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Capítulo 28
Bella Swan
Me desperté de repente. La habitación estaba a oscuras y yo desnuda. Me llevó un minuto recordar donde me encontraba y lo que había pasado. Sonreí para mí y miré a ver si Edward estaba en la cama conmigo. Hice una mueca cuando vi que no era así. Aparté la sabana y rodé para salir de la cama.
“¿Edward?”Pregunté tranquilamente.
No respondió y comencé a preocuparme.”Edward ¿Dónde estás?”Dije un poco más alto.
Edward me agarró desde atrás y chillé. Me volví entre sus brazos y le di un manotazo en el hombro.”¿Qué?”Dijo alargando la palabra.
“¡Me has dado un susto de la hostia!”Le pegué de nuevo mientras se reía.
“Oh, lo siento. No quería acercarme a ti sigilosamente, de verdad.”Agachó la cabeza inocentemente y se mordió el labio.
“Sí que querías.”Dije haciendo un puchero. No iba a dejar que se escapase tan fácilmente.
“¡Vale… quizás un poco! Pero, para ser justos, es demasiado fácil.”Pasó los dedos por mi cara para ver cuán enfadada estaba. Hice que mi labio inferior sobresaliese y él suspiró.”Por favor, perdóname…”Dijo un poco más serio.
“No sé, Edward, me diste un buen susto…”Dije con leve sarcasmo. Él lo notó y sus labios se movieron dándome la sonrisa que intentaba ocultar.
Decidió que un acercamiento amable seria más efectivo. Se dejó caer sobre sus rodillas, sujetándose a mi mientras.”Por favor, Isabella, estoy suplicando tu perdón…”Acarició mi estomago con la nariz, extendiendo su cálido aliento por él, incluso a través de la sabana.
Abrí la boca para decir algo, pero mis tripas gruñeron audiblemente y Edward rió entre dientes.”Bien. Bien. Bien. Te perdono. Supongo…”Bromeé.”Pero tienes que darme de comer.”
“Bueno, eso es fácil de hacer. He pedido una pizza y estará aquí en cualquier momento.”Se levantó y me fijé en que llevaba puestos los pantalones.
Miré el reloj, eran más de las dos de la mañana.”¿Has pedido una pizza tan tarde?”
“Sí, hay sitios que están abiertos las veinticuatro horas del día. Además, quería que probases una pizza al intenso estilo de Chicago.”Dije sonriendo. Tiró de mí hacia el sofá y me puso en su regazo.
“Espera ¿no deberíamos volver a casa? ¿No se preocuparán tus padres?”
“Ya he llamado y les dije que habíamos decidido pasar la noche fuera.”
Me sonrojé furiosamente.”¿Y qué dijeron?”
“Mi madre dijo: Pasadlo bien y no seas demasiado malo.”Se rió de mí entre dientes.
Estaba completamente mortificada.”Tu madre debe de pensar que soy una **** o algo así.”
“Bella, no creo que puedas hacer nada malo a los ojos de mi madre. Creo que si algo sucediese entre nosotros, cosa que dudo mucho, mi madre me repudiaría y te adoptaría a ti.”Dijo jugando con un mechón de mi cabello.
Solté una suave risita.”Me gusta tu madre. Igual que tu padre.”
Llamaron a la puerta y él cuidadosamente me dejó en el sofá. Me envolví mejor en la sabana cuando abrió la puerta. Me fijé en que ya tenía el dinero preparado. Me sentí culpable por no ayudarle, pero estaba demasiado avergonzada como para ir hasta la puerta.
“Hola ¿una pizza familiar con extra de pepperoni, champiñones, tocino y pastrami y dos botellas de coca cola?”Preguntó mirándome de forma grosera. Me sonrojé y aparté los ojos de su mirada apreciativa. Me alegraba que Edward no pudiese verlo porque le habría dado un puñetazo a ese hombre. O, creo que lo hará de todas formas.
Edward le entregó el dinero después de coger la pizza y los refrescos. El hombre tardó un minuto antes de largarse finalmente. Tan pronto como la puerta se cerró fui a ayudarle a llevar las cosas. Cogí los refrescos y los abracé contra mi pecho.
“Ya sabes, la gente no debería comerse con los ojos a mi novia, incluso si solo está envuelta en una sabana…”Dijo con una pequeña sonrisa sobre sus labios.
“Ugh ¿Cómo lo has sabido?”
“Por favor, es un hombre y tendría que estar muerto para no querer mirarte.”Dijo sonriendo.”Espero que no te hiciese sentir muy incómoda.”
Puse los ojos en blanco mientras él se burlaba de mí. Parecía muy sereno. Vertí los refrescos en dos vasos antes de sentarme en el sofá. Edward había puesto la comida sobre la mesita auxiliar. Levantó la tapa de la caja y se me abrió la boca.
“Esta cosa en enorme. No creo que pueda comérmelo todo.”Me quejé.
“Está bueno. Te lo prometo… Este sitio tiene la mejor pizza de toda la ciudad.”Me ofreció un trozo, que sinceramente hubiese sido más fácil de comer en un plato con un tenedor.
Edward Cullen
Bella gimió satisfecha por la pizza, lo que me hizo sentirme feliz y celoso al mismo tiempo. Me gustaba ser el único capar de hacerle emitir esos sonidos.
Antes no había querido asustarla, de verdad. Solo quería acercarla a mí, pero cuando gritó y saltó, no pude evitar reírme de ella.
Me sentí un poco más tranquilo, por alguna razón. Tal vez, porque sabía que mi futuro con ella era mucho más seguro. No, aun no se lo había propuesto, pero sabía que ella me amaba sin que importase nada más. Eso era lo que más me afectaba.
No mentía cuando le dije lo que pensaba sobre mis padres. Ellos estarían a su lado, creo. Habían caído perdidamente enamorados de ella, exactamente igual que yo. Era una chica maravillosa ¿Quién no podría enamorarse de ella?
Cuando oí la respiración agitada del maloliente hombre de la pizza, suspiré interiormente. Al principio, estaba enfadado pero luego apareció otra clase de emoción: Orgullo. Él quería a mi novia y no podía tenerla. Yo sería el único que la tuviese.
La pobre chica solo pudo comer un trozo y admitiré que yo soy u poco glotón. Bella se burló de mi cuando me terminé mi cuarto pedazo.”Vas a estallar.”
“No.”Negué.”Tengo que recobrar energía. Tú haces que la gaste toda.”
“Oh, lo siento. Tal vez debería dejar de…”Dejó que sus palabras se desvaneciesen.
Sonreí perversamente para mí. Me abalancé sobre ella, haciéndola chillar de placer cuando comencé a besar y mordisquear su cuello.”No, no pares porque yo sé que nunca lo haré…”
La cogí en brazos y la llevé a la cama por segunda vez esta noche. En esta ocasión me gustaría entrar en ella, pero no antes de que le mostrase lo mucho que la amaba, otra vez.
Bella Swan
La luz se colaba por nuestras cortinas abiertas y dejé escapar un gemido. Me moví tapándome los ojos cuando vislumbré a Edward. Estaba tumbado sobre su estomago, con la cabeza girada hacia mí. Aun profundamente dormido, su hermoso cabello de color marrón rojizo estaba completamente revuelto. Sonreí recordando como se había puesto así. Sinceramente, me sorprendería que hoy fuese capad de caminar. Realmente no habíamos estado juntos durante una semana, menos en nochebuena y yo fui la única que consiguió el alivio entonces. Creo que había almacenado todas sus frustraciones sexuales y las había soltado la última noche, en las cuatro ocasiones.
Me levanté de la cama para ir a la salita de la habitación del hotel. Nuestras ropas estaban dispersas por todo el cuarto. Decidí recogerlas para que Edward no tropezase con ellas. Las dejé en un sillón. La última prenda que recogí fue la chaqueta de cuero de Edward.
La chaqueta era enorme y suave al tacto. Olía a él, dulce y deliciosa. Tapé con ella mi cuerpo desnudo. Me llegaba por las rodillas y tuve problemas para encontrarme las manos en sus largas mangas. Las doblé cuidadosamente en mis brazos. Me la ceñí al cuerpo, llevando el cuello de la chaqueta hasta mi nariz y aspirando profundamente. Algo golpeó mi cadera. Me llené de curiosidad y dejé que mi mano se metiese en su bolsillo.
Pensaba que sería su teléfono móvil o algo así pero lo que saqué me sorprendió. Era una pequeña caja de terciopelo negro. La abrí lentamente para ver lo que había dentro y jadeé. Dentro de una almohadilla había un anillo. Era hermoso, parecía antiguo. Era un diamante cuadrado de color azul rodeado de pequeños diamantes blancos. No sé porqué lo saqué de la caja y lo deslicé en mi dedo. Encajaba perfectamente.
¿Era lo que creía que era? ¿De verdad iba a proponerme matrimonio? ¿Cuál sería mi respuesta? ¿Estaba preparada para esto? Me mordí el labio inferior y aparté la mirada del increíble anillo. Quizá estaba preocupada por nada. Quizá se tratase de otro regalo de navidad, tal vez solo fuese porque sí. Incluso si así fuese me parecía demasiado caro. No creo que pudiese aceptarlo, incluso aunque me encantase.
Suspiré con fuerza y dejé el anillo otra vez en la caja.
“¿Bella, amor?”Me llamó su voz ronca. Rápidamente cerré la caja y la devolví al bolsillo. Me quité su chaqueta y la dejé con el resto de la ropa.”¿Qué haces?”Preguntó desde el arco abovedado de la habitación. Estaba totalmente desnudo, con una sonrisa en su hermoso rostro.
“Recogiendo las cosas.”Dije con sinceridad. Me acerqué a él y rodeé su cintura con los brazos. Pasó las manos por mi cuerpo, para comprobar si todavía estaba completamente desnuda.
“Mm, aun es temprano ¿Por qué no vuelves a la cama?”Me besó la frente con suavidad. Me parecía que sabia cual era la razón exacta por la que quería que volviese a la cama.
“¿Por qué no nos duchamos y comemos algo?”Contrarresté.
“Si tenemos que hacerlo…”Suspiró alegremente. Sus dedos se enredaron en mi cabello cuando me acercó a él. Me besó profundamente en los labios, asegurándose de apoyar la mano en mi espalda para acercarme lo más posible.”Te amo.”Susurró cuando me alejó.
“Y, yo a ti.”Dije pasando los dedos por su mejilla. Se inclinó hacia la palma de mi mano y la besó con suavidad.
La ducha fue larga y agradable. No me sorprendería que hubiésemos utilizado todo el agua caliente del hotel. Casi me había vuelto una pasa cuando salimos. Nos vestimos con la ropa de la noche anterior.
“Bella, ángel ¿Quieres venir a Navy Pier conmigo?”Me preguntó mientras me ayudaba a ponerme la chaqueta.
“¿Qué es Navy Pier?”
“No sé si lo sabías pero hay una noria. Por lo visto, no puedes perdértelo. Eso es el Navy Pier?”
Se puso las gafas por primera vez en catorce horas. Suspiré tristemente pero me incliné para besar sus labios.”Suena divertido.”Intenté decir a la ligera.
Edward Cullen
“¿Qué va mal?
“Las gafas. Echaré de menos mirarte a los ojos.”Admitió suavemente.
Suspiré para mí y me las quité, guardando las gafas en el bolsillo.”¿Mejor?”
“No quiero que este incomodo por mí.”
“No quiero que estés triste por mí.”Contrarresté.
Sacó las gafas de mi bolsillo y me las volvió a poner. Después sus manos descansaron sobre mis mejillas.”La ausencia acrecienta los grandes amores. Simplemente tendré que esperar un poco ¿vale?”
Sonreí por sus dulces formas y bajé los labios hasta su frente.
Tomemos un taxi hasta el muelle. No sonaba como si estuviese concurrido pero hoy hacia frio, aunque no demasiado viento, por una vez. Caminamos juntos y cogidos de la mano. Bella soltaba algún ¨oh¨ de admiración por ciertas cosas y me sentía feliz al verla tan embelesada.
“¿Podemos montarnos en la noria?”Preguntó tranquilamente.
“Tus deseos son ordenes para mí.”Le dije sonriendo. Ella soltó una risita pero tiró de mí hacia la atracción.
Éramos los únicos en el gonadal y di gracias por ello. Estaba seguro que desde aquí las vistas de la ciudad y el lago eran increíbles. Bella se acurrucó contra mí, apoyando la cabeza en mi hombro y la pequeña mano en mí estomago.
“Esto es genial Edward. Estoy tan contenta de haber venido a Chicago contigo.”
Hundí la nariz en su cabello y la besé en la mejilla con ternura.”Yo también me alegro de que vinieras.”
“Desearía quedarme así para siempre.”Dijo con un feliz suspiro.
“Podemos, si quieres, ya sabes. Podríamos mudarnos aquí, comprar un pequeño apartamento. Ir a esta universidad. Me gusta el Centenary, pero tenerte aquí conmigo, junto con mi familia seria como estar en el cielo.”Pasé los dedos por su cabello.
“Tal vez después de la universidad. ¿Crees que podríamos conseguir que nuestra pequeña pandilla se viniese con nosotros? Alice se moriría por ir de compras, Jasper quería enterarse de toda la historia. Rosalie simplemente quiere vivir en una gran ciudad. Y, bueno, Emmett seguiría a Rosalie a cualquier sitio.”Dijo soltando una risita.
“Mientras vivan en un apartamento distinto por mi está bien.”Me reí entre dientes.
“Gracias. Gracias por traerme. Por darme la oportunidad de ver cosas nuevas. Me encanta. Eres un gran chico ¿Sabes? Un día…”Hizo una pausa, pareció estar considerando las palabras durante un momento. Sacudió la cabeza, sentí sus movimientos contra mi pecho.
“¿Un día, Qué?”Pregunté.
“No importa.”Intentó alejarse, pero la retuve.
“¿Qué Bella?”Le pregunté con firmeza.
“¿Alguna vez te ha preocupado que estemos yendo demasiado rápido?”Preguntó pillándome por sorpresa.
“No. En realidad no. Sin embargo, eso no es lo que ibas a decir. ¿Qué era?”La presioné. Ella se alejó de mi pecho y esta vez se lo permití.”Bella ¿Sientes que estamos yendo demasiado rápido?”
“Un poco.”Dijo tranquilamente. Sonaba como si estuviese a punto de llorar. La acerqué a mi otra vez.
“Bella, podemos ir más despacio. Solo quiero que seas feliz. Estaré a tu lado sin que importe nada mas.”Traté de alejarla de las lágrimas. No quería espantarla.
“¿En serio?”
“Sí, por supuesto, niña tonta. No voy a ir a ninguna parte. Te daré lo que necesites. Si quieres que ralenticemos el ritmo, lo ralentizaremos. Si quieres que te lleve a las Vegas y nos case un imitador de Elvis…”
Rió tontamente y presionó su frente contra mi pecho.”No, olvídate de las Vegas de momento.”Deslizó los brazos bajo mi chaqueta cuando se sentó sobre mi regazo.”Quiero que las cosas se queden como están por un tiempo ¿Vale?”
Asentí y besé su cabeza.
¿Sabía que quería proponerle matrimonio? ¿Se les habría escapado a mis padres o yo era demasiado obvio? Parecía que estaba tratando de no herir mis sentimientos. Dolía un poco pero lo entendía. Ella no había dicho que no. Solo había dicho de momento. Podía entenderlo. Solo llevábamos juntos unos pocos meses. Iba a pasar el resto de mi vida con esta chica. Podía darle todo el tiempo que necesitase para que se sintiese cómoda con la idea.
Podía entender su reticencia hacia el matrimonio. Sus padres habían sido un mal ejemplo. Yo siempre había estado junto a los míos quienes se amaban profundamente. Se enamoraron y casaron tan rápidamente que a mí me parecía natural. La mayoría de las personas se condenaban con sus apresurados matrimonios. Tenía que admitir que ellos eran la excepción a la regla.
Cuando bajamos de la noria tiré de Bella hacia la música.”¿A dónde vamos?”Dijo soltando una risita.
“Si te montas en la noria, tienes que montarte en el tiovivo.”Me burlé.
Se rió de mi juego, pero vino conmigo. La ayudé a subir a uno de los caballos y me puse a su lado cuando el viaje comenzó.
“¿No vas a montarte en una de estas cosas?”Preguntó.
“No…”Sonreí.
“¿Sabes qué?”Dijo. La sentí inclinarse hacia mí, sus labios estaban a pulgadas de mi oído.”Creo que tu solo querías que cabalgase otra cosa que no fueses tu durante un rato.”
Eché la cabeza hacia atrás riéndome.”Estas llena de energía, Sra. Swan.”
Se rió tontamente.”Bueno, estoy sorprendida de que puedas caminar, Sr. Cullen.”
“Oh ¿Y por qué?”
“¿No estás dolorido de todo nuestro… ejercicio de anoche?”Me podía imaginar el rubor en sus mejillas cuando dijo eso. Extendí la mano para sentir el calor. Reí entre dientes.
“Se me olvidó salir a correr por lo menos cuatro veces esta semana y estoy tranquilo por haber hecho algo de ejercicio.”
“Sí, bueno, eso no es escusa. Es antinatural lo bueno que eres en todo.”
“No soy bueno en todo…”Hice una pausa durante un segundo y luego mi sonrisa creció.”Espera ¿Acabas de decir que follo bien?”
“¡Edward Anthony Cullen!”Me reprendió, dándome un manotazo en el hombro. Eché la cabeza hacia atrás riéndome a carcajadas y ella rió conmigo.”Eres tan malo. Basta.”
“Vale, vale… Seré bueno.”Hice un pequeño puchero.”Pero solo porque tú me lo pides. Vamos, vamos a por algo de comer.”
Bella Swan
Me sorprendió lo bien que se tomó Edward mi pequeña pista. No parecía disgustado por ello. No quería que me malinterpretase. Quería casarme con él. De verdad, de verdad que quería. Simplemente no tan pronto. Pensaba que esto lo habría deprimido o al menos disgustado. En realidad, parecía muy contento, lo que me alegraba. Me pregunté brevemente cuanto tiempo había llevado ese anillo con él. También me pregunté lo que planeaba. Él nunca hacia nada pequeño.
Me senté sobre su regazo en el McDonald más loco que había visto nunca. Mordisqueé un nugget de pollo mientras veía como todos los niños jugaban con todas las cosas y miraban distintos espectáculos de laser.”¿No puede haber un McDonald normal, es que no puede haberlo?”
Él rió entre dientes.”No es como cualquier lugar de comida rápida, aquí es así. Vas a lo grande o te vas a casa, supongo.”
Le di de comer una patata frita y él juguetonamente me mordisqueó los dedos.”Edward ¿Has pensado en año nuevo?”
“Un poco ¿Por qué?”
“¿Qué van a hacer tus padres? No habrá más fiestas ¿Verdad?”Le pregunté tranquilamente. Creo que no podría haber soportado otra fiesta con Tanya.
“Van a ir a la fiesta de un amigo. Por lo general, se quedan en el Drake, o algo así, después. ¿Por qué?”
“¿Podemos simplemente quedarnos en casa vestidos en pijama otra vez?”Le pedí mordiéndome el labio inferior. No quería estropear sus planes, si es que tenía alguno.
¿No quieres ir a ver los fuegos artificiales o algo?”Preguntó sorprendido.
Me incliné para acercarme a él. Sonrojándome por mis pensamientos.”Creo que lo que más me gustaría es hacer el amor contigo cuando el reloj toque las doce.”
“Me parece que suena como una forma perfecta de poner fin a un año y comenzar otro.”
Bella Swan
Me desperté de repente. La habitación estaba a oscuras y yo desnuda. Me llevó un minuto recordar donde me encontraba y lo que había pasado. Sonreí para mí y miré a ver si Edward estaba en la cama conmigo. Hice una mueca cuando vi que no era así. Aparté la sabana y rodé para salir de la cama.
“¿Edward?”Pregunté tranquilamente.
No respondió y comencé a preocuparme.”Edward ¿Dónde estás?”Dije un poco más alto.
Edward me agarró desde atrás y chillé. Me volví entre sus brazos y le di un manotazo en el hombro.”¿Qué?”Dijo alargando la palabra.
“¡Me has dado un susto de la hostia!”Le pegué de nuevo mientras se reía.
“Oh, lo siento. No quería acercarme a ti sigilosamente, de verdad.”Agachó la cabeza inocentemente y se mordió el labio.
“Sí que querías.”Dije haciendo un puchero. No iba a dejar que se escapase tan fácilmente.
“¡Vale… quizás un poco! Pero, para ser justos, es demasiado fácil.”Pasó los dedos por mi cara para ver cuán enfadada estaba. Hice que mi labio inferior sobresaliese y él suspiró.”Por favor, perdóname…”Dijo un poco más serio.
“No sé, Edward, me diste un buen susto…”Dije con leve sarcasmo. Él lo notó y sus labios se movieron dándome la sonrisa que intentaba ocultar.
Decidió que un acercamiento amable seria más efectivo. Se dejó caer sobre sus rodillas, sujetándose a mi mientras.”Por favor, Isabella, estoy suplicando tu perdón…”Acarició mi estomago con la nariz, extendiendo su cálido aliento por él, incluso a través de la sabana.
Abrí la boca para decir algo, pero mis tripas gruñeron audiblemente y Edward rió entre dientes.”Bien. Bien. Bien. Te perdono. Supongo…”Bromeé.”Pero tienes que darme de comer.”
“Bueno, eso es fácil de hacer. He pedido una pizza y estará aquí en cualquier momento.”Se levantó y me fijé en que llevaba puestos los pantalones.
Miré el reloj, eran más de las dos de la mañana.”¿Has pedido una pizza tan tarde?”
“Sí, hay sitios que están abiertos las veinticuatro horas del día. Además, quería que probases una pizza al intenso estilo de Chicago.”Dije sonriendo. Tiró de mí hacia el sofá y me puso en su regazo.
“Espera ¿no deberíamos volver a casa? ¿No se preocuparán tus padres?”
“Ya he llamado y les dije que habíamos decidido pasar la noche fuera.”
Me sonrojé furiosamente.”¿Y qué dijeron?”
“Mi madre dijo: Pasadlo bien y no seas demasiado malo.”Se rió de mí entre dientes.
Estaba completamente mortificada.”Tu madre debe de pensar que soy una **** o algo así.”
“Bella, no creo que puedas hacer nada malo a los ojos de mi madre. Creo que si algo sucediese entre nosotros, cosa que dudo mucho, mi madre me repudiaría y te adoptaría a ti.”Dijo jugando con un mechón de mi cabello.
Solté una suave risita.”Me gusta tu madre. Igual que tu padre.”
Llamaron a la puerta y él cuidadosamente me dejó en el sofá. Me envolví mejor en la sabana cuando abrió la puerta. Me fijé en que ya tenía el dinero preparado. Me sentí culpable por no ayudarle, pero estaba demasiado avergonzada como para ir hasta la puerta.
“Hola ¿una pizza familiar con extra de pepperoni, champiñones, tocino y pastrami y dos botellas de coca cola?”Preguntó mirándome de forma grosera. Me sonrojé y aparté los ojos de su mirada apreciativa. Me alegraba que Edward no pudiese verlo porque le habría dado un puñetazo a ese hombre. O, creo que lo hará de todas formas.
Edward le entregó el dinero después de coger la pizza y los refrescos. El hombre tardó un minuto antes de largarse finalmente. Tan pronto como la puerta se cerró fui a ayudarle a llevar las cosas. Cogí los refrescos y los abracé contra mi pecho.
“Ya sabes, la gente no debería comerse con los ojos a mi novia, incluso si solo está envuelta en una sabana…”Dijo con una pequeña sonrisa sobre sus labios.
“Ugh ¿Cómo lo has sabido?”
“Por favor, es un hombre y tendría que estar muerto para no querer mirarte.”Dijo sonriendo.”Espero que no te hiciese sentir muy incómoda.”
Puse los ojos en blanco mientras él se burlaba de mí. Parecía muy sereno. Vertí los refrescos en dos vasos antes de sentarme en el sofá. Edward había puesto la comida sobre la mesita auxiliar. Levantó la tapa de la caja y se me abrió la boca.
“Esta cosa en enorme. No creo que pueda comérmelo todo.”Me quejé.
“Está bueno. Te lo prometo… Este sitio tiene la mejor pizza de toda la ciudad.”Me ofreció un trozo, que sinceramente hubiese sido más fácil de comer en un plato con un tenedor.
Edward Cullen
Bella gimió satisfecha por la pizza, lo que me hizo sentirme feliz y celoso al mismo tiempo. Me gustaba ser el único capar de hacerle emitir esos sonidos.
Antes no había querido asustarla, de verdad. Solo quería acercarla a mí, pero cuando gritó y saltó, no pude evitar reírme de ella.
Me sentí un poco más tranquilo, por alguna razón. Tal vez, porque sabía que mi futuro con ella era mucho más seguro. No, aun no se lo había propuesto, pero sabía que ella me amaba sin que importase nada más. Eso era lo que más me afectaba.
No mentía cuando le dije lo que pensaba sobre mis padres. Ellos estarían a su lado, creo. Habían caído perdidamente enamorados de ella, exactamente igual que yo. Era una chica maravillosa ¿Quién no podría enamorarse de ella?
Cuando oí la respiración agitada del maloliente hombre de la pizza, suspiré interiormente. Al principio, estaba enfadado pero luego apareció otra clase de emoción: Orgullo. Él quería a mi novia y no podía tenerla. Yo sería el único que la tuviese.
La pobre chica solo pudo comer un trozo y admitiré que yo soy u poco glotón. Bella se burló de mi cuando me terminé mi cuarto pedazo.”Vas a estallar.”
“No.”Negué.”Tengo que recobrar energía. Tú haces que la gaste toda.”
“Oh, lo siento. Tal vez debería dejar de…”Dejó que sus palabras se desvaneciesen.
Sonreí perversamente para mí. Me abalancé sobre ella, haciéndola chillar de placer cuando comencé a besar y mordisquear su cuello.”No, no pares porque yo sé que nunca lo haré…”
La cogí en brazos y la llevé a la cama por segunda vez esta noche. En esta ocasión me gustaría entrar en ella, pero no antes de que le mostrase lo mucho que la amaba, otra vez.
Bella Swan
La luz se colaba por nuestras cortinas abiertas y dejé escapar un gemido. Me moví tapándome los ojos cuando vislumbré a Edward. Estaba tumbado sobre su estomago, con la cabeza girada hacia mí. Aun profundamente dormido, su hermoso cabello de color marrón rojizo estaba completamente revuelto. Sonreí recordando como se había puesto así. Sinceramente, me sorprendería que hoy fuese capad de caminar. Realmente no habíamos estado juntos durante una semana, menos en nochebuena y yo fui la única que consiguió el alivio entonces. Creo que había almacenado todas sus frustraciones sexuales y las había soltado la última noche, en las cuatro ocasiones.
Me levanté de la cama para ir a la salita de la habitación del hotel. Nuestras ropas estaban dispersas por todo el cuarto. Decidí recogerlas para que Edward no tropezase con ellas. Las dejé en un sillón. La última prenda que recogí fue la chaqueta de cuero de Edward.
La chaqueta era enorme y suave al tacto. Olía a él, dulce y deliciosa. Tapé con ella mi cuerpo desnudo. Me llegaba por las rodillas y tuve problemas para encontrarme las manos en sus largas mangas. Las doblé cuidadosamente en mis brazos. Me la ceñí al cuerpo, llevando el cuello de la chaqueta hasta mi nariz y aspirando profundamente. Algo golpeó mi cadera. Me llené de curiosidad y dejé que mi mano se metiese en su bolsillo.
Pensaba que sería su teléfono móvil o algo así pero lo que saqué me sorprendió. Era una pequeña caja de terciopelo negro. La abrí lentamente para ver lo que había dentro y jadeé. Dentro de una almohadilla había un anillo. Era hermoso, parecía antiguo. Era un diamante cuadrado de color azul rodeado de pequeños diamantes blancos. No sé porqué lo saqué de la caja y lo deslicé en mi dedo. Encajaba perfectamente.
¿Era lo que creía que era? ¿De verdad iba a proponerme matrimonio? ¿Cuál sería mi respuesta? ¿Estaba preparada para esto? Me mordí el labio inferior y aparté la mirada del increíble anillo. Quizá estaba preocupada por nada. Quizá se tratase de otro regalo de navidad, tal vez solo fuese porque sí. Incluso si así fuese me parecía demasiado caro. No creo que pudiese aceptarlo, incluso aunque me encantase.
Suspiré con fuerza y dejé el anillo otra vez en la caja.
“¿Bella, amor?”Me llamó su voz ronca. Rápidamente cerré la caja y la devolví al bolsillo. Me quité su chaqueta y la dejé con el resto de la ropa.”¿Qué haces?”Preguntó desde el arco abovedado de la habitación. Estaba totalmente desnudo, con una sonrisa en su hermoso rostro.
“Recogiendo las cosas.”Dije con sinceridad. Me acerqué a él y rodeé su cintura con los brazos. Pasó las manos por mi cuerpo, para comprobar si todavía estaba completamente desnuda.
“Mm, aun es temprano ¿Por qué no vuelves a la cama?”Me besó la frente con suavidad. Me parecía que sabia cual era la razón exacta por la que quería que volviese a la cama.
“¿Por qué no nos duchamos y comemos algo?”Contrarresté.
“Si tenemos que hacerlo…”Suspiró alegremente. Sus dedos se enredaron en mi cabello cuando me acercó a él. Me besó profundamente en los labios, asegurándose de apoyar la mano en mi espalda para acercarme lo más posible.”Te amo.”Susurró cuando me alejó.
“Y, yo a ti.”Dije pasando los dedos por su mejilla. Se inclinó hacia la palma de mi mano y la besó con suavidad.
La ducha fue larga y agradable. No me sorprendería que hubiésemos utilizado todo el agua caliente del hotel. Casi me había vuelto una pasa cuando salimos. Nos vestimos con la ropa de la noche anterior.
“Bella, ángel ¿Quieres venir a Navy Pier conmigo?”Me preguntó mientras me ayudaba a ponerme la chaqueta.
“¿Qué es Navy Pier?”
“No sé si lo sabías pero hay una noria. Por lo visto, no puedes perdértelo. Eso es el Navy Pier?”
Se puso las gafas por primera vez en catorce horas. Suspiré tristemente pero me incliné para besar sus labios.”Suena divertido.”Intenté decir a la ligera.
Edward Cullen
“¿Qué va mal?
“Las gafas. Echaré de menos mirarte a los ojos.”Admitió suavemente.
Suspiré para mí y me las quité, guardando las gafas en el bolsillo.”¿Mejor?”
“No quiero que este incomodo por mí.”
“No quiero que estés triste por mí.”Contrarresté.
Sacó las gafas de mi bolsillo y me las volvió a poner. Después sus manos descansaron sobre mis mejillas.”La ausencia acrecienta los grandes amores. Simplemente tendré que esperar un poco ¿vale?”
Sonreí por sus dulces formas y bajé los labios hasta su frente.
Tomemos un taxi hasta el muelle. No sonaba como si estuviese concurrido pero hoy hacia frio, aunque no demasiado viento, por una vez. Caminamos juntos y cogidos de la mano. Bella soltaba algún ¨oh¨ de admiración por ciertas cosas y me sentía feliz al verla tan embelesada.
“¿Podemos montarnos en la noria?”Preguntó tranquilamente.
“Tus deseos son ordenes para mí.”Le dije sonriendo. Ella soltó una risita pero tiró de mí hacia la atracción.
Éramos los únicos en el gonadal y di gracias por ello. Estaba seguro que desde aquí las vistas de la ciudad y el lago eran increíbles. Bella se acurrucó contra mí, apoyando la cabeza en mi hombro y la pequeña mano en mí estomago.
“Esto es genial Edward. Estoy tan contenta de haber venido a Chicago contigo.”
Hundí la nariz en su cabello y la besé en la mejilla con ternura.”Yo también me alegro de que vinieras.”
“Desearía quedarme así para siempre.”Dijo con un feliz suspiro.
“Podemos, si quieres, ya sabes. Podríamos mudarnos aquí, comprar un pequeño apartamento. Ir a esta universidad. Me gusta el Centenary, pero tenerte aquí conmigo, junto con mi familia seria como estar en el cielo.”Pasé los dedos por su cabello.
“Tal vez después de la universidad. ¿Crees que podríamos conseguir que nuestra pequeña pandilla se viniese con nosotros? Alice se moriría por ir de compras, Jasper quería enterarse de toda la historia. Rosalie simplemente quiere vivir en una gran ciudad. Y, bueno, Emmett seguiría a Rosalie a cualquier sitio.”Dijo soltando una risita.
“Mientras vivan en un apartamento distinto por mi está bien.”Me reí entre dientes.
“Gracias. Gracias por traerme. Por darme la oportunidad de ver cosas nuevas. Me encanta. Eres un gran chico ¿Sabes? Un día…”Hizo una pausa, pareció estar considerando las palabras durante un momento. Sacudió la cabeza, sentí sus movimientos contra mi pecho.
“¿Un día, Qué?”Pregunté.
“No importa.”Intentó alejarse, pero la retuve.
“¿Qué Bella?”Le pregunté con firmeza.
“¿Alguna vez te ha preocupado que estemos yendo demasiado rápido?”Preguntó pillándome por sorpresa.
“No. En realidad no. Sin embargo, eso no es lo que ibas a decir. ¿Qué era?”La presioné. Ella se alejó de mi pecho y esta vez se lo permití.”Bella ¿Sientes que estamos yendo demasiado rápido?”
“Un poco.”Dijo tranquilamente. Sonaba como si estuviese a punto de llorar. La acerqué a mi otra vez.
“Bella, podemos ir más despacio. Solo quiero que seas feliz. Estaré a tu lado sin que importe nada mas.”Traté de alejarla de las lágrimas. No quería espantarla.
“¿En serio?”
“Sí, por supuesto, niña tonta. No voy a ir a ninguna parte. Te daré lo que necesites. Si quieres que ralenticemos el ritmo, lo ralentizaremos. Si quieres que te lleve a las Vegas y nos case un imitador de Elvis…”
Rió tontamente y presionó su frente contra mi pecho.”No, olvídate de las Vegas de momento.”Deslizó los brazos bajo mi chaqueta cuando se sentó sobre mi regazo.”Quiero que las cosas se queden como están por un tiempo ¿Vale?”
Asentí y besé su cabeza.
¿Sabía que quería proponerle matrimonio? ¿Se les habría escapado a mis padres o yo era demasiado obvio? Parecía que estaba tratando de no herir mis sentimientos. Dolía un poco pero lo entendía. Ella no había dicho que no. Solo había dicho de momento. Podía entenderlo. Solo llevábamos juntos unos pocos meses. Iba a pasar el resto de mi vida con esta chica. Podía darle todo el tiempo que necesitase para que se sintiese cómoda con la idea.
Podía entender su reticencia hacia el matrimonio. Sus padres habían sido un mal ejemplo. Yo siempre había estado junto a los míos quienes se amaban profundamente. Se enamoraron y casaron tan rápidamente que a mí me parecía natural. La mayoría de las personas se condenaban con sus apresurados matrimonios. Tenía que admitir que ellos eran la excepción a la regla.
Cuando bajamos de la noria tiré de Bella hacia la música.”¿A dónde vamos?”Dijo soltando una risita.
“Si te montas en la noria, tienes que montarte en el tiovivo.”Me burlé.
Se rió de mi juego, pero vino conmigo. La ayudé a subir a uno de los caballos y me puse a su lado cuando el viaje comenzó.
“¿No vas a montarte en una de estas cosas?”Preguntó.
“No…”Sonreí.
“¿Sabes qué?”Dijo. La sentí inclinarse hacia mí, sus labios estaban a pulgadas de mi oído.”Creo que tu solo querías que cabalgase otra cosa que no fueses tu durante un rato.”
Eché la cabeza hacia atrás riéndome.”Estas llena de energía, Sra. Swan.”
Se rió tontamente.”Bueno, estoy sorprendida de que puedas caminar, Sr. Cullen.”
“Oh ¿Y por qué?”
“¿No estás dolorido de todo nuestro… ejercicio de anoche?”Me podía imaginar el rubor en sus mejillas cuando dijo eso. Extendí la mano para sentir el calor. Reí entre dientes.
“Se me olvidó salir a correr por lo menos cuatro veces esta semana y estoy tranquilo por haber hecho algo de ejercicio.”
“Sí, bueno, eso no es escusa. Es antinatural lo bueno que eres en todo.”
“No soy bueno en todo…”Hice una pausa durante un segundo y luego mi sonrisa creció.”Espera ¿Acabas de decir que follo bien?”
“¡Edward Anthony Cullen!”Me reprendió, dándome un manotazo en el hombro. Eché la cabeza hacia atrás riéndome a carcajadas y ella rió conmigo.”Eres tan malo. Basta.”
“Vale, vale… Seré bueno.”Hice un pequeño puchero.”Pero solo porque tú me lo pides. Vamos, vamos a por algo de comer.”
Bella Swan
Me sorprendió lo bien que se tomó Edward mi pequeña pista. No parecía disgustado por ello. No quería que me malinterpretase. Quería casarme con él. De verdad, de verdad que quería. Simplemente no tan pronto. Pensaba que esto lo habría deprimido o al menos disgustado. En realidad, parecía muy contento, lo que me alegraba. Me pregunté brevemente cuanto tiempo había llevado ese anillo con él. También me pregunté lo que planeaba. Él nunca hacia nada pequeño.
Me senté sobre su regazo en el McDonald más loco que había visto nunca. Mordisqueé un nugget de pollo mientras veía como todos los niños jugaban con todas las cosas y miraban distintos espectáculos de laser.”¿No puede haber un McDonald normal, es que no puede haberlo?”
Él rió entre dientes.”No es como cualquier lugar de comida rápida, aquí es así. Vas a lo grande o te vas a casa, supongo.”
Le di de comer una patata frita y él juguetonamente me mordisqueó los dedos.”Edward ¿Has pensado en año nuevo?”
“Un poco ¿Por qué?”
“¿Qué van a hacer tus padres? No habrá más fiestas ¿Verdad?”Le pregunté tranquilamente. Creo que no podría haber soportado otra fiesta con Tanya.
“Van a ir a la fiesta de un amigo. Por lo general, se quedan en el Drake, o algo así, después. ¿Por qué?”
“¿Podemos simplemente quedarnos en casa vestidos en pijama otra vez?”Le pedí mordiéndome el labio inferior. No quería estropear sus planes, si es que tenía alguno.
¿No quieres ir a ver los fuegos artificiales o algo?”Preguntó sorprendido.
Me incliné para acercarme a él. Sonrojándome por mis pensamientos.”Creo que lo que más me gustaría es hacer el amor contigo cuando el reloj toque las doce.”
“Me parece que suena como una forma perfecta de poner fin a un año y comenzar otro.”
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 29
Edward Cullen
“Bien, vosotros dos, pasad un buen año nuevo, y ya nos veremos más tarde.”Dijo mi padre. Prácticamente podía escuchar la sonrisa en su voz.
“Lo haremos.”Dije mientras mi madre me daba un fuerte abrazo.
Sabía que Bella no escaparía sin antes abrazar a mi madre.”Oh, tengo algo para vosotros en la nevera.”Oí como le daba un abrazo a Bella. No creo que fuese a sobrellevar demasiado bien nuestra marcha en un par de días. Sinceramente, no me sorprendería que Bella y yo acabásemos llorando. He disfrutado mucho de nuestras cortas vacaciones, a pesar de los altibajos.
Tan pronto como se cerró la puerta, tiré de Bella para darle un profundo beso. Se derritió entre mis brazos, sonriendo. Con las manos froté la camiseta de su pijama de seda. El pijama que yo le había comprado para navidad.”Mm, me preguntaba si ibas a ponértelo.”
“¿Te gusta?”Preguntó inclinando la cabeza contra mi hombro.
“Se siente muy bien. No es nada en comparación con tu piel desnuda…”Sonreí burlonamente y bajé mi boca a la suya.”Pero, bastará, por ahora.”La besé con suavidad.
“Edward ¿Estas tratando de seducirme?”Bromeó.
“Siempre.”Le seguí el juego mientras le hacía cosquillas. Se rió tontamente y se meneó en mis brazos.
“Vamos, vayamos a comer.”Dijo llevándome a la cocina, tratando de distraerme de mi divertido asalto.”¿Qué quieres que haga?”Preguntó dulcemente.
“No tienes por qué cocinar, podemos encargar algo.”Todavía era temprano, sobre las seis. Quizás tardásemos en conseguir algo de comida pero no me importaba demasiado.
“¡No! Me mimas mucho. A demás, pensaba que te gustaba mi forma de cocinar.”
“Por supuesto que sí.”Reí entre dientes. Yo la había llevado a cenar fuera los dos días anteriores. No creo que le gustase mucho que me gastase mi dinero en ella. Pero ella tenía su propia forma de mimarme, lo aceptaba. Me encantaba como cocinaba.
Abrió la puerta de la nevera con un suave pum. La oí coger un par de cosas y ponerlas sobre la encimera.”Hm, tenemos todo lo necesario para hacer espaguetis y albóndigas. ¿Qué tal te suena?”
Envolví su cintura con mis brazos.”Me encantará cualquier cosa que prepares pero eso suena fantástico.”
Me senté sobre la isla de la cocina mientras ella comenzaba a trabajar. Me centré en cada pequeño sonido. El sonido de su ropa mientras caminaba, el sonido del agua en la olla, incluso el sonido que hacia cuando rompía un huevo. Quería tratar de averiguar lo que estaba haciendo sin preguntar. Era más fácil decirlo que hacerlo, pero tenía algo de práctica de cuando era pequeño. Hacia compañía a mi madre y trataba de adivinar lo que estaba haciendo. En cierto modo Bella me recordaba a mi madre, en todas las cosas buenas.
“Ugh, oye chico, necesito tu fuerza masculina.”Dijo después de gruñir. Noté que un frasco de vidrio caía en mis manos. Reí levente entre dientes cuando quité la tapa. Pasé un dedo por ella y me lo llevé a la boca.
“Mmm, salsa de espaguetis.”Limpié el resto de la salsa de mi dedo. Oí a Bella gemir y murmura algo por lo bajo.
“Bueno en todo…”
“Creo que no eres parcial.”Le informé con una sonrisa un poco presumida. Me recosté sobre la encimera apoyándome sobre las palmas de las manos.
“No, no soy parcial. Te conozco. Quiero decir, eres guapo, listo, fuerte, atractivo y podrías, con tu encantos, convencer a cualquier mujer de cualquier cosa.”Se burló de mí.
“Primero que nada, tu eres la única que piensa esas cosas.”Hice una pausa para menear la cabeza.”En segundo lugar, no quiero convencer a cualquier chica.”
“Es bueno saberlo.”Rió antes de acercarse para darme un rápido beso.
“Entonces ¿así es como va a ser cuando vivamos juntos?”Pregunté en tono casual.
“¿Vivir juntos? ¿Qué quieres decir?”Preguntó deteniendo lo que estaba haciendo, revolviendo el contenido de alguna olla probablemente.
“¿No has pensado nunca en ello? Tener una casa completamente nuestra. ¿Tal vez en verano?”
“No tengo suficiente dinero para ello. Y no quiero que tú me lo pagues. Entonces no sería nuestra casa, sino la tuya. No sé si me sentiría cómoda de esa manera.”Dijo con un fuerte suspiró.
“Bella, lo que es mío es tuyo. Ya deberías de saberlo. Además me aseguraré de que nuestros nombres aparezcan en la escritura, de esa manera seria nuestra.”La tranquilicé.
“Solo porque mi nombre esté escrito o significa que sea mío.”Contrarrestó.
“Eso es exactamente lo que significa. Además, Bella, si estoy en algún sitio y tú no te encuentras allí conmigo, ya no sería un hogar, solo una casa con una cama.”Sujeté su brazo y tiré de ella hasta ponerla entre mis piernas. Acaricié con la nariz la parte superior de su cabeza después de haberle dado un suave beso.”Bella, sé que quieres que vayamos más despacio. No estoy diciendo que nos mudemos mañana. Simplemente creo que es algo que debemos discutir en el futuro. Y, Bella, mi futuro está contigo, no importa dónde. ¿Lo sabes, verdad?”
“Me siento igual. Vale, hablaremos de ello, después de año nuevo.”Besó la base de mi cuello ligeramente.
“Bella…”Hice una pausa, reflexionando sobre lo que quería decir. No quería ofenderla.”¿Es tan horrible que quiera cuidar de ti de ese modo? ¿Qué te de cosas y eso? No siento como si pudiese hacer mucho mas.”
“Es lo que me das, las cosas que no compras, lo que valen mucho mas.”Su mano acarició mi mejilla mientras se separaba de mí.
Lo que sea que estuviese haciendo emitía sonidos raros como de chapoteo. Arrugué la nariz.”¿Qué estás haciendo?”
“Las albóndigas. Ya sabes, redondeándolas.”Me contestó.
Después de eso la dejé trabajar. Se movía por la cocina, sus pies descalzos golpeaban contra el suelo de baldosas. El silencio era cómodo y estaba disfrutando de él.
Oí un sonido metálico y un suave pop.
“Ay, ay, ay, ay, ay, maldita sea, ay…”Bella comenzó a llorar.
Bella Swan
Algo de comida italiana sonaba bien en aquel momento. Era relajante trabajar en la cocina con Edward ¨mirando¨ a su manera. Me gustaba la pequeña sonrisa que había en sus perfectos labios. Me gustaba aun más que no llevase sus gafas puestas.
Me sorprendió un poco cuando comenzó a hablar sobre vivir juntos. Había pensado en ello, sinceramente. Pero, no quería aprovecharme de él y de su dinero, no importaba lo mucho que quisiese pasar cada segundo con él. Hablaríamos más de ello cuando nos marchásemos. Solo era otra cosa que añadir a la lista. Tal vez podría conseguir un trabajo e igualar un poco las cosas.
Quité la tapa de la salsa caliente de los espaguetis y comencé a echar las albóndigas para que se cociesen. Estaba echando la última cuando la salsa hirvió demasiado y saltó, cayéndome en la piel.
“Ay, ay, ay, ay, ay, maldita sea, ay…”No podía detener las lagrimas que manaban de mis ojos.
Edward saltó de la encimera con rapidez y llegó a mi lado.”¿Qué va mal?”
“Yo…yo…me he quemado…”Tartamudeé a través de mis lagrimas. Estas caían por mis mejillas.
“Muy bien, Isabella, quiero que me escuches. Necesito que me describas donde está la quemadura y como es de grande.”Se acercó al fregadero y abrió el grifo del agua fría.
Respiré profundamente, dejando que él me diese las instrucciones de lo que tenía que hacer. Pensaba con dificultad a causa de la quemadura.”Um, está en mi muñeca derecha, en el brazo derecho, donde se une el brazo con la mano, en la zona interior. Justo debajo del pulgar. De tamaño mediano, supongo.”
“Muy bien, buena chica, ven aquí.”Teniendo cuidado de no tocar mi brazo, me levantó la manga de mi camisa. Cogió mi mano y la metió debajo del agua. La sostuvo allí durante mucho tiempo. Resollaba como un bebé, mordiéndome los labios para no llorar. Me lavó la mano completamente, como mucho cuidado. Por último la apartó del agua y apagó el grifo. Me secó tiernamente la mano, asegurándose de limpiar todo el agua sin ejercer demasiada presión.”¿Todavía te arde?”
“Un poco. Sí.”Murmuré.
Acercó la muñeca a su boca. Comenzó a soplar suavemente sobre la zona afectada, calmando la quemadura con su aliento fresco.”¿Está mejor?”
“Sí…”
“Muy bien, aquí…”Me cogió por la cintura y me dejó sobre la isla donde antes había estado él sentado. Fue hasta el armario y sacó un rollo de esparadrapo, una gasa y un tubo pequeño de algo. Pasó el dedo por él, sobre la etiqueta en braille que tenia. Volvió a mí de nuevo.”Bien, déjame tu muñeca.”
Puso la palma de mi mano hacia arriba. Quitó el tapón del tubo con sus dientes y entonces con la otra mano apretó para aplicarme cuidadosamente un poco sobre la quemadura. Siseé pero él me calló quedamente. Y con la acción más cariñosa extendió la pomada. Entonces lo cubrió con la gasa, utilizando el esparadrapo para mantenerla en su lugar.
Le admiraba completamente. Se había hecho cargo de la situación, hacia que me sintiese muy segura.”¿Cómo lo hiciste?”Pregunté suavemente.
“¿Hacer qué?”Preguntó lavándose las manos.
“Esto…”Meneé la mano frente a mi hasta que me di cuenta de que estaba haciendo una estupidez. No podía verme ni a mí ni a mi expresión.”Quiero decir, tratar con lo de la quemadura.”
“Bueno, Bella, mi padre es médico. Hice alguna que otra cosa. Además, cuando aprendí a cocinar las dos cosas que puedo hacer, yo también me quemé bastante. Tengo algo de práctica.”Dijo con una pequeña sonrisa. Se acercó para ponerse entre mis piernas.
“Estas equivocado.”Dejé escapar antes de que pudiese pararme.
“¿Sobre qué?”Inclinó la cabeza hacia un lado, su expresión era confusa.
“Dijiste que no podías cuidar de mi. Edward, estas equivocado.”
“Bella yo-“
Le corté con mis labios antes de que pudiese decir nada más. Tenía razón y él lo sabía. Solo estaba siendo terco, pero yo no se lo permitiría. No sobre eso, ya no.”Edward cuidas de mi de formas que jamás sabrás.”
Edward Cullen
Yo estaba entre sus piernas totalmente asombrado por lo que acababa de hacer y lo que ella decía. Supongo que en cierto modo tenía razón, pero yo no podía hacerme cargo de todo. Sin embargo, me gustaría. Aunque lo que acababa de pasar me hacía sentir bien.
Me alegró de que no sucediese nada más durante la cena. Bella siempre conseguía sorprenderme con sus deliciosas comidas. El olor ya era suficiente para hacerme la boca agua.
“Entonces ¿Viste lo que mi madre nos ha dejado?”Pregunté cuando terminamos de cenar.
“No. ¿Por qué?”Preguntó confundida.
Sonreí y fui a la nevera. Sabía perfectamente lo que nos había dejado. Ella quería que esta noche fuese especial para nosotros y ya que no íbamos a salir no tenía inconveniente en que bebiésemos en casa. Lo había comprado especialmente para nosotros.
“¡Oh dios mío! ¿Dom Perignon? ¿Sabes lo caro que es?”Soltó y oí como se tapaba la boca con la mano provocando un débil pop.
Reí entre dientes.”Bella… sinceramente querida, relájate. Es una ocasión especial, y yo también bebería. Y no te preocupes por el precio. Entonces ¿te gustaría beber un poco ahora o prefieres que lo dejemos hasta la media noche?”
“Déjalo hasta medianoche. Creo que ya sé lo que me gustaría hacer. Si te parece bien.”Parecía un poco tímida respecto a su petición. Volví a meter la botella en hielo y me acerqué a ella.
“Cualquier cosa será perfecta.”
“¿Puedo tocar contigo? Quiero decir, en el piano. He oído que tocas algo, pero la mayoría son cosas de navidad, me parece.”
La cogí de la mano sin decir palabra y la llevé a la sala donde estaba mi piano. Me senté a su lado en el banco que había frente a mí.
“¿Qué te gustaría que tocásemos?”Le pregunté sonriendo un poco.
“No sé…”Se inclinó hacia mi mientras pensaba.
Decidí tocar algo que estaba seguro que la haría reaccionar. Comencé con The Entertainer de Scott Joplin. Bella soltó una risita y se incline más hacia mí. Para mí era bastante sencillo y me la sabia de memoria. No sé por qué me sentía conectado con esa música.
“Esto no es lo que quise decir.”Volvió a reir.
“Oh, bien ¿Qué quieres entonces?”Pregunté mientras seguía tocando.
“Quiero escuchar algo tuyo. Algo que tu hayas compuesto.”
“Entonces ¿por qué no lo dijiste desde el principio?”Dejé a medias la canción y pasé a algo que había escrito para Bella cuando tuvimos nuestra primera cita. Ella ya había escuchado parte, pero no toda.
Dejé que mis dedos acariciasen las teclas de marfil. Bella apoyó la cabeza en mi hombro mientras yo intentaba tocar perfectamente para ella. No era algo en lo que yo solía pensar pero quería que le gustase.”Escribí esto para ti, cuando quedamos por primera vez.”
“Lo recuerdo.”Habló suavemente como si no pudiese decirlo más alto porque lloraría. Volví el rostro hacia ella y la besé levemente a la vez que seguía tocando.
Cuando la última nota se perdió en el aire dejé que mis manos descansasen a mis costados. Bella enmarcó mi rostro con sus manos y me besó. Fue un beso suave pero apasionado. No había lujuria, solo amor. Acaricié su rostro mientras pasaba los pulgares por sus sienes.
La cogí en brazos y la llevé a mi habitación. No había nada sexual en mis actos. Solo quería que estuviese más cómoda. La tumbé en la cama y me eché a su lado, besándola en los labios.
Pasamos el resto de la noche en ese mismo lugar besándonos y tumbados el uno en el otro. Nunca antes me había sentado tan contento. Sus dedos encontraron mi cabello y masajearon la parte de atrás de mi cuello cuando nuestros labios se rozaron. Ella era mi felicidad y con ella en cada caricia me llenaba por completo.
“Casi es medianoche.”Susurró.
“¿Por qué no enciendes la radio y escuchamos la cuenta atrás? Iré a por el champán.”Le di un pequeño beso en la frene antes de saltar de la cama.
Bella Swan
Examiné el estéreo, tratando de averiguar qué botón apretar. Me sentía estúpida por no saberlo. Finalmente me imaginé que era de las que estaban fijas y cambié a otra emisora. Todavía me quedaban cinco minutos cuando la música comenzó a sonar. Era una emisora de rock clásico. Una canción que no reconocí. Edward entró en la habitación llevando consigo dos copas y la botella de champán abierta. Sonrió.”Me encanta esta canción.”
“¿Cuál es?”
“Golden years de David Bowie.”Dejó las copas y la botella sobre una mesa, entonces me cogió entre sus brazos.
Bailó pegado a mí, moviéndose al ritmo de la música. Me reí tontamente al verle tan feliz cuando dejé que mis caderas rozasen las suyas. Subió las manos por mi espalda.”Sabes, esto no es exactamente lo que tenía planeado hacer.”
“Me encantará cualquier cosa que hagamos. Mientras esté contigo.”Dije cuando él me echó hacia atrás. Me reí, rodeando con fuerza su cuello.
Comenzó a cantar la letra, sin que se borrase la sonrisa de su rostro ni una sola vez.”Me quedaré contigo nena durante mil años, nada te tocará en esos años de oro…”
Nunca bailaría esto con nadie que no fuese él. Pero, aquí a solas, bailaba voluntariamente para ver el ligero sonrojo de su cara mientras me movía contra él. Se mordió el labio inferior y cerró los ojos a la vez que bailábamos.”¿Estás disfrutando?”
“Sí…”Gimió.”Pero si quieres escuchar la cuenta atrás, será mejor que paremos.”
Reí tontamente al ver el rubor de sus mejillas y me incliné para besarle en la punta de la nariz.”Voy a servirnos un poco de champan.”Él asintió lentamente y yo no le podía ayudar pero podía sonreír. Me gustaba poder provocarle ese tipo de reacciones.
Vertí el líquido lentamente, tratando de no tirarlo por todas partes. La espuma llegó hasta arriba pero no se derramó. Entregué una de las copas a Edward cuando el locutor de la radio comenzaba la cuenta atrás.
“Bella, no hay nadie más con quien quisiese estar pasando esta noche.”Dijo suavemente.
“No hay nadie más con quien quisiese pasar cada noche.
Tintineé mi copa contra la suya antes de dar un pequeño sorbo. Me hizo cosquillas en la garganta y en la nariz cuando me lo tragué. No estaba tan malo. Edward se lo bebió todo y luego me quitó el vaso de la mano. Dejándolos sobre la mesa otra vez.
Sujetó mis manos y se inclinó lentamente.
3...2…1
“Feliz año nuevo.”Susurró antes de presionar sus labios contra los míos. Llevó mis brazos para que rodeasen su cuello y los suyos capturaron mi cintura. Me levantó del suelo sin cortar el beso. Nos hizo girar cuando lo rompió, provocando que me riese tontamente por, lo que parecía ser, la centésima vez esta noche.
“¿Qué tal está tu muñeca?”Preguntó besándome el cuello.
“No me duele ¿Por qué?”Le miré a la cara, confundida por su pregunta en este momento.
“Bueno, ya sabes, en California aun no es media noche. Si quieres, podemos llegar al año nuevo de la forma en que tu comentaste el otro día…”Dijo suavemente.
“Bien, tenemos dos horas ¿Se te ocurre algo que nos mantenga entretenidos hasta entonces?”Le pregunté en broma.
“Oh, tengo algunas ideas…”Sonrió burlón cuando él prácticamente me tiró a la cama. Me reí con fuerza mientras se ponía encima de mí.”¿Te importaría que te las enseñase?”
Edward Cullen
“Bien, vosotros dos, pasad un buen año nuevo, y ya nos veremos más tarde.”Dijo mi padre. Prácticamente podía escuchar la sonrisa en su voz.
“Lo haremos.”Dije mientras mi madre me daba un fuerte abrazo.
Sabía que Bella no escaparía sin antes abrazar a mi madre.”Oh, tengo algo para vosotros en la nevera.”Oí como le daba un abrazo a Bella. No creo que fuese a sobrellevar demasiado bien nuestra marcha en un par de días. Sinceramente, no me sorprendería que Bella y yo acabásemos llorando. He disfrutado mucho de nuestras cortas vacaciones, a pesar de los altibajos.
Tan pronto como se cerró la puerta, tiré de Bella para darle un profundo beso. Se derritió entre mis brazos, sonriendo. Con las manos froté la camiseta de su pijama de seda. El pijama que yo le había comprado para navidad.”Mm, me preguntaba si ibas a ponértelo.”
“¿Te gusta?”Preguntó inclinando la cabeza contra mi hombro.
“Se siente muy bien. No es nada en comparación con tu piel desnuda…”Sonreí burlonamente y bajé mi boca a la suya.”Pero, bastará, por ahora.”La besé con suavidad.
“Edward ¿Estas tratando de seducirme?”Bromeó.
“Siempre.”Le seguí el juego mientras le hacía cosquillas. Se rió tontamente y se meneó en mis brazos.
“Vamos, vayamos a comer.”Dijo llevándome a la cocina, tratando de distraerme de mi divertido asalto.”¿Qué quieres que haga?”Preguntó dulcemente.
“No tienes por qué cocinar, podemos encargar algo.”Todavía era temprano, sobre las seis. Quizás tardásemos en conseguir algo de comida pero no me importaba demasiado.
“¡No! Me mimas mucho. A demás, pensaba que te gustaba mi forma de cocinar.”
“Por supuesto que sí.”Reí entre dientes. Yo la había llevado a cenar fuera los dos días anteriores. No creo que le gustase mucho que me gastase mi dinero en ella. Pero ella tenía su propia forma de mimarme, lo aceptaba. Me encantaba como cocinaba.
Abrió la puerta de la nevera con un suave pum. La oí coger un par de cosas y ponerlas sobre la encimera.”Hm, tenemos todo lo necesario para hacer espaguetis y albóndigas. ¿Qué tal te suena?”
Envolví su cintura con mis brazos.”Me encantará cualquier cosa que prepares pero eso suena fantástico.”
Me senté sobre la isla de la cocina mientras ella comenzaba a trabajar. Me centré en cada pequeño sonido. El sonido de su ropa mientras caminaba, el sonido del agua en la olla, incluso el sonido que hacia cuando rompía un huevo. Quería tratar de averiguar lo que estaba haciendo sin preguntar. Era más fácil decirlo que hacerlo, pero tenía algo de práctica de cuando era pequeño. Hacia compañía a mi madre y trataba de adivinar lo que estaba haciendo. En cierto modo Bella me recordaba a mi madre, en todas las cosas buenas.
“Ugh, oye chico, necesito tu fuerza masculina.”Dijo después de gruñir. Noté que un frasco de vidrio caía en mis manos. Reí levente entre dientes cuando quité la tapa. Pasé un dedo por ella y me lo llevé a la boca.
“Mmm, salsa de espaguetis.”Limpié el resto de la salsa de mi dedo. Oí a Bella gemir y murmura algo por lo bajo.
“Bueno en todo…”
“Creo que no eres parcial.”Le informé con una sonrisa un poco presumida. Me recosté sobre la encimera apoyándome sobre las palmas de las manos.
“No, no soy parcial. Te conozco. Quiero decir, eres guapo, listo, fuerte, atractivo y podrías, con tu encantos, convencer a cualquier mujer de cualquier cosa.”Se burló de mí.
“Primero que nada, tu eres la única que piensa esas cosas.”Hice una pausa para menear la cabeza.”En segundo lugar, no quiero convencer a cualquier chica.”
“Es bueno saberlo.”Rió antes de acercarse para darme un rápido beso.
“Entonces ¿así es como va a ser cuando vivamos juntos?”Pregunté en tono casual.
“¿Vivir juntos? ¿Qué quieres decir?”Preguntó deteniendo lo que estaba haciendo, revolviendo el contenido de alguna olla probablemente.
“¿No has pensado nunca en ello? Tener una casa completamente nuestra. ¿Tal vez en verano?”
“No tengo suficiente dinero para ello. Y no quiero que tú me lo pagues. Entonces no sería nuestra casa, sino la tuya. No sé si me sentiría cómoda de esa manera.”Dijo con un fuerte suspiró.
“Bella, lo que es mío es tuyo. Ya deberías de saberlo. Además me aseguraré de que nuestros nombres aparezcan en la escritura, de esa manera seria nuestra.”La tranquilicé.
“Solo porque mi nombre esté escrito o significa que sea mío.”Contrarrestó.
“Eso es exactamente lo que significa. Además, Bella, si estoy en algún sitio y tú no te encuentras allí conmigo, ya no sería un hogar, solo una casa con una cama.”Sujeté su brazo y tiré de ella hasta ponerla entre mis piernas. Acaricié con la nariz la parte superior de su cabeza después de haberle dado un suave beso.”Bella, sé que quieres que vayamos más despacio. No estoy diciendo que nos mudemos mañana. Simplemente creo que es algo que debemos discutir en el futuro. Y, Bella, mi futuro está contigo, no importa dónde. ¿Lo sabes, verdad?”
“Me siento igual. Vale, hablaremos de ello, después de año nuevo.”Besó la base de mi cuello ligeramente.
“Bella…”Hice una pausa, reflexionando sobre lo que quería decir. No quería ofenderla.”¿Es tan horrible que quiera cuidar de ti de ese modo? ¿Qué te de cosas y eso? No siento como si pudiese hacer mucho mas.”
“Es lo que me das, las cosas que no compras, lo que valen mucho mas.”Su mano acarició mi mejilla mientras se separaba de mí.
Lo que sea que estuviese haciendo emitía sonidos raros como de chapoteo. Arrugué la nariz.”¿Qué estás haciendo?”
“Las albóndigas. Ya sabes, redondeándolas.”Me contestó.
Después de eso la dejé trabajar. Se movía por la cocina, sus pies descalzos golpeaban contra el suelo de baldosas. El silencio era cómodo y estaba disfrutando de él.
Oí un sonido metálico y un suave pop.
“Ay, ay, ay, ay, ay, maldita sea, ay…”Bella comenzó a llorar.
Bella Swan
Algo de comida italiana sonaba bien en aquel momento. Era relajante trabajar en la cocina con Edward ¨mirando¨ a su manera. Me gustaba la pequeña sonrisa que había en sus perfectos labios. Me gustaba aun más que no llevase sus gafas puestas.
Me sorprendió un poco cuando comenzó a hablar sobre vivir juntos. Había pensado en ello, sinceramente. Pero, no quería aprovecharme de él y de su dinero, no importaba lo mucho que quisiese pasar cada segundo con él. Hablaríamos más de ello cuando nos marchásemos. Solo era otra cosa que añadir a la lista. Tal vez podría conseguir un trabajo e igualar un poco las cosas.
Quité la tapa de la salsa caliente de los espaguetis y comencé a echar las albóndigas para que se cociesen. Estaba echando la última cuando la salsa hirvió demasiado y saltó, cayéndome en la piel.
“Ay, ay, ay, ay, ay, maldita sea, ay…”No podía detener las lagrimas que manaban de mis ojos.
Edward saltó de la encimera con rapidez y llegó a mi lado.”¿Qué va mal?”
“Yo…yo…me he quemado…”Tartamudeé a través de mis lagrimas. Estas caían por mis mejillas.
“Muy bien, Isabella, quiero que me escuches. Necesito que me describas donde está la quemadura y como es de grande.”Se acercó al fregadero y abrió el grifo del agua fría.
Respiré profundamente, dejando que él me diese las instrucciones de lo que tenía que hacer. Pensaba con dificultad a causa de la quemadura.”Um, está en mi muñeca derecha, en el brazo derecho, donde se une el brazo con la mano, en la zona interior. Justo debajo del pulgar. De tamaño mediano, supongo.”
“Muy bien, buena chica, ven aquí.”Teniendo cuidado de no tocar mi brazo, me levantó la manga de mi camisa. Cogió mi mano y la metió debajo del agua. La sostuvo allí durante mucho tiempo. Resollaba como un bebé, mordiéndome los labios para no llorar. Me lavó la mano completamente, como mucho cuidado. Por último la apartó del agua y apagó el grifo. Me secó tiernamente la mano, asegurándose de limpiar todo el agua sin ejercer demasiada presión.”¿Todavía te arde?”
“Un poco. Sí.”Murmuré.
Acercó la muñeca a su boca. Comenzó a soplar suavemente sobre la zona afectada, calmando la quemadura con su aliento fresco.”¿Está mejor?”
“Sí…”
“Muy bien, aquí…”Me cogió por la cintura y me dejó sobre la isla donde antes había estado él sentado. Fue hasta el armario y sacó un rollo de esparadrapo, una gasa y un tubo pequeño de algo. Pasó el dedo por él, sobre la etiqueta en braille que tenia. Volvió a mí de nuevo.”Bien, déjame tu muñeca.”
Puso la palma de mi mano hacia arriba. Quitó el tapón del tubo con sus dientes y entonces con la otra mano apretó para aplicarme cuidadosamente un poco sobre la quemadura. Siseé pero él me calló quedamente. Y con la acción más cariñosa extendió la pomada. Entonces lo cubrió con la gasa, utilizando el esparadrapo para mantenerla en su lugar.
Le admiraba completamente. Se había hecho cargo de la situación, hacia que me sintiese muy segura.”¿Cómo lo hiciste?”Pregunté suavemente.
“¿Hacer qué?”Preguntó lavándose las manos.
“Esto…”Meneé la mano frente a mi hasta que me di cuenta de que estaba haciendo una estupidez. No podía verme ni a mí ni a mi expresión.”Quiero decir, tratar con lo de la quemadura.”
“Bueno, Bella, mi padre es médico. Hice alguna que otra cosa. Además, cuando aprendí a cocinar las dos cosas que puedo hacer, yo también me quemé bastante. Tengo algo de práctica.”Dijo con una pequeña sonrisa. Se acercó para ponerse entre mis piernas.
“Estas equivocado.”Dejé escapar antes de que pudiese pararme.
“¿Sobre qué?”Inclinó la cabeza hacia un lado, su expresión era confusa.
“Dijiste que no podías cuidar de mi. Edward, estas equivocado.”
“Bella yo-“
Le corté con mis labios antes de que pudiese decir nada más. Tenía razón y él lo sabía. Solo estaba siendo terco, pero yo no se lo permitiría. No sobre eso, ya no.”Edward cuidas de mi de formas que jamás sabrás.”
Edward Cullen
Yo estaba entre sus piernas totalmente asombrado por lo que acababa de hacer y lo que ella decía. Supongo que en cierto modo tenía razón, pero yo no podía hacerme cargo de todo. Sin embargo, me gustaría. Aunque lo que acababa de pasar me hacía sentir bien.
Me alegró de que no sucediese nada más durante la cena. Bella siempre conseguía sorprenderme con sus deliciosas comidas. El olor ya era suficiente para hacerme la boca agua.
“Entonces ¿Viste lo que mi madre nos ha dejado?”Pregunté cuando terminamos de cenar.
“No. ¿Por qué?”Preguntó confundida.
Sonreí y fui a la nevera. Sabía perfectamente lo que nos había dejado. Ella quería que esta noche fuese especial para nosotros y ya que no íbamos a salir no tenía inconveniente en que bebiésemos en casa. Lo había comprado especialmente para nosotros.
“¡Oh dios mío! ¿Dom Perignon? ¿Sabes lo caro que es?”Soltó y oí como se tapaba la boca con la mano provocando un débil pop.
Reí entre dientes.”Bella… sinceramente querida, relájate. Es una ocasión especial, y yo también bebería. Y no te preocupes por el precio. Entonces ¿te gustaría beber un poco ahora o prefieres que lo dejemos hasta la media noche?”
“Déjalo hasta medianoche. Creo que ya sé lo que me gustaría hacer. Si te parece bien.”Parecía un poco tímida respecto a su petición. Volví a meter la botella en hielo y me acerqué a ella.
“Cualquier cosa será perfecta.”
“¿Puedo tocar contigo? Quiero decir, en el piano. He oído que tocas algo, pero la mayoría son cosas de navidad, me parece.”
La cogí de la mano sin decir palabra y la llevé a la sala donde estaba mi piano. Me senté a su lado en el banco que había frente a mí.
“¿Qué te gustaría que tocásemos?”Le pregunté sonriendo un poco.
“No sé…”Se inclinó hacia mi mientras pensaba.
Decidí tocar algo que estaba seguro que la haría reaccionar. Comencé con The Entertainer de Scott Joplin. Bella soltó una risita y se incline más hacia mí. Para mí era bastante sencillo y me la sabia de memoria. No sé por qué me sentía conectado con esa música.
“Esto no es lo que quise decir.”Volvió a reir.
“Oh, bien ¿Qué quieres entonces?”Pregunté mientras seguía tocando.
“Quiero escuchar algo tuyo. Algo que tu hayas compuesto.”
“Entonces ¿por qué no lo dijiste desde el principio?”Dejé a medias la canción y pasé a algo que había escrito para Bella cuando tuvimos nuestra primera cita. Ella ya había escuchado parte, pero no toda.
Dejé que mis dedos acariciasen las teclas de marfil. Bella apoyó la cabeza en mi hombro mientras yo intentaba tocar perfectamente para ella. No era algo en lo que yo solía pensar pero quería que le gustase.”Escribí esto para ti, cuando quedamos por primera vez.”
“Lo recuerdo.”Habló suavemente como si no pudiese decirlo más alto porque lloraría. Volví el rostro hacia ella y la besé levemente a la vez que seguía tocando.
Cuando la última nota se perdió en el aire dejé que mis manos descansasen a mis costados. Bella enmarcó mi rostro con sus manos y me besó. Fue un beso suave pero apasionado. No había lujuria, solo amor. Acaricié su rostro mientras pasaba los pulgares por sus sienes.
La cogí en brazos y la llevé a mi habitación. No había nada sexual en mis actos. Solo quería que estuviese más cómoda. La tumbé en la cama y me eché a su lado, besándola en los labios.
Pasamos el resto de la noche en ese mismo lugar besándonos y tumbados el uno en el otro. Nunca antes me había sentado tan contento. Sus dedos encontraron mi cabello y masajearon la parte de atrás de mi cuello cuando nuestros labios se rozaron. Ella era mi felicidad y con ella en cada caricia me llenaba por completo.
“Casi es medianoche.”Susurró.
“¿Por qué no enciendes la radio y escuchamos la cuenta atrás? Iré a por el champán.”Le di un pequeño beso en la frene antes de saltar de la cama.
Bella Swan
Examiné el estéreo, tratando de averiguar qué botón apretar. Me sentía estúpida por no saberlo. Finalmente me imaginé que era de las que estaban fijas y cambié a otra emisora. Todavía me quedaban cinco minutos cuando la música comenzó a sonar. Era una emisora de rock clásico. Una canción que no reconocí. Edward entró en la habitación llevando consigo dos copas y la botella de champán abierta. Sonrió.”Me encanta esta canción.”
“¿Cuál es?”
“Golden years de David Bowie.”Dejó las copas y la botella sobre una mesa, entonces me cogió entre sus brazos.
Bailó pegado a mí, moviéndose al ritmo de la música. Me reí tontamente al verle tan feliz cuando dejé que mis caderas rozasen las suyas. Subió las manos por mi espalda.”Sabes, esto no es exactamente lo que tenía planeado hacer.”
“Me encantará cualquier cosa que hagamos. Mientras esté contigo.”Dije cuando él me echó hacia atrás. Me reí, rodeando con fuerza su cuello.
Comenzó a cantar la letra, sin que se borrase la sonrisa de su rostro ni una sola vez.”Me quedaré contigo nena durante mil años, nada te tocará en esos años de oro…”
Nunca bailaría esto con nadie que no fuese él. Pero, aquí a solas, bailaba voluntariamente para ver el ligero sonrojo de su cara mientras me movía contra él. Se mordió el labio inferior y cerró los ojos a la vez que bailábamos.”¿Estás disfrutando?”
“Sí…”Gimió.”Pero si quieres escuchar la cuenta atrás, será mejor que paremos.”
Reí tontamente al ver el rubor de sus mejillas y me incliné para besarle en la punta de la nariz.”Voy a servirnos un poco de champan.”Él asintió lentamente y yo no le podía ayudar pero podía sonreír. Me gustaba poder provocarle ese tipo de reacciones.
Vertí el líquido lentamente, tratando de no tirarlo por todas partes. La espuma llegó hasta arriba pero no se derramó. Entregué una de las copas a Edward cuando el locutor de la radio comenzaba la cuenta atrás.
“Bella, no hay nadie más con quien quisiese estar pasando esta noche.”Dijo suavemente.
“No hay nadie más con quien quisiese pasar cada noche.
Tintineé mi copa contra la suya antes de dar un pequeño sorbo. Me hizo cosquillas en la garganta y en la nariz cuando me lo tragué. No estaba tan malo. Edward se lo bebió todo y luego me quitó el vaso de la mano. Dejándolos sobre la mesa otra vez.
Sujetó mis manos y se inclinó lentamente.
3...2…1
“Feliz año nuevo.”Susurró antes de presionar sus labios contra los míos. Llevó mis brazos para que rodeasen su cuello y los suyos capturaron mi cintura. Me levantó del suelo sin cortar el beso. Nos hizo girar cuando lo rompió, provocando que me riese tontamente por, lo que parecía ser, la centésima vez esta noche.
“¿Qué tal está tu muñeca?”Preguntó besándome el cuello.
“No me duele ¿Por qué?”Le miré a la cara, confundida por su pregunta en este momento.
“Bueno, ya sabes, en California aun no es media noche. Si quieres, podemos llegar al año nuevo de la forma en que tu comentaste el otro día…”Dijo suavemente.
“Bien, tenemos dos horas ¿Se te ocurre algo que nos mantenga entretenidos hasta entonces?”Le pregunté en broma.
“Oh, tengo algunas ideas…”Sonrió burlón cuando él prácticamente me tiró a la cama. Me reí con fuerza mientras se ponía encima de mí.”¿Te importaría que te las enseñase?”
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capítulo 30
Bella Swan
“Gracias por dejarme visitaros. Me lo he pasado genial.”Le dije a Esme abrazándola con fuerza. Estaba a punto de llorar. No sé por qué. Bueno, sí lo sabía. Adora a estas personas. Ellos me hacían sentir parte de su maravillosa familia.
Luego abracé a Carlisle. No fue tan incomodo como me había imaginado. Él me abrazó con fuerza contra su pecho, como un padre haría con su hija. Lentamente me eché hacia atrás y sonreí a la pareja. La pobre Esme estaba llorando. Tuve que volver a abrazarla.”Prométeme que vendrás a visitarnos pronto o podemos organizar un viaje para viajar hasta allí abajo ¿vale?”
“Por supuesto, Esme. Me encantaría.”Empecé a llorar.
“¿Podéis visitarme a mi también?”Bromeó Edward. Me parecía que estaba intentando aligerar mi estado de ánimo. Funcionó. Esme y yo nos reímos entre dientes mientras nos separábamos. Edward abrazó a su madre suavemente.”Te echaré de menos.”Susurró.
“Os quiero tanto.”Murmuró en el hombro de su hijo cuando intentaba ocultar sus lágrimas.
“Oh, mamá, yo también te quiero.”La besó en la cabeza.”No te preocupes os visitaremos pronto.”
“Mas os vale que lo hagáis.”Dijo limpiándose las lágrimas con la mano. Y, con un último abrazo y beso a los dos, nos subimos al jet privado para el vuelo a casa.
Esta vez no me dormí, sino que me tumbé con las piernas en el regazo de Edward. Intenté leer, pero me dolía el estomago. Gemí, hundiéndome más en el asiento, tratando de que el dolor desapareciese.
“¿Qué va mal, amor?”Frotó mi rodilla con ternura.
“Bueno, quería leer pero creo que estoy mareada.”Me cubrí los ojos con el brazo y respiré profundamente.
“¿Qué tal si te tomas algún refresco o algo así? ¿Qué estabas intentando leer? ¿Algo para la universidad?”Su mano masajeó mi pantorrilla mientras intentaba distraerme de mi leve enfermedad.
“No, nada de la universidad. Estaba tratando de matar el tiempo.”
Edward llamó a una azafata para que me trajese una bebida, entonces cogió su mochila.”¿Quieres que te lea algo?”Preguntó dulcemente.
“¿De verdad? ¿Lo harás?”Me moví un poco para mirarle.
“Por supuesto que lo haré. Sin embargo, solo tengo un libro de poesía que estoy leyendo para clases. No tenían audio libros, así que decidí comenzarlo. Lleva mucho más tiempo leer de esta manera. Espero que no te importe.”
Bufé.”Yo, yo no sé si seré capaz de soportar que mi asombroso novio me lea poesía mientras permanezco tumbada sobre su regazo.”Dije con mucho sarcasmo.
La azafata entró con mi bebida y al parecer escuchó mi comentario. Miró a Edward con la confusión escrita en su rostro. Supongo que no se imaginaba que estaba bromeando. Tomé un largo sorbo de la bebida para ocultar mi sonrisa.
“Bueno, se que la vida debe de ser difícil para ti. Pero, intentaré que esto resulte lo menos doloroso posible.”Dijo simulando seriedad. Me reí tontamente y me incorporé para darle un pequeño beso en la mejilla antes de recostarme para estar más cómoda con mi refresco.
Él sonrió alegremente por el beso pero se aclaró la garganta y comenzó a pasar los dedos por los puntos en relieve.”¿Os amo? Déjame enumerar las formas…”
Prácticamente me derretí con el sonido de su voz, cada vez estaba más perdida y más cómoda. El dolor de mi estómago desapareció cuando me centré en él y en su voz aterciopelada. Cerré los ojos y me empapé de ella.
Cuando aterrizamos de dio la impresión de que el vuelo había sido demasiado corto. Sinceramente, no quería moverme de mi cómodo sitio, pero sabía que debía hacerlo. Cuando salimos de la estación había un gran coche negro esperando para llevarnos a casa.
Debía de estar lista para llegar, pero no lo estaba. Aunque había echado de menos a mis amigos.
Cuando llegamos la camioneta de Jasper estaba allí. Sonreí cuando pensé en enseñarle a Alice toda mi ropa nueva. Sabía que el encantaría.
Tanto Edward como yo cogimos un par de maletas, junto con su nueva guitarra que se la echó al hombro. Anduvimos por el corto camino. Escuchando las altas carcajadas que venían de dentro.
“Ugh, otra vez no.”Se rió Edward.
Solté una risita y golpeé la puerta con un puño.””¡Hey! ¡Chicos! ¡Cortad el rollo! ¡Es por la tarde y necesitamos entrar!”
Unos pocos segundos después una emocionada Alice abrió la puerta. Saltó hacía mi, abrazándome con fuerza, obligándome a soltar las maletas.”¡Oh! ¡Te eché de menos! ¡Feliz año nuevo!”
“¿Le has dado más Red Bull, Jazz?”Se rió Edward. Alice saltó de mis brazos y le abrazó fuertemente.
“¡No! Simplemente estoy emocionada por ver a mis amigos.”Finalmente le soltó. Cogió una de mis maletas y la seguimos adentro.
“Entonces ¿Qué tal la navidad?”Pregunté a Jasper que estaba en el sofá. Parecía que estuviese flotando en una nube.
“Oh, ha sido la mejor navidad que he tenido nunca.”Respondió simplemente.
“¿Qué hiciste?”Preguntó Edward dejando sus cosas con cuidado.
“Darme el mejor regalo del mundo.”Contestó Alice por Jasper mientras alzaba su mano izquierda hacía mi. Chillé. No pude evitarlo. Examiné el sencillo anillo de oro blanco con un diamante circular. Era perfecto para Alice. Mi corazón palpitó cuando pensé en el anillo oculto en algún lugar del equipaje de Edward.
“¿¡Vas a casarte!?”Dije abrazándola con fuerza.
Parecía completamente feliz. No necesitaría Red Bull o café para poder saltar durante los próximos años. Todo el entusiasmo que destilaba llegaba hasta mi.”Oh, Bella. Es perfecto. Jazz es tan romántico.
“Hablan de de ti como si no estuvieses, tio.”Se rió Edward mientras se acercaba al sofá junto a Jasper. Le dio la mano.”Enhorabuena.”
“Gracias.”Sonrió Jasper mientras se volvía a mirar a Alice que todavía examinaba su anillo. Sabía que no era el diamante que a ella le gustaba pero simbolizaba el amor.
Cuando finalmente salió de su aturdimiento tiró de mí para sentarnos en el sofá.
“Entonces ¿Cómo se lo propusiste?”Le pregunté a Jasper, tratando de no dejarle fuera de la conversación. Alice se arrimó a él sobre su regazo, sus bracitos le rodearon con fuerza el cuello.
“Fue perfecto. Fuimos a ver sus padres por navidad ¿Sabes? Bien, en nochebuena se aseguró de que me pusiese un traje, ya puedes imaginarte, no me interesaba que alguien escogiese mi ropa pero desde que él lo hizo quiero que siga haciéndolo. Me llevó a un restaurante increíble y luego a eso de las luces navideñas. Parecido al que hacen aquí pero con árboles de navidad en lugar de rosas. De todas formas…”Divagó. Luché contra el impulso de decirle que continuase. Sabía que llegaría al momento a su propio ritmo.”Caminamos por allí durante un rato, cogidos de la mano, hasta que llegamos a un bonito mirador iluminado. Puso una rodilla sobre el suelo y dijo-“
“Dije que tenía otro regalo de navidad, o un regalo que no tenía nada que ver con eso, si ella quería ser mi esposa. Porque cada segundo que estoy con ella es un regalo de los dioses.”Dijo Jasper sin mirar a nadie más excepto a Alice. Ella se inclinó para darle un profundo beso.
Miré a Edward que sonreía, pero parecía un poco triste. Sabía que él deseaba que fuésemos nosotros lo que nos encontrásemos en esta situación. Pero, yo estaba más contenta porque no lo estábamos. No quería robarle este momento a Alice.
Me levanté y le cogí las manos.”Bueno ¿Por qué no les damos algo de privacidad a los enamorados?”Le pregunté dulcemente. Él asintió y sonrió en mi dirección.
Le llevé a mi habitación.”¿Estás bien?”Susurré con suavidad.
“Sí, lo estoy ¿Por qué lo preguntas?”Dijo ladeando la cabeza hacia un lado.
Cuando llegamos a mi cuarto cerré la puerta tras nosotros. Le quité las gafas y las puse sobre mi mesita de noche.”Sabes por qué.”
“Estoy un poco celoso, lo admito. Sin embargo estoy contento por ellos.”Me rodeó la cintura con los brazos y me acercó más.
“No te preocupes, algún día seremos nosotros los que estemos ahí contando lo perfecta que fue nuestra proposición.”Le aseguré.
“¿Lo prometes?”Enterró la nariz en mi cabello para ocultar la cara. Acerqué mis labios hasta su oreja y la besé ligeramente.
“Lo prometo.”Dije. Esperaba que se diese cuenta del doble significado de esas dos sencillas palabras. No quería que nunca dudase del amor que sentía y de que quería casarme con él. Pero no ahora. (N/T: A ver, os explico. La respuesta en ingles de Bella es I do. Que es lo que se contesta en ingles cuando hacen la pregunta esa de ¿Quieres casarte conmigo? De ahí el doble significado al que se refiere Bella. Lo que pasa en que en español no se me ocurría ninguna respuesta que sonase bien a la pregunta de Edward y que tuviese ese doble significado.)
Edward Cullen
Esta contento por mis amigos, pero no podía ignorar los celos que corrían por mis venas. Me sentía mal por comportarme de esa manera pero no podía evitarlo. Quería una boda. Probablemente era el único hombre del mundo que se sentía así.
“No te preocupes, algún día seremos nosotros los que estemos ahí contando lo perfecta que fue nuestra proposición.”Las suaves palabras me hicieron sonreír un poco mientras la apretaba más contra mi cuerpo.
Acerqué mi cara a su cabello y respiré profundamente.
“¿Lo prometes?”
“Lo prometo.”
Sonreí y la cogí en brazos. La llevé hasta la cama y la tumbé cuidadosamente. Permanecí encima de ella, dejando que mi cuerpo presionase con suavidad el suyo.”Las dos palabras más bellas que nunca se han dicho.”
“Edward…”Murmuró antes de que juntase levemente nuestros labios.
“¿Sí, mi amor?”
“Tenemos que hablar de un par de cosas…”
Solté un suspiro y me puse de lado.”¿No puedes esperar un poco más? Acabamos de llegar. No sabía que quisieses hablar de ello tan pronto como llegásemos a casa.”Refunfuñé.
Se movió apoyando la espalda contra mi estomago. Con mi brazo cubrí su cintura.”No quería decir que esto surgiese tan pronto. Pero, probablemente tengamos que hablar ahora.”
“¿Qué quieres decir?”
“Estoy bastante segura de que Alice y Jasper querrán vivir juntos.”Dijo con un poco de tristeza.
“Oh…”No era ahí a donde pensaba que íbamos a llegar. Aunque me alegraba por ello.”Bueno podíamos empezar a buscar una casa y a finales de semestre mudarnos.”
“No tengo dinero para el pago inicial.”Dijo con un fuerte suspiro.”Tendré que encontrar un trabajo a tiempo parcial.”
“Isabella ¿Realmente crees que voy a dejar que pagues por algo?”La giré hasta que estuvo frente a mí.
“No puedo tolerar que gastes más dinero en mi.”Gimoteó.
“No es solo para ti. También, es para mí. ¿No estarás más cómoda en nuestra propia casa?”La urgí ligeramente.
“Me gustaría vivir contigo. Pero no puedo dejar que lo pagues todo.”Dijo con firmeza.
Dejé escapar un fuerte suspiro e incliné la cabeza hacia atrás.”Bien ¿Qué te parece esto? Durante el verano puedes buscar un empleo a tiempo parcial, porque no permitiré que tu trabajo universitario sufra por esto, y podrás pagar ciertas cosas. Como ¿algunos gastos y la comida?”
“Conseguiré un trabajo a tiempo completo y pagaré parte del alquiler.”Contrarrestó.
“No habrá ningún alquiler, porque voy a comprar la casa. Y, será a tiempo parcial, porque te necesito a mi alrededor.”Con mis dedos acaricié su mejilla para notar la expresión de su rostro. Tal y como pensaba sus labios estaban levemente fruncidos.
“¿Qué pasa con los muebles?”
“Me gustaría comprarlos, con tu ayuda. Realmente yo no podría escoger nada.”La acerqué mas a mi cuerpo mientras pensaba en nosotros comprando una cama nueva.
“Quiero pagar parte de eso.”
“¿Y qué hay de los adornos? Como lámparas, cuadros y cosas similares. Yo no los necesito, por lo que serán solo para ti.”Traté de apartar esos pensamientos para poder finalizar nuestro acuerdo. Era tan cabezota.
“Edward quiero pagar más que eso.”Gruñó.
“No.”Dije simplemente. Ella gruñó e intentó levantarse, pero la mantuve contra mí.”Bella, por favor. Vente a vivir conmigo.”Le pregunté suavemente, tratando de calmar su irritación.
“Me gustaría.”
“Entonces está arreglado.”Reí alegremente, aunque sabia que no me saldría con la mía.
“¡Nada está arreglado, Edward! Quiero pagar mi parte.”Dijo sentándose, noté como se movía encima de mí.
“Isabella, por favor.”Moví la cabeza para ponerla en su regazo.”No hay nada en este mundo que me haría más feliz que vivir contigo en nuestra propia casa. Si no quieres vivir conmigo, lo entenderé, pero si lo haces no permitiré que gastes el dinero que tienes. Sé que no quieres sentirte como si estuvieses conmigo por mi dinero. Yo sé que no lo haces. Por favor, déjame pagar a mí. Ayúdame a buscar una casa y amuéblala.”
“Vale…”Susurró, sus diminutos dedos se deslizaban a través de mi cabello.
“¿Qué?”
“He dicho que vale. Pero conseguiré un trabajo a tiempo parcial. Pagaré algunos gastos y parte de la comida. Además, quiero contratar algún servicio de jardinería o algo así.”Dijo un poco más alto, con voz ligeramente firme.
Rápidamente me senté y aplasté mis labios contra los de ella. Sus dedos se enredaron en mi cabello mientras la volvía a tumbar sobre la cama.
“¿Sabes lo que podríamos hacer? Podríamos preguntarle a tu madre si nos ayudaría a decorarla. Estoy segura de que su gusto es mucho mejor que el mío.”Dijo mientras me separaba un poco de ella. Apoyé la cabeza sobre su pecho blando. Aunque los suaves latidos de su corazón iban a un ritmo rápido, palpitando contra mi mejilla. Me pregunté si seria por la emoción o por el temor, o las dos cosas a la vez.
“Creo que se enamorará mas de ti si haces eso. Pero, pienso que antes deberíamos buscar la casa. La semana que viene me pondré en contacto con un agente inmobiliario. Tendrás que estar conmigo de manera que le pueda informar de lo que queremos.”Dije sonriendo, los planes se empezaban a formar en mi cabeza.
“¿No te parece que es un poco pronto para empezar a buscar?”
“Bueno, si queremos encontrar un sitio para empezar a vivir a finales de primavera no está mal. Además, sé cuánto tiempo le lleva a mi madre decorar una casa.”
“Oh, bien.”Exhaló.
“Bella ¿Estás de acuerdo con esto?”Alcé la mano hasta su rostro, con cuidado.
“Sí, solo… un poco abrumada. No creí que hoy tomásemos una decisión.”Meditó sus palabras con cuidado.”No es que no quiera. Creo que no sabía que esperar.”Agregó rápidamente.
“Bueno ¿Por qué no nos prohibimos tomar más decisiones hoy y hablamos de ello más adelante? Creo que deberíamos ir con nuestros amigos para celebrarlo ¿no?”Le di un toquecito en la nariz. El monstruo de ojos verdes que había aparecido antes ahora estaba olvidado, lo había sustituido una nueva felicidad.
“¡Oh! Esa es una gran idea ¿Por qué no vamos a ver si quieren algo de sushi?”Dijo alegremente.
Me reí entre dientes.”¿Sushi? ¿De verdad?”
“¿Qué? La última vez que lo pedí estaba muy bueno. Quiero seguir probando cosas nuevas. Especialmente si lo hago contigo.”
Bella Swan
“Gracias por dejarme visitaros. Me lo he pasado genial.”Le dije a Esme abrazándola con fuerza. Estaba a punto de llorar. No sé por qué. Bueno, sí lo sabía. Adora a estas personas. Ellos me hacían sentir parte de su maravillosa familia.
Luego abracé a Carlisle. No fue tan incomodo como me había imaginado. Él me abrazó con fuerza contra su pecho, como un padre haría con su hija. Lentamente me eché hacia atrás y sonreí a la pareja. La pobre Esme estaba llorando. Tuve que volver a abrazarla.”Prométeme que vendrás a visitarnos pronto o podemos organizar un viaje para viajar hasta allí abajo ¿vale?”
“Por supuesto, Esme. Me encantaría.”Empecé a llorar.
“¿Podéis visitarme a mi también?”Bromeó Edward. Me parecía que estaba intentando aligerar mi estado de ánimo. Funcionó. Esme y yo nos reímos entre dientes mientras nos separábamos. Edward abrazó a su madre suavemente.”Te echaré de menos.”Susurró.
“Os quiero tanto.”Murmuró en el hombro de su hijo cuando intentaba ocultar sus lágrimas.
“Oh, mamá, yo también te quiero.”La besó en la cabeza.”No te preocupes os visitaremos pronto.”
“Mas os vale que lo hagáis.”Dijo limpiándose las lágrimas con la mano. Y, con un último abrazo y beso a los dos, nos subimos al jet privado para el vuelo a casa.
Esta vez no me dormí, sino que me tumbé con las piernas en el regazo de Edward. Intenté leer, pero me dolía el estomago. Gemí, hundiéndome más en el asiento, tratando de que el dolor desapareciese.
“¿Qué va mal, amor?”Frotó mi rodilla con ternura.
“Bueno, quería leer pero creo que estoy mareada.”Me cubrí los ojos con el brazo y respiré profundamente.
“¿Qué tal si te tomas algún refresco o algo así? ¿Qué estabas intentando leer? ¿Algo para la universidad?”Su mano masajeó mi pantorrilla mientras intentaba distraerme de mi leve enfermedad.
“No, nada de la universidad. Estaba tratando de matar el tiempo.”
Edward llamó a una azafata para que me trajese una bebida, entonces cogió su mochila.”¿Quieres que te lea algo?”Preguntó dulcemente.
“¿De verdad? ¿Lo harás?”Me moví un poco para mirarle.
“Por supuesto que lo haré. Sin embargo, solo tengo un libro de poesía que estoy leyendo para clases. No tenían audio libros, así que decidí comenzarlo. Lleva mucho más tiempo leer de esta manera. Espero que no te importe.”
Bufé.”Yo, yo no sé si seré capaz de soportar que mi asombroso novio me lea poesía mientras permanezco tumbada sobre su regazo.”Dije con mucho sarcasmo.
La azafata entró con mi bebida y al parecer escuchó mi comentario. Miró a Edward con la confusión escrita en su rostro. Supongo que no se imaginaba que estaba bromeando. Tomé un largo sorbo de la bebida para ocultar mi sonrisa.
“Bueno, se que la vida debe de ser difícil para ti. Pero, intentaré que esto resulte lo menos doloroso posible.”Dijo simulando seriedad. Me reí tontamente y me incorporé para darle un pequeño beso en la mejilla antes de recostarme para estar más cómoda con mi refresco.
Él sonrió alegremente por el beso pero se aclaró la garganta y comenzó a pasar los dedos por los puntos en relieve.”¿Os amo? Déjame enumerar las formas…”
Prácticamente me derretí con el sonido de su voz, cada vez estaba más perdida y más cómoda. El dolor de mi estómago desapareció cuando me centré en él y en su voz aterciopelada. Cerré los ojos y me empapé de ella.
Cuando aterrizamos de dio la impresión de que el vuelo había sido demasiado corto. Sinceramente, no quería moverme de mi cómodo sitio, pero sabía que debía hacerlo. Cuando salimos de la estación había un gran coche negro esperando para llevarnos a casa.
Debía de estar lista para llegar, pero no lo estaba. Aunque había echado de menos a mis amigos.
Cuando llegamos la camioneta de Jasper estaba allí. Sonreí cuando pensé en enseñarle a Alice toda mi ropa nueva. Sabía que el encantaría.
Tanto Edward como yo cogimos un par de maletas, junto con su nueva guitarra que se la echó al hombro. Anduvimos por el corto camino. Escuchando las altas carcajadas que venían de dentro.
“Ugh, otra vez no.”Se rió Edward.
Solté una risita y golpeé la puerta con un puño.””¡Hey! ¡Chicos! ¡Cortad el rollo! ¡Es por la tarde y necesitamos entrar!”
Unos pocos segundos después una emocionada Alice abrió la puerta. Saltó hacía mi, abrazándome con fuerza, obligándome a soltar las maletas.”¡Oh! ¡Te eché de menos! ¡Feliz año nuevo!”
“¿Le has dado más Red Bull, Jazz?”Se rió Edward. Alice saltó de mis brazos y le abrazó fuertemente.
“¡No! Simplemente estoy emocionada por ver a mis amigos.”Finalmente le soltó. Cogió una de mis maletas y la seguimos adentro.
“Entonces ¿Qué tal la navidad?”Pregunté a Jasper que estaba en el sofá. Parecía que estuviese flotando en una nube.
“Oh, ha sido la mejor navidad que he tenido nunca.”Respondió simplemente.
“¿Qué hiciste?”Preguntó Edward dejando sus cosas con cuidado.
“Darme el mejor regalo del mundo.”Contestó Alice por Jasper mientras alzaba su mano izquierda hacía mi. Chillé. No pude evitarlo. Examiné el sencillo anillo de oro blanco con un diamante circular. Era perfecto para Alice. Mi corazón palpitó cuando pensé en el anillo oculto en algún lugar del equipaje de Edward.
“¿¡Vas a casarte!?”Dije abrazándola con fuerza.
Parecía completamente feliz. No necesitaría Red Bull o café para poder saltar durante los próximos años. Todo el entusiasmo que destilaba llegaba hasta mi.”Oh, Bella. Es perfecto. Jazz es tan romántico.
“Hablan de de ti como si no estuvieses, tio.”Se rió Edward mientras se acercaba al sofá junto a Jasper. Le dio la mano.”Enhorabuena.”
“Gracias.”Sonrió Jasper mientras se volvía a mirar a Alice que todavía examinaba su anillo. Sabía que no era el diamante que a ella le gustaba pero simbolizaba el amor.
Cuando finalmente salió de su aturdimiento tiró de mí para sentarnos en el sofá.
“Entonces ¿Cómo se lo propusiste?”Le pregunté a Jasper, tratando de no dejarle fuera de la conversación. Alice se arrimó a él sobre su regazo, sus bracitos le rodearon con fuerza el cuello.
“Fue perfecto. Fuimos a ver sus padres por navidad ¿Sabes? Bien, en nochebuena se aseguró de que me pusiese un traje, ya puedes imaginarte, no me interesaba que alguien escogiese mi ropa pero desde que él lo hizo quiero que siga haciéndolo. Me llevó a un restaurante increíble y luego a eso de las luces navideñas. Parecido al que hacen aquí pero con árboles de navidad en lugar de rosas. De todas formas…”Divagó. Luché contra el impulso de decirle que continuase. Sabía que llegaría al momento a su propio ritmo.”Caminamos por allí durante un rato, cogidos de la mano, hasta que llegamos a un bonito mirador iluminado. Puso una rodilla sobre el suelo y dijo-“
“Dije que tenía otro regalo de navidad, o un regalo que no tenía nada que ver con eso, si ella quería ser mi esposa. Porque cada segundo que estoy con ella es un regalo de los dioses.”Dijo Jasper sin mirar a nadie más excepto a Alice. Ella se inclinó para darle un profundo beso.
Miré a Edward que sonreía, pero parecía un poco triste. Sabía que él deseaba que fuésemos nosotros lo que nos encontrásemos en esta situación. Pero, yo estaba más contenta porque no lo estábamos. No quería robarle este momento a Alice.
Me levanté y le cogí las manos.”Bueno ¿Por qué no les damos algo de privacidad a los enamorados?”Le pregunté dulcemente. Él asintió y sonrió en mi dirección.
Le llevé a mi habitación.”¿Estás bien?”Susurré con suavidad.
“Sí, lo estoy ¿Por qué lo preguntas?”Dijo ladeando la cabeza hacia un lado.
Cuando llegamos a mi cuarto cerré la puerta tras nosotros. Le quité las gafas y las puse sobre mi mesita de noche.”Sabes por qué.”
“Estoy un poco celoso, lo admito. Sin embargo estoy contento por ellos.”Me rodeó la cintura con los brazos y me acercó más.
“No te preocupes, algún día seremos nosotros los que estemos ahí contando lo perfecta que fue nuestra proposición.”Le aseguré.
“¿Lo prometes?”Enterró la nariz en mi cabello para ocultar la cara. Acerqué mis labios hasta su oreja y la besé ligeramente.
“Lo prometo.”Dije. Esperaba que se diese cuenta del doble significado de esas dos sencillas palabras. No quería que nunca dudase del amor que sentía y de que quería casarme con él. Pero no ahora. (N/T: A ver, os explico. La respuesta en ingles de Bella es I do. Que es lo que se contesta en ingles cuando hacen la pregunta esa de ¿Quieres casarte conmigo? De ahí el doble significado al que se refiere Bella. Lo que pasa en que en español no se me ocurría ninguna respuesta que sonase bien a la pregunta de Edward y que tuviese ese doble significado.)
Edward Cullen
Esta contento por mis amigos, pero no podía ignorar los celos que corrían por mis venas. Me sentía mal por comportarme de esa manera pero no podía evitarlo. Quería una boda. Probablemente era el único hombre del mundo que se sentía así.
“No te preocupes, algún día seremos nosotros los que estemos ahí contando lo perfecta que fue nuestra proposición.”Las suaves palabras me hicieron sonreír un poco mientras la apretaba más contra mi cuerpo.
Acerqué mi cara a su cabello y respiré profundamente.
“¿Lo prometes?”
“Lo prometo.”
Sonreí y la cogí en brazos. La llevé hasta la cama y la tumbé cuidadosamente. Permanecí encima de ella, dejando que mi cuerpo presionase con suavidad el suyo.”Las dos palabras más bellas que nunca se han dicho.”
“Edward…”Murmuró antes de que juntase levemente nuestros labios.
“¿Sí, mi amor?”
“Tenemos que hablar de un par de cosas…”
Solté un suspiro y me puse de lado.”¿No puedes esperar un poco más? Acabamos de llegar. No sabía que quisieses hablar de ello tan pronto como llegásemos a casa.”Refunfuñé.
Se movió apoyando la espalda contra mi estomago. Con mi brazo cubrí su cintura.”No quería decir que esto surgiese tan pronto. Pero, probablemente tengamos que hablar ahora.”
“¿Qué quieres decir?”
“Estoy bastante segura de que Alice y Jasper querrán vivir juntos.”Dijo con un poco de tristeza.
“Oh…”No era ahí a donde pensaba que íbamos a llegar. Aunque me alegraba por ello.”Bueno podíamos empezar a buscar una casa y a finales de semestre mudarnos.”
“No tengo dinero para el pago inicial.”Dijo con un fuerte suspiro.”Tendré que encontrar un trabajo a tiempo parcial.”
“Isabella ¿Realmente crees que voy a dejar que pagues por algo?”La giré hasta que estuvo frente a mí.
“No puedo tolerar que gastes más dinero en mi.”Gimoteó.
“No es solo para ti. También, es para mí. ¿No estarás más cómoda en nuestra propia casa?”La urgí ligeramente.
“Me gustaría vivir contigo. Pero no puedo dejar que lo pagues todo.”Dijo con firmeza.
Dejé escapar un fuerte suspiro e incliné la cabeza hacia atrás.”Bien ¿Qué te parece esto? Durante el verano puedes buscar un empleo a tiempo parcial, porque no permitiré que tu trabajo universitario sufra por esto, y podrás pagar ciertas cosas. Como ¿algunos gastos y la comida?”
“Conseguiré un trabajo a tiempo completo y pagaré parte del alquiler.”Contrarrestó.
“No habrá ningún alquiler, porque voy a comprar la casa. Y, será a tiempo parcial, porque te necesito a mi alrededor.”Con mis dedos acaricié su mejilla para notar la expresión de su rostro. Tal y como pensaba sus labios estaban levemente fruncidos.
“¿Qué pasa con los muebles?”
“Me gustaría comprarlos, con tu ayuda. Realmente yo no podría escoger nada.”La acerqué mas a mi cuerpo mientras pensaba en nosotros comprando una cama nueva.
“Quiero pagar parte de eso.”
“¿Y qué hay de los adornos? Como lámparas, cuadros y cosas similares. Yo no los necesito, por lo que serán solo para ti.”Traté de apartar esos pensamientos para poder finalizar nuestro acuerdo. Era tan cabezota.
“Edward quiero pagar más que eso.”Gruñó.
“No.”Dije simplemente. Ella gruñó e intentó levantarse, pero la mantuve contra mí.”Bella, por favor. Vente a vivir conmigo.”Le pregunté suavemente, tratando de calmar su irritación.
“Me gustaría.”
“Entonces está arreglado.”Reí alegremente, aunque sabia que no me saldría con la mía.
“¡Nada está arreglado, Edward! Quiero pagar mi parte.”Dijo sentándose, noté como se movía encima de mí.
“Isabella, por favor.”Moví la cabeza para ponerla en su regazo.”No hay nada en este mundo que me haría más feliz que vivir contigo en nuestra propia casa. Si no quieres vivir conmigo, lo entenderé, pero si lo haces no permitiré que gastes el dinero que tienes. Sé que no quieres sentirte como si estuvieses conmigo por mi dinero. Yo sé que no lo haces. Por favor, déjame pagar a mí. Ayúdame a buscar una casa y amuéblala.”
“Vale…”Susurró, sus diminutos dedos se deslizaban a través de mi cabello.
“¿Qué?”
“He dicho que vale. Pero conseguiré un trabajo a tiempo parcial. Pagaré algunos gastos y parte de la comida. Además, quiero contratar algún servicio de jardinería o algo así.”Dijo un poco más alto, con voz ligeramente firme.
Rápidamente me senté y aplasté mis labios contra los de ella. Sus dedos se enredaron en mi cabello mientras la volvía a tumbar sobre la cama.
“¿Sabes lo que podríamos hacer? Podríamos preguntarle a tu madre si nos ayudaría a decorarla. Estoy segura de que su gusto es mucho mejor que el mío.”Dijo mientras me separaba un poco de ella. Apoyé la cabeza sobre su pecho blando. Aunque los suaves latidos de su corazón iban a un ritmo rápido, palpitando contra mi mejilla. Me pregunté si seria por la emoción o por el temor, o las dos cosas a la vez.
“Creo que se enamorará mas de ti si haces eso. Pero, pienso que antes deberíamos buscar la casa. La semana que viene me pondré en contacto con un agente inmobiliario. Tendrás que estar conmigo de manera que le pueda informar de lo que queremos.”Dije sonriendo, los planes se empezaban a formar en mi cabeza.
“¿No te parece que es un poco pronto para empezar a buscar?”
“Bueno, si queremos encontrar un sitio para empezar a vivir a finales de primavera no está mal. Además, sé cuánto tiempo le lleva a mi madre decorar una casa.”
“Oh, bien.”Exhaló.
“Bella ¿Estás de acuerdo con esto?”Alcé la mano hasta su rostro, con cuidado.
“Sí, solo… un poco abrumada. No creí que hoy tomásemos una decisión.”Meditó sus palabras con cuidado.”No es que no quiera. Creo que no sabía que esperar.”Agregó rápidamente.
“Bueno ¿Por qué no nos prohibimos tomar más decisiones hoy y hablamos de ello más adelante? Creo que deberíamos ir con nuestros amigos para celebrarlo ¿no?”Le di un toquecito en la nariz. El monstruo de ojos verdes que había aparecido antes ahora estaba olvidado, lo había sustituido una nueva felicidad.
“¡Oh! Esa es una gran idea ¿Por qué no vamos a ver si quieren algo de sushi?”Dijo alegremente.
Me reí entre dientes.”¿Sushi? ¿De verdad?”
“¿Qué? La última vez que lo pedí estaba muy bueno. Quiero seguir probando cosas nuevas. Especialmente si lo hago contigo.”
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
que preocupacion la operacion .......tiene que ser tan dificil decidir si pasar por ello o no .........
que casualidad que Bella encuentre el anillo .......que mal royo el hacer que no sabes nada de el pero a la vez intentar que tu novio no se precipite .........y en cima no hacerle daño diciendo que es demasiado pronto
Alice y Jasper se casan es genial
cuantas emociones y cuanto amor gracias Atal por esta increible dosis de capitulos
que casualidad que Bella encuentre el anillo .......que mal royo el hacer que no sabes nada de el pero a la vez intentar que tu novio no se precipite .........y en cima no hacerle daño diciendo que es demasiado pronto
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Re: Blind (+18) (Completo)
estoy totalmente decuerdo contigo Xole y tmb comprendo a Edward ke sienta celos porque deverian ser ellos lo ke estubieran contando lo del matrimonio pero creo ke pronto se casaran por ke tengo la ligera sospecha ke bella puede estar embarazada no se pero me da es imprecion ya ke a lo ke eh leido nunca se an cuidado durante sus vacaciones en chicago pero bueno ya lo sabrremos pronto
besitos chicas y espero capitulos pronto
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Bella yo tambien he pensado lo del embarazo cuando el dolor de tripa estraño pero bueno como dices ya se vera
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Re: Blind (+18) (Completo)
mañana pondre más capitulos amigas... es muy complicado lo de la operación pero esperemos que sea efectivo y en cuanto al embarazo todo puede ser, cuando menos lo esperas germina la semillita jejej
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
ok amiga y si creoyo tambien ke la operacion va a ser complicada y si creo ke Bella va estar embarasada espero los capitulos con ancias hasta pronto
alejandra_vazquez88- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
mañana pondre más¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ jijij besitos
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Re: Blind (+18) (Completo)
que bien los espero ..........estoy deseando ver que pasa con...todo
xole- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
en la noche los pondre amiga bueno en mi noche jejeje sorry
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Re: Blind (+18) (Completo)
ok ya que aqui ya es de noche .........
no pasa nada si no los pillo esta noche mañana no se me escapan
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xole- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
entonces espera unos minutos y te pongo algunos ok?
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capitulo 31
Bella Swan
Después de nuestra cena, en la que Edward pidió una serie de cosas que me dejó probar, fuimos a tumbarnos a su dormitorio. Jasper se quedaba con Alice y queríamos darles privacidad. Edward estaba realmente tranquilo, sus labios seguían el curso de sus pensamientos.
“¿Donde tienes la cabeza?”
“Estaba pensando en una cosa. No es nada importante, no te preocupes.”Intentó alejar mis preocupaciones. Suspiré con fuerza.
“Edward, algo te molesta. Cuéntamelo.”Le froté el pecho con las manos, dejándolas descansar en sus hombros.
“¿Cuándo encontraste el anillo?”Preguntó tranquilamente, apartando su rostro de mí.
“Oh…”Dije en voz baja. Me mordí el labio inferior, no quería herir sus sentimientos.
“Bella, no estoy enfadado.”Me aseguró.”Lo siento, si te hizo sentir incomoda.”
No, no me incomodó. No, para nada.”Suspiré.”Cuando estábamos en el hotel. Yo estaba recogiendo la ropa y me puse tu chaqueta. Sé que no debería haber-“
“Bella, mi vida, no te preocupes. Cualquier cosa que sea mía es tuya. Además, apuesto a que estabas muy sexy con esa chaqueta puesta.”Bromeó tranquilamente. Sus dedos se deslizaron por mis mejillas y me dio un beso en la frente.”No lo escondí muy bien. Debería haberlo sabido. Bueno ¿Al menso te gustó?”
“Muchísimo… Es… ¿es lo que creo que es?”Apoyé la cabeza a un lado de su cuello, no quería ver su cara cuando respondiese a la pregunta.
“¿Qué crees que es?”Contrarrestó.
“Edward…”Murmuré presionando la cara contra su piel.
“Sí.”
“Lo siento.”Dije suavemente, una sensación de calor ascendió por mis mejillas.
“¿Qué es lo que sientes?”Con sus manos sacó mi rostro de su escondite. Frotando levemente mi piel con el pulgar.
“Te lo he arruinado.”Comencé a llorar.
Se levantó y me metió entre sus brazos.”Oh, no lo has arruinado. Bella, cuando te lo proponga será un día inolvidable para nosotros. Sin importar como, donde y de qué forma te lo pida. Si no te encuentras preparada estoy dispuesto a esperar todo el tiempo que necesites. Lo bueno se hace esperar. Y vale la pena.”
“No, yo no valgo la pena.”Comencé a llorar más fuerte, sintiéndome de repente menos digna de su amor y devoción. Era demasiado perfecto, demasiado amable, demasiado dulce.
“Sí. Lo. Vales.”Dijo cada palabra con firmeza, apretando con las manos mi cara.”Mis esperanzas y deseos son algo que no puedo ocultar muy bien. Tu eres mi deseo y también mi esperanza.”
Sollocé contra su pecho. Él me acunó lentamente, tarareando junto a mi oído para tranquilizarme.
“Oh, mi pobre dulce Bella. Ha sido una jornada muy larga. Estas muy cansada. No llores, mi amor. Podemos hablar de todo esto otro día.”Pasó sus dedos por mi cabello.
“Edward, pídemelo. Pídemelo ahora.”Susurré tranquilamente.
Edward Cullen
Tarareé una suave melodía junto a su oído. Su cuerpo temblaba contra el mío y me parecía que no era solo por esta conversación.“Oh, mi pobre dulce Bella. Ha sido una jornada muy larga. Estas muy cansada. No llores, mi amor. Podemos hablar de todo esto otro día.”La tranquilicé, tratando de calmar su corazón atronador y sus gruesas lagrimas.
“Edward, pídemelo. Pídemelo ahora.”
“¿Qué?”Me alejé un poco de su cuerpo. ¿Qué se lo pidiese? ¿Es así como lo quería? Así no era como quería hacerlo.
“Bella yo-“Empecé pero un atronador golpe en la puerta me interrumpió.
“Hey ¿Chicos, estáis ahí?”Llamó Emmett tras la puerta. Cuidadosamente senté a Bella en la cama. La interrupción no podría alegrarme más.
“Hola, Em.”Abrí la puerta solo una rendija.
“Pensaba que estabais ahí dentro. No te preocupes, no te molestaré durante mucho tiempo. Solo quería asegurarme de que te lo habías pasado bien en vacaciones y quería hacerte una pregunta.”Parecía un poco tímido. Me preguntaba si podía ver la cara de angustia de Bella. Fruncí el ceño, sintiéndome culpable por el temporal alivio en esta charla.
“¿Qué querías preguntar?”
“Bueno, veras mi padre es propietario de un concesionario y todos los años alquila una parcela para el desfile de carnaval que se hace para todos los que trabajan para él y sus familias. Estamos allí durante todo el día, hacemos parrillas, nos ponemos ciegos de comida basura y cerveza, básicamente hacemos el vago todo el día. Es muy divertido. Me preguntaba si querríais venir con nosotros. Jasper y Alice también van a venir.”
“¿No es un poco pronto para hablar del carnaval? No empieza hasta finales de febrero.”Le pregunté confundido.
“Bueno, lo que pasa es que, ellos hacen los desfiles dos fines de semana antes del carnaval oficial. Y este año será el mejor desfile pues cae en el día de San Valentín. Quería cogeros antes de que hicieseis planes. Tendréis suficiente tiempo para celebrarlo después del desfile. Después celebramos una gran fiesta en la casa de mis padres si lo prefieres.
“No lo sé, Em. Tenemos que hablarlo primero.”
“Oh, bien.”Dijo un poco triste.”Espero que decidáis venir. No sería una buena fiesta sin ti. Pero, lo entenderé si no quieres.”Me sentía mal por haberle disgustado. No le había rechazado ni le había cerrado la puerta en las narices. Teníamos que hablar primero.
Después de darle las buenas noches, cerré la puerta lentamente. Tan pronto como la cerradura hico clic me incliné contra ella. Antes de volver con Bella respiré hondo. Me arrodillé frente a ella.
“Isabella Marie Swan, me casaré contigo. Te lo propondré. Sin embargo, no será esta noche. Cuando lo haga quiero que sea de una forma que luego se la podamos contar a nuestros hijos. Cuando pida tu mano en matrimonio, no será cuando tu estés llorando de tristeza o depresión, pero sí de alegría.”
“¿Niños?”Preguntó sonriendo suavemente a través de las lágrimas.
“Sí, niños.”Pasé los dedos por su piel, tratando de alejar su tristeza junto con sus lágrimas.
“Oh, Dios. Eso es algo en lo que no he pensado.”Se hundió en el suelo delante de mí.
“Mira, tenemos muchas cosas que discutir antes siquiera de pensar en matrimonio. ¿Queremos niños? ¿Dónde queremos vivir después de la universidad? Cosas así.”La abracé con fuerza.
Ella rió un poco, su cálido aliento fluyó por mi cuello.”¿Cómo es que he sido yo la que ha acabado preguntándote si te quieres casar conmigo y tu el que ha contestado que aun no? Creo que durante el camino hemos intercambiado los papeles.”
Me reí entre dientes.”Supongo que tienes razón. Al igual que tu, yo no estoy diciendo que no. Estoy diciendo no, en este momento.”
Sentí su cabeza contra mi cuello y presioné los labios en su mejilla.”Vamos, amor. Vámonos a la cama. Todo será mejor por la mañana.”
Bella Swan
Básicamente me había arrojado a él y me había rechazado. Y, de alguna forma, no me molestaba lo mas mínimo. Él había hablado de forma correcta, me abrazó de la forma correcta, lo hizo todo de la forma correcta. Solo como él podía hacerlo.
Me puso suavemente sobre la cama y me abrazó con fuerza, tarareando junto a mí oído una vez más hasta que me dormí profundamente sin sueños.
A la mañana siguiente me desperté temprano, Edward parecía que estaba muerto de lo dormido que se encontraba a mi lado. Cuando miré el reloj, suspiré. Solo eran las seis de la mañana pero necesitaba hacer unas cuantas cosas. Le besé suavemente en los labios.
“Cariño, me voy a casa. Llámame cuando te despiertes ¿Vale?”
“le.”Murmuró y se dio la vuelta.
“Te quiero.”Le di un pequeño beso en la frente.
“Tú también.”Le murmuró a su almohada. No pude evitar soltar una risita. Era tan adorable. Estaba tan dulce dormido.
Cuando llegué me sorprendió encontrarme a Alice despierta.”¡Hola! Te has levantado pronto.”Me dijo.
“Tú también ¿Dónde está Jasper?”Me senté en uno de los taburetes mientras ella me pasaba una taza llena de café.
“Todavía en la cama. Creo que le he dejado agotado. De todas formas ¿Qué te parece lo del carnaval?”Preguntó.
“¿Qué?”Dije, todavía medio dormida.
“Lo del padre de Emmett. Ya sabes, todo el día de fiesta, el desfile. Sé que cae en el día de San Valentín pero, sinceramente, esto es más divertido. San Valentín se puede celebrar después.”Se tomó rápidamente lo que le quedaba de café y se echó más.
“Oh… no lo hemos hablado. Sin embargo no creo que sea buena idea.”Dije mordiéndome el labio inferior.
“¿Por qué?”Contestó, subiendo una ceja.
“Oh, vamos a ver… ¿Crees que es buena idea que le lancen cosas alguien que es ciego?”Me reí.(N/t: En este carnaval desfilan distintas peñas y los miembros de cada una de ellas lanzan cosas al público como collares, medallones, tazas de plástico, prendas intimas y muchas más cosas raras ^^)
No esperaba reaccionar así. Alice echó la cabeza hacia atrás debido a las carcajadas que estaba soltando.”Bella, hay una tienda de campaña, así que no tendrá que preocuparse porque lancen cosas contra él. Hay mucha música y buena comida. No queremos darle de lado simplemente porque no sea capad de recoger las cosas que tiren.”
“Supongo que tienes razón.”Accedí.”Nunca he ido al Mardi Gras.”Agregué.
“No es como en Nueva Orleans. Esto es más amistoso, familiar. Hay un MONTÓN de diversión. En Misisipi también hay desfiles, pero los de aquí me gustan mucho mas.”Dijo alegremente. Sabía que estaba cerca a ganar esta discusión.
“Lo hablaré con Edward.”Murmuré.
“¡Woo hoo! ¡Impresionante! ¡Será muy divertido!”Saltó por toda la cocina y me abrazó con fuerza.
“¿Qué es todo este entusiasmo?”Preguntó un Jasper muy dormido frotándose los ojos. Nunca le había visto sin camiseta y antes de apartar la mirada me ruboricé. Por supuesto, Alice se dio cuenta.
“¿Tenemos hombres que están buenísimos, no?”Se rió tontamente.
Me sonrojé más y asentí con la cabeza. Jasper sonrió a su futura esposa antes de darle un beso en la cabeza.”De todas formas no creo que estuvieseis entusiasmadas por mí.”
“Bueno, os dejaré desayunar. Tengo algunas cosas que hacer.”Dije terminando mi café. Me bajé del taburete y fui a mi cuarto.
“¡Estoy haciendo magdalenas! ¡Te llamaré cuando estén!”Dijo Alice mientras me retiraba. Ella me estaba malcriando tanto como Edward.
Me senté frente al ordenador de mal humor. No había hablado con mi madre durante dos semanas desde su pequeño berrinche. No quería dirigirme a ella, pero no sabía qué hacer. No podía hablar con ella cuando Edward estaba cerca. No quería que sufriese por culpa de su locura. Encendí el ordenador mientras me echaba hacia tras en mi silla en un intento de relajarme.
Tres docenas de correos electrónicos ocupaban la bandeja de entrada. Gemí. Cada uno de ellos era de mi madre. Podría comenzar con el más antiguo e ir paso a paso. Lentamente cliqué en él, en realidad no quería leerlo.
“¡Cómo te atreves a tratarme de esta manera! ¿Cómo has podido dejar que un chico se interpusiera entre nosotras? Si piensas que…”
La mayoría empezaban así, cada uno de ellos trataba de hacerme sentir mas y mas culpable. No funcionó. Simplemente me cabreó. Solo respondí a uno de los mensajes, el último.
“Isabella Marie Swan ¿A dónde te has ido que no puedes responder a mis llamadas telefónicas ni a mis correos electrónicos? Te he tratado mejor que esto. Ningún muchacho vale la pena, especialmente uno que no puede cuidarte a ti y a tus necesidades. Tu familia es más importante.”
La dañina ira me inundó y traté de dejar cada frase tan clara como fuese posible. Ni siquiera me di cuenta de las lágrimas que estaban corriendo mis mejillas hasta que casi había terminado de escribir.
“Madre,
No he respondido a tus e-mails ni a tus llamadas telefónicas porque estaba demasiado ocupada disfrutando de la navidad con gente que me respeta a mí y a mis decisiones. Sí, la familia es importante. Estoy de acuerdo contigo en eso. Ahora Edward es parte de mi familia. Si Charlie puede aceptarlo, tú también puedes.
Y, estas equivocada. Él puede cuidar de mí, aunque no digo que eso sea necesario. Soy adulta. He cuidado de ti durante diez años, creo que podré sobrellevarlo.
Mantén tus opiniones para ti. Si no puedes decir nada bueno, no digas nada en absoluto. Metete eso en la cabeza para tu próximo correo electrónico.”
Apagué el ordenador y después el teléfono móvil. No quería oírla a primera hora de la mañana. Las lágrimas fluían libremente por mis mejillas y lo odiaba. Odiaba a mi madre por hacerme sentir de esta manera.
Me arrastré hacia la cama y me la tapé con la almohada. Escuché como se abría la puerta de mi habitación.”Las magdalenas están listas.”Oí decir a una voz masculina.”Oh…”
Cuando Jasper se sentó a mi lado, la cama se hundió. Con cuidado apartó la almohada de mi cara. Moví las manos para tapármela así él no podría ver mi piel enrojecida y mis ojos hinchados.”No quiero magdalenas. Gracias.”Murmuré.
“Bella ¿Estás bien?”Preguntó frotando mi brazo suavemente.
Solo sacudí la cabeza, incapaz de hablar. Hoy todo el mundo estaba lleno de sorpresas. Él se inclinó y me abrazó con fuerza.
“¿Hay algo que pueda hacer?”Preguntó dulcemente.
“Mi madre está loca.”Enterré la cara en su cuello y le devolví el abrazo. Simplemente necesitaba consuelo.”No para de soltar un montón de mierdas sobre Edward. Ella dice que no puede cuidar de mí y yo creo que eso es una estupidez.”
“Sabes, a mi madre no le gusta Alice.”Alcé el rostro. ¿A quién no le gustaría Alice?
“¿Por qué?”
“Dice que es demasiado hiperactiva para mí. E insiste demasiado.”Rió entre dientes, mirándose las manos.
“Vale, bueno, eso es cierto. Sin embargo Alice es maravillosa.”Dije secándome las lágrimas.
“Sí, lo es. Mi madre puede pensar lo que quiera. Lo que siento no cambiará. Me doy cuenta de a lo que se refiere mi madre y lo que quiere decir la tuya. Sin embargo ¿Sabemos lo que hacemos, verdad?”Tocó mi hombro cuidadosamente y me sonrió.
“Así es.”Sonreí un poco, mis lágrimas se habían detenido completamente. Me incliné hacia delante y le di un abrazo.”Gracias. Eres un buen amigo.”
“¿¿Bella??”Oí la voz de terciopelo de Edward llamarme desde la sala. Jasper se separó y acarició mi hombro.
“Está aquí, Edward.”Dijo antes de salir de mi habitación.
Edward entró en mi cuarto, parecía bastante asustado. Me apresuré a llegar hasta él y le abracé con fuerza, necesitaba sentir su calor y consuelo.”¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo? Esta mañana me desperté y no estabas allí. Después, el teléfono no funcionaba. ¿Estás bien?”Dijo muy rápido.
Simplemente asentí y lo abracé más fuerte, enterrando mi cara en su cuello. Respiré su dulce aroma.”Lo siento. No quería asustarte.”
“Está bien.”Me acarició la mejilla.”Has estado llorando.”No era una pregunta, era una afirmación.
“Ahora estoy bien. No te preocupes.”Le besé la frente.
“¿Estás segura? ¿Hay algo que pueda hacer?”Dijo devolviéndome el beso en la frente. Dejó sus cálidos labios allí, haciendo que mi piel hormiguease con la electricidad que siempre fluía entre nosotros.
“Simplemente abrázame.
Bella Swan
Después de nuestra cena, en la que Edward pidió una serie de cosas que me dejó probar, fuimos a tumbarnos a su dormitorio. Jasper se quedaba con Alice y queríamos darles privacidad. Edward estaba realmente tranquilo, sus labios seguían el curso de sus pensamientos.
“¿Donde tienes la cabeza?”
“Estaba pensando en una cosa. No es nada importante, no te preocupes.”Intentó alejar mis preocupaciones. Suspiré con fuerza.
“Edward, algo te molesta. Cuéntamelo.”Le froté el pecho con las manos, dejándolas descansar en sus hombros.
“¿Cuándo encontraste el anillo?”Preguntó tranquilamente, apartando su rostro de mí.
“Oh…”Dije en voz baja. Me mordí el labio inferior, no quería herir sus sentimientos.
“Bella, no estoy enfadado.”Me aseguró.”Lo siento, si te hizo sentir incomoda.”
No, no me incomodó. No, para nada.”Suspiré.”Cuando estábamos en el hotel. Yo estaba recogiendo la ropa y me puse tu chaqueta. Sé que no debería haber-“
“Bella, mi vida, no te preocupes. Cualquier cosa que sea mía es tuya. Además, apuesto a que estabas muy sexy con esa chaqueta puesta.”Bromeó tranquilamente. Sus dedos se deslizaron por mis mejillas y me dio un beso en la frente.”No lo escondí muy bien. Debería haberlo sabido. Bueno ¿Al menso te gustó?”
“Muchísimo… Es… ¿es lo que creo que es?”Apoyé la cabeza a un lado de su cuello, no quería ver su cara cuando respondiese a la pregunta.
“¿Qué crees que es?”Contrarrestó.
“Edward…”Murmuré presionando la cara contra su piel.
“Sí.”
“Lo siento.”Dije suavemente, una sensación de calor ascendió por mis mejillas.
“¿Qué es lo que sientes?”Con sus manos sacó mi rostro de su escondite. Frotando levemente mi piel con el pulgar.
“Te lo he arruinado.”Comencé a llorar.
Se levantó y me metió entre sus brazos.”Oh, no lo has arruinado. Bella, cuando te lo proponga será un día inolvidable para nosotros. Sin importar como, donde y de qué forma te lo pida. Si no te encuentras preparada estoy dispuesto a esperar todo el tiempo que necesites. Lo bueno se hace esperar. Y vale la pena.”
“No, yo no valgo la pena.”Comencé a llorar más fuerte, sintiéndome de repente menos digna de su amor y devoción. Era demasiado perfecto, demasiado amable, demasiado dulce.
“Sí. Lo. Vales.”Dijo cada palabra con firmeza, apretando con las manos mi cara.”Mis esperanzas y deseos son algo que no puedo ocultar muy bien. Tu eres mi deseo y también mi esperanza.”
Sollocé contra su pecho. Él me acunó lentamente, tarareando junto a mi oído para tranquilizarme.
“Oh, mi pobre dulce Bella. Ha sido una jornada muy larga. Estas muy cansada. No llores, mi amor. Podemos hablar de todo esto otro día.”Pasó sus dedos por mi cabello.
“Edward, pídemelo. Pídemelo ahora.”Susurré tranquilamente.
Edward Cullen
Tarareé una suave melodía junto a su oído. Su cuerpo temblaba contra el mío y me parecía que no era solo por esta conversación.“Oh, mi pobre dulce Bella. Ha sido una jornada muy larga. Estas muy cansada. No llores, mi amor. Podemos hablar de todo esto otro día.”La tranquilicé, tratando de calmar su corazón atronador y sus gruesas lagrimas.
“Edward, pídemelo. Pídemelo ahora.”
“¿Qué?”Me alejé un poco de su cuerpo. ¿Qué se lo pidiese? ¿Es así como lo quería? Así no era como quería hacerlo.
“Bella yo-“Empecé pero un atronador golpe en la puerta me interrumpió.
“Hey ¿Chicos, estáis ahí?”Llamó Emmett tras la puerta. Cuidadosamente senté a Bella en la cama. La interrupción no podría alegrarme más.
“Hola, Em.”Abrí la puerta solo una rendija.
“Pensaba que estabais ahí dentro. No te preocupes, no te molestaré durante mucho tiempo. Solo quería asegurarme de que te lo habías pasado bien en vacaciones y quería hacerte una pregunta.”Parecía un poco tímido. Me preguntaba si podía ver la cara de angustia de Bella. Fruncí el ceño, sintiéndome culpable por el temporal alivio en esta charla.
“¿Qué querías preguntar?”
“Bueno, veras mi padre es propietario de un concesionario y todos los años alquila una parcela para el desfile de carnaval que se hace para todos los que trabajan para él y sus familias. Estamos allí durante todo el día, hacemos parrillas, nos ponemos ciegos de comida basura y cerveza, básicamente hacemos el vago todo el día. Es muy divertido. Me preguntaba si querríais venir con nosotros. Jasper y Alice también van a venir.”
“¿No es un poco pronto para hablar del carnaval? No empieza hasta finales de febrero.”Le pregunté confundido.
“Bueno, lo que pasa es que, ellos hacen los desfiles dos fines de semana antes del carnaval oficial. Y este año será el mejor desfile pues cae en el día de San Valentín. Quería cogeros antes de que hicieseis planes. Tendréis suficiente tiempo para celebrarlo después del desfile. Después celebramos una gran fiesta en la casa de mis padres si lo prefieres.
“No lo sé, Em. Tenemos que hablarlo primero.”
“Oh, bien.”Dijo un poco triste.”Espero que decidáis venir. No sería una buena fiesta sin ti. Pero, lo entenderé si no quieres.”Me sentía mal por haberle disgustado. No le había rechazado ni le había cerrado la puerta en las narices. Teníamos que hablar primero.
Después de darle las buenas noches, cerré la puerta lentamente. Tan pronto como la cerradura hico clic me incliné contra ella. Antes de volver con Bella respiré hondo. Me arrodillé frente a ella.
“Isabella Marie Swan, me casaré contigo. Te lo propondré. Sin embargo, no será esta noche. Cuando lo haga quiero que sea de una forma que luego se la podamos contar a nuestros hijos. Cuando pida tu mano en matrimonio, no será cuando tu estés llorando de tristeza o depresión, pero sí de alegría.”
“¿Niños?”Preguntó sonriendo suavemente a través de las lágrimas.
“Sí, niños.”Pasé los dedos por su piel, tratando de alejar su tristeza junto con sus lágrimas.
“Oh, Dios. Eso es algo en lo que no he pensado.”Se hundió en el suelo delante de mí.
“Mira, tenemos muchas cosas que discutir antes siquiera de pensar en matrimonio. ¿Queremos niños? ¿Dónde queremos vivir después de la universidad? Cosas así.”La abracé con fuerza.
Ella rió un poco, su cálido aliento fluyó por mi cuello.”¿Cómo es que he sido yo la que ha acabado preguntándote si te quieres casar conmigo y tu el que ha contestado que aun no? Creo que durante el camino hemos intercambiado los papeles.”
Me reí entre dientes.”Supongo que tienes razón. Al igual que tu, yo no estoy diciendo que no. Estoy diciendo no, en este momento.”
Sentí su cabeza contra mi cuello y presioné los labios en su mejilla.”Vamos, amor. Vámonos a la cama. Todo será mejor por la mañana.”
Bella Swan
Básicamente me había arrojado a él y me había rechazado. Y, de alguna forma, no me molestaba lo mas mínimo. Él había hablado de forma correcta, me abrazó de la forma correcta, lo hizo todo de la forma correcta. Solo como él podía hacerlo.
Me puso suavemente sobre la cama y me abrazó con fuerza, tarareando junto a mí oído una vez más hasta que me dormí profundamente sin sueños.
A la mañana siguiente me desperté temprano, Edward parecía que estaba muerto de lo dormido que se encontraba a mi lado. Cuando miré el reloj, suspiré. Solo eran las seis de la mañana pero necesitaba hacer unas cuantas cosas. Le besé suavemente en los labios.
“Cariño, me voy a casa. Llámame cuando te despiertes ¿Vale?”
“le.”Murmuró y se dio la vuelta.
“Te quiero.”Le di un pequeño beso en la frente.
“Tú también.”Le murmuró a su almohada. No pude evitar soltar una risita. Era tan adorable. Estaba tan dulce dormido.
Cuando llegué me sorprendió encontrarme a Alice despierta.”¡Hola! Te has levantado pronto.”Me dijo.
“Tú también ¿Dónde está Jasper?”Me senté en uno de los taburetes mientras ella me pasaba una taza llena de café.
“Todavía en la cama. Creo que le he dejado agotado. De todas formas ¿Qué te parece lo del carnaval?”Preguntó.
“¿Qué?”Dije, todavía medio dormida.
“Lo del padre de Emmett. Ya sabes, todo el día de fiesta, el desfile. Sé que cae en el día de San Valentín pero, sinceramente, esto es más divertido. San Valentín se puede celebrar después.”Se tomó rápidamente lo que le quedaba de café y se echó más.
“Oh… no lo hemos hablado. Sin embargo no creo que sea buena idea.”Dije mordiéndome el labio inferior.
“¿Por qué?”Contestó, subiendo una ceja.
“Oh, vamos a ver… ¿Crees que es buena idea que le lancen cosas alguien que es ciego?”Me reí.(N/t: En este carnaval desfilan distintas peñas y los miembros de cada una de ellas lanzan cosas al público como collares, medallones, tazas de plástico, prendas intimas y muchas más cosas raras ^^)
No esperaba reaccionar así. Alice echó la cabeza hacia atrás debido a las carcajadas que estaba soltando.”Bella, hay una tienda de campaña, así que no tendrá que preocuparse porque lancen cosas contra él. Hay mucha música y buena comida. No queremos darle de lado simplemente porque no sea capad de recoger las cosas que tiren.”
“Supongo que tienes razón.”Accedí.”Nunca he ido al Mardi Gras.”Agregué.
“No es como en Nueva Orleans. Esto es más amistoso, familiar. Hay un MONTÓN de diversión. En Misisipi también hay desfiles, pero los de aquí me gustan mucho mas.”Dijo alegremente. Sabía que estaba cerca a ganar esta discusión.
“Lo hablaré con Edward.”Murmuré.
“¡Woo hoo! ¡Impresionante! ¡Será muy divertido!”Saltó por toda la cocina y me abrazó con fuerza.
“¿Qué es todo este entusiasmo?”Preguntó un Jasper muy dormido frotándose los ojos. Nunca le había visto sin camiseta y antes de apartar la mirada me ruboricé. Por supuesto, Alice se dio cuenta.
“¿Tenemos hombres que están buenísimos, no?”Se rió tontamente.
Me sonrojé más y asentí con la cabeza. Jasper sonrió a su futura esposa antes de darle un beso en la cabeza.”De todas formas no creo que estuvieseis entusiasmadas por mí.”
“Bueno, os dejaré desayunar. Tengo algunas cosas que hacer.”Dije terminando mi café. Me bajé del taburete y fui a mi cuarto.
“¡Estoy haciendo magdalenas! ¡Te llamaré cuando estén!”Dijo Alice mientras me retiraba. Ella me estaba malcriando tanto como Edward.
Me senté frente al ordenador de mal humor. No había hablado con mi madre durante dos semanas desde su pequeño berrinche. No quería dirigirme a ella, pero no sabía qué hacer. No podía hablar con ella cuando Edward estaba cerca. No quería que sufriese por culpa de su locura. Encendí el ordenador mientras me echaba hacia tras en mi silla en un intento de relajarme.
Tres docenas de correos electrónicos ocupaban la bandeja de entrada. Gemí. Cada uno de ellos era de mi madre. Podría comenzar con el más antiguo e ir paso a paso. Lentamente cliqué en él, en realidad no quería leerlo.
“¡Cómo te atreves a tratarme de esta manera! ¿Cómo has podido dejar que un chico se interpusiera entre nosotras? Si piensas que…”
La mayoría empezaban así, cada uno de ellos trataba de hacerme sentir mas y mas culpable. No funcionó. Simplemente me cabreó. Solo respondí a uno de los mensajes, el último.
“Isabella Marie Swan ¿A dónde te has ido que no puedes responder a mis llamadas telefónicas ni a mis correos electrónicos? Te he tratado mejor que esto. Ningún muchacho vale la pena, especialmente uno que no puede cuidarte a ti y a tus necesidades. Tu familia es más importante.”
La dañina ira me inundó y traté de dejar cada frase tan clara como fuese posible. Ni siquiera me di cuenta de las lágrimas que estaban corriendo mis mejillas hasta que casi había terminado de escribir.
“Madre,
No he respondido a tus e-mails ni a tus llamadas telefónicas porque estaba demasiado ocupada disfrutando de la navidad con gente que me respeta a mí y a mis decisiones. Sí, la familia es importante. Estoy de acuerdo contigo en eso. Ahora Edward es parte de mi familia. Si Charlie puede aceptarlo, tú también puedes.
Y, estas equivocada. Él puede cuidar de mí, aunque no digo que eso sea necesario. Soy adulta. He cuidado de ti durante diez años, creo que podré sobrellevarlo.
Mantén tus opiniones para ti. Si no puedes decir nada bueno, no digas nada en absoluto. Metete eso en la cabeza para tu próximo correo electrónico.”
Apagué el ordenador y después el teléfono móvil. No quería oírla a primera hora de la mañana. Las lágrimas fluían libremente por mis mejillas y lo odiaba. Odiaba a mi madre por hacerme sentir de esta manera.
Me arrastré hacia la cama y me la tapé con la almohada. Escuché como se abría la puerta de mi habitación.”Las magdalenas están listas.”Oí decir a una voz masculina.”Oh…”
Cuando Jasper se sentó a mi lado, la cama se hundió. Con cuidado apartó la almohada de mi cara. Moví las manos para tapármela así él no podría ver mi piel enrojecida y mis ojos hinchados.”No quiero magdalenas. Gracias.”Murmuré.
“Bella ¿Estás bien?”Preguntó frotando mi brazo suavemente.
Solo sacudí la cabeza, incapaz de hablar. Hoy todo el mundo estaba lleno de sorpresas. Él se inclinó y me abrazó con fuerza.
“¿Hay algo que pueda hacer?”Preguntó dulcemente.
“Mi madre está loca.”Enterré la cara en su cuello y le devolví el abrazo. Simplemente necesitaba consuelo.”No para de soltar un montón de mierdas sobre Edward. Ella dice que no puede cuidar de mí y yo creo que eso es una estupidez.”
“Sabes, a mi madre no le gusta Alice.”Alcé el rostro. ¿A quién no le gustaría Alice?
“¿Por qué?”
“Dice que es demasiado hiperactiva para mí. E insiste demasiado.”Rió entre dientes, mirándose las manos.
“Vale, bueno, eso es cierto. Sin embargo Alice es maravillosa.”Dije secándome las lágrimas.
“Sí, lo es. Mi madre puede pensar lo que quiera. Lo que siento no cambiará. Me doy cuenta de a lo que se refiere mi madre y lo que quiere decir la tuya. Sin embargo ¿Sabemos lo que hacemos, verdad?”Tocó mi hombro cuidadosamente y me sonrió.
“Así es.”Sonreí un poco, mis lágrimas se habían detenido completamente. Me incliné hacia delante y le di un abrazo.”Gracias. Eres un buen amigo.”
“¿¿Bella??”Oí la voz de terciopelo de Edward llamarme desde la sala. Jasper se separó y acarició mi hombro.
“Está aquí, Edward.”Dijo antes de salir de mi habitación.
Edward entró en mi cuarto, parecía bastante asustado. Me apresuré a llegar hasta él y le abracé con fuerza, necesitaba sentir su calor y consuelo.”¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo? Esta mañana me desperté y no estabas allí. Después, el teléfono no funcionaba. ¿Estás bien?”Dijo muy rápido.
Simplemente asentí y lo abracé más fuerte, enterrando mi cara en su cuello. Respiré su dulce aroma.”Lo siento. No quería asustarte.”
“Está bien.”Me acarició la mejilla.”Has estado llorando.”No era una pregunta, era una afirmación.
“Ahora estoy bien. No te preocupes.”Le besé la frente.
“¿Estás segura? ¿Hay algo que pueda hacer?”Dijo devolviéndome el beso en la frente. Dejó sus cálidos labios allí, haciendo que mi piel hormiguease con la electricidad que siempre fluía entre nosotros.
“Simplemente abrázame.
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capitulo 32
Bella Swan
Para mi sorpresa no supe nada de mi madre. Estaba realmente agradecida por ello. No podía y no aguantaría su actitud egoísta e infantil. No me gustaban la mitad de sus decisiones, pero no la trataba como a una niña pequeña o una idiota. Si sentía que alguna de sus elecciones era mala le daría mi opinión de forma respetuosa. Yo me merecía lo mismo.
Hoy tocaba quedarnos en mi casa después de clases. Las de Edward acababan unos treinta minutos más tarde que las mías, así que siempre tenía tiempo de correr hasta casa y refrescarme un poco.
Tan pronto como abrí la puerta me dio un profundo beso. Sus dedos esbeltos pero fuertes masajearon la parte de atrás de mi cuello mientras me sujetaba en vilo. Se separó con una gran sonrisa en su rostro.”Hola, preciosa.”
Me lamí los labios, degustando la dulzura de su sabor que había dejado en ellos.”Ya sabes, un día harás esto y será a Alice.”
“Eso es imposible. Vuestros aromas son completamente diferentes.”Se defendió.
“Ah, y qué me dices si algún día tienes un resfriado…”
“¿Isabella, estas diciéndome que no podría diferenciar a mi increíble novia de una bola de energía, pequeña, saltimbanqui y pelo pincho?”Se quitó las gafas y arqueó las cejas. Me reí tontamente y le di un besito en la mejilla.
“Bueno, esperemos que no beses a nadie mientras tengas un resfriado.”Me burlé.
“Oh ¿Estás diciendo que no me dejaras besarte?”Arqueó las cejas otra vez y se deslizó lentamente hacia mí.
“No si estas lleno de mocos.”Traté de decir seria, pero no me salió demasiado bien. Él puso las manos a ambos lados de mi estomago.
“¿Pero qué pasa si quiero besos?”Dijo comenzando a hacerme cosquillas, provocando que me retorciese y no parase de reir. Intenté alejarme de él pero me golpeé contra un lado del sofá. Me caí hacia atrás, llevándome a Edward conmigo. Se rió, enterrando la cara a un lado de mi cuello.”Ya sabes, si querías que me pusiese encima de ti solo tenias que pedirlo.”Bromeó.
Le abofeteé el brazo y se rió como más fuerza. Se movió para que yo estuviese sobre él.”Eres malo.”
“Tu empezaste.”Contestó dándome un pequeño beso.
“No lo hice.”Dije de forma infantil. Él sonrió y volvió a hacerme cosquillas.”¡Vale!”Reconocí a voz en grito.”Tú ganas. Yo empecé.”
“Sabes, en realidad había venido aquí para llevar a cabo una misión y me has distraído.”Dijo apartándome el cabello de la cara.
“¿Oh? ¿Una misión? ¿En serio?”Dije siguiéndole la corriente. Crucé los brazos encima de su pechó y apoyé la cabeza en ellos.”¡De qué misión se trata?”
“Bien, antes de llamar al agente inmobiliario tenemos que hablar de lo que queremos. No quiero estar sentado en la oficina y discutir por ciertos asuntos. Pensé que deberíamos hacerlo ahora.”Dijo en serio.
“Oh…”Suspiré.”Creo que tiene sentido.”
“¿Todavía quieres que busquemos una casa, no?”Se sentó, poniéndome a su lado.
“Por supuesto. Solo que no había pensado en lo que pudiésemos querer.”Me rasqué la parte de atrás de la cabeza mientras pensaba y me mordía el labio. No tenía la menor idea de por donde comenzar.”¿Qué te gustaría?”
“Creo que deberíamos comprar una casa. Es mejor inversión que un apartamento. Si hacemos mejoras en ella probablemente en el futuro podamos venderla por una buena suma. Y, puesto que queremos que mamá la remodele, habrá mejoras.”Dijo serio.
“Normalmente no somos hombres de negocios.”Contesté sonriendo un poco. Me incliné hacia él.”Me parece bien.”
No me había dado cuenta antes de lo tenso que estaba hasta que lo sentí relajarse con mis palabras. Creo que se había imaginado que iba a pelearme también con eso.”Bien, ya hemos acordado la casa, ahora deberíamos hablar del tamaño y la ubicación.
“No creo que deba estar muy lejos de la universidad. Ahorraré dinero en gasolina.”Dije tras un momento de reflexión.
“Sin embargo, eso no debería ser un gran factor decisivo. Si encontramos algo que nos guste un poco más lejos no debería preocuparte la cuestión de la gasolina.”Razonó.
“Edward, no dejaré que pagues por la gasolina de mi camioneta. Ya sabes cómo chupa.”Gruñí.
“Sí, pero también tendrás que llevarme a mí. A menos que quieras que contrate un chofer…”Dejó la frase sin terminar.
Gruñí.”Bien.”Pero preferiría que estuviese cerca de la universidad.”
Sonrió por su pequeña victoria.”Yo también lo prefiero, además solo estoy diciendo que eso no debería ser un gran problema. Ahora ¿Qué me dices del tamaño?”
“Dado que solo seremos nosotros dos no debería de ser demasiado grande.”También, eso ayudaría a que costase menos, pero no pensaba decirlo en voz alta.
“Creo que tienes razón. ¿Tres dormitorios, dos baños? Espero que no te importe pero preferiría que no fuese un dúplex. Nada de escaleras, ya sabes.”
“Sí, no querrás caerte por las escaleras.”Dije completamente en serio. Él se comenzó a reir y yo no entendí por qué.”¿Qué?”
“Probablemente tú te caigas más que un alguien ciego.”Se rió un poco más fuerte.
“¡Edward!”Murmuré pegándole en el brazo. Él simplemente echó la cabeza hacia atrás y siguió riéndose.”De todas formas no veo porqué necesitamos tanto espacio.”
“Una habitación para nosotros, un cuarto de invitados para los amigos y la familia y otro para convertirlo en nuestro estudio. Ya sabes, un par de escritorios, estanterías, ordenadores y un lugar para guardar todos tu álbumes de recortes.”Me cogí la mano y la besó suavemente.
“Vale, veo a lo que te refieres.”Dije suspirando. Apoyé la cabeza contra su hombro.
Edward Cullen
“No tengo inconveniente en que haya una sala de estar. Me gustaría tener un piado. Me gusta mi teclado, pero no suena igual.”Agregué. Sabía que no quería un sitio demasiado grande, pero eso era algo que realmente quería. No iba a comprarle una mansión, incluso aunque era eso lo que se merecía.
“Oh, un piano ocupa mucho espacio, así que tiene sentido.”Dijo suavemente. Sabía que no era su conversación favorita pero se estaba comportando de forma muy razonable. Si pudiese seguir así durante todo el proceso seria genial. Sin embargo, dudaba que fuese tan fácil.
“Entonces, alrededor de dos mil o dos y medio pies cuadrados sería perfecto. ¿Por qué no haces una lista de las cosas que queremos y las que no queremos? Se la daremos al agente inmobiliario y así todo será más fácil.”Le di un pequeño beso en la frente.”Gracias.”Dije con suavidad apoyando mi frente en la suya.
“¿Por qué?”
“Por todo. Eres maravillosa.”Dije acercándola más a mí y besándola suavemente en los labios, saboreando su proximidad.
“Es un placer.”Canturreó en un susurro mientras yo tiraba de ella. Tenía que intentar que hiciese esos ruidos otra vez. Me incliné de nuevo contra sus labios y la besé profundamente.
Por alguna razón el día de San Valentín surgió en mi cabeza. Pensé en el maravillo encaje o seda que yo compraría para ella para que se lo pusiese e hiciésemos el amor toda la noche. Solo hacia unos pocos días desde que no estábamos juntos pero ya la echaba de menos. Extrañaba la sensación de su cuerpo contra el mío, sus dedos en mi cabello, tirando de él.”Bueno, ahora que hemos terminado de hablar de negocios ¿Por qué no pasamos al placer? ¿Qué te gustaría hacer el día de San Valentín’”
Se apartó bruscamente, sorprendiéndome.”¡Oh, Mierda! Se supone que tenía que hablar de eso contigo. Sobre la cosa esa de la fiesta de Emmett durante el Mardi Gras.”
“Oh, sí.”Se me había olvidado. Estaba demasiado ocupado con Bella y la universidad. Pensándolo ahora sonaba divertido. Siempre había querido ir al Mardi Gras de Nueva Orleans, pero veía que a Bella le daría un ataque si le sugería una pequeña escapada durante las vacaciones de primavera.”Me gustaría ir, si tu vas.”
“¿En serio?”Parecía sorprendida. No estaba seguro de si era bueno o malo.
“Sí, pero solo si tu vas. Si quieres hacer algo mejor lo entenderé pero-“Ella me cortó con su boca, besándome profundamente. Con mis dedos le alboroté cabello, acercándola a mi cuerpo.
“Quiero ir. Suena divertido. Además, como dice Alice, se puede celebrar después.”Sonaba muy entusiasmada ante la idea.
“Sabes, Emmett dijo lo mismo. ¿Porqué me da la sensación de que iban a hacernos ir de una manera u otra?”Me reí entre dientes.
“Porque, estaba claro que Alice nos secuestraria.”Soltó una risita y me rodeó el cuello con los brazos.”Bueno, al menos estamos dispuesto a hacer de rehenes.”
“La mayor parte del tiempo.”Murmuré haciendo que Bella riese tontamente.
Bella Swan
Me senté cómodamente en su abrazo durante una hora, apenas el tiempo suficiente cuando él comenzó a moverse.”Odio hacerte esto, pero mi primera clase de guitarra es esta noche.”
“Oh, bien.”Suspiré con fuerza. Iba a echar de menos a mi almohada.
Creo que se dio cuenta de la angustia que había en mi voz, porque me tomó de la mano y la besó suavemente.”¿Por qué no vamos paseando hasta casa?”
Sonreí un poco.”Me gustaría.”
A pesar de que eran mediados de enero a fuera no hacia tanto frio. Todavía teníamos que ponernos chaquetas, pero poco más. Caminamos en silencio, cogidos de la mano. Nos encontrábamos cómodos con los sonidos del invierno en este día gris. Eran casi las cinco y el sol estaba comenzando a ponerse.
Decidí quedarme con él hasta que llegase su profesor nuevo. Edward estaba haciendo unos deberes en su cama mientras yo miraba el techo.”¿Qué estás haciendo?’”Pregunté sonando como una aburrida niña de cinco años, que era como me sentía.
“Los deberes de español.”Me informó, quitándose del oído uno de los auriculares.
“Ni siquiera sabía que ibas a clases de español.”Me sentía estúpida por no saberlo. Me morí el labio y me senté.
Él se rió entre dientes.”No importa. Yo tampoco conozco todas tus clases. El español es fácil para mí. También iba a clases durante la secundaria.”
“¿Entonces hablas español?”
“Un poco.”Contestó sonriendo.”Por lo menos, se decir las cosas importantes.”
“Oh ¿Cómo qué?”Le seguí la corriente, arrimándome más a él.
*A partir de esta parte todo lo que veáis de esta forma, es lo que Edward le enseña a Bella en español*
“Como… Dame un beso.”Dijo petulante.
“¿Qué significa eso?”Pregunté.
“Podría decírtelo, pero prefiero mostrártelo.”Se inclinó y me besó profundamente. Gemí sorprendida, sus manos se movieron por mi cuerpo. Estaba a punto de inclinarme contra la cama cuando llamaron a la puerta. Gruñó y no pude evitar reírme. Él sabía que esta tarde tendría compañía, debería habérselo pensado mejor.
Salté de la cama para abrir la puerta. Un hombre muy alto y muy guapo estaba al otro lado. Su sonrisa aumentó cuando me miró, tenía unos profundos ojos oscuros.”¿Supongo que no eres Edward Cullen, verdad?”
Me reí tontamente.”No, lo siento. Aunque él está aquí dentro.”Hice una señal detrás de mí.
Volví hacia su cama y me incliné.”¿Dame un beso, verdad?”Le pregunté.
“Sí, eso es.”Se rió y me besó otra vez en los labios.
“Luego seguiré enseñándote mas español.”
Edward Cullen
Fue demasiado fácil cuando comenzamos a hablar de mis deberes. Tres sencillas palabras y pude besarla. Quería probar su boca y estaba encantado cuando finalmente lo hice. Era tan sabrosa que me perdí en ella. La deseaba, aquí y ahora. Comencé a inclinarla hacia atrás con cuidado y lentamente.
Por supuesto llamaron a la puerta. Mis estúpidas clases de guitarra. Estaba emocionado con ellas, simplemente no quería poner fin a lo que estaba haciendo ahora. Bella se rió de mi frustración sexual y me sentí como si estuviese a punto de estallar. Oí que abría la puerta y hubo unos minutos de silencio.
”¿Supongo que no eres Edward Cullen, verdad?”Preguntó una profunda voz. Me parecía que sonaba joven. Pero no estaba del todo seguro.
”No, lo siento. Aunque él está aquí dentro.”Dijo Bella riéndose. Se acercó a mí y un segundo después se inclinó, sus labios debían de estar a pulgadas de los míos.”¿Dame un beso, verdad?”
“Sí, eso es.”Me eché hacia delante para darle un beso rápido.“Luego seguiré enseñándote mas español.”Comencé a pensar en lo divertida que podría ser nuestra pequeña clase.
“Muy bien, entonces tú debes de ser Edward Cullen. Soy Jake. Encantado de conocerte.”Le oí decir a la voz profunda. Una silla se movió en algún lugar del cuarto hasta ponerse frente a mí.”Si te parece bien quiero hacerte algunas preguntas antes de empezar.”
“Adelante.”Contesté yendo a buscar mi guitarra.”Volví a la cama, dejando mi instrumento junto a mí.
“Tocas el piano ¿Correcto?”
“Sí.”Dije.
“Entonces ¿sabes leer música?”
“Sí.”Me entraron ganas de poner los ojos en blanco debido a sus preguntas, pero entonces me acordé de que no todo el mundo comprendía la música igual que yo. Decidí hacer yo una pregunta.”¿Serás capad de enseñarme?”
“Sí ¿Por qué?”Preguntó tras un segundo.”Oh, la ceguera, de acuerdo. Mi padre se quedó ciego cuando era pequeño así que aprendí a leer braille y todo eso, si es a eso a lo que te refieres.”
Me encogí de hombros y esbocé una pequeña sonrisa.”Perfecto entonces ¿Hay algo más que quieras preguntar?”
“Sí, una cosa. ¿Esa chica era tu hermana?”
Bufé y me pasé los dedos por el cabello. Esta era la primera vez que no me lo había esperado.”No, mi novia. Lo siento, está cogida.”
Él se rió entre dientes.”Valía la pena preguntar. Tio, está buenísima.”
“Lo oigo decir mucho.”Le concedí.”Entonces ¿Comenzamos?”Dije sujetando la guitarra.
Bella Swan
Ya me había puesto el camisón cuando Edward llamó a la puerta por segunda vez en el día. Corrí hasta ella, lista para estar de nuevo en sus brazos. No me decepcionó. Me abrazó rápidamente y levantándome del suelo me besó profundizando el beso al instante. Fue apasionado y lleno de deseo. Me sorprendió un poco.
“¿Qué te dije acerca de esto? Algún día acabaras besando a Alice.”Dije jadeante mientras él me posaba sobre mis pies.
“No, no lo haré.”Me besó otra vez.”Dios, te eché de menos.”
“Estuvimos juntos hace dos horas.”Bromeé.
“Eso no era lo que quise decir.”Dijo pasando los dedos por mi camisón.
“Oh, ya veo…”Dije mordiéndome el labio inferior.”Por cierto ¿Qué significa dame un beso?”
“Esto es lo que significa dame un beso.”Me informó moviendo la mano por mi espalda.
“Suena bastante exigente.”Bromeé quitándole las gafas. Las guardé en su bolsillo para más tarde.
“Oh, lo siento. Dame un beso, por favor.”Me pidió con su mejor sonrisa torcida.
“Ugh, puedes ser encantador en dos idiomas.”Murmuré antes de juntar nuestros labios.
“Oh ¿No quieres que continuemos con nuestra clase de español?”Dijo, su expresión cada vez se iba volviendo más traviesa.
“Nunca dije eso.”Me sonrojé y agaché la cabeza.
Su sonrisa creció cuando me cogió en brazos.”Bueno, vamos a ir a la cama.”
“¿Cómo has dicho, no te he entendido?”Le pregunté con sarcasmo.
“No entiendo.”Me dijo sentándose en la cama. Se acercó a los pies de esta, comenzó a quitarse la chaqueta y los zapatos.
“Bien, no entiendo.”
Se rió entre dientes y aun en la oscuridad pude ver su expresión feliz.”Bien, mi vida sabrás mucho mas español al final de la noche.”
“¿Mi vida?”
“Mi vida.”Dijo simplemente.
No tuve tiempo de decir nada más antes de que él me cogiese el tobillo y se lo llevase a los labios.”Pensé que podríamos comenzar por algo sencillo. Algo fácil de recordar.”Dijo con su tono de voz aterciopelado. Se detuvo allí y podría haberme derretido.”Pie es pie.”
Cuidadosamente me lo ladeó, sintiendo sus suaves dedos.”Tobillo es tobillo.”
Sus dedos lisos, fuertes subieron poco a poco por mi pierna, hasta quedarse justo por debajo de la rodilla.”Pierna es pierna.”Besó la zona antes de masajearla mientras subia aun mas.”Rodilla.”Dijo simplemente. Se sentó entre mis piernas, ligeramente inclinado hacia abajo. Besó el interior de mi muslo.”Muslo.”
“Edward…”Exhalé, prácticamente fue un jadeo.”¿A qué viene esto?”
“No he podido hacerte el amor durante días. Siento como si hubiese pasado un siglo. Además, Jake, el tio de la guitarra, me preguntó si eras mi hermana.”Me besó el estomago con ligereza.
“¿Sientes que necesitas demostrar lo contrario?”Le pregunté alzando una ceja mientras me incorporaba sobre los codos.”El otro día, cuando ese tipo babeó frente a mi pensante que era gracioso.”
“Pero, esto es diferente.”Murmuró, colocándose encima de mí.
“Ese hombre no volvería a verte nunca después de esa noche. Además, me dijo tranquilamente lo que pensaba de ti. No me gustó.”Se defendió.
Me incliné para capturar sus labios, ese ataque de celos era innecesario. Sin embargo resultaba dulce.”Edward…”Dije con intención de que preguntara.
“¿Si, mi amor?”Respondió en un susurro.
“Dame un beso.”
Bella Swan
Para mi sorpresa no supe nada de mi madre. Estaba realmente agradecida por ello. No podía y no aguantaría su actitud egoísta e infantil. No me gustaban la mitad de sus decisiones, pero no la trataba como a una niña pequeña o una idiota. Si sentía que alguna de sus elecciones era mala le daría mi opinión de forma respetuosa. Yo me merecía lo mismo.
Hoy tocaba quedarnos en mi casa después de clases. Las de Edward acababan unos treinta minutos más tarde que las mías, así que siempre tenía tiempo de correr hasta casa y refrescarme un poco.
Tan pronto como abrí la puerta me dio un profundo beso. Sus dedos esbeltos pero fuertes masajearon la parte de atrás de mi cuello mientras me sujetaba en vilo. Se separó con una gran sonrisa en su rostro.”Hola, preciosa.”
Me lamí los labios, degustando la dulzura de su sabor que había dejado en ellos.”Ya sabes, un día harás esto y será a Alice.”
“Eso es imposible. Vuestros aromas son completamente diferentes.”Se defendió.
“Ah, y qué me dices si algún día tienes un resfriado…”
“¿Isabella, estas diciéndome que no podría diferenciar a mi increíble novia de una bola de energía, pequeña, saltimbanqui y pelo pincho?”Se quitó las gafas y arqueó las cejas. Me reí tontamente y le di un besito en la mejilla.
“Bueno, esperemos que no beses a nadie mientras tengas un resfriado.”Me burlé.
“Oh ¿Estás diciendo que no me dejaras besarte?”Arqueó las cejas otra vez y se deslizó lentamente hacia mí.
“No si estas lleno de mocos.”Traté de decir seria, pero no me salió demasiado bien. Él puso las manos a ambos lados de mi estomago.
“¿Pero qué pasa si quiero besos?”Dijo comenzando a hacerme cosquillas, provocando que me retorciese y no parase de reir. Intenté alejarme de él pero me golpeé contra un lado del sofá. Me caí hacia atrás, llevándome a Edward conmigo. Se rió, enterrando la cara a un lado de mi cuello.”Ya sabes, si querías que me pusiese encima de ti solo tenias que pedirlo.”Bromeó.
Le abofeteé el brazo y se rió como más fuerza. Se movió para que yo estuviese sobre él.”Eres malo.”
“Tu empezaste.”Contestó dándome un pequeño beso.
“No lo hice.”Dije de forma infantil. Él sonrió y volvió a hacerme cosquillas.”¡Vale!”Reconocí a voz en grito.”Tú ganas. Yo empecé.”
“Sabes, en realidad había venido aquí para llevar a cabo una misión y me has distraído.”Dijo apartándome el cabello de la cara.
“¿Oh? ¿Una misión? ¿En serio?”Dije siguiéndole la corriente. Crucé los brazos encima de su pechó y apoyé la cabeza en ellos.”¡De qué misión se trata?”
“Bien, antes de llamar al agente inmobiliario tenemos que hablar de lo que queremos. No quiero estar sentado en la oficina y discutir por ciertos asuntos. Pensé que deberíamos hacerlo ahora.”Dijo en serio.
“Oh…”Suspiré.”Creo que tiene sentido.”
“¿Todavía quieres que busquemos una casa, no?”Se sentó, poniéndome a su lado.
“Por supuesto. Solo que no había pensado en lo que pudiésemos querer.”Me rasqué la parte de atrás de la cabeza mientras pensaba y me mordía el labio. No tenía la menor idea de por donde comenzar.”¿Qué te gustaría?”
“Creo que deberíamos comprar una casa. Es mejor inversión que un apartamento. Si hacemos mejoras en ella probablemente en el futuro podamos venderla por una buena suma. Y, puesto que queremos que mamá la remodele, habrá mejoras.”Dijo serio.
“Normalmente no somos hombres de negocios.”Contesté sonriendo un poco. Me incliné hacia él.”Me parece bien.”
No me había dado cuenta antes de lo tenso que estaba hasta que lo sentí relajarse con mis palabras. Creo que se había imaginado que iba a pelearme también con eso.”Bien, ya hemos acordado la casa, ahora deberíamos hablar del tamaño y la ubicación.
“No creo que deba estar muy lejos de la universidad. Ahorraré dinero en gasolina.”Dije tras un momento de reflexión.
“Sin embargo, eso no debería ser un gran factor decisivo. Si encontramos algo que nos guste un poco más lejos no debería preocuparte la cuestión de la gasolina.”Razonó.
“Edward, no dejaré que pagues por la gasolina de mi camioneta. Ya sabes cómo chupa.”Gruñí.
“Sí, pero también tendrás que llevarme a mí. A menos que quieras que contrate un chofer…”Dejó la frase sin terminar.
Gruñí.”Bien.”Pero preferiría que estuviese cerca de la universidad.”
Sonrió por su pequeña victoria.”Yo también lo prefiero, además solo estoy diciendo que eso no debería ser un gran problema. Ahora ¿Qué me dices del tamaño?”
“Dado que solo seremos nosotros dos no debería de ser demasiado grande.”También, eso ayudaría a que costase menos, pero no pensaba decirlo en voz alta.
“Creo que tienes razón. ¿Tres dormitorios, dos baños? Espero que no te importe pero preferiría que no fuese un dúplex. Nada de escaleras, ya sabes.”
“Sí, no querrás caerte por las escaleras.”Dije completamente en serio. Él se comenzó a reir y yo no entendí por qué.”¿Qué?”
“Probablemente tú te caigas más que un alguien ciego.”Se rió un poco más fuerte.
“¡Edward!”Murmuré pegándole en el brazo. Él simplemente echó la cabeza hacia atrás y siguió riéndose.”De todas formas no veo porqué necesitamos tanto espacio.”
“Una habitación para nosotros, un cuarto de invitados para los amigos y la familia y otro para convertirlo en nuestro estudio. Ya sabes, un par de escritorios, estanterías, ordenadores y un lugar para guardar todos tu álbumes de recortes.”Me cogí la mano y la besó suavemente.
“Vale, veo a lo que te refieres.”Dije suspirando. Apoyé la cabeza contra su hombro.
Edward Cullen
“No tengo inconveniente en que haya una sala de estar. Me gustaría tener un piado. Me gusta mi teclado, pero no suena igual.”Agregué. Sabía que no quería un sitio demasiado grande, pero eso era algo que realmente quería. No iba a comprarle una mansión, incluso aunque era eso lo que se merecía.
“Oh, un piano ocupa mucho espacio, así que tiene sentido.”Dijo suavemente. Sabía que no era su conversación favorita pero se estaba comportando de forma muy razonable. Si pudiese seguir así durante todo el proceso seria genial. Sin embargo, dudaba que fuese tan fácil.
“Entonces, alrededor de dos mil o dos y medio pies cuadrados sería perfecto. ¿Por qué no haces una lista de las cosas que queremos y las que no queremos? Se la daremos al agente inmobiliario y así todo será más fácil.”Le di un pequeño beso en la frente.”Gracias.”Dije con suavidad apoyando mi frente en la suya.
“¿Por qué?”
“Por todo. Eres maravillosa.”Dije acercándola más a mí y besándola suavemente en los labios, saboreando su proximidad.
“Es un placer.”Canturreó en un susurro mientras yo tiraba de ella. Tenía que intentar que hiciese esos ruidos otra vez. Me incliné de nuevo contra sus labios y la besé profundamente.
Por alguna razón el día de San Valentín surgió en mi cabeza. Pensé en el maravillo encaje o seda que yo compraría para ella para que se lo pusiese e hiciésemos el amor toda la noche. Solo hacia unos pocos días desde que no estábamos juntos pero ya la echaba de menos. Extrañaba la sensación de su cuerpo contra el mío, sus dedos en mi cabello, tirando de él.”Bueno, ahora que hemos terminado de hablar de negocios ¿Por qué no pasamos al placer? ¿Qué te gustaría hacer el día de San Valentín’”
Se apartó bruscamente, sorprendiéndome.”¡Oh, Mierda! Se supone que tenía que hablar de eso contigo. Sobre la cosa esa de la fiesta de Emmett durante el Mardi Gras.”
“Oh, sí.”Se me había olvidado. Estaba demasiado ocupado con Bella y la universidad. Pensándolo ahora sonaba divertido. Siempre había querido ir al Mardi Gras de Nueva Orleans, pero veía que a Bella le daría un ataque si le sugería una pequeña escapada durante las vacaciones de primavera.”Me gustaría ir, si tu vas.”
“¿En serio?”Parecía sorprendida. No estaba seguro de si era bueno o malo.
“Sí, pero solo si tu vas. Si quieres hacer algo mejor lo entenderé pero-“Ella me cortó con su boca, besándome profundamente. Con mis dedos le alboroté cabello, acercándola a mi cuerpo.
“Quiero ir. Suena divertido. Además, como dice Alice, se puede celebrar después.”Sonaba muy entusiasmada ante la idea.
“Sabes, Emmett dijo lo mismo. ¿Porqué me da la sensación de que iban a hacernos ir de una manera u otra?”Me reí entre dientes.
“Porque, estaba claro que Alice nos secuestraria.”Soltó una risita y me rodeó el cuello con los brazos.”Bueno, al menos estamos dispuesto a hacer de rehenes.”
“La mayor parte del tiempo.”Murmuré haciendo que Bella riese tontamente.
Bella Swan
Me senté cómodamente en su abrazo durante una hora, apenas el tiempo suficiente cuando él comenzó a moverse.”Odio hacerte esto, pero mi primera clase de guitarra es esta noche.”
“Oh, bien.”Suspiré con fuerza. Iba a echar de menos a mi almohada.
Creo que se dio cuenta de la angustia que había en mi voz, porque me tomó de la mano y la besó suavemente.”¿Por qué no vamos paseando hasta casa?”
Sonreí un poco.”Me gustaría.”
A pesar de que eran mediados de enero a fuera no hacia tanto frio. Todavía teníamos que ponernos chaquetas, pero poco más. Caminamos en silencio, cogidos de la mano. Nos encontrábamos cómodos con los sonidos del invierno en este día gris. Eran casi las cinco y el sol estaba comenzando a ponerse.
Decidí quedarme con él hasta que llegase su profesor nuevo. Edward estaba haciendo unos deberes en su cama mientras yo miraba el techo.”¿Qué estás haciendo?’”Pregunté sonando como una aburrida niña de cinco años, que era como me sentía.
“Los deberes de español.”Me informó, quitándose del oído uno de los auriculares.
“Ni siquiera sabía que ibas a clases de español.”Me sentía estúpida por no saberlo. Me morí el labio y me senté.
Él se rió entre dientes.”No importa. Yo tampoco conozco todas tus clases. El español es fácil para mí. También iba a clases durante la secundaria.”
“¿Entonces hablas español?”
“Un poco.”Contestó sonriendo.”Por lo menos, se decir las cosas importantes.”
“Oh ¿Cómo qué?”Le seguí la corriente, arrimándome más a él.
*A partir de esta parte todo lo que veáis de esta forma, es lo que Edward le enseña a Bella en español*
“Como… Dame un beso.”Dijo petulante.
“¿Qué significa eso?”Pregunté.
“Podría decírtelo, pero prefiero mostrártelo.”Se inclinó y me besó profundamente. Gemí sorprendida, sus manos se movieron por mi cuerpo. Estaba a punto de inclinarme contra la cama cuando llamaron a la puerta. Gruñó y no pude evitar reírme. Él sabía que esta tarde tendría compañía, debería habérselo pensado mejor.
Salté de la cama para abrir la puerta. Un hombre muy alto y muy guapo estaba al otro lado. Su sonrisa aumentó cuando me miró, tenía unos profundos ojos oscuros.”¿Supongo que no eres Edward Cullen, verdad?”
Me reí tontamente.”No, lo siento. Aunque él está aquí dentro.”Hice una señal detrás de mí.
Volví hacia su cama y me incliné.”¿Dame un beso, verdad?”Le pregunté.
“Sí, eso es.”Se rió y me besó otra vez en los labios.
“Luego seguiré enseñándote mas español.”
Edward Cullen
Fue demasiado fácil cuando comenzamos a hablar de mis deberes. Tres sencillas palabras y pude besarla. Quería probar su boca y estaba encantado cuando finalmente lo hice. Era tan sabrosa que me perdí en ella. La deseaba, aquí y ahora. Comencé a inclinarla hacia atrás con cuidado y lentamente.
Por supuesto llamaron a la puerta. Mis estúpidas clases de guitarra. Estaba emocionado con ellas, simplemente no quería poner fin a lo que estaba haciendo ahora. Bella se rió de mi frustración sexual y me sentí como si estuviese a punto de estallar. Oí que abría la puerta y hubo unos minutos de silencio.
”¿Supongo que no eres Edward Cullen, verdad?”Preguntó una profunda voz. Me parecía que sonaba joven. Pero no estaba del todo seguro.
”No, lo siento. Aunque él está aquí dentro.”Dijo Bella riéndose. Se acercó a mí y un segundo después se inclinó, sus labios debían de estar a pulgadas de los míos.”¿Dame un beso, verdad?”
“Sí, eso es.”Me eché hacia delante para darle un beso rápido.“Luego seguiré enseñándote mas español.”Comencé a pensar en lo divertida que podría ser nuestra pequeña clase.
“Muy bien, entonces tú debes de ser Edward Cullen. Soy Jake. Encantado de conocerte.”Le oí decir a la voz profunda. Una silla se movió en algún lugar del cuarto hasta ponerse frente a mí.”Si te parece bien quiero hacerte algunas preguntas antes de empezar.”
“Adelante.”Contesté yendo a buscar mi guitarra.”Volví a la cama, dejando mi instrumento junto a mí.
“Tocas el piano ¿Correcto?”
“Sí.”Dije.
“Entonces ¿sabes leer música?”
“Sí.”Me entraron ganas de poner los ojos en blanco debido a sus preguntas, pero entonces me acordé de que no todo el mundo comprendía la música igual que yo. Decidí hacer yo una pregunta.”¿Serás capad de enseñarme?”
“Sí ¿Por qué?”Preguntó tras un segundo.”Oh, la ceguera, de acuerdo. Mi padre se quedó ciego cuando era pequeño así que aprendí a leer braille y todo eso, si es a eso a lo que te refieres.”
Me encogí de hombros y esbocé una pequeña sonrisa.”Perfecto entonces ¿Hay algo más que quieras preguntar?”
“Sí, una cosa. ¿Esa chica era tu hermana?”
Bufé y me pasé los dedos por el cabello. Esta era la primera vez que no me lo había esperado.”No, mi novia. Lo siento, está cogida.”
Él se rió entre dientes.”Valía la pena preguntar. Tio, está buenísima.”
“Lo oigo decir mucho.”Le concedí.”Entonces ¿Comenzamos?”Dije sujetando la guitarra.
Bella Swan
Ya me había puesto el camisón cuando Edward llamó a la puerta por segunda vez en el día. Corrí hasta ella, lista para estar de nuevo en sus brazos. No me decepcionó. Me abrazó rápidamente y levantándome del suelo me besó profundizando el beso al instante. Fue apasionado y lleno de deseo. Me sorprendió un poco.
“¿Qué te dije acerca de esto? Algún día acabaras besando a Alice.”Dije jadeante mientras él me posaba sobre mis pies.
“No, no lo haré.”Me besó otra vez.”Dios, te eché de menos.”
“Estuvimos juntos hace dos horas.”Bromeé.
“Eso no era lo que quise decir.”Dijo pasando los dedos por mi camisón.
“Oh, ya veo…”Dije mordiéndome el labio inferior.”Por cierto ¿Qué significa dame un beso?”
“Esto es lo que significa dame un beso.”Me informó moviendo la mano por mi espalda.
“Suena bastante exigente.”Bromeé quitándole las gafas. Las guardé en su bolsillo para más tarde.
“Oh, lo siento. Dame un beso, por favor.”Me pidió con su mejor sonrisa torcida.
“Ugh, puedes ser encantador en dos idiomas.”Murmuré antes de juntar nuestros labios.
“Oh ¿No quieres que continuemos con nuestra clase de español?”Dijo, su expresión cada vez se iba volviendo más traviesa.
“Nunca dije eso.”Me sonrojé y agaché la cabeza.
Su sonrisa creció cuando me cogió en brazos.”Bueno, vamos a ir a la cama.”
“¿Cómo has dicho, no te he entendido?”Le pregunté con sarcasmo.
“No entiendo.”Me dijo sentándose en la cama. Se acercó a los pies de esta, comenzó a quitarse la chaqueta y los zapatos.
“Bien, no entiendo.”
Se rió entre dientes y aun en la oscuridad pude ver su expresión feliz.”Bien, mi vida sabrás mucho mas español al final de la noche.”
“¿Mi vida?”
“Mi vida.”Dijo simplemente.
No tuve tiempo de decir nada más antes de que él me cogiese el tobillo y se lo llevase a los labios.”Pensé que podríamos comenzar por algo sencillo. Algo fácil de recordar.”Dijo con su tono de voz aterciopelado. Se detuvo allí y podría haberme derretido.”Pie es pie.”
Cuidadosamente me lo ladeó, sintiendo sus suaves dedos.”Tobillo es tobillo.”
Sus dedos lisos, fuertes subieron poco a poco por mi pierna, hasta quedarse justo por debajo de la rodilla.”Pierna es pierna.”Besó la zona antes de masajearla mientras subia aun mas.”Rodilla.”Dijo simplemente. Se sentó entre mis piernas, ligeramente inclinado hacia abajo. Besó el interior de mi muslo.”Muslo.”
“Edward…”Exhalé, prácticamente fue un jadeo.”¿A qué viene esto?”
“No he podido hacerte el amor durante días. Siento como si hubiese pasado un siglo. Además, Jake, el tio de la guitarra, me preguntó si eras mi hermana.”Me besó el estomago con ligereza.
“¿Sientes que necesitas demostrar lo contrario?”Le pregunté alzando una ceja mientras me incorporaba sobre los codos.”El otro día, cuando ese tipo babeó frente a mi pensante que era gracioso.”
“Pero, esto es diferente.”Murmuró, colocándose encima de mí.
“Ese hombre no volvería a verte nunca después de esa noche. Además, me dijo tranquilamente lo que pensaba de ti. No me gustó.”Se defendió.
Me incliné para capturar sus labios, ese ataque de celos era innecesario. Sin embargo resultaba dulce.”Edward…”Dije con intención de que preguntara.
“¿Si, mi amor?”Respondió en un susurro.
“Dame un beso.”
Atal- .
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Capitulo 33
Bella Swan
“Buenos días, Sra. Swan, Sr. Cullen. ¿Cómo están?”Preguntó dulcemente Angela, nuestra agente inmobiliaria. Esta era la decima vez en estas últimas semanas que habíamos ido a ver una casa. Realmente estábamos comenzando a conocerla. Era bastante agradable y tenía una mirada tranquila.
No es que Edward y yo discutiésemos sobre lo que queríamos o no queríamos en una casa. Teníamos resuelta esa parte. El problema era encontrar una que se ajustara a nosotros perfectamente. Angela era extremadamente comprensiva, sobre todo desde que Edward le dijo que le pagaría por adelantado y que el precio no era un problema y que no lo quería discutir cuando yo estuviese cerca.
“Bien, gracias. Por lo tanto ¿No hay nada nuevo?”Dijo Edward alegremente. Estaba más emocionado que un niño en una tienda de caramelos. Me encantaba su expresión feliz. Me ponía radiante, sinceramente. Casi me sentía como si jugase a ser adulta.
“¡Por supuesto! Tenemos dos que me gustaría enseñaros, si estáis de acuerdo.”
Eran menos que los otros días. Creo que habíamos visitado la mitad de las casas que había en venta en Shreveport/Bossier City e incluso algunas pocas de Haughton y Benton. Habíamos pasado por ocho o nueve el mismo día.
“Suena genial.”Edward apretó mi mano suavemente mientras el coche arrancaba.
La primera casa a la que fuimos simplemente no me iba. Los techos eran bajos y las habitaciones de formas raras. Además, había ventanas, provocando que la casa pareciese oscura.
“No te gusta.”Susurró Edward junto a mi oído. No era una pregunta, era una afirmación. Él podía decir cosas sutiles prestando atención a la tensión de mi cuerpo.
“No, es demasiado oscura.”Le contesté. Angela notó nuestra tranquila conversación.
“Mira, me alegro de haber guardado lo mejor para el final. La siguiente se ha puesto a la venta ayer. Creo que la compraran rápidamente. Me parece que es perfecta para ustedes.”Nos dijo alegremente mientras cerraba la puerta tras ella.
Durante todo el camino charlamos cómodamente sobre nuestras vidas. Resulta que Angela estaba casada con un diseñador grafico llamado Ben, quien había sido su amor durante la secundaria. Habían estado casados seis años y ahora intentaba quedarse embarazada. Ella ya conocía todos los detalles en lo referente a nosotros y era agradable hablar con alguien que todavía seguía muy enamorada después de haber estado juntos durante diez años.
“Entonces ¿Qué te gustaría tener? ¿Un niño o una niña?”Le pregunté en tono coloquial.
“Siempre he sido partidaria de las niñas.”Dijo soltando una risita.”No puedo esperar para jugar con las muñecas otra vez.”Dijo tímidamente.
“Sabes, yo también. Pero, creo que podemos estar un poco influenciadas. Yo nunca jugaba con muñecas. Siempre prefería ´las cocinitas´ Utilizaba-“Dejé la frase a medias cuando entramos en el camino.
La casa era increíble. Ni demasiado grande ni demasiado pequeña. Era blanca con una terraza que rodeaba toda la casa. En el frente había ventanas panorámicas, con cortinas de encaje. Podía ver un pequeño asiento al otro lado de la ventana. En el porche solo había un par de escalones, no estaba mal.
“¿Qué pasa, amor?”Preguntó Edward cuando salió del coche de Angela.
“Esta casa es preciosa.”Dije un poco más fuerte de lo debido.
“¡No puedo esperar para enseñaros el interior!”Dijo Angela emocionada. Me daba la impresión que si ella tuviese el dinero, se compraría esta misma casa.
Tan pronto como abrimos la puerta me quedé anonadada. Los techos abovedados conseguían que pareciese más grande y la luz que entraba por las ventanas lo iluminaba todo. Una chimenea de piedra ocupaba la zona frontal de la sala. Los suelos eran de madera y el sitio entero parecía muy cálido. El comedor podía verse desde la sala de estar. Cuidadosamente solté la mano de Edward mientras me adentraba más.
El comedor tenía aproximadamente la mitad del tamaño que la sala, pero seguía siendo bastante grande. Allí había una vitrina, en la zona más alejada de la habitación. Una gran ventana ocupaba la pared del fondo, donde se podía ver el patio trasero. Me detuve en la ventana y me asomé. Contemplé como el viento soplaba agitanado las pocas hojas que quedaban en el peral.
“¿Ves algo que te guste?”Preguntó Edward acercándose a mí por detrás.
“Hay un peral en el patio trasero.”Dije en voz baja. Le cogí de la mano y la apreté dulcemente mientras le llevaba a la habitación de al lado.
Que era la cocina. Era enorme, y me quedaba corta. Tenía un antiguo horno del que me enamoré de forma instantánea. Esperaba que Esme pudiese conseguir uno igual, tal vez hubiese diseñado alguno. Pensé en cuánto costaría y pero no me reñí por desearlo. Complacería a Edward.
Había un espacio para una mesa y la isla estaba en el centro. Las encimeras eran de mármol negro que destacaba con el blanco inmaculado de los armarios. Todo era tan brillante y bonito.
Después visitamos el baño de huéspedes, que era medianamente grande. Había espacio suficiente para que Edward y yo nos moviésemos cómodamente por él. La encimera del lavabo era igual que las de la cocina. El dormitorio de invitados era bastante grande, aunque ni demasiado ni muy poco. Yo ya me estaba imaginando todos los armarios montados y guardando mis libros.
Edward no habló demasiado en todo el rato y me sentí mal por no describirle cada habitación. Simplemente estaba perdía en mis pensamientos. Se las describirá mas tarde. Tenía que decirle que era el sitio perfecto para tener un piano. Sabía que le encantaría.
Para mi sorpresa solté un jadeo cuando entramos en la habitación con la cama de matrimonio. Era enorme, había dos grandes armarios. Me pregunté si el cuarto de baño tendría el triple de tamaño que el de huéspedes. Era tan grande como el cuarto de invitados. En la esquina había una ducha de cristal en la que fácilmente cabrían dos personas, mientras que en la otra esquina había una bañera antigua enorme. Incluso había un tocador, con dos lavabos en él, uno para cada uno.
Me sentí aturdida cuando volví otra vez al dormitorio. Edward charlaba con Angela pero yo no estaba prestando mucha atención.
“Entonces ¿Qué opinas?”Preguntó Angela con una sonrisa en la cara. Ella sabía que yo ya estaba enamorada de la casa y que pelearía por ella con uñas y dientes. Simplemente le regalé una sonrisa y ella rió.”Me tomaré eso como que te gusta, entonces.”
“Muchísimo.”Contesté suspirando.
Su teléfono sonó y espiró un profundo suspiro.”Lo siento chicos, dadme un segundo. Necesito coger esta llamada. Echad un vistazo y pensároslo mejor.”
Cuando se marchó hacia la sala me acerqué a Edward. Le rodeé el cuello con los brazos. Él besó mis labios con suavidad.”¿Te gusta?”
“Quiero vivir aquí, Edward.”Dije simplemente.
“Entonces lo haremos.”Se inclinó hacia delante y volvió a atrapar mis labios, dándome un impresionante beso. Me levantó del suelo, haciéndonos girar un poco antes de besarme una vez más.
“Lo siento chicos.”Sonrió lamentando entrometerse en nuestro momento privado. Edward me posó en el suelo, pero no me soltó.”Entonces ¿Qué decís?”
“Nos gustaría hacer una oferta.”Sonrió Edward alegremente.
“¡Excelente! ¡Sabia que este sitio era para vosotros! Volvamos a la oficina y empecemos con los tramites.”
Edward Cullen
Hicimos una generosa oferta. No habría manera de que no consiguiese esa casa para Bella. Creo que era la primera vez que estaba emocionada porque le comprase algo. Parecía encantada. Podíamos vivir en la cueva de alguna ladera de montaña y siempre que a ella le gustase, a mí también me encantaría.
Una vez que terminamos con parte del papeleo y arreglamos lo que queríamos enseñarles a nuestros abogados para que lo examinasen, Bella nos llevó de vuelta a su apartamento.
“Cuando lleguemos a casa hay que llamar a mi madre de inmediato. Sé que querrá venir a echarle un vistazo.”Dije cuando entramos en casa. El lugar parecía estar tranquilo, lo que era bueno. Teníamos cosas de las que hablar.
“No estoy segura de lo que se puede mejorar. Es increíble.”Dijo alegremente. Prácticamente estaba vibrando de emoción. Alice era contagiosa.
“Oh, apuesto a que habrá algunas cosas. Sé que quieres algunas estanterías para el estudio y para los enormes armarios del dormitorio. Además, no te olvides de todos los muebles y demás. Ella va a querer ayudarnos con eso. Estoy seguro de que no saldrá durante unas semanas, no hasta que lo haya terminado todo.”Le informé. Ya podía oír a mi madre y a Bella repasando todos los detalles con un leve y feliz frenesí.”Además, mi madre estaba buscando alguna escusa para venir hasta aquí. No estoy seguro de si mi padre podrá o querrá venir con ella, pero estoy seguro de que al menos nos hará una visita.”
“Tienes razón. Tu madre tiene un gusto increíble.”Dijo con voz levemente soñadora.
“Hay que hacer una lista de las cosas que necesitamos para la casa nueva. Que van a ser un montón. Ollas, sartenes, cubiertos, platos y tazas para la cocina. Ropa de cama y demás, y también la propia cama. Estoy seguro de que mi madre prestará su ayuda. Probablemente a la larga también quieras a Alice y Rose.”
“¿Por qué demonios suena como si fuésemos a gastarnos lo que no está escrito?”Preguntó cuando nos tumbamos en su cama. Era sábado por la tarde y no teníamos otra cosa que hacer.
Me reí entre dientes.”Pobre Bella. Si quieres estaré allí para ayudar a reinarlas.”
“Sí ¿Pero quién reinará a quien?”Contrarrestó rápidamente.
Me reí y enterré la cara en su cuello, aspirando su dulce aroma.”¿Soy tan malo?”
“Simplemente acabas de comprarme una casa sin pensártelo dos veces.”
“He comprado una casa para los dos y lo he pensado mucho.”Respondí con calma. Se movió para ponerse encima de mí. Su largo cabello me rozó ambos lados de la cara.
“Edward quiero decirte algo pero no quiero que te emociones demasiado ¿De acuerdo?”
“Vale…”Respondí lentamente. No me gustaba el tono de su voz. Era tan serio.
“He estado pensando en eso de que me compres cosas y sin hacer caso en lo referente al dinero que te costaría, o mejor dicho, no me importaba.”
Me empecé a reir y ella no parecía muy contenta por mi respuesta.”Eso es bueno.”
“¿Bueno? ¡Vas a volverme una mimada!”Se quejó.
Me reí más fuerte. ¿Mimada? Tenía que pelearme con ella simplemente para comprar los alimentos, que yo también comía. Me pegó en el hombro.”¡Ay! Bella cuando te esté mimando, te lo diré. Confía en mí, no estás lo suficientemente mimada para mi gusto.”
“¿Oh, de verdad?”Dijo muy bajito. Agachó la cabeza hasta que su nariz tocó la mía.”¡Qué piensas hacer al respecto?”
“Bueno, parece que no vas a dejar que te compre el mundo, que tú te mereces, así que simplemente te malcriaré con atención y cariño.”Dije con naturalidad. Me incorporé un poco y le di un beso en la nariz, luego en la barbilla. Ella suspiró contenta.
“Eso me gustaría. Pero, sabes, querría malcriarte de la misma forma a ti también.”
“Ya lo haces.”Le dije besándola suavemente. Atrapé sus carnosos labios con los míos. Durante un minuto se apoyó contra mi cuerpo, juntando nuestras piernas.”Vamos a vivir juntos.”Dijo de repente.
“Así es.”Contesté. Mientras, jugué a entrelazar mis dedos con los suyos.
“Mi madre se va a volver loca.”Dijo, una débil risa llena de tristeza abandonó sus labios. Respiró profundamente, apretando más fuerte el pecho contra el mío.
“Es sorprendente lo diferentes que son las reacciones de los padres de cada uno. Estoy seguro de que tu padre no se emocionará, pero va a aceptarlo. Tu madre querrá asesinarme. Mis pares planificaran la boda y tal vez busquen una guardería.”
“¿Guardería?”Dijo con voz ausente.
“Creo que mi madre intentará convencerte de que le des unos sanos y hermosos bebés. Por supuesto, si lo necesitas, la repeleré con un palo. Sé que no estás lista para eso, igual que yo.”Le aseguré.
“¿Quieres niños?”
“Yo…”Me detuve un momento y me lo pensé.”No lo sé. En realidad nunca he pensado en ello. Ni siquiera pensé en salir con nadie así que lo pasé por alto completamente.”
“Edward eres demasiado guapo y demasiado encantador.”Dijo con un fuerte suspiro. Sabía que no le gustaba cuando me tiraba por los suelos, pero era como me sentía.
“Para ti, quizás. ¿Bella, recuerdas el primer día que nos vimos? Así era yo antes de conocerte. Es como si me hubiese hecho salir de mi concha. No sabes cuan agradecido estoy por ello.”Dije dándole un beso en la cabeza.
“Oh, Edward.”Pronunció mi nombre tan suavemente como si solo fuese un soplo de aire. Me pareció que al segundo algo hizo clic en su cabeza.”Oye, no has contestado a mi pregunta.”
“¿Qué pregunta era?”Dije alzando una ceja.
“Poblar la tierra.”
“Oh…”Reí entre dientes por su sarcástica respuesta.”Sí, algún día, en un futuro muy lejano. No sé si podría sobrellevarlo, pero me gustaría probar. Hasta entonces, quiero practicar. Mucho.”
“¿Qué es exactamente lo que quieres practicar?”
“Lo de hacer bebés. Ya sabes, la practica hace la perfección.”
“Edward Cullen, eres un pervertido y un salido bastardo.”Se rió.
“¡No lo soy! Esa es una cruel mentira. Creo que debería castigarte por decir esas cosas.”Intenté decirlo con cara seria, pero no me salió muy bien.
“Bella se rió tontamente.”¿Oh, vas a castigarme, no? ¿Y cómo piensas hacerlo? ¿Dándome unos azotes en el trasero?”
“Creo que esa es una gran idea.”Dije dándole la vuelta, obligándola a que se tumbase boca abajo encima de la cama. Me senté a horcajadas sobre ella, con las rodillas a ambos lados de sus muslos. Bella no dejó de reir durante toda la maniobra.
“¡No me des azotes! ¡Te prometo que seré buena! ¡No me pegues, papi!”Gritó entre carcajadas, tratando de escapar de mi peso meneándose.
Me incliné y le mordisqueé el cuello.”¿Papi? Creo que me gusta.”
“¡Hey, tíos! ¡Están ahí dentro y están siendo traviesos!”Gritó una voz al otro lado de la puerta. Del susto pegué un bote y me caí al suelo.
“¡Maldita sea, Em! ¿No has oído hablar de algo como llamar a la puerta?”Le grité. Me pasé la mano por el pelo, obligándome a tranquilizarme con respiraciones profundas.
“Amigo, la puerta está abierta.”Se rió entre dientes.
Finalmente me levanté y me senté en la cama, poniendo las manos en la espalda de Bella. Su cuerpo se sacudía debido a la risa.”Oh, dios mío...”Murmuró.”¿Te encuentras bien?”
La gruñí por reírse, que para lo único que sirvió fue para que Emmett también estallase en carcajadas. Comencé a reírme yo también, viendo lo cómico de la situación.”Sí, solo me duele el trasero, pero estoy bien.”Dije sarcásticamente.
“El karma es una mierda.”Bufó Emmett.
“¿Qué quieres decir?”Pregunté confuso.
“Intentabas darle unos azotes en el trasero, pero el golpe te lo has llevado tu. ¿No ves que esto es obra del karma?”
Bella comenzó a reírse otra vez. Oí a alguien chasquear la lengua cuando todos comenzaron a reírse como una manada de hienas.”Em, deja en paz a Edward.”
“Pero Rosie, te lo perdiste. Ella le llamó ´Papi´.”Se defendió.”Fue gracioso.”
“Ves, Bella, esta exactamente la razón por la que me alegro de haber comprado una casa.”Me incliné junto el oído de Bella y diciendo eso en un susurro audible.
“¿Habéis encontrado una casa?”Preguntó Rosalie suavemente. Oí el crujido de la cama por el movimiento entusiasta de Bella, que se sentó rápidamente.
“¡Sí! Es tan hermosa. Hicimos una oferta hoy mismo.”Dijo alegremente, de su voz manaba felicidad. Le rodeé la cintura con los brazos y besé su cuello con suavidad.
“Maldita sea, Emmett. Mi mejor amiga se casa y mi otra mejor amiga se va a vivir con su novio ¿Ves algo que esté mal en este cuadro?”Siseó Rosalie.
“Edward, me haces quedar mal.”Murmuró Emmett.
“Tio, a ti podría hacerte quedar mal un hombre ciego, sordo, mudo, con los dos brazos atados a la espalda y faltándole una pierna.”Se rió Jasper, llenado el silencio.
Bella y Rose rieron. Jasper se rió entre dientes dándome unas palmaditas en el hombro. Emmett no dijo nada durante unos minutos, hasta que las chicas pudieron controlar sus risas.
“Y, yo vengo aquí para averiguar qué tipo de comida llevareis para mi fiesta y vosotros os burláis de mi. Muy bonito.”
“Es la fiesta de tu padre y no te hagas la víctima.”Alice aportó su opinión, completando el grupo.
Noté que la cama se movía y un fuerte bufido enfurruñado.”¡Suéltame! ¡Bien! Entendido. Estoy bueno y soy sexy y nadie puede resistirse a mí.”Dijo resollando, las chicas se rieron con ganas.
“¿Qué acaba de pasar?”Le susurré a Jasper.
“No tengo la menor idea, pero ha sido extraño y antinatural.”Contestó.
Bella Swan
“Buenos días, Sra. Swan, Sr. Cullen. ¿Cómo están?”Preguntó dulcemente Angela, nuestra agente inmobiliaria. Esta era la decima vez en estas últimas semanas que habíamos ido a ver una casa. Realmente estábamos comenzando a conocerla. Era bastante agradable y tenía una mirada tranquila.
No es que Edward y yo discutiésemos sobre lo que queríamos o no queríamos en una casa. Teníamos resuelta esa parte. El problema era encontrar una que se ajustara a nosotros perfectamente. Angela era extremadamente comprensiva, sobre todo desde que Edward le dijo que le pagaría por adelantado y que el precio no era un problema y que no lo quería discutir cuando yo estuviese cerca.
“Bien, gracias. Por lo tanto ¿No hay nada nuevo?”Dijo Edward alegremente. Estaba más emocionado que un niño en una tienda de caramelos. Me encantaba su expresión feliz. Me ponía radiante, sinceramente. Casi me sentía como si jugase a ser adulta.
“¡Por supuesto! Tenemos dos que me gustaría enseñaros, si estáis de acuerdo.”
Eran menos que los otros días. Creo que habíamos visitado la mitad de las casas que había en venta en Shreveport/Bossier City e incluso algunas pocas de Haughton y Benton. Habíamos pasado por ocho o nueve el mismo día.
“Suena genial.”Edward apretó mi mano suavemente mientras el coche arrancaba.
La primera casa a la que fuimos simplemente no me iba. Los techos eran bajos y las habitaciones de formas raras. Además, había ventanas, provocando que la casa pareciese oscura.
“No te gusta.”Susurró Edward junto a mi oído. No era una pregunta, era una afirmación. Él podía decir cosas sutiles prestando atención a la tensión de mi cuerpo.
“No, es demasiado oscura.”Le contesté. Angela notó nuestra tranquila conversación.
“Mira, me alegro de haber guardado lo mejor para el final. La siguiente se ha puesto a la venta ayer. Creo que la compraran rápidamente. Me parece que es perfecta para ustedes.”Nos dijo alegremente mientras cerraba la puerta tras ella.
Durante todo el camino charlamos cómodamente sobre nuestras vidas. Resulta que Angela estaba casada con un diseñador grafico llamado Ben, quien había sido su amor durante la secundaria. Habían estado casados seis años y ahora intentaba quedarse embarazada. Ella ya conocía todos los detalles en lo referente a nosotros y era agradable hablar con alguien que todavía seguía muy enamorada después de haber estado juntos durante diez años.
“Entonces ¿Qué te gustaría tener? ¿Un niño o una niña?”Le pregunté en tono coloquial.
“Siempre he sido partidaria de las niñas.”Dijo soltando una risita.”No puedo esperar para jugar con las muñecas otra vez.”Dijo tímidamente.
“Sabes, yo también. Pero, creo que podemos estar un poco influenciadas. Yo nunca jugaba con muñecas. Siempre prefería ´las cocinitas´ Utilizaba-“Dejé la frase a medias cuando entramos en el camino.
La casa era increíble. Ni demasiado grande ni demasiado pequeña. Era blanca con una terraza que rodeaba toda la casa. En el frente había ventanas panorámicas, con cortinas de encaje. Podía ver un pequeño asiento al otro lado de la ventana. En el porche solo había un par de escalones, no estaba mal.
“¿Qué pasa, amor?”Preguntó Edward cuando salió del coche de Angela.
“Esta casa es preciosa.”Dije un poco más fuerte de lo debido.
“¡No puedo esperar para enseñaros el interior!”Dijo Angela emocionada. Me daba la impresión que si ella tuviese el dinero, se compraría esta misma casa.
Tan pronto como abrimos la puerta me quedé anonadada. Los techos abovedados conseguían que pareciese más grande y la luz que entraba por las ventanas lo iluminaba todo. Una chimenea de piedra ocupaba la zona frontal de la sala. Los suelos eran de madera y el sitio entero parecía muy cálido. El comedor podía verse desde la sala de estar. Cuidadosamente solté la mano de Edward mientras me adentraba más.
El comedor tenía aproximadamente la mitad del tamaño que la sala, pero seguía siendo bastante grande. Allí había una vitrina, en la zona más alejada de la habitación. Una gran ventana ocupaba la pared del fondo, donde se podía ver el patio trasero. Me detuve en la ventana y me asomé. Contemplé como el viento soplaba agitanado las pocas hojas que quedaban en el peral.
“¿Ves algo que te guste?”Preguntó Edward acercándose a mí por detrás.
“Hay un peral en el patio trasero.”Dije en voz baja. Le cogí de la mano y la apreté dulcemente mientras le llevaba a la habitación de al lado.
Que era la cocina. Era enorme, y me quedaba corta. Tenía un antiguo horno del que me enamoré de forma instantánea. Esperaba que Esme pudiese conseguir uno igual, tal vez hubiese diseñado alguno. Pensé en cuánto costaría y pero no me reñí por desearlo. Complacería a Edward.
Había un espacio para una mesa y la isla estaba en el centro. Las encimeras eran de mármol negro que destacaba con el blanco inmaculado de los armarios. Todo era tan brillante y bonito.
Después visitamos el baño de huéspedes, que era medianamente grande. Había espacio suficiente para que Edward y yo nos moviésemos cómodamente por él. La encimera del lavabo era igual que las de la cocina. El dormitorio de invitados era bastante grande, aunque ni demasiado ni muy poco. Yo ya me estaba imaginando todos los armarios montados y guardando mis libros.
Edward no habló demasiado en todo el rato y me sentí mal por no describirle cada habitación. Simplemente estaba perdía en mis pensamientos. Se las describirá mas tarde. Tenía que decirle que era el sitio perfecto para tener un piano. Sabía que le encantaría.
Para mi sorpresa solté un jadeo cuando entramos en la habitación con la cama de matrimonio. Era enorme, había dos grandes armarios. Me pregunté si el cuarto de baño tendría el triple de tamaño que el de huéspedes. Era tan grande como el cuarto de invitados. En la esquina había una ducha de cristal en la que fácilmente cabrían dos personas, mientras que en la otra esquina había una bañera antigua enorme. Incluso había un tocador, con dos lavabos en él, uno para cada uno.
Me sentí aturdida cuando volví otra vez al dormitorio. Edward charlaba con Angela pero yo no estaba prestando mucha atención.
“Entonces ¿Qué opinas?”Preguntó Angela con una sonrisa en la cara. Ella sabía que yo ya estaba enamorada de la casa y que pelearía por ella con uñas y dientes. Simplemente le regalé una sonrisa y ella rió.”Me tomaré eso como que te gusta, entonces.”
“Muchísimo.”Contesté suspirando.
Su teléfono sonó y espiró un profundo suspiro.”Lo siento chicos, dadme un segundo. Necesito coger esta llamada. Echad un vistazo y pensároslo mejor.”
Cuando se marchó hacia la sala me acerqué a Edward. Le rodeé el cuello con los brazos. Él besó mis labios con suavidad.”¿Te gusta?”
“Quiero vivir aquí, Edward.”Dije simplemente.
“Entonces lo haremos.”Se inclinó hacia delante y volvió a atrapar mis labios, dándome un impresionante beso. Me levantó del suelo, haciéndonos girar un poco antes de besarme una vez más.
“Lo siento chicos.”Sonrió lamentando entrometerse en nuestro momento privado. Edward me posó en el suelo, pero no me soltó.”Entonces ¿Qué decís?”
“Nos gustaría hacer una oferta.”Sonrió Edward alegremente.
“¡Excelente! ¡Sabia que este sitio era para vosotros! Volvamos a la oficina y empecemos con los tramites.”
Edward Cullen
Hicimos una generosa oferta. No habría manera de que no consiguiese esa casa para Bella. Creo que era la primera vez que estaba emocionada porque le comprase algo. Parecía encantada. Podíamos vivir en la cueva de alguna ladera de montaña y siempre que a ella le gustase, a mí también me encantaría.
Una vez que terminamos con parte del papeleo y arreglamos lo que queríamos enseñarles a nuestros abogados para que lo examinasen, Bella nos llevó de vuelta a su apartamento.
“Cuando lleguemos a casa hay que llamar a mi madre de inmediato. Sé que querrá venir a echarle un vistazo.”Dije cuando entramos en casa. El lugar parecía estar tranquilo, lo que era bueno. Teníamos cosas de las que hablar.
“No estoy segura de lo que se puede mejorar. Es increíble.”Dijo alegremente. Prácticamente estaba vibrando de emoción. Alice era contagiosa.
“Oh, apuesto a que habrá algunas cosas. Sé que quieres algunas estanterías para el estudio y para los enormes armarios del dormitorio. Además, no te olvides de todos los muebles y demás. Ella va a querer ayudarnos con eso. Estoy seguro de que no saldrá durante unas semanas, no hasta que lo haya terminado todo.”Le informé. Ya podía oír a mi madre y a Bella repasando todos los detalles con un leve y feliz frenesí.”Además, mi madre estaba buscando alguna escusa para venir hasta aquí. No estoy seguro de si mi padre podrá o querrá venir con ella, pero estoy seguro de que al menos nos hará una visita.”
“Tienes razón. Tu madre tiene un gusto increíble.”Dijo con voz levemente soñadora.
“Hay que hacer una lista de las cosas que necesitamos para la casa nueva. Que van a ser un montón. Ollas, sartenes, cubiertos, platos y tazas para la cocina. Ropa de cama y demás, y también la propia cama. Estoy seguro de que mi madre prestará su ayuda. Probablemente a la larga también quieras a Alice y Rose.”
“¿Por qué demonios suena como si fuésemos a gastarnos lo que no está escrito?”Preguntó cuando nos tumbamos en su cama. Era sábado por la tarde y no teníamos otra cosa que hacer.
Me reí entre dientes.”Pobre Bella. Si quieres estaré allí para ayudar a reinarlas.”
“Sí ¿Pero quién reinará a quien?”Contrarrestó rápidamente.
Me reí y enterré la cara en su cuello, aspirando su dulce aroma.”¿Soy tan malo?”
“Simplemente acabas de comprarme una casa sin pensártelo dos veces.”
“He comprado una casa para los dos y lo he pensado mucho.”Respondí con calma. Se movió para ponerse encima de mí. Su largo cabello me rozó ambos lados de la cara.
“Edward quiero decirte algo pero no quiero que te emociones demasiado ¿De acuerdo?”
“Vale…”Respondí lentamente. No me gustaba el tono de su voz. Era tan serio.
“He estado pensando en eso de que me compres cosas y sin hacer caso en lo referente al dinero que te costaría, o mejor dicho, no me importaba.”
Me empecé a reir y ella no parecía muy contenta por mi respuesta.”Eso es bueno.”
“¿Bueno? ¡Vas a volverme una mimada!”Se quejó.
Me reí más fuerte. ¿Mimada? Tenía que pelearme con ella simplemente para comprar los alimentos, que yo también comía. Me pegó en el hombro.”¡Ay! Bella cuando te esté mimando, te lo diré. Confía en mí, no estás lo suficientemente mimada para mi gusto.”
“¿Oh, de verdad?”Dijo muy bajito. Agachó la cabeza hasta que su nariz tocó la mía.”¡Qué piensas hacer al respecto?”
“Bueno, parece que no vas a dejar que te compre el mundo, que tú te mereces, así que simplemente te malcriaré con atención y cariño.”Dije con naturalidad. Me incorporé un poco y le di un beso en la nariz, luego en la barbilla. Ella suspiró contenta.
“Eso me gustaría. Pero, sabes, querría malcriarte de la misma forma a ti también.”
“Ya lo haces.”Le dije besándola suavemente. Atrapé sus carnosos labios con los míos. Durante un minuto se apoyó contra mi cuerpo, juntando nuestras piernas.”Vamos a vivir juntos.”Dijo de repente.
“Así es.”Contesté. Mientras, jugué a entrelazar mis dedos con los suyos.
“Mi madre se va a volver loca.”Dijo, una débil risa llena de tristeza abandonó sus labios. Respiró profundamente, apretando más fuerte el pecho contra el mío.
“Es sorprendente lo diferentes que son las reacciones de los padres de cada uno. Estoy seguro de que tu padre no se emocionará, pero va a aceptarlo. Tu madre querrá asesinarme. Mis pares planificaran la boda y tal vez busquen una guardería.”
“¿Guardería?”Dijo con voz ausente.
“Creo que mi madre intentará convencerte de que le des unos sanos y hermosos bebés. Por supuesto, si lo necesitas, la repeleré con un palo. Sé que no estás lista para eso, igual que yo.”Le aseguré.
“¿Quieres niños?”
“Yo…”Me detuve un momento y me lo pensé.”No lo sé. En realidad nunca he pensado en ello. Ni siquiera pensé en salir con nadie así que lo pasé por alto completamente.”
“Edward eres demasiado guapo y demasiado encantador.”Dijo con un fuerte suspiro. Sabía que no le gustaba cuando me tiraba por los suelos, pero era como me sentía.
“Para ti, quizás. ¿Bella, recuerdas el primer día que nos vimos? Así era yo antes de conocerte. Es como si me hubiese hecho salir de mi concha. No sabes cuan agradecido estoy por ello.”Dije dándole un beso en la cabeza.
“Oh, Edward.”Pronunció mi nombre tan suavemente como si solo fuese un soplo de aire. Me pareció que al segundo algo hizo clic en su cabeza.”Oye, no has contestado a mi pregunta.”
“¿Qué pregunta era?”Dije alzando una ceja.
“Poblar la tierra.”
“Oh…”Reí entre dientes por su sarcástica respuesta.”Sí, algún día, en un futuro muy lejano. No sé si podría sobrellevarlo, pero me gustaría probar. Hasta entonces, quiero practicar. Mucho.”
“¿Qué es exactamente lo que quieres practicar?”
“Lo de hacer bebés. Ya sabes, la practica hace la perfección.”
“Edward Cullen, eres un pervertido y un salido bastardo.”Se rió.
“¡No lo soy! Esa es una cruel mentira. Creo que debería castigarte por decir esas cosas.”Intenté decirlo con cara seria, pero no me salió muy bien.
“Bella se rió tontamente.”¿Oh, vas a castigarme, no? ¿Y cómo piensas hacerlo? ¿Dándome unos azotes en el trasero?”
“Creo que esa es una gran idea.”Dije dándole la vuelta, obligándola a que se tumbase boca abajo encima de la cama. Me senté a horcajadas sobre ella, con las rodillas a ambos lados de sus muslos. Bella no dejó de reir durante toda la maniobra.
“¡No me des azotes! ¡Te prometo que seré buena! ¡No me pegues, papi!”Gritó entre carcajadas, tratando de escapar de mi peso meneándose.
Me incliné y le mordisqueé el cuello.”¿Papi? Creo que me gusta.”
“¡Hey, tíos! ¡Están ahí dentro y están siendo traviesos!”Gritó una voz al otro lado de la puerta. Del susto pegué un bote y me caí al suelo.
“¡Maldita sea, Em! ¿No has oído hablar de algo como llamar a la puerta?”Le grité. Me pasé la mano por el pelo, obligándome a tranquilizarme con respiraciones profundas.
“Amigo, la puerta está abierta.”Se rió entre dientes.
Finalmente me levanté y me senté en la cama, poniendo las manos en la espalda de Bella. Su cuerpo se sacudía debido a la risa.”Oh, dios mío...”Murmuró.”¿Te encuentras bien?”
La gruñí por reírse, que para lo único que sirvió fue para que Emmett también estallase en carcajadas. Comencé a reírme yo también, viendo lo cómico de la situación.”Sí, solo me duele el trasero, pero estoy bien.”Dije sarcásticamente.
“El karma es una mierda.”Bufó Emmett.
“¿Qué quieres decir?”Pregunté confuso.
“Intentabas darle unos azotes en el trasero, pero el golpe te lo has llevado tu. ¿No ves que esto es obra del karma?”
Bella comenzó a reírse otra vez. Oí a alguien chasquear la lengua cuando todos comenzaron a reírse como una manada de hienas.”Em, deja en paz a Edward.”
“Pero Rosie, te lo perdiste. Ella le llamó ´Papi´.”Se defendió.”Fue gracioso.”
“Ves, Bella, esta exactamente la razón por la que me alegro de haber comprado una casa.”Me incliné junto el oído de Bella y diciendo eso en un susurro audible.
“¿Habéis encontrado una casa?”Preguntó Rosalie suavemente. Oí el crujido de la cama por el movimiento entusiasta de Bella, que se sentó rápidamente.
“¡Sí! Es tan hermosa. Hicimos una oferta hoy mismo.”Dijo alegremente, de su voz manaba felicidad. Le rodeé la cintura con los brazos y besé su cuello con suavidad.
“Maldita sea, Emmett. Mi mejor amiga se casa y mi otra mejor amiga se va a vivir con su novio ¿Ves algo que esté mal en este cuadro?”Siseó Rosalie.
“Edward, me haces quedar mal.”Murmuró Emmett.
“Tio, a ti podría hacerte quedar mal un hombre ciego, sordo, mudo, con los dos brazos atados a la espalda y faltándole una pierna.”Se rió Jasper, llenado el silencio.
Bella y Rose rieron. Jasper se rió entre dientes dándome unas palmaditas en el hombro. Emmett no dijo nada durante unos minutos, hasta que las chicas pudieron controlar sus risas.
“Y, yo vengo aquí para averiguar qué tipo de comida llevareis para mi fiesta y vosotros os burláis de mi. Muy bonito.”
“Es la fiesta de tu padre y no te hagas la víctima.”Alice aportó su opinión, completando el grupo.
Noté que la cama se movía y un fuerte bufido enfurruñado.”¡Suéltame! ¡Bien! Entendido. Estoy bueno y soy sexy y nadie puede resistirse a mí.”Dijo resollando, las chicas se rieron con ganas.
“¿Qué acaba de pasar?”Le susurré a Jasper.
“No tengo la menor idea, pero ha sido extraño y antinatural.”Contestó.
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Capitulo 34
Edward Cullen
“¡La tenemos!”Gritó cuando entró corriendo dentro de casa. Solo eran las diez de la mañana pero ella no parecía tener inconveniente en que alguien estuviese durmiendo.
“¡La tenéis!”Chilló Alice. No me sorprendería mucho si ambas estuviesen saltando rodeándose con los brazos la una a la otra.
Acabábamos de terminar de firmar todo el papelo con mi abogado y la agente inmobiliaria. No fue un proceso fácil. Un par de semanas antes se habían sucedido varias negociaciones e inspecciones hasta que finalmente pudimos firmar.
“¡Sí! Los anteriores propietarios se mudan a finales de marzo. Vamos a llamar a Esme, la madre de Edward, y le preguntaremos si quiere hacer algunas remodelaciones y decorar algo. ¡Estará todo listo cuando termine el curso!”Dijo Bella emocionada. Oí otro grito y por lo menos dos pares de pies saltando.
“Chicas, si vais a hacer eso ¿podíais hacerlo en toples?”Preguntó Emmett.
Oí un fuerte tortazo y las chicas volvieron a soltar risitas. No estaba seguro de qué había golpeado a Emmett pero le había puesto en su sitio. Decidí que era hora de cambiar de tema antes de que hubiese más violencia y se siguiesen haciendo peticiones pervertidas.”Algo huele…”Me detuve buscando el termino correcto.
“¿Mmmm? ¿Delicioso?”
“Picante, además de a queso.”Le contesté a Alice. Esperaba que si me había equivocado no se ofendiese.
Alice se rió por mi respuesta.”Vaya ¿Puedes oler eso’”
“¿sí?”Fue más una pregunta que una afirmación.
“Estoy haciendo arroz sucio y Jazz macarrones con queso.”Contestó alegremente.
Todos deberían de haberse preparado para el desfile de Mardi Gras de esta tarde. Aparentemente se trataba de un almuerzo en el que todos ¨tenían¨ que llevar algo. Bella hizo, literalemtne, diez docenas de galletas para la fiesta. Yo escogí algo mucho más sencillo y compré dos packs de refrescos.
“En primer lugar ¿Macarrones con queso, Jasper?”Le pregunté en tono sarcástico.
“Cállate. Es la receta de mi madre y es muy buena.”Contrarrestó rápidamente.
“Además, es lo único que sabe hacer.”Agregó Alice con soltura. Podía oír la sonrisa en su voz.
Me reí entre dientes de la pareja.”Y en segundo lugar: ¿Qué diablos es arroz sucio?”
“Um… es… arroz picante.”Dijo lo que le pareció suficiente.”Es una receta familiar secreta y lo único que puedo decirte es que esta muy bueno.”
“Eso significa que no sabe explicarla.”Dijo Jasper riendo.
“¡Ay! ¡Me has hecho daño!”Gimoteó.”Pensaba que me amabas.”La voz de Alice se volvió más empalagosa que quejica.
“Por supuesto que te amo.”Soltó Jasper con la misma voz.
Noté como un par de delgados brazos me rodeaban el cuello. Bella presionó mi oreja con los labios.”Dame unos azotes, si alguna vez hago algo así.”
“Será un placer.”Dije abrazándome a su cintura con fuerza.
“Ugh, Papi ya está hablando de azotes otra vez.”Dijo Emmett en tono de burla.
Desde el día que nos pilló jugando en la habitación solo me llamaba Papá o Papi. Realmente estaba empezando a ponerme de los nervios.”Emmett, mi nombre es Edward. No Ed o Eddie y si vuelves a llamarme Papi una vez más te juro que cogeré mi bastón y te lo meteré por-“
La puerta se abrió detrás de nosotros, interrumpiendo efectivamente mi desvarío. Se cerró con un ruidito y hubo unos delicados pasos que se deslizaron hacia mí.”Em ¿Estas molestando a Edward otra vez?”Preguntó Rosalie suavemente. Ella se inclinó y me dio un beso en la mejilla. Me alborotó el cabello cuando se giró para abrazar a Bella.”Que no te moleste mucho, solo esta celoso.”
“No estoy celoso.”Dijo amargamente.
Rosalie se rió y yo no pude evitar sonreír. Sabía que solo estábamos bromeando. En ese momento me di cuenta de que Bella y yo éramos una feliz combinación de las otras dos parejas que estaban en el cuarto con nosotros. Ligeramente besé la frente de mi amor.
“Entonces ¿Estamos preparados para la fiesta?”Preguntó Rosalie con entusiasmo.
Bella Swan
Íbamos apretujados en la camioneta de Jasper para poder cerrar la puerta de cola. Una enrome cantidad de alimentos y bebidas iba en la parte de atrás. Yo apoyaba la cabeza en el hombro de Edward, completamente feliz y cómoda.
“Pareces de muy buen humor.”Comentó Edward pasando sus delgados dedos por mi rodilla. Solo en Luisiana podría hacer 29º el día de San Valentín. Me había puesto unos pantalones cortos y una camiseta de manga corta. Me había traído un suéter, por si acaso, pero dudaba que lo necesitase.
“Estoy feliz.”Admití.”Supongo que estaba soñando con un día divertido.”
“Oh ¿y con qué día estabas soñando?”Preguntó moviendo las cejas juguetón.
“No es en el día en que estas pensando.”Me reí, meneándome en su regazo.”Soñaba con la casa.”
“¿Y qué pasa con la casa?”Preguntó, trazando figuras en mi piel.
“La mudanza. Nuestra primera navidad. Vamos a estar solo nosotros dos, y me encanta.”Dije con un suave suspiro.
“A mí también.”Estuvo de acuerdo conmigo.”Cuando llame a mi madre mañana quiero que estés allí para decirle la noticia. Cuando lo sepa se pondrá contenta. Estoy seguro de que planificará el viaje lo antes posible.”
Sonreí cuando pensé en su madre. Nos habíamos estado mandando correos electrónicos la una a la otra, charlando sobre la universidad y nuestras vidas. Y también hablamos mucho sobre Edward. Él bromeaba diciendo que yo hablaba más con su madre que él. Aunque no le hacía caso. En este momento ella me gustaba más que la mía, que ahora no hacia más que enviarme correos desagradables. Yo me había negado a contestarlos.
Jasper aparcó en una vereda de césped. El terreno que había alquilado el padre de Emmett era enorme. Estaba cerca de la ruta final del desfile, en el parque que todos llamaban Duck Pond. Ya habían llegado alrededor de cincuenta personas, probablemente una cuarta parte eran niños. Había una gran carpa blanca con varias decenas de mesas con sus sillas correspondientes. En una de ellas estaban todos los alimentos y las neveras portátiles que guardaban las bebidas. En esta área no estaba permitido beber alcohol y di gracias por ello.
Después de presentarnos al padre de Emmett, un hombre con aspecto de oso del que Emmett había heredado su cabello negro rizado, y su madre delgada y de aspecto fino, almorzamos sentados en la fresca hierba.
“Mira, lo que hay que hacer es mezclar el arroz sucio con los macarrones con queso…”Dijo Emmett con la boca llena de comida.
“Eso es vil.”Se burló Rosalie y se alejó de él.
“No lo sabrás hasta que lo pruebes nena.”La picó, tratando de ofrecerle un poco. Ella le sacó la lengua y se estremeció.”Bien, tú te lo pierdes.”
Edward estaba por su segunda ración de arroz sucio, junto con otra pequeña hamburguesa, un poco de ensalada de patatas y algunos macarrones con queso. Me incliné rápidamente y le di un mordisco a su hamburguesa. Me sonrió burlón y trató de dármela.”Si quieres cógela.”
“No, gracias, estoy llena.”Dije empujando el plato para devolvérselo.
“Dice eso y le da un mordisco a tu hamburguesa y coge una cucharada de la ensalada de patatas.”Se rió Alice. Lamí la cuchara para limpiarla de la salsa amarilla y al dejé en el plato.
“Lo siento, sabe bien.”Murmuré tragando.
“No te preocupes todavía queda mucho.”Nos tranquilizó Emmett.”¡Cuando terminemos de comer hay que ir a jugar al parque!”Exclamó.
No pude evitar reírme mientras me apoyaba en Edward. Él mismo se reía entre diente pero no dijo nada.
No recuerdo la última vez que fui a jugar al parque. Edward y yo caminamos cogidos de la mano por una empinada colina. Hoy llevaba su bastón, era la primera vez que se lo había visto después de bastante tiempo. Sabía que él lo utilizaba cuando no estaba junto a mí. Creo que le gustaba el hecho de fingir sin más cuando estaba conmigo.
Había muchos niños corriendo de un lado para otro, junto con otros jóvenes adultos. Me acerqué a un columpio y empujé a Edward hacia el asiento. Me senté en su regazo y él comenzó a balancearnos ligeramente.
“Hay un montón de niños por aquí.”Comentó apoyando la barbilla en mi hombro.
“Sí, es un día muy bonito, además hay un desfile. No les culpo. Yo también querría jugar aquí si tuviese su edad.”
“Tal vez deberíamos comprar un columpio para el jardín.”Dijo con una dulce sonrisa.
“Me gustaría mucho.”Le sonreí y le di un beso en la mejilla.
Edward nos balanceó un poco más fuerte. Uno de sus brazos me rodeó al cintura, para apretarme mas fuerte mientras él hacía que el columpio subiese mas y mas. Chillé por la altura, riéndome mientras nos movíamos hacia el cálido cielo azul.
No nos columpiamos durante mucho tiempo. No quería ocupar el sitio de juegos de los niños. Antes de que Edward pudiese levantarse le hice una foto para el álbum.”¡Vamos, quiero sacar fotografías de los demás!”Dije tirando alegremente de su mano.
Edward Cullen
Bella sacó fotos constantemente. Nos hizo posar en posturas ridículas en distintos grupos y finalmente Alice cogió la cámara para poder fotografiar a Bella.
No sé como pasaron las cinco horas, pero lo hicieron como una mancha borrosa. Permanecíamos sentados en el césped, mientras el número de gente parecía crecer y con ello el nivel de ruido. La música sonaba al fondo. De alguna manera todo era muy relajado.
“Voy al cuarto de baño. Volveré en seguida.”Me dijo Bella dándome un besito en la mejilla.
“¿Quieres que te acompañe?”Pregunté.
“Estaré bien.”Soltó una risita por mi preocupación. Me dio un beso en la cabeza antes de alejarse caminado.
“Entonces ¿De verdad vas a hacerlo?”Preguntó Emmett, le oí sentarse en la hierba junto a mí.
“¿Hacer qué?”Pregunté girando la cara en su dirección, ladeándola un poco.
“Irte a vivir con Bella.”
“Sí, por qué.”Pregunté confundido.
“Es un gran paso. Eres más valiente que yo.”Admitió suspirando.”No es que no ame a Rosalie, simplemente es… es algo enorme.”Agregó rápidamente.
“Te seré sincero, yo nunca he deseado algo tanto como esto. Solo quiero tener a Bella toda para mí. ¿Es tan horrible?”Le pregunté doblando las rodillas y acercándolas a mi pecho. Las rodeé con los brazos y apoyé el mentón en ellas.
“No conozco a ningún hombre que quiera mantener a su mujer toda para él.”Rió entre dientes, dándome una palmada en la espalda.
“Solo quiero protegerla.”Dije con sinceridad.
“Bueno, eso es porque la amas. Por supuesto que quieres protegerla. Somos hombres, eso es lo que se supone que hacemos.”De repente se detuvo.”Hablando de protección, hay un tio caminando con ella.”
“¿Un tio?”Dije en voz baja.
“No parece estar intentando nada, solo hablan. Ahora se están acercando.”Me dijo antes de obligarme a que me levantase. Sinceramente no quería ponerme de pie pero no me dejaba muchas opciones.
“Oye Edward ¿Adivina a quien me he encontrado?”Preguntó Bella mientras me cogía de la mano dándome un ligero apretón.
“Hola ¿Qué tal?”Reconocí la voz ronca de Jake, mi profesor de guitarra. Gemí interiormente.
“Bien.”Dije sin rodeos mientras nos dábamos la mano.
Jake no había hablado mucho de Bella durante nuestras clases quincenales. Ella solo le saludaba de pasada antes de marcharse para dejarnos intimidad. Yo seguía sin poder luchar contra la punzada de celos que aparecía en mi pecho.
“Bien, espero que os lo paséis bien esta noche. Estaba buscando un poco de pizza para mi novia Leah, cuando vi a Bella. Me pareció notar algo raro y quería asegurarme de que llegase bien.”
“¿Novia?”La palabra salió antes de que pudiese detenerla. Bella apretó mi mano firmemente, seguramente señalando que me callase.
“Si es muy guay. Solo llevamos saliendo unas semanas, pero me parece que tenemos futuro.”Dijo alegremente.
“Gracias de nuevo, Jake.”Dijo Bella suavemente. Estaba seguro de que íbamos a hablar de esto mas tarde. Yo no había hecho nada malo pero así me sentía. Estaba seguro de que Bella estaba molesta por mis celos.
Bella Swan
El camino hacia los baños era más largo de lo que pensaba que seria. Evidentemente algunas personas estaban borrachas y habían estado bebiendo todo el día mientras lanzaban silbidos, abucheos y comentarios groseros cuando yo pasé. Casi me di la vuelta y eché a correr hacia Edward, pero sabia que eso no sería una buena idea. Tal vez liquidara esto con buenos resultados.
Temía volver por ese camino. No sabía si sería preferible acercarme y mezclarme con la gente o echar a correr como alma que lleva el diablo. Probablemente me tropezaría y me mataría por lo que caminar parecía la mejor idea. Cuando iba a dar el primer paso alguien puso la mano en mi hombro. Chillé debido a la sorpresa mientras me giraba y trataba de golpearle. El tipo detuvo fácilmente mi puño para frenar mi débil ataque.
“Cálmate, Bella, solo soy yo. Jake ¿Recuerdas?”Dijo con una pequeña sonrisa.
Me sonrojé y me reí tontamente de mí misma.”Sí, lo siento. Me asustaste.”Contesté honestamente.
“Oh, lo siento. No pretendía hacerlo. Acabo de verte y parecías… nerviosa, supongo. ¿Va todo bien?”Preguntó suavemente.
“Oh, sí, todo va genial. Es solo…”Miré hacia atrás, por donde había venido.
“¿Borrachos idiotas?”Preguntó sonriendo con astucia.”Vamos, te acompañaré.”Movió la mano delante de él.
“Gracias. Entonces ¿Has venido solo o en grupo?”Le pregunté en tono coloquial.
“Oh, ha venido toda mi familia, además de mi chica.”Dijo feliz.”¿Y tú?”
“En grupo. En cierta forma estamos de celebración.”Me encogí de hombros. Cuando nos acercamos a donde estaba Edward estaba sentado rodeándose las piernas con los brazos y hablando con Emmett. Este nos vio y tiró de él para que se pusiese de pie, molestando mucho a Edward.
“Oye Edward ¿Adivina a quien me he encontrado?”Pregunté alegremente. No quería que se pusiese celoso, aunque sabía que posiblemente eso es lo que sucedería. Me daba esa impresión por el aspecto de su cara.
“Hola ¿Qué tal?”Preguntó Jake mirándonos a los tres. Los dos chicos tenían cara de pocos amigos. Ninguno era tan alto como Jacob, pero estaba segura de que eran tan fuertes o más que él.
“Bien.”Edward prácticamente gruñó la palabra. Le apreté con fuerza la mano, tratando de calmarle.
“Bien, espero que os lo paséis bien esta noche. Estaba buscando un poco de pizza para mi novia Leah, cuando vi a Bella. Me pareció notar algo raro y quería asegurarme de que llegase bien.”Farfulló Jake rápidamente. Él solo trataba de ser amable y mi novio y mi amigo se estaban comportando como imbéciles. Suspiré para mí, apartando la cara.
Edward abrió la boca un omento y dijo.”¿Novia?”Completamente sorprendido. Emmett sonrió burlón, sacudió la cabeza y se marchó.
“Si es muy guay. Solo llevamos saliendo unas semanas, pero me parece que tenemos futuro.”Dijo alegremente. Si Edward pudiese ver la mirada de sus ojos cuando hablaba de ella olvidaría todas sus preocupaciones.
“Gracias de nuevo, Jake.”Dije rápidamente, poniendo la mano sobre su brazo y dándole una sonrisa de disculpa. No quería darle tiempo a Edward para que se pusiese celoso o se enfadase.
“No hay problema. Te veré el miércoles, Edward.”Se despidió antes de alejarse hacia uno de los vendedores ambulantes que pasaban por allí. Antes de decir una palabra esperé hasta que compró su comida y se dirigió hacia sus amigos.
“¿Qué fue eso?”Dije entre dientes.
“Lo siento, he sido un idiota.”Respondió, y sus mejillas se tiñeron de rojo.
“Sí, cierto, pero ¿Por qué? Sabes que soy tuya.”Le pregunté.
“Muchas veces me preocupa que encuentres a alguien mejor que yo. Me refiero a que Jake es de nuestra edad… toca la guitarra, es bastante divertido él-“Le corté poniendo la mano sobre sus labios.
“Nadie es mejor que tu.”Dije suavemente. Me puse de puntillas y le besé los labios ligeramente.”No lo olvides ¿Vale?”
Edward acarició la cima de mi cabeza con la nariz y la besó con suavidad. Rodeando con fuerza mis hombros.”Gracias.”
“¿Por qué?”Le miré.
“Por amarme.”Atrapó mis labios para darme un profundo beso. Gemí contra su boca y llevé los dedos a su pelo sedoso. Se alejó y apoyó su frente en la mía.”Vamos, el desfile empezará en cualquier momento. Tenemos que prepararnos.”
Edward Cullen
La música era fuerte, la multitud gritaba y reía. Cundo traté de alejarme y meterme en la tienda Jasper me detuvo.
“No te vayas todavía. Tengo una idea.”Noté que me ponía algo en la cabeza. Lo toqué, me parecía que era de tela.
“La corra de beisbol te protegerá la cara. Si te quedas entre nosotros, Em, Rose, Alice, Bella y yo estoy bastante seguro de que seremos capaces de impedir que por lo menos te caiga algo en la cabeza. ¿Quieres que lo intentemos?”Gritó Jasper junto a mi oído.
“Por qué no.”Le contesté en el mismo tono. Me gustaba la música. Bella permanecía delante de mí, con la espalda presionaba mi pecho. Por propia voluntad mis brazos serpentearon alrededor de su cintura mientras ella comenzaba a moverse contra mí siguiendo el ritmo de la música.
“¿Me prometes que no dejaras que me caigan encima abalorios?”
Echó la cabeza hacia atrás riéndose, golpeándose contra mí.”Sí, vale.”
La primera ronda que tiraron fueron flotadores y con ellos los abalorios, tazas y monedas. Eso fue un verdadero reto. Me pregunté si valía la pena ser golpeado por cosas para estar con mis amigos. Simplemente tendría que aprovechar esta oportunidad, esperar y ver supongo.
Sentí a Bella estirarse en mis brazos cuando cogió algo. Se dio la vuelta y me rodeó el cuello con el abalorio tras darme un besito. Los ruidos que nos rodeaban crecieron, pero a lo único a lo que podía prestar atención era a Bella.
Siguió así durante mucho tiempo, mi cuello estaba lleno de pesadas cuentas, además de sujetar a Bella. No sé cuantas tazas, monedas, peluches de animales o paquetes de dulces. Habíamos conseguido pero me lo pasé genial. Cada vez que Bella conseguía algo que le gustaba mucho se ponía a saltar contenta.
Cuando volvimos a casa, Bella iba sentada en mi regazo y algunos de sus premios metidos en una bolsa a sus pies, le acariciaba los brazos, pasando mis dedos arriba y abajo por su sedosa piel. Acerqué los labios a su oído.”Este ha sido un Día de San Valentín muy singular.”
“Así es, pero no creo que pudiese haber sido mejor.”Inclinó la cara contra mi cuello y la pude sentir sonriendo.
“Entonces ¿Estáis seguros de que no queréis venir a la fiesta?”Preguntó Emmett por quinta vez.
“No, tenemos planes.”Dije alegremente. Inmediatamente mi mente viajo hacía los regalos que le había pedido a Alice que comprase para Bella. Seda y encaje, dos cosas que no tenían comparación con la suavidad de su piel pero con las que me divertía antes de poder acariciar su impresionante cuerpo.
Bella se rió tontamente mientras la mordisqueaba el cuello, la piel se calentó bajo mi tacto.
“Estoy tan contenta de quedarme contigo esta noche, Jazz.”Susurró Alice audiblemente.”Nunca consigo dormir.”
La camioneta se detuvo.”Entonces ¿Estáis seguros de que no queréis venir?”Preguntó, ignorando a Alice.
“Sí, Em.”Contestó Bella soltando una risita.”Haremos una fiesta cuando termine el curso o algo así. Te compensaremos.”Le aseguró.
Bella bajó de mi regazo, antes de salir del automóvil. Cogí una de las bolsas mientras ella tomaba otra. Con mis brazos rodeé su cintura mientras andábamos por el camino de piedras.”Entonces ¿Qué te gustaría hacer esta noche, Sra. Swan?”Susurré junto a su oído.
Bella se detuvo en seco y casi choqué contra ella. Moví la mano por su cara, fruncía los labios tristemente.”¿Qué pasa, amor?”Le pregunté deslizando las manos por sus hombros, notando la tensión que allí había.
“¡Aparta tus manos de mi hija!”
Edward Cullen
“¡La tenemos!”Gritó cuando entró corriendo dentro de casa. Solo eran las diez de la mañana pero ella no parecía tener inconveniente en que alguien estuviese durmiendo.
“¡La tenéis!”Chilló Alice. No me sorprendería mucho si ambas estuviesen saltando rodeándose con los brazos la una a la otra.
Acabábamos de terminar de firmar todo el papelo con mi abogado y la agente inmobiliaria. No fue un proceso fácil. Un par de semanas antes se habían sucedido varias negociaciones e inspecciones hasta que finalmente pudimos firmar.
“¡Sí! Los anteriores propietarios se mudan a finales de marzo. Vamos a llamar a Esme, la madre de Edward, y le preguntaremos si quiere hacer algunas remodelaciones y decorar algo. ¡Estará todo listo cuando termine el curso!”Dijo Bella emocionada. Oí otro grito y por lo menos dos pares de pies saltando.
“Chicas, si vais a hacer eso ¿podíais hacerlo en toples?”Preguntó Emmett.
Oí un fuerte tortazo y las chicas volvieron a soltar risitas. No estaba seguro de qué había golpeado a Emmett pero le había puesto en su sitio. Decidí que era hora de cambiar de tema antes de que hubiese más violencia y se siguiesen haciendo peticiones pervertidas.”Algo huele…”Me detuve buscando el termino correcto.
“¿Mmmm? ¿Delicioso?”
“Picante, además de a queso.”Le contesté a Alice. Esperaba que si me había equivocado no se ofendiese.
Alice se rió por mi respuesta.”Vaya ¿Puedes oler eso’”
“¿sí?”Fue más una pregunta que una afirmación.
“Estoy haciendo arroz sucio y Jazz macarrones con queso.”Contestó alegremente.
Todos deberían de haberse preparado para el desfile de Mardi Gras de esta tarde. Aparentemente se trataba de un almuerzo en el que todos ¨tenían¨ que llevar algo. Bella hizo, literalemtne, diez docenas de galletas para la fiesta. Yo escogí algo mucho más sencillo y compré dos packs de refrescos.
“En primer lugar ¿Macarrones con queso, Jasper?”Le pregunté en tono sarcástico.
“Cállate. Es la receta de mi madre y es muy buena.”Contrarrestó rápidamente.
“Además, es lo único que sabe hacer.”Agregó Alice con soltura. Podía oír la sonrisa en su voz.
Me reí entre dientes de la pareja.”Y en segundo lugar: ¿Qué diablos es arroz sucio?”
“Um… es… arroz picante.”Dijo lo que le pareció suficiente.”Es una receta familiar secreta y lo único que puedo decirte es que esta muy bueno.”
“Eso significa que no sabe explicarla.”Dijo Jasper riendo.
“¡Ay! ¡Me has hecho daño!”Gimoteó.”Pensaba que me amabas.”La voz de Alice se volvió más empalagosa que quejica.
“Por supuesto que te amo.”Soltó Jasper con la misma voz.
Noté como un par de delgados brazos me rodeaban el cuello. Bella presionó mi oreja con los labios.”Dame unos azotes, si alguna vez hago algo así.”
“Será un placer.”Dije abrazándome a su cintura con fuerza.
“Ugh, Papi ya está hablando de azotes otra vez.”Dijo Emmett en tono de burla.
Desde el día que nos pilló jugando en la habitación solo me llamaba Papá o Papi. Realmente estaba empezando a ponerme de los nervios.”Emmett, mi nombre es Edward. No Ed o Eddie y si vuelves a llamarme Papi una vez más te juro que cogeré mi bastón y te lo meteré por-“
La puerta se abrió detrás de nosotros, interrumpiendo efectivamente mi desvarío. Se cerró con un ruidito y hubo unos delicados pasos que se deslizaron hacia mí.”Em ¿Estas molestando a Edward otra vez?”Preguntó Rosalie suavemente. Ella se inclinó y me dio un beso en la mejilla. Me alborotó el cabello cuando se giró para abrazar a Bella.”Que no te moleste mucho, solo esta celoso.”
“No estoy celoso.”Dijo amargamente.
Rosalie se rió y yo no pude evitar sonreír. Sabía que solo estábamos bromeando. En ese momento me di cuenta de que Bella y yo éramos una feliz combinación de las otras dos parejas que estaban en el cuarto con nosotros. Ligeramente besé la frente de mi amor.
“Entonces ¿Estamos preparados para la fiesta?”Preguntó Rosalie con entusiasmo.
Bella Swan
Íbamos apretujados en la camioneta de Jasper para poder cerrar la puerta de cola. Una enrome cantidad de alimentos y bebidas iba en la parte de atrás. Yo apoyaba la cabeza en el hombro de Edward, completamente feliz y cómoda.
“Pareces de muy buen humor.”Comentó Edward pasando sus delgados dedos por mi rodilla. Solo en Luisiana podría hacer 29º el día de San Valentín. Me había puesto unos pantalones cortos y una camiseta de manga corta. Me había traído un suéter, por si acaso, pero dudaba que lo necesitase.
“Estoy feliz.”Admití.”Supongo que estaba soñando con un día divertido.”
“Oh ¿y con qué día estabas soñando?”Preguntó moviendo las cejas juguetón.
“No es en el día en que estas pensando.”Me reí, meneándome en su regazo.”Soñaba con la casa.”
“¿Y qué pasa con la casa?”Preguntó, trazando figuras en mi piel.
“La mudanza. Nuestra primera navidad. Vamos a estar solo nosotros dos, y me encanta.”Dije con un suave suspiro.
“A mí también.”Estuvo de acuerdo conmigo.”Cuando llame a mi madre mañana quiero que estés allí para decirle la noticia. Cuando lo sepa se pondrá contenta. Estoy seguro de que planificará el viaje lo antes posible.”
Sonreí cuando pensé en su madre. Nos habíamos estado mandando correos electrónicos la una a la otra, charlando sobre la universidad y nuestras vidas. Y también hablamos mucho sobre Edward. Él bromeaba diciendo que yo hablaba más con su madre que él. Aunque no le hacía caso. En este momento ella me gustaba más que la mía, que ahora no hacia más que enviarme correos desagradables. Yo me había negado a contestarlos.
Jasper aparcó en una vereda de césped. El terreno que había alquilado el padre de Emmett era enorme. Estaba cerca de la ruta final del desfile, en el parque que todos llamaban Duck Pond. Ya habían llegado alrededor de cincuenta personas, probablemente una cuarta parte eran niños. Había una gran carpa blanca con varias decenas de mesas con sus sillas correspondientes. En una de ellas estaban todos los alimentos y las neveras portátiles que guardaban las bebidas. En esta área no estaba permitido beber alcohol y di gracias por ello.
Después de presentarnos al padre de Emmett, un hombre con aspecto de oso del que Emmett había heredado su cabello negro rizado, y su madre delgada y de aspecto fino, almorzamos sentados en la fresca hierba.
“Mira, lo que hay que hacer es mezclar el arroz sucio con los macarrones con queso…”Dijo Emmett con la boca llena de comida.
“Eso es vil.”Se burló Rosalie y se alejó de él.
“No lo sabrás hasta que lo pruebes nena.”La picó, tratando de ofrecerle un poco. Ella le sacó la lengua y se estremeció.”Bien, tú te lo pierdes.”
Edward estaba por su segunda ración de arroz sucio, junto con otra pequeña hamburguesa, un poco de ensalada de patatas y algunos macarrones con queso. Me incliné rápidamente y le di un mordisco a su hamburguesa. Me sonrió burlón y trató de dármela.”Si quieres cógela.”
“No, gracias, estoy llena.”Dije empujando el plato para devolvérselo.
“Dice eso y le da un mordisco a tu hamburguesa y coge una cucharada de la ensalada de patatas.”Se rió Alice. Lamí la cuchara para limpiarla de la salsa amarilla y al dejé en el plato.
“Lo siento, sabe bien.”Murmuré tragando.
“No te preocupes todavía queda mucho.”Nos tranquilizó Emmett.”¡Cuando terminemos de comer hay que ir a jugar al parque!”Exclamó.
No pude evitar reírme mientras me apoyaba en Edward. Él mismo se reía entre diente pero no dijo nada.
No recuerdo la última vez que fui a jugar al parque. Edward y yo caminamos cogidos de la mano por una empinada colina. Hoy llevaba su bastón, era la primera vez que se lo había visto después de bastante tiempo. Sabía que él lo utilizaba cuando no estaba junto a mí. Creo que le gustaba el hecho de fingir sin más cuando estaba conmigo.
Había muchos niños corriendo de un lado para otro, junto con otros jóvenes adultos. Me acerqué a un columpio y empujé a Edward hacia el asiento. Me senté en su regazo y él comenzó a balancearnos ligeramente.
“Hay un montón de niños por aquí.”Comentó apoyando la barbilla en mi hombro.
“Sí, es un día muy bonito, además hay un desfile. No les culpo. Yo también querría jugar aquí si tuviese su edad.”
“Tal vez deberíamos comprar un columpio para el jardín.”Dijo con una dulce sonrisa.
“Me gustaría mucho.”Le sonreí y le di un beso en la mejilla.
Edward nos balanceó un poco más fuerte. Uno de sus brazos me rodeó al cintura, para apretarme mas fuerte mientras él hacía que el columpio subiese mas y mas. Chillé por la altura, riéndome mientras nos movíamos hacia el cálido cielo azul.
No nos columpiamos durante mucho tiempo. No quería ocupar el sitio de juegos de los niños. Antes de que Edward pudiese levantarse le hice una foto para el álbum.”¡Vamos, quiero sacar fotografías de los demás!”Dije tirando alegremente de su mano.
Edward Cullen
Bella sacó fotos constantemente. Nos hizo posar en posturas ridículas en distintos grupos y finalmente Alice cogió la cámara para poder fotografiar a Bella.
No sé como pasaron las cinco horas, pero lo hicieron como una mancha borrosa. Permanecíamos sentados en el césped, mientras el número de gente parecía crecer y con ello el nivel de ruido. La música sonaba al fondo. De alguna manera todo era muy relajado.
“Voy al cuarto de baño. Volveré en seguida.”Me dijo Bella dándome un besito en la mejilla.
“¿Quieres que te acompañe?”Pregunté.
“Estaré bien.”Soltó una risita por mi preocupación. Me dio un beso en la cabeza antes de alejarse caminado.
“Entonces ¿De verdad vas a hacerlo?”Preguntó Emmett, le oí sentarse en la hierba junto a mí.
“¿Hacer qué?”Pregunté girando la cara en su dirección, ladeándola un poco.
“Irte a vivir con Bella.”
“Sí, por qué.”Pregunté confundido.
“Es un gran paso. Eres más valiente que yo.”Admitió suspirando.”No es que no ame a Rosalie, simplemente es… es algo enorme.”Agregó rápidamente.
“Te seré sincero, yo nunca he deseado algo tanto como esto. Solo quiero tener a Bella toda para mí. ¿Es tan horrible?”Le pregunté doblando las rodillas y acercándolas a mi pecho. Las rodeé con los brazos y apoyé el mentón en ellas.
“No conozco a ningún hombre que quiera mantener a su mujer toda para él.”Rió entre dientes, dándome una palmada en la espalda.
“Solo quiero protegerla.”Dije con sinceridad.
“Bueno, eso es porque la amas. Por supuesto que quieres protegerla. Somos hombres, eso es lo que se supone que hacemos.”De repente se detuvo.”Hablando de protección, hay un tio caminando con ella.”
“¿Un tio?”Dije en voz baja.
“No parece estar intentando nada, solo hablan. Ahora se están acercando.”Me dijo antes de obligarme a que me levantase. Sinceramente no quería ponerme de pie pero no me dejaba muchas opciones.
“Oye Edward ¿Adivina a quien me he encontrado?”Preguntó Bella mientras me cogía de la mano dándome un ligero apretón.
“Hola ¿Qué tal?”Reconocí la voz ronca de Jake, mi profesor de guitarra. Gemí interiormente.
“Bien.”Dije sin rodeos mientras nos dábamos la mano.
Jake no había hablado mucho de Bella durante nuestras clases quincenales. Ella solo le saludaba de pasada antes de marcharse para dejarnos intimidad. Yo seguía sin poder luchar contra la punzada de celos que aparecía en mi pecho.
“Bien, espero que os lo paséis bien esta noche. Estaba buscando un poco de pizza para mi novia Leah, cuando vi a Bella. Me pareció notar algo raro y quería asegurarme de que llegase bien.”
“¿Novia?”La palabra salió antes de que pudiese detenerla. Bella apretó mi mano firmemente, seguramente señalando que me callase.
“Si es muy guay. Solo llevamos saliendo unas semanas, pero me parece que tenemos futuro.”Dijo alegremente.
“Gracias de nuevo, Jake.”Dijo Bella suavemente. Estaba seguro de que íbamos a hablar de esto mas tarde. Yo no había hecho nada malo pero así me sentía. Estaba seguro de que Bella estaba molesta por mis celos.
Bella Swan
El camino hacia los baños era más largo de lo que pensaba que seria. Evidentemente algunas personas estaban borrachas y habían estado bebiendo todo el día mientras lanzaban silbidos, abucheos y comentarios groseros cuando yo pasé. Casi me di la vuelta y eché a correr hacia Edward, pero sabia que eso no sería una buena idea. Tal vez liquidara esto con buenos resultados.
Temía volver por ese camino. No sabía si sería preferible acercarme y mezclarme con la gente o echar a correr como alma que lleva el diablo. Probablemente me tropezaría y me mataría por lo que caminar parecía la mejor idea. Cuando iba a dar el primer paso alguien puso la mano en mi hombro. Chillé debido a la sorpresa mientras me giraba y trataba de golpearle. El tipo detuvo fácilmente mi puño para frenar mi débil ataque.
“Cálmate, Bella, solo soy yo. Jake ¿Recuerdas?”Dijo con una pequeña sonrisa.
Me sonrojé y me reí tontamente de mí misma.”Sí, lo siento. Me asustaste.”Contesté honestamente.
“Oh, lo siento. No pretendía hacerlo. Acabo de verte y parecías… nerviosa, supongo. ¿Va todo bien?”Preguntó suavemente.
“Oh, sí, todo va genial. Es solo…”Miré hacia atrás, por donde había venido.
“¿Borrachos idiotas?”Preguntó sonriendo con astucia.”Vamos, te acompañaré.”Movió la mano delante de él.
“Gracias. Entonces ¿Has venido solo o en grupo?”Le pregunté en tono coloquial.
“Oh, ha venido toda mi familia, además de mi chica.”Dijo feliz.”¿Y tú?”
“En grupo. En cierta forma estamos de celebración.”Me encogí de hombros. Cuando nos acercamos a donde estaba Edward estaba sentado rodeándose las piernas con los brazos y hablando con Emmett. Este nos vio y tiró de él para que se pusiese de pie, molestando mucho a Edward.
“Oye Edward ¿Adivina a quien me he encontrado?”Pregunté alegremente. No quería que se pusiese celoso, aunque sabía que posiblemente eso es lo que sucedería. Me daba esa impresión por el aspecto de su cara.
“Hola ¿Qué tal?”Preguntó Jake mirándonos a los tres. Los dos chicos tenían cara de pocos amigos. Ninguno era tan alto como Jacob, pero estaba segura de que eran tan fuertes o más que él.
“Bien.”Edward prácticamente gruñó la palabra. Le apreté con fuerza la mano, tratando de calmarle.
“Bien, espero que os lo paséis bien esta noche. Estaba buscando un poco de pizza para mi novia Leah, cuando vi a Bella. Me pareció notar algo raro y quería asegurarme de que llegase bien.”Farfulló Jake rápidamente. Él solo trataba de ser amable y mi novio y mi amigo se estaban comportando como imbéciles. Suspiré para mí, apartando la cara.
Edward abrió la boca un omento y dijo.”¿Novia?”Completamente sorprendido. Emmett sonrió burlón, sacudió la cabeza y se marchó.
“Si es muy guay. Solo llevamos saliendo unas semanas, pero me parece que tenemos futuro.”Dijo alegremente. Si Edward pudiese ver la mirada de sus ojos cuando hablaba de ella olvidaría todas sus preocupaciones.
“Gracias de nuevo, Jake.”Dije rápidamente, poniendo la mano sobre su brazo y dándole una sonrisa de disculpa. No quería darle tiempo a Edward para que se pusiese celoso o se enfadase.
“No hay problema. Te veré el miércoles, Edward.”Se despidió antes de alejarse hacia uno de los vendedores ambulantes que pasaban por allí. Antes de decir una palabra esperé hasta que compró su comida y se dirigió hacia sus amigos.
“¿Qué fue eso?”Dije entre dientes.
“Lo siento, he sido un idiota.”Respondió, y sus mejillas se tiñeron de rojo.
“Sí, cierto, pero ¿Por qué? Sabes que soy tuya.”Le pregunté.
“Muchas veces me preocupa que encuentres a alguien mejor que yo. Me refiero a que Jake es de nuestra edad… toca la guitarra, es bastante divertido él-“Le corté poniendo la mano sobre sus labios.
“Nadie es mejor que tu.”Dije suavemente. Me puse de puntillas y le besé los labios ligeramente.”No lo olvides ¿Vale?”
Edward acarició la cima de mi cabeza con la nariz y la besó con suavidad. Rodeando con fuerza mis hombros.”Gracias.”
“¿Por qué?”Le miré.
“Por amarme.”Atrapó mis labios para darme un profundo beso. Gemí contra su boca y llevé los dedos a su pelo sedoso. Se alejó y apoyó su frente en la mía.”Vamos, el desfile empezará en cualquier momento. Tenemos que prepararnos.”
Edward Cullen
La música era fuerte, la multitud gritaba y reía. Cundo traté de alejarme y meterme en la tienda Jasper me detuvo.
“No te vayas todavía. Tengo una idea.”Noté que me ponía algo en la cabeza. Lo toqué, me parecía que era de tela.
“La corra de beisbol te protegerá la cara. Si te quedas entre nosotros, Em, Rose, Alice, Bella y yo estoy bastante seguro de que seremos capaces de impedir que por lo menos te caiga algo en la cabeza. ¿Quieres que lo intentemos?”Gritó Jasper junto a mi oído.
“Por qué no.”Le contesté en el mismo tono. Me gustaba la música. Bella permanecía delante de mí, con la espalda presionaba mi pecho. Por propia voluntad mis brazos serpentearon alrededor de su cintura mientras ella comenzaba a moverse contra mí siguiendo el ritmo de la música.
“¿Me prometes que no dejaras que me caigan encima abalorios?”
Echó la cabeza hacia atrás riéndose, golpeándose contra mí.”Sí, vale.”
La primera ronda que tiraron fueron flotadores y con ellos los abalorios, tazas y monedas. Eso fue un verdadero reto. Me pregunté si valía la pena ser golpeado por cosas para estar con mis amigos. Simplemente tendría que aprovechar esta oportunidad, esperar y ver supongo.
Sentí a Bella estirarse en mis brazos cuando cogió algo. Se dio la vuelta y me rodeó el cuello con el abalorio tras darme un besito. Los ruidos que nos rodeaban crecieron, pero a lo único a lo que podía prestar atención era a Bella.
Siguió así durante mucho tiempo, mi cuello estaba lleno de pesadas cuentas, además de sujetar a Bella. No sé cuantas tazas, monedas, peluches de animales o paquetes de dulces. Habíamos conseguido pero me lo pasé genial. Cada vez que Bella conseguía algo que le gustaba mucho se ponía a saltar contenta.
Cuando volvimos a casa, Bella iba sentada en mi regazo y algunos de sus premios metidos en una bolsa a sus pies, le acariciaba los brazos, pasando mis dedos arriba y abajo por su sedosa piel. Acerqué los labios a su oído.”Este ha sido un Día de San Valentín muy singular.”
“Así es, pero no creo que pudiese haber sido mejor.”Inclinó la cara contra mi cuello y la pude sentir sonriendo.
“Entonces ¿Estáis seguros de que no queréis venir a la fiesta?”Preguntó Emmett por quinta vez.
“No, tenemos planes.”Dije alegremente. Inmediatamente mi mente viajo hacía los regalos que le había pedido a Alice que comprase para Bella. Seda y encaje, dos cosas que no tenían comparación con la suavidad de su piel pero con las que me divertía antes de poder acariciar su impresionante cuerpo.
Bella se rió tontamente mientras la mordisqueaba el cuello, la piel se calentó bajo mi tacto.
“Estoy tan contenta de quedarme contigo esta noche, Jazz.”Susurró Alice audiblemente.”Nunca consigo dormir.”
La camioneta se detuvo.”Entonces ¿Estáis seguros de que no queréis venir?”Preguntó, ignorando a Alice.
“Sí, Em.”Contestó Bella soltando una risita.”Haremos una fiesta cuando termine el curso o algo así. Te compensaremos.”Le aseguró.
Bella bajó de mi regazo, antes de salir del automóvil. Cogí una de las bolsas mientras ella tomaba otra. Con mis brazos rodeé su cintura mientras andábamos por el camino de piedras.”Entonces ¿Qué te gustaría hacer esta noche, Sra. Swan?”Susurré junto a su oído.
Bella se detuvo en seco y casi choqué contra ella. Moví la mano por su cara, fruncía los labios tristemente.”¿Qué pasa, amor?”Le pregunté deslizando las manos por sus hombros, notando la tensión que allí había.
“¡Aparta tus manos de mi hija!”
Bueno amigas aqui les dejé mas capitulos ...yo creo q durante la semana le spongo más jejej
disfrutenlos
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Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
eres genial muchisimas gracias
cuantas cosas ............Edward es un lince ahun estando ciego se ha dado cuenta de que Bella vio el anillo .....que malos ratos pasan y que buenisimos tambien
esa fiesta de Emmet tiene muy buena pinta yo quiero ir
y que sepais algo Jasper cada dia me enamora mas que buen tio de verdad apollar asi a Bella con lo de su madre ,que por cierto es una desgraciada mala persona
Jake por fin ....ahora toca un Edward celosillo .......me encanto lo de las clases de Español que sexy
Papi??
y por fin ya tienen casa parece una casa preciosa
que gran fiesta y que casualidad Jake al recate ...pero ese final de capitulo no me lo esperaba se jodio el dia de San Valentin que hace esa bruja aqui de verdad que odio a esa mujer
ha sido curioso Atal cada vez que intentava enviar el mensage me salia que habias puesto un cap nuevo a si que casi he resumido las capitulos
mil gracias de verdad por adelantarlos
cuantas cosas ............Edward es un lince ahun estando ciego se ha dado cuenta de que Bella vio el anillo .....que malos ratos pasan y que buenisimos tambien
esa fiesta de Emmet tiene muy buena pinta yo quiero ir
y que sepais algo Jasper cada dia me enamora mas que buen tio de verdad apollar asi a Bella con lo de su madre ,que por cierto es una desgraciada mala persona
Jake por fin ....ahora toca un Edward celosillo .......me encanto lo de las clases de Español que sexy
Papi??
y por fin ya tienen casa parece una casa preciosa
que gran fiesta y que casualidad Jake al recate ...pero ese final de capitulo no me lo esperaba se jodio el dia de San Valentin que hace esa bruja aqui de verdad que odio a esa mujer
ha sido curioso Atal cada vez que intentava enviar el mensage me salia que habias puesto un cap nuevo a si que casi he resumido las capitulos
mil gracias de verdad por adelantarlos
xole- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
bueno hay q esperar en la semana jejej
las tengo muy regalonas jejej
besitos
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Re: Blind (+18) (Completo)
es vedad es que somos muy buenitas
besitos para ti tambien y hasta los proximos
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Re: Blind (+18) (Completo)
gracias por los capitulos atal estubieron muy bueno me da gusto ke ya tengan su casa y jack tenga novia asi no kerra intermonerse entre ellos creo ke con renne tiene ke ira a hacer renne esperare con ancias los sihuientes capitulos hasta pronto chicas
les dejo besitos chicas lindas
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Capitulo 35
Edward Cullen
“¿Mamá qué demonios estás haciendo aquí?”Dijo Bella con voz dura. Era baja y peligrosa, un tono que nunca había escuchado salir de sus hermosos labios.
¿Mamá? ¿Su madre? ¿La mujer que me odiaba? Maldición. Pensé para mis adentros. Nuestra noche se iba por el desagüe.
“No me has devuelto las llamadas ni los correos electrónicos, por lo que ¿Tu qué crees que debería haber hecho? ¡Y no utilices ese lenguaje conmigo, jovencita!”Gruñó la Sra. Dwyer. Me daba la impresión de que estaba a diez pasos de nosotros, muy probablemente en medio de la puerta.
“¡No te he respondido porque te dije que no, que tu no… puedes… comportarte de esta manera!”Volvió a gritar.
“¡No tienes derecho a ignorarme!”
“Tengo todo el derecho a hacerlo. En primer lugar, solo porque sea tu descendencia no significa que puedas tratarme como a una niña. En segundo lugar, te dije lo que pasaría, pero tú no me escuchaste.”Contraatacó Bella rápidamente. Tenía la sensación de que no era la primera vez que tenían esta discusión.
Lo único que podía hacer era quedarme allí y escuchar, mis manos sujetaban firmemente la cintura de Bella. Me preocupaba que fuese hasta su madre y la pegase hasta hacerla entrar en razón.
“Escúchame Isabella-“Comenzó pero Bella la cortó rápidamente.
“No, escúchame tu a mi Renée, tu negativa opinión en contra de que salga con Edward es bastante débil, por no decir menos. Si recuerdas bien yo estuve cuidando de ti, bueno, desde que tengo memoria.”Bella pegó un pisotón en el suelo, enfadada.
“¡POR ESO ES POR LO QUE NO DEBERÍAS DE TENER QUE CUIDAR DE ÉL AHORA! ¡ESTOY INTENTANDO AVISARTE ANTES DE QUE HAGAS ALGO DE LO QUE NO PUEDAS ESCAPAR! ¡SOLO ERES UN BEBÉ!”Se detuvo abruptamente.”Te estoy diciendo esto porque me importas…”Susurró la ultima parte.
La tensión entre ellas hizo que algo en mi estallase.”¿Cuidar? ¿Por qué?”Gruñí.”Si usted la cuidase a Bella la mitad de lo que está diciendo no la trataría de esta manera. ¡Ella no cuida de mí! Nos ocupamos el uno del otro.”En la parte final ya estaba gritando. Bella se volvió entre mis brazos y me abrazó con fuerza enterrando la cara en mi pecho.
“No estoy hablando contigo.”Me dijo bruscamente.
“Cállate Renée.”Dijo Bella apenas sin emoción.”Él tiene razón. Yo no cuido de él. Si alguien cuida a alguien es él a mí. Él lo arregló todo para la casa y-“
“¿Casa? ¿CASA? ¿QUE CASA?”
“Una que Bella y yo hemos comprado, Sra. Dwyer.”Le dije aun sujetando a Bella contra mi pecho. Me sorprendió que no hubiese comenzado a llorar. Tal vez estaba demasiado enfada para hacerlo.
“¿Compraste una casa? ¿Vais a vivir juntos? ¡Sois demasiado jóvenes para vivir juntos!”Dijo entre dientes.”¿Por qué tu padre no me dijo nada de esto? ¿No se lo has contado?”
“Eso es debido a que hoy firmamos la documentación final. No se lo hemos dicho a nadie. Hemos estado algo ocupados. Ya sabes, con el Mardi Gras y también con el día de San Valentín.”Dijo Bella sarcásticamente. Se detuvo un momento.”¿Por qué estás aquí el día de San Valentín? ¿Por qué no te has quedado con Phil? ¿Dónde está Phil?”Preguntó rápidamente.
Se hizo el silencio y creo que Bella estuvo a punto de perder los estribos. Tras un minuto de silencio después de que se riese sin humor habló.”¿Él no está de acuerdo con lo que estás haciendo, verdad?”
“¡Él no lo entiende! ¡No es tu padre!”Replicó.
“No, pero es tu marido. ¿Les arruinarías a tu marido y a tu hija el día de San Valentín que suele ser muy bonito, convirtiéndolo en un maldito infierno? ¿No podías esperar a mañana? ¿Arruinarías el día más importante de tu hija?”Dijo Bella con dureza.
“¡Estoy aquí porque te quiero!”Insistió.
Bella soltó un profundo suspiro. Se dio la vuelta y me besó ligeramente los labios.”¿Te importaría darme unos momentos a solas con Renée? Te prometo que te llamaré dentro de un rato.”Me acarició la mejilla con cautela.
“¿Estás segura?”Susurré.
Apoyó la frente contra la mía. La besé en los labios otra vez.”Te amo.”
“Te amo más que a nada y, lo siento.”Me dijo.
“Tú no tienes nada por lo que disculparte.”Le dije con sinceridad.”Llámame si necesitas algo, cualquier cosa. Estaré aquí en diez minutos.”
Bella Swan
Vi como Edward desaparecía en la distancia antes de volverme hacia mi madre.”Entra en la camioneta.”
“¿Qué?”Preguntó confusa.
“¡He dicho que entres en la maldita camioneta!”Señalé mi montón de metal oxidado. No me encontraba en el estado de ánimo adecuado para jugar o discutir con ella.
“¿Por qué?”Presionó.
Suspiré y me acerqué al lado de conductor. Se dio cuenta de que pensaba dejarla allí si no entraba. Apresurándose, subió en el asiento del copiloto tirando su bolso al suelo del coche. No la miré cuando arranqué mi camioneta y me lancé a la calle.
“¿A dónde vamos?”
“Quiero enseñarte algo.”Le dije sin darle demasiados detalles. El viaje no duró demasiado, apenas cinco minutos. Anduve por el conocido camino. Todavía no podía evitar sonreír ante el letrero que rezaba ¨Vendido¨ en la parte delantera del césped.”Esta es nuestra casa, de Edward y mía. La compramos juntos. Él puso su parte y yo la mía. Aunque él puso más que yo.”
“Tan solo eres un bebé.”Susurró.
“¿En serio parezco un bebé?”Le pregunté, queriendo que me diese una respuesta sincera.
“Bella, eres demasiado joven para esto. Nunca debí dejar que fueses a la universidad.”Dijo con leve tristeza.
“¿Permitirme? ¿Sinceramente crees que podrías habérmelo impedido?”
“Tú no siempre has sido tan malditamente terca.”Murmuró para sí.
“Ja, vale. Sabes que eso es una descarada mentira. Siempre he sido tan cabezota. Mamá ¿Cómo es posible que odies a una persona que ni siquiera conoces?”Pregunté, deseando oír la respuesta.
“Yo no le odio. Simplemente no quiero que esté con mi hija.”Siguió susurrando, con las lágrimas cayendo por sus mejillas.
“¿Harías esto por cualquier hombre con el que saliese?” Pregunté en voz alta, girando el rostro para encararla completamente.”¿Simplemente es porque él es ciego o solo porque es un hombre?”
“Yo… Yo…”Farfulló.
“¿Sabes qué? Ya sé la respuesta. No tienes que contestar.”Arranqué la camioneta para regresar.
Quería llorar pero no podía. Mi orgullo no me dejaba. Tenía que volver a casa y llamar a Edward. Él me dejaría llorar y no me jugaría por ello, ni pensaría en mis lágrimas como si fuesen una debilidad. Me abrazaría con fuerza y susurraría palabras dulces junto a mi oído hasta que me calmase.
Cuando aparqué, me giré hacia mi madre y le pregunté con la mirada. Si quería decir algo tenía que ser ahora. Si quería redimirse este era el momento.”¿Y bien?”
“Te mereces algo mejor.”Susurró, mirando por la ventanilla.
“¡SAL! ¡BAJATE DE MI COCHE AHORA MISMO!”Le grité a pleno pulmón. Aunque de todos modos no fuese correcto. Esto era el colmo, fue la gota que colmó el vaso.
Edward Cullen
No sé cuánto tiempo estuve esperando la llamada de Bella. Permanecía sentado en mi cama con el teléfono apoyado en el pecho. Estaba muy preocupado por Bella y enfadado. Estaba enfadado porque ella lo estaba y también porque Renée fuese tan grosera sin siquiera conocerme. Yo ya había sufrido los prejuicios de la gente, pero esto ya era otro nivel.
El pequeño trozo de plástico vibró en mi pecho antes de sonar. Me lo puse junto al oído e inmediatamente me saludaron unos tranquilos sollozos.”¿Bella? ¿Bella, amor?”
“Edward… yo…”Dijo sollozando.”La eché.”
“Oh, lo siento. Estaré allí en diez minutos.”Le dije suavemente, deseando no haberme alejado nunca. Si me hubiese quedado ya la estaría consolando, o tal vez no habría necesidad.
“Vale…”Dijo sorbiéndose la nariz.”Te amo.”
“Y, yo a ti. Aguanta, estaré allí en un minuto.”Le dije antes de colgar. Guardé el teléfono en mi bolsillo y corrí hasta la puerta. Ni siquiera me había molestado en quitarme los zapatos. De todos modos sabia que eso no me ayudaría para nada.
Llegué más rápido de lo que jamás lo había hecho. Ralenticé el ritmo para recobrar el aliento cuando llegué al camino.
“¿Qué haces aquí?”Dijo la voz llena de veneno de la Sra. Dwyer. Me detuve en seco.
“Yo podría preguntarle lo mismo.”Contesté sin rodeos.
“Bella me ha echado. La batería de mi teléfono a muerto.”Dijo tristemente. Me parecía que odiaba admitir todo eso.
“¿Puedo hacerle una pregunta, señora?”Dije avanzando unos pasos.
“¿Qué?”No sabía realmente si realmente quería que le preguntase o si estaba sorprendida por que tuviese el valor de preguntar algo.
“¿Por qué me tiene tanta aversión? ¿Qué le he hecho a usted o a Bella que la hace sentir soy tan indigno de su hija? Nací como soy. No hay nada-“Me paré en seco dejando vagar mis pensamientos. Había algo que podía hacer. Lo dejé en el fondo de mi mente para repasarlo en otro momento.
“No eres tú. Tienes que entender que como madre quiero protegerla.”Dijo con un fuerte suspiro.
Di un par de pasos más, casi llegué hasta la puerta. Su voz parecía venir desde abajo. Debía de estar sentada.”¿Pero la estas protegiendo ahora?”
“Ella no me deja.”Murmuró.
Me arrodillé hacia el sonido de su voz.”Sra. Dwyer, no voy a hacerle daño a su hija. La amo demasiado para eso. Yo puedo no gustarle todo lo que quiera, no me importa, es su elección. Quiero proteger a Bella, y si tengo que hacerlo de usted, lo haré. Quiero que usted forme parte de su vida, incluso aunque no me crea. La echa de menos, echa de menos a su madre.”Dije con firmeza. No iba a dejar que me avasallase, de todas formas no pretendía ser grosero con ella. Respiré profundamente y saqué mi teléfono móvil. Se lo ofrecí.”Consiga una habitación de hotel para esta noche y llame a un taxi. Si no puede pagarlo, yo lo haré.”
“Yo… ¿Qué? ¿Por qué?”Preguntó confusa, cuando hubo procesado lo que yo había dicho.
“Bueno, supongo que vino hasta aquí pensando que se quedaría con Bella. Ella no va a dejarla, no esta noche. También, me imagino que este se trata de un viaje improvisado.”Le dije claramente.
Dio otro gran suspiro.”Puedo pagar la habitación y el taxi. No me marcharé hasta que hable otra vez con Bella.”
“Lo sé, pero esta noche no hablará con usted. Dele tiempo hasta mañana por la mañana para que así se calme. Sorprendentemente no hay forma de acceder a ella si no está de buenas. ¿Ha comido algo?”Le pregunté de repente.
“No.”Admitió.
“¿Quiere que le traiga algo de dentro? Sé que Bella se enfadará pero no creo que quiera que usted se muera de hambre, incluso aunque no quiera hablar contigo.”Me puse de pie, apoyando la mano en el picaporte de la puerta.
“Ha cerrado la puerta con llave.”Dijo rápidamente.
“Entonces es algo bueno tener la llave. Así que ¿Qué me dice sobre la comida?”Pregunté otra vez, sacando las llaves del bolsillo.
“No, gracias.”Dijo suavemente, su voz casi era distante.
“Quédese el teléfono hasta que consiga una habitación. Puede traérselo a Bella mas tarde.”Abrí la puerta y entré.”Sra. Dwyer entiendo porqué no le gusto. Desearía que pudiera verme de verdad, pero eso no va a pasar, hasta que no me conozca y no deje crecer a Bella. Es una chica inteligente. Puede cuidar de sí misma.”Hice una pausa por un segundo, pensando en si debería decir esto o no.”Si necesita algo, por favor hágamelo saber.”
“Bien.”Fue todo lo que dijo. Parecía derrotada y molesta. La dejé sola con sus pensamientos, estaba seguro de que tenía suficiente en lo que pensar. Cerré la puerta con llave detrás de mí, solo por si acaso decidía no comportarse de forma civilizada.
“¿Bella, amor?”Pregunté mientras caminaba hacia su habitación. Abrí la puerta y oí sus sollozos. Inmediatamente me acerqué a ella y la abrigué con mis brazos.”Cuanto lo siento. Todo irá bien. Estoy aquí.”
“Gracias.”Sus brazos se deslizaron alrededor de mi cuello.”Estaba empezando a preocuparme. ¿Estás bien?”
“¿Por qué?”Me eché un poco hacia atrás y dejé las gafas sobre la mesita de noche. Con vacilación pasé los dedos por su rostro.
“Has tardado tanto.”Respondió sorbiéndose la nariz. Estaba ronca debido al tiempo que había permanecido llorando. Le haría un té cuando se hubiese calmado lo suficiente.
“Lo siento. Tu madre estaba fuera.”Dije tranquilamente. Acaricié la parte de atrás de su cabeza con cautela, tratando de alejar su tristeza.
Bella Swan
“Oh, Dios ¿Qué ha hecho?”Pregunté exasperada y completamente agotada físicamente.
“Nada. Dijo que su teléfono móvil había muerto. Le di el mío.”Respondió tranquilamente, probablemente estaría preocupado de que me enfadase con él por haber hecho eso.
“¿Le diste tu móvil? Fue un gesto amable por tu parte.”Mi voz sonaba áspera incluso a mis oídos. Hice una mueca y apoyé la cabeza contra su pecho.
“Tu habrías hecho lo mismo con mi madre.”
“Sí, Edward, pero a mí me gusta tu madre. Es una mujer increíble. Renée es… es…”Busqué la palabra adecuada.
“Te ayudaría a terminar lo que estas pensado, pero tengo la sensación de que más tarde no me querrías.”Me sujetó la cara entre sus manos suaves y grandes y me besó la frente.”Bella, no quiero seguir pelando con ella. Y tú no necesitas hacerlo, estaré a tu lado pase lo que pase.”
La razón exacta por la que se encontraba aquí era por sus palabras. Me abrazó acercándome más a su cuerpo y mi cara quedó apretada contra un lado de su cuello mientras aspiraba su aroma dulce.
Menudo Día de San Valentín. Tendría que compensarle de la mejor forma posible. Tal vez el próximo la semana podríamos irnos a un hotel y pasar allí la noche. Él siempre disfrutaba con eso. Quizá podríamos volver al Horseshoe.
Él alejó mis pensamientos con su voz de terciopelo. De repente parecía tenso, como si estuviese luchando contra algo.
“Bella, comencé a decirle algo a tu madre pero no pude terminar.”
Me eché hacia atrás para mirarle a la cara. Estaba confundida por sus palabras.”¿Qué fue lo que no pudiste decirle?”
“No fui capad de decirle que no había nada que pudiese hacerse.”Dijo apartando la cara.
“¿Qué pudiese hacerse con respecto a qué?”Le insté, sin saber a donde quería llegar. Me sentía estúpida por no poder seguirle. Estaba tan cansada.
“Sobre mi vista, Bella.”
Edward Cullen
“¿Mamá qué demonios estás haciendo aquí?”Dijo Bella con voz dura. Era baja y peligrosa, un tono que nunca había escuchado salir de sus hermosos labios.
¿Mamá? ¿Su madre? ¿La mujer que me odiaba? Maldición. Pensé para mis adentros. Nuestra noche se iba por el desagüe.
“No me has devuelto las llamadas ni los correos electrónicos, por lo que ¿Tu qué crees que debería haber hecho? ¡Y no utilices ese lenguaje conmigo, jovencita!”Gruñó la Sra. Dwyer. Me daba la impresión de que estaba a diez pasos de nosotros, muy probablemente en medio de la puerta.
“¡No te he respondido porque te dije que no, que tu no… puedes… comportarte de esta manera!”Volvió a gritar.
“¡No tienes derecho a ignorarme!”
“Tengo todo el derecho a hacerlo. En primer lugar, solo porque sea tu descendencia no significa que puedas tratarme como a una niña. En segundo lugar, te dije lo que pasaría, pero tú no me escuchaste.”Contraatacó Bella rápidamente. Tenía la sensación de que no era la primera vez que tenían esta discusión.
Lo único que podía hacer era quedarme allí y escuchar, mis manos sujetaban firmemente la cintura de Bella. Me preocupaba que fuese hasta su madre y la pegase hasta hacerla entrar en razón.
“Escúchame Isabella-“Comenzó pero Bella la cortó rápidamente.
“No, escúchame tu a mi Renée, tu negativa opinión en contra de que salga con Edward es bastante débil, por no decir menos. Si recuerdas bien yo estuve cuidando de ti, bueno, desde que tengo memoria.”Bella pegó un pisotón en el suelo, enfadada.
“¡POR ESO ES POR LO QUE NO DEBERÍAS DE TENER QUE CUIDAR DE ÉL AHORA! ¡ESTOY INTENTANDO AVISARTE ANTES DE QUE HAGAS ALGO DE LO QUE NO PUEDAS ESCAPAR! ¡SOLO ERES UN BEBÉ!”Se detuvo abruptamente.”Te estoy diciendo esto porque me importas…”Susurró la ultima parte.
La tensión entre ellas hizo que algo en mi estallase.”¿Cuidar? ¿Por qué?”Gruñí.”Si usted la cuidase a Bella la mitad de lo que está diciendo no la trataría de esta manera. ¡Ella no cuida de mí! Nos ocupamos el uno del otro.”En la parte final ya estaba gritando. Bella se volvió entre mis brazos y me abrazó con fuerza enterrando la cara en mi pecho.
“No estoy hablando contigo.”Me dijo bruscamente.
“Cállate Renée.”Dijo Bella apenas sin emoción.”Él tiene razón. Yo no cuido de él. Si alguien cuida a alguien es él a mí. Él lo arregló todo para la casa y-“
“¿Casa? ¿CASA? ¿QUE CASA?”
“Una que Bella y yo hemos comprado, Sra. Dwyer.”Le dije aun sujetando a Bella contra mi pecho. Me sorprendió que no hubiese comenzado a llorar. Tal vez estaba demasiado enfada para hacerlo.
“¿Compraste una casa? ¿Vais a vivir juntos? ¡Sois demasiado jóvenes para vivir juntos!”Dijo entre dientes.”¿Por qué tu padre no me dijo nada de esto? ¿No se lo has contado?”
“Eso es debido a que hoy firmamos la documentación final. No se lo hemos dicho a nadie. Hemos estado algo ocupados. Ya sabes, con el Mardi Gras y también con el día de San Valentín.”Dijo Bella sarcásticamente. Se detuvo un momento.”¿Por qué estás aquí el día de San Valentín? ¿Por qué no te has quedado con Phil? ¿Dónde está Phil?”Preguntó rápidamente.
Se hizo el silencio y creo que Bella estuvo a punto de perder los estribos. Tras un minuto de silencio después de que se riese sin humor habló.”¿Él no está de acuerdo con lo que estás haciendo, verdad?”
“¡Él no lo entiende! ¡No es tu padre!”Replicó.
“No, pero es tu marido. ¿Les arruinarías a tu marido y a tu hija el día de San Valentín que suele ser muy bonito, convirtiéndolo en un maldito infierno? ¿No podías esperar a mañana? ¿Arruinarías el día más importante de tu hija?”Dijo Bella con dureza.
“¡Estoy aquí porque te quiero!”Insistió.
Bella soltó un profundo suspiro. Se dio la vuelta y me besó ligeramente los labios.”¿Te importaría darme unos momentos a solas con Renée? Te prometo que te llamaré dentro de un rato.”Me acarició la mejilla con cautela.
“¿Estás segura?”Susurré.
Apoyó la frente contra la mía. La besé en los labios otra vez.”Te amo.”
“Te amo más que a nada y, lo siento.”Me dijo.
“Tú no tienes nada por lo que disculparte.”Le dije con sinceridad.”Llámame si necesitas algo, cualquier cosa. Estaré aquí en diez minutos.”
Bella Swan
Vi como Edward desaparecía en la distancia antes de volverme hacia mi madre.”Entra en la camioneta.”
“¿Qué?”Preguntó confusa.
“¡He dicho que entres en la maldita camioneta!”Señalé mi montón de metal oxidado. No me encontraba en el estado de ánimo adecuado para jugar o discutir con ella.
“¿Por qué?”Presionó.
Suspiré y me acerqué al lado de conductor. Se dio cuenta de que pensaba dejarla allí si no entraba. Apresurándose, subió en el asiento del copiloto tirando su bolso al suelo del coche. No la miré cuando arranqué mi camioneta y me lancé a la calle.
“¿A dónde vamos?”
“Quiero enseñarte algo.”Le dije sin darle demasiados detalles. El viaje no duró demasiado, apenas cinco minutos. Anduve por el conocido camino. Todavía no podía evitar sonreír ante el letrero que rezaba ¨Vendido¨ en la parte delantera del césped.”Esta es nuestra casa, de Edward y mía. La compramos juntos. Él puso su parte y yo la mía. Aunque él puso más que yo.”
“Tan solo eres un bebé.”Susurró.
“¿En serio parezco un bebé?”Le pregunté, queriendo que me diese una respuesta sincera.
“Bella, eres demasiado joven para esto. Nunca debí dejar que fueses a la universidad.”Dijo con leve tristeza.
“¿Permitirme? ¿Sinceramente crees que podrías habérmelo impedido?”
“Tú no siempre has sido tan malditamente terca.”Murmuró para sí.
“Ja, vale. Sabes que eso es una descarada mentira. Siempre he sido tan cabezota. Mamá ¿Cómo es posible que odies a una persona que ni siquiera conoces?”Pregunté, deseando oír la respuesta.
“Yo no le odio. Simplemente no quiero que esté con mi hija.”Siguió susurrando, con las lágrimas cayendo por sus mejillas.
“¿Harías esto por cualquier hombre con el que saliese?” Pregunté en voz alta, girando el rostro para encararla completamente.”¿Simplemente es porque él es ciego o solo porque es un hombre?”
“Yo… Yo…”Farfulló.
“¿Sabes qué? Ya sé la respuesta. No tienes que contestar.”Arranqué la camioneta para regresar.
Quería llorar pero no podía. Mi orgullo no me dejaba. Tenía que volver a casa y llamar a Edward. Él me dejaría llorar y no me jugaría por ello, ni pensaría en mis lágrimas como si fuesen una debilidad. Me abrazaría con fuerza y susurraría palabras dulces junto a mi oído hasta que me calmase.
Cuando aparqué, me giré hacia mi madre y le pregunté con la mirada. Si quería decir algo tenía que ser ahora. Si quería redimirse este era el momento.”¿Y bien?”
“Te mereces algo mejor.”Susurró, mirando por la ventanilla.
“¡SAL! ¡BAJATE DE MI COCHE AHORA MISMO!”Le grité a pleno pulmón. Aunque de todos modos no fuese correcto. Esto era el colmo, fue la gota que colmó el vaso.
Edward Cullen
No sé cuánto tiempo estuve esperando la llamada de Bella. Permanecía sentado en mi cama con el teléfono apoyado en el pecho. Estaba muy preocupado por Bella y enfadado. Estaba enfadado porque ella lo estaba y también porque Renée fuese tan grosera sin siquiera conocerme. Yo ya había sufrido los prejuicios de la gente, pero esto ya era otro nivel.
El pequeño trozo de plástico vibró en mi pecho antes de sonar. Me lo puse junto al oído e inmediatamente me saludaron unos tranquilos sollozos.”¿Bella? ¿Bella, amor?”
“Edward… yo…”Dijo sollozando.”La eché.”
“Oh, lo siento. Estaré allí en diez minutos.”Le dije suavemente, deseando no haberme alejado nunca. Si me hubiese quedado ya la estaría consolando, o tal vez no habría necesidad.
“Vale…”Dijo sorbiéndose la nariz.”Te amo.”
“Y, yo a ti. Aguanta, estaré allí en un minuto.”Le dije antes de colgar. Guardé el teléfono en mi bolsillo y corrí hasta la puerta. Ni siquiera me había molestado en quitarme los zapatos. De todos modos sabia que eso no me ayudaría para nada.
Llegué más rápido de lo que jamás lo había hecho. Ralenticé el ritmo para recobrar el aliento cuando llegué al camino.
“¿Qué haces aquí?”Dijo la voz llena de veneno de la Sra. Dwyer. Me detuve en seco.
“Yo podría preguntarle lo mismo.”Contesté sin rodeos.
“Bella me ha echado. La batería de mi teléfono a muerto.”Dijo tristemente. Me parecía que odiaba admitir todo eso.
“¿Puedo hacerle una pregunta, señora?”Dije avanzando unos pasos.
“¿Qué?”No sabía realmente si realmente quería que le preguntase o si estaba sorprendida por que tuviese el valor de preguntar algo.
“¿Por qué me tiene tanta aversión? ¿Qué le he hecho a usted o a Bella que la hace sentir soy tan indigno de su hija? Nací como soy. No hay nada-“Me paré en seco dejando vagar mis pensamientos. Había algo que podía hacer. Lo dejé en el fondo de mi mente para repasarlo en otro momento.
“No eres tú. Tienes que entender que como madre quiero protegerla.”Dijo con un fuerte suspiro.
Di un par de pasos más, casi llegué hasta la puerta. Su voz parecía venir desde abajo. Debía de estar sentada.”¿Pero la estas protegiendo ahora?”
“Ella no me deja.”Murmuró.
Me arrodillé hacia el sonido de su voz.”Sra. Dwyer, no voy a hacerle daño a su hija. La amo demasiado para eso. Yo puedo no gustarle todo lo que quiera, no me importa, es su elección. Quiero proteger a Bella, y si tengo que hacerlo de usted, lo haré. Quiero que usted forme parte de su vida, incluso aunque no me crea. La echa de menos, echa de menos a su madre.”Dije con firmeza. No iba a dejar que me avasallase, de todas formas no pretendía ser grosero con ella. Respiré profundamente y saqué mi teléfono móvil. Se lo ofrecí.”Consiga una habitación de hotel para esta noche y llame a un taxi. Si no puede pagarlo, yo lo haré.”
“Yo… ¿Qué? ¿Por qué?”Preguntó confusa, cuando hubo procesado lo que yo había dicho.
“Bueno, supongo que vino hasta aquí pensando que se quedaría con Bella. Ella no va a dejarla, no esta noche. También, me imagino que este se trata de un viaje improvisado.”Le dije claramente.
Dio otro gran suspiro.”Puedo pagar la habitación y el taxi. No me marcharé hasta que hable otra vez con Bella.”
“Lo sé, pero esta noche no hablará con usted. Dele tiempo hasta mañana por la mañana para que así se calme. Sorprendentemente no hay forma de acceder a ella si no está de buenas. ¿Ha comido algo?”Le pregunté de repente.
“No.”Admitió.
“¿Quiere que le traiga algo de dentro? Sé que Bella se enfadará pero no creo que quiera que usted se muera de hambre, incluso aunque no quiera hablar contigo.”Me puse de pie, apoyando la mano en el picaporte de la puerta.
“Ha cerrado la puerta con llave.”Dijo rápidamente.
“Entonces es algo bueno tener la llave. Así que ¿Qué me dice sobre la comida?”Pregunté otra vez, sacando las llaves del bolsillo.
“No, gracias.”Dijo suavemente, su voz casi era distante.
“Quédese el teléfono hasta que consiga una habitación. Puede traérselo a Bella mas tarde.”Abrí la puerta y entré.”Sra. Dwyer entiendo porqué no le gusto. Desearía que pudiera verme de verdad, pero eso no va a pasar, hasta que no me conozca y no deje crecer a Bella. Es una chica inteligente. Puede cuidar de sí misma.”Hice una pausa por un segundo, pensando en si debería decir esto o no.”Si necesita algo, por favor hágamelo saber.”
“Bien.”Fue todo lo que dijo. Parecía derrotada y molesta. La dejé sola con sus pensamientos, estaba seguro de que tenía suficiente en lo que pensar. Cerré la puerta con llave detrás de mí, solo por si acaso decidía no comportarse de forma civilizada.
“¿Bella, amor?”Pregunté mientras caminaba hacia su habitación. Abrí la puerta y oí sus sollozos. Inmediatamente me acerqué a ella y la abrigué con mis brazos.”Cuanto lo siento. Todo irá bien. Estoy aquí.”
“Gracias.”Sus brazos se deslizaron alrededor de mi cuello.”Estaba empezando a preocuparme. ¿Estás bien?”
“¿Por qué?”Me eché un poco hacia atrás y dejé las gafas sobre la mesita de noche. Con vacilación pasé los dedos por su rostro.
“Has tardado tanto.”Respondió sorbiéndose la nariz. Estaba ronca debido al tiempo que había permanecido llorando. Le haría un té cuando se hubiese calmado lo suficiente.
“Lo siento. Tu madre estaba fuera.”Dije tranquilamente. Acaricié la parte de atrás de su cabeza con cautela, tratando de alejar su tristeza.
Bella Swan
“Oh, Dios ¿Qué ha hecho?”Pregunté exasperada y completamente agotada físicamente.
“Nada. Dijo que su teléfono móvil había muerto. Le di el mío.”Respondió tranquilamente, probablemente estaría preocupado de que me enfadase con él por haber hecho eso.
“¿Le diste tu móvil? Fue un gesto amable por tu parte.”Mi voz sonaba áspera incluso a mis oídos. Hice una mueca y apoyé la cabeza contra su pecho.
“Tu habrías hecho lo mismo con mi madre.”
“Sí, Edward, pero a mí me gusta tu madre. Es una mujer increíble. Renée es… es…”Busqué la palabra adecuada.
“Te ayudaría a terminar lo que estas pensado, pero tengo la sensación de que más tarde no me querrías.”Me sujetó la cara entre sus manos suaves y grandes y me besó la frente.”Bella, no quiero seguir pelando con ella. Y tú no necesitas hacerlo, estaré a tu lado pase lo que pase.”
La razón exacta por la que se encontraba aquí era por sus palabras. Me abrazó acercándome más a su cuerpo y mi cara quedó apretada contra un lado de su cuello mientras aspiraba su aroma dulce.
Menudo Día de San Valentín. Tendría que compensarle de la mejor forma posible. Tal vez el próximo la semana podríamos irnos a un hotel y pasar allí la noche. Él siempre disfrutaba con eso. Quizá podríamos volver al Horseshoe.
Él alejó mis pensamientos con su voz de terciopelo. De repente parecía tenso, como si estuviese luchando contra algo.
“Bella, comencé a decirle algo a tu madre pero no pude terminar.”
Me eché hacia atrás para mirarle a la cara. Estaba confundida por sus palabras.”¿Qué fue lo que no pudiste decirle?”
“No fui capad de decirle que no había nada que pudiese hacerse.”Dijo apartando la cara.
“¿Qué pudiese hacerse con respecto a qué?”Le insté, sin saber a donde quería llegar. Me sentía estúpida por no poder seguirle. Estaba tan cansada.
“Sobre mi vista, Bella.”
Atal- .
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Capitulo 36
Bella Swan
“¿Qué quieres decir con eso de tu vista?”Le pregunté confundida, mientras la somnolencia se despejaba en mi cabeza.
“No podía mentirla y decirle que no había nada que se pudiese hacer. No podía decirle que había algo que podía solucionar el problema.”Murmuró.”Me habría odiado más si se hubiese enterado de que yo no estaba haciendo todo lo posible por ser el mejor para ti.”
“¡Edward no es necesario que mejores!”Grité, enfadándome.
“Isabella.”Dijo mi nombre con calma, mientras besaba mi frente.”Tu puedes sentirlo de esa forma, pero hay cosas de mí, que si pudiese, las mejoraría sin dudarlo.”
“Te amo tal y como eres.”Empecé a sollozar de nuevo. Estaban pasando demasiadas cosas a la vez.
“Y yo te quiero más. Sin embargo, Bella, no estoy seguro. Quiero ser mejor para ti.”Se encogió de hombros y suspiró mientras fruncía el ceño por esos pensamientos.
“Eres demasiado bueno para mí siendo como eres.”Repliqué, las lágrimas fluían como una cascada sin fin.
“Bella, no digas eso. Amor, estas muy cansada. ¿Por qué no te tumbas? Ponte cómoda yo iré a hacerte un poco de té.”Le pregunté, empujándola lentamente hacia las almohadas.
“No tienes que hacerlo…”Murmuró.
“Quiero. Será bueno para tu garganta. Tu estado de ánimo empeorará si mañana te duele la garganta y tienes que enfrentarte con tu madre.”Besó mi frente con amor.
“¿Quieres que te ayude?”Me incorporé un poco cuando él se levantó de la cama.
“No, Bella. Relájate. Sé donde está todo, al menos que lo hayas movido.”Me calmó.
“No, sigue en el primer armario encima de la cocina.”Dije echándome un poco hacia atrás. Cogí una de las almohadas y la abracé fuertemente contra mi pecho. Me sentía mareada, tenia tanto sueño.
“Serán solo unos minutos.”Dijo con una pequeña sonrisa antes de desaparecer por el oscuro pasillo.
Edward Cullen
Entré en la cocina y comencé a preparar el té. Llené la tetera con un poco de agua y la puse sobre la placa de la vitrocerámica, encendiéndola. Fui hasta el armario y saqué una bolsita de té. Una vez que me quedé sin material con el que mantenerme ocupado me incliné contra la encimera. Con el dedo índice y el pulgar me pellizqué el puente de la nariz, respirando profundamente para tratar de tranquilizar mis nervios.
Mi mente se estaba sobrecargando y sabía que la falta de suelo me estaba afectando tanto como a Bella. Pensé en lo que le había dicho a Bella y a su madre. ¿Estaba su madre en lo cierto? ¿Era yo lo suficientemente bueno para ella? Bella, por supuesto, diría que sí, pero en este momento yo me sentía diferente.
Pensé en la estúpida cirugía. ¿Valdría la pena? ¿Valdría la pena apartar mis temores e intentarlo por Bella? Por supuesto que sí. Haría cualquier cosa por Bella. Lo menos que podía hacer era ir al médico y hablarlo. De todas formas no estaba seguro de cumplir con los requisitos. Se lo debía a Bella, y a mí mismo, por lo menos pediría una simple cita con el doctor.
Intentaba mentirme. Sabía que cumplía los requisitos. Que estaba lo suficientemente saludable. El Dr. Tori no me hubiese dicho nada, pero no quería admitirlo ante mí mismo.
La culpa comenzó a ascender por mi espalda. Me sentí egoísta e indigno. Incluso después de la cita sabía que no me sentiría bien haciéndolo. Una vez que supiese con certeza que podría hacerlo, claro. Dicen que sin dolor no hay ganancia. Por lo tanto ¿Podría sufrir ante la posibilidad de ganar una mayor recompensa?
Sabía que hacer esto por Bella era la razón correcta. Lo valía. Pero, ella no desearía que fuses así. Tendría que hacerlo por mí. Se odiaría si yo me sometía al proceso y luego no funcionaba. Se culparía y yo no quería que eso pasase.
La tetera comenzó a silbar y la puse sobre la encimera. Lo pensaría mejor por la mañana cuando estuviese descansado. Hablaría con Bella acerca de ello cuando resolviese lo que quisiese hacer. Sabía que esta noche me presionaría sobre el asunto pero por lo menos esperaba poder convencerla para que descansase primero.
Vertí el agua en una taza, dejando que cayese sobre la bolsita de té. Cogí el azúcar y eché dos cucharaditas. Después de removerlo rápidamente, volví con mi amor.
“Debes dejar que se enfríe un par de minutos antes de beberlo.”Dije, soplando sobre el líquido para tratar de enfriarlo un poco. Nadie me respondió.”¿Bella?”
Dejé la taza en una mesa y me senté en la cama. Bella seguía completamente tumbada, su respiración era suave y profunda. Pasé la mano de la muñeca a su brazo, desde el brazo a los hombros y seguí subiendo hasta llegar a la mejilla. Aun estaba húmeda debido a las lágrimas, pero no parecía que siguiese llorando. Suspiré internamente y recorrí sus labios con los dedos. Que permanecían fruncidos con tristeza, incluso en su sueño estaba disgustada.
Me quité la ropa y me metí en la cama con ella. Nos tapé con las mantas y la acerqué firmemente contra mí. Se moldeó a mi cuerpo, dejando uno de sus brazos en mi torso desnudo.
Bella Swan
Me desperté sintiéndome cálida y segura, lo que me sorprendió. Junto a mi estaba Edward. Él era mi salvador. Mi felicidad. En su sueño parecía tranquilo. A mi lado solo llevaba puestos los bóxers, era una vista hermosa. Alejé todos los pensamientos de la noche anterior. Aun no quería recordarlo.
No me importaba que acabase de despertarme y que probablemente oliera mal, ya que no me había duchado después del desfile. Que yo supiese, él tampoco se había duchado. Por lo tanto no importaba. Pasé los dedos por su cabello desordenado, tratando de apartar los ojos de él sin suerte. Es como si tuviesen vida propia. Al menos los dos olíamos mal y teníamos el pelo revuelto, pensé con una pequeña sonrisa.
Mis dedos fueron hasta sus labios. Que se separaron ligeramente bajo mi toque. Sus labios eran lisos y suaves, cálidos y confortables. Eran tan besables. Me incliné y rocé su labio inferior, mordiéndolo. Lo succioné suavemente. Siempre con lentitud empezó a devolverme el beso. Sus brazos serpentearon alrededor de mi cintura arrastrándome fuertemente hasta él. Gimió en mi boca cuando mi mano voló a su pecho desnudo.
No nos dijimos nada el uno al otro, no hacía falta. Me puso sobre él, mis piernas quedaron a ambos lados de su cintura. Su mano acababa de encontrar el camino hasta mi camiseta cuando oí que llamaban a la puerta.
“¡Maldita sea!”Grité, más fuerte de lo que debería. Miré el reloj. Eran las siete de la mañana, demasiado pronto para visitas, especialmente en domingo. Solo podía ser una persona. Estaba bastante segura de que Alice no estaba esta mañana y me alegraba de ello. Ella no tenia porqué escuchar la discusión que estaba a punto de sucederse.
“¿Quieres que abra?”Preguntó suavemente Edward recorriendo mi mejilla con los dedos.
“No, quédate aquí.”Dije, levantándome de encima de él. Estaba decente con mis pantalones de chándal y mi camiseta. No me importaba si a mi madre le parecía mal. Ella podría superarlo. Abrí la puerta violentamente, ni siquiera miré por la mirilla para asegurarme.”¿Qué?”Gruñí.
Mi madre tenía un aspecto horrible, realmente horrible. Bueno, eso es lo que a mí me parecía. Ella se lo había buscado. Era rencoroso y mezquino pero aun seguía cabreada con ella. Nos miramos la una a la otra en un incomodo silencio. Cambió el peso de un pie a otro, finalmente bajó la mirada.”Quiero disculparme.”
“¿Qué?”Pregunté sorprendida.
“Puede que no me guste con quien salgas, pero no debería haber venido hasta aquí y arruinado tu día de San Valentín. Fue mezquino e infantil.”Murmuró.
Pude ver que estaba comenzando a temblar por el frio. Había pasado de 29 grados a -1 en unas diez horas. Suspiré e hice un gesto para que pasase antes de cerrar la puerta e inclinarme contra ella. No se dio la vuelta para mirarme.”Sí, fue infantil. Mamá, puedo cuidarme sola. Edward también puede cuidarse solo. Ni siquiera lo conoces ¿Cómo es posible que le odies?”
“Porque él te alejó de mi.”Susurró, girando su rostro mirando al suelo.
“No me alejó de ti, mamá. Me marché a la universidad. He crecido. Ahora tienes a Phil. Tu eres la que se puso a flipar en el momento en que te hablé de él ¿Pensabas que no saldría con nadie cuando me marché?”Le pregunté a su espalda pues aun no se había dado la vuelta.
“Tú no salías con nadie en el instituto.”
“Sí, en el instituto ¿Crees que podría volver contigo una vez terminase la universidad?”Le pregunté.
“Bueno…”Comenzó.
Suspiré fuertemente, interrumpiéndola.”Mamá, no. Yo no habría vuelto aunque me lo hubieses pedido. Quiero mi propia vida.”
“Lo sé. Podrías tener tu propia vida si-“
Me puse delante de ella para cortarla antes de que continuase y la sujeté por los hombros.”No. No habría vuelto a ser tu Madre o la sujetavelas ¿No puedes soportar estar sola con Phil o algo así?”
Ella no me miró, su cara se alejó de mí abruptamente. Me quedé paralizada, dándome cuenta de cuál era el verdadero problema.
“¿Tienes problemas con Phil?”Le pregunté intentando conseguir contacto visual. Ella se negó.”¿Es esa la verdadera razón?”
“¡No!”Dijo con demasiada rapidez.
“Por lo menos es una parte. Si fueses feliz con tu marido no habrías estado aquí anoche. Te hubieses quedado con él ¿Comenzó antes o después de que empezase a salir con Edward?”La presioné.
No tenemos problemas.”Mentía fatal.
“¡Deja de mentir mamá. Lo haces fatal, igual que yo.”La miré, queriendo respuestas.
“Nosotros no…”Dijo suavemente, mirándose los pies.
“Bien, lo que sea. Entonces creo que estas siendo una cabrona sin razón alguna.”Dije en voz alta estampando un pie en el suelo. Odiaba que me mintiesen y eso era exactamente lo que estaba haciendo.
Empecé a volver a mi habitación, pero Renée me detuvo, sujetando mi hombro.”Justo antes de que te marchases de Luisiana. Pero no tenemos exactamente problemas.”Intentó defenderse.
“Por favor, mamá. ¿De verdad crees que estarías tan molesta porque he comenzado una relación si tú no tuvieses miedo de quedarte sola? ¿Vais a divorciaros Phil y tú?”Presioné.
“Yo… No lo sé. Tal vez.”Se encogió de hombros y se sentó en el sofá.
“Sé que quieres evitar esos problemas pero no puedes crear otros nuevos para mantenerte ocupada. Mamá, a ti nunca va a gustarte nadie con quien yo salga, no realmente. Pero, al menos intenta darle una oportunidad.”Me quedé donde estaba, y no la miré mientras hablaba. Esta era una forma de romper el corazón.
“Lo siento… En realidad no es culpa tuya. Sin embargo, aun…”Se encogió de hombros.
“Todo lo que te pido es que lo dejes estar. Deja de actuar así. Es un buen hombre. Haría cualquier cosa para hacerme feliz, de hecho lo soy. Muy, muy mucho. Él no va a marcharse a ninguna parte.”
“Lo tomo o lo dejo, me imagino.”Dijo con una pequeña sonrisa triste.
“Si.”Contesté brevemente.”Quiero que estés en mi vida. Eres mi madre. Sin embargo, Edward es mi otra mitad.”
“¿Lo amas, no?”Volvió su rostro hacia mí, sus ojos brillaban por las lágrimas.
“Sí.”
“Lo siento.”Comenzó a sollozar más fuerte.”Sé que no puedes perdonarme por lo que he hecho. Cuanto lo siento. No debería haberte tratado de esta manera.”
Caminé hasta ella y la abracé.”No, no voy a ser capad de perdonarte, no durante un tiempo. Lo siento. Ojalá pudiera. Habrá que esperar un tiempo. Pero eso no significa que vaya a excluirte hasta entonces.”
“Lo entiendo.”Suspiró. Cerré los ojos y le di un beso en la cabeza.
“Es muy temprano y tienes que estar cansada ¿Tuviste problemas para encontrar un hotel ayer por la noche?”Pregunté mientras me sentaba a su lado en el sofá.
“No tanto como pensaba. Me quedé en el Ramada en la 31-32, cerca del aeropuerto.”Estaba a las afueras de la ciudad y no era de los sitios más bonitos, así que supongo que no estaba completo por el día de San Valentín.
“Oh…”Dije pensando en el aeropuerto.”¿Cuándo sale tu vuelo?”
“¿Ya estas intentado deshacerte de mi?”
“Mamá…”Me reí.”Vamos ¿De verdad?”
“Acabo de comprar un billete de ida.”Suspiró.”No sé cuando volveré.”
“Eso está bien.”Dije después de un minuto.”Quiero decir, que no es que no sepas cuando vas a volver. Simplemente es que no tienes prisa por ir a casa. Quédate un día más o menos, y podremos pasar tiempo juntas. Hacer que esto funcione. Puedes conocer mejor a Edward.”
“No es tan malo, supongo. Se merece una oportunidad.”Dijo entregándome su teléfono móvil plateado. Lo giré entre los dedos mientras pensaba.
“Dale una oportunidad, mamá. Yo no me pelearía tanto contigo sino creyese que vale la pena…”Dejé la frase inacabada, buscando sus ojos mientras hablaba.
Ella me dio una pequeña sonrisa, sus ojos marrones estaban llenos de una profunda tristeza.”Supongo que sí.”
Edward Cullen
Estuve tumbado en la cama durante un minuto, lamentando que Bella no se encontrase en mis brazos. Me sentía como si estuviese atrapado. No estaba seguro de cuanto iba a durar, pero estaba seguro de que no iba a terminar bien.
Decidí quedarme en su habitación hasta asegurarme de que me necesitaba o que Renée se había marchado. No quería empeorar la situación dándole a Renée la baza de haber pasado allí toda la noche.
Finalmente salí de la cama y me vestí, dejando las gafas a mi lado. Me senté en su cama, apoyando la espalda contra el cabecero y tapándome la cara con las manos. Me restregué los ojos mientras pensaba en algunas cosas.
Antes que nada sentí una punzada de culpabilidad en el pecho. Culpable por dejar a Bella sola en la guarida del león mientras yo me escondía como un cobarde. Pero no estaba seguro de si la ayudaría o lo empeoraría todo, por lo que prefería esperar. Me sentía culpable por no ser el hombre que Bella necesitaba en todas las formas que fuese. Ella se merecía al mejor.
Mis pensamientos acerca de mi vista volvieron a mi mente. No estaba seguro de cómo me sentía al respecto. Por una parte lo quería pero por otra no. Yo sabía que Bella me amaba sin importar nada. Estaba frustrado sin saber qué hacer. Quería pero no quería. No sabía lo que quería.
Me di cuenta de que todo estaba muy tranquilo allí afuera. Bella no había vuelto, pero tampoco seguía gritando. No estaba seguro de lo que me preocupaba más. Me mordisqueé el labio pensando en mis opciones. Podría quedarme aquí o salir y ver qué tal estaba. Bella podría estar sola, llorando y yo no quería eso. Sabía que no le gustaba llorar delante de otras personas. Pero si estaba llorando, yo quería consolarla. Decidí correr el riesgo.
Me levanté de la cama y salí al pasillo. Las voces suaves de las dos mujeres llegaron hasta mis oídos y me detuve a escuchar.
“Lo siento… En realidad no es culpa tuya. Sin embargo, aun…”Podía escuchar la tristeza en su voz y me sentí mal por la Sra. Dwyer.
“Todo lo que te pido es que lo dejes estar. Deja de actuar así. Es un buen hombre. Haría cualquier cosa para hacerme feliz, de hecho lo soy. Muy, muy mucho. Él no va a marcharse a ninguna parte.”Dijo con una voz tan firme que me cortó la respiración. Me asombraba la forma que tenia de defenderme.
“¿Lo amas, no?”Podía escuchar las lágrimas en su voz, estaba llena de tristeza. Tenía el corazón roto.
“Sí.”Dijo con confianza. Hizo una pausa durante un momento antes de continuar.” Quiero que estés en mi vida. Eres mi madre. Sin embargo, Edward es mi otra mitad.”
Sonreí mientras pensaba que algún día me gustaría casarme con esa mujer. Ella sería mi novia y estaría a su lado por y para siempre.
Alcé la mano hasta mi mejilla y limpié una lágrima de mi ojo. Me sentía como una chica sensiblera, que lloraba simplemente al escuchar que me amaba. Pero yo estaba tan lleno de amor por ella que sentía que iba a reventar.
“Lo siento.”Renée lloró con más fuerza.” Sé que no puedes perdonarme por lo que he hecho. Cuanto lo siento. No debería haberte tratado de esta manera.”
Eso me sorprendió y me pregunté qué me habría perdido. Estaba seguro de que Bella me lo contaría mas tarde.
Decidí que era el momento de dejar de escuchar a escondidas y volví a la habitación. Ella estaba bien por el momento, las cosas iban funcionando con su madre. Silenciosamente fui hasta la cama y me tumbé.
Debí dormirme porque me despertaron unos maravillosos suaves besos.”Edward, cariño.”
“¿Sí?”Murmuré pasando los dedos por su espalda.
“Mamá ha vuelto al hotel para dormir un poco más. Me preguntaba si tal vez, si pudieses…”Balbuceó tratando de encontrar algo de confianza. Le acaricié la mejilla, tratando de calmar sus nervios.
“¿Qué?”
“¿Estarías dispuesto a venir a cenar con mi madre y conmigo esta noche?”Dijo rápidamente como si de esa forma fuese más fácil, o doliese menos.
“¿Quieres que vaya?”Le pregunté simplemente pasando un mecho de cabello tras su oreja.
“Sí.”
“Entonces iré. ¿Estás segura de que es buena idea, no?”Pregunté.
“Sí, creo que sí. Se comprometió a comportarse. Si no va a seguir odiándote antes tiene que conocerte.”Dijo con un fuerte suspiro. Echó la cabeza hacia atrás hasta ponerla en mi pecho.
Nos tumbamos en silencio durante un rato y me pregunté si se habría vuelto a dormir. Con fuerza me abracé a su cintura.
“Edward… Tenemos que hablar.”
Bella Swan
“¿Qué quieres decir con eso de tu vista?”Le pregunté confundida, mientras la somnolencia se despejaba en mi cabeza.
“No podía mentirla y decirle que no había nada que se pudiese hacer. No podía decirle que había algo que podía solucionar el problema.”Murmuró.”Me habría odiado más si se hubiese enterado de que yo no estaba haciendo todo lo posible por ser el mejor para ti.”
“¡Edward no es necesario que mejores!”Grité, enfadándome.
“Isabella.”Dijo mi nombre con calma, mientras besaba mi frente.”Tu puedes sentirlo de esa forma, pero hay cosas de mí, que si pudiese, las mejoraría sin dudarlo.”
“Te amo tal y como eres.”Empecé a sollozar de nuevo. Estaban pasando demasiadas cosas a la vez.
“Y yo te quiero más. Sin embargo, Bella, no estoy seguro. Quiero ser mejor para ti.”Se encogió de hombros y suspiró mientras fruncía el ceño por esos pensamientos.
“Eres demasiado bueno para mí siendo como eres.”Repliqué, las lágrimas fluían como una cascada sin fin.
“Bella, no digas eso. Amor, estas muy cansada. ¿Por qué no te tumbas? Ponte cómoda yo iré a hacerte un poco de té.”Le pregunté, empujándola lentamente hacia las almohadas.
“No tienes que hacerlo…”Murmuró.
“Quiero. Será bueno para tu garganta. Tu estado de ánimo empeorará si mañana te duele la garganta y tienes que enfrentarte con tu madre.”Besó mi frente con amor.
“¿Quieres que te ayude?”Me incorporé un poco cuando él se levantó de la cama.
“No, Bella. Relájate. Sé donde está todo, al menos que lo hayas movido.”Me calmó.
“No, sigue en el primer armario encima de la cocina.”Dije echándome un poco hacia atrás. Cogí una de las almohadas y la abracé fuertemente contra mi pecho. Me sentía mareada, tenia tanto sueño.
“Serán solo unos minutos.”Dijo con una pequeña sonrisa antes de desaparecer por el oscuro pasillo.
Edward Cullen
Entré en la cocina y comencé a preparar el té. Llené la tetera con un poco de agua y la puse sobre la placa de la vitrocerámica, encendiéndola. Fui hasta el armario y saqué una bolsita de té. Una vez que me quedé sin material con el que mantenerme ocupado me incliné contra la encimera. Con el dedo índice y el pulgar me pellizqué el puente de la nariz, respirando profundamente para tratar de tranquilizar mis nervios.
Mi mente se estaba sobrecargando y sabía que la falta de suelo me estaba afectando tanto como a Bella. Pensé en lo que le había dicho a Bella y a su madre. ¿Estaba su madre en lo cierto? ¿Era yo lo suficientemente bueno para ella? Bella, por supuesto, diría que sí, pero en este momento yo me sentía diferente.
Pensé en la estúpida cirugía. ¿Valdría la pena? ¿Valdría la pena apartar mis temores e intentarlo por Bella? Por supuesto que sí. Haría cualquier cosa por Bella. Lo menos que podía hacer era ir al médico y hablarlo. De todas formas no estaba seguro de cumplir con los requisitos. Se lo debía a Bella, y a mí mismo, por lo menos pediría una simple cita con el doctor.
Intentaba mentirme. Sabía que cumplía los requisitos. Que estaba lo suficientemente saludable. El Dr. Tori no me hubiese dicho nada, pero no quería admitirlo ante mí mismo.
La culpa comenzó a ascender por mi espalda. Me sentí egoísta e indigno. Incluso después de la cita sabía que no me sentiría bien haciéndolo. Una vez que supiese con certeza que podría hacerlo, claro. Dicen que sin dolor no hay ganancia. Por lo tanto ¿Podría sufrir ante la posibilidad de ganar una mayor recompensa?
Sabía que hacer esto por Bella era la razón correcta. Lo valía. Pero, ella no desearía que fuses así. Tendría que hacerlo por mí. Se odiaría si yo me sometía al proceso y luego no funcionaba. Se culparía y yo no quería que eso pasase.
La tetera comenzó a silbar y la puse sobre la encimera. Lo pensaría mejor por la mañana cuando estuviese descansado. Hablaría con Bella acerca de ello cuando resolviese lo que quisiese hacer. Sabía que esta noche me presionaría sobre el asunto pero por lo menos esperaba poder convencerla para que descansase primero.
Vertí el agua en una taza, dejando que cayese sobre la bolsita de té. Cogí el azúcar y eché dos cucharaditas. Después de removerlo rápidamente, volví con mi amor.
“Debes dejar que se enfríe un par de minutos antes de beberlo.”Dije, soplando sobre el líquido para tratar de enfriarlo un poco. Nadie me respondió.”¿Bella?”
Dejé la taza en una mesa y me senté en la cama. Bella seguía completamente tumbada, su respiración era suave y profunda. Pasé la mano de la muñeca a su brazo, desde el brazo a los hombros y seguí subiendo hasta llegar a la mejilla. Aun estaba húmeda debido a las lágrimas, pero no parecía que siguiese llorando. Suspiré internamente y recorrí sus labios con los dedos. Que permanecían fruncidos con tristeza, incluso en su sueño estaba disgustada.
Me quité la ropa y me metí en la cama con ella. Nos tapé con las mantas y la acerqué firmemente contra mí. Se moldeó a mi cuerpo, dejando uno de sus brazos en mi torso desnudo.
Bella Swan
Me desperté sintiéndome cálida y segura, lo que me sorprendió. Junto a mi estaba Edward. Él era mi salvador. Mi felicidad. En su sueño parecía tranquilo. A mi lado solo llevaba puestos los bóxers, era una vista hermosa. Alejé todos los pensamientos de la noche anterior. Aun no quería recordarlo.
No me importaba que acabase de despertarme y que probablemente oliera mal, ya que no me había duchado después del desfile. Que yo supiese, él tampoco se había duchado. Por lo tanto no importaba. Pasé los dedos por su cabello desordenado, tratando de apartar los ojos de él sin suerte. Es como si tuviesen vida propia. Al menos los dos olíamos mal y teníamos el pelo revuelto, pensé con una pequeña sonrisa.
Mis dedos fueron hasta sus labios. Que se separaron ligeramente bajo mi toque. Sus labios eran lisos y suaves, cálidos y confortables. Eran tan besables. Me incliné y rocé su labio inferior, mordiéndolo. Lo succioné suavemente. Siempre con lentitud empezó a devolverme el beso. Sus brazos serpentearon alrededor de mi cintura arrastrándome fuertemente hasta él. Gimió en mi boca cuando mi mano voló a su pecho desnudo.
No nos dijimos nada el uno al otro, no hacía falta. Me puso sobre él, mis piernas quedaron a ambos lados de su cintura. Su mano acababa de encontrar el camino hasta mi camiseta cuando oí que llamaban a la puerta.
“¡Maldita sea!”Grité, más fuerte de lo que debería. Miré el reloj. Eran las siete de la mañana, demasiado pronto para visitas, especialmente en domingo. Solo podía ser una persona. Estaba bastante segura de que Alice no estaba esta mañana y me alegraba de ello. Ella no tenia porqué escuchar la discusión que estaba a punto de sucederse.
“¿Quieres que abra?”Preguntó suavemente Edward recorriendo mi mejilla con los dedos.
“No, quédate aquí.”Dije, levantándome de encima de él. Estaba decente con mis pantalones de chándal y mi camiseta. No me importaba si a mi madre le parecía mal. Ella podría superarlo. Abrí la puerta violentamente, ni siquiera miré por la mirilla para asegurarme.”¿Qué?”Gruñí.
Mi madre tenía un aspecto horrible, realmente horrible. Bueno, eso es lo que a mí me parecía. Ella se lo había buscado. Era rencoroso y mezquino pero aun seguía cabreada con ella. Nos miramos la una a la otra en un incomodo silencio. Cambió el peso de un pie a otro, finalmente bajó la mirada.”Quiero disculparme.”
“¿Qué?”Pregunté sorprendida.
“Puede que no me guste con quien salgas, pero no debería haber venido hasta aquí y arruinado tu día de San Valentín. Fue mezquino e infantil.”Murmuró.
Pude ver que estaba comenzando a temblar por el frio. Había pasado de 29 grados a -1 en unas diez horas. Suspiré e hice un gesto para que pasase antes de cerrar la puerta e inclinarme contra ella. No se dio la vuelta para mirarme.”Sí, fue infantil. Mamá, puedo cuidarme sola. Edward también puede cuidarse solo. Ni siquiera lo conoces ¿Cómo es posible que le odies?”
“Porque él te alejó de mi.”Susurró, girando su rostro mirando al suelo.
“No me alejó de ti, mamá. Me marché a la universidad. He crecido. Ahora tienes a Phil. Tu eres la que se puso a flipar en el momento en que te hablé de él ¿Pensabas que no saldría con nadie cuando me marché?”Le pregunté a su espalda pues aun no se había dado la vuelta.
“Tú no salías con nadie en el instituto.”
“Sí, en el instituto ¿Crees que podría volver contigo una vez terminase la universidad?”Le pregunté.
“Bueno…”Comenzó.
Suspiré fuertemente, interrumpiéndola.”Mamá, no. Yo no habría vuelto aunque me lo hubieses pedido. Quiero mi propia vida.”
“Lo sé. Podrías tener tu propia vida si-“
Me puse delante de ella para cortarla antes de que continuase y la sujeté por los hombros.”No. No habría vuelto a ser tu Madre o la sujetavelas ¿No puedes soportar estar sola con Phil o algo así?”
Ella no me miró, su cara se alejó de mí abruptamente. Me quedé paralizada, dándome cuenta de cuál era el verdadero problema.
“¿Tienes problemas con Phil?”Le pregunté intentando conseguir contacto visual. Ella se negó.”¿Es esa la verdadera razón?”
“¡No!”Dijo con demasiada rapidez.
“Por lo menos es una parte. Si fueses feliz con tu marido no habrías estado aquí anoche. Te hubieses quedado con él ¿Comenzó antes o después de que empezase a salir con Edward?”La presioné.
No tenemos problemas.”Mentía fatal.
“¡Deja de mentir mamá. Lo haces fatal, igual que yo.”La miré, queriendo respuestas.
“Nosotros no…”Dijo suavemente, mirándose los pies.
“Bien, lo que sea. Entonces creo que estas siendo una cabrona sin razón alguna.”Dije en voz alta estampando un pie en el suelo. Odiaba que me mintiesen y eso era exactamente lo que estaba haciendo.
Empecé a volver a mi habitación, pero Renée me detuvo, sujetando mi hombro.”Justo antes de que te marchases de Luisiana. Pero no tenemos exactamente problemas.”Intentó defenderse.
“Por favor, mamá. ¿De verdad crees que estarías tan molesta porque he comenzado una relación si tú no tuvieses miedo de quedarte sola? ¿Vais a divorciaros Phil y tú?”Presioné.
“Yo… No lo sé. Tal vez.”Se encogió de hombros y se sentó en el sofá.
“Sé que quieres evitar esos problemas pero no puedes crear otros nuevos para mantenerte ocupada. Mamá, a ti nunca va a gustarte nadie con quien yo salga, no realmente. Pero, al menos intenta darle una oportunidad.”Me quedé donde estaba, y no la miré mientras hablaba. Esta era una forma de romper el corazón.
“Lo siento… En realidad no es culpa tuya. Sin embargo, aun…”Se encogió de hombros.
“Todo lo que te pido es que lo dejes estar. Deja de actuar así. Es un buen hombre. Haría cualquier cosa para hacerme feliz, de hecho lo soy. Muy, muy mucho. Él no va a marcharse a ninguna parte.”
“Lo tomo o lo dejo, me imagino.”Dijo con una pequeña sonrisa triste.
“Si.”Contesté brevemente.”Quiero que estés en mi vida. Eres mi madre. Sin embargo, Edward es mi otra mitad.”
“¿Lo amas, no?”Volvió su rostro hacia mí, sus ojos brillaban por las lágrimas.
“Sí.”
“Lo siento.”Comenzó a sollozar más fuerte.”Sé que no puedes perdonarme por lo que he hecho. Cuanto lo siento. No debería haberte tratado de esta manera.”
Caminé hasta ella y la abracé.”No, no voy a ser capad de perdonarte, no durante un tiempo. Lo siento. Ojalá pudiera. Habrá que esperar un tiempo. Pero eso no significa que vaya a excluirte hasta entonces.”
“Lo entiendo.”Suspiró. Cerré los ojos y le di un beso en la cabeza.
“Es muy temprano y tienes que estar cansada ¿Tuviste problemas para encontrar un hotel ayer por la noche?”Pregunté mientras me sentaba a su lado en el sofá.
“No tanto como pensaba. Me quedé en el Ramada en la 31-32, cerca del aeropuerto.”Estaba a las afueras de la ciudad y no era de los sitios más bonitos, así que supongo que no estaba completo por el día de San Valentín.
“Oh…”Dije pensando en el aeropuerto.”¿Cuándo sale tu vuelo?”
“¿Ya estas intentado deshacerte de mi?”
“Mamá…”Me reí.”Vamos ¿De verdad?”
“Acabo de comprar un billete de ida.”Suspiró.”No sé cuando volveré.”
“Eso está bien.”Dije después de un minuto.”Quiero decir, que no es que no sepas cuando vas a volver. Simplemente es que no tienes prisa por ir a casa. Quédate un día más o menos, y podremos pasar tiempo juntas. Hacer que esto funcione. Puedes conocer mejor a Edward.”
“No es tan malo, supongo. Se merece una oportunidad.”Dijo entregándome su teléfono móvil plateado. Lo giré entre los dedos mientras pensaba.
“Dale una oportunidad, mamá. Yo no me pelearía tanto contigo sino creyese que vale la pena…”Dejé la frase inacabada, buscando sus ojos mientras hablaba.
Ella me dio una pequeña sonrisa, sus ojos marrones estaban llenos de una profunda tristeza.”Supongo que sí.”
Edward Cullen
Estuve tumbado en la cama durante un minuto, lamentando que Bella no se encontrase en mis brazos. Me sentía como si estuviese atrapado. No estaba seguro de cuanto iba a durar, pero estaba seguro de que no iba a terminar bien.
Decidí quedarme en su habitación hasta asegurarme de que me necesitaba o que Renée se había marchado. No quería empeorar la situación dándole a Renée la baza de haber pasado allí toda la noche.
Finalmente salí de la cama y me vestí, dejando las gafas a mi lado. Me senté en su cama, apoyando la espalda contra el cabecero y tapándome la cara con las manos. Me restregué los ojos mientras pensaba en algunas cosas.
Antes que nada sentí una punzada de culpabilidad en el pecho. Culpable por dejar a Bella sola en la guarida del león mientras yo me escondía como un cobarde. Pero no estaba seguro de si la ayudaría o lo empeoraría todo, por lo que prefería esperar. Me sentía culpable por no ser el hombre que Bella necesitaba en todas las formas que fuese. Ella se merecía al mejor.
Mis pensamientos acerca de mi vista volvieron a mi mente. No estaba seguro de cómo me sentía al respecto. Por una parte lo quería pero por otra no. Yo sabía que Bella me amaba sin importar nada. Estaba frustrado sin saber qué hacer. Quería pero no quería. No sabía lo que quería.
Me di cuenta de que todo estaba muy tranquilo allí afuera. Bella no había vuelto, pero tampoco seguía gritando. No estaba seguro de lo que me preocupaba más. Me mordisqueé el labio pensando en mis opciones. Podría quedarme aquí o salir y ver qué tal estaba. Bella podría estar sola, llorando y yo no quería eso. Sabía que no le gustaba llorar delante de otras personas. Pero si estaba llorando, yo quería consolarla. Decidí correr el riesgo.
Me levanté de la cama y salí al pasillo. Las voces suaves de las dos mujeres llegaron hasta mis oídos y me detuve a escuchar.
“Lo siento… En realidad no es culpa tuya. Sin embargo, aun…”Podía escuchar la tristeza en su voz y me sentí mal por la Sra. Dwyer.
“Todo lo que te pido es que lo dejes estar. Deja de actuar así. Es un buen hombre. Haría cualquier cosa para hacerme feliz, de hecho lo soy. Muy, muy mucho. Él no va a marcharse a ninguna parte.”Dijo con una voz tan firme que me cortó la respiración. Me asombraba la forma que tenia de defenderme.
“¿Lo amas, no?”Podía escuchar las lágrimas en su voz, estaba llena de tristeza. Tenía el corazón roto.
“Sí.”Dijo con confianza. Hizo una pausa durante un momento antes de continuar.” Quiero que estés en mi vida. Eres mi madre. Sin embargo, Edward es mi otra mitad.”
Sonreí mientras pensaba que algún día me gustaría casarme con esa mujer. Ella sería mi novia y estaría a su lado por y para siempre.
Alcé la mano hasta mi mejilla y limpié una lágrima de mi ojo. Me sentía como una chica sensiblera, que lloraba simplemente al escuchar que me amaba. Pero yo estaba tan lleno de amor por ella que sentía que iba a reventar.
“Lo siento.”Renée lloró con más fuerza.” Sé que no puedes perdonarme por lo que he hecho. Cuanto lo siento. No debería haberte tratado de esta manera.”
Eso me sorprendió y me pregunté qué me habría perdido. Estaba seguro de que Bella me lo contaría mas tarde.
Decidí que era el momento de dejar de escuchar a escondidas y volví a la habitación. Ella estaba bien por el momento, las cosas iban funcionando con su madre. Silenciosamente fui hasta la cama y me tumbé.
Debí dormirme porque me despertaron unos maravillosos suaves besos.”Edward, cariño.”
“¿Sí?”Murmuré pasando los dedos por su espalda.
“Mamá ha vuelto al hotel para dormir un poco más. Me preguntaba si tal vez, si pudieses…”Balbuceó tratando de encontrar algo de confianza. Le acaricié la mejilla, tratando de calmar sus nervios.
“¿Qué?”
“¿Estarías dispuesto a venir a cenar con mi madre y conmigo esta noche?”Dijo rápidamente como si de esa forma fuese más fácil, o doliese menos.
“¿Quieres que vaya?”Le pregunté simplemente pasando un mecho de cabello tras su oreja.
“Sí.”
“Entonces iré. ¿Estás segura de que es buena idea, no?”Pregunté.
“Sí, creo que sí. Se comprometió a comportarse. Si no va a seguir odiándote antes tiene que conocerte.”Dijo con un fuerte suspiro. Echó la cabeza hacia atrás hasta ponerla en mi pecho.
Nos tumbamos en silencio durante un rato y me pregunté si se habría vuelto a dormir. Con fuerza me abracé a su cintura.
“Edward… Tenemos que hablar.”
Atal- .
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Re: Blind (+18) (Completo)
Capitulo 37
Edward Cullen
“Lo sé.”Dije en voz baja.
“Es sobre anoche. Edward, no puedo dejar que lo hagas.”Comenzó, su voz ya era triste.
“Sé cómo te sientes, pero si lo hago y funciona tu-“Ella me cortó con la mano, poniéndola sobre mis labios.
“Quiero que seas feliz. Eso no te hace feliz.”Dijo suavemente.
“Puede.”
“Si decides hacerlo, lo harás por las razones equivocadas.”
“No, no sería así.”Me defendí.
“Yo no soy la razón por la que debes hacerlo. No tienes que intentar gustarle más a mi madre. Ella ni siquiera te conoce, Edward. Si ella te conociese yo sé que le gustarías, tal y como eres. Tenemos mucho que hacer con la casa y todo lo demás, no te preocupes ahora por eso.”
“Pero, pienso sobre ello Bella. ¿Qué pasa si puedo ayudarte con la casa?”La presioné. Ella no dijo nada, así que seguí.”¿Qué pasa si pudiese ayudarte a elegir las cosas que quieres para la casa?”
“No. No te permitiré hacer esto por otra persona que no seas tú mismo.”Pude escuchar el roce de su pelo, ya que sacudió la cabeza.
Suspiré fuertemente y me cubrí los ojos tratando de organizar mis pensamientos.”Bella, esto sería por mí.”
“Eres tan mal mentiroso como yo.”Dijo antes de bajarse de la cama.
“Bella, espera. No te vayas.”Me senté y extendí el brazo. Ni siquiera sabía si aun estaba en la habitación o no. Esta es una de las veces en las que mi vista sería realmente útil, pensé amargamente para mí mismo.
“Edward… a mi… me gustaría que pudieses ver.”Dijo en voz baja. No podía decir como de lejos estaba. Me levanté de la cama y caminé con lentos pasos hacia delante. Oí el crujido de una tabla del suelo cuando ella dio un paso. No sabía en qué dirección.”Pero, no te permitiré hacer esto por mí.”
“Lo haré por nosotros.”Defendí con todo lo que tenía.
“Edward ¿Y si no somos siempre nosotros? ¿Y si a la larga no funciona? No quiero ser la chica que te obligó a pasar por esa dolorosa cirugía para hacerla feliz.
“No hay ninguna posibilidad de que eso pase.”Dije bruscamente, dejando caer mis brazos a ambos lados.
“Seré tu amante y seré tu amiga, pero me niego a ser tu razón o escusa.”
“¿Por qué peleas contra esto con tanta fuerza? ¡Pensaba que era lo que querías! Lo acabas de decir.”Grité.
“¡NO, ASÍ NO!”Gritó de vuelta, dio un paso hacia delante. Pude sentir que su cuerpo no estaba cerca del mío.”¡Me odiaría a mi misma si esto no funcionase y tu también me odiarías!”Dijo entre dientes.
“No hay ninguna posibilidad de que eso pase.”Repetí un poco más firme.
“¿Qué pasa si no funciona y no te gusta lo que ves? ¿Qué pasa si soy fea, Edward? ¿Qué pasa si la vista te resulta repulsiva?”Siseó.
“¡Bella! ¿Por qué dices algo así? Sé a ciencia cierta que no eres fea.”Me ahogué diciendo esas palabras.”Además, yo no te amo por tu apariencia.”
“Pero, Edward, eso cambiaria parte de ello. La apariencia es una parte importante de las personas ¿Cómo puedes saber si realmente me amas si no has visto mi imagen al completo?”Susurró, su voz se quebró varias veces.
“¡Por esa regla de tres no podría amar a nadie!”Gruñí, me estaba enfadando mucho. En estos momentos mi sangre estaba punto de ponerse a bullir en mis venas. Rechiné los dientes y los apreté tratando de calmarme.
“¡Edward eso no es lo que quise decir!”Pegó un pisotón en el suelo y bufó.
“Entonces explícamelo. Explícame exactamente lo que querías decir.”Dije con una voz baja que parecía ajena a mis propios oídos. Por supuesto, nunca antes había utilizado este tono con Bella, aunque nunca nos habíamos peleado como lo estábamos haciendo ahora.
“No sé…”Susurró.
“¿Por qué actúas así?”Exigí, la ira que corría por mi sangre me taponaba los oídos.
“¡Porque no quiero que hagas esto por mi! ¡No debes poner ese peso sobre mi!”Gruñó, la ira comenzaba a sacar lo mejor de ella.
“¡No hago esto solo por ti, maldita sea! Quiero ser capad de conducir un coche. ¡Quiero leer sin tener que utilizar mis manos! ¡Quiero hacerme la comida y sabiendo que no le estoy echando raticida a los huevos en lugar de sal! ¡Quiero ver a mi novia caminado por el pasillo hasta mí! ¡Quiero ver a mis hijos jugando en el parque!”Grité, al final mi pecho subia y bajaba notoriamente.
“Pero todo esto empezó por mi madre y por mí. No quiero que me odies si no funciona. No quiero oír dentro de veinte años ¨¡Si no lo hubiese hecho por esa niña estúpida y su madre podría someterme a la nueva cirugía y seria capad de ver!¨”Chilló en algunas partes, ya que intentó imitar mi voz pero se le quebraba.
Extendí el brazo, buscando sus hombros primero. Los agarré fuertemente con las manos.”Nunca oirás algo así. No me enfadaré nunca. Bella, te amaré sin que nada importe. No podré odiarte nunca.”
“No puedes negar que es por mi por lo que has empezado con esto.”
“Sí ¿Y? Tal vez necesitaba que me diesen una patada en el culo para que comenzase ¿Y quién si no tu?”
“Entonces ¿Qué?”
“Lo necesitaba. Bella, voy a pedir una cita. Quiero que vengas conmigo. Si no hay ninguna posibilidad habremos discutido por nada. ¿Vale?”
“Edward, yo-“
Bella Swan
“Edward, yo-“Él teléfono sonó interrumpiendo lo que tenía que decir, di gracias por ello. Sinceramente no tenía ni idea de qué decir. Tampoco, sabía qué pensar o sentir. Edward, por otra parte, parecía claramente decepcionado y molesto por la interrupción. El sonido venia del teléfono móvil de Edward que ahora estaba sentado en mi escritorio.
Me asombré por ello y cogí el móvil sin siquiera molestarme en mirar quien era.”¿Hola?”
“Bella, querida. ¡Qué maravilloso escuchar tu voz!”Dijo Esme alegremente.
“Yo también me alegro de oírte Esme ¿Cómo estás?”Dije de forma coloquial. Me parecía que Edward no estaba preparado para esta conversación a la larga. Se dejó caer en la cama provocando su suave ruido sordo.
“¡Oh, bien, bien! ¿Cómo estas tu, querida?”
“Estoy… estoy bien. He estado mejor.”Admití. Vi como el rostro de Edward pasaba de estar molesto a triste, fruncía sus bellos labios.
“Oh ¿Qué ocurre?”Preguntó Esme, preocupada.
“La chalada de mi madre.”Dije incluso antes de pensar en ello.”Tu no. Renée.”
Esme rió suavemente.”Lo sé. Está bien. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?”
“No, no es necesario. Gracias de todas formas. Sin embargo, tengo algunas noticias.”Fui hasta la cama. Edward parecía confuso cuando me senté a horcajadas sobre él y seguí hablando por teléfono. Quería que esta pelea terminase y decidí distraerle con algo más alegre.
“Oh ¿De verdad? Espero que sean buenas.”
“Son muy buenas. Ayer firmamos el papeleo final.”Puse mi mano en el pecho de Edward, justo encima de su corazón. Esperaba que él entendiese que yo no estaba enfadada con él, solo preocupada. Sonrió levemente y me incliné a besarle la nariz.
“¡Oh, eso es fantástico! ¿Cuándo puedo bajar hasta allí para decorarla?”Preguntó emocionada. Incluso Edward era capad de oír su entusiasmo y acabó riéndose entre dientes.
“¡El próximo mes, mamá!”Le dijo al teléfono.”No es que ella quiera hablar conmigo de todas formas…”Murmuró por lo bajo.
Le di un bofetón en el hombro y él se rió otra vez. Esme lo escuchó todo y también rió.”Bien, perfecto entonces. Eso me da tiempo a terminar unas cosas por aquí y no necesitaré nuevos clientes hasta que termine con vuestra casa. ¡Oh, estoy tan emocionada! ¡Esta noticia es maravillosa! Tengo tanto que planificar. Tengo algunas ideas que me gustaría compartir con vosotros en lo referente a la orientación en que quiero…”
Decidí cortar sus divagaciones.”Esme eso es fantástico. Tengo una idea ¿Por qué no lo escribes para que no se te olvide y cuando vengas aquí comenzamos con ello?”Esperaba que no me encontrase grosera y no ser demasiado obvia.
“¿Tienes planes, querida?”Dijo dejando escapar una risita.
Suspiré.”Lamentablemente, sí. Mi madre llegó a la ciudad anoche… inesperadamente. Mientras hablaba Edward resopló. Le pinché el pecho con mi dedo, diciéndole que guardase silencio.”Y, vamos a cenar con ella esta noche.”
“Oh, bien, buena suerte. Os dejo descansar antes del… emocionante evento. Portaos bien, hablaré contigo dentro de poco. Os quiero.”Dijo Esme dulcemente.
“Nosotros también te queremos. Adiós.”Dije sonriendo antes de cerrar el teléfono.
“Ella no quería hablar conmigo ¿verdad?”Preguntó él, con una pequeña sonrisa en sus labios.
“No. Ella me quiere más a mí.”Me burlé, intentando no volver a nuestra discusión anterior. No quería pensar más en ello. Quería que sonriese.
“Por supuesto que si ¿Quién no te amaría mas a ti?”Preguntó pasando las manos de mis rodillas a las caderas. Las apretó un poco.”Bella sabes cuánto te amo ¿No?”
“Sí.”Dije en un susurro, toda la delicadeza se había ido.
“No, Bella, no lo sabes, porque aun lo estoy descubriendo yo.”Deslizó las manos por mis costados hasta dejarlas bajo mis brazos. Me levantó y me puso sobre la cama, en un segundo estaba encima de mí.”Habrá muchos, muchos momentos en la vida en los que lo veamos completamente. Eres mi alma y he estado sin ti durante demasiado tiempo.”
“Edward, no sé qué decir…”Me sonrojé mientras me mordía el labio inferior. Me acarició la mandíbula con la nariz, dejando pequeños besos. Cerré los ojos y traté de clamar los rápidos latidos de mi corazón.
“Di que me amarás sin importar lo que haga.”Susurró junto a mi oreja.
“Lo haré.”Envolví su cuello con mis brazos, abrazándole con firmeza.
“Di que estarás conmigo para siempre.”Susurró junto a mi otra oreja, dejando que sus labios rozasen mi carne sensible.
“Para siempre.”Susurré.
Con sus manos y su boca me sentía como si me estuviese adorando. Sus manos se deslizaron cuidadosamente por mi cuerpo, me tocó dulcemente mientras me cubría el cuello y la cara de besos, susurrando palabras de amor y deseo.
“Edward, el próximo viernes, sácame de aquí. Por favor iré a cualquier sitio que quieras y podemos irnos a un hotel si quieres. Quiero dedicarte un fin de semana.”Susurré mientras sus labios rozaban mi clavícula.
Se detuvo, levantando la cara.”¿En serio? ¿Cualquier sitio que quiera?”
“Lo que sea.”Contesté.
“Me encantaría. Haré las reservas mañana. Creo que le pediré a Alice que escoja algo para que te lo pongas.”Dijo con una amplia sonrisa.
“Edward, no he dicho-“Cubrió mi boca con la suya, ahogando mis palabras, así que no pude seguir hablando. Su lengua lisa y caliente entró en mi boca, masajeando a la mía.
“Has dicho lo que yo quiera. Y quiero sentir tu cuerpo cubierto de seda y encaje. Quiero desvestirlo lentamente, quitando la ropa poco a poco hasta que revele la verdadera belleza que hay debajo. Porque, incluso con las mejores ropas sé que tu desnuda eres lo más hermoso.”
Dejé escapar el aliento al darme cuenta de que no sabía lo que tenía en mis brazos. Estaba aturdida más que otra cosa.”Oh Dios mío…”Murmuré. Edward sonrió de forma torcida y me alegré de estar tumbada, porque mis rodillas se hubiesen debilitado de haber estado de pie.
“Bella no puedo esperar a hacer el amor contigo. No puedo esperar para hacerte gemir mi nombre-“El fuerte timbre del teléfono cortó su voz aterciopelada. Gruñí y cogí algo de la mesa para lanzárselo al teléfono. La botella de agua que tiré rebotó contra la pared y cayó al suelo. Edward se rió entre dientes.”Bella, coge el teléfono. Necesito ir a casa y ducharme. ¿Quieres que luego venga hasta aquí o me recoges en mi casa?”
“Iremos a recogerte.”Dije con un fuerte suspiro, saliendo de debajo de él.”Estúpido teléfono.”Murmuré mientras iba hacia él y contestaba.”¿Hola?”
Edward se bajó de la cama, y se puso los zapatos rápidamente. Se acercó a mí y me dio un apretón en la cintura cuando pasó.
“Hola cariño ¿Estás ahí? ¿Me preguntaba si podíamos ir a un italiano esta noche?”Preguntó mi madre alegremente, como si no hubiese pasado nada en los últimos meses.
“Sí, claro. Espera un segundo.”Tapé el altavoz y corrí hacia Edward antes de que saliese por la puerta.”Espera, Edward, tengo que decirte algo.”
“¿Qué?”Se volvió hacia el sonido de mi voz mientras se ponía las gafas.
“Te quiero.”Dije sonriendo.
“Yo también te quiero.”Sonrió alegremente.”¿A qué hora tengo que estar listo?”
Acerqué el teléfono a mi oreja.”¿A qué hora quieres ir a comer?”Le pregunté a mi madre.
“A la que vosotros queráis.”
“Bien, te recogeré a las 4:30.”Alejé el teléfono de mi boca.”¿Te va bien a las cinco, Edward?”
“Sí, me va bien.”Se acercó a mí y apretó su boca contra la mía, besándome dulcemente.”Te echaré de menos.”Caminó un poco mas antes de volverse, claramente reflexivo.”¿Me amas sin que importe nada mas, verdad?”
“Por supuesto.”
“Entonces concertaré una cita.”
Edward Cullen
“Lo sé.”Dije en voz baja.
“Es sobre anoche. Edward, no puedo dejar que lo hagas.”Comenzó, su voz ya era triste.
“Sé cómo te sientes, pero si lo hago y funciona tu-“Ella me cortó con la mano, poniéndola sobre mis labios.
“Quiero que seas feliz. Eso no te hace feliz.”Dijo suavemente.
“Puede.”
“Si decides hacerlo, lo harás por las razones equivocadas.”
“No, no sería así.”Me defendí.
“Yo no soy la razón por la que debes hacerlo. No tienes que intentar gustarle más a mi madre. Ella ni siquiera te conoce, Edward. Si ella te conociese yo sé que le gustarías, tal y como eres. Tenemos mucho que hacer con la casa y todo lo demás, no te preocupes ahora por eso.”
“Pero, pienso sobre ello Bella. ¿Qué pasa si puedo ayudarte con la casa?”La presioné. Ella no dijo nada, así que seguí.”¿Qué pasa si pudiese ayudarte a elegir las cosas que quieres para la casa?”
“No. No te permitiré hacer esto por otra persona que no seas tú mismo.”Pude escuchar el roce de su pelo, ya que sacudió la cabeza.
Suspiré fuertemente y me cubrí los ojos tratando de organizar mis pensamientos.”Bella, esto sería por mí.”
“Eres tan mal mentiroso como yo.”Dijo antes de bajarse de la cama.
“Bella, espera. No te vayas.”Me senté y extendí el brazo. Ni siquiera sabía si aun estaba en la habitación o no. Esta es una de las veces en las que mi vista sería realmente útil, pensé amargamente para mí mismo.
“Edward… a mi… me gustaría que pudieses ver.”Dijo en voz baja. No podía decir como de lejos estaba. Me levanté de la cama y caminé con lentos pasos hacia delante. Oí el crujido de una tabla del suelo cuando ella dio un paso. No sabía en qué dirección.”Pero, no te permitiré hacer esto por mí.”
“Lo haré por nosotros.”Defendí con todo lo que tenía.
“Edward ¿Y si no somos siempre nosotros? ¿Y si a la larga no funciona? No quiero ser la chica que te obligó a pasar por esa dolorosa cirugía para hacerla feliz.
“No hay ninguna posibilidad de que eso pase.”Dije bruscamente, dejando caer mis brazos a ambos lados.
“Seré tu amante y seré tu amiga, pero me niego a ser tu razón o escusa.”
“¿Por qué peleas contra esto con tanta fuerza? ¡Pensaba que era lo que querías! Lo acabas de decir.”Grité.
“¡NO, ASÍ NO!”Gritó de vuelta, dio un paso hacia delante. Pude sentir que su cuerpo no estaba cerca del mío.”¡Me odiaría a mi misma si esto no funcionase y tu también me odiarías!”Dijo entre dientes.
“No hay ninguna posibilidad de que eso pase.”Repetí un poco más firme.
“¿Qué pasa si no funciona y no te gusta lo que ves? ¿Qué pasa si soy fea, Edward? ¿Qué pasa si la vista te resulta repulsiva?”Siseó.
“¡Bella! ¿Por qué dices algo así? Sé a ciencia cierta que no eres fea.”Me ahogué diciendo esas palabras.”Además, yo no te amo por tu apariencia.”
“Pero, Edward, eso cambiaria parte de ello. La apariencia es una parte importante de las personas ¿Cómo puedes saber si realmente me amas si no has visto mi imagen al completo?”Susurró, su voz se quebró varias veces.
“¡Por esa regla de tres no podría amar a nadie!”Gruñí, me estaba enfadando mucho. En estos momentos mi sangre estaba punto de ponerse a bullir en mis venas. Rechiné los dientes y los apreté tratando de calmarme.
“¡Edward eso no es lo que quise decir!”Pegó un pisotón en el suelo y bufó.
“Entonces explícamelo. Explícame exactamente lo que querías decir.”Dije con una voz baja que parecía ajena a mis propios oídos. Por supuesto, nunca antes había utilizado este tono con Bella, aunque nunca nos habíamos peleado como lo estábamos haciendo ahora.
“No sé…”Susurró.
“¿Por qué actúas así?”Exigí, la ira que corría por mi sangre me taponaba los oídos.
“¡Porque no quiero que hagas esto por mi! ¡No debes poner ese peso sobre mi!”Gruñó, la ira comenzaba a sacar lo mejor de ella.
“¡No hago esto solo por ti, maldita sea! Quiero ser capad de conducir un coche. ¡Quiero leer sin tener que utilizar mis manos! ¡Quiero hacerme la comida y sabiendo que no le estoy echando raticida a los huevos en lugar de sal! ¡Quiero ver a mi novia caminado por el pasillo hasta mí! ¡Quiero ver a mis hijos jugando en el parque!”Grité, al final mi pecho subia y bajaba notoriamente.
“Pero todo esto empezó por mi madre y por mí. No quiero que me odies si no funciona. No quiero oír dentro de veinte años ¨¡Si no lo hubiese hecho por esa niña estúpida y su madre podría someterme a la nueva cirugía y seria capad de ver!¨”Chilló en algunas partes, ya que intentó imitar mi voz pero se le quebraba.
Extendí el brazo, buscando sus hombros primero. Los agarré fuertemente con las manos.”Nunca oirás algo así. No me enfadaré nunca. Bella, te amaré sin que nada importe. No podré odiarte nunca.”
“No puedes negar que es por mi por lo que has empezado con esto.”
“Sí ¿Y? Tal vez necesitaba que me diesen una patada en el culo para que comenzase ¿Y quién si no tu?”
“Entonces ¿Qué?”
“Lo necesitaba. Bella, voy a pedir una cita. Quiero que vengas conmigo. Si no hay ninguna posibilidad habremos discutido por nada. ¿Vale?”
“Edward, yo-“
Bella Swan
“Edward, yo-“Él teléfono sonó interrumpiendo lo que tenía que decir, di gracias por ello. Sinceramente no tenía ni idea de qué decir. Tampoco, sabía qué pensar o sentir. Edward, por otra parte, parecía claramente decepcionado y molesto por la interrupción. El sonido venia del teléfono móvil de Edward que ahora estaba sentado en mi escritorio.
Me asombré por ello y cogí el móvil sin siquiera molestarme en mirar quien era.”¿Hola?”
“Bella, querida. ¡Qué maravilloso escuchar tu voz!”Dijo Esme alegremente.
“Yo también me alegro de oírte Esme ¿Cómo estás?”Dije de forma coloquial. Me parecía que Edward no estaba preparado para esta conversación a la larga. Se dejó caer en la cama provocando su suave ruido sordo.
“¡Oh, bien, bien! ¿Cómo estas tu, querida?”
“Estoy… estoy bien. He estado mejor.”Admití. Vi como el rostro de Edward pasaba de estar molesto a triste, fruncía sus bellos labios.
“Oh ¿Qué ocurre?”Preguntó Esme, preocupada.
“La chalada de mi madre.”Dije incluso antes de pensar en ello.”Tu no. Renée.”
Esme rió suavemente.”Lo sé. Está bien. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?”
“No, no es necesario. Gracias de todas formas. Sin embargo, tengo algunas noticias.”Fui hasta la cama. Edward parecía confuso cuando me senté a horcajadas sobre él y seguí hablando por teléfono. Quería que esta pelea terminase y decidí distraerle con algo más alegre.
“Oh ¿De verdad? Espero que sean buenas.”
“Son muy buenas. Ayer firmamos el papeleo final.”Puse mi mano en el pecho de Edward, justo encima de su corazón. Esperaba que él entendiese que yo no estaba enfadada con él, solo preocupada. Sonrió levemente y me incliné a besarle la nariz.
“¡Oh, eso es fantástico! ¿Cuándo puedo bajar hasta allí para decorarla?”Preguntó emocionada. Incluso Edward era capad de oír su entusiasmo y acabó riéndose entre dientes.
“¡El próximo mes, mamá!”Le dijo al teléfono.”No es que ella quiera hablar conmigo de todas formas…”Murmuró por lo bajo.
Le di un bofetón en el hombro y él se rió otra vez. Esme lo escuchó todo y también rió.”Bien, perfecto entonces. Eso me da tiempo a terminar unas cosas por aquí y no necesitaré nuevos clientes hasta que termine con vuestra casa. ¡Oh, estoy tan emocionada! ¡Esta noticia es maravillosa! Tengo tanto que planificar. Tengo algunas ideas que me gustaría compartir con vosotros en lo referente a la orientación en que quiero…”
Decidí cortar sus divagaciones.”Esme eso es fantástico. Tengo una idea ¿Por qué no lo escribes para que no se te olvide y cuando vengas aquí comenzamos con ello?”Esperaba que no me encontrase grosera y no ser demasiado obvia.
“¿Tienes planes, querida?”Dijo dejando escapar una risita.
Suspiré.”Lamentablemente, sí. Mi madre llegó a la ciudad anoche… inesperadamente. Mientras hablaba Edward resopló. Le pinché el pecho con mi dedo, diciéndole que guardase silencio.”Y, vamos a cenar con ella esta noche.”
“Oh, bien, buena suerte. Os dejo descansar antes del… emocionante evento. Portaos bien, hablaré contigo dentro de poco. Os quiero.”Dijo Esme dulcemente.
“Nosotros también te queremos. Adiós.”Dije sonriendo antes de cerrar el teléfono.
“Ella no quería hablar conmigo ¿verdad?”Preguntó él, con una pequeña sonrisa en sus labios.
“No. Ella me quiere más a mí.”Me burlé, intentando no volver a nuestra discusión anterior. No quería pensar más en ello. Quería que sonriese.
“Por supuesto que si ¿Quién no te amaría mas a ti?”Preguntó pasando las manos de mis rodillas a las caderas. Las apretó un poco.”Bella sabes cuánto te amo ¿No?”
“Sí.”Dije en un susurro, toda la delicadeza se había ido.
“No, Bella, no lo sabes, porque aun lo estoy descubriendo yo.”Deslizó las manos por mis costados hasta dejarlas bajo mis brazos. Me levantó y me puso sobre la cama, en un segundo estaba encima de mí.”Habrá muchos, muchos momentos en la vida en los que lo veamos completamente. Eres mi alma y he estado sin ti durante demasiado tiempo.”
“Edward, no sé qué decir…”Me sonrojé mientras me mordía el labio inferior. Me acarició la mandíbula con la nariz, dejando pequeños besos. Cerré los ojos y traté de clamar los rápidos latidos de mi corazón.
“Di que me amarás sin importar lo que haga.”Susurró junto a mi oreja.
“Lo haré.”Envolví su cuello con mis brazos, abrazándole con firmeza.
“Di que estarás conmigo para siempre.”Susurró junto a mi otra oreja, dejando que sus labios rozasen mi carne sensible.
“Para siempre.”Susurré.
Con sus manos y su boca me sentía como si me estuviese adorando. Sus manos se deslizaron cuidadosamente por mi cuerpo, me tocó dulcemente mientras me cubría el cuello y la cara de besos, susurrando palabras de amor y deseo.
“Edward, el próximo viernes, sácame de aquí. Por favor iré a cualquier sitio que quieras y podemos irnos a un hotel si quieres. Quiero dedicarte un fin de semana.”Susurré mientras sus labios rozaban mi clavícula.
Se detuvo, levantando la cara.”¿En serio? ¿Cualquier sitio que quiera?”
“Lo que sea.”Contesté.
“Me encantaría. Haré las reservas mañana. Creo que le pediré a Alice que escoja algo para que te lo pongas.”Dijo con una amplia sonrisa.
“Edward, no he dicho-“Cubrió mi boca con la suya, ahogando mis palabras, así que no pude seguir hablando. Su lengua lisa y caliente entró en mi boca, masajeando a la mía.
“Has dicho lo que yo quiera. Y quiero sentir tu cuerpo cubierto de seda y encaje. Quiero desvestirlo lentamente, quitando la ropa poco a poco hasta que revele la verdadera belleza que hay debajo. Porque, incluso con las mejores ropas sé que tu desnuda eres lo más hermoso.”
Dejé escapar el aliento al darme cuenta de que no sabía lo que tenía en mis brazos. Estaba aturdida más que otra cosa.”Oh Dios mío…”Murmuré. Edward sonrió de forma torcida y me alegré de estar tumbada, porque mis rodillas se hubiesen debilitado de haber estado de pie.
“Bella no puedo esperar a hacer el amor contigo. No puedo esperar para hacerte gemir mi nombre-“El fuerte timbre del teléfono cortó su voz aterciopelada. Gruñí y cogí algo de la mesa para lanzárselo al teléfono. La botella de agua que tiré rebotó contra la pared y cayó al suelo. Edward se rió entre dientes.”Bella, coge el teléfono. Necesito ir a casa y ducharme. ¿Quieres que luego venga hasta aquí o me recoges en mi casa?”
“Iremos a recogerte.”Dije con un fuerte suspiro, saliendo de debajo de él.”Estúpido teléfono.”Murmuré mientras iba hacia él y contestaba.”¿Hola?”
Edward se bajó de la cama, y se puso los zapatos rápidamente. Se acercó a mí y me dio un apretón en la cintura cuando pasó.
“Hola cariño ¿Estás ahí? ¿Me preguntaba si podíamos ir a un italiano esta noche?”Preguntó mi madre alegremente, como si no hubiese pasado nada en los últimos meses.
“Sí, claro. Espera un segundo.”Tapé el altavoz y corrí hacia Edward antes de que saliese por la puerta.”Espera, Edward, tengo que decirte algo.”
“¿Qué?”Se volvió hacia el sonido de mi voz mientras se ponía las gafas.
“Te quiero.”Dije sonriendo.
“Yo también te quiero.”Sonrió alegremente.”¿A qué hora tengo que estar listo?”
Acerqué el teléfono a mi oreja.”¿A qué hora quieres ir a comer?”Le pregunté a mi madre.
“A la que vosotros queráis.”
“Bien, te recogeré a las 4:30.”Alejé el teléfono de mi boca.”¿Te va bien a las cinco, Edward?”
“Sí, me va bien.”Se acercó a mí y apretó su boca contra la mía, besándome dulcemente.”Te echaré de menos.”Caminó un poco mas antes de volverse, claramente reflexivo.”¿Me amas sin que importe nada mas, verdad?”
“Por supuesto.”
“Entonces concertaré una cita.”
Atal- .
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Capitulo 38
Bella Swan
“Ahora, mamá ¿Prometes ser buena, verdad?”Pregunté cuando la recogí en el hotel. Volví al campus tan rápido como mi furgoneta podía llevarnos. Por supuesto, mi madre nos había retrasado.
“Dije que iba a darle una oportunidad ¿No?”Murmuró mientras miraba por la ventanilla.
“Sí, pero no has dicho que te portarías bien. Ahora promételo o daré la vuelta y te dejaré en el hotel otra vez.”Dije firmemente, subrayando cada palabra que pronunciaba.
“Muy bien, Bella. Te lo prometo.”Dijo igual que si fuese una adolescente enfadada. Puse los ojos en blanco y suspiré. Esta iba a ser una larga noche.
Mi madre insistió en entrar en el dormitorio de Edward conmigo. No tenía ni idea de por qué. Supongo que quería ¨inspeccionar¨ donde vivía. Creo que buscaba alguna escusa para que no le gustase. Así tal vez yo sabría por qué…
Llamé a la puerta, pero no hubo respuesta. Escuche a Edward tocando el piano en el interior. Mi madre me dio un golpecito en el hombro e inclinó la cabeza hacia la puerta.”¿Qué?”Pregunté mientras abría.
Mi madre se quedó paralizada cuando vio a Edward tocar. Estaba arreglado para salir, sus gafas se encontraban en su sitio y sus zapatos en sus pies. Debía de haberse aburrido esperando por nosotras y decidió entretenerse. Sus dedos se deslizaban por las teclas con habilidad.
“Edward.”Dije su nombre suavemente para no asustarle. Él sonrió y no dejó de tocar.
“¿Todo bien?”Preguntó a la vez que tocaba.
“Sí, bien. Mi madre no sabe llegar a los sitios a tiempo.”Le lancé una mirada asesina y ella me dio la espalda.
Me ignoró y dio un paso hacia delante. Me parecía que Edward estaba escuchando, tenía la cabeza inclinada hacia un lado. Él conocía mis pasos.”Buenas tardes, Sra. Dwyer.”Dijo educadamente.
“Es precioso. ¿Qué canción es?”
“Es Danza de la moza donosa de Ginastera. Me recuerda a Bella.”Dijo con una dulce sonrisa.
“Al parecer nunca has vito bailar a Bella.”Dijo mi madre resoplando.
Gemí y puse los ojos en blanco. Me sonrojé debido a la vergüenza.”Madre…”
Aunque Edward se lo tomó con calma.”No, no la he hecho. He bailado con ella en varias ocasiones y creo que lo ha hecho bien.”Dijo con una péqueña sonrisa.
La canción llegó a su fin y empujó el teclado a su lugar habitual.”Lo siento, no me gusta parar sin haber terminado la canción. Ahora ya estoy listo.”
Edward Cullen
No creo que ir hacia el restaurante hubiese podido ser más incomodo de cómo era yendo yo apretado contra la puerta lateral del asiento del copiloto. Hablamos poco, solo hubo suspiros ocasionales. Me preguntaba si Bella se ofendería si le pidiese que me dejase ir en la parte de atrás de la furgoneta en el camino de vuelta a casa. Probablemente se reiría y preguntaría si podía ir conmigo.
Por supuesto, Renée eligió el restaurante más alejado, un italiano llamado Notini, que estaba al otro lado del rio Bossier. Treinta minutos nunca habían pasado tan despacio.
Tan pronto como entramos en ese lugar mis sentidos fueron atacados por el tintineo de los platos y los muy tentadores olores. Bella permaneció agarrada a mi mano hasta que nos acercamos a la barra para pedir la comida. Ella se inclinó y difundió su dulce aliento por mi cara.”¿Quieres compartir un plato grande de espaguetis conmigo?”
“¿Crees que será suficiente para los dos?”Susurré.
“Acabo de ver a alguien comiéndose uno. Es dos veces más grande que mi cabeza.”Dijo soltando una risita.
“Está bien. Compartiré lo que quieras.”Rodeé su cintura con los brazos. Decidí ser amable e iniciar una conversación con Renée.”¿Sabe ya lo que le gustaría pedir, Sra. Dwyer?”
Durante un minuto se hizo el silencio y estuve bastante seguro de que Bella y su madre habrían mantenido una conversación mediante sus miradas.”Creo que voy a pedir lasaña y un poco de té de menta.”
“Creo que yo también voy a pedir eso. Me refiero al té.” Bella se unió a la incómoda conversación, hablando alegremente para tratar de aligerar el estado de ánimo.
Dimos unos pasos hacia delante y nos saludó un caballero que parecía mayor.”Hola ¿Qué puedo traerles?”
“Un plato grande de espaguetis y dos tés de menta.”Dije sacando mi cartera. Me alegró que Bella no discutiese conmigo.”Renée ¿te gustaría que pidiese por ti?”Pregunté inclinando la cabeza hacia un lado, esperando la respuesta.
“No, gracias. Puedo hacerlo yo.”Dijo con un tono levemente amargo.”Lasaña y té de menta también.”
“¿Qué tipo de lasaña le gustaría? ¿Simple o de carne?”Preguntó el hombre. Yo apreté la cintura de Bella, dejándola saber que estaba con ella.
“De carne, por favor.”
“¿Quiere albóndigas?”Preguntó. Empecé a preguntarme si alguna vez terminaríamos de pedir.
Ni siquiera tuve que presionar a Bella para que contestase.”¡Oh! ¡Sí, por favor! ¿Uno plato o dos, Edward?”
“Los que tú quieras.”Dije sonriendo, feliz de verla realmente entusiasmada por esta cena, incluso aunque solo fuera por las albóndigas.
“Dos, por favor.”Dijo como una niña feliz. Me reí entre dientes y hundí la nariz en su cabello.
“Eres adorable ¿Lo sabías?”Le pregunté. Ella soltó una risita tonta y me besó la mejilla. Oí como Renée se aclaraba la garganta a mi lado. Tuve que morderme el labio para evitar gemir.
“Bien chicos, serán 33.34.”Dijo el caballero. Entregué mi tarjeta de crédito antes de que cualquiera de las chicas pudiese discutir. Me parecía que el chasqueo de la lengua de Renée dejaba claro que no estaba de acuerdo con que yo pagase. Probablemente pensaba que yo me dedicaba a presumir. Me daba igual.”Bien, tienen el número diez, les llamaré cuando la comida esté lista.”
Bella me llevó hasta una mesa y me dio un pequeño beso en la mejilla.”Eres un buen hombre.”Susurró junto a mi oreja. Oí que la silla que estaba mi lado se arrastraba.”Voy a por los cubiertos y demás, enseguida vuelvo.”
“Vale, cielo.”Dijo la Sra. Dwyer con voz dulce. Casi me levanto para ir a ayudar a Bella, pero ella comenzó a hablar.”Edward, me gustaría pedirte disculpas.”
Me tocaba contestar algo pero no estaba seguro de qué decir. Lo pensé un segundo antes de hablar.”Está bien. Entiendo que trate de proteger a su hija. Sin embargo no tiene porque preocuparse por ella, es una mujer increíble.”
“Ya lo veo. Pero nunca dejaré de preocuparme por ella.”Dijo con un fuerte suspiro.”Solo quiero que sepas que voy a intentar mantener una mentalidad abierta respecto a ti, pero no te prometo ser siempre amable.”Dijo con sinceridad.
“La respeto y le doy las gracias por esta advertencia. ¿Se ofendería usted si le dijese lo mismo?”
“No esperaba menos. Siempre y cuando nos trates a mi hija y a mí con respeto, eso es todo lo que importa.”
“Yo siempre la trataré respetuosamente, aunque no siempre estaré de acuerdo con su comportamiento Sra. Dwyer. Y siempre amaré y respetare a su hija.”Dije con una péquela sonrisa. Me parecía que Bella estaba detrás de mí, escuchando a escondidas. Decidí no ponerla nerviosa y hacerle saber que la había pillado, de todas formas era el momento.
Bella Swan
Anduve rápidamente, para conseguir todo lo que necesitábamos para la cena, tenedores, cuchillos, queso, servilletas y pajitas. Pero cuando volví me di cuenta de que estaban hablando y no parecía que fuese de forma… hostil. Era como si estuviesen llegando a un acuerdo. Rondé por allí escuchando el final de la conversación.
“No esperaba menos.”Dijo mi madre con una pequeña sonrisa mientras miraba directamente a Edward.” Siempre y cuando nos trates a mi hija y a mí con respeto, eso es todo lo que importa.”
“Yo siempre la trataré respetuosamente, aunque no siempre estaré de acuerdo con su comportamiento Sra. Dwyer. Y siempre amaré y respetare a su hija.”Respondió Edward con tanta confianza y fuerza que lo único que quise fue rodearle con mis brazos, abrazarle fuertemente y besarle por todas partes.
Finalmente mi madre advirtió que estaba por allí y levantó la cabeza.”Aquí estas. Tienes los brazos llenos ¿Eh?”Dijo y se puso en pie para ayudarme con todas las cosas. Juntas pusimos la mesa antes de sentarnos.”Entonces Bella, háblame de la universidad.”
Me sorprendí cuando la cena pasó tan rápidamente y sin incidentes. Mi madre siempre me miraba detenidamente cuando yo me inclinaba para decirle algo a Edward o para tocarle de cualquier forma. No me importaba si a ella no le gustaba.
“Oh, hay diez tipo diferentes de tarta.”Susurré junto al oído de Edward. Él esbozó una gran sonrisa, apoyando su mejilla contra la mía.
“¿Cómo, me pregunto, es posible que aun tengas hambre? Estoy lleno. ¿Dónde se supone que lo guardas todo? ¡Eres como una ramita!”Se burló de mi palpando mi estomago.
“¡Pero es tarta de queso! Siempre hay sitio para la tarta de queso.”Repliqué.
“Pensaba que era la gelatina.”Bromeó.
“La gelatina empacha demasiado. Es antinatural como esas ensaladas de frutas y demás. No voy a comer babas. Y ¿Sabes de lo que están hechas?”
“Me parece que no quiero saberlo.”Murmuró.
“Sabes, a ella nunca le gustó la gelatina, ni siquiera cuando era niña. Le daban arcadas. Prefería el pudin.”Dijo Renée incorporándose finalmente a la conversación. Por una vez no parecía hacerlo forzada o estar molesta. Simplemente habló. La sonreí con gratitud.
“Yo siempre he preferido el pudin de chocolate. Sabia mejor.”Añadió Edward.
Me sorprendió que ellos empezasen un debate sobre los alimentos que él y yo queríamos cuando éramos niños y que yo no dijese ni una sola palabra. Sacudí la cabeza y me levanté. Edward lo notó y tocó mi sitio.”Voy a buscar un trozo de tarta de queso. Toda esta charla sobre marcas de postres me ha abierto el apetito. ¿Te apetece compartirlo conmigo?”
“Por supuesto.”Sonrió.
“¿Con fresa o arándanos?”Le pregunté, apoyando mi mano en su hombro.
“Tú sabes que me gustará cualquier cosa que traigas.”Alzó el rostro hacia el mío y sonrió.
Me reí tontamente.”Eso es porque eres una persona que está a mi entera disposición.”Me burlé. Mi madre se rió entre dientes.
“Me recuerdas a Phil.”
La miré con ojos tristes. Su rostro decayó cuando se dio cuenta de lo que había dicho. Con su mano se frotó la cara y apartó la mirada. Le lancé una pequeña sonrisa antes de acercarme a los postres.
Al primero que dejamos en casa fue a Edward para que así mi madre y yo pudiésemos pasar un poco más de tiempo juntas. Aunque yo sabía que necesitábamos hablar permanecimos en silencio, mirando a cualquier parte menos la una a la otra.
“Parece un buen chico.”Dijo mi madre finalmente.
“El mejor.”
“Si te hace algún tipo de daño, le mataré. Que lo sepas.”No estaba segura de si estaba bromeando o no.
“Me preocupa más que yo le haga daño a él.”Dije con sinceridad.
“¿Por qué?”Ella se giró a mirarme, curiosa.
Detuve la furgoneta delante de su hotel y apagué el contacto antes de girarme hacia ella para responderla.”Está considerando hacer algo respecto a su… condición. Al principio yo quería que lo hiciese, pero ahora no estoy tan segura.”
“¿Por qué no quieres que lo haga? ¿No haría las cosas más fáciles?”Preguntó.
“Sí, pero si no funciona yo no quiero que me odie.”Dije inclinando la cabeza contra el volante.
“No te odiará. Él te ama, cielo. ¿Por qué te odiaría?”Puso una mano sobre mi espalda, reconfortándome.
“Porque, imprudentemente al principio le presioné y ahora lucho contra ello. Probablemente piensa que todo fue pura charlatanería.”Cerré los ojos y respiré profundamente.
“Bella. Al final él decidirá lo que crea que es mejor. Lo único que podemos hacer es apoyarle.”Frotó en círculos calmantes a lo largo de mis hombros.
Me incorporé para mirarla, sorprendida.”Gracias.”
“¿Por qué?”Ella me miró con curiosidad.
“Por actuar como una madre.”
Se rió entre dientes durante un segundo antes de abrazarme.”Por una vez ¿Eh?”
“Sí, me gustaría tener una cámara de video. Esta era una de las experiencias que quería vivir a lo largo de mi vida.”Bromeé.
Se mofó de mí y me dio un bofetón en el hombro antes de abrazarme más fuerte. Permanecimos sentadas en silencio durante un momento después, ella suspiró.”Bella, voy a reservar el vuelo de esta noche. Tengo que ir a casa y pedirle disculpas a Phil.”
“¿Quieres hablar sobre ello?”Le pregunté.
“No, esto es algo que tengo que solucionar con Phil y solo con él. Gracias de todas formas. Eres una buena chica.”Me acarició el cabello.”Voy a hacer las maletas y pagar la factura. ¿Te importaría llevarme al aeropuerto?”
“Para nada, mamá.”
Edward Cullen
Después de que Bella me dejase en casa decidí tumbarme y echar una siesta. No sabía si Bella estaría con ánimos suficientes para tener compañía. Había tenido que soportar mucho. Me quité los zapatos y las gafas. Apoyé la cabeza en la almohada y me fui deslizando hacia la inconsciencia.
Soñaba con el sonido de la risa de Bella, suave y dulce, cuando el crujido de la puerta me despertó. Me senté despacio, no estaba seguro de quien era.”¿Hola?”
“Oh, hola Edward. Lo siento, no quería despertarte.”Dijo Jasper tranquilamente cerrando la puerta detrás de él
“No pasa nada. Solo intentaba recuperar algunas horas de sueño.”
“¿Fin de semana salvaje?”Se rió entre dientes.
“Se podría decir así. Renée, la madre de Bella, estaba esperándonos cuando llegamos a casa el sábado.”Murmuré, desplomándome otra vez en la cama.
“¡Hostia! ¿De verdad? ¿Va todo bien, tio?”Dijo, probablemente, mas alto de lo que quería, le sorpresa de su voz era evidente.
“Sí, creo que sí. De alguna forma Bella la puso en su lugar, por así decirlo. Fuimos a cenar, y no estuvo tan mal, pero yo me sentía incomodo.”
“¿Bella está ahora con ella?”Preguntó, la cama de al lado crujió cuando él se sentó.
“Sí, necesitaban tiempo a solas. Me siento fatal por todo esto. Yo estoy causando todos estos problemas.”Suspiré fuertemente restregándome los ojos.
“De eso nada. Tio, ella te habría odiado de todas formas. Simplemente apuesta por Bella y apóyala y demuéstrale a la chiflada de su madre que se equivoca.”Dijo, su acento se manifestó al final.
Resoplé y sonreí.”Estaba planeando hacer eso.”
“Bien. No dejes que te moleste. Tú amas a Bella y eso es todo lo que importa. Y si a ella no le gusta que se largue.”Dijo en tono firme.
“Gracias.”Dije sonriendo.”Eres un buen amigo.”
Mi teléfono vibró en mi bolsillo y entonces comenzó a sonar el tono de llamada de Bella. Jasper rió entre dientes.”Voy a darme una ducha. Saluda a Bella de mi parte.”Dijo antes de salir de la habitación.
Escuché la canción durante un largo momento, era FNT de Semisonic. Esta canción se ajustaba a Bella como un guante, en mi mente por lo menos.”Novedad fascinante, me sorprende que nunca hayas dicho que eres encantadora y perfecta y que alguien te desea. Me sorprende que nunca hayas dicho que eres inestimable, sí, eres preciosa, incluso cuando has dejado de ser la novedad.”
“Hola Bella.”Suspiré su nombre, completamente feliz de hablar con ella.
“Hola, guapo.”Respondió con una sonrisa evidente en su voz. Estaba tan contento de que ella no estuviese llorando o enfadada que sentía como si mi corazón fuese a estallar.”¿Cómo estás?”
“Estoy bien. He estado tomando una siesta. Jazz te manda saludos, por cierto.”
“Bien, devuélveselos también ¿Tiene mucha resaca?”Preguntó soltando una risita.
“No lo parece.”Reí entre dientes.”Se está dando una ducha, de todas formas ¿Dónde estás?”
“Estoy en casa. Alice acaba de llegar y está demasiado ¨alegre¨. Creo que me voy a ir para allí contigo y meterme en la cama.”
“¿Y tu madre?”
“Decidió marcharse y volver a casa. Necesita arreglar las cosas con Phil.”
“¿Va todo bien?”Le pregunté tranquilamente.
“Eso espero. Edward…”Dejó que su voz decayese, quería decirme algo pero se estaba conteniendo.
“¿Qué? Puedes decirme lo que sea Bella.”La tranquilicé. Escuché su suave respiración durante un minuto antes de que finalmente se decidiese a hablar.
“Le dije a mi madre que tal vez ibas a someterte a la cirugía.”
“Oh…”Me quedé callado sin saber qué decir.
“Ella me dijo que te apoyase sin importar lo que decidieses y que tú me amarías por encima de todo.”
“Bueno, ha sido perfectamente correcta. Deberías escuchar a tu madre algunas veces.”Dije a la ligera, tratando de mejorar su estado de ánimo. También quería dejarle claro que no estaba enfadado.”
“Sí, bueno, no pueda hacerla caso siempre.”Dijo soltando una risita.
“No, pero es estos momentos deberías. ¿Bella quieres que vaya hasta allí y que te mantenga caliente?”
“Oh, sí por favor. Me encantaría. Tráete las cosas que necesitas para mañana y pasa la noche conmigo.”Dijo alegremente.
“Bien, estaré allí dentro de poco. Te amo.”
“Yo también te amo, te veré dentro de poco.”Dijo antes de colgase.
Aparté el teléfono de mi oído y lo cerré lentamente. Los sujeté durante un segundo y cerré los ojos con fuerza.”Yo también te veré dentro de poco.”
Bella Swan
“Ahora, mamá ¿Prometes ser buena, verdad?”Pregunté cuando la recogí en el hotel. Volví al campus tan rápido como mi furgoneta podía llevarnos. Por supuesto, mi madre nos había retrasado.
“Dije que iba a darle una oportunidad ¿No?”Murmuró mientras miraba por la ventanilla.
“Sí, pero no has dicho que te portarías bien. Ahora promételo o daré la vuelta y te dejaré en el hotel otra vez.”Dije firmemente, subrayando cada palabra que pronunciaba.
“Muy bien, Bella. Te lo prometo.”Dijo igual que si fuese una adolescente enfadada. Puse los ojos en blanco y suspiré. Esta iba a ser una larga noche.
Mi madre insistió en entrar en el dormitorio de Edward conmigo. No tenía ni idea de por qué. Supongo que quería ¨inspeccionar¨ donde vivía. Creo que buscaba alguna escusa para que no le gustase. Así tal vez yo sabría por qué…
Llamé a la puerta, pero no hubo respuesta. Escuche a Edward tocando el piano en el interior. Mi madre me dio un golpecito en el hombro e inclinó la cabeza hacia la puerta.”¿Qué?”Pregunté mientras abría.
Mi madre se quedó paralizada cuando vio a Edward tocar. Estaba arreglado para salir, sus gafas se encontraban en su sitio y sus zapatos en sus pies. Debía de haberse aburrido esperando por nosotras y decidió entretenerse. Sus dedos se deslizaban por las teclas con habilidad.
“Edward.”Dije su nombre suavemente para no asustarle. Él sonrió y no dejó de tocar.
“¿Todo bien?”Preguntó a la vez que tocaba.
“Sí, bien. Mi madre no sabe llegar a los sitios a tiempo.”Le lancé una mirada asesina y ella me dio la espalda.
Me ignoró y dio un paso hacia delante. Me parecía que Edward estaba escuchando, tenía la cabeza inclinada hacia un lado. Él conocía mis pasos.”Buenas tardes, Sra. Dwyer.”Dijo educadamente.
“Es precioso. ¿Qué canción es?”
“Es Danza de la moza donosa de Ginastera. Me recuerda a Bella.”Dijo con una dulce sonrisa.
“Al parecer nunca has vito bailar a Bella.”Dijo mi madre resoplando.
Gemí y puse los ojos en blanco. Me sonrojé debido a la vergüenza.”Madre…”
Aunque Edward se lo tomó con calma.”No, no la he hecho. He bailado con ella en varias ocasiones y creo que lo ha hecho bien.”Dijo con una péqueña sonrisa.
La canción llegó a su fin y empujó el teclado a su lugar habitual.”Lo siento, no me gusta parar sin haber terminado la canción. Ahora ya estoy listo.”
Edward Cullen
No creo que ir hacia el restaurante hubiese podido ser más incomodo de cómo era yendo yo apretado contra la puerta lateral del asiento del copiloto. Hablamos poco, solo hubo suspiros ocasionales. Me preguntaba si Bella se ofendería si le pidiese que me dejase ir en la parte de atrás de la furgoneta en el camino de vuelta a casa. Probablemente se reiría y preguntaría si podía ir conmigo.
Por supuesto, Renée eligió el restaurante más alejado, un italiano llamado Notini, que estaba al otro lado del rio Bossier. Treinta minutos nunca habían pasado tan despacio.
Tan pronto como entramos en ese lugar mis sentidos fueron atacados por el tintineo de los platos y los muy tentadores olores. Bella permaneció agarrada a mi mano hasta que nos acercamos a la barra para pedir la comida. Ella se inclinó y difundió su dulce aliento por mi cara.”¿Quieres compartir un plato grande de espaguetis conmigo?”
“¿Crees que será suficiente para los dos?”Susurré.
“Acabo de ver a alguien comiéndose uno. Es dos veces más grande que mi cabeza.”Dijo soltando una risita.
“Está bien. Compartiré lo que quieras.”Rodeé su cintura con los brazos. Decidí ser amable e iniciar una conversación con Renée.”¿Sabe ya lo que le gustaría pedir, Sra. Dwyer?”
Durante un minuto se hizo el silencio y estuve bastante seguro de que Bella y su madre habrían mantenido una conversación mediante sus miradas.”Creo que voy a pedir lasaña y un poco de té de menta.”
“Creo que yo también voy a pedir eso. Me refiero al té.” Bella se unió a la incómoda conversación, hablando alegremente para tratar de aligerar el estado de ánimo.
Dimos unos pasos hacia delante y nos saludó un caballero que parecía mayor.”Hola ¿Qué puedo traerles?”
“Un plato grande de espaguetis y dos tés de menta.”Dije sacando mi cartera. Me alegró que Bella no discutiese conmigo.”Renée ¿te gustaría que pidiese por ti?”Pregunté inclinando la cabeza hacia un lado, esperando la respuesta.
“No, gracias. Puedo hacerlo yo.”Dijo con un tono levemente amargo.”Lasaña y té de menta también.”
“¿Qué tipo de lasaña le gustaría? ¿Simple o de carne?”Preguntó el hombre. Yo apreté la cintura de Bella, dejándola saber que estaba con ella.
“De carne, por favor.”
“¿Quiere albóndigas?”Preguntó. Empecé a preguntarme si alguna vez terminaríamos de pedir.
Ni siquiera tuve que presionar a Bella para que contestase.”¡Oh! ¡Sí, por favor! ¿Uno plato o dos, Edward?”
“Los que tú quieras.”Dije sonriendo, feliz de verla realmente entusiasmada por esta cena, incluso aunque solo fuera por las albóndigas.
“Dos, por favor.”Dijo como una niña feliz. Me reí entre dientes y hundí la nariz en su cabello.
“Eres adorable ¿Lo sabías?”Le pregunté. Ella soltó una risita tonta y me besó la mejilla. Oí como Renée se aclaraba la garganta a mi lado. Tuve que morderme el labio para evitar gemir.
“Bien chicos, serán 33.34.”Dijo el caballero. Entregué mi tarjeta de crédito antes de que cualquiera de las chicas pudiese discutir. Me parecía que el chasqueo de la lengua de Renée dejaba claro que no estaba de acuerdo con que yo pagase. Probablemente pensaba que yo me dedicaba a presumir. Me daba igual.”Bien, tienen el número diez, les llamaré cuando la comida esté lista.”
Bella me llevó hasta una mesa y me dio un pequeño beso en la mejilla.”Eres un buen hombre.”Susurró junto a mi oreja. Oí que la silla que estaba mi lado se arrastraba.”Voy a por los cubiertos y demás, enseguida vuelvo.”
“Vale, cielo.”Dijo la Sra. Dwyer con voz dulce. Casi me levanto para ir a ayudar a Bella, pero ella comenzó a hablar.”Edward, me gustaría pedirte disculpas.”
Me tocaba contestar algo pero no estaba seguro de qué decir. Lo pensé un segundo antes de hablar.”Está bien. Entiendo que trate de proteger a su hija. Sin embargo no tiene porque preocuparse por ella, es una mujer increíble.”
“Ya lo veo. Pero nunca dejaré de preocuparme por ella.”Dijo con un fuerte suspiro.”Solo quiero que sepas que voy a intentar mantener una mentalidad abierta respecto a ti, pero no te prometo ser siempre amable.”Dijo con sinceridad.
“La respeto y le doy las gracias por esta advertencia. ¿Se ofendería usted si le dijese lo mismo?”
“No esperaba menos. Siempre y cuando nos trates a mi hija y a mí con respeto, eso es todo lo que importa.”
“Yo siempre la trataré respetuosamente, aunque no siempre estaré de acuerdo con su comportamiento Sra. Dwyer. Y siempre amaré y respetare a su hija.”Dije con una péquela sonrisa. Me parecía que Bella estaba detrás de mí, escuchando a escondidas. Decidí no ponerla nerviosa y hacerle saber que la había pillado, de todas formas era el momento.
Bella Swan
Anduve rápidamente, para conseguir todo lo que necesitábamos para la cena, tenedores, cuchillos, queso, servilletas y pajitas. Pero cuando volví me di cuenta de que estaban hablando y no parecía que fuese de forma… hostil. Era como si estuviesen llegando a un acuerdo. Rondé por allí escuchando el final de la conversación.
“No esperaba menos.”Dijo mi madre con una pequeña sonrisa mientras miraba directamente a Edward.” Siempre y cuando nos trates a mi hija y a mí con respeto, eso es todo lo que importa.”
“Yo siempre la trataré respetuosamente, aunque no siempre estaré de acuerdo con su comportamiento Sra. Dwyer. Y siempre amaré y respetare a su hija.”Respondió Edward con tanta confianza y fuerza que lo único que quise fue rodearle con mis brazos, abrazarle fuertemente y besarle por todas partes.
Finalmente mi madre advirtió que estaba por allí y levantó la cabeza.”Aquí estas. Tienes los brazos llenos ¿Eh?”Dijo y se puso en pie para ayudarme con todas las cosas. Juntas pusimos la mesa antes de sentarnos.”Entonces Bella, háblame de la universidad.”
Me sorprendí cuando la cena pasó tan rápidamente y sin incidentes. Mi madre siempre me miraba detenidamente cuando yo me inclinaba para decirle algo a Edward o para tocarle de cualquier forma. No me importaba si a ella no le gustaba.
“Oh, hay diez tipo diferentes de tarta.”Susurré junto al oído de Edward. Él esbozó una gran sonrisa, apoyando su mejilla contra la mía.
“¿Cómo, me pregunto, es posible que aun tengas hambre? Estoy lleno. ¿Dónde se supone que lo guardas todo? ¡Eres como una ramita!”Se burló de mi palpando mi estomago.
“¡Pero es tarta de queso! Siempre hay sitio para la tarta de queso.”Repliqué.
“Pensaba que era la gelatina.”Bromeó.
“La gelatina empacha demasiado. Es antinatural como esas ensaladas de frutas y demás. No voy a comer babas. Y ¿Sabes de lo que están hechas?”
“Me parece que no quiero saberlo.”Murmuró.
“Sabes, a ella nunca le gustó la gelatina, ni siquiera cuando era niña. Le daban arcadas. Prefería el pudin.”Dijo Renée incorporándose finalmente a la conversación. Por una vez no parecía hacerlo forzada o estar molesta. Simplemente habló. La sonreí con gratitud.
“Yo siempre he preferido el pudin de chocolate. Sabia mejor.”Añadió Edward.
Me sorprendió que ellos empezasen un debate sobre los alimentos que él y yo queríamos cuando éramos niños y que yo no dijese ni una sola palabra. Sacudí la cabeza y me levanté. Edward lo notó y tocó mi sitio.”Voy a buscar un trozo de tarta de queso. Toda esta charla sobre marcas de postres me ha abierto el apetito. ¿Te apetece compartirlo conmigo?”
“Por supuesto.”Sonrió.
“¿Con fresa o arándanos?”Le pregunté, apoyando mi mano en su hombro.
“Tú sabes que me gustará cualquier cosa que traigas.”Alzó el rostro hacia el mío y sonrió.
Me reí tontamente.”Eso es porque eres una persona que está a mi entera disposición.”Me burlé. Mi madre se rió entre dientes.
“Me recuerdas a Phil.”
La miré con ojos tristes. Su rostro decayó cuando se dio cuenta de lo que había dicho. Con su mano se frotó la cara y apartó la mirada. Le lancé una pequeña sonrisa antes de acercarme a los postres.
Al primero que dejamos en casa fue a Edward para que así mi madre y yo pudiésemos pasar un poco más de tiempo juntas. Aunque yo sabía que necesitábamos hablar permanecimos en silencio, mirando a cualquier parte menos la una a la otra.
“Parece un buen chico.”Dijo mi madre finalmente.
“El mejor.”
“Si te hace algún tipo de daño, le mataré. Que lo sepas.”No estaba segura de si estaba bromeando o no.
“Me preocupa más que yo le haga daño a él.”Dije con sinceridad.
“¿Por qué?”Ella se giró a mirarme, curiosa.
Detuve la furgoneta delante de su hotel y apagué el contacto antes de girarme hacia ella para responderla.”Está considerando hacer algo respecto a su… condición. Al principio yo quería que lo hiciese, pero ahora no estoy tan segura.”
“¿Por qué no quieres que lo haga? ¿No haría las cosas más fáciles?”Preguntó.
“Sí, pero si no funciona yo no quiero que me odie.”Dije inclinando la cabeza contra el volante.
“No te odiará. Él te ama, cielo. ¿Por qué te odiaría?”Puso una mano sobre mi espalda, reconfortándome.
“Porque, imprudentemente al principio le presioné y ahora lucho contra ello. Probablemente piensa que todo fue pura charlatanería.”Cerré los ojos y respiré profundamente.
“Bella. Al final él decidirá lo que crea que es mejor. Lo único que podemos hacer es apoyarle.”Frotó en círculos calmantes a lo largo de mis hombros.
Me incorporé para mirarla, sorprendida.”Gracias.”
“¿Por qué?”Ella me miró con curiosidad.
“Por actuar como una madre.”
Se rió entre dientes durante un segundo antes de abrazarme.”Por una vez ¿Eh?”
“Sí, me gustaría tener una cámara de video. Esta era una de las experiencias que quería vivir a lo largo de mi vida.”Bromeé.
Se mofó de mí y me dio un bofetón en el hombro antes de abrazarme más fuerte. Permanecimos sentadas en silencio durante un momento después, ella suspiró.”Bella, voy a reservar el vuelo de esta noche. Tengo que ir a casa y pedirle disculpas a Phil.”
“¿Quieres hablar sobre ello?”Le pregunté.
“No, esto es algo que tengo que solucionar con Phil y solo con él. Gracias de todas formas. Eres una buena chica.”Me acarició el cabello.”Voy a hacer las maletas y pagar la factura. ¿Te importaría llevarme al aeropuerto?”
“Para nada, mamá.”
Edward Cullen
Después de que Bella me dejase en casa decidí tumbarme y echar una siesta. No sabía si Bella estaría con ánimos suficientes para tener compañía. Había tenido que soportar mucho. Me quité los zapatos y las gafas. Apoyé la cabeza en la almohada y me fui deslizando hacia la inconsciencia.
Soñaba con el sonido de la risa de Bella, suave y dulce, cuando el crujido de la puerta me despertó. Me senté despacio, no estaba seguro de quien era.”¿Hola?”
“Oh, hola Edward. Lo siento, no quería despertarte.”Dijo Jasper tranquilamente cerrando la puerta detrás de él
“No pasa nada. Solo intentaba recuperar algunas horas de sueño.”
“¿Fin de semana salvaje?”Se rió entre dientes.
“Se podría decir así. Renée, la madre de Bella, estaba esperándonos cuando llegamos a casa el sábado.”Murmuré, desplomándome otra vez en la cama.
“¡Hostia! ¿De verdad? ¿Va todo bien, tio?”Dijo, probablemente, mas alto de lo que quería, le sorpresa de su voz era evidente.
“Sí, creo que sí. De alguna forma Bella la puso en su lugar, por así decirlo. Fuimos a cenar, y no estuvo tan mal, pero yo me sentía incomodo.”
“¿Bella está ahora con ella?”Preguntó, la cama de al lado crujió cuando él se sentó.
“Sí, necesitaban tiempo a solas. Me siento fatal por todo esto. Yo estoy causando todos estos problemas.”Suspiré fuertemente restregándome los ojos.
“De eso nada. Tio, ella te habría odiado de todas formas. Simplemente apuesta por Bella y apóyala y demuéstrale a la chiflada de su madre que se equivoca.”Dijo, su acento se manifestó al final.
Resoplé y sonreí.”Estaba planeando hacer eso.”
“Bien. No dejes que te moleste. Tú amas a Bella y eso es todo lo que importa. Y si a ella no le gusta que se largue.”Dijo en tono firme.
“Gracias.”Dije sonriendo.”Eres un buen amigo.”
Mi teléfono vibró en mi bolsillo y entonces comenzó a sonar el tono de llamada de Bella. Jasper rió entre dientes.”Voy a darme una ducha. Saluda a Bella de mi parte.”Dijo antes de salir de la habitación.
Escuché la canción durante un largo momento, era FNT de Semisonic. Esta canción se ajustaba a Bella como un guante, en mi mente por lo menos.”Novedad fascinante, me sorprende que nunca hayas dicho que eres encantadora y perfecta y que alguien te desea. Me sorprende que nunca hayas dicho que eres inestimable, sí, eres preciosa, incluso cuando has dejado de ser la novedad.”
“Hola Bella.”Suspiré su nombre, completamente feliz de hablar con ella.
“Hola, guapo.”Respondió con una sonrisa evidente en su voz. Estaba tan contento de que ella no estuviese llorando o enfadada que sentía como si mi corazón fuese a estallar.”¿Cómo estás?”
“Estoy bien. He estado tomando una siesta. Jazz te manda saludos, por cierto.”
“Bien, devuélveselos también ¿Tiene mucha resaca?”Preguntó soltando una risita.
“No lo parece.”Reí entre dientes.”Se está dando una ducha, de todas formas ¿Dónde estás?”
“Estoy en casa. Alice acaba de llegar y está demasiado ¨alegre¨. Creo que me voy a ir para allí contigo y meterme en la cama.”
“¿Y tu madre?”
“Decidió marcharse y volver a casa. Necesita arreglar las cosas con Phil.”
“¿Va todo bien?”Le pregunté tranquilamente.
“Eso espero. Edward…”Dejó que su voz decayese, quería decirme algo pero se estaba conteniendo.
“¿Qué? Puedes decirme lo que sea Bella.”La tranquilicé. Escuché su suave respiración durante un minuto antes de que finalmente se decidiese a hablar.
“Le dije a mi madre que tal vez ibas a someterte a la cirugía.”
“Oh…”Me quedé callado sin saber qué decir.
“Ella me dijo que te apoyase sin importar lo que decidieses y que tú me amarías por encima de todo.”
“Bueno, ha sido perfectamente correcta. Deberías escuchar a tu madre algunas veces.”Dije a la ligera, tratando de mejorar su estado de ánimo. También quería dejarle claro que no estaba enfadado.”
“Sí, bueno, no pueda hacerla caso siempre.”Dijo soltando una risita.
“No, pero es estos momentos deberías. ¿Bella quieres que vaya hasta allí y que te mantenga caliente?”
“Oh, sí por favor. Me encantaría. Tráete las cosas que necesitas para mañana y pasa la noche conmigo.”Dijo alegremente.
“Bien, estaré allí dentro de poco. Te amo.”
“Yo también te amo, te veré dentro de poco.”Dijo antes de colgase.
Aparté el teléfono de mi oído y lo cerré lentamente. Los sujeté durante un segundo y cerré los ojos con fuerza.”Yo también te veré dentro de poco.”
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