompe puedes volver a montarla.”Se rió Jasper. Se levantó.”Voy en su rescate.”Me dijo con confianza.” ¡BAJALA, EMMETT! ¡LO PRIMERO QUE HARÁ EDWARD CUANDO VEA SERÁ PETEARTE EL TRASERO!”
Me reí entre dientes, apoyando la cabeza contra los cojines del respaldo. Algo que jadeaba suavemente cayó en mi regazo.
“Creo que esto te pertenece.”Dijo Jasper alejándose después de descargar a Bella sobre mí.
“Bueno, hola ¿Qué ha pasado?”Pregunté sonriendo.
“Le dije a Emmett que apartase sus zarpas grasientas de mi salsa de queso.”Se rió tontamente apoyando la cabeza contra mi hombro.”¿Cómo te va, guapo?”
“Nervioso, asustado, feliz, emocionado, ¿y a ti?”
“Igual, pero además hambrienta. Tengo que seguir haciendo la cena.”Dijo levantándose. Se inclinó, acercando los labios a mi oído.”No te preocupes por lo de mañana. Todo estará bien, sin importar lo que suceda.”
Bella Swan
Me alegraba haber hecho la cena. Había estado tan nerviosa que no había almorzado. Todo estaba preparado encima de la mesa, mi familia y amigos a mí alrededor. Tenía la mejor comida y la mejor compañía. No podía pedir nada más. Me gustó que Alice decidiese escoger como tema para la cena el Día de Acción de Gracias. Teníamos mucho que agradecer.
Mi mano sujetó la de Edward mientras cenábamos. Bebí pequeños sorbos del vino que me había echado Carlisle, dejando que su calidez me inundase. No podía evitar mirar la hermosa cara de Edward cada vez que tenía oportunidad. Quería que se quitase las gafas, pero entendía por qué se las dejaba puestas. Esperaba que a partir de mañana eso no fuese un requisito para él.
“Entonces, además de darme una patada en el culo ¿qué mas vas a hacer cuando veas?”Bromeó Emmett.
“Si veo, querrás decir.”Le corrigió Edward.
“Pensamientos positivos, hijos.”Le reprendió Carlisle.”Dará buen resultado.”
“Lo sé, simplemente no quiero inflar mis esperanzas.”Suspiró, las esquinas de su boca descendieron.
“Vamos, hombre. Complácenos. ¿Hay algo que siempre hayas querido hacer?”Preguntó Jasper mientras cogía un panecillo y se echaba unas cucharadas del puré de batatas que Esme había preparado.
“Tengo una especie de lista sobre lo que me gustaría hacer.”Bajó la cara con timidez.”Lo más probable es que os parezca estúpido.”
“Nadie cree que es estúpido.”Le reconforté, lanzándole una advertencia a Emmett con la mirada.
“¡Sí, venga!”Exclamó Alice, rebotando en su asiento.
“Es probable que hacer todo esto me lleve tiempo, necesito sentirme cómodo y tener los suficientes conocimientos para hacerlo, pero quiero ir al cine, quiero ver la televisión. Quiero ir a un parque y ver a los niños jugar. Quiero ver el mar y las olas. Quiero ir a un museo de arte. Quiero ir a clases de arte y de cocina, ya de paso. Quiero leer un libro. Quiero viajar a Europa y Japón. Diablos, quiero viajar por todo el mundo. Quiero tener hijos y verlos crecer...”Edward me apretó la mano y se inclinó para besarme la mejilla suavemente.”Quiero casarme.”
“¡Oh, eres tan dulce!”Suspiró Rosalie, mirando a Emmett, cuya mirada no parecía amistosa.
“Creo que es un maravillosos punto de partida y no me sorprendería que fueses añadiendo más cosas a medida que pase el tiempo.”Añadió Esme, las lágrimas rebosaron por sus ojos. Me di cuenta de que a mí me pasaba lo mismo.
Edward Cullen
Después de que todos se marchasen, por supuesto a continuación de que nos ayudasen a recoger la mesa, Bella y yo nos tiramos a nuestra maravillosa y muy cómoda cama de matrimonio. No se podía pedir una cama más cómoda, pero sabía que esta noche no conseguiría dormirme. Al menos sabia que mañana si podría.
Bella se puso a mi lado, moldeando su cuerpo diminuto al mío. Le rodeé su estrecha cintura con un brazo, acercándola mas a mí.”Ya sabes que hay más cosas en mi lista.”
“¿En serio? ¿Cómo qué?”Preguntó Bella recorriendo mi brazo con los dedos, haciéndome cosquillas allí donde ella me tocaba.
“Quiero memorizar cada centímetro de tu cuerpo. Cada curva y cada peca.”Ronroneé junto a su oído besándolo suavemente después. Tuve el placer de sentir como temblaba entre mis brazos.
“¿Oh, eso es lo que vas a hacer?”Intentó sonar casual, pero sabía que estaba afectada.
“Sí, eso está en el primer puesto de mi lista.”Dije con sinceridad, acercando las puntas de mis dedos a sus curvilíneas caderas.”¿Podrías hacer algo por mí, Bella?”
“¿Qué necesitas?”Se dio la vuelta en mis brazos para estar frente a mí.
“¿Podrías…”Pensé en cómo hacer mi petición.”¿Podrías describirme tu color? Quiero decir, el aspecto que tiene una persona.”
“Claro.”Dijo tranquilamente.”¿Puedo preguntarte por qué?”
“Quiero saber exactamente lo que me encontraré la primera vez que te vea.”Acerqué la mano a su mejilla y la besé con suavidad. Pude sentir el calor de su piel sonrojada.
Tras nuestro beso ella se incorporó un poco.”Déjame ver…”Me cogió de la mano y la llevó a su cabello.”Mi pelo es largo, algo rizado, bueno más bien ondulado en lugar de rizado y de color marrón. Tengo algunos reflejos rojizos en él.”Pasó los dedos por su cabello.”También tengo el ¨pico de viuda¨.”
Lentamente llevó mi mano hasta su frente y con cuidado la bajó a sus parpados.”Soy más pálida de lo que debería ser. Mis ojos son de color chocolate oscuro. Mi madre suele decirme que tengo una nariz chata. Todavía no estoy segura qué quiere decir con eso.”
Tomé el control y acerqué los dedos a sus labios.”¿Cómo los describirías?”
“Rosados, casi rojos. Creo que mis labios son demasiado grandes para mi cara.”Dijo lentamente.
“Yo creo que son perfectos.”Deslicé la punta del dedo por su mentón y a lo largo del cuello.”¿Y esto?”
“Um, mi cuello es…”Comenzó a decir, pero me parecía que estaba empezando a ponerse nerviosa mientras yo abordaba el cuello de su camiseta de noche.”Tengo una peca… um… en el lado izquierdo.”
“He oído que las pecas son muy bonitas.”Dije sonriendo.
“No tengo demasiadas. Solo unas pocas en mis hombros y un lunar en mi estomago.”Respiró las palabras de forma delicada.
Metí la manos debajo de su camiseta, dejándolas sobre su estomago.”Enséñame donde.”Le mandé.
Me cogió la mano y la llevó al centro del suave estomago. Sus músculos se tensaron mientras la acariciaba. Con la mano que tenia libre le quité la camiseta y la tiré al suelo. Llevé las manos cuidadosamente a sus pechos y empecé a masajearlos. Ella dejó salir un suave gemido.”Edward….”Dijo sin respiración.
“¿Sí, mi amor?”Le pregunté inocentemente. Aparté la manos pasándolas por sus músculos tensos.”Sigue.”
“Yo estaba pensando exactamente lo mismo.”Murmuró por lo bajo.
Me reí entre dientes.”Déjame reformular la frase. Continua la descripción.”Ahuequé la mano en su pecho, sintiendo su peso en mi mano.
“Edward… yo…”Suspiró con fuerza. Podía sentir el calor de su piel sonrojada.
“No tienes por qué avergonzarte.”Rodeé su cintura con los brazos, acercándola más a mí. Bajé la cabeza para que mi cara presionase contra sus pechos. La besé y chupé durante un momento.”Me preguntaba de qué color…”Dejé la frase incompleta para meterme el pezón en la boca.
Sus manos se enredaron en el cabello de la parte de atrás de mi cabeza mientras gemía audiblemente. Era un sonido muy sexy y me arrastraba aun punto donde me creía sin control. Sin embargo quería que me respondiese. Aparté la boca y pasé la nariz por su delicada carne.”Isabella…”
“Rosado… casi…”Consiguió responder mientras yo recompensaba su trabajo con un ligero beso.”Casi rojo.”
“¿Del mismo color que los labios?”Llevé la cabeza a su cuello besando la línea de la mandíbula. Ella asintió con la cabeza lentamente.”Mmm, tendré que recordarlo para más adelante.”
No sé que se rompió dentro de ella, pero de repente decidió que iba demasiado despacio para su gusto. Me apretó la espalda. Agachó su boca para ponerla a la altura de la mía y me besó con pasión mientras me quitaba los pantalones del pijama. No sé en qué momento ella había perdido sus bragas pero di gracias por ello cuando se deslizó encima de mí.
Eché la cabeza hacia atrás debido al placer, respirando profundamente cuando ella comenzó a moverse. Sus pequeñas manos se apoyaron en mi pecho para mantener el equilibrio. Mis manos encontraron un cómodo lugar en la parte de atrás de sus muslos, sujetándola, ayudándola a balancearse.
Me encontraba en el paraíso. En mi casa con una bella mujer a la que amaba. Y, a pesar de que estaba asustado por la operación de mañana, me sentía seguro. Estaba más allá de la felicidad. Más allá de la dicha.
No sé cuánto tiempo estuvimos haciendo el amor, probablemente la mitad de la noche. Una vez que ninguno de los dos pudo moverse, Bella reposó la cabeza en mi pecho. Con la punta de sus dedos dibujó patrones sin sentido en mi piel.”Te amo, no importa lo que suceda, Edward.”Murmuró suavemente.
“Yo también te amo, y, sin importar lo que suceda mañana siempre te amaré. Estoy preparado para esto, suceda lo que suceda. Simplemente quiero poder tumbarme contigo en la cama. No importa si te veo o no. Solo quiero sentirte.”Susurré junto a su oreja. Sabía que había caído dormida y no podía culparla. Ella llevaba ajetreada unos cuantos… meses, si quería ser honesto.
Me tumbé con ella en mis brazos, totalmente despierto, soñando un futuro con ella. No importaba lo que pasase mañana yo sabía que pasaría mi vida con Bella.
Bella Swan
Prácticamente entré saltando en mi, nuestra, casa. Era muy feliz. Los finales habían terminado y nos habíamos mudado a nuestra nueva casa. Edward y sus padres, junto con todos mis amigos ya se encontraban allí, ya que estaban preparándose para la fiesta. Edward había tenido su último final el día anterior. Él había hablado con Alice para hacer una cena más pequeña, solo con los amigos cercanos. A mí me parecía como cualquier otra noche, pero Alice quería hacer una comida especial.
Vi que le habían echado el cerrojo en la puerta.”¡Ya he terminado!”Grité mientras entraba. Oí a Esme soltar una risita y Alice corrió hacia mí.”¡Ya no soy una novata!”Me reí tontamente. Alice pegó un salto y me abrazó con fuerza. Lamentablemente, no tengo el mejor equilibrio por lo que nos caímos al suelo.
“¿Te encuentras bien?, Bella.’”Dijo Edward, giró la cabeza en nuestra dirección.”Se ha caído ¿verdad?”Le preguntó Jasper.
“Sí.”Contestó.
Ambas reímos, Alice se deslizó a un lado ayudándose de sus manos y rodillas para levantarse. Se incorporó agarrando mi brazo al mismo tiempo. Me sacudí el trasero y sonreí alegremente. Nada iba a conseguir que mi humor decayese.”Gracias, gracias. Sé que soy grácil.”Dije haciendo una reverencia.
“Ah, te doy un ocho. El aterrizaje fue completamente torpe.”Se burló Rosalie desde la cocina, sacando la mitad del cuerpo por la puerta. Ella no cocinaba, pero le hacía compañía a Emmett mientras él cortaba algo, el cuchillo hacia un ruido tintineante cuando golpeaba la tabla de cortar. Rosalie mordisqueaba una zanahoria.
“¡Oh! Al menos me merezco un 8,5 por la forma en que sujeté a Alice.”Dije tirando el bolso lleno de libros en el asiento de la ventana salediza.
Esme se acercó y me dio un abrazo rápido.”Estoy tan orgullosa de ti, cariño. Y ¿estás segura de que te encuentras bien?”
“Sí, señora. Me pasa todo el tiempo. El suelo y yo somos buenos amigos.”Dije alegremente mientras me acercaba a Edward que estaba sentado en el sofá. Me incliné tras él y le di un beso en la cabeza.”¿Cómo estás?”Susurré en su cabello.
“Mejor ahora que estas en casa.”Respondió. Alzó los brazos por encima del sofá rodeándome la cintura. Tiró de mí hasta que caí en su regazo. Le di un pequeño beso. Él sonrió pero parecía nervioso por la operación que le iban a hacer mañana.
Estuve sentada entre sus brazos durante mucho tiempo, admirando el ambiente que había. Todo era perfecto, nítido y limpio. Había espacio suficiente para que todos se moviesen. No estaba abarrotado. Se estaba en casa.
Esme lo había hecho muy bien. Esta mañana no me había apetecido marcharme, sobre todo porque la noche pasada había sido la primera que habíamos pasado en casa. Era un lugar perfecto para cuando Edward volviese durante su recuperación.
Anoche habíamos estado tan cansados de haber trasladado todas nuestras cosas que habíamos caído rendidos. Me sentía mal por él, porque sabía que probablemente era nuestra última oportunidad para estar juntos durante un tiempo. Arrimé la cara a su cuello, oliendo su dulce aroma.
El olor a pavo comenzó a llenar la casa. Alice había decidido que quería tener una cena del estilo de la del Día de Acción de Gracias desde que Edward dijo que le gustaba que yo cocinase durante las vacaciones. Esme estaba trabajando en el pavo y el pan de calabaza y probablemente algunas otras cosas más, mientras que Alice se encargaba del maíz y las galletas. Emmett hacia el aliño secreto de su padre, que olía como si le hubiese echado un montón de salvia. Jasper volvió a cocinar sus macarrones con queso. La noche anterior había preparado una ensalada de patatas, huevos rellenos y un pastel. Brevemente me pregunté de donde había sacado el tiempo entre la mudanza y los estudios. Aun tenía que guisar las judías verdes y el brócoli y gratinarlo todo.
Dejé escapar un fuerte suspiro, no quería abandonar este lugar tan confortable.”Tengo que terminar de preparar unas cosas.”
“¿Quieres que haga algo?”Preguntó.
“Entretén a los invitados.”Bromeé, poniendo un beso en su nariz.”¿Por qué no pones algo de música?”
Me fui a la cocina. Jasper me sonrió cuando pasó junto a mí mientras se dirigía a la sala de estar. Alice y Esme charlaban mientras ponían la mesa con nuestro mantel y la porcelana nueva. Los platos que habíamos escogido me encantaban. Eran sencillos de color blanco con el borde negro. Todo era perfecto.
Emmett y Rosalie acompañaban a Carlisle mientras sacaba los panecillos del horno. Comencé a sacar cosas para mis platos, poniéndolas en la encimera.
“¿Y bien, Bella? ¿Estás contenta?”Preguntó Rosalie.”Quiero decir, respecto a lo de mañana.”
“Estoy muy nerviosa. No creo que pueda dormir. Tampoco Edward.”Contesté con sinceridad.
“Todo va a salir bien, querida.”Me reconfortó Carlisle. En ese momento sacaba un par de botellas de vino de la nevera.
“Estoy preocupada… preocupada porque no funcione.”
“Bella, en este momento no hay otra cosa que podamos hacer más que tener pensamientos positivos. Preocupándonos solo conseguiremos que todo se complique.”Me dijo Carlisle mientras se preparaba para descorchar una de las botellas. Sacó un sacacorchos de un cajón, que yo ni siquiera sabía que teníamos, y abrió la botella.”Además ahora lo estamos celebrando.”
Edward Cullen
Me acerqué al estéreo en la parte de la derecha de la sala de estar. Puse el primer CD que encontré, el que escuchamos la primera vez que pasamos la noche juntos. Claro de luna llenó el aire. Gracias al sonido me relajé un poco. Volví al sillón y me senté.
Los cojines se hundieron junto a mí.”Hey Edward, quería preguntarte algo.”Dijo Jasper lentamente.
“¿Qué sucede?”
“Me preguntaba si tal vez te gustaría ser mi padrino en la boda. Eres mi mejor amigo y no puedo imaginar a otra persona junto a mí.”
Estaba sorprendido. Ni siquiera había imaginado que me haría esta pregunta. Una lenta sonrisa estiró mis labios mientras lo pensaba.”Será un honor para mí.”
Me ofreció su mano y la sacudí con firmeza.”Gracias. Significa mucho para mí.”
“Bien, estaré a lo largo del camino para ayudarte en lo que necesites.”
“Ta sabes que todos nosotros nos sentimos igual contigo y con Bella. Ahora eres parte de nuestra familia.”Dijo tranquilamente.
“Sois los mejores.”Dije sonriendo.”No podría tener mejor compañía esta noche.”
“Bueno, ya sabes, mañana todos estaremos contigo en el hospital.”
Abrí la boca para hablar pero no tenía claro qué decir.”No tienes que hacerlo. Quiero decir, me encantaría que me visitaseis mientras estoy en el hospital, y después, pero no tenéis que hacerlo.”
“¿Para eso está la familia, no?”
“¡Bájame EMMETT!”Gritó Bella tan fuerte que su voz resonó por toda la casa. La risa de Em probablemente se pudo escuchar desde la calle.
“¡BAJA A MI NOVIA! ¡NO ME LA ROMPAS!”Grité provocando que Emmett volviese a reir.
“Si te la rompe puedes volver a montarla.”Se rió Jasper. Se levantó.”Voy en su rescate.”Me dijo con confianza.” ¡BAJALA, EMMETT! ¡LO PRIMERO QUE HARÁ EDWARD CUANDO VEA SERÁ PETEARTE EL TRASERO!”
Me reí entre dientes, apoyando la cabeza contra los cojines del respaldo. Algo que jadeaba suavemente cayó en mi regazo.
“Creo que esto te pertenece.”Dijo Jasper alejándose después de descargar a Bella sobre mí.
“Bueno, hola ¿Qué ha pasado?”Pregunté sonriendo.
“Le dije a Emmett que apartase sus zarpas grasientas de mi salsa de queso.”Se rió tontamente apoyando la cabeza contra mi hombro.”¿Cómo te va, guapo?”
“Nervioso, asustado, feliz, emocionado, ¿y a ti?”
“Igual, pero además hambrienta. Tengo que seguir haciendo la cena.”Dijo levantándose. Se inclinó, acercando los labios a mi oído.”No te preocupes por lo de mañana. Todo estará bien, sin importar lo que suceda.”
Bella Swan
Me alegraba haber hecho la cena. Había estado tan nerviosa que no había almorzado. Todo estaba preparado encima de la mesa, mi familia y amigos a mí alrededor. Tenía la mejor comida y la mejor compañía. No podía pedir nada más. Me gustó que Alice decidiese escoger como tema para la cena el Día de Acción de Gracias. Teníamos mucho que agradecer.
Mi mano sujetó la de Edward mientras cenábamos. Bebí pequeños sorbos del vino que me había echado Carlisle, dejando que su calidez me inundase. No podía evitar mirar la hermosa cara de Edward cada vez que tenía oportunidad. Quería que se quitase las gafas, pero entendía por qué se las dejaba puestas. Esperaba que a partir de mañana eso no fuese un requisito para él.
“Entonces, además de darme una patada en el culo ¿qué mas vas a hacer cuando veas?”Bromeó Emmett.
“Si veo, querrás decir.”Le corrigió Edward.
“Pensamientos positivos, hijos.”Le reprendió Carlisle.”Dará buen resultado.”
“Lo sé, simplemente no quiero inflar mis esperanzas.”Suspiró, las esquinas de su boca descendieron.
“Vamos, hombre. Complácenos. ¿Hay algo que siempre hayas querido hacer?”Preguntó Jasper mientras cogía un panecillo y se echaba unas cucharadas del puré de batatas que Esme había preparado.
“Tengo una especie de lista sobre lo que me gustaría hacer.”Bajó la cara con timidez.”Lo más probable es que os parezca estúpido.”
“Nadie cree que es estúpido.”Le reconforté, lanzándole una advertencia a Emmett con la mirada.
“¡Sí, venga!”Exclamó Alice, rebotando en su asiento.
“Es probable que hacer todo esto me lleve tiempo, necesito sentirme cómodo y tener los suficientes conocimientos para hacerlo, pero quiero ir al cine, quiero ver la televisión. Quiero ir a un parque y ver a los niños jugar. Quiero ver el mar y las olas. Quiero ir a un museo de arte. Quiero ir a clases de arte y de cocina, ya de paso. Quiero leer un libro. Quiero viajar a Europa y Japón. Diablos, quiero viajar por todo el mundo. Quiero tener hijos y verlos crecer...”Edward me apretó la mano y se inclinó para besarme la mejilla suavemente.”Quiero casarme.”
“¡Oh, eres tan dulce!”Suspiró Rosalie, mirando a Emmett, cuya mirada no parecía amistosa.
“Creo que es un maravillosos punto de partida y no me sorprendería que fueses añadiendo más cosas a medida que pase el tiempo.”Añadió Esme, las lágrimas rebosaron por sus ojos. Me di cuenta de que a mí me pasaba lo mismo.
Edward Cullen
Después de que todos se marchasen, por supuesto a continuación de que nos ayudasen a recoger la mesa, Bella y yo nos tiramos a nuestra maravillosa y muy cómoda cama de matrimonio. No se podía pedir una cama más cómoda, pero sabía que esta noche no conseguiría dormirme. Al menos sabia que mañana si podría.
Bella se puso a mi lado, moldeando su cuerpo diminuto al mío. Le rodeé su estrecha cintura con un brazo, acercándola mas a mí.”Ya sabes que hay más cosas en mi lista.”
“¿En serio? ¿Cómo qué?”Preguntó Bella recorriendo mi brazo con los dedos, haciéndome cosquillas allí donde ella me tocaba.
“Quiero memorizar cada centímetro de tu cuerpo. Cada curva y cada peca.”Ronroneé junto a su oído besándolo suavemente después. Tuve el placer de sentir como temblaba entre mis brazos.
“¿Oh, eso es lo que vas a hacer?”Intentó sonar casual, pero sabía que estaba afectada.
“Sí, eso está en el primer puesto de mi lista.”Dije con sinceridad, acercando las puntas de mis dedos a sus curvilíneas caderas.”¿Podrías hacer algo por mí, Bella?”
“¿Qué necesitas?”Se dio la vuelta en mis brazos para estar frente a mí.
“¿Podrías…”Pensé en cómo hacer mi petición.”¿Podrías describirme tu color? Quiero decir, el aspecto que tiene una persona.”
“Claro.”Dijo tranquilamente.”¿Puedo preguntarte por qué?”
“Quiero saber exactamente lo que me encontraré la primera vez que te vea.”Acerqué la mano a su mejilla y la besé con suavidad. Pude sentir el calor de su piel sonrojada.
Tras nuestro beso ella se incorporó un poco.”Déjame ver…”Me cogió de la mano y la llevó a su cabello.”Mi pelo es largo, algo rizado, bueno más bien ondulado en lugar de rizado y de color marrón. Tengo algunos reflejos rojizos en él.”Pasó los dedos por su cabello.”También tengo el ¨pico de viuda¨.”
Lentamente llevó mi mano hasta su frente y con cuidado la bajó a sus parpados.”Soy más pálida de lo que debería ser. Mis ojos son de color chocolate oscuro. Mi madre suele decirme que tengo una nariz chata. Todavía no estoy segura qué quiere decir con eso.”
Tomé el control y acerqué los dedos a sus labios.”¿Cómo los describirías?”
“Rosados, casi rojos. Creo que mis labios son demasiado grandes para mi cara.”Dijo lentamente.
“Yo creo que son perfectos.”Deslicé la punta del dedo por su mentón y a lo largo del cuello.”¿Y esto?”
“Um, mi cuello es…”Comenzó a decir, pero me parecía que estaba empezando a ponerse nerviosa mientras yo abordaba el cuello de su camiseta de noche.”Tengo una peca… um… en el lado izquierdo.”
“He oído que las pecas son muy bonitas.”Dije sonriendo.
“No tengo demasiadas. Solo unas pocas en mis hombros y un lunar en mi estomago.”Respiró las palabras de forma delicada.
Metí la manos debajo de su camiseta, dejándolas sobre su estomago.”Enséñame donde.”Le mandé.
Me cogió la mano y la llevó al centro del suave estomago. Sus músculos se tensaron mientras la acariciaba. Con la mano que tenia libre le quité la camiseta y la tiré al suelo. Llevé las manos cuidadosamente a sus pechos y empecé a masajearlos. Ella dejó salir un suave gemido.”Edward….”Dijo sin respiración.
“¿Sí, mi amor?”Le pregunté inocentemente. Aparté la manos pasándolas por sus músculos tensos.”Sigue.”
“Yo estaba pensando exactamente lo mismo.”Murmuró por lo bajo.
Me reí entre dientes.”Déjame reformular la frase. Continua la descripción.”Ahuequé la mano en su pecho, sintiendo su peso en mi mano.
“Edward… yo…”Suspiró con fuerza. Podía sentir el calor de su piel sonrojada.
“No tienes por qué avergonzarte.”Rodeé su cintura con los brazos, acercándola más a mí. Bajé la cabeza para que mi cara presionase contra sus pechos. La besé y chupé durante un momento.”Me preguntaba de qué color…”Dejé la frase incompleta para meterme el pezón en la boca.
Sus manos se enredaron en el cabello de la parte de atrás de mi cabeza mientras gemía audiblemente. Era un sonido muy sexy y me arrastraba aun punto donde me creía sin control. Sin embargo quería que me respondiese. Aparté la boca y pasé la nariz por su delicada carne.”Isabella…”
“Rosado… casi…”Consiguió responder mientras yo recompensaba su trabajo con un ligero beso.”Casi rojo.”
“¿Del mismo color que los labios?”Llevé la cabeza a su cuello besando la línea de la mandíbula. Ella asintió con la cabeza lentamente.”Mmm, tendré que recordarlo para más adelante.”
No sé que se rompió dentro de ella, pero de repente decidió que iba demasiado despacio para su gusto. Me apretó la espalda. Agachó su boca para ponerla a la altura de la mía y me besó con pasión mientras me quitaba los pantalones del pijama. No sé en qué momento ella había perdido sus bragas pero di gracias por ello cuando se deslizó encima de mí.
Eché la cabeza hacia atrás debido al placer, respirando profundamente cuando ella comenzó a moverse. Sus pequeñas manos se apoyaron en mi pecho para mantener el equilibrio. Mis manos encontraron un cómodo lugar en la parte de atrás de sus muslos, sujetándola, ayudándola a balancearse.
Me encontraba en el paraíso. En mi casa con una bella mujer a la que amaba. Y, a pesar de que estaba asustado por la operación de mañana, me sentía seguro. Estaba más allá de la felicidad. Más allá de la dicha.
No sé cuánto tiempo estuvimos haciendo el amor, probablemente la mitad de la noche. Una vez que ninguno de los dos pudo moverse, Bella reposó la cabeza en mi pecho. Con la punta de sus dedos dibujó patrones sin sentido en mi piel.”Te amo, no importa lo que suceda, Edward.”Murmuró suavemente.
“Yo también te amo, y, sin importar lo que suceda mañana siempre te amaré. Estoy preparado para esto, suceda lo que suceda. Simplemente quiero poder tumbarme contigo en la cama. No importa si te veo o no. Solo quiero sentirte.”Susurré junto a su oreja. Sabía que había caído dormida y no podía culparla. Ella llevaba ajetreada unos cuantos… meses, si quería ser honesto.
Me tumbé con ella en mis brazos, totalmente despierto, soñando un futuro con ella. No importaba lo que pasase mañana yo sabía que pasaría mi vida con Bella.
Amigas solo quedan cuatro capítulos
disfrútenla
besitos
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Re: Blind (+18) (Completo)
ya llega la operacion ........que miedo espero que salga todo bien
Bella de enfermera que gracioso Edward como sabe camelarsela para hacer que ella haga lo que el quiera
que penita solo 4 mas
Bella de enfermera que gracioso Edward como sabe camelarsela para hacer que ella haga lo que el quiera
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sipis solo cuatro.... a esperar...
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Re: Blind (+18) (Completo)
Aquí les dejo dos capítulos... estamos llegando a la recta final
Capitulo 45
Bella Swan
Me desperté sola y asustada. Cuando el despertador comenzó a sonar por la mañana intenté, por instinto, acurrucarme contra Edward, pero él no estaba allí. En mi atontado estado me puse a sobar las sabanas en busca de su cuerpo cálido y agradable. Cuando fui consciente de que no estaba allí me incorporé rápidamente y acerqué la mano al reloj para apagarlo. Tiré de las sábanas para taparme las piernas envolviéndola a mí alrededor, y fui a la sala de estar.
“¿Edward?”Le llamé suavemente, apenas fue un susurro.”Edward, ¿dónde estás?”
Todo lo que podía oír era el sonido de mis pasos contra el duro suelo de madera. Mientras me movía, el corazón me golpeaba en el pecho. El sol aun no había salido de forma que la casa estaba completamente a oscuras.
Oí ruidos mientras Edward pasaba los dedos por las teclas de su nuevo y brillante piano. Pegué un bote. Me llevé la mano al pecho, tratando de que no se me saliese el corazón. Edward levantó la cabeza, su pálida piel resplandecía, incluso en la oscuridad.”¿Bella?”
“Me has dado un susto de muerte.”Murmuré.
“Lo siento.”Suspiró.”No podía dormir. Pensé que podría tocar algo pero parece que no me viene nada.”
“Es porque estás nervioso.”Le dije sentándome a su lado en el banco. Dejé que mi mano descansase sobre su rodilla.”¿Has dormido algo?”
“No, pero me había imaginado que hoy no podría dormir. De todas formas van a drogarme.”Le quitó importancia.”Hice algo de desayuno, por si tienes hambre.”
“No tenías porqué hacerlo, sobre todo porque tú tienes que ir en ayunas.”Incliné la cabeza contra su hombro.
“Queria hacerlo. Quería cuidar de ti una vez más antes de que tengas que hacerlo tú por mí durante algún tiempo.”Respondió mientras me besaba la frente. Él me hizo ponerme en pie y me llevó hasta la mesa. No se había molestado en encender la luz, ya que no la necesitaba, de lo contrario yo hubiera notado antes lo que tenia ante mí. Edward había hecho huevos revueltos con tostadas y salchichas. Incluso había una taza de café, hecho como a mí me gustaba. Aun estaba caliente por lo que debía de estar recién hecho.
Me sentía culpable por comer y me alegraba de que él no hubiese preparado más comida de la necesaria. Me senté, todavía envuelta en la sábana, masticando lentamente la tostada.”Está bueno, gracias.”
“Después, cuando, quiero decir si puedo ver ¿vendrías conmigo a un curso de cocina? En realidad tú no lo necesitas, es que simplemente no creo que Jasper venga conmigo.”Dijo con una pequeña sonrisa.
“Me encantaría. Siempre puedo mejorar mis habilidades.”
“Solo quiero aprender a hacer algo bueno así podré cocinar lo mejor para ti. Tú lo haces por mí con tanta frecuencia que no parece justo.”Parecía que esos pensamientos le ponían triste.
“Edward, hay un montón de chicos que no cocinan. Todo lo que Jasper puede hacer son macarrones con queso. Tal vez deberíamos obligarle a él a que vaya a clases. Yo diría que también deberíamos forzar a Em, aunque probablemente quemase el lugar.”Bromeé.
Él se rió entre dientes.”Creo que tienes razón.”
Edward Cullen
Después de que Bella terminó su corta comida fuimos a ducharnos juntos. No me molesté en afeitarme ni siquiera en vestirme con ropas normales. Saqué los pantalones cortos más cómodos y me puse una camiseta y me calcé unas chanclas. Pacientemente esperé a que Bella terminase de arreglarse.
Ella cogió un libro, un I-pod, unas hojas de papel y un bolígrafo para mantenerse entretenida en el tiempo en que durase la operación, según me dijo. Me sentía culpable por hacer que tuviese que quedarse allí durante los próximos dos días, peor sabia que ella no podría estar en ningún otro lugar. Sabía que si yo le decía que se quedase en casa me montaría un alboroto, así que ni me molesté. Hablando con sinceridad, me apetecía que se quedase en el hospital, simplemente no quería que se preocupase.
Permanecimos en silencio la mayor parte del trayecto al hospital, ni siquiera se encendió la radio. Íbamos un poco temprano. Noté como la furgoneta frenaba.”Tengo miedo.”Murmuré.
“Si lo deseas, aun puedes volver. Tendrás todo mi apoyo sin importar lo que decidas hacer.”Me cogió de la mano y le dio un apretón.
“Lo sé.”Dije sonriendo y lanzando un suspiro.”Voy a hacerlo, solo estoy asustado.”
Tus padres están esperando frente a las puertas. Me pregunto cómo puede tu madre tener tan buen aspecto por las mañanas.”Dijo antes de salir del coche. Yo salté fuera y caminé alrededor del vehículo. Bella me rodeó la cintura con el brazo y yo cubrí sus hombros con el mío. Sabía que estaba arrastrando los pies pero teníamos tiempo de sobra.
“Buenos días, queridos.”Dijo mi madre dulcemente antes de abrazarnos a ambos.
“¿Cómo te sientes?”Preguntó mi padre dándome una palmada en la espalda.
Me encogí de hombros simplemente. Presentía que esa pregunta iban a hacérmela un considerable número de veces durante los próximos días, tal vez semanas.”Terminemos con esto.”
Nos acercamos a la zona donde el doctor nos había mandado ir. Dejé que Bella tirase de mí. El día acababa de comenzar y ya me encontraba agotado. Saludamos a una alegre enfermera, está nos dio unos documentos para que los rellenásemos, o mejor dicho se lo dio a mis padres para que lo hiciesen ellos.
“Tienes una familia muy sana.”Comentó Bella después de que mi madre respondiese la parte que correspondía al historial familiar.
“¡Tenemos buenos genes!”Dijo mi padre alegremente.
Me reí entre dientes.”Ten cuidado, Bella. Creo que es una sutil insinuación a que procreemos.”
“Chitón. Procrear es una palabra muy fea. Creo que sería mejor que hagáis unos preciosos bebés.”Dijo mi madre soltando una risita.
“Esa insinuación no es tan sutil.”Me carcajeé y dejé que mi cabeza se apoyase en el hombro de Bella.”Oye mamá, ¿crees que debemos casarnos antes o nos lo estás solicitando ahora?”
“Soy paciente.”Fue todo lo que respondió.
“Mentirosa.”Bromeé.”Deja a Bella tranquila, estoy seguro que estás consiguiendo que se sienta incómoda.”Dije después de que terminase de hablar.
“No, no me siento incómoda.”Dijo riendo tontamente.”En realidad creo que es bastante divertido.”
“Bien, Bella querida, siempre que vosotros dos seáis felices a mi me parecerá bien. Pero, quiero que haya bebés antes de que sea demasiado mayor como para poder disfrutar de ellos. Ten eso en mente.”Bromeó mi madre.”¡Oh, Carlisle! Piensa en toda la ropa y los juguetes para bebés.”Dijo soltando un pesado suspiro.
“Esme, creo que tú eres más joven que yo. La única persona que conozco que tiene tanta energía como tu es Alice, y ella bebe café o algo por el estilo.”Dijo Bella continuando la broma.
Sonreí cuando comprendí lo que estaban haciendo. Ellos trataban de mantener un ambiente fluido para que yo no me encontrase demasiado incómodo. Les estaba agradecido por que funcionaba, bien, hasta que la enfermera entró en mi cuarto.
“Bueno, Edward, necesito que te pongas esta bata.”Dijo la alegre enfermera después de que me puso la pulsera en la muñeca izquierda. Ella me entregó una bata que parecía como de papel.”Asegúrate de quitártelo todo. Volveré dentro de poco para ponerte la inyección intravenosa.
Le di mis gafas a Bella y después entré en el cuarto de baño para cambiarme. Doblé la ropa, poniéndome la bata rápidamente. Respiré hondo antes de salir para volver con mi familia. Alguien cogió la ropa de mis manos y no estaba seguro de quién. Bella me rodeó con el brazo, llevándome hacia la cama.
Bella Swan
Edward parecía absolutamente petrificado mientras le llevaba hasta la cama. Esta era lo bastante alta como para que pudiese balancear las piernas mientras permanecía sentado al borde. El cabecero de la cama estaba casi en vertical por lo que me apoyé contra él. Era una posición incómoda pero no creo que pudiese estar cómoda hasta que Edward hubiese pasado por todo aquello. Me abracé a mí misma, tratando de mantener a raya el revoloteo de mariposas.
Mi teléfono sonó en el bolsillo trasero de mi pantalón. Lo saqué para encontrarme un mensaje de texto de Alice.
“Estaremos allí en media hora. Tenemos que hacer un par de cosas antes de ir. Deséale a Edward buena suerte y dile que le veremos después de la operación. ¡Os quiero!
Ali.”
A mi pesar me reí tontamente. Eran poco más de las 07:30 y estaba segura de que todos estaban dormidos hasta que el tornado conocido como Alice fue a visitarles. Me preguntaba qué tendrían que hacer antes de venir aquí, especialmente por ser tan temprano.
“¿Qué?”Preguntó Edward, frotándose los brazos con las manos como si tuviese frío.
“Todo el mundo te desea buena suerte y dicen que estarán aquí dentro de poco. Probablemente no estarán aquí hasta después de que entres.”
“No hace falta que vengan. Los hospitales son una mierda.”Murmuró.”Créeme. Lo comprenderé.”
“Todos quieres estar aquí contigo Edward. Queremos mostrarte cuanto te queremos y te apoyamos.”Le froté la espalda suavemente.
“¡Hola, cariño!”Dijo la pequeña enfermera alegremente. Daba la impresión de que disfrutaba de su trabajo.”Necesito que te tumbes, voy a ponerte la intravenosa. Vamos a suministrarte algo para sedarte, así que no luches contra ello. Simplemente túmbate y relájate.”
Edward asintió con la cabeza y se tumbó. La enfermera ajustó la cama para que estuviese completamente en horizontal. Por la mueca que había en la cara de Edward daba la impresión de que se encontraba incómodo. No parecían gustarle las agujas. Tenía la mano izquierda en un puño mientras ella introducía la aguja en el dorso de la otra mano. Mantenía los ojos y los labios fuertemente apretados. Después de que la mujer ajustó las bolsas de suero, posó la mano en el hombro de Edward.”Bien cariño, empezará a hacerte efecto en unos diez minutos. Intenta relajarte y dentro de un momento volveremos a por ti.”
Edward Cullen
Quería echarme a llorar cuando ella introdujo la aguja en la sensible piel de mi mano. Apreté los labios para mantener mis sollozos a raya. Sorprendentemente era más doloroso de lo que pensé que sería.
Sabía que la enfermera me hablaba pero en realidad no podía escuchar nada. Era consciente de que se había marchado pero estaba demasiado ocupado volviéndome loco.”Oh, Dios mío.”Murmuré respirando profundamente.
“No pasa nada. Trata de relajarte como la enfermera te ha dicho.”Me habló Bella, arropándome con las sábanas hasta la cintura.
“No es fácil hacerlo.”
“Lo sé. Todo saldrá bien.”Dijo Bella tranquilamente.
Edward, voy a hablar un momento con tu médico, enseguida vuelvo.”Dijo mi padre mientras se alejaba.
“Voy con él.”Añadió mi madre rápidamente.
“Creo que intentan darnos privacidad.”Dije sonriendo.
“Eso parece.”Dijo suavemente Bella. Se sentó en la cama y se inclinó contra mí. Sus pequeños dedos me acariciaron el cabello y la cara.”Eres tan guapo.”
“¿Incluso estando completamente drogado?”Bromeé.
“Sí.”Soltó una risita. Ella dejó su mano en mi mejilla antes de inclinarse para darme un profundo beso. En ese momento pude sentir todo su amor y devoción. Moví la mano derecha para introducirla en su cabello, acercándola más a mí. Intenté mantenerme así pero todo lo que quería hacer era dejarme vencer.
“Vale…”Murmuré mientras ella se separaba. En mis labios sentía un hormigueo muy agradable, además de por todo el resto del cuerpo.
“O soy muy buena besando o esas drogas empiezan a hacer efecto.”Bromeó.
“Tú eres muy buena besando.”Me reí entre dientes. Ella soltó una dulce risita antes de darme un besito en la nariz.”Mm, mi hermosa Bella.”
“Ah, sí, las drogas atacan.”Dijo mi padre riendo. No sabría decir en qué dirección se encontraba. Notaba la cabeza pesada, los párpados se cerraban sin mi permiso.
Bella Swan
“Bella, mi ángel, te quiero tantísimo.”Alargó cada palabra, pronunciándolas mal. Me pregunté si a él le habrían sonado bien.
“Lo sé. Yo también te quiero.”No pude evitar reírme tontamente ante la sonrisa boba que tenía en su rostro. Me alegraba de que las drogas no le hubiesen dejado paranoico.
“¿Nos casaremos, verdad?”Me preguntó. Estaba segura de que más tarde no lo recordaría.
“Ah, sí, lo haremos.”Le respondí en un tono tranquilizador, frotando la punta de los dedos en su mejilla.
“¿De verdad?”Preguntó Esme contenta. Yo simplemente le sonreí. No había ningún anillo en mi dedo y él no tenía que preguntar. Yo ya era suya, por lo que no importaba.
"Pero shhh, aun no se lo he pedido. Sin embargo me dijo que cuando estuviese preparada.”Dijo tranquilamente Edward.
Fruncí los labios para evitar reírme.”Bella si tienes cualquier pregunta que hacerle a Edward, este es el momento. Creo que te dará una respuesta sincera.”Se rió Carlisle.
“Te estás burlando de mi, ¿no?”Dijo Edward poniendo pucheros.
“Sí, pero solo porque te amo.”Dije, besándole y haciendo que dejase de hacer pucheros.
“Besas muy bien.”Dijo alegremente, con aspecto de estar un poco pagado de sí mismo después del leve pico que le di.
“Y, tú estás completamente colocado.”Le di un toquecito en la nariz. Él me dio su mejor sonrisa torcida e incluso en su estado, hizo que mi corazón palpitase errático. Me mordí el labio para ocultar mi diversión.”Edward quédate tumbado y relájate.”
“Pensaba que ya estaba tumbado.”Contestó.
“¿Qué diablos le han dado?”Le preguntó Esme a Carlisle, claramente preocupada.
Carlisle puso los ojos en blanco.”No te preocupes es normal. Dentro de poco estará dormido.”
La enfermera entró unos pocos minutos después para llevarle a la sala de operaciones. Tuve que ayudarla a poner a Edward en la silla de ruedas. Le di un suave empujón y se dejó caer en la silla.
“Te veré dentro de muy poquito, amor.”Dijo alegremente. Él me tiró del brazo y me acercó más a él, aplastando nuestros labios. No duró mucho tiempo aunque parecía que Edward quería que durase más.”Te amo.”Dijo con una gran sonrisa.
“Y yo a ti.”Le di un beso en la cabeza antes de que ella se lo llevase rodando.
Fui hasta la cama y cogí su almohada. Me dejé caer pesadamente, poniéndome la almohada sobre la cara. Respiré profundamente, obteniendo un leve retazo del aroma que había dejado.
“Estará bien, Bella.”Me reconfortó Esme, sentándose en la cama junto a mí.”¿Por qué no vemos algo la televisión?”Me ofreció.
Esme fijó la cama para que se incorporase y se sentó a mi lado, sosteniendo mi mano, mientras hacía zapping. Sabía que ella no quería ver nada de eso, pero no había mucho más que hacer. Yo no podía concentrarme el tiempo suficiente para leer. No quería escuchar música, la cabeza me dolía demasiado para eso. Así que me quedé allí sentada con Esme sujetando mi mano mientras mi cabeza se iba inclinando contra su hombro.
“Parecéis madre e hija.”Dijo Alice alegremente nada más entrar. En sus brazos llevaba una cesta de mimbre y a ella la iba siguiendo el resto del grupo, que cada uno llevaba algo. Emmett sujetaba los globos, Jasper un pequeño jarrón con flores que estaba segura de que Alice se lo había impuesto y Rosalie un pequeño león de peluche.
“Eso es porque ella es mi mami.”Les dije abrazándola por la cintura. Me acurruqué a uno de sus costados como una niña pequeña.
“No dejes que Renée oiga eso.”Bromeó Jasper dejando las flores junto a la ventana.
“Renée es mi madre. Esme es mi mamá. Hay una diferencia.”Me defendí.
Esme de dio un beso en la cabeza.”Me siento de la misma forma contigo, Bella.”Sonrió contenta.”Estoy tan feliz de que Edward y tu os hayáis conocido.”
“Yo también.”
“¡Bueno, te traje un kit de supervivencia para el hospital!”Nos dijo Alice mientras botaba en la cama. Dejó la cesta entre nosotras.”Fui a tu casa e hice unos bocadillos de pavo con las sobras y traje unas pastas. Porque todos sabemos que la comida del hospital es una mierda.”
“Me alegra ver que utilizas bien la llave de vuestra casa.”Dije sarcásticamente.
Ella me ignoró.”Además, también te traje unas barritas de caramelo. Un buen termo de café. Una baraja de cartas, ¡siempre son divertidas! ¡Podemos jugar al ERS (Egyptian Ratscrew) o a Speed!”
“¿Quiero saber jugar a eso?”Le pregunté a Jasper.
“Probablemente no, pero ella te habrá enseñado al final del día. Estate preparada.”Rió Jasper.
Miré los rostros de las personas que tenía a mí alrededor. Eran mi familia y no podía estar más feliz de que estuviesen aquí.”Gracias.”
“¡De nada!”Dijo Alice alegremente. Se arrastró por la cama hasta que estuvo contra mí.”¿Qué estamos viendo?”
Bella Swan
Me desperté sola y asustada. Cuando el despertador comenzó a sonar por la mañana intenté, por instinto, acurrucarme contra Edward, pero él no estaba allí. En mi atontado estado me puse a sobar las sabanas en busca de su cuerpo cálido y agradable. Cuando fui consciente de que no estaba allí me incorporé rápidamente y acerqué la mano al reloj para apagarlo. Tiré de las sábanas para taparme las piernas envolviéndola a mí alrededor, y fui a la sala de estar.
“¿Edward?”Le llamé suavemente, apenas fue un susurro.”Edward, ¿dónde estás?”
Todo lo que podía oír era el sonido de mis pasos contra el duro suelo de madera. Mientras me movía, el corazón me golpeaba en el pecho. El sol aun no había salido de forma que la casa estaba completamente a oscuras.
Oí ruidos mientras Edward pasaba los dedos por las teclas de su nuevo y brillante piano. Pegué un bote. Me llevé la mano al pecho, tratando de que no se me saliese el corazón. Edward levantó la cabeza, su pálida piel resplandecía, incluso en la oscuridad.”¿Bella?”
“Me has dado un susto de muerte.”Murmuré.
“Lo siento.”Suspiró.”No podía dormir. Pensé que podría tocar algo pero parece que no me viene nada.”
“Es porque estás nervioso.”Le dije sentándome a su lado en el banco. Dejé que mi mano descansase sobre su rodilla.”¿Has dormido algo?”
“No, pero me había imaginado que hoy no podría dormir. De todas formas van a drogarme.”Le quitó importancia.”Hice algo de desayuno, por si tienes hambre.”
“No tenías porqué hacerlo, sobre todo porque tú tienes que ir en ayunas.”Incliné la cabeza contra su hombro.
“Queria hacerlo. Quería cuidar de ti una vez más antes de que tengas que hacerlo tú por mí durante algún tiempo.”Respondió mientras me besaba la frente. Él me hizo ponerme en pie y me llevó hasta la mesa. No se había molestado en encender la luz, ya que no la necesitaba, de lo contrario yo hubiera notado antes lo que tenia ante mí. Edward había hecho huevos revueltos con tostadas y salchichas. Incluso había una taza de café, hecho como a mí me gustaba. Aun estaba caliente por lo que debía de estar recién hecho.
Me sentía culpable por comer y me alegraba de que él no hubiese preparado más comida de la necesaria. Me senté, todavía envuelta en la sábana, masticando lentamente la tostada.”Está bueno, gracias.”
“Después, cuando, quiero decir si puedo ver ¿vendrías conmigo a un curso de cocina? En realidad tú no lo necesitas, es que simplemente no creo que Jasper venga conmigo.”Dijo con una pequeña sonrisa.
“Me encantaría. Siempre puedo mejorar mis habilidades.”
“Solo quiero aprender a hacer algo bueno así podré cocinar lo mejor para ti. Tú lo haces por mí con tanta frecuencia que no parece justo.”Parecía que esos pensamientos le ponían triste.
“Edward, hay un montón de chicos que no cocinan. Todo lo que Jasper puede hacer son macarrones con queso. Tal vez deberíamos obligarle a él a que vaya a clases. Yo diría que también deberíamos forzar a Em, aunque probablemente quemase el lugar.”Bromeé.
Él se rió entre dientes.”Creo que tienes razón.”
Edward Cullen
Después de que Bella terminó su corta comida fuimos a ducharnos juntos. No me molesté en afeitarme ni siquiera en vestirme con ropas normales. Saqué los pantalones cortos más cómodos y me puse una camiseta y me calcé unas chanclas. Pacientemente esperé a que Bella terminase de arreglarse.
Ella cogió un libro, un I-pod, unas hojas de papel y un bolígrafo para mantenerse entretenida en el tiempo en que durase la operación, según me dijo. Me sentía culpable por hacer que tuviese que quedarse allí durante los próximos dos días, peor sabia que ella no podría estar en ningún otro lugar. Sabía que si yo le decía que se quedase en casa me montaría un alboroto, así que ni me molesté. Hablando con sinceridad, me apetecía que se quedase en el hospital, simplemente no quería que se preocupase.
Permanecimos en silencio la mayor parte del trayecto al hospital, ni siquiera se encendió la radio. Íbamos un poco temprano. Noté como la furgoneta frenaba.”Tengo miedo.”Murmuré.
“Si lo deseas, aun puedes volver. Tendrás todo mi apoyo sin importar lo que decidas hacer.”Me cogió de la mano y le dio un apretón.
“Lo sé.”Dije sonriendo y lanzando un suspiro.”Voy a hacerlo, solo estoy asustado.”
Tus padres están esperando frente a las puertas. Me pregunto cómo puede tu madre tener tan buen aspecto por las mañanas.”Dijo antes de salir del coche. Yo salté fuera y caminé alrededor del vehículo. Bella me rodeó la cintura con el brazo y yo cubrí sus hombros con el mío. Sabía que estaba arrastrando los pies pero teníamos tiempo de sobra.
“Buenos días, queridos.”Dijo mi madre dulcemente antes de abrazarnos a ambos.
“¿Cómo te sientes?”Preguntó mi padre dándome una palmada en la espalda.
Me encogí de hombros simplemente. Presentía que esa pregunta iban a hacérmela un considerable número de veces durante los próximos días, tal vez semanas.”Terminemos con esto.”
Nos acercamos a la zona donde el doctor nos había mandado ir. Dejé que Bella tirase de mí. El día acababa de comenzar y ya me encontraba agotado. Saludamos a una alegre enfermera, está nos dio unos documentos para que los rellenásemos, o mejor dicho se lo dio a mis padres para que lo hiciesen ellos.
“Tienes una familia muy sana.”Comentó Bella después de que mi madre respondiese la parte que correspondía al historial familiar.
“¡Tenemos buenos genes!”Dijo mi padre alegremente.
Me reí entre dientes.”Ten cuidado, Bella. Creo que es una sutil insinuación a que procreemos.”
“Chitón. Procrear es una palabra muy fea. Creo que sería mejor que hagáis unos preciosos bebés.”Dijo mi madre soltando una risita.
“Esa insinuación no es tan sutil.”Me carcajeé y dejé que mi cabeza se apoyase en el hombro de Bella.”Oye mamá, ¿crees que debemos casarnos antes o nos lo estás solicitando ahora?”
“Soy paciente.”Fue todo lo que respondió.
“Mentirosa.”Bromeé.”Deja a Bella tranquila, estoy seguro que estás consiguiendo que se sienta incómoda.”Dije después de que terminase de hablar.
“No, no me siento incómoda.”Dijo riendo tontamente.”En realidad creo que es bastante divertido.”
“Bien, Bella querida, siempre que vosotros dos seáis felices a mi me parecerá bien. Pero, quiero que haya bebés antes de que sea demasiado mayor como para poder disfrutar de ellos. Ten eso en mente.”Bromeó mi madre.”¡Oh, Carlisle! Piensa en toda la ropa y los juguetes para bebés.”Dijo soltando un pesado suspiro.
“Esme, creo que tú eres más joven que yo. La única persona que conozco que tiene tanta energía como tu es Alice, y ella bebe café o algo por el estilo.”Dijo Bella continuando la broma.
Sonreí cuando comprendí lo que estaban haciendo. Ellos trataban de mantener un ambiente fluido para que yo no me encontrase demasiado incómodo. Les estaba agradecido por que funcionaba, bien, hasta que la enfermera entró en mi cuarto.
“Bueno, Edward, necesito que te pongas esta bata.”Dijo la alegre enfermera después de que me puso la pulsera en la muñeca izquierda. Ella me entregó una bata que parecía como de papel.”Asegúrate de quitártelo todo. Volveré dentro de poco para ponerte la inyección intravenosa.
Le di mis gafas a Bella y después entré en el cuarto de baño para cambiarme. Doblé la ropa, poniéndome la bata rápidamente. Respiré hondo antes de salir para volver con mi familia. Alguien cogió la ropa de mis manos y no estaba seguro de quién. Bella me rodeó con el brazo, llevándome hacia la cama.
Bella Swan
Edward parecía absolutamente petrificado mientras le llevaba hasta la cama. Esta era lo bastante alta como para que pudiese balancear las piernas mientras permanecía sentado al borde. El cabecero de la cama estaba casi en vertical por lo que me apoyé contra él. Era una posición incómoda pero no creo que pudiese estar cómoda hasta que Edward hubiese pasado por todo aquello. Me abracé a mí misma, tratando de mantener a raya el revoloteo de mariposas.
Mi teléfono sonó en el bolsillo trasero de mi pantalón. Lo saqué para encontrarme un mensaje de texto de Alice.
“Estaremos allí en media hora. Tenemos que hacer un par de cosas antes de ir. Deséale a Edward buena suerte y dile que le veremos después de la operación. ¡Os quiero!
Ali.”
A mi pesar me reí tontamente. Eran poco más de las 07:30 y estaba segura de que todos estaban dormidos hasta que el tornado conocido como Alice fue a visitarles. Me preguntaba qué tendrían que hacer antes de venir aquí, especialmente por ser tan temprano.
“¿Qué?”Preguntó Edward, frotándose los brazos con las manos como si tuviese frío.
“Todo el mundo te desea buena suerte y dicen que estarán aquí dentro de poco. Probablemente no estarán aquí hasta después de que entres.”
“No hace falta que vengan. Los hospitales son una mierda.”Murmuró.”Créeme. Lo comprenderé.”
“Todos quieres estar aquí contigo Edward. Queremos mostrarte cuanto te queremos y te apoyamos.”Le froté la espalda suavemente.
“¡Hola, cariño!”Dijo la pequeña enfermera alegremente. Daba la impresión de que disfrutaba de su trabajo.”Necesito que te tumbes, voy a ponerte la intravenosa. Vamos a suministrarte algo para sedarte, así que no luches contra ello. Simplemente túmbate y relájate.”
Edward asintió con la cabeza y se tumbó. La enfermera ajustó la cama para que estuviese completamente en horizontal. Por la mueca que había en la cara de Edward daba la impresión de que se encontraba incómodo. No parecían gustarle las agujas. Tenía la mano izquierda en un puño mientras ella introducía la aguja en el dorso de la otra mano. Mantenía los ojos y los labios fuertemente apretados. Después de que la mujer ajustó las bolsas de suero, posó la mano en el hombro de Edward.”Bien cariño, empezará a hacerte efecto en unos diez minutos. Intenta relajarte y dentro de un momento volveremos a por ti.”
Edward Cullen
Quería echarme a llorar cuando ella introdujo la aguja en la sensible piel de mi mano. Apreté los labios para mantener mis sollozos a raya. Sorprendentemente era más doloroso de lo que pensé que sería.
Sabía que la enfermera me hablaba pero en realidad no podía escuchar nada. Era consciente de que se había marchado pero estaba demasiado ocupado volviéndome loco.”Oh, Dios mío.”Murmuré respirando profundamente.
“No pasa nada. Trata de relajarte como la enfermera te ha dicho.”Me habló Bella, arropándome con las sábanas hasta la cintura.
“No es fácil hacerlo.”
“Lo sé. Todo saldrá bien.”Dijo Bella tranquilamente.
Edward, voy a hablar un momento con tu médico, enseguida vuelvo.”Dijo mi padre mientras se alejaba.
“Voy con él.”Añadió mi madre rápidamente.
“Creo que intentan darnos privacidad.”Dije sonriendo.
“Eso parece.”Dijo suavemente Bella. Se sentó en la cama y se inclinó contra mí. Sus pequeños dedos me acariciaron el cabello y la cara.”Eres tan guapo.”
“¿Incluso estando completamente drogado?”Bromeé.
“Sí.”Soltó una risita. Ella dejó su mano en mi mejilla antes de inclinarse para darme un profundo beso. En ese momento pude sentir todo su amor y devoción. Moví la mano derecha para introducirla en su cabello, acercándola más a mí. Intenté mantenerme así pero todo lo que quería hacer era dejarme vencer.
“Vale…”Murmuré mientras ella se separaba. En mis labios sentía un hormigueo muy agradable, además de por todo el resto del cuerpo.
“O soy muy buena besando o esas drogas empiezan a hacer efecto.”Bromeó.
“Tú eres muy buena besando.”Me reí entre dientes. Ella soltó una dulce risita antes de darme un besito en la nariz.”Mm, mi hermosa Bella.”
“Ah, sí, las drogas atacan.”Dijo mi padre riendo. No sabría decir en qué dirección se encontraba. Notaba la cabeza pesada, los párpados se cerraban sin mi permiso.
Bella Swan
“Bella, mi ángel, te quiero tantísimo.”Alargó cada palabra, pronunciándolas mal. Me pregunté si a él le habrían sonado bien.
“Lo sé. Yo también te quiero.”No pude evitar reírme tontamente ante la sonrisa boba que tenía en su rostro. Me alegraba de que las drogas no le hubiesen dejado paranoico.
“¿Nos casaremos, verdad?”Me preguntó. Estaba segura de que más tarde no lo recordaría.
“Ah, sí, lo haremos.”Le respondí en un tono tranquilizador, frotando la punta de los dedos en su mejilla.
“¿De verdad?”Preguntó Esme contenta. Yo simplemente le sonreí. No había ningún anillo en mi dedo y él no tenía que preguntar. Yo ya era suya, por lo que no importaba.
"Pero shhh, aun no se lo he pedido. Sin embargo me dijo que cuando estuviese preparada.”Dijo tranquilamente Edward.
Fruncí los labios para evitar reírme.”Bella si tienes cualquier pregunta que hacerle a Edward, este es el momento. Creo que te dará una respuesta sincera.”Se rió Carlisle.
“Te estás burlando de mi, ¿no?”Dijo Edward poniendo pucheros.
“Sí, pero solo porque te amo.”Dije, besándole y haciendo que dejase de hacer pucheros.
“Besas muy bien.”Dijo alegremente, con aspecto de estar un poco pagado de sí mismo después del leve pico que le di.
“Y, tú estás completamente colocado.”Le di un toquecito en la nariz. Él me dio su mejor sonrisa torcida e incluso en su estado, hizo que mi corazón palpitase errático. Me mordí el labio para ocultar mi diversión.”Edward quédate tumbado y relájate.”
“Pensaba que ya estaba tumbado.”Contestó.
“¿Qué diablos le han dado?”Le preguntó Esme a Carlisle, claramente preocupada.
Carlisle puso los ojos en blanco.”No te preocupes es normal. Dentro de poco estará dormido.”
La enfermera entró unos pocos minutos después para llevarle a la sala de operaciones. Tuve que ayudarla a poner a Edward en la silla de ruedas. Le di un suave empujón y se dejó caer en la silla.
“Te veré dentro de muy poquito, amor.”Dijo alegremente. Él me tiró del brazo y me acercó más a él, aplastando nuestros labios. No duró mucho tiempo aunque parecía que Edward quería que durase más.”Te amo.”Dijo con una gran sonrisa.
“Y yo a ti.”Le di un beso en la cabeza antes de que ella se lo llevase rodando.
Fui hasta la cama y cogí su almohada. Me dejé caer pesadamente, poniéndome la almohada sobre la cara. Respiré profundamente, obteniendo un leve retazo del aroma que había dejado.
“Estará bien, Bella.”Me reconfortó Esme, sentándose en la cama junto a mí.”¿Por qué no vemos algo la televisión?”Me ofreció.
Esme fijó la cama para que se incorporase y se sentó a mi lado, sosteniendo mi mano, mientras hacía zapping. Sabía que ella no quería ver nada de eso, pero no había mucho más que hacer. Yo no podía concentrarme el tiempo suficiente para leer. No quería escuchar música, la cabeza me dolía demasiado para eso. Así que me quedé allí sentada con Esme sujetando mi mano mientras mi cabeza se iba inclinando contra su hombro.
“Parecéis madre e hija.”Dijo Alice alegremente nada más entrar. En sus brazos llevaba una cesta de mimbre y a ella la iba siguiendo el resto del grupo, que cada uno llevaba algo. Emmett sujetaba los globos, Jasper un pequeño jarrón con flores que estaba segura de que Alice se lo había impuesto y Rosalie un pequeño león de peluche.
“Eso es porque ella es mi mami.”Les dije abrazándola por la cintura. Me acurruqué a uno de sus costados como una niña pequeña.
“No dejes que Renée oiga eso.”Bromeó Jasper dejando las flores junto a la ventana.
“Renée es mi madre. Esme es mi mamá. Hay una diferencia.”Me defendí.
Esme de dio un beso en la cabeza.”Me siento de la misma forma contigo, Bella.”Sonrió contenta.”Estoy tan feliz de que Edward y tu os hayáis conocido.”
“Yo también.”
“¡Bueno, te traje un kit de supervivencia para el hospital!”Nos dijo Alice mientras botaba en la cama. Dejó la cesta entre nosotras.”Fui a tu casa e hice unos bocadillos de pavo con las sobras y traje unas pastas. Porque todos sabemos que la comida del hospital es una mierda.”
“Me alegra ver que utilizas bien la llave de vuestra casa.”Dije sarcásticamente.
Ella me ignoró.”Además, también te traje unas barritas de caramelo. Un buen termo de café. Una baraja de cartas, ¡siempre son divertidas! ¡Podemos jugar al ERS (Egyptian Ratscrew) o a Speed!”
“¿Quiero saber jugar a eso?”Le pregunté a Jasper.
“Probablemente no, pero ella te habrá enseñado al final del día. Estate preparada.”Rió Jasper.
Miré los rostros de las personas que tenía a mí alrededor. Eran mi familia y no podía estar más feliz de que estuviesen aquí.”Gracias.”
“¡De nada!”Dijo Alice alegremente. Se arrastró por la cama hasta que estuvo contra mí.”¿Qué estamos viendo?”
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Capítulo 46
Bella Swan
“¿Por qué tardan tanto?”Pregunté. Miré el reloj, por tercera vez en tres minutos. Solo eran las once. Sabía que me estaba impacientando, pero no me importaba. Estaba preocupada.
“Bella, no te preocupes. Generalmente las operaciones duran entre dos y cuatro horas.”Dijo Carlisle suspirando. Sabía que él estaba tan impaciente como yo.
Yo seguía sentada en la cama del hospital con Esme y Alice, además Rosalie se había unido a nosotras. Emmett y Jasper jugaban a las cartas, mientras Carlisle leía el periódico. La televisión estaba encendida, pero yo no sabía qué estaban echando. En realidad no estaba prestando ninguna atención.
“¿Por qué no comes algo?”Me ofreció Alice.
Yo me encogí de hombros. Tenía hambre pero me preocupaban las mariposas que sentía en mi estómago. Ella vio que dudaba y me sonrió.
“Tengo algo de sed. Bella, ¿por qué no me acompañas a la cafetería y compramos un refresco?”Se ofreció Jasper, bajando sus cartas.
“Claro. Por qué no.”Suspiré.”Compraremos bebidas para todos.”
Tras aclarar lo que querían fuimos a la planta baja. Jasper me rodeó fuertemente los hombros con un brazo, llevándome al ascensor.”Sabes que todo va a salir bien ¿no?”
“Sí, solo estoy preocupada.”Dije a la vez que inclinaba la cabeza contra su hombro.
“Es comprensible, pero tienes que ser fuerte por Edward, y sus padres. También están preocupados. Todos lo estamos. “Me dio un besito en la cabeza, de forma fraternal.”Eres una chica valiente.”
“No me siento así.”Admití.
En ese momento estábamos haciendo cola. Había comenzado la hora del almuerzo por lo que el sitio estaba un poco lleno por los médicos y las enfermeras. Jasper cogió todas las botellas que nos habían encargado, las puso sobre una bandeja a la vez que se acercaba hacia la caja.”Bella, Edward te ama por muchas razones. Él siente que eres una persona muy valiente, muy generosa y yo estoy de acuerdo con él.”
“¿Qué me hace tan valiente?”
“Eres valiente porque sales con un hombre con el que muchas mujeres no podrían salir, simplemente porque no son capaces de ver más allá de su discapacidad. Edward es un chico normal, poca gente ve eso. Exteriormente es distinto así que mucha gente le rehúye. Estúpidos y cobardes. ¿Has pensado en eso alguna vez?”Me preguntó antes de pagar los refrescos. Yo estaba completamente anonadada. Puso las bebidas en una bolsa y me cogió de la mano.
El viaje en ascensor fue silencioso mientras el continuaba sujetando mi mano de forma tranquilizadora. Cuando llegamos a la habitación Alice lo había organizado todo para que pudiésemos comer. Ella nos sonrió alegremente A Jasper y a mí. Fui hasta ella y la abracé con fuerza.”Jasper es un gran chico.”Susurré en su cabello.
“Lo sé.”Me contestó sonriendo.
Casi en el mismo momento en el que nos sentamos entró el médico. Pegué un bote en mi silla como si pensase que Edward iba a entrar tras él. Sabía que era estúpido pero no pude evitarlo.
“Bien, en estos momentos ya ha salido de la operación. Todo ha ido bien.”
“¿Tuvieron que forzar mucho?”Preguntó Carlisle, su rostro estaba serio.
“Lo hicimos, pero estoy bastante convencido sin embargo de que ha sido un éxito.”Dijo el doctor, su expresión era tan grave como la de Carlisle.
“¿Qué pasa con su vista?”Pregunté tranquilamente.
“No estaremos seguros hasta mañana. Es algo que solo el tiempo dirá.”Dijo suspirando profundamente.”Se quedará en recuperación dos horas y luego le traeremos aquí. Va a necesitar reposo.”
“Gracias. Lo entendemos doctor.”Dijo Esme dándole la mano al médico antes de que se marchase. Ella se acercó a mí y me pasó un brazo por los hombros.”Ves, no hay nada por lo que preocuparse.”
Asentí con la cabeza. En realidad estaba cansada de que todos me dijesen que no había nada por lo que preocuparse y que todo iría bien. Nada iba a cambiar la forma en la que me sentía hasta que viese a Edward y me encontrase en sus brazos.
Todos comieron en silencio, incluso Emmett que era el más locuaz del grupo. En realidad yo apenas saboreé la comida. Me encontraba demasiado ocupada pensando. Después de comer eché la cabeza hacia a tras apoyándome en el respaldo de la incómoda silla de plástico y cerré los ojos. No sé cómo pude dormirme, pero lo hice.
Me despertó un fuerte chirrido. Abrí los ojos y dirigí la mirada hacia la cama de Edward. No estaba. La sacaban por la puerta. Me volví hacia Esme, inquiriéndole en silencio. No estaba lo suficientemente despierta como para preguntárselo con palabras.
“Van a traerle.”Me cogió de la mano y me dio un apretón.
Diez minutos después atravesaron la puerta. Su piel estaba totalemtne pálida y la venda tapaba demasiado de su hermoso rostro. Tras ponerle los frenos a la cama me acerqué y le cogí de la mano.
“¿Está despierto?”Le pregunté a Esme tranquilamente. Sabía que ella tampoco podía responderme así que no sé porqué me molestaba en preguntar.
“¿Bells?”Preguntó tranquilo, giró la cara en mi dirección.
“¿Si?”Me incliné más cera, llevando su mano a mis labios.
“No siento la cara.”Murmuró.
No pude evitar reírme con nerviosismo.”No puedo imaginarme por qué.”
“Además de tener la cara dormida ¿Cómo te sientes?”Preguntó Emmett, situándose al otro lado de la cama.
“Cómo si me hubiese golpeado un camión.”
“Entonces ¿no demasiado mal?”Dijo Jasper riéndose entre dientes, palmeándole el hombro.
“Así es. Estoy seguro de que me he sentido peor en otro momento.”Sonrió ligeramente, dejó caer la cabeza en mi dirección.”¿Cómo estás?”
“No te preocupes por mí.”Le dije apoyándome con cuidado para besarle.
“Siempre me preocupo por ti.”
Rosalie se acercó a la cama con el animal de peluche que había comprado.”Oye, guapo. Tengo algo que te hará sentir mejor.”
“¿Qué es? ¿una inyección de morfina?”
“Mucho mejor que eso.”Le puso el peluche entre el brazo y el torso, para que se sujetase bien.”Es un león de peluche. Por alguna razón me recordó a ti.”
Levantó el brazo un poco y acarició la melena del peluche.”Gracias, Rose. Es muy dulce.”
Miré a Carlisle y Esme la mirada de ambos rebosaba amor mientras observaban a su hijo. Me di cuenta de que aun no habían dicho nada. Simplemente articulando las palabras le pregunté a Esme si estaba bien. Ella asintió moviendo la cabeza perezosamente.
“Hola cariño.”
“Hola mamá.”Sonrió un poco.”Hola papá ¿qué tal?”
“Estoy bien. ¿Por qué no te tomas una siesta? Pareces cansado.”Respondió.
“Solo si Bella se echa conmigo.”Replicó, la voz de Edward sonaba pesada. Miré a Carlisle para ver si lo aprobaba. Él asintió con la cabeza. Me arrastré a su cama sin decir nada y coloqué la cabeza en su pecho duro. Su corazón latía contra mi mejilla mientras uno de sus brazos, el izquierdo, envolvía con fuerza mi cintura. Murmuró algo debido al placer que estaba sintiendo. Yo me sentía exactamente de la misma manera.
Edward Cullen
No sabía qué hora era pero sentía una mano sacudirme el hombro.”Cariño, vamos a volver al hotel a dormir un poco. Los demás ya se marcharon a casa. No querían molestarte.”Me susurró mi madre junto a mi oído.
Asentí ligeramente con la cabeza, con una extraña sensación y me di cuenta de que tenía vendada la piel. Notaba un cómodo peso en mi lado izquierdo y comprendí que se trataba de Bella, su pelo me hacia cosquillas en el brazo. Respiraba profundamente y supe que estaba adurmiendo.
“Dales las gracias por haberse quedado. Sois los mejores.”Les dije a mis padres. Los dos me besaron la cabeza y me desearon buenas noches. Cogí la manta y arropé mejor a Bella.
No me dolía, por decir algo. Sabía que estaba incómodo y no estaba seguro de si era por el extraño vendaje o si el dolor se alimentada de la aguja intravenosa que en verdad estaba haciendo su trabajo. Supuse que serian las drogas.
Mi estómago gruñó y yo le devolví el gruñido. No tenía mucha hambre, o al menos no me apetecía comer. Además, no quería despertar a Bella. Me encantaba saber que estaba tan cerca de mí. No podía imaginar el tratar de pasar un par de días sin ella.
Enredé los dedos en su cabello, con lo que me llevé un par de mechones a la nariz. Olía tan dulce como siempre. Suspiré y me incliné para darle un suave beso en la cabeza. Hubiera besado sus labios, pero tenía la sensación de tener la boca llena de algodón. Ni siquiera me podía imaginar cómo sabría. Brevemente me pregunté si habría traído un cepillo de dientes. Lo dudaba.
“Mm, hola guapo.”Susurró contra mi pecho, girando levemente en mis brazos.”¿Cómo estás?”
“Bien, algo hambriento.”Dijo con sinceridad.
Se incorporó un poco.”Bien, son las nueve. Puedo darme prisa y comprarte algo para comer.”
“No tienes que hacerlo.”Le dije, tenía hambre pero no quería que se alejase de mi lado.
“Quiero. Quiero hacer algo por ti. Es viernes por la noche así que todo está abierto hasta tarde. Elige. ¿Te gustaría tomar sopa o crees que te las puedes arreglar con algo más sólido?”Preguntó dulcemente, las puntas de sus dedos bailaron por mi brazo.
“¿Tienes hambre?”Le pregunté tratando de que pasase el tiempo.
“Un poco. Comí un sándwich de pavo hace unas nueve horas.”
“Bueno, entonces compra lo que quieras.”Le dije encogiéndome de hombros.”Sabes que estaré de acuerdo con lo que sea.”
Ella rió levemente.”Deja de ser tan cabezota y dime qué quieres.”
Suspiré audiblemente.”No soy cabezota.”
“Mentira. Sé lo que estás haciendo. No me llevará mucho tiempo ir a por la comida. Cuanto más rápido escojas algo antes volveré.”Tiró de un mechón de mi cabello. Sonreí para mis adentros. Me encantaba lo bien que me conocía.
“Bien, bien.”Me reí entre dientes.” Chick-fil-a ¿Te parece bien?”(n/t: el Chick-fil-a es una cadena de restaurantes de comida rápida)
“Suena bien ¿qué quieres?”
“Um, el numero uno con un Dr. Pepper (n/t: es un refresco). ¡Oh! ¿Puedes traer también un batido de chocolate?”Hice un puchero medio en broma.
“Por supuesto, tonto.”Se inclinó y apretó los labios en los míos.”Volveré en treinta minutos. Te amo.”
“Yo también te amo. Y, gracias.”Le dije mientras se marchaba.
“Es un placer.”Dijo antes de cerrar la puerta. Pude sentir la sinceridad en sus palabras.
Me senté en la cama, esperándola. La puerta se abrió más tarde sin que hubiesen pasado ni cinco minutos.”Bella, ¿se te ha olvidado algo?”
“No, no soy Bella.”Dijo una mujer.”Soy Barbra y esta noche seré tu enfermera. Solo necesito revisar unas cosas y te dejaré solo.”
“Oh, bien.”Dije en voz baja.
“¿Bella es tu esposa?”Preguntó para darme conversación.
“Lo será.”Dije sonriendo.
“Me parece que los chicos que había aquí antes estaban realmente preocupados. Nunca había visto tanta gente metida dentro de una habitación antes, de verdad. ¿Eran todos familiares tuyos?”Preguntó.
Me reí entre dientes.”Sí, lo son.”
“Bueno, tienes una familia muy cariñosa.”
“Lo sé.”Sonreí.”¡Oh, deberíamos haber preguntado esto antes! pero ¿puede Bella comprarme algo de comida?”
Ella se rió entre dietes.”Claro. Depende de ti, si sientes que vas a poder tragar. Estaba a punto de darte otra dosis de morfina por lo que puede que te sientas un poco mareado. ¿Quieres que no te ponga demasiado para qué puedas comer tranquilo?”
“Sí, por favor. Tengo hambre.”Le dije con gratitud.
Poco después Bella apareció con la comida. Se puso a mi lado y comenzó a sacar las cosas para mí. Me entregó el bocadillo de pollo envuelto en una servilleta. Le puso mayonesa donde a mí me gustaba. Le di un gran mordisco y suspiré complacido por lo deliciosamente grasiento que estaba.
“¿Está bueno?”Dijo soltando una risita mientras me ofrecía un gofre.
Asentí con la cabeza, ignorando el tirón del esparadrapo.”Gracias.”
“Cuando quieras.”Descansó la cabeza contra mi hombro. Oí que le daba un fuerte sorbo a algo, luego me lo ofreció a mí. Atrapé la pajita con los labios y bebí el batido. Me alivió un poco la garganta seca.
Después de nuestra pequeña cena, Bella se acurrucó a mi lado. Su pie descalzo me rozó las piernas, puso el muslo sobre mi regazo. La rodeé con el brazo, apretándola contra mí. Pequé un respingo por el dolor y traté de ocultarlo enterrando la cara en su cabello.
“¿Estás bien?”Preguntó, la preocupación teñía su hermoso tono.
“Me duele un poco.”
“¿Hay algo que pueda hacer?”
“Distráeme.”Dije tras un minuto. Yo no sabía lo que quería que hiciera o si realmente podía hacer algo. Pero valía la pena intentarlo.
Ella se revolvió un poco y colocó la mano en mi nuca. Comenzó a darme suaves masajes, los dedos recorrieron el cabello de la parte de atrás de mi cabeza. Acercó los labios a mi oído y comenzó a tararear algo. Se trataba de un sonido relajante. No tenía ni idea de lo que era, pero no importaba. Era hermoso porque venía de ella. Apoyé un lado de mi cara en su hombro, girándome para besarla de vez en cuando. No me llevó mucho tiempo dormirme.
Bella Swan
Me desperté cuando alguien me tocó el hombro. Miré hacia arriba y vi a Esme sonriéndome.”Hola querida.”
Me incorporé un poco, mi espalda crujió en varias ocasiones. Tenía el cabello pecado a la cara y estaba bastante segura que en algún momento de la noche había babeado encima del pobre Edward.”Hola…”Murmuré tratando de encontrar mi voz.
“¿Una noche dura?”Se rió entre dientes Carlisle, me dio un envase con zumo de naranja. Caí en la cuenta que había una bolsa de Burger King encima de la mesa. La boca se me hizo agua.
“La cama es incómoda.”Respondí con sinceridad.
“”Ojalá que mañana puedas dormir en tu propia cama. Esperamos que tengas hambre porque no estábamos seguros de si te gustaría lo que hemos escogido del menú.”Se encogió de hombros y sacó las cosas.
“Soy fácil de complacer. Tomaré cualquier cosa. Gracias.”Le sonreí. Me incliné sobre Edward y le susurré.”¿Estás hambriento? Tus padres han traído el desayuno de Burger King.”
Murmuró algo y se dio la vuelta.”¿Tienes un croissant de jamón y queso?”Preguntó.
“Bañado con mermelada. Por supuesto.”Dijo Esme soltando una risita y me entregó el sándwich a mí. Edward se incorporó y sonrió.
Hoy, mientras comíamos, fuimos mucho más habladores. Fue una conversación fácil acerca de nada pero era mucho mejor que el silencio. Edward comió dos bocadillos y medio terminándose la mitad de uno de los míos cuando yo ya no pude más. Me di cuenta de que Carlisle hacia lo mismo me pregunté si me encontraba en una familia que comía como cerdos y no engordaban nada. Estaba celosa.
Para terminar Carlisle se bebió un café.”¿Notas alguna diferencia, Edward?”Le preguntó sin venir a cuento.
Mi corazón comenzó a latir salvajemente a la vez que me giraba para hacia Edward esperando su respuesta. Intenté tragar pero tenía la boca y la garganta secas. Toda la tranquilidad de mi cuerpo pareció esfumarse mientras quería una respuesta.
“No te lo sabría decir.”Dijo encogiéndose de hombros.
Mi corazón se hundió en mi estómago y sentí como si fuese a romperme en lágrimas de un momento a otro. Carlisle lo advirtió y me sonrió.”Eso no es anormal. La mayoría de las personas no pueden decirlo hasta que no les quitan la venda.”Hablaba con Edward pero se dirigía a mí.
Las lágrimas aun amenazaban con fluir. Miré el reloj y vi que eran las diez de la mañana. El médico no vendría hasta pasado el medio día.”Edward, voy a ir a casa para darme una ducha y cambiarme de ropa. ¿Te parece bien?”Intenté decir tranquilamente.
Su expresión cambió. Sabía que él podía notar mi tensión.”¿Estás bien?”
“Sí, lo estoy. Me siento algo violenta ahora mismo. Necesito bañarme.”Traté de alejar la preocupación. Me incliné y le di un besito en los labios.”Volveré antes de la comida ¿quieres que te traiga algo?”
“Un cepillo de dientes y pasta dentífrica.”Dijo con una sonrisa tímida.
“Bien. Volveré pronto.”
Salí precipitadamente de la habitación, más rápido de lo que debería. Una vez que llegué a los ascensores me detuve y me incliné contra la pared. Las lágrimas comenzaron a fluir con fuerza y bajaron por mi cara. Un par de brazos fuertes me rodearon desde atrás.”Calma, no pasa nada. Como dije, es normal. Aun no lo sabemos.”Me dijo Carlisle.
“Pero, ¿y si no funciona? Será culpa mía…”Sollocé.
“Él escogió hacerlo, Bella. Él lo hizo. Tú has podido estar a lo largo del camino, pero él tuvo la opción de poner fin a todo esto en cualquier momento. Si el está bien tu deberías estarlo.”
Asentí lentamente, tratando de recomponerme. Me mordí el labio, avergonzada por mi arrebato.
“Ve a casa, dúchate y cámbiate de ropa. No has dormido bien y han sido dos semanas muy estresantes. Todo estará bien, te lo prometo.”Dijo sonriendo. Apretó firmemente los labios en mi frente. Pulsó el botón del ascensor para mí y las puertas se abrieron.”Si necesitas algo, llámame.”
“Gracias, Carlisle.”Dije con una sonrisa pasada por agua.
Edward Cullen
“¿Está bien?”Le pregunté a mi madre sintiéndome completamente impotente.
“Solo está preocupada por ti. Creo que se sentirá mejor después de una ducha.”Me informó. Estaba sentada en la cama junto a mí, yo tenía la cabeza apoyada en su hombro.”Tienes una buena chica.”
“Lo sé.”Dije suspirando.
Debí volver a dormirme porque un beso me despertó.”¿Sabes? Necesitas esto.”Ella me entregó mi cepillo de dientes riéndose.
Le saqué la lengua antes de salir de la cama. Entré en el cuarto de baño para cepillarme los dientes con rapidez. Tan pronto como empecé oí al médico entrar en la habitación.”¡Buenas tardes! ¿Dónde está nuestro paciente estrella?”Preguntó como si yo tuviese diez años. Gemí para mis adentros. Sabía que debía darme prisa pero no quería. Tenía miedo.
Cuando ya no pude retrasarlo más volví al cuarto. Me dirigí a la cama y me tumbé.
“¡Aquí estás! ¿Listo para quitarte las vendas?”Preguntó alegremente.
“Tan preparado como puedo estarlo.”Le dije con sinceridad.
“Bien, quédate quieto.”Me incliné contra el cabecero de la cama que estaba casi en vertical. Tiró de las vendas y pude oír los tijeretazos. El estómago comenzó a revolvérseme, un sabor desagradable llenó mi boca. Me alegraba no haber comido hace poco porque si no lo hubiese echado todo.
Sentí que me quitaba la gasa, el aire fresco me rozó la piel caliente. Respiré hondo mientras parpadeaba.
“Bien, ¿dime qué ves?”
Bella Swan
“¿Por qué tardan tanto?”Pregunté. Miré el reloj, por tercera vez en tres minutos. Solo eran las once. Sabía que me estaba impacientando, pero no me importaba. Estaba preocupada.
“Bella, no te preocupes. Generalmente las operaciones duran entre dos y cuatro horas.”Dijo Carlisle suspirando. Sabía que él estaba tan impaciente como yo.
Yo seguía sentada en la cama del hospital con Esme y Alice, además Rosalie se había unido a nosotras. Emmett y Jasper jugaban a las cartas, mientras Carlisle leía el periódico. La televisión estaba encendida, pero yo no sabía qué estaban echando. En realidad no estaba prestando ninguna atención.
“¿Por qué no comes algo?”Me ofreció Alice.
Yo me encogí de hombros. Tenía hambre pero me preocupaban las mariposas que sentía en mi estómago. Ella vio que dudaba y me sonrió.
“Tengo algo de sed. Bella, ¿por qué no me acompañas a la cafetería y compramos un refresco?”Se ofreció Jasper, bajando sus cartas.
“Claro. Por qué no.”Suspiré.”Compraremos bebidas para todos.”
Tras aclarar lo que querían fuimos a la planta baja. Jasper me rodeó fuertemente los hombros con un brazo, llevándome al ascensor.”Sabes que todo va a salir bien ¿no?”
“Sí, solo estoy preocupada.”Dije a la vez que inclinaba la cabeza contra su hombro.
“Es comprensible, pero tienes que ser fuerte por Edward, y sus padres. También están preocupados. Todos lo estamos. “Me dio un besito en la cabeza, de forma fraternal.”Eres una chica valiente.”
“No me siento así.”Admití.
En ese momento estábamos haciendo cola. Había comenzado la hora del almuerzo por lo que el sitio estaba un poco lleno por los médicos y las enfermeras. Jasper cogió todas las botellas que nos habían encargado, las puso sobre una bandeja a la vez que se acercaba hacia la caja.”Bella, Edward te ama por muchas razones. Él siente que eres una persona muy valiente, muy generosa y yo estoy de acuerdo con él.”
“¿Qué me hace tan valiente?”
“Eres valiente porque sales con un hombre con el que muchas mujeres no podrían salir, simplemente porque no son capaces de ver más allá de su discapacidad. Edward es un chico normal, poca gente ve eso. Exteriormente es distinto así que mucha gente le rehúye. Estúpidos y cobardes. ¿Has pensado en eso alguna vez?”Me preguntó antes de pagar los refrescos. Yo estaba completamente anonadada. Puso las bebidas en una bolsa y me cogió de la mano.
El viaje en ascensor fue silencioso mientras el continuaba sujetando mi mano de forma tranquilizadora. Cuando llegamos a la habitación Alice lo había organizado todo para que pudiésemos comer. Ella nos sonrió alegremente A Jasper y a mí. Fui hasta ella y la abracé con fuerza.”Jasper es un gran chico.”Susurré en su cabello.
“Lo sé.”Me contestó sonriendo.
Casi en el mismo momento en el que nos sentamos entró el médico. Pegué un bote en mi silla como si pensase que Edward iba a entrar tras él. Sabía que era estúpido pero no pude evitarlo.
“Bien, en estos momentos ya ha salido de la operación. Todo ha ido bien.”
“¿Tuvieron que forzar mucho?”Preguntó Carlisle, su rostro estaba serio.
“Lo hicimos, pero estoy bastante convencido sin embargo de que ha sido un éxito.”Dijo el doctor, su expresión era tan grave como la de Carlisle.
“¿Qué pasa con su vista?”Pregunté tranquilamente.
“No estaremos seguros hasta mañana. Es algo que solo el tiempo dirá.”Dijo suspirando profundamente.”Se quedará en recuperación dos horas y luego le traeremos aquí. Va a necesitar reposo.”
“Gracias. Lo entendemos doctor.”Dijo Esme dándole la mano al médico antes de que se marchase. Ella se acercó a mí y me pasó un brazo por los hombros.”Ves, no hay nada por lo que preocuparse.”
Asentí con la cabeza. En realidad estaba cansada de que todos me dijesen que no había nada por lo que preocuparse y que todo iría bien. Nada iba a cambiar la forma en la que me sentía hasta que viese a Edward y me encontrase en sus brazos.
Todos comieron en silencio, incluso Emmett que era el más locuaz del grupo. En realidad yo apenas saboreé la comida. Me encontraba demasiado ocupada pensando. Después de comer eché la cabeza hacia a tras apoyándome en el respaldo de la incómoda silla de plástico y cerré los ojos. No sé cómo pude dormirme, pero lo hice.
Me despertó un fuerte chirrido. Abrí los ojos y dirigí la mirada hacia la cama de Edward. No estaba. La sacaban por la puerta. Me volví hacia Esme, inquiriéndole en silencio. No estaba lo suficientemente despierta como para preguntárselo con palabras.
“Van a traerle.”Me cogió de la mano y me dio un apretón.
Diez minutos después atravesaron la puerta. Su piel estaba totalemtne pálida y la venda tapaba demasiado de su hermoso rostro. Tras ponerle los frenos a la cama me acerqué y le cogí de la mano.
“¿Está despierto?”Le pregunté a Esme tranquilamente. Sabía que ella tampoco podía responderme así que no sé porqué me molestaba en preguntar.
“¿Bells?”Preguntó tranquilo, giró la cara en mi dirección.
“¿Si?”Me incliné más cera, llevando su mano a mis labios.
“No siento la cara.”Murmuró.
No pude evitar reírme con nerviosismo.”No puedo imaginarme por qué.”
“Además de tener la cara dormida ¿Cómo te sientes?”Preguntó Emmett, situándose al otro lado de la cama.
“Cómo si me hubiese golpeado un camión.”
“Entonces ¿no demasiado mal?”Dijo Jasper riéndose entre dientes, palmeándole el hombro.
“Así es. Estoy seguro de que me he sentido peor en otro momento.”Sonrió ligeramente, dejó caer la cabeza en mi dirección.”¿Cómo estás?”
“No te preocupes por mí.”Le dije apoyándome con cuidado para besarle.
“Siempre me preocupo por ti.”
Rosalie se acercó a la cama con el animal de peluche que había comprado.”Oye, guapo. Tengo algo que te hará sentir mejor.”
“¿Qué es? ¿una inyección de morfina?”
“Mucho mejor que eso.”Le puso el peluche entre el brazo y el torso, para que se sujetase bien.”Es un león de peluche. Por alguna razón me recordó a ti.”
Levantó el brazo un poco y acarició la melena del peluche.”Gracias, Rose. Es muy dulce.”
Miré a Carlisle y Esme la mirada de ambos rebosaba amor mientras observaban a su hijo. Me di cuenta de que aun no habían dicho nada. Simplemente articulando las palabras le pregunté a Esme si estaba bien. Ella asintió moviendo la cabeza perezosamente.
“Hola cariño.”
“Hola mamá.”Sonrió un poco.”Hola papá ¿qué tal?”
“Estoy bien. ¿Por qué no te tomas una siesta? Pareces cansado.”Respondió.
“Solo si Bella se echa conmigo.”Replicó, la voz de Edward sonaba pesada. Miré a Carlisle para ver si lo aprobaba. Él asintió con la cabeza. Me arrastré a su cama sin decir nada y coloqué la cabeza en su pecho duro. Su corazón latía contra mi mejilla mientras uno de sus brazos, el izquierdo, envolvía con fuerza mi cintura. Murmuró algo debido al placer que estaba sintiendo. Yo me sentía exactamente de la misma manera.
Edward Cullen
No sabía qué hora era pero sentía una mano sacudirme el hombro.”Cariño, vamos a volver al hotel a dormir un poco. Los demás ya se marcharon a casa. No querían molestarte.”Me susurró mi madre junto a mi oído.
Asentí ligeramente con la cabeza, con una extraña sensación y me di cuenta de que tenía vendada la piel. Notaba un cómodo peso en mi lado izquierdo y comprendí que se trataba de Bella, su pelo me hacia cosquillas en el brazo. Respiraba profundamente y supe que estaba adurmiendo.
“Dales las gracias por haberse quedado. Sois los mejores.”Les dije a mis padres. Los dos me besaron la cabeza y me desearon buenas noches. Cogí la manta y arropé mejor a Bella.
No me dolía, por decir algo. Sabía que estaba incómodo y no estaba seguro de si era por el extraño vendaje o si el dolor se alimentada de la aguja intravenosa que en verdad estaba haciendo su trabajo. Supuse que serian las drogas.
Mi estómago gruñó y yo le devolví el gruñido. No tenía mucha hambre, o al menos no me apetecía comer. Además, no quería despertar a Bella. Me encantaba saber que estaba tan cerca de mí. No podía imaginar el tratar de pasar un par de días sin ella.
Enredé los dedos en su cabello, con lo que me llevé un par de mechones a la nariz. Olía tan dulce como siempre. Suspiré y me incliné para darle un suave beso en la cabeza. Hubiera besado sus labios, pero tenía la sensación de tener la boca llena de algodón. Ni siquiera me podía imaginar cómo sabría. Brevemente me pregunté si habría traído un cepillo de dientes. Lo dudaba.
“Mm, hola guapo.”Susurró contra mi pecho, girando levemente en mis brazos.”¿Cómo estás?”
“Bien, algo hambriento.”Dijo con sinceridad.
Se incorporó un poco.”Bien, son las nueve. Puedo darme prisa y comprarte algo para comer.”
“No tienes que hacerlo.”Le dije, tenía hambre pero no quería que se alejase de mi lado.
“Quiero. Quiero hacer algo por ti. Es viernes por la noche así que todo está abierto hasta tarde. Elige. ¿Te gustaría tomar sopa o crees que te las puedes arreglar con algo más sólido?”Preguntó dulcemente, las puntas de sus dedos bailaron por mi brazo.
“¿Tienes hambre?”Le pregunté tratando de que pasase el tiempo.
“Un poco. Comí un sándwich de pavo hace unas nueve horas.”
“Bueno, entonces compra lo que quieras.”Le dije encogiéndome de hombros.”Sabes que estaré de acuerdo con lo que sea.”
Ella rió levemente.”Deja de ser tan cabezota y dime qué quieres.”
Suspiré audiblemente.”No soy cabezota.”
“Mentira. Sé lo que estás haciendo. No me llevará mucho tiempo ir a por la comida. Cuanto más rápido escojas algo antes volveré.”Tiró de un mechón de mi cabello. Sonreí para mis adentros. Me encantaba lo bien que me conocía.
“Bien, bien.”Me reí entre dientes.” Chick-fil-a ¿Te parece bien?”(n/t: el Chick-fil-a es una cadena de restaurantes de comida rápida)
“Suena bien ¿qué quieres?”
“Um, el numero uno con un Dr. Pepper (n/t: es un refresco). ¡Oh! ¿Puedes traer también un batido de chocolate?”Hice un puchero medio en broma.
“Por supuesto, tonto.”Se inclinó y apretó los labios en los míos.”Volveré en treinta minutos. Te amo.”
“Yo también te amo. Y, gracias.”Le dije mientras se marchaba.
“Es un placer.”Dijo antes de cerrar la puerta. Pude sentir la sinceridad en sus palabras.
Me senté en la cama, esperándola. La puerta se abrió más tarde sin que hubiesen pasado ni cinco minutos.”Bella, ¿se te ha olvidado algo?”
“No, no soy Bella.”Dijo una mujer.”Soy Barbra y esta noche seré tu enfermera. Solo necesito revisar unas cosas y te dejaré solo.”
“Oh, bien.”Dije en voz baja.
“¿Bella es tu esposa?”Preguntó para darme conversación.
“Lo será.”Dije sonriendo.
“Me parece que los chicos que había aquí antes estaban realmente preocupados. Nunca había visto tanta gente metida dentro de una habitación antes, de verdad. ¿Eran todos familiares tuyos?”Preguntó.
Me reí entre dientes.”Sí, lo son.”
“Bueno, tienes una familia muy cariñosa.”
“Lo sé.”Sonreí.”¡Oh, deberíamos haber preguntado esto antes! pero ¿puede Bella comprarme algo de comida?”
Ella se rió entre dietes.”Claro. Depende de ti, si sientes que vas a poder tragar. Estaba a punto de darte otra dosis de morfina por lo que puede que te sientas un poco mareado. ¿Quieres que no te ponga demasiado para qué puedas comer tranquilo?”
“Sí, por favor. Tengo hambre.”Le dije con gratitud.
Poco después Bella apareció con la comida. Se puso a mi lado y comenzó a sacar las cosas para mí. Me entregó el bocadillo de pollo envuelto en una servilleta. Le puso mayonesa donde a mí me gustaba. Le di un gran mordisco y suspiré complacido por lo deliciosamente grasiento que estaba.
“¿Está bueno?”Dijo soltando una risita mientras me ofrecía un gofre.
Asentí con la cabeza, ignorando el tirón del esparadrapo.”Gracias.”
“Cuando quieras.”Descansó la cabeza contra mi hombro. Oí que le daba un fuerte sorbo a algo, luego me lo ofreció a mí. Atrapé la pajita con los labios y bebí el batido. Me alivió un poco la garganta seca.
Después de nuestra pequeña cena, Bella se acurrucó a mi lado. Su pie descalzo me rozó las piernas, puso el muslo sobre mi regazo. La rodeé con el brazo, apretándola contra mí. Pequé un respingo por el dolor y traté de ocultarlo enterrando la cara en su cabello.
“¿Estás bien?”Preguntó, la preocupación teñía su hermoso tono.
“Me duele un poco.”
“¿Hay algo que pueda hacer?”
“Distráeme.”Dije tras un minuto. Yo no sabía lo que quería que hiciera o si realmente podía hacer algo. Pero valía la pena intentarlo.
Ella se revolvió un poco y colocó la mano en mi nuca. Comenzó a darme suaves masajes, los dedos recorrieron el cabello de la parte de atrás de mi cabeza. Acercó los labios a mi oído y comenzó a tararear algo. Se trataba de un sonido relajante. No tenía ni idea de lo que era, pero no importaba. Era hermoso porque venía de ella. Apoyé un lado de mi cara en su hombro, girándome para besarla de vez en cuando. No me llevó mucho tiempo dormirme.
Bella Swan
Me desperté cuando alguien me tocó el hombro. Miré hacia arriba y vi a Esme sonriéndome.”Hola querida.”
Me incorporé un poco, mi espalda crujió en varias ocasiones. Tenía el cabello pecado a la cara y estaba bastante segura que en algún momento de la noche había babeado encima del pobre Edward.”Hola…”Murmuré tratando de encontrar mi voz.
“¿Una noche dura?”Se rió entre dientes Carlisle, me dio un envase con zumo de naranja. Caí en la cuenta que había una bolsa de Burger King encima de la mesa. La boca se me hizo agua.
“La cama es incómoda.”Respondí con sinceridad.
“”Ojalá que mañana puedas dormir en tu propia cama. Esperamos que tengas hambre porque no estábamos seguros de si te gustaría lo que hemos escogido del menú.”Se encogió de hombros y sacó las cosas.
“Soy fácil de complacer. Tomaré cualquier cosa. Gracias.”Le sonreí. Me incliné sobre Edward y le susurré.”¿Estás hambriento? Tus padres han traído el desayuno de Burger King.”
Murmuró algo y se dio la vuelta.”¿Tienes un croissant de jamón y queso?”Preguntó.
“Bañado con mermelada. Por supuesto.”Dijo Esme soltando una risita y me entregó el sándwich a mí. Edward se incorporó y sonrió.
Hoy, mientras comíamos, fuimos mucho más habladores. Fue una conversación fácil acerca de nada pero era mucho mejor que el silencio. Edward comió dos bocadillos y medio terminándose la mitad de uno de los míos cuando yo ya no pude más. Me di cuenta de que Carlisle hacia lo mismo me pregunté si me encontraba en una familia que comía como cerdos y no engordaban nada. Estaba celosa.
Para terminar Carlisle se bebió un café.”¿Notas alguna diferencia, Edward?”Le preguntó sin venir a cuento.
Mi corazón comenzó a latir salvajemente a la vez que me giraba para hacia Edward esperando su respuesta. Intenté tragar pero tenía la boca y la garganta secas. Toda la tranquilidad de mi cuerpo pareció esfumarse mientras quería una respuesta.
“No te lo sabría decir.”Dijo encogiéndose de hombros.
Mi corazón se hundió en mi estómago y sentí como si fuese a romperme en lágrimas de un momento a otro. Carlisle lo advirtió y me sonrió.”Eso no es anormal. La mayoría de las personas no pueden decirlo hasta que no les quitan la venda.”Hablaba con Edward pero se dirigía a mí.
Las lágrimas aun amenazaban con fluir. Miré el reloj y vi que eran las diez de la mañana. El médico no vendría hasta pasado el medio día.”Edward, voy a ir a casa para darme una ducha y cambiarme de ropa. ¿Te parece bien?”Intenté decir tranquilamente.
Su expresión cambió. Sabía que él podía notar mi tensión.”¿Estás bien?”
“Sí, lo estoy. Me siento algo violenta ahora mismo. Necesito bañarme.”Traté de alejar la preocupación. Me incliné y le di un besito en los labios.”Volveré antes de la comida ¿quieres que te traiga algo?”
“Un cepillo de dientes y pasta dentífrica.”Dijo con una sonrisa tímida.
“Bien. Volveré pronto.”
Salí precipitadamente de la habitación, más rápido de lo que debería. Una vez que llegué a los ascensores me detuve y me incliné contra la pared. Las lágrimas comenzaron a fluir con fuerza y bajaron por mi cara. Un par de brazos fuertes me rodearon desde atrás.”Calma, no pasa nada. Como dije, es normal. Aun no lo sabemos.”Me dijo Carlisle.
“Pero, ¿y si no funciona? Será culpa mía…”Sollocé.
“Él escogió hacerlo, Bella. Él lo hizo. Tú has podido estar a lo largo del camino, pero él tuvo la opción de poner fin a todo esto en cualquier momento. Si el está bien tu deberías estarlo.”
Asentí lentamente, tratando de recomponerme. Me mordí el labio, avergonzada por mi arrebato.
“Ve a casa, dúchate y cámbiate de ropa. No has dormido bien y han sido dos semanas muy estresantes. Todo estará bien, te lo prometo.”Dijo sonriendo. Apretó firmemente los labios en mi frente. Pulsó el botón del ascensor para mí y las puertas se abrieron.”Si necesitas algo, llámame.”
“Gracias, Carlisle.”Dije con una sonrisa pasada por agua.
Edward Cullen
“¿Está bien?”Le pregunté a mi madre sintiéndome completamente impotente.
“Solo está preocupada por ti. Creo que se sentirá mejor después de una ducha.”Me informó. Estaba sentada en la cama junto a mí, yo tenía la cabeza apoyada en su hombro.”Tienes una buena chica.”
“Lo sé.”Dije suspirando.
Debí volver a dormirme porque un beso me despertó.”¿Sabes? Necesitas esto.”Ella me entregó mi cepillo de dientes riéndose.
Le saqué la lengua antes de salir de la cama. Entré en el cuarto de baño para cepillarme los dientes con rapidez. Tan pronto como empecé oí al médico entrar en la habitación.”¡Buenas tardes! ¿Dónde está nuestro paciente estrella?”Preguntó como si yo tuviese diez años. Gemí para mis adentros. Sabía que debía darme prisa pero no quería. Tenía miedo.
Cuando ya no pude retrasarlo más volví al cuarto. Me dirigí a la cama y me tumbé.
“¡Aquí estás! ¿Listo para quitarte las vendas?”Preguntó alegremente.
“Tan preparado como puedo estarlo.”Le dije con sinceridad.
“Bien, quédate quieto.”Me incliné contra el cabecero de la cama que estaba casi en vertical. Tiró de las vendas y pude oír los tijeretazos. El estómago comenzó a revolvérseme, un sabor desagradable llenó mi boca. Me alegraba no haber comido hace poco porque si no lo hubiese echado todo.
Sentí que me quitaba la gasa, el aire fresco me rozó la piel caliente. Respiré hondo mientras parpadeaba.
“Bien, ¿dime qué ves?”
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Re: Blind (+18) (Completo)
me encanta el Edward drogado es tan comico
ahhhhhhh ya le operaron y como me dejas asi Atallllll!!!!!!!!! no ves que estoy sufriendo esa ultima pregunta sin respuesta
no quiero que se acabe
ahhhhhhh ya le operaron y como me dejas asi Atallllll!!!!!!!!! no ves que estoy sufriendo esa ultima pregunta sin respuesta
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Re: Blind (+18) (Completo)
jajaja bueno cuando yo la leí me pasó lo mismo... solo queda un solo capítulo más el epílogo...amiga es una lastima pero todo lo que comienza tiene que terminar...
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Re: Blind (+18) (Completo)
ya pero en realidad no acaba hay una secuela .........y eso es lo que me apena no saber ingles para poder leerla o traducirla ............no se como acabara esta pero si hay secuela seguro que algo se queda a medias y me va ha estar comiendo la curiosidad siempreeee
pero de todas formas Atal gracias por subir esta historia que ha sido fantastica.........y ahora ha esperar el final
pero de todas formas Atal gracias por subir esta historia que ha sido fantastica.........y ahora ha esperar el final
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Re: Blind (+18) (Completo)
siii es una lastima que haya secual y no esta traducida... pero en una de esas la autora da autorizacion para traducirla a la misma chica que tradujo esta...
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