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TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
no seas malita pense que habias puesto otro ya poh amiga no seas así?
ya? por fis? porfis?
ya? por fis? porfis?
Atal- .
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Mini-Blog : un día a la vez....
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
jajjjjajajajaj sorry .......
aki les vaaaaaaaaaaa
Capítulo 14: Distracciones y Declaraciones
Bella’s POV
“Vamos, hermanita,” dijo Emmett mientras me levantaba, sabiendo que yo estaba demasiado débil y enojada como para sostenerme sola justo ahora.
Recosté mi cabeza contra el hombro de Emmett, dispuesta a que cayeran las lágrimas que sabía nunca podrían hacerlo. Nunca podría llorar de nuevo, gracias a lo que dejé atrás por Edward. Me debatía entre rabia y tristeza; entre querer correr hacia él, y querer hacerlo pedazos.
Justo ahora, él necesitaba resolver las cosas con Annabelle, y no puede hacer eso si yo estoy metida en la foto. No puedo soportarlo. Si él quiere pasar sus noches mirándola, como hacía conmigo hace tanto, puede hacerlo ahora. Sólo esperaba que se mantuviera fiel a mí, y que no se enamorara completamente de ella.
Sin mirar atrás a mi esposo, caminamos fuera del claro. Me obligué a mi misma a mantenerme unida, a pesar de cuan difícil fuera esto. Todo lo que quería ahora era correr de regreso a Edward y decirle que lo amo, pero sabía que no podía hacer eso.
Una vez Rose nos alcanzó, Emmett comenzó a correr. No sabía a donde íbamos, ni me importaba. Sin Edward, mi vida realmente no tenía significado.
“¿Bella, quieres ir a Denali?” Me preguntó Rosalie mientras salíamos de los límites de Forks.
La miré con mis ojos muertos, pero no respondí.
“Bella, tenemos que ir a algún lado. ¿Quieres quedarte en Forks?”
Arrugué mi frente ligeramente, tratando de explicarme dónde quería estar justo ahora. Mi boca cayó abierta levemente, mientras me di cuenta que mis pensamientos se estaban desviando hacia Jacob de nuevo. Nunca me enteré que fue de él, pero para estas alturas estoy segura que es feliz.
“No. No quiero estar en Forks.” Dije finalmente, comprendiendo que nada bueno resultaría en que buscara a Jacob.
“¿Denali, o algún otro lugar?”
“No Denali. No puedo enfrentar a nadie ahora.”
“Vale. Emmett, dirígete hacia la casa en la Isla Vancouver.” Le dijo Rosalie, su mirada resuelta.
“Simplemente descansa, hermanita. No me importa cargarte.” Me dijo Emmett mientras besaba mi frente.
“Gracias,” dije suavemente, deseando que no estuviera en este predicamento en primer lugar.
Volar por entre los árboles en los brazos de Emmett me recordó cuando era humana y corría con Edward. Traté de alejar esos recuerdos, pero era demasiado difícil. Me llené de alivio cuando Emmett salió del bosque frente a una mansión azul claro.
“Aquí es donde vivimos cuando dejamos Forks por primera vez; después que hicimos el tratado con la manada.” Me dijo Rosalie mientras nos encaminábamos al interior.
De inmediato, ella quitó la cubierta blanca de un sofá que se veía muy viejo, dejando que Emmett me sentara sobre él.
Miré alrededor, y no pude hacer menos que sonreír. Nadie había estado en esta casa en un siglo y medio, y ciertamente se veía. Todavía estaba asombrada de cuantas casas realmente tenía nuestra familia a través del país, a pesar de estar con ellos por tanto tiempo.
“Necesitamos conseguir algunas cosas de modo que no nos veamos mucho como marginados,” dijo Rosalie mientras terminaba rápidamente de destapar todo.
“¡Necesitamos una TV!” dijo Emmett, sus ojos viéndose tristes de que actualmente estuviera sin la última forma de entretenimiento; o cualquier forma en realidad.
“Bueno, si, eso. Pero también un auto de tal manera que no parezca que caminamos la enorme distancia al pueblo todo el tiempo. Y posiblemente unos pocos muebles más nuevos, y vamos a necesitar más ropa.”
“No quiero ir de compras,” les dije en voz baja. Todo lo que quería hacer era tenderme aquí y desear que Edward pudiera amarme.
“Lo se. Emmett, tú quédate aquí que yo saldré. Lo haré bien rápido. Además, llama a Carlisle e infórmale nuestros planes. A menos que él insista, no le cuentes donde estamos. Y asegúrense, chicos, de seguir ideando diferentes lugares para que vayamos de modo que Edward no descubra donde estamos.”
Emmett se ubicó junto a mí sobre el sofá y me acercó.
“De alguna forma va a funcionar, hermanita. Lo prometo.” Susurró él mientras yo trataba de nuevo de contener los sollozos.
“Eso espero.”
Besó la cima de mi cabeza antes de sacar su celular. Ignoró las múltiples llamadas perdidas de Edward y marcó el número de Carlisle.
“¿La encontraste?” preguntó Carlisle de inmediato, sin esperar por los saludos formales.
“Si. Estaba en Forks. Edward, Alice y Jasper están en camino de regreso a la casa justo ahora. Rose y yo nos estamos quedando con Bella. Ella no está lista para volver a casa; mientras Edward tenga sentimientos por esa chica, ella no puede estar cerca de él.”
“Comprendo. ¿Dónde se están quedando?”
“Preferiría no decir. No quiero que Edward se entere.”
“Hijo, sabes que puedes confiar en mí. He tenido más práctica en bloquear mi mente de él que el resto de ustedes.”
“Lo se. Estamos en la casa de Vancouver. Ella no quería quedarse en Forks y no quiso ir a Denali. En estos momentos estamos haciendo lo que sea que ella necesite y quiera. Justo ahora, Rose está afuera consiguiendo un auto nuevo y otras cosas.”
“Bien. Cuídenla. Ella es vital para esta familia y no podemos perderla.”
Emmett me miró con los ojos entristecidos.
“Lo se.”
“A Esme le gustaría hablar con ella, si eso está bien.”
Yo asentí y tomé el teléfono.
“Hola,” dije bien pacito, temerosa de estarle hablando a la figura paterna de la que acababa de escapar.
“¿Bella, cómo te va?” Me preguntó Carlisle, su tono lleno con nada más que compasión.
“Podría estar mejor,” dije con dolor. No había uso en mentirle.
“Haré lo que pueda para ayudar a Edward a moverse rápido a través de esto.”
“Gracias, pero no creo que eso pueda ser acelerado. ¿Cómo pudo él tener sentimientos por otra chica, Carlisle? Pensé que el vínculo entre vampiros pareja era eterno.” Dije, mi tono traicionado, mi exasperación.
“Es muy raro, debo admitirlo. Pero honestamente, Bella, tu vínculo es diferente. Edward se enamoró de ti como humana, no como vampiro. Cuando cambiaste, tus sentimientos por él se intensificaron, pero los de él por ti permanecieron iguales. Tristemente, él si perdió algunas cosas. Se que es duro, pero por favor comprende lo que él dejó”.
“¿Y qué de las cosas que yo abandoné?” pregunté cortante, aunque estaba tratando de seguir calmada con Carlisle.
“Lo se. Es muy difícil de explicar. La mejor forma en que puedo, sin embargo, es compararlo con tu situación con Jacob Black. Sólo que esta vez, es mucho peor. Edward está aún más dividido de lo que tú lo estuviste entonces. Bella, Edward te ama. Él está sintiendo un terrible dolor ahora por lo que sabe que te está haciendo.”
“¿Entonces por qué no puede simplemente ignorar a esta chica?”
“Sinceramente, no lo se. Creo que tiene que ver con que sea una cantante. De alguna manera, en su mente, él identifica una cantante como una alma gemela. Eso no es cierto, obviamente, dado que Jasper y Emmett no dejaron a sus esposas por sus cantantes, pero eso funcionó para Edward contigo. Justo ahora, él tiene un impulso inconciente hacia ella, y hasta que pueda ubicar completamente porqué se siente así, me temo que no podrá hacer una decisión sensata”.
“Esto no está bien. Yo soy su esposa.” Dije un poco más fuerte, mi rabia creciendo de nuevo.
“Y estás en todo tu derecho a estar furiosa con él, como también tus hermanos. Pero si no fueras tú en esta posición, sino uno de tus otros hermanos, ¿cómo reaccionarías entonces?”
“Todavía estaría enojada. Hicimos un compromiso, un voto eterno. Sólo porque nuestras vidas son más largas no significa que podemos simplemente dejar a nuestras parejas.”
“¿Y entonces entiendes porqué tus hermanos se están poniendo de tu lado, dejándolo aún más sólo?”
No respondí, no habiendo notado antes que él de verdad estaba completamente solo en esto.
“OH,” dije finalmente.
Edward necesitaba a alguien ahora, y no tenía a nadie.
“No quise hacer que nadie eligiera.” Dije, arrepentimiento claro en mi voz.
“Lo se, pero tus hermanos no pueden evitarlo. Bella, todos nosotros sabemos que no permanecerás en esta familia si no estás con Edward. Por duro que sea aceptarlo, sabemos que es verdad. En ocasiones eres demasiado bondadosa para tu propio bien, “ahora” siendo una de esas ocasiones. Puesto que Edward estuvo primero, se que te alejarás a ti misma más de lo que ya lo has hecho en lugar de forzarnos a elegir lados. Tus hermanos se están poniendo de tu lado en un esfuerzo por mantenerte en esta familia.”
“Carlisle, le dije cosas horribles.” Dije muy pacito.
“Y él te perdonará cada una de ellas, y probablemente se dirá peores cosas a si mismo de todas formas.”
“Lamento haber corrido.” Ya me sentía horrible. Hice la única cosa que lastimaría más a Carlisle y a Esme. Los dejé.
“Esme y yo te perdonamos, y entendemos. Tan asustados como estábamos, fue un alivio que despertaras. Bella, temí que no volverías a despertar.”
Cerré mis ojos, luchando contra las lágrimas que nunca caerían. Había aterrado a mi familia.
“¿Carlisle?” dije, mi voz temblando.
“¿Si?”
“No puedo sobrevivir sin él”
Escuché a Carlisle respirar con brusquedad, lo que me sorprendió. Él siempre estaba tan calmado y tranquilo, y raramente mostraba signos de estrés.
“Si, Bella, tu puedes.”
aki les vaaaaaaaaaaa
Capítulo 14: Distracciones y Declaraciones
Bella’s POV
“Vamos, hermanita,” dijo Emmett mientras me levantaba, sabiendo que yo estaba demasiado débil y enojada como para sostenerme sola justo ahora.
Recosté mi cabeza contra el hombro de Emmett, dispuesta a que cayeran las lágrimas que sabía nunca podrían hacerlo. Nunca podría llorar de nuevo, gracias a lo que dejé atrás por Edward. Me debatía entre rabia y tristeza; entre querer correr hacia él, y querer hacerlo pedazos.
Justo ahora, él necesitaba resolver las cosas con Annabelle, y no puede hacer eso si yo estoy metida en la foto. No puedo soportarlo. Si él quiere pasar sus noches mirándola, como hacía conmigo hace tanto, puede hacerlo ahora. Sólo esperaba que se mantuviera fiel a mí, y que no se enamorara completamente de ella.
Sin mirar atrás a mi esposo, caminamos fuera del claro. Me obligué a mi misma a mantenerme unida, a pesar de cuan difícil fuera esto. Todo lo que quería ahora era correr de regreso a Edward y decirle que lo amo, pero sabía que no podía hacer eso.
Una vez Rose nos alcanzó, Emmett comenzó a correr. No sabía a donde íbamos, ni me importaba. Sin Edward, mi vida realmente no tenía significado.
“¿Bella, quieres ir a Denali?” Me preguntó Rosalie mientras salíamos de los límites de Forks.
La miré con mis ojos muertos, pero no respondí.
“Bella, tenemos que ir a algún lado. ¿Quieres quedarte en Forks?”
Arrugué mi frente ligeramente, tratando de explicarme dónde quería estar justo ahora. Mi boca cayó abierta levemente, mientras me di cuenta que mis pensamientos se estaban desviando hacia Jacob de nuevo. Nunca me enteré que fue de él, pero para estas alturas estoy segura que es feliz.
“No. No quiero estar en Forks.” Dije finalmente, comprendiendo que nada bueno resultaría en que buscara a Jacob.
“¿Denali, o algún otro lugar?”
“No Denali. No puedo enfrentar a nadie ahora.”
“Vale. Emmett, dirígete hacia la casa en la Isla Vancouver.” Le dijo Rosalie, su mirada resuelta.
“Simplemente descansa, hermanita. No me importa cargarte.” Me dijo Emmett mientras besaba mi frente.
“Gracias,” dije suavemente, deseando que no estuviera en este predicamento en primer lugar.
Volar por entre los árboles en los brazos de Emmett me recordó cuando era humana y corría con Edward. Traté de alejar esos recuerdos, pero era demasiado difícil. Me llené de alivio cuando Emmett salió del bosque frente a una mansión azul claro.
“Aquí es donde vivimos cuando dejamos Forks por primera vez; después que hicimos el tratado con la manada.” Me dijo Rosalie mientras nos encaminábamos al interior.
De inmediato, ella quitó la cubierta blanca de un sofá que se veía muy viejo, dejando que Emmett me sentara sobre él.
Miré alrededor, y no pude hacer menos que sonreír. Nadie había estado en esta casa en un siglo y medio, y ciertamente se veía. Todavía estaba asombrada de cuantas casas realmente tenía nuestra familia a través del país, a pesar de estar con ellos por tanto tiempo.
“Necesitamos conseguir algunas cosas de modo que no nos veamos mucho como marginados,” dijo Rosalie mientras terminaba rápidamente de destapar todo.
“¡Necesitamos una TV!” dijo Emmett, sus ojos viéndose tristes de que actualmente estuviera sin la última forma de entretenimiento; o cualquier forma en realidad.
“Bueno, si, eso. Pero también un auto de tal manera que no parezca que caminamos la enorme distancia al pueblo todo el tiempo. Y posiblemente unos pocos muebles más nuevos, y vamos a necesitar más ropa.”
“No quiero ir de compras,” les dije en voz baja. Todo lo que quería hacer era tenderme aquí y desear que Edward pudiera amarme.
“Lo se. Emmett, tú quédate aquí que yo saldré. Lo haré bien rápido. Además, llama a Carlisle e infórmale nuestros planes. A menos que él insista, no le cuentes donde estamos. Y asegúrense, chicos, de seguir ideando diferentes lugares para que vayamos de modo que Edward no descubra donde estamos.”
Emmett se ubicó junto a mí sobre el sofá y me acercó.
“De alguna forma va a funcionar, hermanita. Lo prometo.” Susurró él mientras yo trataba de nuevo de contener los sollozos.
“Eso espero.”
Besó la cima de mi cabeza antes de sacar su celular. Ignoró las múltiples llamadas perdidas de Edward y marcó el número de Carlisle.
“¿La encontraste?” preguntó Carlisle de inmediato, sin esperar por los saludos formales.
“Si. Estaba en Forks. Edward, Alice y Jasper están en camino de regreso a la casa justo ahora. Rose y yo nos estamos quedando con Bella. Ella no está lista para volver a casa; mientras Edward tenga sentimientos por esa chica, ella no puede estar cerca de él.”
“Comprendo. ¿Dónde se están quedando?”
“Preferiría no decir. No quiero que Edward se entere.”
“Hijo, sabes que puedes confiar en mí. He tenido más práctica en bloquear mi mente de él que el resto de ustedes.”
“Lo se. Estamos en la casa de Vancouver. Ella no quería quedarse en Forks y no quiso ir a Denali. En estos momentos estamos haciendo lo que sea que ella necesite y quiera. Justo ahora, Rose está afuera consiguiendo un auto nuevo y otras cosas.”
“Bien. Cuídenla. Ella es vital para esta familia y no podemos perderla.”
Emmett me miró con los ojos entristecidos.
“Lo se.”
“A Esme le gustaría hablar con ella, si eso está bien.”
Yo asentí y tomé el teléfono.
“Hola,” dije bien pacito, temerosa de estarle hablando a la figura paterna de la que acababa de escapar.
“¿Bella, cómo te va?” Me preguntó Carlisle, su tono lleno con nada más que compasión.
“Podría estar mejor,” dije con dolor. No había uso en mentirle.
“Haré lo que pueda para ayudar a Edward a moverse rápido a través de esto.”
“Gracias, pero no creo que eso pueda ser acelerado. ¿Cómo pudo él tener sentimientos por otra chica, Carlisle? Pensé que el vínculo entre vampiros pareja era eterno.” Dije, mi tono traicionado, mi exasperación.
“Es muy raro, debo admitirlo. Pero honestamente, Bella, tu vínculo es diferente. Edward se enamoró de ti como humana, no como vampiro. Cuando cambiaste, tus sentimientos por él se intensificaron, pero los de él por ti permanecieron iguales. Tristemente, él si perdió algunas cosas. Se que es duro, pero por favor comprende lo que él dejó”.
“¿Y qué de las cosas que yo abandoné?” pregunté cortante, aunque estaba tratando de seguir calmada con Carlisle.
“Lo se. Es muy difícil de explicar. La mejor forma en que puedo, sin embargo, es compararlo con tu situación con Jacob Black. Sólo que esta vez, es mucho peor. Edward está aún más dividido de lo que tú lo estuviste entonces. Bella, Edward te ama. Él está sintiendo un terrible dolor ahora por lo que sabe que te está haciendo.”
“¿Entonces por qué no puede simplemente ignorar a esta chica?”
“Sinceramente, no lo se. Creo que tiene que ver con que sea una cantante. De alguna manera, en su mente, él identifica una cantante como una alma gemela. Eso no es cierto, obviamente, dado que Jasper y Emmett no dejaron a sus esposas por sus cantantes, pero eso funcionó para Edward contigo. Justo ahora, él tiene un impulso inconciente hacia ella, y hasta que pueda ubicar completamente porqué se siente así, me temo que no podrá hacer una decisión sensata”.
“Esto no está bien. Yo soy su esposa.” Dije un poco más fuerte, mi rabia creciendo de nuevo.
“Y estás en todo tu derecho a estar furiosa con él, como también tus hermanos. Pero si no fueras tú en esta posición, sino uno de tus otros hermanos, ¿cómo reaccionarías entonces?”
“Todavía estaría enojada. Hicimos un compromiso, un voto eterno. Sólo porque nuestras vidas son más largas no significa que podemos simplemente dejar a nuestras parejas.”
“¿Y entonces entiendes porqué tus hermanos se están poniendo de tu lado, dejándolo aún más sólo?”
No respondí, no habiendo notado antes que él de verdad estaba completamente solo en esto.
“OH,” dije finalmente.
Edward necesitaba a alguien ahora, y no tenía a nadie.
“No quise hacer que nadie eligiera.” Dije, arrepentimiento claro en mi voz.
“Lo se, pero tus hermanos no pueden evitarlo. Bella, todos nosotros sabemos que no permanecerás en esta familia si no estás con Edward. Por duro que sea aceptarlo, sabemos que es verdad. En ocasiones eres demasiado bondadosa para tu propio bien, “ahora” siendo una de esas ocasiones. Puesto que Edward estuvo primero, se que te alejarás a ti misma más de lo que ya lo has hecho en lugar de forzarnos a elegir lados. Tus hermanos se están poniendo de tu lado en un esfuerzo por mantenerte en esta familia.”
“Carlisle, le dije cosas horribles.” Dije muy pacito.
“Y él te perdonará cada una de ellas, y probablemente se dirá peores cosas a si mismo de todas formas.”
“Lamento haber corrido.” Ya me sentía horrible. Hice la única cosa que lastimaría más a Carlisle y a Esme. Los dejé.
“Esme y yo te perdonamos, y entendemos. Tan asustados como estábamos, fue un alivio que despertaras. Bella, temí que no volverías a despertar.”
Cerré mis ojos, luchando contra las lágrimas que nunca caerían. Había aterrado a mi familia.
“¿Carlisle?” dije, mi voz temblando.
“¿Si?”
“No puedo sobrevivir sin él”
Escuché a Carlisle respirar con brusquedad, lo que me sorprendió. Él siempre estaba tan calmado y tranquilo, y raramente mostraba signos de estrés.
“Si, Bella, tu puedes.”
kumire_kd17- .
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
xikas lo apurare pork salio ....bueno se podria decir la continuacion de este ...yap espero k les guste ....jajjajajajaaj
no krian leer????
__________________________________________________________________________________
Pensé que lo escuché decir que tenía, pero no pude estar segura.
“No. He tratado antes, cuando era humana. Se que no puedo sobrevivir sin él. No quiero sobrevivir sin él. Carlisle, no puedo ir por el resto de la eternidad sabiendo que eligió a otra mujer. Y no se si puedo perdonarlo por ir tras otra mujer, no importa cual sea la razón.”
El agarre de Emmett sobre mí se apretó conforme lo golpeó de nuevo cuan seria era la situación. Realmente estaba en peligro de perder a su hermana, y sabía que eso lo horrorizaba. Sin embargo, él ya había tomado su decisión. Yo sabía que él no me dejaría convertirme en un caparazón, y no me dejaría conseguir que me mataran. Él lucharía por mantenerme en la familia, no importa lo que yo intentara.
“¿Y asumo que si te pido que regreses a la casa, no lo harás?”
“No, no puedo. Lo siento.”
“¿Ni siquiera por Esme?” preguntó Carlisle, su tono afligido. Sabía que lo lastimaba dar ese golpe tan bajo, pero también sabía cuanto le dolía ver a Esme sufrir.
“Por favor,” rogué, no segura de si podría realmente decir que no.
“Comprendo, y me disculpo por mencionarlo. Pero por favor, Bella, prométeme regresar tan pronto como sea posible.
“Trataré.”
“¿Y Bella?”
“¿Sip?”
“Te amamos. Todos nosotros, espacialmente Edward. Aún eres su esposa.”
“Eso espero,” dije mientras comenzaba a sacudirme.
Emmett tomó el teléfono de mi mano, su rostro incapaz de esconder su miedo.
“Ella no se está recuperando para nada, Carlisle.” Dijo, su tono dejándole saber a Carlisle que estaba preocupado por mí pero enojado porque la conversación me enojó.
“Lo se. Haz lo que puedas, mi hijo.”
“Lo haré. ¿Puedo hablar con Esme?”
“Claro.”
Escuché el teléfono siendo transferido, y presioné mi rostro aún más dentro de Emmett mientras escuchaba la amorosa voz de mi madre venir de la línea.
“¿Emmett?”
“Si. ¿Cómo la estás llevando?”
“Bien, supongo. Por favor tráela de regreso tan pronto como puedeas. Ella es mi hija, y la amo.”
“Lo se. Yo también la amo.”
“¿Cómo le va?”
“Horrible. Creo que Rose iba a tratar de recoger algunas cosas en el pueblo para distraerla.”
“No funcionará,” mascullé, sabiendo que casi todo me recordaría inevitablemente a Edward.
“Si necesitas algo, solo llámame. Y no se lo que ella haría, pero si también me quiere, estaré allá de inmediato.”
“No, no puedo separarla de Carlisle.” Dije, sabiendo que él la necesitaba tanto como ella lo necesita a él ahora.
“Ella dice que no ahora.”
“Bien. Dile que la amo, y que la quiero en casa tan pronto como sea posible.”
“Lo haré. Adiós, mamá.”
“Adiós hijo. Los amo a ambos.”
“Yo también te amo.”
Con eso, Emmett colgó el teléfono y enrolló sus brazos a mí alrededor. Después de lo que pareció una eternidad, Emmett rompió finalmente el silencio.
“¿Bella?”
Levanté mi mirada hacia él, asustada por lo que vi en su cara.
“¿De verdad quieres morir?”
Instantáneamente dejé que mi mirada cayera, avergonzada de hacerlo pasar por esto.
“Emmett, es que no puedo vivir sin él. Nunca volvería a ser feliz de nuevo.”
“Pero, eres mi hermana. ¿Cómo puedes simplemente dejarnos a todos?”
Dejé que mi cabeza colgara más, pateándome internamente por no haber pensado en todos los demás.
“Bella, ¿sabes lo que le hará a Edward el que hagas eso? Aún si ustedes dos no terminaran juntos, aunque aún creo que lo harán, él siempre te amará. Bella, lo harás pedazos si haces eso.”
“Si él me amara tanto estaría conmigo justo ahora. Si me amara tanto, ella sería simplemente otra insignificante humana”.
“Bella, tu nunca puedes cuestionar su amor por ti. Y si su sangre no le cantara, ella sería otra insignificante humana que él nunca habría notado.”
“¡Pero eso no lo hace correcto!” Rugí, enojada que Emmett se estuviera poniendo de su lado ahora.
“Shh, hermanita. No quise decirlo así. No estoy diciendo que esté bien, no lo estoy excusando. Lo que estoy haciendo es tratando de hacerte ver al menos una razón.”
“Emmett, si Rosalie te hiciera esto a ti, ¿serias capaz de perdonarla? ¿Querrías seguir existiendo, sabiendo que ella había elegido a otro?”
La frente de Emmett se arrugó conforme pensó en ello con detenimiento, antes de finalmente responder.
“Con el tiempo, creo que podría perdonarla. Mientras ella estuviese feliz, eso sería suficiente para mí.”
Dejé caer mis hombros, sintiéndome aún más patética. Ni siquiera podía tener la decencia de desearle lo mejor al hombre que amaba.
“No quise decirlo de ese modo,” dijo Emmett suavemente tan pronto como notó mi decaída.
“Nunca podré amar a otro. Estaré sola por toda la eternidad. La única razón por la que escogí este camino fue por él.”
“Lo se, y eso es lo que lo hace mucho más difícil.” Dijo Emmett mientras me acostaba con la cabeza en sus piernas.
Volvimos a quedar en silencio, ambos inseguros de qué decir después. Alivio nos inundó a ambos cuando Rosalie por fin llegó.
“La TV estará aquí en una pocas horas, y las consolas de juegos están en el auto, juntos con la nueva ropa para todos nosotros. También hay un portátil en el carro de modo que podamos mantenernos al día con las cosas.”
“Iré a descargar,” dijo Emmett conforme se deslizó de debajo de mí.
“Gracias,” dijo Rosalie como tomó su lugar en el sofá.
“¿Cómo te va?” preguntó como comenzó a jugar con mi cabello.
“Horrible,” admití.
Mis charlas con Carlisle y con Emmett no hicieron nada para sofocar mis miedos.
“¿Lo odias?” le pregunté, todavía un poco preocupada por el odio constante que merodeaba en sus ojos.
“No. Nunca podría odiarlo, pero no entiendo lo que está haciendo. Esperó casi un siglo por ti. Nunca añoró a nadie hasta que te conoció, y entonces de repente su mundo entero se puso de cabeza. Ahora, él está amenazando eso. Es que no lo entiendo, y me frustra.”
“Sencillamente no parece una excusa lo suficientemente buena que ella sea su cantante, y ella es humana. Se que él se enamoró de mi como humana, pero si me quedaba así, ambos estaríamos muertos para ahora.”
“Lo se. Al mismo tiempo, parte de mi puede ver de dónde viene lo que piensa. Parte de lo que lo atrajo a ti en primer lugar fue tu humanidad; eso fue lo que me hizo tan exageradamente celosa de ti. Supongo que sería duro perder eso; esencialmente, él perdió parte de lo que amaba de ti.”
“Pero yo tuve que renunciar a eso,” protesté, aún no comprendiendo.
“Lo se, y lo mismo él. Pero de alguna forma, en su mente, él ve esas cosas en ella. Él recuerda aquellos días cuando la mira. Cada uno de sus pensamientos regresa a ti cuando está con ella. Estoy bastante segura que cuando la mira, todo lo que ve es a ti como humana. Él está enamorado de ella porque te amaba a ti como humana.”
Asentí, entendiendo un poco. Aún así parecía tan incorrecto, pero al mismo tiempo, se veía como una cruel ironía. Él está obsesionado con ella porque me ama.
“¿Y si la elige a ella?”
“No lo hará. ¿Qué bien le haría? Tarde o temprano tendría que perderla como humana o cambiarla. De cualquier forma, se dará cuenta que cometió un enorme error y regresará exclusivamente a ti.”
“¿Pero y si no se da cuenta de eso hasta después de decidir que la quiere a ella?”
“Bella, este es Edward del que estamos hablando. Él piensa todas las cosas demasiado. Y se que hemos sido severos con él, pero esto lo está desgarrando. El dolor que estaba por toda su cara se veía peor que cuando nos dijo que teníamos que dejarte todos esos años atrás.”
“Pero si lo está lastimando tantísimo, ¿entonces por qué está pensando todavía en ella?”
“Él no puede evitarlo. Se que es una horrible explicación, pero es la única que tengo.”
“¿Y si no puedo perdonarlo nunca?” Pregunté después de unos minutos de silencio.
“No lo se,” dijo ella sinceramente, sus ojos se encontraron con los míos.
“¿Podremos alguna vez estar bien de nuevo?”
“Eso depende de ustedes.”
“¿Y si tu estuvieras en esta situación?”
“No lo se. Me gustaría pensar que podría perdonar a Emmett, pero no puedo estar segura. Ciertamente tomaría tiempo volver a levantar esa confianza.”
“Parte de mí aún quiere su cabeza.” Admití. Sabía que algo pasó rápidamente por mis ojos mientras lo dije, pero Rosalie hizo un buen trabajo escondiendo su respuesta facial.
“Lo se. Parte de mí también, pero ambas sabemos que nunca podrías perdonarte a ti misma si haces eso.” Me dijo Rosalie, el odio que estaba merodeando en sus ojos refulgiendo un poco más.
“Desafortunadamente,” dije, aunque estaba orgullosa de mi actual record intachable.
“Bella, debo admitir, hoy me aterraste.”
“Lo siento,” dije suavemente.
“El odio en tus ojos fue algo que pensé que nunca vería. Temí por nuestra familia entera, y temí por la humana; un mal movimiento, y sabía que podrías desquitarte con nosotros.”
Dejé caer mí mirada, apenada de cómo actué.
“No estés avergonzada, Bella. Se que ni te diste cuenta por completo de lo que estabas haciendo. Y sinceramente, parte de la razón por la que creo que todos tomamos lado contra Edward fue para tratar de evitar que hicieras algo precipitado. Él era el más vulnerable, y ni siquiera lo sabía.”
“Quise hacerlo pedazos,” dije aún más pacito.
“Lo se, pero nosotros estábamos determinados a detenerte.”
“Gracias,” dije, sonriéndole.
Rosalie realmente se había vuelto tan cercana a mí como Alice en las décadas pasadas.
“¡Oigan, la TV está aquí!” Llamó Emmett mientras entraba la última carga de cosas.
Me senté, tratando de verme normal mientras dos chicos adolescentes entraban una enorme TV. Rápidamente la montaron y conectaron las consolas de juegos, reproductor de DVD y enchufes. Estuve aliviada cuando no dejaron que sus ojos permanecieran sobre Rosalie o sobre mí por mucho tiempo.
Emmett les dio una muy generosa propina mientras se dejaba caer en el sofá junto a mí.
“¿Quieres jugar una partida?” me preguntó, su sonrisa tonta pegada sobre su cara.
“No realmente,” dije, aunque estaba contenta de verlo aunque fuera un poco feliz de nuevo.
“Aww, ¿por favor? ¡Rosalie consiguió nuestro juego favorito! ¡Te haré sentir mejor!” dijo, sus ojos suplicando.
Rodé mis ojos pero accedí. No había punto en arruinar la diversión de Emmett por mi depresión.
“Bien.” Dijo mientras me largaba un control.
“¿Rose?” preguntó mientras extendía uno para ella.
“No gracias. Prefiero ver,” dijo ella, aunque estaba sonriendo.
Conforme Emmett y yo jugábamos, no pude evitar la amplia sonrisa sobre mi cara. La felicidad como-de-niño de Emmett era infecciosa, y estaba empezando a estar agradecida de que ellos insistieran en quedarse conmigo. Esto ciertamente le ganaba a hundirme en mi propia miseria, y me dio esperanzas en que podría ser feliz.
no krian leer????
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Pensé que lo escuché decir que tenía, pero no pude estar segura.
“No. He tratado antes, cuando era humana. Se que no puedo sobrevivir sin él. No quiero sobrevivir sin él. Carlisle, no puedo ir por el resto de la eternidad sabiendo que eligió a otra mujer. Y no se si puedo perdonarlo por ir tras otra mujer, no importa cual sea la razón.”
El agarre de Emmett sobre mí se apretó conforme lo golpeó de nuevo cuan seria era la situación. Realmente estaba en peligro de perder a su hermana, y sabía que eso lo horrorizaba. Sin embargo, él ya había tomado su decisión. Yo sabía que él no me dejaría convertirme en un caparazón, y no me dejaría conseguir que me mataran. Él lucharía por mantenerme en la familia, no importa lo que yo intentara.
“¿Y asumo que si te pido que regreses a la casa, no lo harás?”
“No, no puedo. Lo siento.”
“¿Ni siquiera por Esme?” preguntó Carlisle, su tono afligido. Sabía que lo lastimaba dar ese golpe tan bajo, pero también sabía cuanto le dolía ver a Esme sufrir.
“Por favor,” rogué, no segura de si podría realmente decir que no.
“Comprendo, y me disculpo por mencionarlo. Pero por favor, Bella, prométeme regresar tan pronto como sea posible.
“Trataré.”
“¿Y Bella?”
“¿Sip?”
“Te amamos. Todos nosotros, espacialmente Edward. Aún eres su esposa.”
“Eso espero,” dije mientras comenzaba a sacudirme.
Emmett tomó el teléfono de mi mano, su rostro incapaz de esconder su miedo.
“Ella no se está recuperando para nada, Carlisle.” Dijo, su tono dejándole saber a Carlisle que estaba preocupado por mí pero enojado porque la conversación me enojó.
“Lo se. Haz lo que puedas, mi hijo.”
“Lo haré. ¿Puedo hablar con Esme?”
“Claro.”
Escuché el teléfono siendo transferido, y presioné mi rostro aún más dentro de Emmett mientras escuchaba la amorosa voz de mi madre venir de la línea.
“¿Emmett?”
“Si. ¿Cómo la estás llevando?”
“Bien, supongo. Por favor tráela de regreso tan pronto como puedeas. Ella es mi hija, y la amo.”
“Lo se. Yo también la amo.”
“¿Cómo le va?”
“Horrible. Creo que Rose iba a tratar de recoger algunas cosas en el pueblo para distraerla.”
“No funcionará,” mascullé, sabiendo que casi todo me recordaría inevitablemente a Edward.
“Si necesitas algo, solo llámame. Y no se lo que ella haría, pero si también me quiere, estaré allá de inmediato.”
“No, no puedo separarla de Carlisle.” Dije, sabiendo que él la necesitaba tanto como ella lo necesita a él ahora.
“Ella dice que no ahora.”
“Bien. Dile que la amo, y que la quiero en casa tan pronto como sea posible.”
“Lo haré. Adiós, mamá.”
“Adiós hijo. Los amo a ambos.”
“Yo también te amo.”
Con eso, Emmett colgó el teléfono y enrolló sus brazos a mí alrededor. Después de lo que pareció una eternidad, Emmett rompió finalmente el silencio.
“¿Bella?”
Levanté mi mirada hacia él, asustada por lo que vi en su cara.
“¿De verdad quieres morir?”
Instantáneamente dejé que mi mirada cayera, avergonzada de hacerlo pasar por esto.
“Emmett, es que no puedo vivir sin él. Nunca volvería a ser feliz de nuevo.”
“Pero, eres mi hermana. ¿Cómo puedes simplemente dejarnos a todos?”
Dejé que mi cabeza colgara más, pateándome internamente por no haber pensado en todos los demás.
“Bella, ¿sabes lo que le hará a Edward el que hagas eso? Aún si ustedes dos no terminaran juntos, aunque aún creo que lo harán, él siempre te amará. Bella, lo harás pedazos si haces eso.”
“Si él me amara tanto estaría conmigo justo ahora. Si me amara tanto, ella sería simplemente otra insignificante humana”.
“Bella, tu nunca puedes cuestionar su amor por ti. Y si su sangre no le cantara, ella sería otra insignificante humana que él nunca habría notado.”
“¡Pero eso no lo hace correcto!” Rugí, enojada que Emmett se estuviera poniendo de su lado ahora.
“Shh, hermanita. No quise decirlo así. No estoy diciendo que esté bien, no lo estoy excusando. Lo que estoy haciendo es tratando de hacerte ver al menos una razón.”
“Emmett, si Rosalie te hiciera esto a ti, ¿serias capaz de perdonarla? ¿Querrías seguir existiendo, sabiendo que ella había elegido a otro?”
La frente de Emmett se arrugó conforme pensó en ello con detenimiento, antes de finalmente responder.
“Con el tiempo, creo que podría perdonarla. Mientras ella estuviese feliz, eso sería suficiente para mí.”
Dejé caer mis hombros, sintiéndome aún más patética. Ni siquiera podía tener la decencia de desearle lo mejor al hombre que amaba.
“No quise decirlo de ese modo,” dijo Emmett suavemente tan pronto como notó mi decaída.
“Nunca podré amar a otro. Estaré sola por toda la eternidad. La única razón por la que escogí este camino fue por él.”
“Lo se, y eso es lo que lo hace mucho más difícil.” Dijo Emmett mientras me acostaba con la cabeza en sus piernas.
Volvimos a quedar en silencio, ambos inseguros de qué decir después. Alivio nos inundó a ambos cuando Rosalie por fin llegó.
“La TV estará aquí en una pocas horas, y las consolas de juegos están en el auto, juntos con la nueva ropa para todos nosotros. También hay un portátil en el carro de modo que podamos mantenernos al día con las cosas.”
“Iré a descargar,” dijo Emmett conforme se deslizó de debajo de mí.
“Gracias,” dijo Rosalie como tomó su lugar en el sofá.
“¿Cómo te va?” preguntó como comenzó a jugar con mi cabello.
“Horrible,” admití.
Mis charlas con Carlisle y con Emmett no hicieron nada para sofocar mis miedos.
“¿Lo odias?” le pregunté, todavía un poco preocupada por el odio constante que merodeaba en sus ojos.
“No. Nunca podría odiarlo, pero no entiendo lo que está haciendo. Esperó casi un siglo por ti. Nunca añoró a nadie hasta que te conoció, y entonces de repente su mundo entero se puso de cabeza. Ahora, él está amenazando eso. Es que no lo entiendo, y me frustra.”
“Sencillamente no parece una excusa lo suficientemente buena que ella sea su cantante, y ella es humana. Se que él se enamoró de mi como humana, pero si me quedaba así, ambos estaríamos muertos para ahora.”
“Lo se. Al mismo tiempo, parte de mi puede ver de dónde viene lo que piensa. Parte de lo que lo atrajo a ti en primer lugar fue tu humanidad; eso fue lo que me hizo tan exageradamente celosa de ti. Supongo que sería duro perder eso; esencialmente, él perdió parte de lo que amaba de ti.”
“Pero yo tuve que renunciar a eso,” protesté, aún no comprendiendo.
“Lo se, y lo mismo él. Pero de alguna forma, en su mente, él ve esas cosas en ella. Él recuerda aquellos días cuando la mira. Cada uno de sus pensamientos regresa a ti cuando está con ella. Estoy bastante segura que cuando la mira, todo lo que ve es a ti como humana. Él está enamorado de ella porque te amaba a ti como humana.”
Asentí, entendiendo un poco. Aún así parecía tan incorrecto, pero al mismo tiempo, se veía como una cruel ironía. Él está obsesionado con ella porque me ama.
“¿Y si la elige a ella?”
“No lo hará. ¿Qué bien le haría? Tarde o temprano tendría que perderla como humana o cambiarla. De cualquier forma, se dará cuenta que cometió un enorme error y regresará exclusivamente a ti.”
“¿Pero y si no se da cuenta de eso hasta después de decidir que la quiere a ella?”
“Bella, este es Edward del que estamos hablando. Él piensa todas las cosas demasiado. Y se que hemos sido severos con él, pero esto lo está desgarrando. El dolor que estaba por toda su cara se veía peor que cuando nos dijo que teníamos que dejarte todos esos años atrás.”
“Pero si lo está lastimando tantísimo, ¿entonces por qué está pensando todavía en ella?”
“Él no puede evitarlo. Se que es una horrible explicación, pero es la única que tengo.”
“¿Y si no puedo perdonarlo nunca?” Pregunté después de unos minutos de silencio.
“No lo se,” dijo ella sinceramente, sus ojos se encontraron con los míos.
“¿Podremos alguna vez estar bien de nuevo?”
“Eso depende de ustedes.”
“¿Y si tu estuvieras en esta situación?”
“No lo se. Me gustaría pensar que podría perdonar a Emmett, pero no puedo estar segura. Ciertamente tomaría tiempo volver a levantar esa confianza.”
“Parte de mí aún quiere su cabeza.” Admití. Sabía que algo pasó rápidamente por mis ojos mientras lo dije, pero Rosalie hizo un buen trabajo escondiendo su respuesta facial.
“Lo se. Parte de mí también, pero ambas sabemos que nunca podrías perdonarte a ti misma si haces eso.” Me dijo Rosalie, el odio que estaba merodeando en sus ojos refulgiendo un poco más.
“Desafortunadamente,” dije, aunque estaba orgullosa de mi actual record intachable.
“Bella, debo admitir, hoy me aterraste.”
“Lo siento,” dije suavemente.
“El odio en tus ojos fue algo que pensé que nunca vería. Temí por nuestra familia entera, y temí por la humana; un mal movimiento, y sabía que podrías desquitarte con nosotros.”
Dejé caer mí mirada, apenada de cómo actué.
“No estés avergonzada, Bella. Se que ni te diste cuenta por completo de lo que estabas haciendo. Y sinceramente, parte de la razón por la que creo que todos tomamos lado contra Edward fue para tratar de evitar que hicieras algo precipitado. Él era el más vulnerable, y ni siquiera lo sabía.”
“Quise hacerlo pedazos,” dije aún más pacito.
“Lo se, pero nosotros estábamos determinados a detenerte.”
“Gracias,” dije, sonriéndole.
Rosalie realmente se había vuelto tan cercana a mí como Alice en las décadas pasadas.
“¡Oigan, la TV está aquí!” Llamó Emmett mientras entraba la última carga de cosas.
Me senté, tratando de verme normal mientras dos chicos adolescentes entraban una enorme TV. Rápidamente la montaron y conectaron las consolas de juegos, reproductor de DVD y enchufes. Estuve aliviada cuando no dejaron que sus ojos permanecieran sobre Rosalie o sobre mí por mucho tiempo.
Emmett les dio una muy generosa propina mientras se dejaba caer en el sofá junto a mí.
“¿Quieres jugar una partida?” me preguntó, su sonrisa tonta pegada sobre su cara.
“No realmente,” dije, aunque estaba contenta de verlo aunque fuera un poco feliz de nuevo.
“Aww, ¿por favor? ¡Rosalie consiguió nuestro juego favorito! ¡Te haré sentir mejor!” dijo, sus ojos suplicando.
Rodé mis ojos pero accedí. No había punto en arruinar la diversión de Emmett por mi depresión.
“Bien.” Dijo mientras me largaba un control.
“¿Rose?” preguntó mientras extendía uno para ella.
“No gracias. Prefiero ver,” dijo ella, aunque estaba sonriendo.
Conforme Emmett y yo jugábamos, no pude evitar la amplia sonrisa sobre mi cara. La felicidad como-de-niño de Emmett era infecciosa, y estaba empezando a estar agradecida de que ellos insistieran en quedarse conmigo. Esto ciertamente le ganaba a hundirme en mi propia miseria, y me dio esperanzas en que podría ser feliz.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Edward’s POV
Me senté en la parte de atrás del Jeep con Alice y Jasper, completamente devastado. Rompí a mi ángel, y ahora ella no me va a ver. Traté tanto de hablarle, pero eso sólo la lastimó más. Verla girarse hacia Emmett y Rosalie sólo para alejarse de mí me destrozó.
Dale tiempo, Edward. Pensó Jasper, sintiendo mis emociones y luchando por mantenerse natural mientras manejaba.
No puedo ver ninguna de tus decisiones. Edward, las cosas no están terminadas con Anabelle si no puedo ver tus decisiones. Bella estaba en lo cierto – no puedes mantenerte lejos de Anabelle ahora. Una vez la veas de nuevo-
Le gruñí a Alice, haciéndola parar la horrible línea de pensamientos que me estaba lanzando.
“¿Dónde se van a estar?” Le pregunté a Alice por décima vez desde que habíamos dejado Forks.
“No quieren que sepamos y no están tomando una dedición definitiva.”
“¿Qué he hecho?” dije suavemente mientras volvía a dejar caer mi cabeza dentro mis manos.
Edward, por favor. Tómatelo con calma. Me estás haciendo bastante difícil el manejar.
“Lo siento,” murmuré por entre mis manos.
Ya había causado suficiente discordia en mi familia, no necesitaba empeorarle esto a Jasper.
Se cuanto se preocupa él por Bella. Se cuanto se ha preocupado siempre por ella, incluso cuando yo lo mantenía alejado. Incluso en el día de nuestra boda lo obligué a mantener su distancia. Eso lo lastimó, pero él entendió. Ahora, lo estoy alejando de ella una vez más.
¿Edward, estás enojado con nosotros?” Me preguntó Alice en sus pensamientos después de un rato.
“No,” dije en voz baja, sabiendo que ni siquiera merecía tenerla ni a ella y ni a Jasper acompañándome en este momento. De hecho, me hizo sentir al menos un poco mejor que Emmett y Rosalie estuvieran con ella. Si quedaba bajo su propio cuidado, yo no hubiera sido capaz de dejarla. Se que eso es lo que ella necesita justo ahora, pero no puedo imaginármela completamente aislada.
Se que ellos la mantendrán a salvo, y se que tratarán de distraerla. Ella siempre ha confiado en Jasper para ayudarse con la sed de sangre, y con las cosas demasiado sensibles con las que no quiso venir a mi. Pero Emmett siempre ha sido su otro protector. Ella realmente siempre ha sido su pequeña hermana, en una forma que Alice nunca lo fue.
Rosalie tuvo un cambio completo en como interactuaba con Bella una vez fue cambiada. Ya no tenía nada por lo cual estar celosa, y con el tiempo aceptó por completo la decisión de Bella de cambiar. Alice, Bella y Rosalie eran completamente inseparables ahora, y se lo que les pasará a todos si Bella se va permanentemente. Tengo que encontrar una forma de arreglar esto; no puedo ser el responsable de eso. Perder a Bella será lo bastante duro; perder a mi familia me aniquilará.
Mañana voy a ir a la escuela y voy a ver a Annabelle. Voy a superar esto, y voy a sacarla de mi cabeza. Quiero a Bella. Lo que sea que estoy sintiendo hacia Annabelle se pasará. ¿Cómo puede ser eso realmente casi tan fuerte como lo que siento por Bella?
Edward, por favor, quédate en casa esta noche. No vayas a verla hasta que absolutamente tengas que, ¿vale? Me rogó Alice en su mente después que tuvo una visión. Estaba tan preocupado con mis propias contemplaciones que ni me di cuenta.
Asentí, dejándole saber que comprendía. Aún no había tomado esa decisión, pero sabía que no debería. Alice estaba en lo correcto –necesitaba esperar. Me haría más adúltero correr directo hacia ella esta noche.
Lamento que estés pasando por esto, y lamento haberme puesto del lado de ella. Es sólo que es tan duro verla tan herida y enojada. Me dijo Jasper, sus ojos mostraban más remordimiento que sus pensamientos.
“Está bien,” le dije.
¿Por qué se estaban disculpando por haberse puesto del lado de ella? Si yo estuviera en su lugar, ciertamente estaría enojado con quienquiera que estuviera cometiendo el engaño. Yo no merecía su apoyo en estos momentos, aunque lo aceptaría con gusto. Tenía que no alejarlos, y tenía que dejarlos ayudarme.
Gracias por calmarte. Dijo Jasper una vez yo había encontrado al menos un poco de consuelo en mi mismo.
Asentí de nuevo.
Te amo, Edward. Eres mi hermano, y no quiero que sufras. Se como estás de herido ahora, y quiero mejorarlo.
Solté una pequeña sonrisa para Alice, agradecido por tenerla como mi hermana. Ella podría ser exuberante y un poco pasada a veces, pero no sé como podría pedir una mejor hermana.
Recosté mi cabeza contra el asiento y cerré mis ojos, concentrándome en lo que tenía que hacer. Me forcé a mantenerme calmado mientras pensaba en la mejor forma de sacar a Annabelle de mi cabeza, lo que sin duda alguna sería complicado por la esencia de su sangre.
Sin embargo, de una u otra forma, lo haría. Con el tiempo, podría regresar fielmente a mi dulce Isabella. Podríamos superar esto, y yo se lo compensaría de una manera enorme.
Me senté en la parte de atrás del Jeep con Alice y Jasper, completamente devastado. Rompí a mi ángel, y ahora ella no me va a ver. Traté tanto de hablarle, pero eso sólo la lastimó más. Verla girarse hacia Emmett y Rosalie sólo para alejarse de mí me destrozó.
Dale tiempo, Edward. Pensó Jasper, sintiendo mis emociones y luchando por mantenerse natural mientras manejaba.
No puedo ver ninguna de tus decisiones. Edward, las cosas no están terminadas con Anabelle si no puedo ver tus decisiones. Bella estaba en lo cierto – no puedes mantenerte lejos de Anabelle ahora. Una vez la veas de nuevo-
Le gruñí a Alice, haciéndola parar la horrible línea de pensamientos que me estaba lanzando.
“¿Dónde se van a estar?” Le pregunté a Alice por décima vez desde que habíamos dejado Forks.
“No quieren que sepamos y no están tomando una dedición definitiva.”
“¿Qué he hecho?” dije suavemente mientras volvía a dejar caer mi cabeza dentro mis manos.
Edward, por favor. Tómatelo con calma. Me estás haciendo bastante difícil el manejar.
“Lo siento,” murmuré por entre mis manos.
Ya había causado suficiente discordia en mi familia, no necesitaba empeorarle esto a Jasper.
Se cuanto se preocupa él por Bella. Se cuanto se ha preocupado siempre por ella, incluso cuando yo lo mantenía alejado. Incluso en el día de nuestra boda lo obligué a mantener su distancia. Eso lo lastimó, pero él entendió. Ahora, lo estoy alejando de ella una vez más.
¿Edward, estás enojado con nosotros?” Me preguntó Alice en sus pensamientos después de un rato.
“No,” dije en voz baja, sabiendo que ni siquiera merecía tenerla ni a ella y ni a Jasper acompañándome en este momento. De hecho, me hizo sentir al menos un poco mejor que Emmett y Rosalie estuvieran con ella. Si quedaba bajo su propio cuidado, yo no hubiera sido capaz de dejarla. Se que eso es lo que ella necesita justo ahora, pero no puedo imaginármela completamente aislada.
Se que ellos la mantendrán a salvo, y se que tratarán de distraerla. Ella siempre ha confiado en Jasper para ayudarse con la sed de sangre, y con las cosas demasiado sensibles con las que no quiso venir a mi. Pero Emmett siempre ha sido su otro protector. Ella realmente siempre ha sido su pequeña hermana, en una forma que Alice nunca lo fue.
Rosalie tuvo un cambio completo en como interactuaba con Bella una vez fue cambiada. Ya no tenía nada por lo cual estar celosa, y con el tiempo aceptó por completo la decisión de Bella de cambiar. Alice, Bella y Rosalie eran completamente inseparables ahora, y se lo que les pasará a todos si Bella se va permanentemente. Tengo que encontrar una forma de arreglar esto; no puedo ser el responsable de eso. Perder a Bella será lo bastante duro; perder a mi familia me aniquilará.
Mañana voy a ir a la escuela y voy a ver a Annabelle. Voy a superar esto, y voy a sacarla de mi cabeza. Quiero a Bella. Lo que sea que estoy sintiendo hacia Annabelle se pasará. ¿Cómo puede ser eso realmente casi tan fuerte como lo que siento por Bella?
Edward, por favor, quédate en casa esta noche. No vayas a verla hasta que absolutamente tengas que, ¿vale? Me rogó Alice en su mente después que tuvo una visión. Estaba tan preocupado con mis propias contemplaciones que ni me di cuenta.
Asentí, dejándole saber que comprendía. Aún no había tomado esa decisión, pero sabía que no debería. Alice estaba en lo correcto –necesitaba esperar. Me haría más adúltero correr directo hacia ella esta noche.
Lamento que estés pasando por esto, y lamento haberme puesto del lado de ella. Es sólo que es tan duro verla tan herida y enojada. Me dijo Jasper, sus ojos mostraban más remordimiento que sus pensamientos.
“Está bien,” le dije.
¿Por qué se estaban disculpando por haberse puesto del lado de ella? Si yo estuviera en su lugar, ciertamente estaría enojado con quienquiera que estuviera cometiendo el engaño. Yo no merecía su apoyo en estos momentos, aunque lo aceptaría con gusto. Tenía que no alejarlos, y tenía que dejarlos ayudarme.
Gracias por calmarte. Dijo Jasper una vez yo había encontrado al menos un poco de consuelo en mi mismo.
Asentí de nuevo.
Te amo, Edward. Eres mi hermano, y no quiero que sufras. Se como estás de herido ahora, y quiero mejorarlo.
Solté una pequeña sonrisa para Alice, agradecido por tenerla como mi hermana. Ella podría ser exuberante y un poco pasada a veces, pero no sé como podría pedir una mejor hermana.
Recosté mi cabeza contra el asiento y cerré mis ojos, concentrándome en lo que tenía que hacer. Me forcé a mantenerme calmado mientras pensaba en la mejor forma de sacar a Annabelle de mi cabeza, lo que sin duda alguna sería complicado por la esencia de su sangre.
Sin embargo, de una u otra forma, lo haría. Con el tiempo, podría regresar fielmente a mi dulce Isabella. Podríamos superar esto, y yo se lo compensaría de una manera enorme.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Capítulo 15: Comparaciones humanas
Edward’ POV
Una vez llegué a casa, corrí directo hacia mi cuarto. No podía enfrentar a Carlisle ni a Esme en este momento, y esperaba que ellos entendieran. De inmediato, encendí el equipo, maldiciendo la canción que llenó el cuarto.
Bella había puesto un CD mientras se estaba alistando para la escuela; esto no hizo nada más que recordarme lo que he perdido. Cambié el CD tan rápido como pude, poniendo algo que con suerte me calmaría al menos un poco.
Me recosté sobre el sofá, tratando de mantener mi mente fuera de lo que estaba haciendo. Pensar en ello posiblemente me guiaría hacia Annabelle esta noche.
Gruñí al sentir la familiar sensación de revoloteo en mi estómago conforme pensé en verla dormir. Me recordé continuamente de la promesa que le hice a Alice y me forcé a no moverme.
Unas pocas horas después de llegar a casa, escuché un suave golpe sobre la puerta. Había estado tan consumido en mi música que ni siquiera me había dado cuenta que alguien se estaba acercando.
Soy yo.
“Pasa,” dije suavemente, sabiendo que no podría evitar la figura paterna por demasiado tiempo.
Carlisle entró por su cuenta, cerrando la puerta silenciosamente tras de sí. Se sentó sobre el sofá junto a mí, dejando un mínimo espacio entre nosotros. Bajé la cabeza levemente mientras comprendí cuan cercano me había vuelto con mi familia como resultado a Bella.
Décadas atrás, yo no habría tolerado tal proximidad. Nunca habría permitido que mi fachada se deslizara, aún en la más funesta de las situaciones. Ahora, sin embargo, soy mucho más abierto con mi familia y estoy más dispuesto a reciprocar su constante generosidad hacia mí.
Los otros están fuera.
Asentí, contento porque tendría una conversación con Carlisle sin tener que preocuparme de lo que pensarían los otros.
Esme te perdona.
Levanté mi cabeza, mirando fijamente a los ojos de mi padre.
Incluso si Bella no regresa, Esme te perdona y te ama. Siempre lo hará.
Continué buscando sus ojos con los míos, tratando de entender porqué me estaba diciendo esto. De todas las cosas relevantes a la situación, ¿por qué esto?
Ella preferiría perder a uno que a ambos. Obviamente los quiere a ambos por aquí, pero entiende la situación.
Asentí al comprender que me estaba diciendo algo que no había notado que necesitaba escuchar. Carlisle me estaba diciendo que yo no sería culpado, al menos por él y por Esme. Mis hermanos, desde luego, eran otra cosa.
Una débil sonrisa se trepó a mis labios, dejándole saber a Carlisle que entendía. Su irrevocable amor por mí era algo que aún tenía problemas entendiendo. Sabía que él amaba a cada uno inmensamente, pero su conexión conmigo era diferente. Era algo que yo dudaba podría alguna vez captar.
Ella está segura ahora.
Todas las pretensiones palidecieron ante sus palabras. Se que mis ojos se tensaron levemente, y les permití adentrarse en él para conseguir más información.
No te voy a decir donde están. Puedes escudriñar mi miente tanto como gustes, pero sabes que no lo dejaré escapárseme. Tus hermanos no están enterados de dónde están.
Sentí mi cara caer, pero sabía que era orden de Bella que nadie más supiera donde estaban.
Le he pedido a Alice que mantenga un ojo sobre ti. Lidiar con esta humana es mucho más peligroso que cuando lidiaste con Bella.
Asentí, sabiendo que estaba en lo correcto. Su sangre me causaba mucha más atracción que lo que la de Bella jamás había me había causado. Probarla sería degustar la más magnífica mezcla de los vinos más finos, sustancias ilegales e incluso deseo.
Probablemente nada sería nunca tan dulce como la sangre de esta chica, y tener acceso a un coñac tan fuerte probablemente me enviaría en un frenesí del que aún el más experto de los vampiros fallaría en escapar.
Además, tratar con ella podría desgarrar a mi familia. Podría desgarrarme a mí. Ya ha desgarrado el corazón mi Bella.
“Extraño a Bella,” dije finalmente, mi voz llena de sorpresa al darme cuenta que ni siquiera quise pronunciar esas palabras. Mi estómago se sacudió mientras su musical nombre escapaba de mis labios.
Lo se, hijo. Pero ella no puede verte anhelando otra chica.
Sentí mis puños cerrarse, pero no hice nada más.
Edward, podrías no haber querido, pero tú comenzaste toda esta cosa. Eres el único que necesita terminarla. Concéntrate en comprender tus sentimientos. Bella no tolerará ser con la que te conformes.
Asentí mientras mis puños se cerraban con más fuerza. Sabía que Carlisle estaba en lo correcto, pero eso no lo hacía nada más fácil de escuchar.
Y Edward, ella aún te ama. Esto no ha disminuido eso.
Sonreí levemente, aliviado de escuchar eso.
Si necesitas algo, estaré en mi estudio. Los otros deberían estar regresando pronto. Asegúrate de cazar antes de la ir a la escuela mañana.
Asentí de nuevo mientras me dejaba caer de espaldas sobre el sofá. Todavía podía oler a Bella en el aire a mí alrededor, pero traté de concentrarme en otras cosas por el momento.
Carlisle estaba en lo cierto. Tenía que estar completamente seguro que podría dedicarme completamente a Bella otra vez antes ella que regresara.
Llegué a la conclusión que evitar a Esme tanto como me fuera posible era lo más fácil y de inmediato me fui a cazar. Necesitaba hacerlo en todo caso, y prefería estar solo. Bella era la única persona que permitía que estuviera alrededor mientras cazaba.
Comí en exceso, asegurándome que podría estar seguro alrededor de Annabelle mañana, antes de finalmente regresar. Entré y escuché a Esme, Alice y Jasper en la sala, pero me fui directo a mi cuarto. Esto sólo sería más duro para todos si pretendíamos que todo estaba bien, o si yo tenía que lidiar con sus constantes miradas de pena.
Escuché sus preocupados pensamientos y vi sus flashbacks de como era yo antes de conocer a Bella. Había algunas cosa que simplemente no podía bloquear, y esas constantes e involuntarias imágenes mentales estaban incluidas.
Encontré un poco de consuelo conforme el sol comenzó a levantarse, finalmente permitiéndome salir de mi cuarto. Tratando de seguir con la fachada de feliz familia humana, me forcé a dejar que Jasper y Alice fueran a la escuela conmigo.
Todo el viaje pasó en silencio, pero pude sentir la ansiedad de Jasper como respuesta a nosotros, y pude ver cuan duro se estaba concentrando Alice en adivinar donde estaba Bella y qué era lo que iba a pasar.
Aparqué dentro de la escuela, mi corazón hundiéndose como vislumbré la banca sobre la que Bella me había esperado. Sin embargo, este mismo se elevó cuando vi quien estaba actualmente sobre ella. Me maldije internamente, de nuevo enfurecido porque mi cuerpo pudiera reaccionarle con tanta fuerza a esta humana. Sin embargo, realmente me reconfortó seguir teniendo reacciones igual de fuertes en respuesta a Bella.
Simplemente caminemos a clase juntos, como hermanos. No le hables aún.
Miré a Jasper, sabiendo que él estaba en lo cierto pero queriendo resistirme. Finalmente, asentí y me obligué a ir a paso humano hacia nuestra clase. Vi con mi visión periférica que Annabelle nos observaba, su mirada permaneciendo más tiempo del que debería, mientras pasamos la banca.
Escuché a Jasper gruñir, pero no pude entender por qué. Él estaba bloqueando sus pensamientos, aunque si noté que estaba sosteniendo la mano de Alice. Sus muestras públicas de Afecto eran raras, y me estaba preguntando si este intrépido movimiento era a causa de Annabelle.
Esta demostración no escapó de la atención de Alice tampoco, y vi su frente fruncirse mientras trataba de comprender las intenciones de Jasper. No obstante, incapaz de idear algo, se encogió de hombros y se permitió relajarse un poco contra él.
Estuve más sorprendido cuando Jasper le dio un tierno beso Alice antes de dejarnos para irse a su propia clase, con Annabelle.
Se que vas a tratar de meterte en mi cabeza, pero no puedo prometer que lo dejaré.
Gruñí bien pacito mientras Jasper pensaba esto en su camino a clase. Él tenía acceso a lo que me tenía actualmente aquí, y aún así parecía estar bloqueándome. Sacudí mi cabeza para aclararla antes de dirigirme a mi clase.
Como esperaba, no presté atención y sólo respondí la pregunta ocasional para mantener las sospechas fuera de mí. Por suerte, este profesor tendía a darme espacio, dado mi actual puesto como su mejor estudiante.
Mi frustración con la situación se magnificó conforme Jasper continuó manteniendo sus pensamientos protegidos, escogiendo concentrarse en Alice en su lugar. Yo estaba, sin embargo, agradecido que no se inclinara por concentrarse en ella como Emmett lo hacía en Rosalie.
Una vez la clase terminó, comencé a correr fuera del cuarto, pero me detuve cuando me di cuanta de lo que estaba haciendo. Alice me había dado esa advertencia por una razón, y yo necesitaba respetarla. En vez de eso, me quedé atrás, esperando hasta que Jasper y Alice me encontraran.
Edward’ POV
Una vez llegué a casa, corrí directo hacia mi cuarto. No podía enfrentar a Carlisle ni a Esme en este momento, y esperaba que ellos entendieran. De inmediato, encendí el equipo, maldiciendo la canción que llenó el cuarto.
Bella había puesto un CD mientras se estaba alistando para la escuela; esto no hizo nada más que recordarme lo que he perdido. Cambié el CD tan rápido como pude, poniendo algo que con suerte me calmaría al menos un poco.
Me recosté sobre el sofá, tratando de mantener mi mente fuera de lo que estaba haciendo. Pensar en ello posiblemente me guiaría hacia Annabelle esta noche.
Gruñí al sentir la familiar sensación de revoloteo en mi estómago conforme pensé en verla dormir. Me recordé continuamente de la promesa que le hice a Alice y me forcé a no moverme.
Unas pocas horas después de llegar a casa, escuché un suave golpe sobre la puerta. Había estado tan consumido en mi música que ni siquiera me había dado cuenta que alguien se estaba acercando.
Soy yo.
“Pasa,” dije suavemente, sabiendo que no podría evitar la figura paterna por demasiado tiempo.
Carlisle entró por su cuenta, cerrando la puerta silenciosamente tras de sí. Se sentó sobre el sofá junto a mí, dejando un mínimo espacio entre nosotros. Bajé la cabeza levemente mientras comprendí cuan cercano me había vuelto con mi familia como resultado a Bella.
Décadas atrás, yo no habría tolerado tal proximidad. Nunca habría permitido que mi fachada se deslizara, aún en la más funesta de las situaciones. Ahora, sin embargo, soy mucho más abierto con mi familia y estoy más dispuesto a reciprocar su constante generosidad hacia mí.
Los otros están fuera.
Asentí, contento porque tendría una conversación con Carlisle sin tener que preocuparme de lo que pensarían los otros.
Esme te perdona.
Levanté mi cabeza, mirando fijamente a los ojos de mi padre.
Incluso si Bella no regresa, Esme te perdona y te ama. Siempre lo hará.
Continué buscando sus ojos con los míos, tratando de entender porqué me estaba diciendo esto. De todas las cosas relevantes a la situación, ¿por qué esto?
Ella preferiría perder a uno que a ambos. Obviamente los quiere a ambos por aquí, pero entiende la situación.
Asentí al comprender que me estaba diciendo algo que no había notado que necesitaba escuchar. Carlisle me estaba diciendo que yo no sería culpado, al menos por él y por Esme. Mis hermanos, desde luego, eran otra cosa.
Una débil sonrisa se trepó a mis labios, dejándole saber a Carlisle que entendía. Su irrevocable amor por mí era algo que aún tenía problemas entendiendo. Sabía que él amaba a cada uno inmensamente, pero su conexión conmigo era diferente. Era algo que yo dudaba podría alguna vez captar.
Ella está segura ahora.
Todas las pretensiones palidecieron ante sus palabras. Se que mis ojos se tensaron levemente, y les permití adentrarse en él para conseguir más información.
No te voy a decir donde están. Puedes escudriñar mi miente tanto como gustes, pero sabes que no lo dejaré escapárseme. Tus hermanos no están enterados de dónde están.
Sentí mi cara caer, pero sabía que era orden de Bella que nadie más supiera donde estaban.
Le he pedido a Alice que mantenga un ojo sobre ti. Lidiar con esta humana es mucho más peligroso que cuando lidiaste con Bella.
Asentí, sabiendo que estaba en lo correcto. Su sangre me causaba mucha más atracción que lo que la de Bella jamás había me había causado. Probarla sería degustar la más magnífica mezcla de los vinos más finos, sustancias ilegales e incluso deseo.
Probablemente nada sería nunca tan dulce como la sangre de esta chica, y tener acceso a un coñac tan fuerte probablemente me enviaría en un frenesí del que aún el más experto de los vampiros fallaría en escapar.
Además, tratar con ella podría desgarrar a mi familia. Podría desgarrarme a mí. Ya ha desgarrado el corazón mi Bella.
“Extraño a Bella,” dije finalmente, mi voz llena de sorpresa al darme cuenta que ni siquiera quise pronunciar esas palabras. Mi estómago se sacudió mientras su musical nombre escapaba de mis labios.
Lo se, hijo. Pero ella no puede verte anhelando otra chica.
Sentí mis puños cerrarse, pero no hice nada más.
Edward, podrías no haber querido, pero tú comenzaste toda esta cosa. Eres el único que necesita terminarla. Concéntrate en comprender tus sentimientos. Bella no tolerará ser con la que te conformes.
Asentí mientras mis puños se cerraban con más fuerza. Sabía que Carlisle estaba en lo correcto, pero eso no lo hacía nada más fácil de escuchar.
Y Edward, ella aún te ama. Esto no ha disminuido eso.
Sonreí levemente, aliviado de escuchar eso.
Si necesitas algo, estaré en mi estudio. Los otros deberían estar regresando pronto. Asegúrate de cazar antes de la ir a la escuela mañana.
Asentí de nuevo mientras me dejaba caer de espaldas sobre el sofá. Todavía podía oler a Bella en el aire a mí alrededor, pero traté de concentrarme en otras cosas por el momento.
Carlisle estaba en lo cierto. Tenía que estar completamente seguro que podría dedicarme completamente a Bella otra vez antes ella que regresara.
Llegué a la conclusión que evitar a Esme tanto como me fuera posible era lo más fácil y de inmediato me fui a cazar. Necesitaba hacerlo en todo caso, y prefería estar solo. Bella era la única persona que permitía que estuviera alrededor mientras cazaba.
Comí en exceso, asegurándome que podría estar seguro alrededor de Annabelle mañana, antes de finalmente regresar. Entré y escuché a Esme, Alice y Jasper en la sala, pero me fui directo a mi cuarto. Esto sólo sería más duro para todos si pretendíamos que todo estaba bien, o si yo tenía que lidiar con sus constantes miradas de pena.
Escuché sus preocupados pensamientos y vi sus flashbacks de como era yo antes de conocer a Bella. Había algunas cosa que simplemente no podía bloquear, y esas constantes e involuntarias imágenes mentales estaban incluidas.
Encontré un poco de consuelo conforme el sol comenzó a levantarse, finalmente permitiéndome salir de mi cuarto. Tratando de seguir con la fachada de feliz familia humana, me forcé a dejar que Jasper y Alice fueran a la escuela conmigo.
Todo el viaje pasó en silencio, pero pude sentir la ansiedad de Jasper como respuesta a nosotros, y pude ver cuan duro se estaba concentrando Alice en adivinar donde estaba Bella y qué era lo que iba a pasar.
Aparqué dentro de la escuela, mi corazón hundiéndose como vislumbré la banca sobre la que Bella me había esperado. Sin embargo, este mismo se elevó cuando vi quien estaba actualmente sobre ella. Me maldije internamente, de nuevo enfurecido porque mi cuerpo pudiera reaccionarle con tanta fuerza a esta humana. Sin embargo, realmente me reconfortó seguir teniendo reacciones igual de fuertes en respuesta a Bella.
Simplemente caminemos a clase juntos, como hermanos. No le hables aún.
Miré a Jasper, sabiendo que él estaba en lo cierto pero queriendo resistirme. Finalmente, asentí y me obligué a ir a paso humano hacia nuestra clase. Vi con mi visión periférica que Annabelle nos observaba, su mirada permaneciendo más tiempo del que debería, mientras pasamos la banca.
Escuché a Jasper gruñir, pero no pude entender por qué. Él estaba bloqueando sus pensamientos, aunque si noté que estaba sosteniendo la mano de Alice. Sus muestras públicas de Afecto eran raras, y me estaba preguntando si este intrépido movimiento era a causa de Annabelle.
Esta demostración no escapó de la atención de Alice tampoco, y vi su frente fruncirse mientras trataba de comprender las intenciones de Jasper. No obstante, incapaz de idear algo, se encogió de hombros y se permitió relajarse un poco contra él.
Estuve más sorprendido cuando Jasper le dio un tierno beso Alice antes de dejarnos para irse a su propia clase, con Annabelle.
Se que vas a tratar de meterte en mi cabeza, pero no puedo prometer que lo dejaré.
Gruñí bien pacito mientras Jasper pensaba esto en su camino a clase. Él tenía acceso a lo que me tenía actualmente aquí, y aún así parecía estar bloqueándome. Sacudí mi cabeza para aclararla antes de dirigirme a mi clase.
Como esperaba, no presté atención y sólo respondí la pregunta ocasional para mantener las sospechas fuera de mí. Por suerte, este profesor tendía a darme espacio, dado mi actual puesto como su mejor estudiante.
Mi frustración con la situación se magnificó conforme Jasper continuó manteniendo sus pensamientos protegidos, escogiendo concentrarse en Alice en su lugar. Yo estaba, sin embargo, agradecido que no se inclinara por concentrarse en ella como Emmett lo hacía en Rosalie.
Una vez la clase terminó, comencé a correr fuera del cuarto, pero me detuve cuando me di cuanta de lo que estaba haciendo. Alice me había dado esa advertencia por una razón, y yo necesitaba respetarla. En vez de eso, me quedé atrás, esperando hasta que Jasper y Alice me encontraran.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Asentí con delicadeza mientras nos encaminábamos bajando por el pasillo hacia nuestras próximas clases.
Pasé los siguientes periodos deseando que Bella estuviera aquí, pero también preocupándome por ver a Annabelle. Tenía que permanecer concentrado y asegurarme que no fuera superado por su aroma.
Cuando llegó el almuerzo, hice la fila para coger las cosas habituales antes de sentarme con Jasper y Alice. Generalmente, ellos se sentaban uno en frente del otro, pero hoy él estaba justo al lado de ella, manteniendo tan poca distancia entre si como les fuera posible.
Tampoco se me escapo que la mano de Jasper estaba más arriba sobre la pierna de Alice que de lo que usualmente lo estaba.
Décadas atrás, realmente no hablábamos mucho durante el almuerzo. El esporádico comentario a velocidad vampírica era intercambiado, pero de otro modo, el almuerzo era silencioso. Todo eso cambió después de Bella, y normalmente hablábamos sin parar. Ella de verdad juntó a esta familia en una forma que jamás pensamos posible.
Mantuve mi espalda hacia la mayoría de la cafetería, no queriendo lidiar con las constantes miradas de los otros estudiantes. Ya era conciente de sus continuos rumores sobre querer salir con alguno de nosotros, y no necesitaba las miradas para acompañarlos.
“¿Vas a ser capaz de permanecer bajo control?” Me preguntó Jasper conforme el almuerzo se reducía paulatinamente.
“Eso espero,” dije, sabiendo que no podía garantizar por completo que iba a ser capaz de estar alrededor de ella.
“Pero no estás para nada sediento,” dijo Alice, sus ojos escaneando los míos por algún indicio de oscuridad.
“Justo ahora, no,” dije, aunque todos sabíamos cuan fácilmente podría cambiar eso una vez estuviera alrededor de Annabelle.
“Todavía no veo nada pasando,” me dijo Alice, aunque me di cuenta que aún no estaba segura sobre esto.
“Gracias,” dije, sintiéndome más aprensivo sobre todo este asunto.
Sintiendo esto, Jasper me dio un rápido apretón en el hombro para calmarme.
“Estaremos alerta por ti,” dijo.
Asentí, conciente que nuestro contacto atrajo la atención de algunos estudiantes. Hice una mueca ante sus pensamientos, los cuales se habían vuelto a volver para adultos bastante rápido. Vi a Jasper visiblemente tenso, pero no pude coger ninguna cosa en particular que causara eso.
La mayoría de los pensamientos se centraban o en él o en mí, con unos pocos deseando que Bella o Rosalie estuvieran aquí.
“Llega allí antes que ella, y simplemente estate alerta para cuando entre,” me dijo Alice mientras se paraba para tirar sus restos de comida.
“Lo haré,” dije, sabiendo que necesitaba cualquier consejo que pudiera conseguir.
Caminé lentamente hacia mi clase, agradecido con que Alice y Jasper tuvieran la siguiente clase juntos y no estuvieran demasiado lejos de mí.
Si algo iba mal, Jasper necesitaría agarrarme – no Alice. Alice lo vería, con suerte a tiempo, y podría hacer que ambos me alcanzaran antes de que algo pasara. Por lo menos, eso es lo que coreé en mi mente mientras entraba en biología.
Tan pronto como entré, la cabeza del profesor se levantó para mirarme.
Me alegra que el Sr. Cullen haya decidido bendecirnos con su presencia hoy.
Seguí directo hacia mi escritorio, pretendiendo no estar enterado de nada.
El Sr. Stark se acercó una vez me senté, tratando de actuar amable a pesar que sus pensamientos eran mordazmente sarcásticos.
“¿Está todo bien, Sr. Cullen?”
“Si Señor,” dije de manera muy educada.
“Simplemente revisando, desde que dejó la clase temprano en su primera hora y estuvo completamente ausente ayer.” Sólo por que tiene notas perfectas no quiere decir que puede simplemente dejarla de lado.
“Lo se, señor. No me estaba sintiendo bien, y tuvimos una emergencia familiar ayer. Me sentí espantoso por dejar su clase tan de repente el lunes; no quiero quedarme atrás,” dije, sonriendo inocentemente y tratando de deslumbrarlo un poco.
Tal vez lo juzgué mal. Ellos de verdad parecen tener una familia muy cercana, y sus tres hermanos están ausentes.
“Comprendo. Si necesita ayuda extra sólo déjemelo saber. Espero que todo salga bien con su familia. ¿Están bien sus hermanos?”
“Si señor. Es sólo que Bella está teniendo un momento difícil con las cosas y no está muy en si ahora. Rosalie y Emmett han decidido quedarse con ella; Emmett es muy protector con ella.” Era la verdad, aún si él no sabía cómo.
Entiendo a Emmett, ¿pero por qué está ausente ella?
“Emmett es su hermano de sangre, ¿cierto?”
“Si señor.”
“¿Y Rosalie?”
“Toda nuestra familia es extremadamente cercana. Ver a uno de nosotros lastimado, nos lastima a todos.”
Ella está saliendo con Emmett, creo. Por eso es que está ausente – para revolcarse por ahí con su novio en vez de estar en la escuela.
“Rosalie es muy leal para con nuestra familia, y aún si no aceptaba a Bella al principio, es igual de protectora con ella como lo es Emmett. Ella aceptó primero quedarse en casa con Bella, para ayudarla a superar por lo que está pasando ahora, pero Emmett sabía que su hermanita lo necesitaba a él también”.
Vaya. Esta es una familia muy dinámica. Tal vez los juzgué mal.
“Espero que todo se soluciones pronto.”
“Gracias, señor.”
Seguí mirando hacia adelante, pretendiendo estar leyendo lo que estaba en el tablero. Era capaz de ver la puerta con facilidad por el rabillo de mi ojo, y dejé de respirar una vez Annabelle entró.
Estuve seguro que vi decaer levemente su rostro al notar que yo estaba presente hoy, pero no había cojera en su paso para acompañarlo. Tropezando sólo una vez, lo cual debo admitir hizo que mi estómago revoloteara un poco, se sentó rápidamente junto a mí.
Puse mis manos sobre mi regazo, manteniéndolas escondidas bajo la mesa. Agarré mis muslos con cada una, y lentamente me permití respirar.
Como esperaba, sentí mis dedos apretarse conforme su aroma me llenaba. Sentí mis ojos oscurecerse conforme el veneno comenzaba a chorrear bajo mi garganta. Continué mirando hacia delante, batallando con el monstruo en mi interior.
Me di cuenta que mis pensamientos estaban comenzando a divagar hacia formas de atraerla, haciéndome apretar más fuerte. Sentí mi mandíbula tensarse, y cerré mis ojos para tratar de relajarme. Justo cuando estaba a punto de gruñir de frustración y me estaba sintiendo más tentado a simplemente ceder ante el monstruo, sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo, sacándome de mi trance.
Rápidamente saqué mi móvil, viendo que tenía un mensaje de Jasper.
Eres fuerte, Edward. Si fueras a rendirte, ya lo habrías hecho para ahora. Tú quieres que ella viva más de lo que quieres su sangre.
Escribí un rápido “gracias, estoy tratando” en respuesta y guardé mi teléfono. Sabía que él estaba en lo cierto; si pude resistir esta cantidad de tiempo y ser sacado de ello por algo tan trivial como un celular vibrante, entonces podría hacerlo por esta clase.
Tomé otra lenta respiración, luchando el impulso de intoxicarme por su aroma. Me permití unas pocas más de estas antes que fuera capaz de relajarme.
Imágenes de Bella, perfecta en todas formas como una humana, comenzaron a inundar mi mente. Sentí a Annabelle agitarse a mi lado, pero no me moví. Solamente seguí permitiéndome pensar en Bella, aunque me irritaba que todo lo que podía imaginarme era ella como humana.
Sabiendo que aún teníamos unos minutos antes que el timbre sonara, finalmente reuní el coraje para hablarle. Pensar tanto en Bella de seguro quería decir que yo estaba destinado a estar con ella, pero sabía que aún tenía que hablarle a Annabelle.
“Buenas,” dije cortésmente, aunque traté de mantener mis ojos escudados. Se habían aclarado un poco, pero probablemente aún infundirían miedo en esta chica.
“Hola,” dijo ella suavemente, pero no me miró.
“¿Cómo te va?”
“Bien.”
Sentí mi frente fruncirse mientras trataba de pensar en qué decir. Obviamente no le preocupaba hablar más, pero no pude determinar por qué parecía que yo no le gustaba.
“¿Cómo está Bella?” preguntó de repente, finalmente girando su cabeza para mirarme. Pude ver preocupación en sus ojos, pero también estuve seguro que detecté un leve rastro de irritación.
Sentí mis ojos oscurecerse un poco como su esencia se redistribuyó en el aire, pero me obligué a seguir concentrado. Aún si mis ojos se quedaban oscuros, sabía que podría atravesar esto.
“Ella volvió a estar ausente hoy.”
“¿Por qué no estás con ella si eres su novio?” Podía ver la acusación por toda su cara, aún así, eso no me enojó.
“Ella no quería.”
“¿Pero por qué?”
“Bella tiende a guardarse cosas, y trata de arreglárselas por su cuenta.”
“Pero dejo a su hermano y la chica rubia quedarse con ella.”
“Si, aunque Rosalie se habría quedado aún si Bella dijera que no. Y Emmett es su hermano; él es muy protector con ella.”
“Oh,” fue todo lo que dijo mientras se giraba de regreso al tablero. Apreté mis dedos con más fuerza mientras su aroma me golpeaba a toda fuerza una vez más.
La miré por el rabillo de mi ojo, aún tratando de descifrarla. Pude notar que estaba pensando profundamente en algo, sólo que no pude adivinar en qué.
A la larga, se volvió a girar hacia mí con una leve frustración sobre su cara. Tuve que luchar para no romper una sonrisa; ella de verdad que me recordaba mucho a Bella.
“¿Cuánto tiempo han estado juntos Alice y Jasper?”
“Bastante,” dije, tratando de entender por qué se preocupaba por ellos.
“Él parece un buen chico.”
“Lo es,” dije, aunque aún estaba confundido.
[/b]
Pasé los siguientes periodos deseando que Bella estuviera aquí, pero también preocupándome por ver a Annabelle. Tenía que permanecer concentrado y asegurarme que no fuera superado por su aroma.
Cuando llegó el almuerzo, hice la fila para coger las cosas habituales antes de sentarme con Jasper y Alice. Generalmente, ellos se sentaban uno en frente del otro, pero hoy él estaba justo al lado de ella, manteniendo tan poca distancia entre si como les fuera posible.
Tampoco se me escapo que la mano de Jasper estaba más arriba sobre la pierna de Alice que de lo que usualmente lo estaba.
Décadas atrás, realmente no hablábamos mucho durante el almuerzo. El esporádico comentario a velocidad vampírica era intercambiado, pero de otro modo, el almuerzo era silencioso. Todo eso cambió después de Bella, y normalmente hablábamos sin parar. Ella de verdad juntó a esta familia en una forma que jamás pensamos posible.
Mantuve mi espalda hacia la mayoría de la cafetería, no queriendo lidiar con las constantes miradas de los otros estudiantes. Ya era conciente de sus continuos rumores sobre querer salir con alguno de nosotros, y no necesitaba las miradas para acompañarlos.
“¿Vas a ser capaz de permanecer bajo control?” Me preguntó Jasper conforme el almuerzo se reducía paulatinamente.
“Eso espero,” dije, sabiendo que no podía garantizar por completo que iba a ser capaz de estar alrededor de ella.
“Pero no estás para nada sediento,” dijo Alice, sus ojos escaneando los míos por algún indicio de oscuridad.
“Justo ahora, no,” dije, aunque todos sabíamos cuan fácilmente podría cambiar eso una vez estuviera alrededor de Annabelle.
“Todavía no veo nada pasando,” me dijo Alice, aunque me di cuenta que aún no estaba segura sobre esto.
“Gracias,” dije, sintiéndome más aprensivo sobre todo este asunto.
Sintiendo esto, Jasper me dio un rápido apretón en el hombro para calmarme.
“Estaremos alerta por ti,” dijo.
Asentí, conciente que nuestro contacto atrajo la atención de algunos estudiantes. Hice una mueca ante sus pensamientos, los cuales se habían vuelto a volver para adultos bastante rápido. Vi a Jasper visiblemente tenso, pero no pude coger ninguna cosa en particular que causara eso.
La mayoría de los pensamientos se centraban o en él o en mí, con unos pocos deseando que Bella o Rosalie estuvieran aquí.
“Llega allí antes que ella, y simplemente estate alerta para cuando entre,” me dijo Alice mientras se paraba para tirar sus restos de comida.
“Lo haré,” dije, sabiendo que necesitaba cualquier consejo que pudiera conseguir.
Caminé lentamente hacia mi clase, agradecido con que Alice y Jasper tuvieran la siguiente clase juntos y no estuvieran demasiado lejos de mí.
Si algo iba mal, Jasper necesitaría agarrarme – no Alice. Alice lo vería, con suerte a tiempo, y podría hacer que ambos me alcanzaran antes de que algo pasara. Por lo menos, eso es lo que coreé en mi mente mientras entraba en biología.
Tan pronto como entré, la cabeza del profesor se levantó para mirarme.
Me alegra que el Sr. Cullen haya decidido bendecirnos con su presencia hoy.
Seguí directo hacia mi escritorio, pretendiendo no estar enterado de nada.
El Sr. Stark se acercó una vez me senté, tratando de actuar amable a pesar que sus pensamientos eran mordazmente sarcásticos.
“¿Está todo bien, Sr. Cullen?”
“Si Señor,” dije de manera muy educada.
“Simplemente revisando, desde que dejó la clase temprano en su primera hora y estuvo completamente ausente ayer.” Sólo por que tiene notas perfectas no quiere decir que puede simplemente dejarla de lado.
“Lo se, señor. No me estaba sintiendo bien, y tuvimos una emergencia familiar ayer. Me sentí espantoso por dejar su clase tan de repente el lunes; no quiero quedarme atrás,” dije, sonriendo inocentemente y tratando de deslumbrarlo un poco.
Tal vez lo juzgué mal. Ellos de verdad parecen tener una familia muy cercana, y sus tres hermanos están ausentes.
“Comprendo. Si necesita ayuda extra sólo déjemelo saber. Espero que todo salga bien con su familia. ¿Están bien sus hermanos?”
“Si señor. Es sólo que Bella está teniendo un momento difícil con las cosas y no está muy en si ahora. Rosalie y Emmett han decidido quedarse con ella; Emmett es muy protector con ella.” Era la verdad, aún si él no sabía cómo.
Entiendo a Emmett, ¿pero por qué está ausente ella?
“Emmett es su hermano de sangre, ¿cierto?”
“Si señor.”
“¿Y Rosalie?”
“Toda nuestra familia es extremadamente cercana. Ver a uno de nosotros lastimado, nos lastima a todos.”
Ella está saliendo con Emmett, creo. Por eso es que está ausente – para revolcarse por ahí con su novio en vez de estar en la escuela.
“Rosalie es muy leal para con nuestra familia, y aún si no aceptaba a Bella al principio, es igual de protectora con ella como lo es Emmett. Ella aceptó primero quedarse en casa con Bella, para ayudarla a superar por lo que está pasando ahora, pero Emmett sabía que su hermanita lo necesitaba a él también”.
Vaya. Esta es una familia muy dinámica. Tal vez los juzgué mal.
“Espero que todo se soluciones pronto.”
“Gracias, señor.”
Seguí mirando hacia adelante, pretendiendo estar leyendo lo que estaba en el tablero. Era capaz de ver la puerta con facilidad por el rabillo de mi ojo, y dejé de respirar una vez Annabelle entró.
Estuve seguro que vi decaer levemente su rostro al notar que yo estaba presente hoy, pero no había cojera en su paso para acompañarlo. Tropezando sólo una vez, lo cual debo admitir hizo que mi estómago revoloteara un poco, se sentó rápidamente junto a mí.
Puse mis manos sobre mi regazo, manteniéndolas escondidas bajo la mesa. Agarré mis muslos con cada una, y lentamente me permití respirar.
Como esperaba, sentí mis dedos apretarse conforme su aroma me llenaba. Sentí mis ojos oscurecerse conforme el veneno comenzaba a chorrear bajo mi garganta. Continué mirando hacia delante, batallando con el monstruo en mi interior.
Me di cuenta que mis pensamientos estaban comenzando a divagar hacia formas de atraerla, haciéndome apretar más fuerte. Sentí mi mandíbula tensarse, y cerré mis ojos para tratar de relajarme. Justo cuando estaba a punto de gruñir de frustración y me estaba sintiendo más tentado a simplemente ceder ante el monstruo, sentí mi teléfono vibrar en mi bolsillo, sacándome de mi trance.
Rápidamente saqué mi móvil, viendo que tenía un mensaje de Jasper.
Eres fuerte, Edward. Si fueras a rendirte, ya lo habrías hecho para ahora. Tú quieres que ella viva más de lo que quieres su sangre.
Escribí un rápido “gracias, estoy tratando” en respuesta y guardé mi teléfono. Sabía que él estaba en lo cierto; si pude resistir esta cantidad de tiempo y ser sacado de ello por algo tan trivial como un celular vibrante, entonces podría hacerlo por esta clase.
Tomé otra lenta respiración, luchando el impulso de intoxicarme por su aroma. Me permití unas pocas más de estas antes que fuera capaz de relajarme.
Imágenes de Bella, perfecta en todas formas como una humana, comenzaron a inundar mi mente. Sentí a Annabelle agitarse a mi lado, pero no me moví. Solamente seguí permitiéndome pensar en Bella, aunque me irritaba que todo lo que podía imaginarme era ella como humana.
Sabiendo que aún teníamos unos minutos antes que el timbre sonara, finalmente reuní el coraje para hablarle. Pensar tanto en Bella de seguro quería decir que yo estaba destinado a estar con ella, pero sabía que aún tenía que hablarle a Annabelle.
“Buenas,” dije cortésmente, aunque traté de mantener mis ojos escudados. Se habían aclarado un poco, pero probablemente aún infundirían miedo en esta chica.
“Hola,” dijo ella suavemente, pero no me miró.
“¿Cómo te va?”
“Bien.”
Sentí mi frente fruncirse mientras trataba de pensar en qué decir. Obviamente no le preocupaba hablar más, pero no pude determinar por qué parecía que yo no le gustaba.
“¿Cómo está Bella?” preguntó de repente, finalmente girando su cabeza para mirarme. Pude ver preocupación en sus ojos, pero también estuve seguro que detecté un leve rastro de irritación.
Sentí mis ojos oscurecerse un poco como su esencia se redistribuyó en el aire, pero me obligué a seguir concentrado. Aún si mis ojos se quedaban oscuros, sabía que podría atravesar esto.
“Ella volvió a estar ausente hoy.”
“¿Por qué no estás con ella si eres su novio?” Podía ver la acusación por toda su cara, aún así, eso no me enojó.
“Ella no quería.”
“¿Pero por qué?”
“Bella tiende a guardarse cosas, y trata de arreglárselas por su cuenta.”
“Pero dejo a su hermano y la chica rubia quedarse con ella.”
“Si, aunque Rosalie se habría quedado aún si Bella dijera que no. Y Emmett es su hermano; él es muy protector con ella.”
“Oh,” fue todo lo que dijo mientras se giraba de regreso al tablero. Apreté mis dedos con más fuerza mientras su aroma me golpeaba a toda fuerza una vez más.
La miré por el rabillo de mi ojo, aún tratando de descifrarla. Pude notar que estaba pensando profundamente en algo, sólo que no pude adivinar en qué.
A la larga, se volvió a girar hacia mí con una leve frustración sobre su cara. Tuve que luchar para no romper una sonrisa; ella de verdad que me recordaba mucho a Bella.
“¿Cuánto tiempo han estado juntos Alice y Jasper?”
“Bastante,” dije, tratando de entender por qué se preocupaba por ellos.
“Él parece un buen chico.”
“Lo es,” dije, aunque aún estaba confundido.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Estaba a punto de preguntar más cuando el timbre sonó. El Sr. Stark comenzó la clase de inmediato, anunciando que hoy estaríamos haciendo un laboratorio. Pretendí escuchar atentamente las instrucciones antes de levantarme a reunir los materiales.
Cuando regresé, pude notar que Annabelle se veía molesta, aunque no estaba seguro de porqué.
“¿Te gustaría comenzar?” pregunté mientras descargué diapositivas.
“Seguro,” dijo mientras metía torpemente la primera diapositiva. El constante movimiento de su cabeza de lado a lado me estaba burlando. Alcanzaría a ver su esbelta garganta y luego esta desaparecería. Alejé la mirada, tratando de recuperar el control una vez más.
“Creo que es un neutrófilo,” dijo Annabelle mientras empujaba el microscopio hacia mí. Me sacudí fuera de mi trance y revisé el tipo de célula, concordando felizmente.
Sentí mi corazón encogerse como noté cuan torpe era su letra; era muy similar a como había sido la de Bella. Aún ahora, como vampiro, la letra de Bella parecía tener una esencia humana en ella.
Sentí una pequeña sonrisa jalar de las comisuras de mis labios, y me sorprendí cuando Annabelle lo notó.
“¿Por qué estás sonriendo?” Preguntó mientras reemplazaba las diapositivas.
“Sólo pensando en Bella,” dije honestamente, aunque estaba sorprendido conmigo mismo. ¿Por qué esta humana estaba sacando a flote tantos recuerdos de Bella? ¿De Bella humana?
“¿La extrañas en este momento?”
“Enormemente.” Sabía que era la verdad.
Si esta chica tuviera tan sólo la más mínima inclinación sobre cuanto extrañaba a Bella justo ahora, sabía que pensaría que era el novio perfecto. Sin embargo, como está todo, ella piensa que soy autoritario y un mal novio por no estar en casa con Bella.
“¿Entonces por qué no ir a ella? Si Rosalie puede ignorar sus demandas, ¿por qué no tú?”
“No es lo que ella quiere,” dije simplemente, aunque me encontré luchando contra el impulso por contarle más. Mis manos se apretaron un poco más, aunque esta vez no fue en reacción a la sed de sangre.
“¿Siempre obtiene lo que quiere?” Preguntó Annabelle, y pude notar que estaba comenzando a pensar de Bella como una pretenciosa.
“No. Justo ahora, ciertamente no está obteniendo lo que quiere. Trato, pero, desafortunadamente, no soy perfecto. Aunque haré lo que sea por ella.” Pude sentir el amor por Bella que estaba saturando mi voz, lo cuál simplemente me frustró más.
Parecía como si mi mente estuviera dividida; una parte estaba tratando de atraerme de regreso a Bella mientras la otra elegía permanecer intrigada por Annabelle.
“Glóbulo rojo,” dijo Annabelle una vez la diapositiva estuvo dentro, ignorando claramente mi proclamación de amor por Bella.
“Esas son las más fáciles. Continúa,” dije, sin preocuparme por mirar. ¿Quién podría confundir un glóbulo rojo por algo más? Es rojo.
“No es por ser grosera, pero ¿no parece extraño salir con tu hermana?”
“No realmente. No somos hermanos de sangre.”
“¿Y a tus padres no les interesa si todos sus hijos están saliendo?” Aunque normalmente eso me hubiera enfurecido, el tono escandaloso de su voz no me perturbó.
“Ellos confían en nosotros.” Otra pequeña sonrisa tentó mis labios conforme pensé en justo cuan cercanos éramos realmente todos.
“OH,” dijo, claramente confundida sobre todo esto mientras reemplazaba las diapositivas de nuevo.
“Nuestra familia es bastante poco ortodoxa.” Dije, internamente luchando por entender por qué estaba tratando tanto de ganar su aprobación. Debería estar contento de que ella pareciera no querer estar hablándome.
“No hay nada malo con eso. Y esta es uneosinofilo.”
Eché un vistazo en el microscopio, impresionado de que ella pareciera saber esto tan bien.
“Concuerdo,” dije mientras ella anotaba la respuesta.
“Así que, ¿tú y Alice son gemelos?”
“No, ¿por qué?” pregunté, sabiendo que realmente no nos veíamos muy parecidos.
“Sólo me preguntaba, ya que están en el mismo grado.”
Esta chica era bastante perceptiva, de nuevo recordándome de Bella. Ella siempre me tomaba por sorpresa, agarrándome fuera de guardia mucho de con lo que me sentía cómodo.
“Nacimos sólo con diez meses de diferencia.”
“Oh. Supongo que eso tiene sentido.”
“Si,” dije, mientras identificamos otro Glóbulo rojo.
“¿Cuándo regresará Bella a la escuela?”
“No estoy seguro,” dije, sabiendo que mis ojos se oscurecieron un poco mientras me era recordado de nuevo el dolor que le había causado.
“Jasper se veía triste en clase hoy. Fue amigable ayer, pero se veía realmente desilusionado hoy.”
Contuve un gruñido como volvió a mencionar a Jasper otra vez. Estaba comenzando a pensar que tenía sentimientos por él.
“Está preocupado por Bella. Pude no ser su hermano de sangre, pero es igual de protector. Ella y Alice son mejores amigas, lo que lo tiene más preocupado.”
“¿Está de verdad tan enferma?”
“No le está yendo muy bien por el momento, no.”
“Bueno, espero que las cosas se mejoren. Es triste ver a Jasper tan desilusionado.”
Incliné mi cabeza levemente, tratando de descifrar a esta chica. De verdad parecía preocupada, aunque también parecía como si hubiera algo más. Algo sobre lo que no podía poner mi dedo, pero eso estaba presente sólo cuando Jasper era mencionado.
Entonces fue cuando caí en cuenta; Jasper de repente siendo mucho más cariñoso con Alice en público, y su tenso estado al almuerzo. A esta chica le gusta él, y él lo sabía.
“Él sobrevivirá,” dije, mi tono un poco más áspero de lo que debería haber sido. Se que debería estar contento con que ella gustara de él; eso me facilitaría más esto. Aún así, todo lo que quería era impresionarla.
Vi la cabeza de Annabelle levantarse con rapidez levemente, pero traté de ignorarlo.
“Es bueno oír eso,” dijo, aunque pude notar que estaba enojada porque yo parecía no preocuparme por Jasper en el momento.
Terminamos de identificar las diapositivas restantes en silencio, cada uno consumido en sus propios pensamientos. El Sr. Stark se acercó para checar nuestro trabajo, pero no le sorprendió que las tuviéramos todas bien, dado mi historial transferido y el rendimiento pasado de ella en la clase.
“¿Es muy difícil ser los chicos nuevos?” Preguntó Annabelle después de varios minutos de silencio mientras esperábamos a que el resto de la clase terminara.
“Un poco.” Dije con sinceridad, pensando en todas las miradas que atraíamos. Sabía, por la experiencia de Bella como la nueva chica en la Secundaria de Foks todas esas décadas atrás, que las miradas vienen aún si no te ves como nosotros lo hacemos.
“Toda mi vida he vivido aquí. En ocasiones desearía poder mudarme a algún otro lado, pero entonces veo como los demás reaccionan ante los nuevos chicos aquí, y pienso que no vale la pena.”
“Las miradas suelen durar unos pocos días solamente.” Dije, sabiendo que era verdad para un humano. Nosotros, por el otro lado, siempre las recibiríamos.
“Supongo.”
Volvimos a quedar en silencio mientras yo batallaba contra el monstruo en mi interior que quería su sangre, tan bien como con la parte de mí que no quería nada más que estirar la mano y acariciar su mejilla.
Finalmente, cuando pensé que me iba a quebrar por la pelea ocurriendo en mi interior, el timbre sonó. Annabelle reunió lentamente sus libros, y pude notar que quería decir algo más.
“Te veré mañana,” dije cortésmente mientras levantaba mis libros.
“Seguro. Espero que Bella se mejore.”
Asentí y fingí estar buscando algo, en un penoso intento por darle una última oportunidad de decir lo que estaba rondando su mente. Cuando no continuó, salí del cuarto hacia mi última clase, irritado porque todavía me moría por ella.
Por mucho que odiara admitirlo, sabía que aún estaba encaprichado. Decidí saltarme mi última clase, aún cuando no había ido ni una vez desde que comenzamos la escuela. Me dirigí hacia el parqueadero, poniendo el CD de canciones que había escrito para Bella a lo largo de los años.
Me encontré comparando a Annabelle con Bella, y no me gustó. Sin embargo, como cualquiera habría esperado, Bella siempre parecía salir ganando. Pero el aspecto de las venas en su garganta… y el rubor sobre sus mejillas… y el calor que podía sentir aún desde la pequeña distancia que había entre nosotros…
Gruñí en voz alta, sacudiendo el auto. ¿Por qué estaba pensando estas cosas?
Sabía que necesitaba apurarme y superar esto, y sabía que la mejor forma de hacerlo sería pasar tanto tiempo alrededor de Annabelle como fuera posible. Al menos esperaba que esa fuera la forma de hacerlo. Si mis pensamientos seguían regresando a Bella, entonces de seguro podría reponerme de esto pronto.
Esperé por Jasper y por Alice con un poco de impaciencia, sabiendo que estaría yendo a la casa de Annabelle no mucho después de la escuela para verla. También sabía que pasaría la noche sobre el techo cerca de su ventana, mirándola de nuevo.
Por último, también sabía que me odiaría cada minuto por ello. Odiaría estar haciéndole esto a Bella, y que no pudiera hacer nada para detenerme a mi mismo de hacerlo. Se que suena estúpido, y se que no debería importar, pero es que aún no puedo dejarla de lado. Pero estaba tratando. Con todo lo que soy, estaba tratando.
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Cuando regresé, pude notar que Annabelle se veía molesta, aunque no estaba seguro de porqué.
“¿Te gustaría comenzar?” pregunté mientras descargué diapositivas.
“Seguro,” dijo mientras metía torpemente la primera diapositiva. El constante movimiento de su cabeza de lado a lado me estaba burlando. Alcanzaría a ver su esbelta garganta y luego esta desaparecería. Alejé la mirada, tratando de recuperar el control una vez más.
“Creo que es un neutrófilo,” dijo Annabelle mientras empujaba el microscopio hacia mí. Me sacudí fuera de mi trance y revisé el tipo de célula, concordando felizmente.
Sentí mi corazón encogerse como noté cuan torpe era su letra; era muy similar a como había sido la de Bella. Aún ahora, como vampiro, la letra de Bella parecía tener una esencia humana en ella.
Sentí una pequeña sonrisa jalar de las comisuras de mis labios, y me sorprendí cuando Annabelle lo notó.
“¿Por qué estás sonriendo?” Preguntó mientras reemplazaba las diapositivas.
“Sólo pensando en Bella,” dije honestamente, aunque estaba sorprendido conmigo mismo. ¿Por qué esta humana estaba sacando a flote tantos recuerdos de Bella? ¿De Bella humana?
“¿La extrañas en este momento?”
“Enormemente.” Sabía que era la verdad.
Si esta chica tuviera tan sólo la más mínima inclinación sobre cuanto extrañaba a Bella justo ahora, sabía que pensaría que era el novio perfecto. Sin embargo, como está todo, ella piensa que soy autoritario y un mal novio por no estar en casa con Bella.
“¿Entonces por qué no ir a ella? Si Rosalie puede ignorar sus demandas, ¿por qué no tú?”
“No es lo que ella quiere,” dije simplemente, aunque me encontré luchando contra el impulso por contarle más. Mis manos se apretaron un poco más, aunque esta vez no fue en reacción a la sed de sangre.
“¿Siempre obtiene lo que quiere?” Preguntó Annabelle, y pude notar que estaba comenzando a pensar de Bella como una pretenciosa.
“No. Justo ahora, ciertamente no está obteniendo lo que quiere. Trato, pero, desafortunadamente, no soy perfecto. Aunque haré lo que sea por ella.” Pude sentir el amor por Bella que estaba saturando mi voz, lo cuál simplemente me frustró más.
Parecía como si mi mente estuviera dividida; una parte estaba tratando de atraerme de regreso a Bella mientras la otra elegía permanecer intrigada por Annabelle.
“Glóbulo rojo,” dijo Annabelle una vez la diapositiva estuvo dentro, ignorando claramente mi proclamación de amor por Bella.
“Esas son las más fáciles. Continúa,” dije, sin preocuparme por mirar. ¿Quién podría confundir un glóbulo rojo por algo más? Es rojo.
“No es por ser grosera, pero ¿no parece extraño salir con tu hermana?”
“No realmente. No somos hermanos de sangre.”
“¿Y a tus padres no les interesa si todos sus hijos están saliendo?” Aunque normalmente eso me hubiera enfurecido, el tono escandaloso de su voz no me perturbó.
“Ellos confían en nosotros.” Otra pequeña sonrisa tentó mis labios conforme pensé en justo cuan cercanos éramos realmente todos.
“OH,” dijo, claramente confundida sobre todo esto mientras reemplazaba las diapositivas de nuevo.
“Nuestra familia es bastante poco ortodoxa.” Dije, internamente luchando por entender por qué estaba tratando tanto de ganar su aprobación. Debería estar contento de que ella pareciera no querer estar hablándome.
“No hay nada malo con eso. Y esta es uneosinofilo.”
Eché un vistazo en el microscopio, impresionado de que ella pareciera saber esto tan bien.
“Concuerdo,” dije mientras ella anotaba la respuesta.
“Así que, ¿tú y Alice son gemelos?”
“No, ¿por qué?” pregunté, sabiendo que realmente no nos veíamos muy parecidos.
“Sólo me preguntaba, ya que están en el mismo grado.”
Esta chica era bastante perceptiva, de nuevo recordándome de Bella. Ella siempre me tomaba por sorpresa, agarrándome fuera de guardia mucho de con lo que me sentía cómodo.
“Nacimos sólo con diez meses de diferencia.”
“Oh. Supongo que eso tiene sentido.”
“Si,” dije, mientras identificamos otro Glóbulo rojo.
“¿Cuándo regresará Bella a la escuela?”
“No estoy seguro,” dije, sabiendo que mis ojos se oscurecieron un poco mientras me era recordado de nuevo el dolor que le había causado.
“Jasper se veía triste en clase hoy. Fue amigable ayer, pero se veía realmente desilusionado hoy.”
Contuve un gruñido como volvió a mencionar a Jasper otra vez. Estaba comenzando a pensar que tenía sentimientos por él.
“Está preocupado por Bella. Pude no ser su hermano de sangre, pero es igual de protector. Ella y Alice son mejores amigas, lo que lo tiene más preocupado.”
“¿Está de verdad tan enferma?”
“No le está yendo muy bien por el momento, no.”
“Bueno, espero que las cosas se mejoren. Es triste ver a Jasper tan desilusionado.”
Incliné mi cabeza levemente, tratando de descifrar a esta chica. De verdad parecía preocupada, aunque también parecía como si hubiera algo más. Algo sobre lo que no podía poner mi dedo, pero eso estaba presente sólo cuando Jasper era mencionado.
Entonces fue cuando caí en cuenta; Jasper de repente siendo mucho más cariñoso con Alice en público, y su tenso estado al almuerzo. A esta chica le gusta él, y él lo sabía.
“Él sobrevivirá,” dije, mi tono un poco más áspero de lo que debería haber sido. Se que debería estar contento con que ella gustara de él; eso me facilitaría más esto. Aún así, todo lo que quería era impresionarla.
Vi la cabeza de Annabelle levantarse con rapidez levemente, pero traté de ignorarlo.
“Es bueno oír eso,” dijo, aunque pude notar que estaba enojada porque yo parecía no preocuparme por Jasper en el momento.
Terminamos de identificar las diapositivas restantes en silencio, cada uno consumido en sus propios pensamientos. El Sr. Stark se acercó para checar nuestro trabajo, pero no le sorprendió que las tuviéramos todas bien, dado mi historial transferido y el rendimiento pasado de ella en la clase.
“¿Es muy difícil ser los chicos nuevos?” Preguntó Annabelle después de varios minutos de silencio mientras esperábamos a que el resto de la clase terminara.
“Un poco.” Dije con sinceridad, pensando en todas las miradas que atraíamos. Sabía, por la experiencia de Bella como la nueva chica en la Secundaria de Foks todas esas décadas atrás, que las miradas vienen aún si no te ves como nosotros lo hacemos.
“Toda mi vida he vivido aquí. En ocasiones desearía poder mudarme a algún otro lado, pero entonces veo como los demás reaccionan ante los nuevos chicos aquí, y pienso que no vale la pena.”
“Las miradas suelen durar unos pocos días solamente.” Dije, sabiendo que era verdad para un humano. Nosotros, por el otro lado, siempre las recibiríamos.
“Supongo.”
Volvimos a quedar en silencio mientras yo batallaba contra el monstruo en mi interior que quería su sangre, tan bien como con la parte de mí que no quería nada más que estirar la mano y acariciar su mejilla.
Finalmente, cuando pensé que me iba a quebrar por la pelea ocurriendo en mi interior, el timbre sonó. Annabelle reunió lentamente sus libros, y pude notar que quería decir algo más.
“Te veré mañana,” dije cortésmente mientras levantaba mis libros.
“Seguro. Espero que Bella se mejore.”
Asentí y fingí estar buscando algo, en un penoso intento por darle una última oportunidad de decir lo que estaba rondando su mente. Cuando no continuó, salí del cuarto hacia mi última clase, irritado porque todavía me moría por ella.
Por mucho que odiara admitirlo, sabía que aún estaba encaprichado. Decidí saltarme mi última clase, aún cuando no había ido ni una vez desde que comenzamos la escuela. Me dirigí hacia el parqueadero, poniendo el CD de canciones que había escrito para Bella a lo largo de los años.
Me encontré comparando a Annabelle con Bella, y no me gustó. Sin embargo, como cualquiera habría esperado, Bella siempre parecía salir ganando. Pero el aspecto de las venas en su garganta… y el rubor sobre sus mejillas… y el calor que podía sentir aún desde la pequeña distancia que había entre nosotros…
Gruñí en voz alta, sacudiendo el auto. ¿Por qué estaba pensando estas cosas?
Sabía que necesitaba apurarme y superar esto, y sabía que la mejor forma de hacerlo sería pasar tanto tiempo alrededor de Annabelle como fuera posible. Al menos esperaba que esa fuera la forma de hacerlo. Si mis pensamientos seguían regresando a Bella, entonces de seguro podría reponerme de esto pronto.
Esperé por Jasper y por Alice con un poco de impaciencia, sabiendo que estaría yendo a la casa de Annabelle no mucho después de la escuela para verla. También sabía que pasaría la noche sobre el techo cerca de su ventana, mirándola de nuevo.
Por último, también sabía que me odiaría cada minuto por ello. Odiaría estar haciéndole esto a Bella, y que no pudiera hacer nada para detenerme a mi mismo de hacerlo. Se que suena estúpido, y se que no debería importar, pero es que aún no puedo dejarla de lado. Pero estaba tratando. Con todo lo que soy, estaba tratando.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
no me gustaría estar en el papel de Alice cuando se entere q Anabella le gusta de Jasper....
y edward que durazno del coco....como no se da cuenta q anabella no esta ni ahi con él...
y edward que durazno del coco....como no se da cuenta q anabella no esta ni ahi con él...
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
JJAAJJAJAJAJ
Y ENCUANTO A LO DE ANABELLA EN ESE MOMENTO NO ME GUSTO PERO ME ABRIA ESTADO EN EL MOMENTO EN EL K JAZZ SE MOSTRABA DE ESA MANEA CON ALICE CUANDO ANABELLA ESTABA SERK AJAJJAAJAAA
____________________________________________________________________
Capítulo 16: Continuando
Edward’s POV
Aceleré hacia la casa con Jasper y Alice sin tomarme la molestia de hablarles en el camino. Alice sabía lo que pretendía, y sabía que era mejor simplemente dejarme ir. Aparqué el Volvo en el garaje pero no entré; todavía estaba demasiado apenado para enfrentar a Esme.
Esme te extraña.
Miré a Jasper, dejando que mis ojos y sentimientos le dieran una muestra de cuanto la extrañaba, pero que era incapaz darle la cara justo ahora.
Ella entiende, como también nosotros. Edward, lamentamos alguna vez habernos declarado en contra tuya. Veo cuán difícil es esto para ti, y cuanto quieres sencillamente poder regresar a Bella. Pero sí comprendo porqué no puedes.
Lo miré a los ojos, incitándolo a continuar.
Si yo alguna vez tuviera al menos el más mínimo indicio de afecto por alguien además de Alice, tendría que decírselo a ella y solucionarlo. Nunca podría pretender que la amo por completo si hubiera al menos un pequeña parte de mí que se preguntara lo contrario. Puede que no se vea de esta forma, pero tus intenciones son realmente honorables.
Asentí mientras alejaba la mirada, inseguro de como responder a eso. Si, me sentía miserable por lo que le he hecho a Bella. Si, desearía poder regresar a ella y no preocuparme por Annabelle, pero no puedo. No estaría bien pretender con ella.
Con unas pequeñas y fugaces olas de calma, Jasper y Alice se encaminaron hacia el interior de la casa mientras yo corría hacia la de Annabelle. Me quedé en el bosque, asegurándome de estar dentro del rango de los pensamientos de su familia como también del de sus voces, mientras esperaba a que se oscureciera lo suficiente para poder sentarme sobre el tejado sin ser notado.
No tuve que esperar mucho antes que Annabelle llegara a casa desde la escuela, encaminándose directo hacia la cocina donde su padre estaba.
“Estás en casa temprano,” dijo ella.
“Pensé que podríamos ir a Napa, o incluso a Sacramento a cenar esta noche,” respondió. Su tono era muy cariñoso e hizo que mi muerto corazón se calentara.
Nunca paso tiempo con ella; siempre estoy demasiado ocupada con el trabajo. Ella necesita un descanso de la cocina, y una noche fuera, aún si esta es con su padre.
“¡Eso suena genial!” El entusiasmo en su voz era genuino.
“Ve a cambiarte y nos iremos en más o menos media hora, ¿vale?”
“Seguro, papá.”
Ella si que me mima.
Me quedé en el bosque, cada vez más frustrado por no poder escuchar sus pensamientos o moverme para tener una mejor vista. Los pensamientos de su padre permanecieron relativamente mundanos excepto por la ocasional excitación de que lograría pasar una noche fuera con su hija.
Quise seguirlos, bastante curioso sobre como pasarían una noche juntos. Sin embargo, ¿Qué pensaría ella si me veía?
Sentí mi teléfono vibrar y, esperando que fuera Bella, lo saqué. Era Alice.
“¿Hola?”
“Jasper y yo vamos en camino a recogerte.”
“¿Y eso por qué?”
“Porque vamos a ir a cenar en Napa, duh.”
Rodé mis ojos pero acepté. Seguro nos veríamos raros cuando ninguno de nosotros comiera lo que ordenamos, pero al menos tendría una mejor razón para estar allí.
En pocos minutos Alice llegó en mi Volvo. Gustosamente se movió hacia el asiento trasero con Jasper mientras yo recibía el asiento del conductor. Me dirigí a Napa, sabiendo que estaríamos allí bastante antes que ellos.
“¿Por qué están haciendo esto?” Pregunté cuando estábamos a medio camino, aún inseguro sobre su repentino cambio de corazón hacia mi situación.
“Tú amas a Bella, y nosotros sabemos eso. Tú lo sabes. Simplemente queremos ayudarte a seguir este proceso,” dijo Alice felizmente.
“¿Has visto algo que no me estás contando?”
“No. Te veo feliz, pero eso realmente no me dice nada.”
“Eso significa que supero esto.” Dije, aunque estaba más esperanzado de lo que debería haber estado.
“Edward, tu sabes tan bien como yo que eso no es verdad. Eso sólo quiere decir que tomas la decisión correcta, y terminas feliz.”
“¿Pero no viste con quien estaba?”
“No, porque todavía no has decidido.”
Suspiré, deseando que sencillamente poder salir de esto.
Volvimos a quedar en silencio por el resto del camino, con mis hermanos manteniendo sus pensamientos controlados por el bien de mi cordura. Cuando llegamos a Napa, parqueamos cerca del restaurante al que Alice había visto a Annabelle y a su padre entrar, y esperamos.
“¿Qué está mal conmigo?” Finalmente pregunté, la constante frustración que sentía estaba comenzando a pasarme factura.
“¿Quieres escuchar lo que pienso realmente?” Preguntó Jasper, su tono completamente serio.
“Si,” dije, preparándome para lo que podría terminar diciéndome.
“Te enamoraste de Bella como humana. Si, tú la amas, pero también amaste sus rasgos humanos. ¿Por cuánto tiempo después que ella fue cambiada luchaste con lo que sentías que le habías robado?”
Contemplé la “V” impresa sobre el volante antes de finalmente mascullar una respuesta.
“Todavía me desprecio por ello.”
“Exactamente. Parte de lo que amabas de ella era la forma en que se sonrojaba, la esencia de su sangre, la calidez de su piel. Amabas que ella fuera tan frágil, tan rompible. Amabas que te necesitara más de lo que ella misma comprendía. Amabas su torpeza y amabas salvarla de esta. Un parte enorme de porqué la amaste es porque ella era humana.”
“Pero yo la amo,” dije, tratando de luchar por mi Bella aún cuando sabía que esto era toda mi culpa.
“Edward, si ella hubiera sido un vampiro cuando la conociste, de veras me pregunto si te habrías enamorado de ella.” Dijo suavemente Alice, sabiendo que ello probablemente me enojaría.
Mi cabeza se movió rápido hacia la parte trasera del auto, la rapidez de la acción asombrándolos aún a ellos.
“¿Qué?” Dije, tratando de mantenerme calmado.
“La notaste por su aroma, y porque no podías leer su mente. Ella te intrigó por esa razón.”
“Pero como vampiro aún no podría ser capaz de leer su mente,” dije, aunque me estaba preguntando si Alice estaba en lo correcto.
“Cierto, pero no te hubiera tentado como lo hizo.”
“¿Entonces, lo que estás diciendo, es que tal vez nosotros realmente no estábamos destinados el uno para el otro?” Dije mientras contenía un repentino y persistente sollozo.
“No, por supuesto que lo estaban. Si no lo estuvieran no creo que alguna vez la hubieras conocido. Es decir, honestamente, ¿cuáles son las probabilidades de que nosotros regresáramos a Forks, donde su padre vivía, y ella decidiera que de repente siente de la necesidad de exiliarse a si misma allí durante esa época?” Dijo Alice como si fuera obvio.
“¿Entonces cuál es tu punto?” Pregunté, confundiéndome cada vez más sobre esto.
“El punto,” comenzó Jasper, tratando de tranquilizarme, “es que tú y Bella estaban destinados el uno para el otro, pero podrías haberlo pasado por alto si ella no hubiera picado tanto tu interés como humana. No podías sacártela de la cabeza por causa del efecto que su sangre tenía sobre ti.”
“Edward, estás encantado con Annabelle porque extrañas a Bella como humana. Si pusieras a Bella humana junto a Annabelle, no habría competencia.”
Asentí, entendiendo en parte.
“Pero... no está bien.” Dije al final, aún lleno de desprecio por mi mismo por lo que estaba haciendo.
“Tal vez, tal vez no.” Dijo Alice con simpleza.
“Edward, de verdad creo que bastante pronto regresarás a Bella con todo tu ser.” Dijo Jasper.
“¿Por qué?” Pregunté, realmente curioso sobre la razón por la que él podía tener tanta fe en mí.
“La amas.” Dijo simplemente.
Y ENCUANTO A LO DE ANABELLA EN ESE MOMENTO NO ME GUSTO PERO ME ABRIA ESTADO EN EL MOMENTO EN EL K JAZZ SE MOSTRABA DE ESA MANEA CON ALICE CUANDO ANABELLA ESTABA SERK AJAJJAAJAAA
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Capítulo 16: Continuando
Edward’s POV
Aceleré hacia la casa con Jasper y Alice sin tomarme la molestia de hablarles en el camino. Alice sabía lo que pretendía, y sabía que era mejor simplemente dejarme ir. Aparqué el Volvo en el garaje pero no entré; todavía estaba demasiado apenado para enfrentar a Esme.
Esme te extraña.
Miré a Jasper, dejando que mis ojos y sentimientos le dieran una muestra de cuanto la extrañaba, pero que era incapaz darle la cara justo ahora.
Ella entiende, como también nosotros. Edward, lamentamos alguna vez habernos declarado en contra tuya. Veo cuán difícil es esto para ti, y cuanto quieres sencillamente poder regresar a Bella. Pero sí comprendo porqué no puedes.
Lo miré a los ojos, incitándolo a continuar.
Si yo alguna vez tuviera al menos el más mínimo indicio de afecto por alguien además de Alice, tendría que decírselo a ella y solucionarlo. Nunca podría pretender que la amo por completo si hubiera al menos un pequeña parte de mí que se preguntara lo contrario. Puede que no se vea de esta forma, pero tus intenciones son realmente honorables.
Asentí mientras alejaba la mirada, inseguro de como responder a eso. Si, me sentía miserable por lo que le he hecho a Bella. Si, desearía poder regresar a ella y no preocuparme por Annabelle, pero no puedo. No estaría bien pretender con ella.
Con unas pequeñas y fugaces olas de calma, Jasper y Alice se encaminaron hacia el interior de la casa mientras yo corría hacia la de Annabelle. Me quedé en el bosque, asegurándome de estar dentro del rango de los pensamientos de su familia como también del de sus voces, mientras esperaba a que se oscureciera lo suficiente para poder sentarme sobre el tejado sin ser notado.
No tuve que esperar mucho antes que Annabelle llegara a casa desde la escuela, encaminándose directo hacia la cocina donde su padre estaba.
“Estás en casa temprano,” dijo ella.
“Pensé que podríamos ir a Napa, o incluso a Sacramento a cenar esta noche,” respondió. Su tono era muy cariñoso e hizo que mi muerto corazón se calentara.
Nunca paso tiempo con ella; siempre estoy demasiado ocupada con el trabajo. Ella necesita un descanso de la cocina, y una noche fuera, aún si esta es con su padre.
“¡Eso suena genial!” El entusiasmo en su voz era genuino.
“Ve a cambiarte y nos iremos en más o menos media hora, ¿vale?”
“Seguro, papá.”
Ella si que me mima.
Me quedé en el bosque, cada vez más frustrado por no poder escuchar sus pensamientos o moverme para tener una mejor vista. Los pensamientos de su padre permanecieron relativamente mundanos excepto por la ocasional excitación de que lograría pasar una noche fuera con su hija.
Quise seguirlos, bastante curioso sobre como pasarían una noche juntos. Sin embargo, ¿Qué pensaría ella si me veía?
Sentí mi teléfono vibrar y, esperando que fuera Bella, lo saqué. Era Alice.
“¿Hola?”
“Jasper y yo vamos en camino a recogerte.”
“¿Y eso por qué?”
“Porque vamos a ir a cenar en Napa, duh.”
Rodé mis ojos pero acepté. Seguro nos veríamos raros cuando ninguno de nosotros comiera lo que ordenamos, pero al menos tendría una mejor razón para estar allí.
En pocos minutos Alice llegó en mi Volvo. Gustosamente se movió hacia el asiento trasero con Jasper mientras yo recibía el asiento del conductor. Me dirigí a Napa, sabiendo que estaríamos allí bastante antes que ellos.
“¿Por qué están haciendo esto?” Pregunté cuando estábamos a medio camino, aún inseguro sobre su repentino cambio de corazón hacia mi situación.
“Tú amas a Bella, y nosotros sabemos eso. Tú lo sabes. Simplemente queremos ayudarte a seguir este proceso,” dijo Alice felizmente.
“¿Has visto algo que no me estás contando?”
“No. Te veo feliz, pero eso realmente no me dice nada.”
“Eso significa que supero esto.” Dije, aunque estaba más esperanzado de lo que debería haber estado.
“Edward, tu sabes tan bien como yo que eso no es verdad. Eso sólo quiere decir que tomas la decisión correcta, y terminas feliz.”
“¿Pero no viste con quien estaba?”
“No, porque todavía no has decidido.”
Suspiré, deseando que sencillamente poder salir de esto.
Volvimos a quedar en silencio por el resto del camino, con mis hermanos manteniendo sus pensamientos controlados por el bien de mi cordura. Cuando llegamos a Napa, parqueamos cerca del restaurante al que Alice había visto a Annabelle y a su padre entrar, y esperamos.
“¿Qué está mal conmigo?” Finalmente pregunté, la constante frustración que sentía estaba comenzando a pasarme factura.
“¿Quieres escuchar lo que pienso realmente?” Preguntó Jasper, su tono completamente serio.
“Si,” dije, preparándome para lo que podría terminar diciéndome.
“Te enamoraste de Bella como humana. Si, tú la amas, pero también amaste sus rasgos humanos. ¿Por cuánto tiempo después que ella fue cambiada luchaste con lo que sentías que le habías robado?”
Contemplé la “V” impresa sobre el volante antes de finalmente mascullar una respuesta.
“Todavía me desprecio por ello.”
“Exactamente. Parte de lo que amabas de ella era la forma en que se sonrojaba, la esencia de su sangre, la calidez de su piel. Amabas que ella fuera tan frágil, tan rompible. Amabas que te necesitara más de lo que ella misma comprendía. Amabas su torpeza y amabas salvarla de esta. Un parte enorme de porqué la amaste es porque ella era humana.”
“Pero yo la amo,” dije, tratando de luchar por mi Bella aún cuando sabía que esto era toda mi culpa.
“Edward, si ella hubiera sido un vampiro cuando la conociste, de veras me pregunto si te habrías enamorado de ella.” Dijo suavemente Alice, sabiendo que ello probablemente me enojaría.
Mi cabeza se movió rápido hacia la parte trasera del auto, la rapidez de la acción asombrándolos aún a ellos.
“¿Qué?” Dije, tratando de mantenerme calmado.
“La notaste por su aroma, y porque no podías leer su mente. Ella te intrigó por esa razón.”
“Pero como vampiro aún no podría ser capaz de leer su mente,” dije, aunque me estaba preguntando si Alice estaba en lo correcto.
“Cierto, pero no te hubiera tentado como lo hizo.”
“¿Entonces, lo que estás diciendo, es que tal vez nosotros realmente no estábamos destinados el uno para el otro?” Dije mientras contenía un repentino y persistente sollozo.
“No, por supuesto que lo estaban. Si no lo estuvieran no creo que alguna vez la hubieras conocido. Es decir, honestamente, ¿cuáles son las probabilidades de que nosotros regresáramos a Forks, donde su padre vivía, y ella decidiera que de repente siente de la necesidad de exiliarse a si misma allí durante esa época?” Dijo Alice como si fuera obvio.
“¿Entonces cuál es tu punto?” Pregunté, confundiéndome cada vez más sobre esto.
“El punto,” comenzó Jasper, tratando de tranquilizarme, “es que tú y Bella estaban destinados el uno para el otro, pero podrías haberlo pasado por alto si ella no hubiera picado tanto tu interés como humana. No podías sacártela de la cabeza por causa del efecto que su sangre tenía sobre ti.”
“Edward, estás encantado con Annabelle porque extrañas a Bella como humana. Si pusieras a Bella humana junto a Annabelle, no habría competencia.”
Asentí, entendiendo en parte.
“Pero... no está bien.” Dije al final, aún lleno de desprecio por mi mismo por lo que estaba haciendo.
“Tal vez, tal vez no.” Dijo Alice con simpleza.
“Edward, de verdad creo que bastante pronto regresarás a Bella con todo tu ser.” Dijo Jasper.
“¿Por qué?” Pregunté, realmente curioso sobre la razón por la que él podía tener tanta fe en mí.
“La amas.” Dijo simplemente.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Además, ¿qué bien habría en elegir a Annabelle? Ella es humana. O tendrías que dejarla envejecer y, luego no tener a nadie cuando muera, o convertirla. Entonces, Bella vampiro triunfaría sobre Annabelle vampiro.
“No hay competencia,” mascullé, sabiendo que él estaba en lo correcto.
“Sabes lo que está bien, y sabes lo que quieres. Ahora, simplemente tienes que hacer que el resto de ti lo crea.”
Además, sabes que ella me desea.
Asentí, luchando contra el gruñido que se estaba formando. Para completar, estaba celoso de que ella quisiera a Jasper. Sin embargo, el tono de fastidio en su voz mental alivió mi molestia.
“Vamos, consigamos una mesa. Estarán aquí en seis minutos.” Dijo Alice mientras comenzaba a salirse del auto.
Jasper la imitó, inmediatamente pasando un brazo a su alrededor. Yo los seguí, aprensivo sobre lo que estábamos a punto de hacer.
“Mesa para tres,” le chilló Alice a la mesera, quien estaba mirándonos descaradamente a Jasper y a mí.
Yo llevaría a cualquiera de esos chicos, o a ambos, dentro del cuarto de descanso de inmediato.
De mala gana, la mesera alejó sus ojos del área de mi paquete y miró a Alice a la cara.
Siempre una novia.
“Por supuesto, ¿Mesa o banco?” (NT. No se como llamarla correctamente, es una de esas mesas con sillas coloridas)
“Banco.” Indicó Alice, sabiendo que eso pondría a Annabelle y a su padre cerca a nosotros cuando vinieran.
Figúrate. De esa forma puede alardear más fácilmente que ellos la elegirían a ella. Y también es tan pequeña. ¿Quién quiere una duendecilla de cabello corto cuando pueden tener esto?
Me obligué a permanecer calmado en lugar de gruñirle a sus desagradables pensamientos.
“Por aquí.”
Al menos pueden ver mi trasero, y darse cuenta de lo que se están perdiendo.
Alice se ubicó, mucho más cerca de Jasper que lo normal, mientras él pasaba un brazo alrededor de ella. Yo me senté en el lado opuesto, intensamente conciente de los pensamientos y ojos de la anfitriona sobre mí.
Claramente el rubio está con la chica rara, pero este papacito debe estar soltero.
Se agachó más de lo necesario mientras situaba el menú enfrente de mí, tratando de darme una mejor vista de sus no tan impresionantes pechos. Los de Bella eran significativamente mejores. Alejé mis ojos, tratando de no darle ninguna indicación de que estaba interesado.
Simplemente es tímido, por eso es que no mirará. Pero me quiere. ¿Quién no lo haría?
Le hizo lo mismo a Jasper antes de dejar caer el menú de Alice enfrente de ella.
“Jennifer es su servidora, de inmediato estará aquí.”
Genial. Otra chica para presumir lo que no tiene.
Le sonreí con suficiencia a Jasper, totalmente de acuerdo.
Ni un minuto después, una mesera se acercó caminando, tratando desesperadamente de verse seductora. Estaba fallando miserablemente.
Cristina estaba en lo cierto, es bueno para la vista mirarlos. Definitivamente puedo trabajar con esto.
“Buenas noches, mi nombre es Jennifer y los atenderé esta noche.”
Haré mucho más que sólo servir su comida.
“Todos pediremos agua,” indicó Alice, sus ojos fríos.
Obvio que iba a responder por ellos. Simplemente está celosa de la mucha competencia que le doy.
Esto es repulsivo. Realmente se atreve a ser así de lujuriosa cuando estoy así de cerca de Alice.
Asentí muy discretamente hacia Jasper, nunca mirando a la mesera.
“¿Algo más?”
“No, gracias,” dijo Alice en una muy falsa voz cortés.
¿Por qué no dejas que los chicos hablen por si mismos?
“Ella es agradable,” dije una vez se alejó.
“Simplemente está celosa,” dijo Alice mientras besaba a Jasper de modo inocente.
“Si que lo está,” dije riendo.
“¿Entonces, cuál es exactamente el plan para esta noche?”
“Fingimos comer, pasando comida hacia nuestras servilletas discretamente, y la pasamos bien.”
“Eso espero,” dije, poniéndome ansioso conforme el momento en que Annabelle llegara aquí se acercaba.
“Sólo confía en mí” respondió Alice, dándole una rápida mirada a Jasper.
Él rodó sus ojos pero trató de calmarme un poco. Yo cerré mis ojos, dejando que su poder hiciera efecto. Sin embargo, fui interrumpido por los nasales pensamientos de la mesera.
Se ve enojado. Me necesita para que lo consuele.
Abrí mis ojos y le sonreí a Alice, tratando de hacerme ver como si la estuviera pasando fantástico. La mesera dejó los vasos de agua, tratando de nuevo de verse sexy. La única persona que alguna vez podría hacer que tal tarea tan banal se viera sexy es Bella.
“¿Listos para ordenar?”
Alice parloteó algo por cada uno de nosotros antes de despedir a la mesera de nuevo. Tenía que admitirlo, se estaba volviendo increíblemente divertido ver a Alice luchar contra la mesera. Sabía que a Alice no le importaba realmente que la mesera nos estuviera echando el ojo – ella sabía que Jasper nunca vacilaría en su amor por ella.
Alejé mis ojos, de repente apenado otra vez porque le había fallado a Bella.
¿Edward?
Levanté mi cabeza hacia Jasper, sabiendo que estaba confundido por mi repentina vergüenza. Sacudí mi cabeza levemente, no queriendo mencionarlo de nuevo. Pude notar que estaba a punto de responderme cuando mi cabeza se movió rápidamente hacia la puerta, siendo alertado instantáneamente de la entrada de Annabelle gracias a su maravillosa esencia.
Mantente calmado.
Asentí, sabiendo que él estaba en lo correcto. Hoy pasé un período entero de biología con ella sin mucho problema. Esto no debería ser diferente.
Clandestinamente, miré a Annabelle y a su padre seguir a la anfitriona hacia nosotros, comprendiendo ahora que la razón por la que Alice sabía que estaríamos cerca de ellos era porque la anfitriona quería mirarnos de nuevo. Vi a Annabelle titubear un poco una vez se dio cuenta que estaría situada cerca de nosotros, pero su padre no lo notó.
Podría contemplar a esos chicos todo el día.
Tensé mi mandíbula ligeramente. Estaba empezando a hartarme con esas dos mujeres. ¿Qué no podían captar una indirecta?
Vi la anfitriona alejarce, de nuevo tratando de verse sexy. Falló.
“¿Cómo va a Esme?” Pregunté, tratando de mantener una conversación semi-casual mientras me concentraba en la mesa aproximadamente a tres metros de nosotros.
“Extraña a Bella, y te extraña a ti, pero ahí va.” Dijo Jasper.
Desea que hubiera más cosas que ella pudiera hacer por ustedes.
Dejé caer mi mirada, inseguro de cómo responder, eligiendo en cambio escuchar la conversación de Annabelle.
“¿Cómo va la escuela?”
“Va bien. Por fin tengo un compañero de laboratorio en biología,” dijo, aunque parecía como si estuviera insegura si debería contarle. Estaban hablando en voz baja, y supe que ella pensó que estábamos demasiado lejos para escuchar.
“OH, eso es bueno. ¿Es uno de los chicos nuevos?”
“Seh, uno de los más jóvenes. Su nombre es Edward.”
¿Un chico? No creo que eso me guste.
“Edward, ¿huh?”
“Ajá. De hecho, él y dos de sus hermanos están en ese banco detrás de mí.”
Vi los ojos de su padre moverse rápidamente hacia nosotros antes de regresar a ella.
Por supuesto que tiene que ser un chico apuesto.
“No hay competencia,” mascullé, sabiendo que él estaba en lo correcto.
“Sabes lo que está bien, y sabes lo que quieres. Ahora, simplemente tienes que hacer que el resto de ti lo crea.”
Además, sabes que ella me desea.
Asentí, luchando contra el gruñido que se estaba formando. Para completar, estaba celoso de que ella quisiera a Jasper. Sin embargo, el tono de fastidio en su voz mental alivió mi molestia.
“Vamos, consigamos una mesa. Estarán aquí en seis minutos.” Dijo Alice mientras comenzaba a salirse del auto.
Jasper la imitó, inmediatamente pasando un brazo a su alrededor. Yo los seguí, aprensivo sobre lo que estábamos a punto de hacer.
“Mesa para tres,” le chilló Alice a la mesera, quien estaba mirándonos descaradamente a Jasper y a mí.
Yo llevaría a cualquiera de esos chicos, o a ambos, dentro del cuarto de descanso de inmediato.
De mala gana, la mesera alejó sus ojos del área de mi paquete y miró a Alice a la cara.
Siempre una novia.
“Por supuesto, ¿Mesa o banco?” (NT. No se como llamarla correctamente, es una de esas mesas con sillas coloridas)
“Banco.” Indicó Alice, sabiendo que eso pondría a Annabelle y a su padre cerca a nosotros cuando vinieran.
Figúrate. De esa forma puede alardear más fácilmente que ellos la elegirían a ella. Y también es tan pequeña. ¿Quién quiere una duendecilla de cabello corto cuando pueden tener esto?
Me obligué a permanecer calmado en lugar de gruñirle a sus desagradables pensamientos.
“Por aquí.”
Al menos pueden ver mi trasero, y darse cuenta de lo que se están perdiendo.
Alice se ubicó, mucho más cerca de Jasper que lo normal, mientras él pasaba un brazo alrededor de ella. Yo me senté en el lado opuesto, intensamente conciente de los pensamientos y ojos de la anfitriona sobre mí.
Claramente el rubio está con la chica rara, pero este papacito debe estar soltero.
Se agachó más de lo necesario mientras situaba el menú enfrente de mí, tratando de darme una mejor vista de sus no tan impresionantes pechos. Los de Bella eran significativamente mejores. Alejé mis ojos, tratando de no darle ninguna indicación de que estaba interesado.
Simplemente es tímido, por eso es que no mirará. Pero me quiere. ¿Quién no lo haría?
Le hizo lo mismo a Jasper antes de dejar caer el menú de Alice enfrente de ella.
“Jennifer es su servidora, de inmediato estará aquí.”
Genial. Otra chica para presumir lo que no tiene.
Le sonreí con suficiencia a Jasper, totalmente de acuerdo.
Ni un minuto después, una mesera se acercó caminando, tratando desesperadamente de verse seductora. Estaba fallando miserablemente.
Cristina estaba en lo cierto, es bueno para la vista mirarlos. Definitivamente puedo trabajar con esto.
“Buenas noches, mi nombre es Jennifer y los atenderé esta noche.”
Haré mucho más que sólo servir su comida.
“Todos pediremos agua,” indicó Alice, sus ojos fríos.
Obvio que iba a responder por ellos. Simplemente está celosa de la mucha competencia que le doy.
Esto es repulsivo. Realmente se atreve a ser así de lujuriosa cuando estoy así de cerca de Alice.
Asentí muy discretamente hacia Jasper, nunca mirando a la mesera.
“¿Algo más?”
“No, gracias,” dijo Alice en una muy falsa voz cortés.
¿Por qué no dejas que los chicos hablen por si mismos?
“Ella es agradable,” dije una vez se alejó.
“Simplemente está celosa,” dijo Alice mientras besaba a Jasper de modo inocente.
“Si que lo está,” dije riendo.
“¿Entonces, cuál es exactamente el plan para esta noche?”
“Fingimos comer, pasando comida hacia nuestras servilletas discretamente, y la pasamos bien.”
“Eso espero,” dije, poniéndome ansioso conforme el momento en que Annabelle llegara aquí se acercaba.
“Sólo confía en mí” respondió Alice, dándole una rápida mirada a Jasper.
Él rodó sus ojos pero trató de calmarme un poco. Yo cerré mis ojos, dejando que su poder hiciera efecto. Sin embargo, fui interrumpido por los nasales pensamientos de la mesera.
Se ve enojado. Me necesita para que lo consuele.
Abrí mis ojos y le sonreí a Alice, tratando de hacerme ver como si la estuviera pasando fantástico. La mesera dejó los vasos de agua, tratando de nuevo de verse sexy. La única persona que alguna vez podría hacer que tal tarea tan banal se viera sexy es Bella.
“¿Listos para ordenar?”
Alice parloteó algo por cada uno de nosotros antes de despedir a la mesera de nuevo. Tenía que admitirlo, se estaba volviendo increíblemente divertido ver a Alice luchar contra la mesera. Sabía que a Alice no le importaba realmente que la mesera nos estuviera echando el ojo – ella sabía que Jasper nunca vacilaría en su amor por ella.
Alejé mis ojos, de repente apenado otra vez porque le había fallado a Bella.
¿Edward?
Levanté mi cabeza hacia Jasper, sabiendo que estaba confundido por mi repentina vergüenza. Sacudí mi cabeza levemente, no queriendo mencionarlo de nuevo. Pude notar que estaba a punto de responderme cuando mi cabeza se movió rápidamente hacia la puerta, siendo alertado instantáneamente de la entrada de Annabelle gracias a su maravillosa esencia.
Mantente calmado.
Asentí, sabiendo que él estaba en lo correcto. Hoy pasé un período entero de biología con ella sin mucho problema. Esto no debería ser diferente.
Clandestinamente, miré a Annabelle y a su padre seguir a la anfitriona hacia nosotros, comprendiendo ahora que la razón por la que Alice sabía que estaríamos cerca de ellos era porque la anfitriona quería mirarnos de nuevo. Vi a Annabelle titubear un poco una vez se dio cuenta que estaría situada cerca de nosotros, pero su padre no lo notó.
Podría contemplar a esos chicos todo el día.
Tensé mi mandíbula ligeramente. Estaba empezando a hartarme con esas dos mujeres. ¿Qué no podían captar una indirecta?
Vi la anfitriona alejarce, de nuevo tratando de verse sexy. Falló.
“¿Cómo va a Esme?” Pregunté, tratando de mantener una conversación semi-casual mientras me concentraba en la mesa aproximadamente a tres metros de nosotros.
“Extraña a Bella, y te extraña a ti, pero ahí va.” Dijo Jasper.
Desea que hubiera más cosas que ella pudiera hacer por ustedes.
Dejé caer mi mirada, inseguro de cómo responder, eligiendo en cambio escuchar la conversación de Annabelle.
“¿Cómo va la escuela?”
“Va bien. Por fin tengo un compañero de laboratorio en biología,” dijo, aunque parecía como si estuviera insegura si debería contarle. Estaban hablando en voz baja, y supe que ella pensó que estábamos demasiado lejos para escuchar.
“OH, eso es bueno. ¿Es uno de los chicos nuevos?”
“Seh, uno de los más jóvenes. Su nombre es Edward.”
¿Un chico? No creo que eso me guste.
“Edward, ¿huh?”
“Ajá. De hecho, él y dos de sus hermanos están en ese banco detrás de mí.”
Vi los ojos de su padre moverse rápidamente hacia nosotros antes de regresar a ella.
Por supuesto que tiene que ser un chico apuesto.
kumire_kd17- .
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
“¿Cuáles son los nombre de sus hermanos?”
“Ese es Jasper y Alice.”
Escuché a Jasper mascullar algo sobre lujuria, siendo tranquilizado por los labios de Alice sobre los suyos momentáneamente.
“¿No son un poco cercanos para ser hermanos?”
No quiero a mi hija alrededor de una familia llena de incestuosos.
“No son hermanos de sangre. Todos los chicos son adoptados. Sólo algunos de ellos son hermanos de sangre.”
“¿Cuántos son en total?”
“Seis,” respondió ella.
"Eso ciertamente es bastante. Aunque escuché que todos ellos son muy educados.”
Ella movió su cabeza, distribuyendo más su aroma. Por un momento dejé de respirar, tratando de volver a ganar el pequeñito control que su esencia se llevó.
“Lo son. Son realmente listos también. Se rumorea que todos trasladaron con perfectos 4.0s.” (NT. Por lo que encontré, ellos calculan de 1 a 4 siendo este último el mejor y más alto, algo que no todos logran xD)
“Vaya.”
Bien. Ella necesita un compañero de laboratorio que la empuje. Ella es tan inteligente, es sólo que a veces no se esfuerza lo suficiente.
Edward, deja de mirar.
Giré mi mirada hacia Alice, habiendo notado que aún tenía que despegar mis ojos de ella. Por suerte, fui interrumpido por la mesera trayendo la comida que realmente no necesitábamos.
Ella ubicó los platos frente a nosotros, nunca quitando sus ojos de mí. Pude sentir la mirada del padre de Annabelle sobre mí también y quise hundirme y esconderme.
“¿Necesitan algo más, en absoluto?”
“No, gracias,” chilló Alice como comenzó a mover la comida alrededor de su plato.
Volví mi atención hacia le mesa de Annabelle mientras comenzaba a imitar el juego con la comida de Alice.
“¿Tienes clases con algún otro de ellos?”
“Ajá, Jasper y Bella está en mi clase de latín.”
“Eso está bien. ¿Hablas con ellos bastante? Debe ser duro ser nuevo.”
“Le hablé a Bella un poco en su primer día, pero desde entonces no ha estado en la escuela. Está enferma, creo. Pero le he hablado a Jasper. Él es bastante agradable.”
“De verdad le gustas,” dije tan suavemente que sabía que sólo Jasper y Alice escucharían.
“Lamentablemente,” dijo Jasper, fastidio de nuevo en su voz.
“Ella está perdiendo su tiempo,” dijo Alice mientras le daba aún otro beso a Jasper.
“Aprecio su amor el uno por el otro, pero por favor, párenla.” Dije, intentando permanecer amigable aún cuando sus constantes demostraciones de cariño estaban comenzando a irritarme.
“Lo siento,” dijo Jasper mientras se movía a velocidad vampírica para poner más de su comida dentro de su servilleta.
“Bueno, me alegra que parezcas llevarte tan bien con los nuevos chicos,” continuó el padre de Annabelle mientras la mesera traía sus platos.
“En su mayoría,” masculló, pero él no lo percibió.
Comieron en silencio, su padre tratando de vernos tan discretamente como fuera posible, antes que volviera a tratar con su hija.
“¿Y cómo va tu aplicación para aquel programa de verano que viene?”
“Bien. Casi termino con el ensayo, y simplemente tengo que terminar la parte fotográfica.”
“Bien. ¿Cuándo es plazo de entrega?”
“Tres semanas más.”
“Si necesitas algo simplemente avísame.”
“Lo haré, papá. Gracias.”
Ella es una niña tan buena. De verdad espero que sea aceptada en este programa. Necesita alguna forma de pasar sus veranos ahora que no puede ir a visitar a su madre.
Me pregunté que quiso decir con eso, y que le pasó a su mamá. También sentí el impulso de ir y protegerla, de tratar de protegerla del mundo. Obviamente algo pasó en su familia y su padre está haciendo todo lo que puede para tratar de mantenerla feliz y segura.
“¿Oye papá?”
“¿Dime, cariño?”
“¿Por qué quisiste salir a cenar?”
“Es que pensé que necesitabas una noche fuera. No sales mucho con tus amigos, y tratas con tanto esfuerzo de cuidar de mí. Tú eres la joven, deberías pasarla bien.”
“Lo se, papá, pero en serio estoy contenta con mi vida.”
“Bien.”
Volvieron a quedar en silencio, enfadándome un poco.
Edward, cálmate.
“Lo siento,” le dije a Jasper.
“¿Esto está ayudando algo?” Me preguntó Alice.
“No lo se. De verdad quiero a Bella... en serio que si. Es sólo que…”
“Quieres proteger a Annabelle, y mantenerla a salvo.”
“Si.”
Entendemos.
La mesera regresó, sus pensamientos igual de lascivos que antes, y tomó nuestros platos medio vacíos y nos dio nuestra cuenta. Dejé una propina bastante grande, no queriendo el cambio para evitar que volviera a venir.
“Vamos,” dijo Jasper como notó que mi atención estaba una vez más sobre Annabelle.
Asentí y me puse de pie, teniéndole pavor a pasar por su lado para irme. Quería decir hola, pero me preocupaba si eso la asustaría. También me pregunté si se ofendería si no decía hola.
Di hola.
Alice, por supuesto, respondió a mis preocupaciones. Como me acercaba a la mesa, di la vuelta de modo que estuviera a la vista antes de hablar.
“Hola Annabelle,” dije cortésmente, tratando de impresionarlos a ambos.
“Hola, Edward.” Respondió ella con la misma educación, pero también parecía estar asustada.
“Oye,” dijo Alice felizmente.
“Hola Alice, Jasper.” Dijo Annabelle, su cara pareciendo iluminarse cuando miró a Jasper. Su padre pareció pensar lo mismo.
“¿Cómo te va?” Preguntó Jasper, tratando de ser cortés.
“Bien. Este es mi padre, George.”
“Buenas noches, Sr. Soy Jasper, este es mi hermano Edward y esta es Alice.”
“Es un placer conocerlos. ¿Cómo les va con la acostumbrada a la mudada?”
“Bastante bien, más o menos,” dijo Jasper.
“Es bueno escuchar eso.”
“Si señor”.
“Necesitamos irnos a casa. Esme nos espera pronto.” Dijo Alice con dulzura, haciendo que George casi se derritiera.
“Fue un place conocerlos a todos.”
“Nos vemos mañana.” Dijo Anna, sus ojos centrados en el aire alrededor de Jasper pero no directamente en él.
“También tu.” Dije amablemente mientras nos dirigíamos hacia mi auto.
Condujimos de regreso en silencio, inseguros sobre qué decir.
¿Vas a volverla a ver esta noche?
“Probablemente.” Dije suavemente, de nuevo avergonzado.
¿Quieres venir a casa y ver si puedes alejar tu mente de ella?
“¿Crees que debería?”
Sinceramente, Edward, si. Creo que entre más tratas de comprometerte a ti mismo a verla, más tiempo va a tomar esto. Quédate en casa por unas horas. Si no puedes sacártela de la cabeza, y te ayudaremos a tratar, entonces puedes ir.
Asentí, aceptando de mala gana. Aunque ella estaba en lo cierto. Nunca sería capaz sacarme a Annabelle de la cabeza si no lo intentaba.
Aparqué en el garaje, de repente asustado de enfrentar a Esme.
No te preocupes por ello, Edward. Ella siempre te aceptará.
Le dirigí una rápida sonrisa a Jasper mientras nos encaminábamos al interior de la casa, encontrando a Esme y a Carlisle ya en la sala.
“¿Tuvieron una buena tarde?” Preguntó Carlisle, cualquier inclinación de lo que realmente estuvimos haciendo escondida.
“Si. Molesté a otra mesera,” chilló Alice con felicidad mientras se ubicaba en las piernas de Jasper sobre el sillón.
Me senté en el sofá, junto a Carlisle, aún aprensivo.
“Eso está bien. ¿Cómo vas?” Me preguntó Carlisle. Su tono te habría hecho pensar que le estaba preguntando a un amigo que vio en la calle y no a su adultero hijo.
“No lo se.” Dije con sinceridad, todavía más nervioso sobre toda esta situación auto-impuesta de lo que probablemente debería estarlo.
“Si necesitas algo, avísanos.”
“Gracias,” dije con seriedad.
“¿Estás preocupado por Bella?” Me preguntó Esme, el amoroso tono de su voz atrayendo mi cara hacia ella.
“Enormemente.”
“Sabes que Emmett y Rose la protegerán. La están manteniendo ocupada y haciendo lo mejor que pueden para mantener su mente fuera de esto.”
“Lo se. ¿Pero y si ella no puedo perdonarme?”
“Edward, ella te ama. Ella siempre te ha perdonado.”
“Si, ¿pero y si esta es la única vez que no es capaz de hacerlo? Esto es mucho, mucho peor que cualquier cosa que jamás he hecho. Esme, esto es peor que cuando la dejé cuando era humana.”
“Edward, querido, si estás así de disgustado por ello, ¿entonces por qué no simplemente vas a ella?”
Agaché mi cabeza, de nuevo llena de lo mismo.
“Porque todavía quiero estar alrededor de Annabelle,” mascullé tan suavemente que tuvieron problemas escuchando.
“Entonces en este momento, necesitas dejar de pensar en Bella y piensa más bien en lo que quieres y necesitas.”
Asentí, sabiendo que todavía me veía como un cachorrito maltratado.
“¿Todavía sientes la necesidad de ir a verla esta noche?”
Asentí otra vez, incapaz de mirar a cualquier miembro de mi familia a los ojos.
“Edward, mírame.” Dijo Esme, su tono no dejaba espacio para desobedecer.
Levanté mi cabeza, mis ojos moviéndose lentamente para encontrar los suyos.
“Entonces ve. Haz lo que tengas que hacer. No puedo soportar verte así de desgarrado. Cualquier decisión que tomes está bien siempre y cuando te alivie de este dolor.”
Asentí y me dirigí escaleras arriba para cambiarme. Miré alrededor del cuarto, viendo y oliendo a Bella en todas partes de este.
“Estoy tratando,” susurré mientras me ponía una camisa y jeans nuevos.
Pasé mi mano por mi despeinado cabello antes de volver a bajar y salir por la puerta principal. Mi familia sentada en silencio, sus pensamientos protegidos, mientras me encaminaba hacia la casa de Annabelle.
[/b]
“Ese es Jasper y Alice.”
Escuché a Jasper mascullar algo sobre lujuria, siendo tranquilizado por los labios de Alice sobre los suyos momentáneamente.
“¿No son un poco cercanos para ser hermanos?”
No quiero a mi hija alrededor de una familia llena de incestuosos.
“No son hermanos de sangre. Todos los chicos son adoptados. Sólo algunos de ellos son hermanos de sangre.”
“¿Cuántos son en total?”
“Seis,” respondió ella.
"Eso ciertamente es bastante. Aunque escuché que todos ellos son muy educados.”
Ella movió su cabeza, distribuyendo más su aroma. Por un momento dejé de respirar, tratando de volver a ganar el pequeñito control que su esencia se llevó.
“Lo son. Son realmente listos también. Se rumorea que todos trasladaron con perfectos 4.0s.” (NT. Por lo que encontré, ellos calculan de 1 a 4 siendo este último el mejor y más alto, algo que no todos logran xD)
“Vaya.”
Bien. Ella necesita un compañero de laboratorio que la empuje. Ella es tan inteligente, es sólo que a veces no se esfuerza lo suficiente.
Edward, deja de mirar.
Giré mi mirada hacia Alice, habiendo notado que aún tenía que despegar mis ojos de ella. Por suerte, fui interrumpido por la mesera trayendo la comida que realmente no necesitábamos.
Ella ubicó los platos frente a nosotros, nunca quitando sus ojos de mí. Pude sentir la mirada del padre de Annabelle sobre mí también y quise hundirme y esconderme.
“¿Necesitan algo más, en absoluto?”
“No, gracias,” chilló Alice como comenzó a mover la comida alrededor de su plato.
Volví mi atención hacia le mesa de Annabelle mientras comenzaba a imitar el juego con la comida de Alice.
“¿Tienes clases con algún otro de ellos?”
“Ajá, Jasper y Bella está en mi clase de latín.”
“Eso está bien. ¿Hablas con ellos bastante? Debe ser duro ser nuevo.”
“Le hablé a Bella un poco en su primer día, pero desde entonces no ha estado en la escuela. Está enferma, creo. Pero le he hablado a Jasper. Él es bastante agradable.”
“De verdad le gustas,” dije tan suavemente que sabía que sólo Jasper y Alice escucharían.
“Lamentablemente,” dijo Jasper, fastidio de nuevo en su voz.
“Ella está perdiendo su tiempo,” dijo Alice mientras le daba aún otro beso a Jasper.
“Aprecio su amor el uno por el otro, pero por favor, párenla.” Dije, intentando permanecer amigable aún cuando sus constantes demostraciones de cariño estaban comenzando a irritarme.
“Lo siento,” dijo Jasper mientras se movía a velocidad vampírica para poner más de su comida dentro de su servilleta.
“Bueno, me alegra que parezcas llevarte tan bien con los nuevos chicos,” continuó el padre de Annabelle mientras la mesera traía sus platos.
“En su mayoría,” masculló, pero él no lo percibió.
Comieron en silencio, su padre tratando de vernos tan discretamente como fuera posible, antes que volviera a tratar con su hija.
“¿Y cómo va tu aplicación para aquel programa de verano que viene?”
“Bien. Casi termino con el ensayo, y simplemente tengo que terminar la parte fotográfica.”
“Bien. ¿Cuándo es plazo de entrega?”
“Tres semanas más.”
“Si necesitas algo simplemente avísame.”
“Lo haré, papá. Gracias.”
Ella es una niña tan buena. De verdad espero que sea aceptada en este programa. Necesita alguna forma de pasar sus veranos ahora que no puede ir a visitar a su madre.
Me pregunté que quiso decir con eso, y que le pasó a su mamá. También sentí el impulso de ir y protegerla, de tratar de protegerla del mundo. Obviamente algo pasó en su familia y su padre está haciendo todo lo que puede para tratar de mantenerla feliz y segura.
“¿Oye papá?”
“¿Dime, cariño?”
“¿Por qué quisiste salir a cenar?”
“Es que pensé que necesitabas una noche fuera. No sales mucho con tus amigos, y tratas con tanto esfuerzo de cuidar de mí. Tú eres la joven, deberías pasarla bien.”
“Lo se, papá, pero en serio estoy contenta con mi vida.”
“Bien.”
Volvieron a quedar en silencio, enfadándome un poco.
Edward, cálmate.
“Lo siento,” le dije a Jasper.
“¿Esto está ayudando algo?” Me preguntó Alice.
“No lo se. De verdad quiero a Bella... en serio que si. Es sólo que…”
“Quieres proteger a Annabelle, y mantenerla a salvo.”
“Si.”
Entendemos.
La mesera regresó, sus pensamientos igual de lascivos que antes, y tomó nuestros platos medio vacíos y nos dio nuestra cuenta. Dejé una propina bastante grande, no queriendo el cambio para evitar que volviera a venir.
“Vamos,” dijo Jasper como notó que mi atención estaba una vez más sobre Annabelle.
Asentí y me puse de pie, teniéndole pavor a pasar por su lado para irme. Quería decir hola, pero me preocupaba si eso la asustaría. También me pregunté si se ofendería si no decía hola.
Di hola.
Alice, por supuesto, respondió a mis preocupaciones. Como me acercaba a la mesa, di la vuelta de modo que estuviera a la vista antes de hablar.
“Hola Annabelle,” dije cortésmente, tratando de impresionarlos a ambos.
“Hola, Edward.” Respondió ella con la misma educación, pero también parecía estar asustada.
“Oye,” dijo Alice felizmente.
“Hola Alice, Jasper.” Dijo Annabelle, su cara pareciendo iluminarse cuando miró a Jasper. Su padre pareció pensar lo mismo.
“¿Cómo te va?” Preguntó Jasper, tratando de ser cortés.
“Bien. Este es mi padre, George.”
“Buenas noches, Sr. Soy Jasper, este es mi hermano Edward y esta es Alice.”
“Es un placer conocerlos. ¿Cómo les va con la acostumbrada a la mudada?”
“Bastante bien, más o menos,” dijo Jasper.
“Es bueno escuchar eso.”
“Si señor”.
“Necesitamos irnos a casa. Esme nos espera pronto.” Dijo Alice con dulzura, haciendo que George casi se derritiera.
“Fue un place conocerlos a todos.”
“Nos vemos mañana.” Dijo Anna, sus ojos centrados en el aire alrededor de Jasper pero no directamente en él.
“También tu.” Dije amablemente mientras nos dirigíamos hacia mi auto.
Condujimos de regreso en silencio, inseguros sobre qué decir.
¿Vas a volverla a ver esta noche?
“Probablemente.” Dije suavemente, de nuevo avergonzado.
¿Quieres venir a casa y ver si puedes alejar tu mente de ella?
“¿Crees que debería?”
Sinceramente, Edward, si. Creo que entre más tratas de comprometerte a ti mismo a verla, más tiempo va a tomar esto. Quédate en casa por unas horas. Si no puedes sacártela de la cabeza, y te ayudaremos a tratar, entonces puedes ir.
Asentí, aceptando de mala gana. Aunque ella estaba en lo cierto. Nunca sería capaz sacarme a Annabelle de la cabeza si no lo intentaba.
Aparqué en el garaje, de repente asustado de enfrentar a Esme.
No te preocupes por ello, Edward. Ella siempre te aceptará.
Le dirigí una rápida sonrisa a Jasper mientras nos encaminábamos al interior de la casa, encontrando a Esme y a Carlisle ya en la sala.
“¿Tuvieron una buena tarde?” Preguntó Carlisle, cualquier inclinación de lo que realmente estuvimos haciendo escondida.
“Si. Molesté a otra mesera,” chilló Alice con felicidad mientras se ubicaba en las piernas de Jasper sobre el sillón.
Me senté en el sofá, junto a Carlisle, aún aprensivo.
“Eso está bien. ¿Cómo vas?” Me preguntó Carlisle. Su tono te habría hecho pensar que le estaba preguntando a un amigo que vio en la calle y no a su adultero hijo.
“No lo se.” Dije con sinceridad, todavía más nervioso sobre toda esta situación auto-impuesta de lo que probablemente debería estarlo.
“Si necesitas algo, avísanos.”
“Gracias,” dije con seriedad.
“¿Estás preocupado por Bella?” Me preguntó Esme, el amoroso tono de su voz atrayendo mi cara hacia ella.
“Enormemente.”
“Sabes que Emmett y Rose la protegerán. La están manteniendo ocupada y haciendo lo mejor que pueden para mantener su mente fuera de esto.”
“Lo se. ¿Pero y si ella no puedo perdonarme?”
“Edward, ella te ama. Ella siempre te ha perdonado.”
“Si, ¿pero y si esta es la única vez que no es capaz de hacerlo? Esto es mucho, mucho peor que cualquier cosa que jamás he hecho. Esme, esto es peor que cuando la dejé cuando era humana.”
“Edward, querido, si estás así de disgustado por ello, ¿entonces por qué no simplemente vas a ella?”
Agaché mi cabeza, de nuevo llena de lo mismo.
“Porque todavía quiero estar alrededor de Annabelle,” mascullé tan suavemente que tuvieron problemas escuchando.
“Entonces en este momento, necesitas dejar de pensar en Bella y piensa más bien en lo que quieres y necesitas.”
Asentí, sabiendo que todavía me veía como un cachorrito maltratado.
“¿Todavía sientes la necesidad de ir a verla esta noche?”
Asentí otra vez, incapaz de mirar a cualquier miembro de mi familia a los ojos.
“Edward, mírame.” Dijo Esme, su tono no dejaba espacio para desobedecer.
Levanté mi cabeza, mis ojos moviéndose lentamente para encontrar los suyos.
“Entonces ve. Haz lo que tengas que hacer. No puedo soportar verte así de desgarrado. Cualquier decisión que tomes está bien siempre y cuando te alivie de este dolor.”
Asentí y me dirigí escaleras arriba para cambiarme. Miré alrededor del cuarto, viendo y oliendo a Bella en todas partes de este.
“Estoy tratando,” susurré mientras me ponía una camisa y jeans nuevos.
Pasé mi mano por mi despeinado cabello antes de volver a bajar y salir por la puerta principal. Mi familia sentada en silencio, sus pensamientos protegidos, mientras me encaminaba hacia la casa de Annabelle.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Capítulo 17: Obligaciones Familiares
“¿Bella?” Escuché como Rosalie tocaba sobre mi puerta.
Había estado sentándome en lo que había sido el cuarto de Edward durante las pocas horas pasadas, pensando de nuevo. No estaba segura si alguna vez podría volver confiar completamente en él, y sabía que no podría estar con él si siempre iba a tener aquella pequeña voz en la parte de atrás de mi cabeza diciéndome que él la ama a ella.
Incluso si Edward se da cuenta que me ama, aún no se si puedo regresar a él.
“¿Bella?” Dijo Rosalie a través de la puerta mientras tocaba de nuevo.
Sabiendo que probablemente no me iba a dejar ignorarla, dada su persistencia sobre los últimos días, respondí.
“Pasa,” dije mientras me sentaba derecha sobre el sofá.
Esta había sido nuestro rutina durante la semana pasada desde que estuvimos en esta casa; yo pasaría tiempo con Rosalie y con Emmett antes de encerrarme en el que había sido el cuarto de Edward, pensando. Esto les permitía a Emmett y a Rosalie tener su tiempo solos, y eran lo bastante considerados para ser muy silenciosos o para dejar la casa juntos para ello. Después de unas pocas horas, uno de ellos regresaría y me molestaría, no queriendo que me sumiera en la pena por demasiado tiempo.
“¿Cómo vas?” Preguntó mientras se sentaba junto a mí.
“Pensando,” dije, sabiendo que ella entendería. Acerqué mis rodillas a mi pecho.
“Sabes que los amo a ambos, pero si de veras no puedes perdonarlo, entonces no te obligues a ti misma.” Dijo Rosalie mientras se dirigía hacia el tocador.
“Si bien yo siempre lo amaré. Pero abandoné todo por él. No entiendo como pudo hacer esto.” Dije mientras dejé que mi cabeza cayera dentro de mis rodillas.
“Yo tampoco, pero él lo ha hecho y no podemos cambiar eso.”
“¿Por qué Edward? ¿Por qué yo? Tú y Emmett han estado juntos por mucho más tiempo que Edward y yo, y ni una vez alguno de ustedes ha dudado.”
“Lo se, y no es nada justo. Tú no mereces esto. Edward está siendo terco, él simplemente no lo verá. Él no la ama a ella-él te ama a ti.”
“Da igual, él está codiciándola justo ahora,” dije suavemente.
“Si me preguntas, yo digo que te hagamos ver más sensual que incluso yo y que entres como si nada, mostrándole lo que se está perdiendo,” dijo Rosalie, su habitual tenacidad presente en su voz.
“No quiero pelear por él. No debería tener que pelear por él,” dije, aunque su idea era tentadora.
“Lo se. Sin embargo, si cambias de idea, avísame. Tengo un conjunto que lo dejaría más aturdido que la primera vez que te vio desnuda,” dijo Rosalie con una carcajada.
“No lo haré, pero gracias,” dije, apreciando sus esfuerzos.
“Mira, Bella, se que estás sufriendo, pero no puedes seguir así. No es que yo crea que él lo hará, pero si él si va tras ella, no puedes ir por la eternidad de este modo,” dijo Rosalie, pero esta vez había lástima en su voz.
“No planeo hacerlo,” dije en voz baja, esperando que no me escuchara.
“No hables así,” siseó Rosalie como su cabeza se movía rápidamente hacia mí.
Apenada, dejé caer mi mirada.
“No seré capaz de amar de nuevo, Rosalie. No me repondré de él,” dije, a sabiendas de lo fuerte que es nuestro lazo. O por lo menos eso pensaba.
“Tienes que tratar, Bella. No puedes simplemente rendirte.”
Me quedé en silencio, insegura de qué decir.
“Vamos a cazar, te lo sacaré de la mente.” Dijo Rosalie mientras sacaba un conjunto para que usara al cazar.
Levanté mi cabeza y la miré, mis ojos traicionando mi falta de voluntad para ir, aún cuando estaba agradecida por el cambio de tema.
“Bella, necesitas hacerlo. No has cazado desde antes que la escuela empezara,” dijo suavemente Rosalie.
“Yo sólo voy con él,” dije aún más pacito.
Excepto por cuando estaba aprendiendo a controlar mi sed, sólo había cazado con Edward. Sólo en muy raras ocasiones no fuimos juntos, y yo no había ido ni una vez con otro miembro de la familia.
“Lo se, pero no puedes pasar hambre. Si quieres ir sola eso está bien.” Dijo Rosalie mientras me largaba la ropa.
Suspiré; sabía que ella estaba en lo cierto.
“No, está bien. Iré con ustedes dos.”
“Sabes que Emmett lo apreciará.”
La di una medio sonrisa.
“Lo se,” dije mientras me ponía la ropa.
Nos dirigimos escaleras abajo, donde un entusiasmado Emmett estaba esperando.
“¿Listas?” Preguntó Emmett mientras agarraba las llaves del auto.
“Aja, ¿pero les importa si simplemente corremos a donde sea que estemos yendo?”
“Claro que no,” dijo Emmett mientras volvía a lanzar las llaves sobre el final de la mesa.
“Gracias,” dije mientras me encaminaba hacia la puerta.
Dejé que Emmett liderara el camino, queriendo correr pero no pensar en ello. Seguí detrás de él y de Rosalie, ya lamentando esta decisión. Correr era algo que Edward amaba, y era algo que me lo recordaba inmensamente.
Todavía recuerdo la primera vez que corrí como un vampiro – fue más excitante de lo que Edward jamás había podido expresarme como humana. Mano a mano, tomamos velocidad dentro del bosque, completamente libres. Nunca tendría que separarme de él de nuevo, o eso pensé, y ello me regocijaba.
Suspiré mientras me sacaba de esos recuerdos, conociendo el dolor que traerían. Aceleré más, alcanzando a Rosalie y a Emmett. No nos tomó demasiado llegar a un área más densamente boscosa, y supe que estábamos en nuestros terrenos de caza.
“¿Vas a buscar un león de montaña?” Me preguntó Emmett, sabiendo que era mi favorito. Ciertamente salí a Edward en esa. Pero si lo piensas, era difícil que no me gustara cuando él constantemente me presionaba y me decía cuán increíble era antes que lo tuviera.
“Eso espero,” dije, sabiendo que eso me haría sentir mejor.
Fuimos en nuestros caminos separados, sabiendo que era más fácil que tratar de de seguir juntos y quedarnos fuera del camino de los otros.
Corrí varias millas antes de captar el olor de lo que estaba buscando. Desaceleré y me le acerqué sigilosamente, sabiendo que él no tenía ni la menor idea que yo estaba en el área. Me ubiqué justo antes de embestir y derribar a la criatura. Lo sequé rápidamente, asegurándome de hacer tan poco desorden como fuera posible.
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IRE A VER PELOTON AJJAJAJAJAJAJ
VAMOS FERNANDES Y GARCESSSSS
“¿Bella?” Escuché como Rosalie tocaba sobre mi puerta.
Había estado sentándome en lo que había sido el cuarto de Edward durante las pocas horas pasadas, pensando de nuevo. No estaba segura si alguna vez podría volver confiar completamente en él, y sabía que no podría estar con él si siempre iba a tener aquella pequeña voz en la parte de atrás de mi cabeza diciéndome que él la ama a ella.
Incluso si Edward se da cuenta que me ama, aún no se si puedo regresar a él.
“¿Bella?” Dijo Rosalie a través de la puerta mientras tocaba de nuevo.
Sabiendo que probablemente no me iba a dejar ignorarla, dada su persistencia sobre los últimos días, respondí.
“Pasa,” dije mientras me sentaba derecha sobre el sofá.
Esta había sido nuestro rutina durante la semana pasada desde que estuvimos en esta casa; yo pasaría tiempo con Rosalie y con Emmett antes de encerrarme en el que había sido el cuarto de Edward, pensando. Esto les permitía a Emmett y a Rosalie tener su tiempo solos, y eran lo bastante considerados para ser muy silenciosos o para dejar la casa juntos para ello. Después de unas pocas horas, uno de ellos regresaría y me molestaría, no queriendo que me sumiera en la pena por demasiado tiempo.
“¿Cómo vas?” Preguntó mientras se sentaba junto a mí.
“Pensando,” dije, sabiendo que ella entendería. Acerqué mis rodillas a mi pecho.
“Sabes que los amo a ambos, pero si de veras no puedes perdonarlo, entonces no te obligues a ti misma.” Dijo Rosalie mientras se dirigía hacia el tocador.
“Si bien yo siempre lo amaré. Pero abandoné todo por él. No entiendo como pudo hacer esto.” Dije mientras dejé que mi cabeza cayera dentro de mis rodillas.
“Yo tampoco, pero él lo ha hecho y no podemos cambiar eso.”
“¿Por qué Edward? ¿Por qué yo? Tú y Emmett han estado juntos por mucho más tiempo que Edward y yo, y ni una vez alguno de ustedes ha dudado.”
“Lo se, y no es nada justo. Tú no mereces esto. Edward está siendo terco, él simplemente no lo verá. Él no la ama a ella-él te ama a ti.”
“Da igual, él está codiciándola justo ahora,” dije suavemente.
“Si me preguntas, yo digo que te hagamos ver más sensual que incluso yo y que entres como si nada, mostrándole lo que se está perdiendo,” dijo Rosalie, su habitual tenacidad presente en su voz.
“No quiero pelear por él. No debería tener que pelear por él,” dije, aunque su idea era tentadora.
“Lo se. Sin embargo, si cambias de idea, avísame. Tengo un conjunto que lo dejaría más aturdido que la primera vez que te vio desnuda,” dijo Rosalie con una carcajada.
“No lo haré, pero gracias,” dije, apreciando sus esfuerzos.
“Mira, Bella, se que estás sufriendo, pero no puedes seguir así. No es que yo crea que él lo hará, pero si él si va tras ella, no puedes ir por la eternidad de este modo,” dijo Rosalie, pero esta vez había lástima en su voz.
“No planeo hacerlo,” dije en voz baja, esperando que no me escuchara.
“No hables así,” siseó Rosalie como su cabeza se movía rápidamente hacia mí.
Apenada, dejé caer mi mirada.
“No seré capaz de amar de nuevo, Rosalie. No me repondré de él,” dije, a sabiendas de lo fuerte que es nuestro lazo. O por lo menos eso pensaba.
“Tienes que tratar, Bella. No puedes simplemente rendirte.”
Me quedé en silencio, insegura de qué decir.
“Vamos a cazar, te lo sacaré de la mente.” Dijo Rosalie mientras sacaba un conjunto para que usara al cazar.
Levanté mi cabeza y la miré, mis ojos traicionando mi falta de voluntad para ir, aún cuando estaba agradecida por el cambio de tema.
“Bella, necesitas hacerlo. No has cazado desde antes que la escuela empezara,” dijo suavemente Rosalie.
“Yo sólo voy con él,” dije aún más pacito.
Excepto por cuando estaba aprendiendo a controlar mi sed, sólo había cazado con Edward. Sólo en muy raras ocasiones no fuimos juntos, y yo no había ido ni una vez con otro miembro de la familia.
“Lo se, pero no puedes pasar hambre. Si quieres ir sola eso está bien.” Dijo Rosalie mientras me largaba la ropa.
Suspiré; sabía que ella estaba en lo cierto.
“No, está bien. Iré con ustedes dos.”
“Sabes que Emmett lo apreciará.”
La di una medio sonrisa.
“Lo se,” dije mientras me ponía la ropa.
Nos dirigimos escaleras abajo, donde un entusiasmado Emmett estaba esperando.
“¿Listas?” Preguntó Emmett mientras agarraba las llaves del auto.
“Aja, ¿pero les importa si simplemente corremos a donde sea que estemos yendo?”
“Claro que no,” dijo Emmett mientras volvía a lanzar las llaves sobre el final de la mesa.
“Gracias,” dije mientras me encaminaba hacia la puerta.
Dejé que Emmett liderara el camino, queriendo correr pero no pensar en ello. Seguí detrás de él y de Rosalie, ya lamentando esta decisión. Correr era algo que Edward amaba, y era algo que me lo recordaba inmensamente.
Todavía recuerdo la primera vez que corrí como un vampiro – fue más excitante de lo que Edward jamás había podido expresarme como humana. Mano a mano, tomamos velocidad dentro del bosque, completamente libres. Nunca tendría que separarme de él de nuevo, o eso pensé, y ello me regocijaba.
Suspiré mientras me sacaba de esos recuerdos, conociendo el dolor que traerían. Aceleré más, alcanzando a Rosalie y a Emmett. No nos tomó demasiado llegar a un área más densamente boscosa, y supe que estábamos en nuestros terrenos de caza.
“¿Vas a buscar un león de montaña?” Me preguntó Emmett, sabiendo que era mi favorito. Ciertamente salí a Edward en esa. Pero si lo piensas, era difícil que no me gustara cuando él constantemente me presionaba y me decía cuán increíble era antes que lo tuviera.
“Eso espero,” dije, sabiendo que eso me haría sentir mejor.
Fuimos en nuestros caminos separados, sabiendo que era más fácil que tratar de de seguir juntos y quedarnos fuera del camino de los otros.
Corrí varias millas antes de captar el olor de lo que estaba buscando. Desaceleré y me le acerqué sigilosamente, sabiendo que él no tenía ni la menor idea que yo estaba en el área. Me ubiqué justo antes de embestir y derribar a la criatura. Lo sequé rápidamente, asegurándome de hacer tan poco desorden como fuera posible.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
sigue, sigue esta buen´sima me tienes con la insertidumbre, pon mas hoy amiguita, porfis
Atal- .
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
ESTOY MUY BAJONEA ....NO PUEDE SER K SE FUERA FERNANDEZ ESO ES BASURA .....
TE ESPERO EN EL REPEXAJEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
BUENO A LO NUESTRO XIKAS.....EKI LES VA MASSSSSSSSSSS
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Una vez hube terminado, levanté un árbol y me deshice del cuerpo antes de treparme a otro árbol. Me senté allí por cerca de una hora, aún pensando. Extrañaba a Edward, y mi vida parecía no tener sentido sin él, ¿pero podría realmente perdonarlo por esto?
Renuncié a todo por él, y una chica cualquiera viene recordándole de la yo humana de la que él se enamoró, y de repente todo se está yendo a pique. Incluso si sus sentimientos por ella no son tan fuertes como lo son por mí, él aún los tiene.
Se que es más que su aroma; ciertamente este es parte de ello, y si ella no oliera de forma tan atrayente, él nunca le hubiera prestado atención. Es algo más, pero no puedo explicarme qué.
Lo que me preocupa es que ella es igual de patosa a como yo era, pero es mucho más atrevida de lo que yo jamás fui. Yo no habría podido hablarle a los chicos nuevos en su primer día, como ella hizo conmigo. No sólo los chicos nuevos, si no los nuevos vampiros que los humanos instintivamente evitaban.
Ella era tan abierta también. Incluso me contó que pensó que Edward quería matarla; cuan en lo cierto estaba. Ella es aún más perceptiva de lo que yo jamás lo fui, y se cuanto admira Edward esa cualidad.
Parece que ella tiene las cualidades que yo tenía, y más. ¿Y si son las cosas extras las que llaman su atención?
Suspiré, sabiendo que no estaba logrando nada pensando en esto. Simplemente me estaba torturando más, e inevitablemente haría más difícil para mí el perdonarlo, asumiendo que eso es lo que terminara siendo necesario para acabar con todo esto.
También estaba comenzando a extrañar a Alice inmensamente. Una cosa era simplemente no pasar mucho tiempo con ella por unos pocos días, y otra enteramente diferente no poder verla. Quise llamarla, pero no quería que Edward descubriera donde estábamos.
Sin embargo, no tenía que dar especificaciones de donde estábamos. ¿Pero y si ella me dice que Edward quiere a Annabelle?
Hice una mueca, pero sabía que cedería bastante pronto. Ya habían pasado unos pocos días y la extrañaba.
Me bajé del árbol y me encaminé de regreso a donde me encontraría con Rosalie y Emmett, sorprendida de que me estuvieran esperando. Generalmente se tomaban un rato para cazar, pero estoy bastante segura que hacían otras cosas después.
“¿Lista para regresar?” Me preguntó Rosalie con una cálida sonrisa sobre su pintoresco rostro.
“Seguro, quiero llamar a Alice,” dije, preocupada que se fueran a oponer.
“Desde luego.” Dijo Rosalie como comenzamos a correr.
Corrimos en silencio, regresando a la casa más pronto de lo que esperaba. Una vez dentro, tomé el teléfono y me senté sobre el sofá, sabiendo que Emmett y Rosalie se quedarían mientras hablaba. Podría necesitarlos, y no quería que estuvieran lejos.
“¿Hola?” Respondió Alice, probablemente asumiendo que sería o Emmett o Rosalie.
“Oye,” dije en voz baja, preocupada que estuviera enojada conmigo.
“¡Bella! ¡Hola! ¿Cómo estás?” Instantáneamente, la voz de Alice se animó y pude imaginármela comenzando a saltar.
“No muy bien, ¿pero que esperarías realmente?”
“Lo se,” Dijo Alice, su voz decayendo un poco.
“Sólo llamaba para decir hola. Los extraño,” dije, no queriendo que mencionara a Edward.
“Lo se, y nosotros también te extrañamos. ¿Cómo es pasar tiempo con Rose y Emmett?”
“Está bien. Conoces a Emmett,” dije con una sonrisa, pensando en las incontables horas de videojuegos que hemos jugado.
“¿Montones de videojuegos?” Preguntó Alice con una carcajada, claramente tratando de mantener la conversación ligera.
“Claro. Está bien, le gano más de lo que él me gana a mí,” dije riendo.
“¡No, no lo haces!” Dijo Emmett detrás de mí, pero pude escuchar el tono suave en su voz.
“¿Cómo está Esme?” Pregunté, sabiendo que esto probablemente la estaba lastimando más que a nadie.
“Está sobreviviendo. Te extraña, pero entiende. Sin embargo, está dividida. Jasper dice que está en más dolor del que ciertamente deja salir. En apariencia está apoyando a Edward, pero no te tomes eso personalmente. Si tú estuvieras acá, y no él, ella te apoyaría a ti,” dijo Alice, apurándose levemente para distraerme de lo que estaba diciendo.
“No estoy enojada. Comprendo la posición en la que está. Si no puedo perdonar a Edward o si él no puede superar lo de ella, no regresaré.” Dije muy suavemente.
Alice estuvo en silencio por un momento, finalmente absorbiendo la verdad que yo sabía había estado evitando.
“Lo se. Y Esme sabe eso. Ella preferiría apoyar a Edward y tenerlo quedándose, que darle la espalda y perderlos a ambos. Ella comprende la situación completamente, y conoce lo que está en juego. Aunque no lo está eligiendo sobre ti,” dijo Alice, dándole énfasis a la última frase.
“Lo se, y nunca la acusaría de ello. Se que ella nunca elegiría entre nosotros, y voy a hacer todo lo que pueda para evitar que lo tenga que hacer. Ella nunca podría decidir, y eso le causaría más sufrimiento y tormento que lo que jamás merecería.
“Ella realmente te extraña, Bella. Sabes que ella tiene un lazo especial con Edward porque él fue el primero, pero ella te cuidó como una mamá mientras eras humana. Ella tiene un lazo igual de especial contigo. Esto la está desgarrando. Trata de esconderlo, pero está lastimando a Jasper.”
“Lo siento,” dije casi de modo inaudible.
Parte de mí quería regresar a casa y consolar a Esme. Pero la idea de estar alrededor de Edward justo ahora me aterraba. Se que él no será capaz de mirarme a los ojos en el momento, y eso dolería demasiado.
“Por favor, Bella, ven a casa.” Suplicó Alice, usando ninguna de sus tácticas usuales. No estaba tratando de hacerme sentir culpable o convencerme con sus pucheros y ojos de cochorrito. Ella estaba pidiéndome sinceramente, no, rogándome.
“No puedo,” dije, y aunque mi voz titubeó infinitesimalmente, ella lo notó.
“Puedes, Bela. Por favor, ven a casa.”
“Yo…yo no se,” dije, aunque era tentador.
“Bella, Esme quiere hablarte,” dijo Alice, su tono diciéndome que podría decir no.
“Claro.” Dije, queriendo hablarle a mi figura materna con igual urgencia a como ella quería hablarme.
“Solucionaremos esto, Bella, por favor, ven a casa.” Dijo Alice antes de pasar el teléfono.
“Bella, mi niña, ¿cómo estás?”
Pude notar que Esme estaba conteniendo los sollozos y tratando de mantener su voz suave. Aún así, pude escuchar el dolor en ella.
“Ahí voy. Emmett y Rosalie son geniales con las distracciones,” dije, tratando de esconder mi propio dolor.
“Eso está bien. Se que estás sufriendo ahora, ¿pero crees que estás lo bastante bien para venir a casa? Te extrañamos terriblemente,” dijo Esme conforme más de su angustia penetraba su voz.
Si ella hubiera estado diciendo esto en persona, yo no había sido capaz de resistir.
“Quiero, Esme, en serio que si. Pero no puedo mirarlo a la cara.”
“Lo se, pero podemos encontrarle una salida a eso. No tienes que compartir su cuarto- Alice ya ofreció el suyo. Sabes que a Jasper no le importará –el pasa tanto tiempo en la biblioteca de todas formas.”
Me quedé en silencio, completamente dividida sobre qué hacer. No podía soportar la idea de Esme siguiendo así de lastimada, y sabía que la haría pedazos si la rechazaba. Por el otro lado, no podía soportar estar cerca de Edward; aún su esencia probablemente me enviaría volando.
“¿Y qué sobre la escuela? Tendría que verlo a él, y a ella. Tengo clase con ella.”
“No tendrás que regresar. La escuela piensa que estás muy enferma, y no manejaste bien el traslado. Justo ahora, ellos piensas que Rosalie y Emmett están contigo en la casa de un tío de modo que te puedas tranquilizar. Incluso cuando regreses, nadie esperará que regreses tan pronto.”
“¿Él todavía la ve cada noche?” Sabía que la respuesta me causaría una agonía extrema pero tuve que preguntar. Sentarme en esa casa de noche, sabiendo porqué él estaba asunte era algo que no estaba segura de poder manejar.
“Justo ahora, si,” dijo Esme, su tono frustrado.
“No creo que pueda,” dije, conteniendo mis propios sollozos.
“Entiendo. Lamento haberlo presionado. Por favor, Bella, regresa tan pronto como puedas.”
“Lo haré, y lo siento,” dije suavemente mientras Emmett y Rosalie se sentaban junto a mí.
“Volveré a pasar a Alice,” dije Esme en voz baja.
Alice no había ni siquiera hablado cuando escuché los sollozos de Esme en el fondo, desvaneciéndose conforme se retiraba del cuarto.
“Lo siento,” dije antes que Alice pudiera interponerse.
“Ella entiende,” dijo Alice suavemente, pero pude escuchar el pesar en su voz.
“Quiero ir a casa, créeme, lo quiero. Es sólo que no se si pueda,” dije sinceramente.
“¿Tratarás? ¿Por favor? Puedes compartir mi cuarto –ya hice un espacio en el closet para tus cosas, y te compraré todas completamente nuevas de modo que la esencia de Edward no esté en ellas. Puedo pedirle que mantenga una distancia, y estoy segura que escuchará. Él no quiere que sufras igual a como el resto de nosotros,” dijo Alice rápidamente, todavía intentando de todo para hacerme ir a casa.
“Esto es su culpa,” indiqué, pero sabía que ella estaba en lo cierto.
“Lo se, y él sabe eso. Él te dará privacidad,” dijo Alice, dejándome saber que ya había visto su charla con él.
“Pensaré en ello,” dije, sintiendo mi resolución desmoronándose con cada palabra que mi hermana y mejor amiga habló.
“Eso es todo lo que pido,” dijo Alice, su tono ya levemente más feliz.
“Lo se,” le dije, agradecida que esta conversación estuviera terminándose.
Colgué con Alice, un poco sorprendida de sus infructuosos intentos para hacerme regresar a casa.
“¿Tas bien?” Preguntó Emmett una vez dejé de mirar fijamente el teléfono cerrado en mi mano.
“No realmente,” dije, sabiendo que no podría poner suficiente sentimiento en mi voz para hacer que cualquier mentira sonara convincente.
“De verdad quieres ir a casa, ¿verdad?” Me preguntó, su tono más comprensivo de lo normal.
“Más que nada, pero no puedo enfrentarlo,” dije, finalmente levantando mi cabeza para mirarlo.
“No lo dejaremos acercarse a ti hasta que estés lista, ¿vale?”
Contemplé lo que estaba diciendo, pero supe que no estaba mintiendo. Emmett probablemente se sentaría fuera de cualquier cuarto en el que yo decidiera quedarme, manteniendo lejos a Edward.
Di una medio sonrisa ante la idea, y supe cual era mi decisión.
“Extraño a Esme, y extraño a Alice,” dije.
“¿Quieres ir a casa?” Me preguntó Rosalie, pero ella ya sabía la respuesta.
“Si,” dije suavemente, aún asustada de estar alrededor de Edward.
“Nos iremos mañana.” Indicó Rosalie mientras se levantaba para comenzar a alistar las cosas.
Asentí, pero no me moví del sofá.
“¿Quieres sorprenderlos, o llamar?”
“Sorprenderlos –aún podría cambiar de idea,” dije, no queriendo elevar las esperanzas de Esme y después aplastarlas.
“Buena idea. Ahora, ¿qué le dices a otra ronda de videojuegos?” Preguntó Emmett, listo por el humor a estar un poco menos apagado.
“Suena genial,” dije, forzando una sonrisa sobre mi cara aunque supe que esta no alcanzó ni de cerca mis ojos.
Pasé el resto de la tarde y parte de la noche jugando con Emmett, tratando de olvidar lo que iba a hacer mañana. Sabía que todavía podría echarme para atrás, pero una gran parte de mí no quería.
Este no era mi hogar- mi hogar era con el resto de los Cullen. Sabiendo que ellos estaban separados por mi culpa, y porque soy débil, me lastimaba. Necesitaba hacer esto por ellos. Necesitaba regresar por Esme.
Me dirigí hacia su cuarto, considerado cada posible resultado. Desafortunadamente, mi mente siempre me guiaba hacia la misma funesta conclusión.
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Una vez hube terminado, levanté un árbol y me deshice del cuerpo antes de treparme a otro árbol. Me senté allí por cerca de una hora, aún pensando. Extrañaba a Edward, y mi vida parecía no tener sentido sin él, ¿pero podría realmente perdonarlo por esto?
Renuncié a todo por él, y una chica cualquiera viene recordándole de la yo humana de la que él se enamoró, y de repente todo se está yendo a pique. Incluso si sus sentimientos por ella no son tan fuertes como lo son por mí, él aún los tiene.
Se que es más que su aroma; ciertamente este es parte de ello, y si ella no oliera de forma tan atrayente, él nunca le hubiera prestado atención. Es algo más, pero no puedo explicarme qué.
Lo que me preocupa es que ella es igual de patosa a como yo era, pero es mucho más atrevida de lo que yo jamás fui. Yo no habría podido hablarle a los chicos nuevos en su primer día, como ella hizo conmigo. No sólo los chicos nuevos, si no los nuevos vampiros que los humanos instintivamente evitaban.
Ella era tan abierta también. Incluso me contó que pensó que Edward quería matarla; cuan en lo cierto estaba. Ella es aún más perceptiva de lo que yo jamás lo fui, y se cuanto admira Edward esa cualidad.
Parece que ella tiene las cualidades que yo tenía, y más. ¿Y si son las cosas extras las que llaman su atención?
Suspiré, sabiendo que no estaba logrando nada pensando en esto. Simplemente me estaba torturando más, e inevitablemente haría más difícil para mí el perdonarlo, asumiendo que eso es lo que terminara siendo necesario para acabar con todo esto.
También estaba comenzando a extrañar a Alice inmensamente. Una cosa era simplemente no pasar mucho tiempo con ella por unos pocos días, y otra enteramente diferente no poder verla. Quise llamarla, pero no quería que Edward descubriera donde estábamos.
Sin embargo, no tenía que dar especificaciones de donde estábamos. ¿Pero y si ella me dice que Edward quiere a Annabelle?
Hice una mueca, pero sabía que cedería bastante pronto. Ya habían pasado unos pocos días y la extrañaba.
Me bajé del árbol y me encaminé de regreso a donde me encontraría con Rosalie y Emmett, sorprendida de que me estuvieran esperando. Generalmente se tomaban un rato para cazar, pero estoy bastante segura que hacían otras cosas después.
“¿Lista para regresar?” Me preguntó Rosalie con una cálida sonrisa sobre su pintoresco rostro.
“Seguro, quiero llamar a Alice,” dije, preocupada que se fueran a oponer.
“Desde luego.” Dijo Rosalie como comenzamos a correr.
Corrimos en silencio, regresando a la casa más pronto de lo que esperaba. Una vez dentro, tomé el teléfono y me senté sobre el sofá, sabiendo que Emmett y Rosalie se quedarían mientras hablaba. Podría necesitarlos, y no quería que estuvieran lejos.
“¿Hola?” Respondió Alice, probablemente asumiendo que sería o Emmett o Rosalie.
“Oye,” dije en voz baja, preocupada que estuviera enojada conmigo.
“¡Bella! ¡Hola! ¿Cómo estás?” Instantáneamente, la voz de Alice se animó y pude imaginármela comenzando a saltar.
“No muy bien, ¿pero que esperarías realmente?”
“Lo se,” Dijo Alice, su voz decayendo un poco.
“Sólo llamaba para decir hola. Los extraño,” dije, no queriendo que mencionara a Edward.
“Lo se, y nosotros también te extrañamos. ¿Cómo es pasar tiempo con Rose y Emmett?”
“Está bien. Conoces a Emmett,” dije con una sonrisa, pensando en las incontables horas de videojuegos que hemos jugado.
“¿Montones de videojuegos?” Preguntó Alice con una carcajada, claramente tratando de mantener la conversación ligera.
“Claro. Está bien, le gano más de lo que él me gana a mí,” dije riendo.
“¡No, no lo haces!” Dijo Emmett detrás de mí, pero pude escuchar el tono suave en su voz.
“¿Cómo está Esme?” Pregunté, sabiendo que esto probablemente la estaba lastimando más que a nadie.
“Está sobreviviendo. Te extraña, pero entiende. Sin embargo, está dividida. Jasper dice que está en más dolor del que ciertamente deja salir. En apariencia está apoyando a Edward, pero no te tomes eso personalmente. Si tú estuvieras acá, y no él, ella te apoyaría a ti,” dijo Alice, apurándose levemente para distraerme de lo que estaba diciendo.
“No estoy enojada. Comprendo la posición en la que está. Si no puedo perdonar a Edward o si él no puede superar lo de ella, no regresaré.” Dije muy suavemente.
Alice estuvo en silencio por un momento, finalmente absorbiendo la verdad que yo sabía había estado evitando.
“Lo se. Y Esme sabe eso. Ella preferiría apoyar a Edward y tenerlo quedándose, que darle la espalda y perderlos a ambos. Ella comprende la situación completamente, y conoce lo que está en juego. Aunque no lo está eligiendo sobre ti,” dijo Alice, dándole énfasis a la última frase.
“Lo se, y nunca la acusaría de ello. Se que ella nunca elegiría entre nosotros, y voy a hacer todo lo que pueda para evitar que lo tenga que hacer. Ella nunca podría decidir, y eso le causaría más sufrimiento y tormento que lo que jamás merecería.
“Ella realmente te extraña, Bella. Sabes que ella tiene un lazo especial con Edward porque él fue el primero, pero ella te cuidó como una mamá mientras eras humana. Ella tiene un lazo igual de especial contigo. Esto la está desgarrando. Trata de esconderlo, pero está lastimando a Jasper.”
“Lo siento,” dije casi de modo inaudible.
Parte de mí quería regresar a casa y consolar a Esme. Pero la idea de estar alrededor de Edward justo ahora me aterraba. Se que él no será capaz de mirarme a los ojos en el momento, y eso dolería demasiado.
“Por favor, Bella, ven a casa.” Suplicó Alice, usando ninguna de sus tácticas usuales. No estaba tratando de hacerme sentir culpable o convencerme con sus pucheros y ojos de cochorrito. Ella estaba pidiéndome sinceramente, no, rogándome.
“No puedo,” dije, y aunque mi voz titubeó infinitesimalmente, ella lo notó.
“Puedes, Bela. Por favor, ven a casa.”
“Yo…yo no se,” dije, aunque era tentador.
“Bella, Esme quiere hablarte,” dijo Alice, su tono diciéndome que podría decir no.
“Claro.” Dije, queriendo hablarle a mi figura materna con igual urgencia a como ella quería hablarme.
“Solucionaremos esto, Bella, por favor, ven a casa.” Dijo Alice antes de pasar el teléfono.
“Bella, mi niña, ¿cómo estás?”
Pude notar que Esme estaba conteniendo los sollozos y tratando de mantener su voz suave. Aún así, pude escuchar el dolor en ella.
“Ahí voy. Emmett y Rosalie son geniales con las distracciones,” dije, tratando de esconder mi propio dolor.
“Eso está bien. Se que estás sufriendo ahora, ¿pero crees que estás lo bastante bien para venir a casa? Te extrañamos terriblemente,” dijo Esme conforme más de su angustia penetraba su voz.
Si ella hubiera estado diciendo esto en persona, yo no había sido capaz de resistir.
“Quiero, Esme, en serio que si. Pero no puedo mirarlo a la cara.”
“Lo se, pero podemos encontrarle una salida a eso. No tienes que compartir su cuarto- Alice ya ofreció el suyo. Sabes que a Jasper no le importará –el pasa tanto tiempo en la biblioteca de todas formas.”
Me quedé en silencio, completamente dividida sobre qué hacer. No podía soportar la idea de Esme siguiendo así de lastimada, y sabía que la haría pedazos si la rechazaba. Por el otro lado, no podía soportar estar cerca de Edward; aún su esencia probablemente me enviaría volando.
“¿Y qué sobre la escuela? Tendría que verlo a él, y a ella. Tengo clase con ella.”
“No tendrás que regresar. La escuela piensa que estás muy enferma, y no manejaste bien el traslado. Justo ahora, ellos piensas que Rosalie y Emmett están contigo en la casa de un tío de modo que te puedas tranquilizar. Incluso cuando regreses, nadie esperará que regreses tan pronto.”
“¿Él todavía la ve cada noche?” Sabía que la respuesta me causaría una agonía extrema pero tuve que preguntar. Sentarme en esa casa de noche, sabiendo porqué él estaba asunte era algo que no estaba segura de poder manejar.
“Justo ahora, si,” dijo Esme, su tono frustrado.
“No creo que pueda,” dije, conteniendo mis propios sollozos.
“Entiendo. Lamento haberlo presionado. Por favor, Bella, regresa tan pronto como puedas.”
“Lo haré, y lo siento,” dije suavemente mientras Emmett y Rosalie se sentaban junto a mí.
“Volveré a pasar a Alice,” dije Esme en voz baja.
Alice no había ni siquiera hablado cuando escuché los sollozos de Esme en el fondo, desvaneciéndose conforme se retiraba del cuarto.
“Lo siento,” dije antes que Alice pudiera interponerse.
“Ella entiende,” dijo Alice suavemente, pero pude escuchar el pesar en su voz.
“Quiero ir a casa, créeme, lo quiero. Es sólo que no se si pueda,” dije sinceramente.
“¿Tratarás? ¿Por favor? Puedes compartir mi cuarto –ya hice un espacio en el closet para tus cosas, y te compraré todas completamente nuevas de modo que la esencia de Edward no esté en ellas. Puedo pedirle que mantenga una distancia, y estoy segura que escuchará. Él no quiere que sufras igual a como el resto de nosotros,” dijo Alice rápidamente, todavía intentando de todo para hacerme ir a casa.
“Esto es su culpa,” indiqué, pero sabía que ella estaba en lo cierto.
“Lo se, y él sabe eso. Él te dará privacidad,” dijo Alice, dejándome saber que ya había visto su charla con él.
“Pensaré en ello,” dije, sintiendo mi resolución desmoronándose con cada palabra que mi hermana y mejor amiga habló.
“Eso es todo lo que pido,” dijo Alice, su tono ya levemente más feliz.
“Lo se,” le dije, agradecida que esta conversación estuviera terminándose.
Colgué con Alice, un poco sorprendida de sus infructuosos intentos para hacerme regresar a casa.
“¿Tas bien?” Preguntó Emmett una vez dejé de mirar fijamente el teléfono cerrado en mi mano.
“No realmente,” dije, sabiendo que no podría poner suficiente sentimiento en mi voz para hacer que cualquier mentira sonara convincente.
“De verdad quieres ir a casa, ¿verdad?” Me preguntó, su tono más comprensivo de lo normal.
“Más que nada, pero no puedo enfrentarlo,” dije, finalmente levantando mi cabeza para mirarlo.
“No lo dejaremos acercarse a ti hasta que estés lista, ¿vale?”
Contemplé lo que estaba diciendo, pero supe que no estaba mintiendo. Emmett probablemente se sentaría fuera de cualquier cuarto en el que yo decidiera quedarme, manteniendo lejos a Edward.
Di una medio sonrisa ante la idea, y supe cual era mi decisión.
“Extraño a Esme, y extraño a Alice,” dije.
“¿Quieres ir a casa?” Me preguntó Rosalie, pero ella ya sabía la respuesta.
“Si,” dije suavemente, aún asustada de estar alrededor de Edward.
“Nos iremos mañana.” Indicó Rosalie mientras se levantaba para comenzar a alistar las cosas.
Asentí, pero no me moví del sofá.
“¿Quieres sorprenderlos, o llamar?”
“Sorprenderlos –aún podría cambiar de idea,” dije, no queriendo elevar las esperanzas de Esme y después aplastarlas.
“Buena idea. Ahora, ¿qué le dices a otra ronda de videojuegos?” Preguntó Emmett, listo por el humor a estar un poco menos apagado.
“Suena genial,” dije, forzando una sonrisa sobre mi cara aunque supe que esta no alcanzó ni de cerca mis ojos.
Pasé el resto de la tarde y parte de la noche jugando con Emmett, tratando de olvidar lo que iba a hacer mañana. Sabía que todavía podría echarme para atrás, pero una gran parte de mí no quería.
Este no era mi hogar- mi hogar era con el resto de los Cullen. Sabiendo que ellos estaban separados por mi culpa, y porque soy débil, me lastimaba. Necesitaba hacer esto por ellos. Necesitaba regresar por Esme.
Me dirigí hacia su cuarto, considerado cada posible resultado. Desafortunadamente, mi mente siempre me guiaba hacia la misma funesta conclusión.
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Fecha de inscripción : 13/05/2009
Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Capítulo 18: Bienvenida a casa
Bajé las escaleras, preparándome a mi misma para al día que venía. Parte de mí todavía quería echarse para atrás. ¿Podría realmente lidiar con ver a Edward justo ahora? ¿Y si él sí la escoge a ella? ¿Y si no puedo perdonarlo? No se si podré enfrentarlo cuando estoy tan insegura.
“¿Bella, estás lista?” Me preguntó Rosalie cuando volvía a entrar después de sacar unas cosas al auto.
“No realmente, pero vamos,” dije, tratando de poner una sonrisa sobre mi rostro.
Ella sonrió en respuesta mientras nos encaminábamos al exterior. De inmediato, me situé en el asiento trasero, queriendo un poco de privacidad para prepararme para esto.
Originalmente, había querido regresar a casa cuando Edward estuviese en la escuela, pero decidí lo contrario. Alice nos vería viniendo y se quedaría en casa. Él se daría cuenta que algo estaba pasando y probablemente también se quedaría en casa. Si íbamos cuando él hubiese terminado la escuela, cabe la posibilidad de que estuviese viéndola, y yo podría evitarlo por un rato más largo.
Sintiendo mi ansiedad, Emmett y Rosalie dejaron que el camino a casa fuese silencioso, sin siquiera molestarse en encender la radio mientras Rosalie aceleraba hacia la casa. Ella, por supuesto, se había metido con el auto la semana pasada, haciéndolo alcanzar una velocidad máxima más alta. Eso estaba bien conmigo –sólo quería terminar con esto.
Cuando finalmente subimos a la calzada de nuestra casa, no me sorprendió ver a Alice esperando con impaciencia en las escaleras del frente. Cuando vio nuestro auto, su rostro se iluminó y corrió hacia nosotros. De forma poco común, esperó a que me saliera por mi cuenta, sin presionar mis límites por apurarme.
“Hola, Bella,” dijo con voz chillona, atrayéndome dentro de un muy breve abrazo una vez tuve la puerta cerrada.
“Hola” dije, alivio inundando mi interior al verla; realmente la había extrañado.
Eché una rápida ojeada alrededor, tratando de ver si Edward estaba aquí. Vi su auto, pero sabía que eso no significaba nada.
“Él no está aquí. Sabe que algo está pasando porque bloqueé mis pensamientos después que tuve la visión, pero lo convencí de que siguiera con sus actividades normales,” dijo Alice, gracias al cielo formulando las acciones de Edward de una forma indirecta.
Asentí antes de comenzar a caminar hacia dentro, queriendo ver a Esme.
“Esme está consiguiendo algunas cosas más para tu cuarto. Estará de regreso pronto,” dijo Alice, ya conociendo mis intenciones.
Estaba en el primer escalón del porche cuando un olor familiar vino hacía mi, acompañado por una imperceptible pero familiar voz. Me congelé, incapaz de hacerme dar otro paso conforme sentía a Edward.
“¿Bella?”
“No,” dije, mi voz fría.
“Por favor,” comenzó él, pero yo sacudí mi cabeza.
Me obligué a descongelarme, ya siendo capaz de escuchar el dolor en su voz. Este me golpeaba, pero eso no importó. No podía hacer esto; no aún por lo menos. Comencé a caminar hacia el interior, tratando de alejarme, pero de repente él estaba frente a mí.
“Por favor,” dijo de nuevo, sus ojos tratando de encontrar los míos.
“Aléjate de mí,” dije, mi rabia estallando conforme capté la esencia de ella sobre él. Él había estado en su cuarto de nuevo.
“Déjala sola,” dijo Jasper de manera calmada directamente desde detrás de mí, su mano tocando levemente mi hombro.
Edward le gruñó, causando que Emmett interviniera. De inmediato, los brazos de Emmett estaban encerrando a Edward y jalándolo hacia el lado.
“Entra,” me dijo Emmett como comenzaba a pelear con Edward.
Les lancé una mirada furtiva, la ansiedad corriendo a través mí como me di cuenta que una vez más estaba obligando a esta familia a elegir. Sintiendo esto, Jasper agarró mi brazo y me llevó dentro, directo al cuarto suyo y de Alice.
Alice y Rosalie nos siguieron de cerca, cerrando la puerta una vez todos estábamos dentro. Colapsé sobre la cama, tratando de contener los recuerdos de cuánto acostumbraba amarme Edward.
“No debería haber regresado,” dije finalmente mientras me obligaba a sentarme.
“Por supuesto deberías haberlo hecho. Esta es tu casa,” dijo Alice mientras se sentaba a mi lado.
“No soy lo suficientemente fuerte para esto. No puedo enfrentarlo”
“Eres lo suficientemente fuerte, Bella. Necesitas mostrarle lo que se está perdiendo y que puedes sobrevivir sin él,” dijo Rosalie, sentándose a mi otro lado.
“Yo no debería tener que pelear por mi esposo,” dije, pero no había indicio de rabia en mi voz.
“Bella, él sabe que podría perderte en esto. Pero lo que él no nota es que tú podrías dejarlo por ello. Si él ve que no lo necesitas para ser feliz cambiará todo para él,” dijo Alice.
“Pero yo lo necesito. Yo no era nada sin él cuando era humana -¿por qué habría de ser esto diferente?”
“Porque eres una fuerte y hermosa vampiro ahora. Puedes sobrevivir esto, Bella. Simplemente tienes que creerlo antes que los demás lo hagan.” Dijo Rosalie.
Miré fijamente enfrente, procesando lo que habían dicho. Finalmente, asentí.
“Trataré,” dije, aunque no pude silenciar la voz en mi mente diciéndome que esto no funcionaría.
“Tú puedes hacer esto,” dijo Rosalie de nuevo, justo cuando hubo un golpe sobre la puerta.
Me congelé, preocupada porque fuera Edward, pero la suave voz de Esme pronto llegó.
“¿Bella? ¿Te gustaría ver tu cuarto?”
Respiré profundamente antes de ir a la puerta para encontrar a Esme con una radiante sonrisa sobre su rostro. Ella me abrazó instantáneamente, más emocionada de verme de lo que yo me sentía merecer.
“¿Qué cuarto es?” Pregunté una vez me soltó, todavía insegura de cuál cuarto habían elegido sería el de “huéspedes”.
Esme simplemente sonrió de nuevo antes de caminar bajo el pasillo, guiándome directo a la más pequeña biblioteca en la que Jasper pasaba la mayoría de su tiempo. Me giré para mirarlo, pero él simplemente sonrió y se encogió.
“No tenías que hacer eso,” dije, comenzando a sentirme mal porque él renunciara a su cielo por mí.
“No es nada. Hay muchos lugares donde puedo leer. Incluso podría usar la verdadera biblioteca,” dijo Jasper con una pequeña riendo.
“Pero a ti te gustaba esta por su proximidad a Alice,” traté de discutir, pero Alice me detuvo.
“Bella, está bien. Fue su idea de todas formas. No lo sacamos a patadas, así que deja de preocuparte.”
Asentí de nuevo y me giré para mirar dentro del completamente transformado cuarto. Una pequeña sonrisa vino hacia mi rostro cuando vi cuanto trabajo habían puesto en esto por mí. Entré y miré alrededor antes de finalmente sentarme sobre el sofá, deleitándome en lo suave que era.
Esme entró conmigo, pero rápidamente noté que nadie más se nos unió.
“Me alegra que regresaras,” dijo mientras se sentaba junto a mí.
“Yo también, aún si es duro,” dije sinceramente.
“No entiendo lo que Edward está haciendo, y ni siquiera sé qué acepto con ello, pero sabes que no estoy eligiendo su lado, ¿cierto?”
“Si.”
“No puedo simplemente darle la espalda.” El dolor que sentía al ver a dos de sus hijos sufriendo era evidente. Aún más obvio, sin embargo, era el agujero que claramente se estaba formando en su interior como resultado.
“Lo se. No lo pediría de ninguna otra forma,” dije, mirándola a los ojos de modo que supiera que no guardaba resentimiento hacia ella por apoyar a Edward.
Yo sabía que ella me apoyaba exactamente igual; si no lo hiciera, no estaría en este cuarto justo ahora.
“No es simplemente porque él fue mi “primero” después que fui cambiada,” apremió, su tono saturado con el amor y el dolor que sentía.
“Se que siempre tendrás un vínculo especial con él, pero también se a pesar de eso yo llené un vacío en ti. Yo fui la hija que necesitabas cuidar, por fugaz que fuese, cuando yo era humana. Se que no escogerías lados, y se que no estás haciendo favoritismos.”
Esme me sonrió y pude ver el alivio recorrerla conforme se daba cuenta que yo decía en serio cada palabra. Ella estaba jugando de ambos lados, luchando con todo el corazón para volvernos a unir.
Bajé las escaleras, preparándome a mi misma para al día que venía. Parte de mí todavía quería echarse para atrás. ¿Podría realmente lidiar con ver a Edward justo ahora? ¿Y si él sí la escoge a ella? ¿Y si no puedo perdonarlo? No se si podré enfrentarlo cuando estoy tan insegura.
“¿Bella, estás lista?” Me preguntó Rosalie cuando volvía a entrar después de sacar unas cosas al auto.
“No realmente, pero vamos,” dije, tratando de poner una sonrisa sobre mi rostro.
Ella sonrió en respuesta mientras nos encaminábamos al exterior. De inmediato, me situé en el asiento trasero, queriendo un poco de privacidad para prepararme para esto.
Originalmente, había querido regresar a casa cuando Edward estuviese en la escuela, pero decidí lo contrario. Alice nos vería viniendo y se quedaría en casa. Él se daría cuenta que algo estaba pasando y probablemente también se quedaría en casa. Si íbamos cuando él hubiese terminado la escuela, cabe la posibilidad de que estuviese viéndola, y yo podría evitarlo por un rato más largo.
Sintiendo mi ansiedad, Emmett y Rosalie dejaron que el camino a casa fuese silencioso, sin siquiera molestarse en encender la radio mientras Rosalie aceleraba hacia la casa. Ella, por supuesto, se había metido con el auto la semana pasada, haciéndolo alcanzar una velocidad máxima más alta. Eso estaba bien conmigo –sólo quería terminar con esto.
Cuando finalmente subimos a la calzada de nuestra casa, no me sorprendió ver a Alice esperando con impaciencia en las escaleras del frente. Cuando vio nuestro auto, su rostro se iluminó y corrió hacia nosotros. De forma poco común, esperó a que me saliera por mi cuenta, sin presionar mis límites por apurarme.
“Hola, Bella,” dijo con voz chillona, atrayéndome dentro de un muy breve abrazo una vez tuve la puerta cerrada.
“Hola” dije, alivio inundando mi interior al verla; realmente la había extrañado.
Eché una rápida ojeada alrededor, tratando de ver si Edward estaba aquí. Vi su auto, pero sabía que eso no significaba nada.
“Él no está aquí. Sabe que algo está pasando porque bloqueé mis pensamientos después que tuve la visión, pero lo convencí de que siguiera con sus actividades normales,” dijo Alice, gracias al cielo formulando las acciones de Edward de una forma indirecta.
Asentí antes de comenzar a caminar hacia dentro, queriendo ver a Esme.
“Esme está consiguiendo algunas cosas más para tu cuarto. Estará de regreso pronto,” dijo Alice, ya conociendo mis intenciones.
Estaba en el primer escalón del porche cuando un olor familiar vino hacía mi, acompañado por una imperceptible pero familiar voz. Me congelé, incapaz de hacerme dar otro paso conforme sentía a Edward.
“¿Bella?”
“No,” dije, mi voz fría.
“Por favor,” comenzó él, pero yo sacudí mi cabeza.
Me obligué a descongelarme, ya siendo capaz de escuchar el dolor en su voz. Este me golpeaba, pero eso no importó. No podía hacer esto; no aún por lo menos. Comencé a caminar hacia el interior, tratando de alejarme, pero de repente él estaba frente a mí.
“Por favor,” dijo de nuevo, sus ojos tratando de encontrar los míos.
“Aléjate de mí,” dije, mi rabia estallando conforme capté la esencia de ella sobre él. Él había estado en su cuarto de nuevo.
“Déjala sola,” dijo Jasper de manera calmada directamente desde detrás de mí, su mano tocando levemente mi hombro.
Edward le gruñó, causando que Emmett interviniera. De inmediato, los brazos de Emmett estaban encerrando a Edward y jalándolo hacia el lado.
“Entra,” me dijo Emmett como comenzaba a pelear con Edward.
Les lancé una mirada furtiva, la ansiedad corriendo a través mí como me di cuenta que una vez más estaba obligando a esta familia a elegir. Sintiendo esto, Jasper agarró mi brazo y me llevó dentro, directo al cuarto suyo y de Alice.
Alice y Rosalie nos siguieron de cerca, cerrando la puerta una vez todos estábamos dentro. Colapsé sobre la cama, tratando de contener los recuerdos de cuánto acostumbraba amarme Edward.
“No debería haber regresado,” dije finalmente mientras me obligaba a sentarme.
“Por supuesto deberías haberlo hecho. Esta es tu casa,” dijo Alice mientras se sentaba a mi lado.
“No soy lo suficientemente fuerte para esto. No puedo enfrentarlo”
“Eres lo suficientemente fuerte, Bella. Necesitas mostrarle lo que se está perdiendo y que puedes sobrevivir sin él,” dijo Rosalie, sentándose a mi otro lado.
“Yo no debería tener que pelear por mi esposo,” dije, pero no había indicio de rabia en mi voz.
“Bella, él sabe que podría perderte en esto. Pero lo que él no nota es que tú podrías dejarlo por ello. Si él ve que no lo necesitas para ser feliz cambiará todo para él,” dijo Alice.
“Pero yo lo necesito. Yo no era nada sin él cuando era humana -¿por qué habría de ser esto diferente?”
“Porque eres una fuerte y hermosa vampiro ahora. Puedes sobrevivir esto, Bella. Simplemente tienes que creerlo antes que los demás lo hagan.” Dijo Rosalie.
Miré fijamente enfrente, procesando lo que habían dicho. Finalmente, asentí.
“Trataré,” dije, aunque no pude silenciar la voz en mi mente diciéndome que esto no funcionaría.
“Tú puedes hacer esto,” dijo Rosalie de nuevo, justo cuando hubo un golpe sobre la puerta.
Me congelé, preocupada porque fuera Edward, pero la suave voz de Esme pronto llegó.
“¿Bella? ¿Te gustaría ver tu cuarto?”
Respiré profundamente antes de ir a la puerta para encontrar a Esme con una radiante sonrisa sobre su rostro. Ella me abrazó instantáneamente, más emocionada de verme de lo que yo me sentía merecer.
“¿Qué cuarto es?” Pregunté una vez me soltó, todavía insegura de cuál cuarto habían elegido sería el de “huéspedes”.
Esme simplemente sonrió de nuevo antes de caminar bajo el pasillo, guiándome directo a la más pequeña biblioteca en la que Jasper pasaba la mayoría de su tiempo. Me giré para mirarlo, pero él simplemente sonrió y se encogió.
“No tenías que hacer eso,” dije, comenzando a sentirme mal porque él renunciara a su cielo por mí.
“No es nada. Hay muchos lugares donde puedo leer. Incluso podría usar la verdadera biblioteca,” dijo Jasper con una pequeña riendo.
“Pero a ti te gustaba esta por su proximidad a Alice,” traté de discutir, pero Alice me detuvo.
“Bella, está bien. Fue su idea de todas formas. No lo sacamos a patadas, así que deja de preocuparte.”
Asentí de nuevo y me giré para mirar dentro del completamente transformado cuarto. Una pequeña sonrisa vino hacia mi rostro cuando vi cuanto trabajo habían puesto en esto por mí. Entré y miré alrededor antes de finalmente sentarme sobre el sofá, deleitándome en lo suave que era.
Esme entró conmigo, pero rápidamente noté que nadie más se nos unió.
“Me alegra que regresaras,” dijo mientras se sentaba junto a mí.
“Yo también, aún si es duro,” dije sinceramente.
“No entiendo lo que Edward está haciendo, y ni siquiera sé qué acepto con ello, pero sabes que no estoy eligiendo su lado, ¿cierto?”
“Si.”
“No puedo simplemente darle la espalda.” El dolor que sentía al ver a dos de sus hijos sufriendo era evidente. Aún más obvio, sin embargo, era el agujero que claramente se estaba formando en su interior como resultado.
“Lo se. No lo pediría de ninguna otra forma,” dije, mirándola a los ojos de modo que supiera que no guardaba resentimiento hacia ella por apoyar a Edward.
Yo sabía que ella me apoyaba exactamente igual; si no lo hiciera, no estaría en este cuarto justo ahora.
“No es simplemente porque él fue mi “primero” después que fui cambiada,” apremió, su tono saturado con el amor y el dolor que sentía.
“Se que siempre tendrás un vínculo especial con él, pero también se a pesar de eso yo llené un vacío en ti. Yo fui la hija que necesitabas cuidar, por fugaz que fuese, cuando yo era humana. Se que no escogerías lados, y se que no estás haciendo favoritismos.”
Esme me sonrió y pude ver el alivio recorrerla conforme se daba cuenta que yo decía en serio cada palabra. Ella estaba jugando de ambos lados, luchando con todo el corazón para volvernos a unir.
kumire_kd17- .
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Fecha de nacimiento : 23/10/1990
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Empleo /Ocio : JAJAJAJAJAJA DE OCIOSA ^^
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Fecha de inscripción : 13/05/2009
Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
“Bella, ¿puedes prometerme que permanecerás en la familia, no importa lo que pase?”
Instantáneamente bajé mi mirada, conforme el rechazo y la vergüenza me invadían.
“Sabes que no puedo hacer eso,” dije suavemente.
Esme permaneció en silencio, esperando que a yo continuara.
“No es justo para mí o para Edward. Aún si encuentro a alguien más, todavía tendríamos que vernos el uno al otro. Todos esos recuerdos siguen ahí e inevitablemente nos devolverían a este sencillo momento. Ambos sufriríamos siempre y posiblemente nunca podríamos superar al otro. Simplemente no estaría bien.”
“Él te quiere, Bella.” Dijo Esme en voz baja.
“Quizás, pero también la quiere a ella, o al menos la quiso. Sencillamente no se si puedo perdonar eso, no importa cuanto lo ame y cuan miserable sea yo. Parte de mí siempre se preguntará si él todavía la quiere a ella y si lamenta su decisión. ¿Y si esto pasa de nuevo?”
Sacudí mi cabeza, enfadada de que este mismo tipo de pensamiento me hubiera afligido durante la semana anterior y aún no obtuviera respuesta.
“¿Bella, sabes cómo de horrible se siente él por todo esto?”
Levanté mi cabeza para mirarla, sabiendo que realmente nunca había pensado en cómo debía estar afectándolo esto a él. Si, él dudó. Si, él me lastimó. Pero algo cataclísmico debió haber pasado para que él que estaba esperando que el día de escuela se acabara para que pudiéramos tener tiempo solos en la cama de repente cambiara a él ni siquiera regresando a casa.
Mi rostro traicionó mis egoístas pensamientos, haciéndola sonreír levemente.
“Puedo verlo en sus ojos, aunque él no mire a ninguno de nosotros. Él está sufriendo, Bella. Se está volviendo casi loco a si mismo tratando de entender porqué tiene tal repentina e incontrolable reacción hacia esta chica. Él no puede entender como siquiera pudo pensar en alguien más que tú. Por décadas estuvo sólo. Él no necesitaba a nadie, no quería a nadie. Entonces tu viniste, y su universo entero cambió.”
No me había dado cuenta, pero había inclinado mi cabeza levemente. Estaba intrigada por lo que ella estaba diciendo, y necesitaba entender como se estaba sintiendo Edward.
“Él no lo reconoció de esa forma al principio, pero yo lo hice. Él te amaba, te quería y te necesitaba. Él peleó consigo mismo por ello, dado que eras humana. Pero Bella, ahora él está sufriendo y luchando más de lo que lo hizo entonces. Él lucho contra su atracción hacia ti porque quería protegerte. Ahora, él está luchando contra su atracción hacia ella porque todavía quiere protegerte.”
“Nunca pensé en eso,” admití al final, aunque aún no entendía completamente cómo pudo hacer esto.
“Me habrías sorprendido más que de costumbre si lo hubieras entendido,” dijo Esme riendo un poco.
“Esto lo está lastimando, Bella. Tal vez sea difícil de creerlo, pero él podría estar pasando por más dolor que incluso tú.”
Bajé mi mirada, no segura de si eso era posible. Sin embargo, si lo era, entonces no podría ni imaginarme como debería estarse sintiendo él ahora que estoy en casa, pero ignorándolo.
“A veces me pregunto si Edward la querría todavía si yo la transformara,” admití al cabo de un largo silencio.
“¿Por qué harías eso?” Preguntó Esme, su voz un poco horrorizada por mi admisión.
“¿Es realmente porque ella es humana que atrae su atención? Si él está tan enamorado de ella porque es humana, y eso le recuerda de la yo humana de la que se enamoró, entonces él no le prestaría atención si ella fuera transformada, ¿cierto?”
“Sabes que no es tan simple,” dijo Esme, su tono teñido con la preocupación.
“Lo se, y no haría eso. Ella no lo merece. No hizo nada.”
“A ella le gusta Jasper, sabes,” dijo Esme muy suave.
Mi cabeza se levantó de golpe y mi mirada se fijó instantáneamente con la suya.
“¿Qué?”
Esme se encogió de hombros, pero tenía una sonrisa sobre su rostro.
“A ella le gusta Jasper. Francamente, ella piensa que Edward es un idiota sobre- protector, y tiene un resto de sospechas de donde estás y porqué él no está contigo. Ninguna es correcta, por supuesto, pero de todas maneras están ahí.”
No pude evitar reírme; de alguna forma, esta era una placentera forma de reivindicación.
“Apuesto a que Jasper no está demasiado complacido con eso,” dije, la sonrisa aún sobre mi rostro.
“No particularmente,” dijo Esme, devolviendo la sonrisa.
Volvimos a quedar en silencio, y pronto Esme me dio un rápido abrazo antes de ponerse en pie.
“Te dejaré sola para pensar,” dijo mientras salía por la puerta, cerrándola tras de sí.
Acerqué mis rodillas a mi pecho, dejando mi mente divagar. No fue mucho antes de que escuchara a Edward entrar, y pude sentir su presencia afuera de mi puerta. Por suerte, no tocó ni trató de entrar. En cambio, volvió a bajar las escaleras y comenzó a tocar el piano.
Pronto comencé a escuchar mi nana tejiendo su camino a través de la casa, haciendo que numerosos recuerdos fluyeran por mi mente.
Inconscientemente, me encontré a mi misma levantándome lentamente. No fue hasta que tuve mi mano sobre el pomo de la puerta que me di cuenta de lo que estaba haciendo y me detuve.
No podía enfrentarlo, y no podía simplemente dejarlo tocar alguna canción significativa y dejar que todo de repente quedara olvidado. No todavía, al menos.
Dejé que mi mano cayera, pero no pude hacer que mis pies me llevaran de regreso al sofá. En cambio, me paré ahí, escuchando el familiar tono.
Me paré ahí por lo que fue probablemente una hora, escuchando las varias canciones que Edward había escrito para mí a lo largo de las décadas. En la forma típica de Edward, estaban en orden cronológico. Cuando las canciones finalmente terminaron, lo escuché encaminarse de regreso hacia las escaleras. Me congelé, más de lo que ya estaba, ni siquiera respirando mientras escuchaba sus pasos bajar por el pasillo.
De nuevo, se detuvo fuera de mi cuarto. Cerré mis ojos, disponiéndome a no hacer ningún ruido. Finalmente, después de lo que pareció como una eternidad, susurró “lo siento” y subió hacia nuestro cuarto.
En el momento en el que escuché la puerta cerrarse, colapsé sobre el piso conforme mi cuerpo comenzaba a sacudirse por los sollozos sin lágrimas. Supe cuando Jasper estaba fuera de la puerta, tratando de calmarme.
“Detente,” dije suavemente, sabiendo que todo sería sencillamente más duro si lo demoraba.
“Lo siento,” masculló Jasper mientras regresaba a su cuarto con Alice.
Podía escuchar a Alice tratando de consolar a Jasper, pero no podía detener los sollozos. Sabía cuan miserablemente estaba sufriendo él como consecuencia de Edward y yo, pero no podía poner eso frente a mí en este punto.
Pasé un buen rato sobre el piso, mis audibles sollozos coincidiendo casi perfectamente con el trayecto de la caminata de Edward. Cada vez que el daría la vuelta, yo sollozaría. No obstante, conforme mis sollozos se fueron apagando, también lo hizo su paseadera. Al final, cuando había regresado al sofá, lo escuché volver a bajar las escaleras y salir por la puerta.
Yo permanecí en mi cuarto, comprendiendo a donde había ido él. Esa misma sensación de traición que sentí el primer día comenzó a avanzar lentamente por mí, haciendo que todo me golpeara a toda fuerza una vez más. Aún ahora, él estaba escogiendo verla a ella sobre estar aquí conmigo. Me di cuenta que yo fui la que lo alejó hoy, pero ahora parecía que el se había rendido así como así.
Con el tiempo me levanté del sofá. No estoy segura de porqué, pero tenía la urgencia de subir a nuestro cuarto. Estaba segura que cada miembro de mi familia sabía de mis acciones, pero me alivió cuando nadie trató de detenerme. Si algo, creo que Jasper me dio un poquitico de confianza en que podría hacer esto.
Subí hasta el tercer piso, contemplando al fondo del pasillo la puerta cerrada de nuestro cuarto. Nos habíamos acostumbrado a mantenerla cerrada, pero eso fue mayormente porque era simplemente a lo que Edward estaba acostumbrado. Me acerqué a la puerta, más asustada de entrar de lo que había estado la primera vez que fui traída a esta casa hace todos esos años.
Cerrando mis ojos, dejé que mis dedos rozaran el frente del pomo hasta que finalmente encontré la fuerza para abrirlo. De inmediato, su esencia me golpeó. Me obligué a caminar hacia adelante, intoxicándome cada vez más por el aroma al que estaba acostumbrada.
Dejé que mis ojos vagaran por el cuarto, viendo cuanto de él estaba realmente aquí dentro. Los cuartos de Alice y Rosalie las reflejaban a ellas, en su mayor parte, con toques de Jasper y Emmett. Aquí, sin embargo, el cuarto parecía ser más de él que mío. No me importaba; casi lo prefería así. Me acerqué a su pared de CDs; la última vez que estuve aquí, todo estaba todavía en cajas.
Seguí con mis dedos de un lado a otro sus lomos, notando que su orden era diferente; era como yo había sugerido, y como incluso había intentado hacerlo una vez cuando quise sorprenderlo. Estaban exclusivamente de modo alfabético, sin referencias al año o al género. En su mayor parte, era más fácil para mí encontrar cosas de esta forma. Él lidió con ello por un corto tiempo, pero lo dejé re-arreglarlos después de unos pocos días. Supe que le molestaba demasiado no tenerlos en el orden que había pulido a lo largo de las décadas.
Me di la vuelta, incapaz de comprender completamente por qué escogería seguir un nuevo sistema de organización ahora. Mis ojos encontraron rápidamente su camino hacia la puerta abierta del closet. La fuente principal de su esencia que estaba impregnando cada una de mis fisuras.
Caminé hacia éste, deseando poder hacerme un ovillo y envolverme a mi misma en su esencia una vez más. Yo había desempacado nuestro closet cuando llegamos aquí, sin molestarme totalmente en separar sus cosas de las mías. Todo estaba simplemente organizado por artículo de ropa.
Tomé una de las camisas que él amaba en ver mí, mi corazón cayendo instantáneamente como comprendí que su aroma estaba infundido por toda esta. Regresé la camisa, sabiendo que volvería a perder el control si continuaba atormentándome de esta forma.
Caminé fuera del closet, finalmente permitiendo que mis ojos miraran el sofá sobre el que habíamos pasado tantas noches. Descansando abierto, estaba uno de nuestros álbumes de boda; era el álbum que Edward y yo habíamos hecho juntos. Estaba abierto en la página donde estábamos compartiendo nuestro primer baile, junto con nuestro primer beso durante la ceremonia.
Seguí con mis dedos su perfecto rostro, preguntándome que había hecho para hacerlo incluso querer pensar en otra chica. Me devolví al inicio del álbum, dejando finalmente que los recuerdos me invadieran.
Este tenía de todo en su interior, desde todas las fotos que Alice tomó mientras estábamos comprometidos, a las de la boda y la recepción, y continuando por nuestra luna de miel. El amor que ambos sentíamos irradiaba fuera de nosotros, visible aún el fotografías. Sonreí con satisfacción ante las constantes miradas de celos de Jessica, junto con las claramente lujuriosas de Mike.
Recordé cuán increíble se veía Ángela en su vestido de dama de honor, a pesar de cómo probablemente se sintió parada junto a Alice y Rosalie. Perdí todo sentido del tiempo mientras leía todas las leyendas que habíamos escrito y captaba cada detalle de cada fotografía. Estaba a medio camino de nuestra luna de miel cuando fui sacada de mi ensueño.
Me congelé, no queriendo levantar la mirada cuando escuché un suave golpecito contra el borde de la puerta. Dejé de respirar conforme los primeros rastros de su recientemente agudizado aroma flotaban hacia mí, luchando para no ser vencida por el impulso de correr hacia él.
“¿Bella?” Dijo finalmente, una vez comprendió que yo no iba a hablar primero.
No respondí ni lo miré.
“Bella,” dijo mientras caminaba hacia mí.
“No,” dije suavemente, pero no estaba segura si él me escuchó.
“Por favor, déjame hablarte,” dijo mientras se sentaba sobre el sofá.
Me tensé más antes de alejarme cuidadosamente de él.
“Bella, cometí un error.”
“Si, lo hiciste,” dije mientras cerraba el álbum de bodas.
“Te amo, Bella. Te amo más que a nada. Tú eres mi vida.”
Finalmente lo miré, aquel mismo fuego que sentí en el claro comenzando a jugar en mis ojos.
“¿Tú me amas?”
“Si, Bella. Te amo.” Dijo Edward, tratando de mantener la actitud defensiva fuera de su voz.
“Deseaste a otra mujer. Me abandonaste y me ignoraste por otra mujer. Miraste a otra mujer. ¿Y me amas?”
“Por favor, Bella, fue un error.”
“No, Edward.”
“Te quiero a ti, no a ella.” Urgió Edward, deslizándose un poco más cerca de mí.
“¿Qué? ¿De repente estoy en casa y tú me quieres?”
“Te quise antes que regresaras a casa.” Dijo Edward en voz baja mientras me rogaba con esos orbes topacio.
“Que conveniente,” dije suavemente mientras trataba de permanecer seria.
Todavía no estaba segura de si podría perdonar esto y no iba a guiarlo por ningún camino hasta que no estuviera segura.
“Por favor, Bella, te quiero. Te amo. Te necesito.” Dijo de nuevo, situando su mano sobre la mía.
Alejé mi mano y me puse de pie.
“No, Edward. No puedo hacer esto aún.”
Sacudí mi cabeza levemente antes de girarme y caminar hacia la puerta, sin molestarme en mirar atrás mientras la cerraba tras de mí. Es que no podía hacer esto; si no fuera por Esme y Alice ni siquiera estaría aquí.
No queriendo estar sola, fui al cuarto de Alice. Comprendiendo, ella me dejó entrar y nos pusimos a ver películas, estableciendo al instante un cómodo silencio. No pasó mucho para que Jasper, Emmett y Rosalie se nos unieran, dándome bastante para mantener mi mente alejada de Edward por ahora.
Pronto, escuchamos a Edward dejar la casa de nuevo. Miré fuera de la ventana y me di cuenta que era el crepúsculo. Él iba a ir a verla, y estaría fuera toda la noche. Sacudí mi cabeza y regresé a ver la película, tratando de pretender que era alguien más, completamente controlada.
“¿Bella?” Preguntó Carlisle cuando entró varias horas después.
Levanté mi cabeza y lo miré, segura de que mi voz flaquearías si la usaba.
“¿Va a ir a la escuela mañana?”
Me quedé mirándolo, notando que no había pensado en eso para nada. Sabía que debería; ya había faltado demasiado.
“Creo que deberías,” dijo Alice.
“Tengo clases con ambos,” dije suavemente.
“Nosotros te protegeremos,” dijo Jasper, poniendo una mano sobre mi hombro para calmarme.
Cerré mis ojos y lo dejé controlar mis emociones, sabiendo que era para mejor ahora. No queríamos atraer demasiada atención o sospechas hacia nosotros, y mi regreso a la escuela ciertamente ayudaría a mantener los ojos en línea.
Cuando pude mirar a todos de nuevo, acepté.
“Si, iré.”
“Gracias,” dijo Carlisle con una sonrisa antes de volver a bajar las escaleras.
Respiré profundamente antes de girarme de regreso a las películas, ya comenzando con la preparación mental que sabía necesitaría para pasar un día en la escuela con ambos, Annabelle y Edward.
Instantáneamente bajé mi mirada, conforme el rechazo y la vergüenza me invadían.
“Sabes que no puedo hacer eso,” dije suavemente.
Esme permaneció en silencio, esperando que a yo continuara.
“No es justo para mí o para Edward. Aún si encuentro a alguien más, todavía tendríamos que vernos el uno al otro. Todos esos recuerdos siguen ahí e inevitablemente nos devolverían a este sencillo momento. Ambos sufriríamos siempre y posiblemente nunca podríamos superar al otro. Simplemente no estaría bien.”
“Él te quiere, Bella.” Dijo Esme en voz baja.
“Quizás, pero también la quiere a ella, o al menos la quiso. Sencillamente no se si puedo perdonar eso, no importa cuanto lo ame y cuan miserable sea yo. Parte de mí siempre se preguntará si él todavía la quiere a ella y si lamenta su decisión. ¿Y si esto pasa de nuevo?”
Sacudí mi cabeza, enfadada de que este mismo tipo de pensamiento me hubiera afligido durante la semana anterior y aún no obtuviera respuesta.
“¿Bella, sabes cómo de horrible se siente él por todo esto?”
Levanté mi cabeza para mirarla, sabiendo que realmente nunca había pensado en cómo debía estar afectándolo esto a él. Si, él dudó. Si, él me lastimó. Pero algo cataclísmico debió haber pasado para que él que estaba esperando que el día de escuela se acabara para que pudiéramos tener tiempo solos en la cama de repente cambiara a él ni siquiera regresando a casa.
Mi rostro traicionó mis egoístas pensamientos, haciéndola sonreír levemente.
“Puedo verlo en sus ojos, aunque él no mire a ninguno de nosotros. Él está sufriendo, Bella. Se está volviendo casi loco a si mismo tratando de entender porqué tiene tal repentina e incontrolable reacción hacia esta chica. Él no puede entender como siquiera pudo pensar en alguien más que tú. Por décadas estuvo sólo. Él no necesitaba a nadie, no quería a nadie. Entonces tu viniste, y su universo entero cambió.”
No me había dado cuenta, pero había inclinado mi cabeza levemente. Estaba intrigada por lo que ella estaba diciendo, y necesitaba entender como se estaba sintiendo Edward.
“Él no lo reconoció de esa forma al principio, pero yo lo hice. Él te amaba, te quería y te necesitaba. Él peleó consigo mismo por ello, dado que eras humana. Pero Bella, ahora él está sufriendo y luchando más de lo que lo hizo entonces. Él lucho contra su atracción hacia ti porque quería protegerte. Ahora, él está luchando contra su atracción hacia ella porque todavía quiere protegerte.”
“Nunca pensé en eso,” admití al final, aunque aún no entendía completamente cómo pudo hacer esto.
“Me habrías sorprendido más que de costumbre si lo hubieras entendido,” dijo Esme riendo un poco.
“Esto lo está lastimando, Bella. Tal vez sea difícil de creerlo, pero él podría estar pasando por más dolor que incluso tú.”
Bajé mi mirada, no segura de si eso era posible. Sin embargo, si lo era, entonces no podría ni imaginarme como debería estarse sintiendo él ahora que estoy en casa, pero ignorándolo.
“A veces me pregunto si Edward la querría todavía si yo la transformara,” admití al cabo de un largo silencio.
“¿Por qué harías eso?” Preguntó Esme, su voz un poco horrorizada por mi admisión.
“¿Es realmente porque ella es humana que atrae su atención? Si él está tan enamorado de ella porque es humana, y eso le recuerda de la yo humana de la que se enamoró, entonces él no le prestaría atención si ella fuera transformada, ¿cierto?”
“Sabes que no es tan simple,” dijo Esme, su tono teñido con la preocupación.
“Lo se, y no haría eso. Ella no lo merece. No hizo nada.”
“A ella le gusta Jasper, sabes,” dijo Esme muy suave.
Mi cabeza se levantó de golpe y mi mirada se fijó instantáneamente con la suya.
“¿Qué?”
Esme se encogió de hombros, pero tenía una sonrisa sobre su rostro.
“A ella le gusta Jasper. Francamente, ella piensa que Edward es un idiota sobre- protector, y tiene un resto de sospechas de donde estás y porqué él no está contigo. Ninguna es correcta, por supuesto, pero de todas maneras están ahí.”
No pude evitar reírme; de alguna forma, esta era una placentera forma de reivindicación.
“Apuesto a que Jasper no está demasiado complacido con eso,” dije, la sonrisa aún sobre mi rostro.
“No particularmente,” dijo Esme, devolviendo la sonrisa.
Volvimos a quedar en silencio, y pronto Esme me dio un rápido abrazo antes de ponerse en pie.
“Te dejaré sola para pensar,” dijo mientras salía por la puerta, cerrándola tras de sí.
Acerqué mis rodillas a mi pecho, dejando mi mente divagar. No fue mucho antes de que escuchara a Edward entrar, y pude sentir su presencia afuera de mi puerta. Por suerte, no tocó ni trató de entrar. En cambio, volvió a bajar las escaleras y comenzó a tocar el piano.
Pronto comencé a escuchar mi nana tejiendo su camino a través de la casa, haciendo que numerosos recuerdos fluyeran por mi mente.
Inconscientemente, me encontré a mi misma levantándome lentamente. No fue hasta que tuve mi mano sobre el pomo de la puerta que me di cuenta de lo que estaba haciendo y me detuve.
No podía enfrentarlo, y no podía simplemente dejarlo tocar alguna canción significativa y dejar que todo de repente quedara olvidado. No todavía, al menos.
Dejé que mi mano cayera, pero no pude hacer que mis pies me llevaran de regreso al sofá. En cambio, me paré ahí, escuchando el familiar tono.
Me paré ahí por lo que fue probablemente una hora, escuchando las varias canciones que Edward había escrito para mí a lo largo de las décadas. En la forma típica de Edward, estaban en orden cronológico. Cuando las canciones finalmente terminaron, lo escuché encaminarse de regreso hacia las escaleras. Me congelé, más de lo que ya estaba, ni siquiera respirando mientras escuchaba sus pasos bajar por el pasillo.
De nuevo, se detuvo fuera de mi cuarto. Cerré mis ojos, disponiéndome a no hacer ningún ruido. Finalmente, después de lo que pareció como una eternidad, susurró “lo siento” y subió hacia nuestro cuarto.
En el momento en el que escuché la puerta cerrarse, colapsé sobre el piso conforme mi cuerpo comenzaba a sacudirse por los sollozos sin lágrimas. Supe cuando Jasper estaba fuera de la puerta, tratando de calmarme.
“Detente,” dije suavemente, sabiendo que todo sería sencillamente más duro si lo demoraba.
“Lo siento,” masculló Jasper mientras regresaba a su cuarto con Alice.
Podía escuchar a Alice tratando de consolar a Jasper, pero no podía detener los sollozos. Sabía cuan miserablemente estaba sufriendo él como consecuencia de Edward y yo, pero no podía poner eso frente a mí en este punto.
Pasé un buen rato sobre el piso, mis audibles sollozos coincidiendo casi perfectamente con el trayecto de la caminata de Edward. Cada vez que el daría la vuelta, yo sollozaría. No obstante, conforme mis sollozos se fueron apagando, también lo hizo su paseadera. Al final, cuando había regresado al sofá, lo escuché volver a bajar las escaleras y salir por la puerta.
Yo permanecí en mi cuarto, comprendiendo a donde había ido él. Esa misma sensación de traición que sentí el primer día comenzó a avanzar lentamente por mí, haciendo que todo me golpeara a toda fuerza una vez más. Aún ahora, él estaba escogiendo verla a ella sobre estar aquí conmigo. Me di cuenta que yo fui la que lo alejó hoy, pero ahora parecía que el se había rendido así como así.
Con el tiempo me levanté del sofá. No estoy segura de porqué, pero tenía la urgencia de subir a nuestro cuarto. Estaba segura que cada miembro de mi familia sabía de mis acciones, pero me alivió cuando nadie trató de detenerme. Si algo, creo que Jasper me dio un poquitico de confianza en que podría hacer esto.
Subí hasta el tercer piso, contemplando al fondo del pasillo la puerta cerrada de nuestro cuarto. Nos habíamos acostumbrado a mantenerla cerrada, pero eso fue mayormente porque era simplemente a lo que Edward estaba acostumbrado. Me acerqué a la puerta, más asustada de entrar de lo que había estado la primera vez que fui traída a esta casa hace todos esos años.
Cerrando mis ojos, dejé que mis dedos rozaran el frente del pomo hasta que finalmente encontré la fuerza para abrirlo. De inmediato, su esencia me golpeó. Me obligué a caminar hacia adelante, intoxicándome cada vez más por el aroma al que estaba acostumbrada.
Dejé que mis ojos vagaran por el cuarto, viendo cuanto de él estaba realmente aquí dentro. Los cuartos de Alice y Rosalie las reflejaban a ellas, en su mayor parte, con toques de Jasper y Emmett. Aquí, sin embargo, el cuarto parecía ser más de él que mío. No me importaba; casi lo prefería así. Me acerqué a su pared de CDs; la última vez que estuve aquí, todo estaba todavía en cajas.
Seguí con mis dedos de un lado a otro sus lomos, notando que su orden era diferente; era como yo había sugerido, y como incluso había intentado hacerlo una vez cuando quise sorprenderlo. Estaban exclusivamente de modo alfabético, sin referencias al año o al género. En su mayor parte, era más fácil para mí encontrar cosas de esta forma. Él lidió con ello por un corto tiempo, pero lo dejé re-arreglarlos después de unos pocos días. Supe que le molestaba demasiado no tenerlos en el orden que había pulido a lo largo de las décadas.
Me di la vuelta, incapaz de comprender completamente por qué escogería seguir un nuevo sistema de organización ahora. Mis ojos encontraron rápidamente su camino hacia la puerta abierta del closet. La fuente principal de su esencia que estaba impregnando cada una de mis fisuras.
Caminé hacia éste, deseando poder hacerme un ovillo y envolverme a mi misma en su esencia una vez más. Yo había desempacado nuestro closet cuando llegamos aquí, sin molestarme totalmente en separar sus cosas de las mías. Todo estaba simplemente organizado por artículo de ropa.
Tomé una de las camisas que él amaba en ver mí, mi corazón cayendo instantáneamente como comprendí que su aroma estaba infundido por toda esta. Regresé la camisa, sabiendo que volvería a perder el control si continuaba atormentándome de esta forma.
Caminé fuera del closet, finalmente permitiendo que mis ojos miraran el sofá sobre el que habíamos pasado tantas noches. Descansando abierto, estaba uno de nuestros álbumes de boda; era el álbum que Edward y yo habíamos hecho juntos. Estaba abierto en la página donde estábamos compartiendo nuestro primer baile, junto con nuestro primer beso durante la ceremonia.
Seguí con mis dedos su perfecto rostro, preguntándome que había hecho para hacerlo incluso querer pensar en otra chica. Me devolví al inicio del álbum, dejando finalmente que los recuerdos me invadieran.
Este tenía de todo en su interior, desde todas las fotos que Alice tomó mientras estábamos comprometidos, a las de la boda y la recepción, y continuando por nuestra luna de miel. El amor que ambos sentíamos irradiaba fuera de nosotros, visible aún el fotografías. Sonreí con satisfacción ante las constantes miradas de celos de Jessica, junto con las claramente lujuriosas de Mike.
Recordé cuán increíble se veía Ángela en su vestido de dama de honor, a pesar de cómo probablemente se sintió parada junto a Alice y Rosalie. Perdí todo sentido del tiempo mientras leía todas las leyendas que habíamos escrito y captaba cada detalle de cada fotografía. Estaba a medio camino de nuestra luna de miel cuando fui sacada de mi ensueño.
Me congelé, no queriendo levantar la mirada cuando escuché un suave golpecito contra el borde de la puerta. Dejé de respirar conforme los primeros rastros de su recientemente agudizado aroma flotaban hacia mí, luchando para no ser vencida por el impulso de correr hacia él.
“¿Bella?” Dijo finalmente, una vez comprendió que yo no iba a hablar primero.
No respondí ni lo miré.
“Bella,” dijo mientras caminaba hacia mí.
“No,” dije suavemente, pero no estaba segura si él me escuchó.
“Por favor, déjame hablarte,” dijo mientras se sentaba sobre el sofá.
Me tensé más antes de alejarme cuidadosamente de él.
“Bella, cometí un error.”
“Si, lo hiciste,” dije mientras cerraba el álbum de bodas.
“Te amo, Bella. Te amo más que a nada. Tú eres mi vida.”
Finalmente lo miré, aquel mismo fuego que sentí en el claro comenzando a jugar en mis ojos.
“¿Tú me amas?”
“Si, Bella. Te amo.” Dijo Edward, tratando de mantener la actitud defensiva fuera de su voz.
“Deseaste a otra mujer. Me abandonaste y me ignoraste por otra mujer. Miraste a otra mujer. ¿Y me amas?”
“Por favor, Bella, fue un error.”
“No, Edward.”
“Te quiero a ti, no a ella.” Urgió Edward, deslizándose un poco más cerca de mí.
“¿Qué? ¿De repente estoy en casa y tú me quieres?”
“Te quise antes que regresaras a casa.” Dijo Edward en voz baja mientras me rogaba con esos orbes topacio.
“Que conveniente,” dije suavemente mientras trataba de permanecer seria.
Todavía no estaba segura de si podría perdonar esto y no iba a guiarlo por ningún camino hasta que no estuviera segura.
“Por favor, Bella, te quiero. Te amo. Te necesito.” Dijo de nuevo, situando su mano sobre la mía.
Alejé mi mano y me puse de pie.
“No, Edward. No puedo hacer esto aún.”
Sacudí mi cabeza levemente antes de girarme y caminar hacia la puerta, sin molestarme en mirar atrás mientras la cerraba tras de mí. Es que no podía hacer esto; si no fuera por Esme y Alice ni siquiera estaría aquí.
No queriendo estar sola, fui al cuarto de Alice. Comprendiendo, ella me dejó entrar y nos pusimos a ver películas, estableciendo al instante un cómodo silencio. No pasó mucho para que Jasper, Emmett y Rosalie se nos unieran, dándome bastante para mantener mi mente alejada de Edward por ahora.
Pronto, escuchamos a Edward dejar la casa de nuevo. Miré fuera de la ventana y me di cuenta que era el crepúsculo. Él iba a ir a verla, y estaría fuera toda la noche. Sacudí mi cabeza y regresé a ver la película, tratando de pretender que era alguien más, completamente controlada.
“¿Bella?” Preguntó Carlisle cuando entró varias horas después.
Levanté mi cabeza y lo miré, segura de que mi voz flaquearías si la usaba.
“¿Va a ir a la escuela mañana?”
Me quedé mirándolo, notando que no había pensado en eso para nada. Sabía que debería; ya había faltado demasiado.
“Creo que deberías,” dijo Alice.
“Tengo clases con ambos,” dije suavemente.
“Nosotros te protegeremos,” dijo Jasper, poniendo una mano sobre mi hombro para calmarme.
Cerré mis ojos y lo dejé controlar mis emociones, sabiendo que era para mejor ahora. No queríamos atraer demasiada atención o sospechas hacia nosotros, y mi regreso a la escuela ciertamente ayudaría a mantener los ojos en línea.
Cuando pude mirar a todos de nuevo, acepté.
“Si, iré.”
“Gracias,” dijo Carlisle con una sonrisa antes de volver a bajar las escaleras.
Respiré profundamente antes de girarme de regreso a las películas, ya comenzando con la preparación mental que sabía necesitaría para pasar un día en la escuela con ambos, Annabelle y Edward.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Capítulo 19: Al lugar donde correrás
Entre más tiempo pasaba sentada viendo películas con mis hermanos, más pensaba en como no iba a ser capaz de sobrevivir el día en la escuela. Edward todavía no había regresado a casa, y eso sólo me estaba enojando más.
Cuando Rosalie y Alice se dirigieron escaleras arriba para comenzar a alistarse, yo decidí hablar con Carlisle mejor. Había aceptado ir a la escuela, en su mayor parte porque eso era importante para él, pero, ¿a qué precio lo complacería?
Sabiendo que era temprano, me imaginé que él todavía estaba en su cuarto. Probé el aire antes de tocar, queriendo estar segura de que no interrumpía nada. Cuando sentí que era seguro, toqué en la puerta con suavidad.
“Pasa,” dijo Carlisle con igual suavidad, ya sabiendo que era yo.
Vi a Esme envuelta por los brazos de Carlisle, su usual y cálida sonrisa sobre su rostro mientras yo entraba.
“¿Puedo hablar contigo?” Le pregunté a Carlisle, la preocupación plagando mi rostro.
“Claro.” Dijo él mientras se sentaba derecho y me invitaba a unírmeles en el sofá.
“¿Quieres que me vaya?” Preguntó Esme mientras se soltaba de los brazos de Carlisle, igualando su postura autoritaria.
“No, está bien,” dije con una sonrisa forzada.
Ella escucharía lo que Carlisle y yo habláramos ya sea que estuviera o no en el cuarto, y se que sólo la lastimaría más si yo la alejaba.
“¿Qué puedo hacer por ti?” Preguntó Carlisle mientras continuaba sosteniendo la mano de Esme.
“No se si pueda ir a la escuela,” dije suavemente, mis ojos fijos en mis manos.
“¿De qué estás asustada?”
“De ver... de verlos a ellos.” Dije con sinceridad, sabiendo que no era sólo por Edward por quien estaba preocupada.
“¿Qué te asusta más? ¿Ver a Edward, o verla a ella?”
Levanté mis ojos y los fijé sobre los suyos, buscando la respuesta. ¿Quién me asustaba más? Edward era mi esposo, quien me traicionó. Él pudo tener sus razones, y puede que sea capaz de justificar lo que hizo, pero yo nunca lo veré de esa forma. No importa qué, siempre recordaré que él vaciló.
Pero Annabelle – ella sabe que algo pasó entre Edward y yo. Probablemente también habrá hecho la conexión de mi ausencia con sus repentinos intentos de hablarle. ¿Puedo realmente mirarla a la cara, sabiendo que ella tiene esas sospechas?
“Ella,” dije finalmente mientras volvía a bajar mi mirada, sabiendo cuanto me lastimaría verla incluso cerca de él. Todo se remonta a ella; siempre se remontará a ella.
Carlisle no respondió de inmediato, dándome tiempo para una vez más escudriñar mis propios pensamientos. Cuando mi ceja se frunció aún más y el dolor se hizo más notorio sobre mi rostro, habló por fin.
“Bella,” dijo él, tratando de llamar mi atención.
Preocupada por lo que él diría, no lo miré.
“Isabella,” dijo de nuevo, la compasión que siempre saturaba su voz haciendo de alguna manera que el disimulado tono severo sonara aún más drástico.
Levanté mi cabeza, obligándome a no sólo mirarlo, sino a fijar mis ojos con los suyos.
“No te vamos a obligar a hacer nada para lo que no estés lista, o nada que te cause más dolor. A ambos, a Esme y a mí, nos lastima tremendamente verte sufriendo de tal forma y no ser capaz de ayudarte ni siquiera en lo más mínimo. Si, es importante en términos de nuestra familia pasando desapercibida que vayas a la escuela, pero no vale la pena si el precio por pagar es dolor adicional de tu parte.”
Seguí buscando sus ojos, tratando de comprender lo que él me estaba diciendo. Cuando parecía que yo estaba siendo particularmente lenta, él me sonrió. Eso casi conmovió mi frío corazón.
“Si va a lastimarte más estar en la escuela que en la casa, quiero que te quedes en la casa. Es tú decisión, pero no vayas a la escuela porque te sientas obligada.”
“Gracias,” dije, aliviada de que de verdad pudiera ser mi decisión.
“Nuestra familia ha pasado por cosas mucho peores que esto. En el peor caso, nos volvemos a mudar antes de lo esperado. Incluso con los acontecimientos de la semana pasada, hay muy poca sospecha hacia nosotros en general.
Asentí, contenta de que mi repentina ausencia realmente no haya atraído tanto la atención. Aunque supongo que no es completamente inusual que un chico “adoptado” tenga tantos líos.
“Si me voy temprano de la escuela, ¿eso está bien?” Pregunté, sabiendo que a pesar de sus palabras, Carlisle quería que al menos intentara.
“Si,” dijo Carlisle con otra cálida sonrisa.
Asentí.
“Iré,” dije, poniéndome de pie para irme.
“Gracias. De verdad eres una hija maravillosa,” dijo él.
Asentí de nuevo, pero sus palabras sólo causaron que un agudo dolor me atravesara. ¿Cómo lo manejarían Esme y Carlisle si me iba? Pero, ¿Cómo lo tomarían si me quedaba y tenían que presenciar constantemente mi sufrimiento, día tras día, por la eternidad?
Lentamente, subí hasta mi cuarto, llamando la atención de Alice tan pronto como pasé por su puerta. Me dirigí hacia mi vestidor, donde mi anillo de bodas estaba. Me lo había llevado conmigo cuando me fui, pero sólo porque aún lo tenía puesto en ese momento.
Lo había removido una vez estuve en Forks, incapaz de llevarlo. Aún si Edward y yo éramos capaces de reconciliarnos, no estaba segura si podría volver a ponérmelo por un buen tiempo. Ni siquiera estaba segura si podría estar completamente bien con él de inmediato, y me preocupaba que mi inhabilidad para amarlo completamente lo alejara de nuevo. No queriendo el constante y visible recordatorio, lo puse al fondo de mi primer cajón.
En cuestión de minutos, Alice había terminado su cabello y maquillaje y estaba en mi cuarto, revolviendo el closet para encontrar un conjunto. Me largó algo que supe estaba destinado a atraer la atención hacia mí, probablemente para poner celoso a Edward, pero yo sacudí mi cabeza.
“No puedo,” dije, mis ojos rogándole que entendiera.
Ella sonrió de manera incómoda y pude ver en sus ojos que estaba triste porque yo no usaría su conjunto. Aún así, comprendió, y rápidamente me encontró algo más reservado y menos llamativo para usar.
Ella me ayudó con mi cabello y maquillaje, sabiendo que yo no tenía motivación alguna para trabajar en ellos por mi cuenta. Trabajó en silencio, dejándome prepararme mentalmente para el día. Al fin, una vez estaba casi terminando, habló.
“Edward no va a viajar con nosotros.” Dijo Alice suavemente.
“Él todavía no ha regresado, ¿cierto?” Pregunté, no segura de cómo responder realmente a eso.
Parte de mí esperaba que él hubiera entrado a hurtadillas mientras yo estaba hablándole a Carlisle. Él tendía a moverse más silenciosamente que el resto de la familia, y no sería la primera vez que me había sorprendido por su llegada.
“No.” Dijo ella aún más bajito.
Asentí, no segura de porqué estaba esperando que él hubiera regresado. Ni siquiera estaba segura de cuáles eras sus costumbres en estos días, pero estaba segura que estaban bastante lejos de ‘normal’.
“Él no te va a hacer pasar por eso, y tú lo sabes.” Dijo Alice, tratando de sonar positiva hacia las intenciones de él.
“Supongo,” dije, mi temor a ir a la escuela volviéndose aún más fuerte.
“Puedes hacer esto,” dijo Emmett desde la puerta, su tono nada más que sincero.
“Eso espero,” dije con sinceridad, sabiendo que en estos momentos él no necesitaba la habilidad de Jasper para saber lo que estaba pasando conmigo.
“Sabes que la principal razón por la que Carlisle quería que fueras a la escuela era para mantener la sospecha fuera de nosotros, ¿cierto?” Dijo Emmett mientras se sentaba sobre el sofá.
“Lo se. Se vería aún más raro de lo que ya es si tú y Rosalie regresan pero no yo.”
“Pero si no estás lista,” comenzó Emmett, pero yo negué con mi cabeza.
“Está bien. En todo caso, no me iría nada mejor quedándome por aquí todo el día.”
“Cierto,” dijo, y pude notar que estaba tratando de calcular que podría decir que me pudiera animarme.
“¿Quieres manejar?” Dijo al final, aunque él sabía que no lo haría. Yo raramente conducía; generalmente tenía a Edward.
“No, pero gracias,” dije mientras comenzaba a caminar hacia la puerta.
Emmett y Alice me siguieron escaleras abajo, donde Jasper y Rosalie estaban esperando. Ambos me sonrieron alentadoramente, pero no dijeron nada. En silencio, reunimos nuestros maletines y comenzamos a salir hacia el jeep.
Me monté en la parte de atrás con Jasper y Alice, agradecida por el tranquilizante roce de Jasper junto a mí. Ellos me dejaron sentarme en la mitad, sabiendo que necesitaba la protección y ánimo extras.
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Entre más tiempo pasaba sentada viendo películas con mis hermanos, más pensaba en como no iba a ser capaz de sobrevivir el día en la escuela. Edward todavía no había regresado a casa, y eso sólo me estaba enojando más.
Cuando Rosalie y Alice se dirigieron escaleras arriba para comenzar a alistarse, yo decidí hablar con Carlisle mejor. Había aceptado ir a la escuela, en su mayor parte porque eso era importante para él, pero, ¿a qué precio lo complacería?
Sabiendo que era temprano, me imaginé que él todavía estaba en su cuarto. Probé el aire antes de tocar, queriendo estar segura de que no interrumpía nada. Cuando sentí que era seguro, toqué en la puerta con suavidad.
“Pasa,” dijo Carlisle con igual suavidad, ya sabiendo que era yo.
Vi a Esme envuelta por los brazos de Carlisle, su usual y cálida sonrisa sobre su rostro mientras yo entraba.
“¿Puedo hablar contigo?” Le pregunté a Carlisle, la preocupación plagando mi rostro.
“Claro.” Dijo él mientras se sentaba derecho y me invitaba a unírmeles en el sofá.
“¿Quieres que me vaya?” Preguntó Esme mientras se soltaba de los brazos de Carlisle, igualando su postura autoritaria.
“No, está bien,” dije con una sonrisa forzada.
Ella escucharía lo que Carlisle y yo habláramos ya sea que estuviera o no en el cuarto, y se que sólo la lastimaría más si yo la alejaba.
“¿Qué puedo hacer por ti?” Preguntó Carlisle mientras continuaba sosteniendo la mano de Esme.
“No se si pueda ir a la escuela,” dije suavemente, mis ojos fijos en mis manos.
“¿De qué estás asustada?”
“De ver... de verlos a ellos.” Dije con sinceridad, sabiendo que no era sólo por Edward por quien estaba preocupada.
“¿Qué te asusta más? ¿Ver a Edward, o verla a ella?”
Levanté mis ojos y los fijé sobre los suyos, buscando la respuesta. ¿Quién me asustaba más? Edward era mi esposo, quien me traicionó. Él pudo tener sus razones, y puede que sea capaz de justificar lo que hizo, pero yo nunca lo veré de esa forma. No importa qué, siempre recordaré que él vaciló.
Pero Annabelle – ella sabe que algo pasó entre Edward y yo. Probablemente también habrá hecho la conexión de mi ausencia con sus repentinos intentos de hablarle. ¿Puedo realmente mirarla a la cara, sabiendo que ella tiene esas sospechas?
“Ella,” dije finalmente mientras volvía a bajar mi mirada, sabiendo cuanto me lastimaría verla incluso cerca de él. Todo se remonta a ella; siempre se remontará a ella.
Carlisle no respondió de inmediato, dándome tiempo para una vez más escudriñar mis propios pensamientos. Cuando mi ceja se frunció aún más y el dolor se hizo más notorio sobre mi rostro, habló por fin.
“Bella,” dijo él, tratando de llamar mi atención.
Preocupada por lo que él diría, no lo miré.
“Isabella,” dijo de nuevo, la compasión que siempre saturaba su voz haciendo de alguna manera que el disimulado tono severo sonara aún más drástico.
Levanté mi cabeza, obligándome a no sólo mirarlo, sino a fijar mis ojos con los suyos.
“No te vamos a obligar a hacer nada para lo que no estés lista, o nada que te cause más dolor. A ambos, a Esme y a mí, nos lastima tremendamente verte sufriendo de tal forma y no ser capaz de ayudarte ni siquiera en lo más mínimo. Si, es importante en términos de nuestra familia pasando desapercibida que vayas a la escuela, pero no vale la pena si el precio por pagar es dolor adicional de tu parte.”
Seguí buscando sus ojos, tratando de comprender lo que él me estaba diciendo. Cuando parecía que yo estaba siendo particularmente lenta, él me sonrió. Eso casi conmovió mi frío corazón.
“Si va a lastimarte más estar en la escuela que en la casa, quiero que te quedes en la casa. Es tú decisión, pero no vayas a la escuela porque te sientas obligada.”
“Gracias,” dije, aliviada de que de verdad pudiera ser mi decisión.
“Nuestra familia ha pasado por cosas mucho peores que esto. En el peor caso, nos volvemos a mudar antes de lo esperado. Incluso con los acontecimientos de la semana pasada, hay muy poca sospecha hacia nosotros en general.
Asentí, contenta de que mi repentina ausencia realmente no haya atraído tanto la atención. Aunque supongo que no es completamente inusual que un chico “adoptado” tenga tantos líos.
“Si me voy temprano de la escuela, ¿eso está bien?” Pregunté, sabiendo que a pesar de sus palabras, Carlisle quería que al menos intentara.
“Si,” dijo Carlisle con otra cálida sonrisa.
Asentí.
“Iré,” dije, poniéndome de pie para irme.
“Gracias. De verdad eres una hija maravillosa,” dijo él.
Asentí de nuevo, pero sus palabras sólo causaron que un agudo dolor me atravesara. ¿Cómo lo manejarían Esme y Carlisle si me iba? Pero, ¿Cómo lo tomarían si me quedaba y tenían que presenciar constantemente mi sufrimiento, día tras día, por la eternidad?
Lentamente, subí hasta mi cuarto, llamando la atención de Alice tan pronto como pasé por su puerta. Me dirigí hacia mi vestidor, donde mi anillo de bodas estaba. Me lo había llevado conmigo cuando me fui, pero sólo porque aún lo tenía puesto en ese momento.
Lo había removido una vez estuve en Forks, incapaz de llevarlo. Aún si Edward y yo éramos capaces de reconciliarnos, no estaba segura si podría volver a ponérmelo por un buen tiempo. Ni siquiera estaba segura si podría estar completamente bien con él de inmediato, y me preocupaba que mi inhabilidad para amarlo completamente lo alejara de nuevo. No queriendo el constante y visible recordatorio, lo puse al fondo de mi primer cajón.
En cuestión de minutos, Alice había terminado su cabello y maquillaje y estaba en mi cuarto, revolviendo el closet para encontrar un conjunto. Me largó algo que supe estaba destinado a atraer la atención hacia mí, probablemente para poner celoso a Edward, pero yo sacudí mi cabeza.
“No puedo,” dije, mis ojos rogándole que entendiera.
Ella sonrió de manera incómoda y pude ver en sus ojos que estaba triste porque yo no usaría su conjunto. Aún así, comprendió, y rápidamente me encontró algo más reservado y menos llamativo para usar.
Ella me ayudó con mi cabello y maquillaje, sabiendo que yo no tenía motivación alguna para trabajar en ellos por mi cuenta. Trabajó en silencio, dejándome prepararme mentalmente para el día. Al fin, una vez estaba casi terminando, habló.
“Edward no va a viajar con nosotros.” Dijo Alice suavemente.
“Él todavía no ha regresado, ¿cierto?” Pregunté, no segura de cómo responder realmente a eso.
Parte de mí esperaba que él hubiera entrado a hurtadillas mientras yo estaba hablándole a Carlisle. Él tendía a moverse más silenciosamente que el resto de la familia, y no sería la primera vez que me había sorprendido por su llegada.
“No.” Dijo ella aún más bajito.
Asentí, no segura de porqué estaba esperando que él hubiera regresado. Ni siquiera estaba segura de cuáles eras sus costumbres en estos días, pero estaba segura que estaban bastante lejos de ‘normal’.
“Él no te va a hacer pasar por eso, y tú lo sabes.” Dijo Alice, tratando de sonar positiva hacia las intenciones de él.
“Supongo,” dije, mi temor a ir a la escuela volviéndose aún más fuerte.
“Puedes hacer esto,” dijo Emmett desde la puerta, su tono nada más que sincero.
“Eso espero,” dije con sinceridad, sabiendo que en estos momentos él no necesitaba la habilidad de Jasper para saber lo que estaba pasando conmigo.
“Sabes que la principal razón por la que Carlisle quería que fueras a la escuela era para mantener la sospecha fuera de nosotros, ¿cierto?” Dijo Emmett mientras se sentaba sobre el sofá.
“Lo se. Se vería aún más raro de lo que ya es si tú y Rosalie regresan pero no yo.”
“Pero si no estás lista,” comenzó Emmett, pero yo negué con mi cabeza.
“Está bien. En todo caso, no me iría nada mejor quedándome por aquí todo el día.”
“Cierto,” dijo, y pude notar que estaba tratando de calcular que podría decir que me pudiera animarme.
“¿Quieres manejar?” Dijo al final, aunque él sabía que no lo haría. Yo raramente conducía; generalmente tenía a Edward.
“No, pero gracias,” dije mientras comenzaba a caminar hacia la puerta.
Emmett y Alice me siguieron escaleras abajo, donde Jasper y Rosalie estaban esperando. Ambos me sonrieron alentadoramente, pero no dijeron nada. En silencio, reunimos nuestros maletines y comenzamos a salir hacia el jeep.
Me monté en la parte de atrás con Jasper y Alice, agradecida por el tranquilizante roce de Jasper junto a mí. Ellos me dejaron sentarme en la mitad, sabiendo que necesitaba la protección y ánimo extras.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Él solía preocuparse de tener la misma ropa de la noche anterior,” dije cuando estábamos casi en la escuela.
Rosalie se giró y me miró de manera inquisitiva, pero sentí a Alice tensarse. Ella sabía exactamente a lo que yo me estaba refiriendo.
“Cuando él solía verme,” dije suavemente, pero no pude continuar. Estaba a punto de sufrir un colapso, y me vi obligada a recostarme más contra Jasper.
Él comenzó a calmarme de inmediato, apaciguándome de modo tal que fui capaz de olvidar temporalmente mis problemas en cualquier otra forma que no fuera saber que estaba preocupada en general. Una vez estuve calmada, Alice terminó por mí.
“Cuando él la veía, incluso cuando se quedaba la noche, él siempre se iba y venía a casa para bañarse y cambiarse. Incluso cuando él había estado mirando a Annabelle antes que ustedes chicos regresaran, él venía a casa. Él iba a la escuela con Jasper y conmigo.” Dijo Alice, y pude notar que a pesar de las olas sueltas provenientes de Jasper, ella estaba enojada.
Para mi sorpresa, Rosalie no respondió; en cambio, sus ojos formaron una diminuta línea y volvió a mirar hacia el frente. Vi que su agarre sobre Emmett se apretaba, pero no dio ningún otro indicio de que estuviera furiosa. Jasper fue disminuyendo la serenidad conforme llegamos al parqueadero, lentamente trayéndome de regreso a mis emociones normales.
“¿Lista?” Preguntó él mientras Emmett aparcaba.
“Si,” dije, sorprendida por lo dividida que me podía sentir.
Todavía estaba enterada de lo que estaba pasando; nunca podría sacar completamente de mi cabeza lo que Edward ha hecho, especialmente después de sus palabras de ayer. Si algo, sus palabras sólo hicieron más profunda la grieta entre nosotros. Para mí, estas ampliaron lo que él hizo y me lo hicieron mucho más difícil de olvidar.
Aún así, estaba calmada y relajada y casi indiferente. Sin embargo, una vez Jasper se bajara del Jeep, eso se desvanecería.
Como lo esperaba, Jasper salió e instantáneamente sentí la presión de la situación recargarse sobre mí de nuevo. Respiré profundamente antes de salirme, contenta cuando todos mis hermanos me rodearon. Mientras nos dirigíamos hacia el interior de la escuela, no pude evitar más que notar que el auto de Edward no se podía encontrar en ninguna parte. También noté a Annabelle sentada sobre la misma banca como en el primer día, mirándome fijamente.
Miré hacia otro lado, prefiriendo las miradas del resto del cuerpo estudiantil a las de ella. La familia Cullen entera, excepto uno, estaba de regreso ahora, y ya podía escuchar la escuela cuchicheando sobre ello. Instantáneamente, las conversaciones de lujuria, celos y deseo se encendieron conforme cada estudiante miraba a su Cullen preferido.
Dada mi situación actual, yo parecía venir más arriba que Rosalie o Alice. Edward también parecía estar bien alto en la lista de las chicas. Sus comentarios también me dejaron saber cual era la “historia” sobre mi ausencia, pero no tuve fuerzas para enojarme por los crueles pensamientos de cuán “inestable” podría estar aún.
Un chico de cabello y ojos cafés se acercó a nosotros, sus ojos pegados en mí. Ya conociendo sus intenciones, Emmett interceptó cualquier oportunidad que él tuviera de hablarme al pasar su brazo a mi alrededor y acercarme más a él. Emmett acompañó esto con una mirada llena de odio, avisándole al chico en términos no poco inciertos que yo estaba fuera de sus límites
Yo estaba agradecida, habiendo sabido ya que probablemente podría aparecerme en un costal y los hombres aún acudirían en masa hacia mí. No estaba de humor o forma para rechazarlos con simpatía.
Vi una expresión de confusión cruzar el rostro del chico, pero él apartó rápidamente su mirada conforme cambió levemente su forma de caminar, haciéndolo pasarnos de largo hacia quien sabe donde. Una vez pensó que estábamos fuera de rango, masculló unas pocas maldiciones y términos despectivos en lo que se refiere a la posible relación que Emmett y yo compartíamos.
Dada mi desaparición, y la presencia de Edward, los estudiantes que si sabían que estábamos juntos habían comenzado a pensar lo contrario. Mi aparente conexión con Emmett, no obstante, parecía darles aún más razones para especular sobre mí.
“No te preocupes por ello,” masculló Alice, demasiado bajo para que los humanos escucharan.
“Están celosos simplemente.” Agregó Rosalie.
No respondí, pero no relajé mi posición desde dentro del brazo de Emmett. Una vez llegamos al pasillo de idiomas extranjeros, Emmett me dio un tranquilizador apretón antes de dejar caer su brazo de mí. Inmediatamente, Jasper se ubicó tras de mí, asegurándose de estar lo bastante cerca para mantenerme calmada si necesitaba, sin afectar notablemente al alumnado.
“Trata de no preocuparte mucho, ¿vale?” Dijo Rosalie, sus ojos encontrando los míos.
“Gracias,” dije, dejándole saber que me estaba refiriendo a más que simplemente hoy.
Ella me dirigió una medio sonrisa antes de darle la mano a Emmett y dirigirse a clase. Alice me dio un rápido abrazo antes de irse a la suya, dejando a jasper para ayudarme.
“¿Vas a poder verla en clase?” Preguntó Él mientras caminábamos hacia nuestro salón.
“Honestamente, no lo sé. Una parte de mí quiere lastimarla. Pero al mismo tiempo, no es su culpa. Aunque ese primer día…” me fui apagando, recordando mi propio deseo de lastimarla.
“Lo se,” dijo él conforme entrábamos al salón de clases.
Al instante, cada par de ojos, incluyendo los de la profesora, se levantaron y posaron sobre mí. Pude sentir la curiosidad, confusión y celos cuando caminé hacia mi asiento con Jasper.
“Ellos piensan que tú y Edward terminaron,” dijo Jasper, dejándome saber porqué recibía tanta atención.
“Genial,” dije, sabiendo que ahora de verdad tendría que preocuparme por los chicos tratando de ligar conmigo.
“Él ha rechazado a numerosas chicas esta semana,” dijo Jasper, pero no estaba seguro si eso era porque él me quería a mí o a Annabelle.
Nos sentamos e ignoramos la clase, ambos tratando de bloquear los muy bajos susurros que resonaban fuertemente a nuestro alrededor.
Cuando Anna entró, sus ojos fueron instantáneamente hacia Jasper. Ella se sonrojó antes de desviar la mirada, encontrando la mía en cambio. Se sonrojó más intensamente antes de agachar la cabeza y aumentar la velocidad hacia su escritorio. Tropezó brevemente con la maleta de otro estudiante antes de sentarse, su postura tensa.
“Se siente culpable e incómoda,” me dijo Jasper.
“Lo se,” dije, tratando de interpretar porqué
“La mayoría de la escuela piensa que tú y Edward terminaron. De repente te marchas, pero él se queda. Entonces, él rechaza a numerosas chicas persiguiéndolo y aún así le habla a ella. Ella también está asustada de ti en cierta medida.”
“Me lo figuré, después de mi charla con ella aquel primer día.”
“Querías ir tras ella, ¿no es verdad?”
“Si,” dije, apenada.
“No te culpo,” dijo Jasper con una pequeña sonrisa.
“Gracias,” dije, pero no pude detener mi mirada de deslizarse hacia Anna.
Pasé la mayoría de la clase hablando con Jasper o viendo a Anna. No le presté atención a la profesora, pero ella no tenía intención de darme la palabra esta vez. Mi temor hacia el día entero aumentó conforme la clase se acercaba a un final; no estaba segura si Anna trataría de hablarme.
Sabía que ella quería hacerlo, solamente que no estaba segura de cómo. Ella también quería hablarle a Jasper, lo cual la obligaría a saludarme como mínimo. Cuando la campana sonó, reuní mis libros, concentrándome sólo en eso.
“¿Lista?” Preguntó Jasper, sabiendo que mi próxima clase sería con Edward.
“No realmente, ¿pero que elección tengo?” Le pregunté mientras comenzábamos a caminar hacia la puerta.
Como me lo esperaba, Anna también se había tomado su tiempo juntando sus cosas.
“Hola Jasper,” dijo con una sonrisa.
Finalmente, me tomé el tiempo para mirarla detenidamente y me di cuenta de cuantas similitudes había entre ella y mi yo humana. Pude notar que ella pensaba que era simple y aburrida, aún así, tenía una belleza natural. Su sonrisa sólo acentuaba más eso, iluminando su rostro y ojos.
Rosalie se giró y me miró de manera inquisitiva, pero sentí a Alice tensarse. Ella sabía exactamente a lo que yo me estaba refiriendo.
“Cuando él solía verme,” dije suavemente, pero no pude continuar. Estaba a punto de sufrir un colapso, y me vi obligada a recostarme más contra Jasper.
Él comenzó a calmarme de inmediato, apaciguándome de modo tal que fui capaz de olvidar temporalmente mis problemas en cualquier otra forma que no fuera saber que estaba preocupada en general. Una vez estuve calmada, Alice terminó por mí.
“Cuando él la veía, incluso cuando se quedaba la noche, él siempre se iba y venía a casa para bañarse y cambiarse. Incluso cuando él había estado mirando a Annabelle antes que ustedes chicos regresaran, él venía a casa. Él iba a la escuela con Jasper y conmigo.” Dijo Alice, y pude notar que a pesar de las olas sueltas provenientes de Jasper, ella estaba enojada.
Para mi sorpresa, Rosalie no respondió; en cambio, sus ojos formaron una diminuta línea y volvió a mirar hacia el frente. Vi que su agarre sobre Emmett se apretaba, pero no dio ningún otro indicio de que estuviera furiosa. Jasper fue disminuyendo la serenidad conforme llegamos al parqueadero, lentamente trayéndome de regreso a mis emociones normales.
“¿Lista?” Preguntó él mientras Emmett aparcaba.
“Si,” dije, sorprendida por lo dividida que me podía sentir.
Todavía estaba enterada de lo que estaba pasando; nunca podría sacar completamente de mi cabeza lo que Edward ha hecho, especialmente después de sus palabras de ayer. Si algo, sus palabras sólo hicieron más profunda la grieta entre nosotros. Para mí, estas ampliaron lo que él hizo y me lo hicieron mucho más difícil de olvidar.
Aún así, estaba calmada y relajada y casi indiferente. Sin embargo, una vez Jasper se bajara del Jeep, eso se desvanecería.
Como lo esperaba, Jasper salió e instantáneamente sentí la presión de la situación recargarse sobre mí de nuevo. Respiré profundamente antes de salirme, contenta cuando todos mis hermanos me rodearon. Mientras nos dirigíamos hacia el interior de la escuela, no pude evitar más que notar que el auto de Edward no se podía encontrar en ninguna parte. También noté a Annabelle sentada sobre la misma banca como en el primer día, mirándome fijamente.
Miré hacia otro lado, prefiriendo las miradas del resto del cuerpo estudiantil a las de ella. La familia Cullen entera, excepto uno, estaba de regreso ahora, y ya podía escuchar la escuela cuchicheando sobre ello. Instantáneamente, las conversaciones de lujuria, celos y deseo se encendieron conforme cada estudiante miraba a su Cullen preferido.
Dada mi situación actual, yo parecía venir más arriba que Rosalie o Alice. Edward también parecía estar bien alto en la lista de las chicas. Sus comentarios también me dejaron saber cual era la “historia” sobre mi ausencia, pero no tuve fuerzas para enojarme por los crueles pensamientos de cuán “inestable” podría estar aún.
Un chico de cabello y ojos cafés se acercó a nosotros, sus ojos pegados en mí. Ya conociendo sus intenciones, Emmett interceptó cualquier oportunidad que él tuviera de hablarme al pasar su brazo a mi alrededor y acercarme más a él. Emmett acompañó esto con una mirada llena de odio, avisándole al chico en términos no poco inciertos que yo estaba fuera de sus límites
Yo estaba agradecida, habiendo sabido ya que probablemente podría aparecerme en un costal y los hombres aún acudirían en masa hacia mí. No estaba de humor o forma para rechazarlos con simpatía.
Vi una expresión de confusión cruzar el rostro del chico, pero él apartó rápidamente su mirada conforme cambió levemente su forma de caminar, haciéndolo pasarnos de largo hacia quien sabe donde. Una vez pensó que estábamos fuera de rango, masculló unas pocas maldiciones y términos despectivos en lo que se refiere a la posible relación que Emmett y yo compartíamos.
Dada mi desaparición, y la presencia de Edward, los estudiantes que si sabían que estábamos juntos habían comenzado a pensar lo contrario. Mi aparente conexión con Emmett, no obstante, parecía darles aún más razones para especular sobre mí.
“No te preocupes por ello,” masculló Alice, demasiado bajo para que los humanos escucharan.
“Están celosos simplemente.” Agregó Rosalie.
No respondí, pero no relajé mi posición desde dentro del brazo de Emmett. Una vez llegamos al pasillo de idiomas extranjeros, Emmett me dio un tranquilizador apretón antes de dejar caer su brazo de mí. Inmediatamente, Jasper se ubicó tras de mí, asegurándose de estar lo bastante cerca para mantenerme calmada si necesitaba, sin afectar notablemente al alumnado.
“Trata de no preocuparte mucho, ¿vale?” Dijo Rosalie, sus ojos encontrando los míos.
“Gracias,” dije, dejándole saber que me estaba refiriendo a más que simplemente hoy.
Ella me dirigió una medio sonrisa antes de darle la mano a Emmett y dirigirse a clase. Alice me dio un rápido abrazo antes de irse a la suya, dejando a jasper para ayudarme.
“¿Vas a poder verla en clase?” Preguntó Él mientras caminábamos hacia nuestro salón.
“Honestamente, no lo sé. Una parte de mí quiere lastimarla. Pero al mismo tiempo, no es su culpa. Aunque ese primer día…” me fui apagando, recordando mi propio deseo de lastimarla.
“Lo se,” dijo él conforme entrábamos al salón de clases.
Al instante, cada par de ojos, incluyendo los de la profesora, se levantaron y posaron sobre mí. Pude sentir la curiosidad, confusión y celos cuando caminé hacia mi asiento con Jasper.
“Ellos piensan que tú y Edward terminaron,” dijo Jasper, dejándome saber porqué recibía tanta atención.
“Genial,” dije, sabiendo que ahora de verdad tendría que preocuparme por los chicos tratando de ligar conmigo.
“Él ha rechazado a numerosas chicas esta semana,” dijo Jasper, pero no estaba seguro si eso era porque él me quería a mí o a Annabelle.
Nos sentamos e ignoramos la clase, ambos tratando de bloquear los muy bajos susurros que resonaban fuertemente a nuestro alrededor.
Cuando Anna entró, sus ojos fueron instantáneamente hacia Jasper. Ella se sonrojó antes de desviar la mirada, encontrando la mía en cambio. Se sonrojó más intensamente antes de agachar la cabeza y aumentar la velocidad hacia su escritorio. Tropezó brevemente con la maleta de otro estudiante antes de sentarse, su postura tensa.
“Se siente culpable e incómoda,” me dijo Jasper.
“Lo se,” dije, tratando de interpretar porqué
“La mayoría de la escuela piensa que tú y Edward terminaron. De repente te marchas, pero él se queda. Entonces, él rechaza a numerosas chicas persiguiéndolo y aún así le habla a ella. Ella también está asustada de ti en cierta medida.”
“Me lo figuré, después de mi charla con ella aquel primer día.”
“Querías ir tras ella, ¿no es verdad?”
“Si,” dije, apenada.
“No te culpo,” dijo Jasper con una pequeña sonrisa.
“Gracias,” dije, pero no pude detener mi mirada de deslizarse hacia Anna.
Pasé la mayoría de la clase hablando con Jasper o viendo a Anna. No le presté atención a la profesora, pero ella no tenía intención de darme la palabra esta vez. Mi temor hacia el día entero aumentó conforme la clase se acercaba a un final; no estaba segura si Anna trataría de hablarme.
Sabía que ella quería hacerlo, solamente que no estaba segura de cómo. Ella también quería hablarle a Jasper, lo cual la obligaría a saludarme como mínimo. Cuando la campana sonó, reuní mis libros, concentrándome sólo en eso.
“¿Lista?” Preguntó Jasper, sabiendo que mi próxima clase sería con Edward.
“No realmente, ¿pero que elección tengo?” Le pregunté mientras comenzábamos a caminar hacia la puerta.
Como me lo esperaba, Anna también se había tomado su tiempo juntando sus cosas.
“Hola Jasper,” dijo con una sonrisa.
Finalmente, me tomé el tiempo para mirarla detenidamente y me di cuenta de cuantas similitudes había entre ella y mi yo humana. Pude notar que ella pensaba que era simple y aburrida, aún así, tenía una belleza natural. Su sonrisa sólo acentuaba más eso, iluminando su rostro y ojos.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Era una reacción que ocurría naturalmente en su interior; algo que aún las más preciosas y deseadas mujeres no podían obtener siempre.
“Hola Anna,” dijo Jasper con frialdad, escondiendo su molestia por los sentimientos de ella por él.
Ella se sonrojó muy ligeramente antes de mover su mirada hacia mí, pero pude notar que me tenía miedo.
“Hola,” dijo, sin siquiera molestarse con mi nombre.
“¿Cómo estás?” Pregunté, tratando de ser amigable.
Estaba recordándome constantemente que esto no era culpa de ella; era de Edward. Jasper cambió su peso de un pie a otro, permitiéndose rozarme lo suficiente para calmarme. Aún así, Anna notó la proximidad y su humor se amargó levemente.
“Estoy bien, ¿y tú?” Dijo ella, solo un pequeño indicio de celos y molestia presente en lo profundo de su tono.
“Podría estar mejor,” dije, tratando de hacer que mi voz sonara suave.
“Comprensible,” respondió Anna, pero su incomodidad estaba comenzando a aumentarse.
“Bueno, mejor vamos a clase,” dije, igual de ansiosa por terminar esta charla; lo único que estaba haciendo era que la comprensión de mi situación me golpeara más fuerte.
“Nos vemos mañana,” dijo Jasper cortésmente mientras ponía una tranquilizante mano sobre mi hombro y me guiaba hacia la puerta. Ambos sentimos los ojos de Anna sobre él todo el tiempo, probablemente centrados en su mano sobre mi hombro.
Él me acompañó a mi siguiente clase, ayudando a ahuyentar los pocos chicos que fueron lo bastante tontos para tratar de acercársele a la chica “soltera” de la familia Cullen.
“Te veo en deportes. Puedes hacer esto,” dijo él mientras me daba un rápido abrazo y caminaba hacia su clase.
Suspiré y entré a la mía, notando instantáneamente que Edward todavía no se había aparecido durante el día. Estuve en las nubes durante toda la clase, permitiéndole a mi mente escapar un poco.
Yo todavía no estaba lista para enfrentar a Edward, por lo que en ese aspecto, estaba agradecida por su ausencia. Al mismo tiempo, no pude evitar más que preguntarme dónde estaba. ¿Por qué no había venido a casa anoche? ¿Estaba tan encaprichado con Anna que todo lo que había dicho era un mentira; él la quería a ella, no a mí?
Sacudí mi cabeza ligeramente, tratando de alejar esas ideas. Arranqué un pedazo de papel, reprimiendo todos los recuerdos de todas las notas que Edward y yo habíamos pasado a lo largo de los años, y comencé a garabatear. Por suerte, eso fue lo suficientemente soporífero para dejarme olvidar por un rato.
Finalmente, la clase se terminó y me dirigí a mi siguiente clase, contenta de tener a Alice en ella. Nos sentamos en un cómodo silencio a lo largo de ésta, cada una perdida en sus propios pensamientos. Ella sabía que yo no quería hablar realmente, y que probablemente sólo lo empeoraría si ella trataba de distraerme de la ausencia de Edward.
De verdad que estaba comenzando a preocuparme que él no estuviera aquí. ¿Y si él no se había ido por su cuenta?; ¿Y si algo había pasado? Annabelle estaba en la escuela; a él no le haría ningún bien estar vigilándola. Incluso si él hubiese cambiado su horario de modo que no tuviese que verme, aún así sabríamos que él estaba aquí.
Yo sabía que este día sería difícil, pero estaba comenzando a pensar que no iba a ser capaz de salir de él. Gruñí suavemente para mí, aunque Alice lo escuchó. Ella me levantó la ceja en forma de pregunta, pero no presionó.
Una vez la clase fue despedida, ella pasó su brazo por el mío, de nuevo como un signo de advertencia para cualquiera que tratara de hablarnos, y me jaló hacia el gimnasio. Por suerte, Rosalie ya había hablado, o intimidado, al entrenador para que nos permitiera sentarnos y ver. La gran mayoría de los de la clase estaban más preocupados por mirarnos que por jugar al voleibol, pero una vez Emmett se puso de pie para hacer parecer que se les iba a unir, se detuvieron.
Al final, la hora para el almuerzo llegó. Yo estaba aún más nerviosa por causa de este periodo; sentía como si fuera a estar en exposición para la escuela entera. Tampoco estaba segura si Annabelle trataría de hablarnos de nuevo. Si no fuera por su traga por Jasper, ella me hubiera evitado por completo antes.
Escogí algunas cosas para picotear, sabiendo que aún si pudiera comer, de todas formas no sería capaz de mantener nada en el estómago ahora. Me senté sana y salva rodeada por mis hermanos, pero no pude evitar que mi mente vagara hacia Edward. No quise vociferar mis inquietudes sobre su paradero; casi parecía incorrecto de mi parte estar preocupada por él ahora.
Si él no hubiera hecho esto, yo habría sabido dónde estaría él. Él estaría justo a mi lado, ahuyentado a cualquier chico que se me acercara. Él se aseguraría que todos supieran que él era mío, y estaría susurrando seductores y cariñosos comentarios en mi oído. Yo estaría temiendo el final del almuerzo, porque eso significaría que no teníamos clase juntos.
“Voy a clase,” dije finalmente, aprox. cinco minutos antes de que la campana sonara.
No podía soportar estar más en la cafetería. Annabelle continuamente lanzaba miradas furtivas hacia nosotros, sonrojándose cada vez que era pillada. El resto de los estudiantes también nos miraban embobados, mucho menos disimulados, susurrándoles a sus amigos cada vez que hacíamos cualquier clase de movimiento.
Generalmente, yo estaba acostumbrada a ello. Esta vez, sin embargo, sin Edward aquí para protegerme, me sentía expuesta y asustada. Me puse de pie y me dirigí hacia el basurero, pero me congelé en mi camino cuando capté un aroma muy familiar que venía hacia mí.
“Hola Anna,” dijo Jasper con frialdad, escondiendo su molestia por los sentimientos de ella por él.
Ella se sonrojó muy ligeramente antes de mover su mirada hacia mí, pero pude notar que me tenía miedo.
“Hola,” dijo, sin siquiera molestarse con mi nombre.
“¿Cómo estás?” Pregunté, tratando de ser amigable.
Estaba recordándome constantemente que esto no era culpa de ella; era de Edward. Jasper cambió su peso de un pie a otro, permitiéndose rozarme lo suficiente para calmarme. Aún así, Anna notó la proximidad y su humor se amargó levemente.
“Estoy bien, ¿y tú?” Dijo ella, solo un pequeño indicio de celos y molestia presente en lo profundo de su tono.
“Podría estar mejor,” dije, tratando de hacer que mi voz sonara suave.
“Comprensible,” respondió Anna, pero su incomodidad estaba comenzando a aumentarse.
“Bueno, mejor vamos a clase,” dije, igual de ansiosa por terminar esta charla; lo único que estaba haciendo era que la comprensión de mi situación me golpeara más fuerte.
“Nos vemos mañana,” dijo Jasper cortésmente mientras ponía una tranquilizante mano sobre mi hombro y me guiaba hacia la puerta. Ambos sentimos los ojos de Anna sobre él todo el tiempo, probablemente centrados en su mano sobre mi hombro.
Él me acompañó a mi siguiente clase, ayudando a ahuyentar los pocos chicos que fueron lo bastante tontos para tratar de acercársele a la chica “soltera” de la familia Cullen.
“Te veo en deportes. Puedes hacer esto,” dijo él mientras me daba un rápido abrazo y caminaba hacia su clase.
Suspiré y entré a la mía, notando instantáneamente que Edward todavía no se había aparecido durante el día. Estuve en las nubes durante toda la clase, permitiéndole a mi mente escapar un poco.
Yo todavía no estaba lista para enfrentar a Edward, por lo que en ese aspecto, estaba agradecida por su ausencia. Al mismo tiempo, no pude evitar más que preguntarme dónde estaba. ¿Por qué no había venido a casa anoche? ¿Estaba tan encaprichado con Anna que todo lo que había dicho era un mentira; él la quería a ella, no a mí?
Sacudí mi cabeza ligeramente, tratando de alejar esas ideas. Arranqué un pedazo de papel, reprimiendo todos los recuerdos de todas las notas que Edward y yo habíamos pasado a lo largo de los años, y comencé a garabatear. Por suerte, eso fue lo suficientemente soporífero para dejarme olvidar por un rato.
Finalmente, la clase se terminó y me dirigí a mi siguiente clase, contenta de tener a Alice en ella. Nos sentamos en un cómodo silencio a lo largo de ésta, cada una perdida en sus propios pensamientos. Ella sabía que yo no quería hablar realmente, y que probablemente sólo lo empeoraría si ella trataba de distraerme de la ausencia de Edward.
De verdad que estaba comenzando a preocuparme que él no estuviera aquí. ¿Y si él no se había ido por su cuenta?; ¿Y si algo había pasado? Annabelle estaba en la escuela; a él no le haría ningún bien estar vigilándola. Incluso si él hubiese cambiado su horario de modo que no tuviese que verme, aún así sabríamos que él estaba aquí.
Yo sabía que este día sería difícil, pero estaba comenzando a pensar que no iba a ser capaz de salir de él. Gruñí suavemente para mí, aunque Alice lo escuchó. Ella me levantó la ceja en forma de pregunta, pero no presionó.
Una vez la clase fue despedida, ella pasó su brazo por el mío, de nuevo como un signo de advertencia para cualquiera que tratara de hablarnos, y me jaló hacia el gimnasio. Por suerte, Rosalie ya había hablado, o intimidado, al entrenador para que nos permitiera sentarnos y ver. La gran mayoría de los de la clase estaban más preocupados por mirarnos que por jugar al voleibol, pero una vez Emmett se puso de pie para hacer parecer que se les iba a unir, se detuvieron.
Al final, la hora para el almuerzo llegó. Yo estaba aún más nerviosa por causa de este periodo; sentía como si fuera a estar en exposición para la escuela entera. Tampoco estaba segura si Annabelle trataría de hablarnos de nuevo. Si no fuera por su traga por Jasper, ella me hubiera evitado por completo antes.
Escogí algunas cosas para picotear, sabiendo que aún si pudiera comer, de todas formas no sería capaz de mantener nada en el estómago ahora. Me senté sana y salva rodeada por mis hermanos, pero no pude evitar que mi mente vagara hacia Edward. No quise vociferar mis inquietudes sobre su paradero; casi parecía incorrecto de mi parte estar preocupada por él ahora.
Si él no hubiera hecho esto, yo habría sabido dónde estaría él. Él estaría justo a mi lado, ahuyentado a cualquier chico que se me acercara. Él se aseguraría que todos supieran que él era mío, y estaría susurrando seductores y cariñosos comentarios en mi oído. Yo estaría temiendo el final del almuerzo, porque eso significaría que no teníamos clase juntos.
“Voy a clase,” dije finalmente, aprox. cinco minutos antes de que la campana sonara.
No podía soportar estar más en la cafetería. Annabelle continuamente lanzaba miradas furtivas hacia nosotros, sonrojándose cada vez que era pillada. El resto de los estudiantes también nos miraban embobados, mucho menos disimulados, susurrándoles a sus amigos cada vez que hacíamos cualquier clase de movimiento.
Generalmente, yo estaba acostumbrada a ello. Esta vez, sin embargo, sin Edward aquí para protegerme, me sentía expuesta y asustada. Me puse de pie y me dirigí hacia el basurero, pero me congelé en mi camino cuando capté un aroma muy familiar que venía hacia mí.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Me giré lentamente, la aprensión viva sobre mi rostro conforme mis ojos le permitieron a Edward lentamente entrar en foco. Él me estaba mirando con una afligida expresión sobre su rostro, pero no vino hacia mí. Sus ojos contenían más dolor del que pensé posible; estaban casi perdidos y sin esperanza. Sus ojos también me dijeron que él entendía mis acciones, y mi necesidad de distancia.
Aún así, éstos me estaban rogando que fuera a él, que le hablara. Me estaban diciendo que él me necesitaba a mí tanto como yo lo necesitaba a él. También me estaba diciendo que él me amaba, me adoraba y me honraba.
Yo cerré mis ojos, tratando de contener el dolor que estaba amenazando con dominarme mientras cortaba la conexión entre nosotros. Estaba congelada, completamente incapaz de reaccionar.
“Demonios,” escuché decir a Emmett, y pronto sentí el toque de Jasper tratando de tranquilizarme.
“¿Bella?” Preguntó Emmett, su voz traicionando la preocupación que sentía por cómo iba a ser mi reacción.
“Edward, vete,” siseó Rosalie mientras se acercaba a mí.
La mayor parte de la cafetería estaba en silencio para estos momentos, esperando ansiosamente a ver que pasaba entre nosotros. Sin embargo, todos estaban increíblemente confundidos ante la visible falta de comunicación entre nosotros.
Yo permanecí congelada, usando cuanta fuerza tenía para permanecer en pie y mantener mis ojos cerrados. Estaba segura que si miraba dentro de esos ojos que tan seguido me deslumbraban, cualquier resistencia que tuviera se vendría abajo. Me podía ver a mi misma corriendo hacia sus brazos, diciéndole que yo también lo amaba, queriendo nada más que recuperar el tiempo perdido con él.
Pero también podía ver mi corazón quebrándose en microscópicas piezas, incapaz por siempre de volver a juntarse en el momento en que sus pensamientos se apartaran de mí por incluso una fracción de segundo. Iba a pasar, y yo no lo sobreviviría.
“Por favor,” Edward trató de nuevo, conociéndome lo bastante bien para saber de la batalla que estaba rugiendo en mi interior.
“No le hagas esto a ella, Edward, por favor,” suplicó Alice, de nuevo jugando en ambos lados de esto.
Rosalie, sabiendo que yo no iba a ser capaz de moverme por mi cuenta, agarró mi brazo y comenzó a jalarme hacia la puerta. Emmett y Jasper siguieron de cerca, asegurándose que Edward mantuviera su distancia de mí.
Alice se detuvo, sus ojos moviéndose rápidamente entre nosotros. Al final, ella le lanzó una mirada fugaz a Edward y se apuró a seguirnos.
“Lo siento,” susurró Edward mientras las puertas se cerraban tras nosotros.
Una vez estuvimos fuera de la cafetería, colapsé. Rosalie me agarró antes que golpeara el suelo, alzándome en sus brazos y yendo directo al baño de chicas.
Alice la siguió dentro, mientras Jasper y Emmett se quedaban en el pasillo; en todo caso, ellos podrían escuchar lo que habláramos
Mi mente estaba tratando de aislarse por completo, y pude sentirme a mi misma descendiendo en espiral dentro del insensibilizado estado en el que había estado el primer día.
“Bella,” ordenó Rosalie, obligándome a mirar hacia ella con mis desorbitados ojos.
“¿Por qué está él aquí?” Pregunté, incapaz de dejar que mi agarre en su brazo se aflojara.
“No lo se, pero lo está.” Respondió ella, su voz aún llamando mi atención, en un esfuerzo por evitar que me siguiera deslizando cuesta abajo.
“No puedo hacer esto. Quiero ir a casa,” dije, preguntándome por qué creí que era lo suficientemente fuerte para venir en primer lugar.
“Solamente quedan dos periodos más, Bella. Puedes hacer esto. Él no está en ninguna clase. Eres lo bastante fuerte, Bella.”
“Él vino a verla a ella,” dije, cayendo en cuenta de que mientras yo no estaba en su siguiente clase, Annabelle si.
“¿Qué?” Preguntó Alice, sus manos acariciando mi cabello.
“¿Por qué más se aparecería él en el almuerzo? Su próxima clase es con ella. Él vino a verla,” repetí, mi resolución de permanecer en la casa sucumbiendo.
Sabiendo que no había nada que pudieran decir ni forma lógica de refutar mi acusación, ellas no respondieron. Escuché la molestia de Jasper y Emmett desde el pasillo, y supe que ellos estaban completamente de mi lado. Tal vez eso debería haberme hecho sentir mejor, pero sólo me enojó más.
Rosalie y Alice siguieron sosteniéndome, incluso después de que la campana para señalar el final del almuerzo sonó. Sabía que Emmett y Jasper estaban evitando que cualquier chica entrara al baño, y estaba increíblemente agradecida por ello. Cuando finalmente fui capaz de calmarme, miré a mis hermanas.
“No se si pueda hacer esto. Quiero irme.” Dije sinceramente, expresando mis pensamientos sobre querer dejar la escuela, pero que también podría necesitar dejar la casa.
“Por supuesto que puedes, Bella, simplemente necesitas ser fuerte y no dejarte,” dijo Rosalie, tratando de sonar optimista.
“Yo lo necesito a él,” insistí.
“Bella, por favor, sólo sigue intentando,” rogó Alice mientras me ayudaban a pararme una vez la campana de advertencia de dos minutos los señaló.
No respondí, escogiendo en cambio simplemente salir del baño. No miré ni a Emmett ni a Jasper mientras los pasaba y caminaba hacia mi salón de clases. Todos me siguieron, asegurándose que yo llegara al salón, antes de ir en sus caminos separados.
¿Cómo pudo él aparecerse justo antes de su clase con ella? ¿La quería tan desesperadamente que me evitaba a mí y aún así venía a verla a ella? ¿Pensaba él de verdad que yo era tan tonta que no lo notaría?
Estaba agradecida de que no pudiera llorar, permitiéndome ocultar mejor mis alborotadas emociones de los estudiantes a mí alrededor mientras el profesor hablaba cháchara. Era importante para Carlisle que yo estuviera aquí, especialmente porque Rosalie y Emmett volvían hoy. Por eso, me obligué a seguir adelante durante el día.
Alice mantuvo una reconfortante mano sobre mi brazo la mayor parte de biología, pero no me presionó más. Me estaba volviendo emocionalmente muerta para el final del día, y ni siquiera podía pretender intentar.
Cuando caminábamos hacia el parqueadero una vez las clases terminaron, no pude evitar notar a Edward esperando en su auto. Sus esperanzados ojos se cruzaron con los míos, pero yo agaché mi mirada al instante y caminé más rápido hacia el Jeep. Desafortunadamente, tuve que pasar cerca de él para poder llegar allí, y no me sorprendió nada cuando él agarró mi brazo.
“Bella, por favor, simplemente háblame,” me suplicó mientras giraba mi cuerpo para que lo mirara de frente.
Su toque envió estelas de fuego llameando a través de mí, recordándome de todas las noches que habíamos pasado juntos, de cada forma en la que me había tocado, me había sostenido y acariciado. Me recordó de cuan tierno era, pero también de cuan rudo podía llegar a ser. Me recordó del esposo que no estaba segura si alguna vez podría volver a tener por completo.
Sabía que mis ojos estaban volviendo a descontrolarse y a mostrar mi pánico, y el horror de verme de esta forma estaba escrito por todo su rostro. Yo me estaba perdiendo en sus brillantes ojos color topacio, dividida entre el deseo de estar con mi esposo y la traición de saber lo que él había hecho.
“No puedo,” dije, mi voz vacía y monótona.
“¿No puedes o no lo harás?” Preguntó él, su tono mostrando nada más que preocupación. No estaba enojado; estaba arrepentido.
“No puedo,” repetí, sabiendo que mis ojos se estaban perdiendo más y más.
Me estaba preguntando dónde estaba Alice, pero por instinto, sabía que ella estaba cerca. Por duro que esto fuera, era igual de difícil hacer un esfuerzo para tratar de evitarlo. Yo quería que él sufriera y estuviera dolido, pero había una parte de mí que comprendía que él ya lo estaba. Él necesitaba esto tanto como yo, aún si yo lo alejaba.
“Bella, yo no la quiero a ella. Te quiero a ti.”
Traté de comprender las palabras que él me estaba diciendo, pero no pude. Traté de dejar que las palabras de aceptación y perdón salieran, pero no lo hacían. Mientras miraba dentro de sus ojos, dejando que su dolor se convirtiera en el mío, supe que no podría decirle lo que él necesitaba escuchar.
“Deberías haber pensado en eso antes. Edward, deseaste a otra chica. No sólo la deseaste, hablaste con ella. Me pusiste a un lado y fuiste tras ella. Me dejaste caminar fuera de tu vida para que pudieras ir tras ella. Aún cuando ella no mostraba interés, tú la perseguiste. No puedo simplemente olvidar eso, Edward, y no puedo pretender que todo está bien y seguir adelante. Simplemente no puedo. Ya no eres sólo tú el que tiene que tomar una decisión; yo también tengo que hacerlo.”
Para entonces, mis hermanos estaban todos parados a unos pocos metros detrás de nosotros, listos para liberarme del agarre de Edward en cualquier momento en que lo pidiera. Pude ver a Edward haciéndose pedazos con cada palabra que dije, y pude ver un nivel de dolor que nunca había presenciado completamente en él comenzando a inundar sus ojos.
Cuando la comprensión de cuan herida, traicionada y enojada realmente estaba yo golpeó a Edward, y conforme nos invadía a ambos la comprensión de la seriedad de la situación actual, él me soltó. Mientras lo hacía, noté un flash de metal y me di cuenta que él estaba usando su anillo de bodas. Ya sea si lo había usado todo el día o se lo había puesto una vez regresó a su carro, no estaba segura.
El significado de que yo no tuviera el mío puesto, ni en su usual cadena alrededor de mi cuello, no pasó desapercibido para ninguno de los dos. Edward movió su cabeza con tristeza mientras caminaba hacia el lado del conductor de su auto, se metía y lentamente arrancaba.
Pude sentir sus ojos sobre mí desde su espejo retrovisor mientras yo me quedaba congelada en mi lugar. Yo quería, necesitaba, irme. No debí haber regresado, y se estaba volviendo demasiado claro que podría no ser capaz de perdonar a Edward jamás.
Sin una palabra, Emmett me alzó en brazos para cargarme hasta su Jeep, sabiendo que yo estaba congelada. Cuando él se giró, mis ojos, ahora ardiendo por la traición, se encontraron con los de Annabelle. Su mirada se cruzó con la mía, e instantáneamente, una expresión de horrorizada cruzó su rostro.
Ella se dio cuenta de manera abrupta que Edward y yo probablemente habíamos sido algo más que sólo una pareja; había algo mucho más grande y profundo entre nosotros. Edward la había perseguido a pesar de eso. El peligro que ella sintió departe de mí ese primer día estaba gritando en sus ojos, ahora ampliado exponencialmente. Traté de alejar mi mirada de la de ella, sabiendo que la estaba lastimando innecesariamente, pero no pude. Estaba atrapada en su mirada.
Finalmente, el intercambio fue interrumpido cuando Emmett me ubicó en la parte de atrás con Jasper y con Alice, quienes trataron de distraerme durante todo el camino a casa. Aún así, ellos se vieron forzados a cargarme dentro de ésta y ver como yo miraba perdidamente a la nada, mi mente volviéndose otra vez insensible y sin vida hacia el mundo mientras mis ojos seguían centellando con una profunda, dolorosa y potencialmente irrevocable traición.
Aún así, éstos me estaban rogando que fuera a él, que le hablara. Me estaban diciendo que él me necesitaba a mí tanto como yo lo necesitaba a él. También me estaba diciendo que él me amaba, me adoraba y me honraba.
Yo cerré mis ojos, tratando de contener el dolor que estaba amenazando con dominarme mientras cortaba la conexión entre nosotros. Estaba congelada, completamente incapaz de reaccionar.
“Demonios,” escuché decir a Emmett, y pronto sentí el toque de Jasper tratando de tranquilizarme.
“¿Bella?” Preguntó Emmett, su voz traicionando la preocupación que sentía por cómo iba a ser mi reacción.
“Edward, vete,” siseó Rosalie mientras se acercaba a mí.
La mayor parte de la cafetería estaba en silencio para estos momentos, esperando ansiosamente a ver que pasaba entre nosotros. Sin embargo, todos estaban increíblemente confundidos ante la visible falta de comunicación entre nosotros.
Yo permanecí congelada, usando cuanta fuerza tenía para permanecer en pie y mantener mis ojos cerrados. Estaba segura que si miraba dentro de esos ojos que tan seguido me deslumbraban, cualquier resistencia que tuviera se vendría abajo. Me podía ver a mi misma corriendo hacia sus brazos, diciéndole que yo también lo amaba, queriendo nada más que recuperar el tiempo perdido con él.
Pero también podía ver mi corazón quebrándose en microscópicas piezas, incapaz por siempre de volver a juntarse en el momento en que sus pensamientos se apartaran de mí por incluso una fracción de segundo. Iba a pasar, y yo no lo sobreviviría.
“Por favor,” Edward trató de nuevo, conociéndome lo bastante bien para saber de la batalla que estaba rugiendo en mi interior.
“No le hagas esto a ella, Edward, por favor,” suplicó Alice, de nuevo jugando en ambos lados de esto.
Rosalie, sabiendo que yo no iba a ser capaz de moverme por mi cuenta, agarró mi brazo y comenzó a jalarme hacia la puerta. Emmett y Jasper siguieron de cerca, asegurándose que Edward mantuviera su distancia de mí.
Alice se detuvo, sus ojos moviéndose rápidamente entre nosotros. Al final, ella le lanzó una mirada fugaz a Edward y se apuró a seguirnos.
“Lo siento,” susurró Edward mientras las puertas se cerraban tras nosotros.
Una vez estuvimos fuera de la cafetería, colapsé. Rosalie me agarró antes que golpeara el suelo, alzándome en sus brazos y yendo directo al baño de chicas.
Alice la siguió dentro, mientras Jasper y Emmett se quedaban en el pasillo; en todo caso, ellos podrían escuchar lo que habláramos
Mi mente estaba tratando de aislarse por completo, y pude sentirme a mi misma descendiendo en espiral dentro del insensibilizado estado en el que había estado el primer día.
“Bella,” ordenó Rosalie, obligándome a mirar hacia ella con mis desorbitados ojos.
“¿Por qué está él aquí?” Pregunté, incapaz de dejar que mi agarre en su brazo se aflojara.
“No lo se, pero lo está.” Respondió ella, su voz aún llamando mi atención, en un esfuerzo por evitar que me siguiera deslizando cuesta abajo.
“No puedo hacer esto. Quiero ir a casa,” dije, preguntándome por qué creí que era lo suficientemente fuerte para venir en primer lugar.
“Solamente quedan dos periodos más, Bella. Puedes hacer esto. Él no está en ninguna clase. Eres lo bastante fuerte, Bella.”
“Él vino a verla a ella,” dije, cayendo en cuenta de que mientras yo no estaba en su siguiente clase, Annabelle si.
“¿Qué?” Preguntó Alice, sus manos acariciando mi cabello.
“¿Por qué más se aparecería él en el almuerzo? Su próxima clase es con ella. Él vino a verla,” repetí, mi resolución de permanecer en la casa sucumbiendo.
Sabiendo que no había nada que pudieran decir ni forma lógica de refutar mi acusación, ellas no respondieron. Escuché la molestia de Jasper y Emmett desde el pasillo, y supe que ellos estaban completamente de mi lado. Tal vez eso debería haberme hecho sentir mejor, pero sólo me enojó más.
Rosalie y Alice siguieron sosteniéndome, incluso después de que la campana para señalar el final del almuerzo sonó. Sabía que Emmett y Jasper estaban evitando que cualquier chica entrara al baño, y estaba increíblemente agradecida por ello. Cuando finalmente fui capaz de calmarme, miré a mis hermanas.
“No se si pueda hacer esto. Quiero irme.” Dije sinceramente, expresando mis pensamientos sobre querer dejar la escuela, pero que también podría necesitar dejar la casa.
“Por supuesto que puedes, Bella, simplemente necesitas ser fuerte y no dejarte,” dijo Rosalie, tratando de sonar optimista.
“Yo lo necesito a él,” insistí.
“Bella, por favor, sólo sigue intentando,” rogó Alice mientras me ayudaban a pararme una vez la campana de advertencia de dos minutos los señaló.
No respondí, escogiendo en cambio simplemente salir del baño. No miré ni a Emmett ni a Jasper mientras los pasaba y caminaba hacia mi salón de clases. Todos me siguieron, asegurándose que yo llegara al salón, antes de ir en sus caminos separados.
¿Cómo pudo él aparecerse justo antes de su clase con ella? ¿La quería tan desesperadamente que me evitaba a mí y aún así venía a verla a ella? ¿Pensaba él de verdad que yo era tan tonta que no lo notaría?
Estaba agradecida de que no pudiera llorar, permitiéndome ocultar mejor mis alborotadas emociones de los estudiantes a mí alrededor mientras el profesor hablaba cháchara. Era importante para Carlisle que yo estuviera aquí, especialmente porque Rosalie y Emmett volvían hoy. Por eso, me obligué a seguir adelante durante el día.
Alice mantuvo una reconfortante mano sobre mi brazo la mayor parte de biología, pero no me presionó más. Me estaba volviendo emocionalmente muerta para el final del día, y ni siquiera podía pretender intentar.
Cuando caminábamos hacia el parqueadero una vez las clases terminaron, no pude evitar notar a Edward esperando en su auto. Sus esperanzados ojos se cruzaron con los míos, pero yo agaché mi mirada al instante y caminé más rápido hacia el Jeep. Desafortunadamente, tuve que pasar cerca de él para poder llegar allí, y no me sorprendió nada cuando él agarró mi brazo.
“Bella, por favor, simplemente háblame,” me suplicó mientras giraba mi cuerpo para que lo mirara de frente.
Su toque envió estelas de fuego llameando a través de mí, recordándome de todas las noches que habíamos pasado juntos, de cada forma en la que me había tocado, me había sostenido y acariciado. Me recordó de cuan tierno era, pero también de cuan rudo podía llegar a ser. Me recordó del esposo que no estaba segura si alguna vez podría volver a tener por completo.
Sabía que mis ojos estaban volviendo a descontrolarse y a mostrar mi pánico, y el horror de verme de esta forma estaba escrito por todo su rostro. Yo me estaba perdiendo en sus brillantes ojos color topacio, dividida entre el deseo de estar con mi esposo y la traición de saber lo que él había hecho.
“No puedo,” dije, mi voz vacía y monótona.
“¿No puedes o no lo harás?” Preguntó él, su tono mostrando nada más que preocupación. No estaba enojado; estaba arrepentido.
“No puedo,” repetí, sabiendo que mis ojos se estaban perdiendo más y más.
Me estaba preguntando dónde estaba Alice, pero por instinto, sabía que ella estaba cerca. Por duro que esto fuera, era igual de difícil hacer un esfuerzo para tratar de evitarlo. Yo quería que él sufriera y estuviera dolido, pero había una parte de mí que comprendía que él ya lo estaba. Él necesitaba esto tanto como yo, aún si yo lo alejaba.
“Bella, yo no la quiero a ella. Te quiero a ti.”
Traté de comprender las palabras que él me estaba diciendo, pero no pude. Traté de dejar que las palabras de aceptación y perdón salieran, pero no lo hacían. Mientras miraba dentro de sus ojos, dejando que su dolor se convirtiera en el mío, supe que no podría decirle lo que él necesitaba escuchar.
“Deberías haber pensado en eso antes. Edward, deseaste a otra chica. No sólo la deseaste, hablaste con ella. Me pusiste a un lado y fuiste tras ella. Me dejaste caminar fuera de tu vida para que pudieras ir tras ella. Aún cuando ella no mostraba interés, tú la perseguiste. No puedo simplemente olvidar eso, Edward, y no puedo pretender que todo está bien y seguir adelante. Simplemente no puedo. Ya no eres sólo tú el que tiene que tomar una decisión; yo también tengo que hacerlo.”
Para entonces, mis hermanos estaban todos parados a unos pocos metros detrás de nosotros, listos para liberarme del agarre de Edward en cualquier momento en que lo pidiera. Pude ver a Edward haciéndose pedazos con cada palabra que dije, y pude ver un nivel de dolor que nunca había presenciado completamente en él comenzando a inundar sus ojos.
Cuando la comprensión de cuan herida, traicionada y enojada realmente estaba yo golpeó a Edward, y conforme nos invadía a ambos la comprensión de la seriedad de la situación actual, él me soltó. Mientras lo hacía, noté un flash de metal y me di cuenta que él estaba usando su anillo de bodas. Ya sea si lo había usado todo el día o se lo había puesto una vez regresó a su carro, no estaba segura.
El significado de que yo no tuviera el mío puesto, ni en su usual cadena alrededor de mi cuello, no pasó desapercibido para ninguno de los dos. Edward movió su cabeza con tristeza mientras caminaba hacia el lado del conductor de su auto, se metía y lentamente arrancaba.
Pude sentir sus ojos sobre mí desde su espejo retrovisor mientras yo me quedaba congelada en mi lugar. Yo quería, necesitaba, irme. No debí haber regresado, y se estaba volviendo demasiado claro que podría no ser capaz de perdonar a Edward jamás.
Sin una palabra, Emmett me alzó en brazos para cargarme hasta su Jeep, sabiendo que yo estaba congelada. Cuando él se giró, mis ojos, ahora ardiendo por la traición, se encontraron con los de Annabelle. Su mirada se cruzó con la mía, e instantáneamente, una expresión de horrorizada cruzó su rostro.
Ella se dio cuenta de manera abrupta que Edward y yo probablemente habíamos sido algo más que sólo una pareja; había algo mucho más grande y profundo entre nosotros. Edward la había perseguido a pesar de eso. El peligro que ella sintió departe de mí ese primer día estaba gritando en sus ojos, ahora ampliado exponencialmente. Traté de alejar mi mirada de la de ella, sabiendo que la estaba lastimando innecesariamente, pero no pude. Estaba atrapada en su mirada.
Finalmente, el intercambio fue interrumpido cuando Emmett me ubicó en la parte de atrás con Jasper y con Alice, quienes trataron de distraerme durante todo el camino a casa. Aún así, ellos se vieron forzados a cargarme dentro de ésta y ver como yo miraba perdidamente a la nada, mi mente volviéndose otra vez insensible y sin vida hacia el mundo mientras mis ojos seguían centellando con una profunda, dolorosa y potencialmente irrevocable traición.
kumire_kd17- .
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
ESTOY ANONADADA...POBRE EDWARD ME DA PENITA Y BELLA TAMBIEN...OJALA NO HAGA NADA ABRUPTO..
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
Capítulo 20: Fugas y Conexiones
Me quedé inmóvil por horas, dejando que mi mente intentara sortear todo por su cuenta. En su mayor parte, al menos al principio, mi familia comprendió. Había suficiente en mis ojos para decirles que no estaba catatónica; estaba simplemente en un tipo de pausa. Sencillamente no podía hacer orden con todo lo que había pasado, las decisiones que necesitaba hacer, y las implicaciones de los acontecimientos de hoy y ser capaz de lidiar con mi familiar al mismo tiempo.
Había una parte de mí que quería creer todo lo que Edward había dicho. Tal vez fue sólo el momento de mi llegada; tal vez él ya se había decidido.
¿De verdad me habría buscado él? ¿A qué distancias habría tenido que ir para poder encontrarme?
Aunque, ¿qué habrá definido su decisión? ¿El enamoramiento de Annabelle por Jasper fue suficiente para hacer que él lo superara, y si lo fue, sólo me desea porque ella no es una opción? ¿De verdad se está conformando sólo conmigo?
Traté de imaginarme mi vida en diez años, tratando de decidir si de verdad podría ser feliz después de esto. ¿Podría realmente algún día dejar atrás esta situación? Podía verme con Edward, pero a la vez podía ver destellos de duda en sus ojos. ¿Podemos estar realmente bien si yo nunca puedo confiar completamente en él?
También traté de imaginarme con alguien más. ¿Podría yo realmente encontrar a alguien más, que me amara completamente y me apreciara de la misma forma que Edward lo ha hecho por los últimos 67 años? La única vida que he conocido por las 7 pasadas décadas ha sido con Edward. Mi vida ahora gira entorno a Edward; era gracias a Edward- siempre ha sido desde que nos conocimos. ¿De verdad puedo cambiar eso?
Continué profundizando en estos contradictorios senderos, al igual que en numerosos otros, hasta bien entrado el siguiente día. Para cuando todos se fueron para la escuela, Edward todavía no había regresado. Cuando ellos volvieron, él no estaba con ellos. No pude olerlo, y supe que si él estuvo en la escuela, los había evitado. No queriendo saber la verdad, seguí encerrada en mi mente.
Cuando el sol comenzó a ocultarse, por fin Rosalie había tenido suficiente.
“Bella, mírame,” dijo Rosalie mientras se arrodillaba sobre el piso frente a mí, su tono aún más autoritario de lo que lo había sido en el baño el día anterior.
Mi mente me estaba gritando que respondiera; diciéndome que eso era lo que necesitaba hacer, que me había escondido por demasiado tiempo. Aún así, no me pude obligar a hacerlo. El lugar al que estaba mirando fijamente ahora era seguro; no había recordatorios directos de Edward, nada para que me hiciera darme cuenta realmente de mi situación actual. Cambiar al lugar a donde miraba podría alterar eso.
“Bella,” dijo Rosalie de nuevo, un indicio de frustración invadiendo su voz.
A pesar de eso, no la miré. Podía escuchar al resto de mi familia hablando, pero no podía comprender completamente lo que estaban diciendo. Pero tenía la sensación de que estaban tratando de hacer que Rosalie me dejara sola por ahora.
“Isabella Marie Swan Cullen, mírame,” dijo Rosalie, esta vez su voz irritada y cada palabra bien diferenciada.
Finalmente, fui capaz de sacar mi mente de nuevo hacia la realidad. Con la misma mirada afligida que había hecho mella en Annabelle, moví mis ojos hacia Rosalie. Sus ojos me estudiaron por un momento antes que una impresionante sonrisa creciera sobre su rostro.
“Bienvenida de regreso,” dijo, comprendiendo lo que yo había estado haciendo.
No respondí verbalmente, pero mis ojos le dijeron que al menos estaba un poco agradecida por la interrupción.
“Él no está en casa.” Indiqué, sabiendo que su esencia me habría sacado de mi aturdimiento al instante.
“No,” dijo Rosalie, tratando de esconder la rabia en su voz.
“¿Por qué me mentiría?” Le pregunté, ignorando al resto de mi familia que se había acercado.
Los ojos de Rosalie se volvieron compasivos, haciéndome alejar la mirada. Rosalie se tomó un momento para cubrir sus emociones antes de poner su mano sobre mi mejilla y girar mi rostro de nuevo hacia ella. En su cara, vi a la mujer tenaz y voluntariosa de siempre, a la que me había acercado tanto en el transcurso de las varias décadas pasadas. Vi a la mujer que ella quería que yo fuera en estos momentos; la que podría superar esto.
“No lo se, Bella. Es posible que él no estuviera mintiendo, ¿pero por qué se aparecería en el almuerzo si ese es el caso? ¿Y por qué estar fuera toda la noche? No tiene sentido, pero voy a resolverlo. De una u otra forma, Bella, te ayudaré.”
No pasé por alto su ignorancia de los recientes eventos por los cuales estuve ausente.
Miré cada perfecto rasgo en su bello rostro, buscando cualquier signo de vacilación. Finalmente, cuando estuve segura de que sus motivos eran de acero, permití que una media sonrisa cruzara mi rostro.
“Gracias,” dije con seriedad.
“¿Puedo pedirte un favor?” Dijo Rosalie, y de inmediato supe que era algo que no me iba a gustar
“Tal vez,” dije, no queriendo caer en ninguna trampa que ella hubiera podido tender.
Su ceja se frunció levemente cuando comprendió mi intención, pero de todas formas continuó.
“No es saludable para ti sentarte por ahí, dejando que el dolor te domine. Tienes que ser fuerte, Bella. Por favor, trata de ser fuerte. Salgamos esta noche, sólo tú, Alice y yo.”
Sus ojos me suplicaban, e inmediatamente fui devuelta años atrás, cuando ella finalmente me lo confesó todo.
Cuando yo era humana, Rosalie me contó su pasado. Me ayudó a comprender por qué yo no le agradaba, por qué le era difícil estar a mí alrededor y por qué era tan rencorosa. Aún así, había excluido mucho; mucho que no podía decir aún. Pero conforme nos volvimos más cercanas, y ella finalmente aceptó mi decisión de convertirme en un miembro de su familia, se abrió más.
Fue en una noche cuando Emmett estaba fuera cazando con Jasper. Ni siquiera recuerdo lo que ella había estado viendo en la TV; ya no es relevante. Lo que sí es relevante es el pronunciado efecto que tuvo en ella. De repente, la atmósfera entera de la casa cambió.
Ella estaba lastimada, traicionada, furiosa, y más que nada, cuestionando su propia valía hasta un punto perjudicial. Sus emociones me inundaron un momento antes que la ola de pensamientos lo hiciera con Edward. Ella se cerró de inmediato, pero el daño estaba hecho. Ambos sabíamos que no iba a ser una buena noche.
Edward, haciendo lo que era normal, llamó a Emmett de inmediato. Generalmente, él era el único que podía ayudarla en momentos como este. Él era el único que podía traerla de regreso, evitar que se fuera. Cuando los recuerdos de Royce la golpeaban con toda su fuerza, ella necesitaba a su esposo y a nadie más. Pero él no estaba aquí, y yo ya podía notar que este era uno de los peores colapsos que ella había tenido.
Tomé el riesgo, posiblemente más grande que el que tomé inicialmente con Edward cuando acepté lo que él era, y fui hacia ella. En ese momento, ella era más peligrosa que incluso Edward cuando estaba peleando para protegerme, pero yo no podía soportar la idea de dejarla sola.
Ni siquiera me molesté en tocar cuando entré a su cuarto, horrorizada al verla echa una bola en el piso; ni siquiera había logrado llegar al sofá. Sus ojos contenían algo que estaba más allá de cualquier nivel de asesinato, odio y miedo que los que yo probablemente pudiera esperar comprender; al menos, no hasta aquel día en el claro con Edward.
Ella me mostró sus dientes y me gruñó, advirtiéndome que me fuera. No cuestioné su deseo de atacarme, e instantáneamente supe que ella estaba reviviendo cada cosa por la que Royce y sus amigos la hicieron pasar; cada roce de sus manos, cada palabra que dijeron, cada aliento que dejaron tocara su piel de porcelana. Aún peor, pude notar que lo estaba mezclando con la noche en que finalmente cobró su venganza sobre ellos.
En mi mente, pude ver a Rosalie en un rasgado y sangrado vestido de novia. Abandonada, abusada y sola.
“Rosalie,” dije suavemente mientras tomaba un cuidadoso paso hacia ella.
Ella gruñó más fuerte, pero no hizo ningún otro movimiento para tratar de ahuyentarme. Tomé eso como un buen signo y di otro paso hacia ella. De nuevo, un gruñido, pero nada más.
“Rose,” dije aún más suave, poniendo un enorme nivel de compasión y comprensión en mi voz.
Ella rugió de nuevo, pero estaba vez fue más suave; fue un rugido de necesidad más que de odio. Sus ojos siguieron destellando peligrosamente, y supe aún podría atacarme en cualquier momento. No obstante, continué insistiendo. Sabía que Emmett estaría al menos a una hora de regresar y ella no podría esperar tanto.
Volviendo a hacer referencia temporalmente del presente, me di cuenta de lo similar que yo había estado en el claro no hace mucho. Sólo hasta ahora caí en cuenta exactamente de por qué Rosalie y Emmett fueron tan rápidos para ponerse de mi lado, para entender la mirada en mis ojos y el tono de mi voz. De por qué sabían cómo ser cuidadosos conmigo, pero aún así lo bastante dominantes para quebrarme. Inicialmente, esa noche Rosalie quiso atacarme más que a nada, pero algo evitó que lo hiciera.
Queriendo entender más esta reacción, me permití remontarme a esa noche una vez más.
Edward pronto había comprendido dónde estaba yo. Estaba furioso conmigo por haberme puesto en esta posición, pero no era tan estúpido como para tratar de entrar a sacarme. Para estos momentos, temía que ni siquiera Emmett sería bienvenido; cualquier presencia masculina podría destrozar la pequeña fuerza que ella estaba manteniendo.
“Rose,” dije una vez más, asegurándome que ella comprendiera que yo estaba usando el nombre que normalmente sólo Emmett tenía permitido usar; el que le recordaba cuánto la amaba él.
Al final, las ganas de matar se fueron apagando levemente de sus ojos mientras el dolor asumía el poder.
“Bella,” susurró ella, la mirada en sus ojos aclarándose aún más conforme me suplicaba que la ayudara; que comprendiera.
“Estoy aquí,” dije mientras me sentaba en el piso junto a ella, cuidadosa de no tocarla.
Pude notar que Edward se estaba calmando y sabía que estaba monitoreando los pensamientos de Rosalie por cualquier signo de peligro inmediato.
“Bella,” dijo ella de nuevo, el dolor en su voz haciendo pedazos mi corazón.
“Háblame,” dije, sabiendo que eso era lo que ella necesitaba.
Ella permaneció en silencio por una inmensurable cantidad de tiempo, ordenando sus propias ideas mientras se preparaba para abrirse conmigo; para dejarme verla en el estado más vulnerable posible.
Me quedé inmóvil por horas, dejando que mi mente intentara sortear todo por su cuenta. En su mayor parte, al menos al principio, mi familia comprendió. Había suficiente en mis ojos para decirles que no estaba catatónica; estaba simplemente en un tipo de pausa. Sencillamente no podía hacer orden con todo lo que había pasado, las decisiones que necesitaba hacer, y las implicaciones de los acontecimientos de hoy y ser capaz de lidiar con mi familiar al mismo tiempo.
Había una parte de mí que quería creer todo lo que Edward había dicho. Tal vez fue sólo el momento de mi llegada; tal vez él ya se había decidido.
¿De verdad me habría buscado él? ¿A qué distancias habría tenido que ir para poder encontrarme?
Aunque, ¿qué habrá definido su decisión? ¿El enamoramiento de Annabelle por Jasper fue suficiente para hacer que él lo superara, y si lo fue, sólo me desea porque ella no es una opción? ¿De verdad se está conformando sólo conmigo?
Traté de imaginarme mi vida en diez años, tratando de decidir si de verdad podría ser feliz después de esto. ¿Podría realmente algún día dejar atrás esta situación? Podía verme con Edward, pero a la vez podía ver destellos de duda en sus ojos. ¿Podemos estar realmente bien si yo nunca puedo confiar completamente en él?
También traté de imaginarme con alguien más. ¿Podría yo realmente encontrar a alguien más, que me amara completamente y me apreciara de la misma forma que Edward lo ha hecho por los últimos 67 años? La única vida que he conocido por las 7 pasadas décadas ha sido con Edward. Mi vida ahora gira entorno a Edward; era gracias a Edward- siempre ha sido desde que nos conocimos. ¿De verdad puedo cambiar eso?
Continué profundizando en estos contradictorios senderos, al igual que en numerosos otros, hasta bien entrado el siguiente día. Para cuando todos se fueron para la escuela, Edward todavía no había regresado. Cuando ellos volvieron, él no estaba con ellos. No pude olerlo, y supe que si él estuvo en la escuela, los había evitado. No queriendo saber la verdad, seguí encerrada en mi mente.
Cuando el sol comenzó a ocultarse, por fin Rosalie había tenido suficiente.
“Bella, mírame,” dijo Rosalie mientras se arrodillaba sobre el piso frente a mí, su tono aún más autoritario de lo que lo había sido en el baño el día anterior.
Mi mente me estaba gritando que respondiera; diciéndome que eso era lo que necesitaba hacer, que me había escondido por demasiado tiempo. Aún así, no me pude obligar a hacerlo. El lugar al que estaba mirando fijamente ahora era seguro; no había recordatorios directos de Edward, nada para que me hiciera darme cuenta realmente de mi situación actual. Cambiar al lugar a donde miraba podría alterar eso.
“Bella,” dijo Rosalie de nuevo, un indicio de frustración invadiendo su voz.
A pesar de eso, no la miré. Podía escuchar al resto de mi familia hablando, pero no podía comprender completamente lo que estaban diciendo. Pero tenía la sensación de que estaban tratando de hacer que Rosalie me dejara sola por ahora.
“Isabella Marie Swan Cullen, mírame,” dijo Rosalie, esta vez su voz irritada y cada palabra bien diferenciada.
Finalmente, fui capaz de sacar mi mente de nuevo hacia la realidad. Con la misma mirada afligida que había hecho mella en Annabelle, moví mis ojos hacia Rosalie. Sus ojos me estudiaron por un momento antes que una impresionante sonrisa creciera sobre su rostro.
“Bienvenida de regreso,” dijo, comprendiendo lo que yo había estado haciendo.
No respondí verbalmente, pero mis ojos le dijeron que al menos estaba un poco agradecida por la interrupción.
“Él no está en casa.” Indiqué, sabiendo que su esencia me habría sacado de mi aturdimiento al instante.
“No,” dijo Rosalie, tratando de esconder la rabia en su voz.
“¿Por qué me mentiría?” Le pregunté, ignorando al resto de mi familia que se había acercado.
Los ojos de Rosalie se volvieron compasivos, haciéndome alejar la mirada. Rosalie se tomó un momento para cubrir sus emociones antes de poner su mano sobre mi mejilla y girar mi rostro de nuevo hacia ella. En su cara, vi a la mujer tenaz y voluntariosa de siempre, a la que me había acercado tanto en el transcurso de las varias décadas pasadas. Vi a la mujer que ella quería que yo fuera en estos momentos; la que podría superar esto.
“No lo se, Bella. Es posible que él no estuviera mintiendo, ¿pero por qué se aparecería en el almuerzo si ese es el caso? ¿Y por qué estar fuera toda la noche? No tiene sentido, pero voy a resolverlo. De una u otra forma, Bella, te ayudaré.”
No pasé por alto su ignorancia de los recientes eventos por los cuales estuve ausente.
Miré cada perfecto rasgo en su bello rostro, buscando cualquier signo de vacilación. Finalmente, cuando estuve segura de que sus motivos eran de acero, permití que una media sonrisa cruzara mi rostro.
“Gracias,” dije con seriedad.
“¿Puedo pedirte un favor?” Dijo Rosalie, y de inmediato supe que era algo que no me iba a gustar
“Tal vez,” dije, no queriendo caer en ninguna trampa que ella hubiera podido tender.
Su ceja se frunció levemente cuando comprendió mi intención, pero de todas formas continuó.
“No es saludable para ti sentarte por ahí, dejando que el dolor te domine. Tienes que ser fuerte, Bella. Por favor, trata de ser fuerte. Salgamos esta noche, sólo tú, Alice y yo.”
Sus ojos me suplicaban, e inmediatamente fui devuelta años atrás, cuando ella finalmente me lo confesó todo.
Cuando yo era humana, Rosalie me contó su pasado. Me ayudó a comprender por qué yo no le agradaba, por qué le era difícil estar a mí alrededor y por qué era tan rencorosa. Aún así, había excluido mucho; mucho que no podía decir aún. Pero conforme nos volvimos más cercanas, y ella finalmente aceptó mi decisión de convertirme en un miembro de su familia, se abrió más.
Fue en una noche cuando Emmett estaba fuera cazando con Jasper. Ni siquiera recuerdo lo que ella había estado viendo en la TV; ya no es relevante. Lo que sí es relevante es el pronunciado efecto que tuvo en ella. De repente, la atmósfera entera de la casa cambió.
Ella estaba lastimada, traicionada, furiosa, y más que nada, cuestionando su propia valía hasta un punto perjudicial. Sus emociones me inundaron un momento antes que la ola de pensamientos lo hiciera con Edward. Ella se cerró de inmediato, pero el daño estaba hecho. Ambos sabíamos que no iba a ser una buena noche.
Edward, haciendo lo que era normal, llamó a Emmett de inmediato. Generalmente, él era el único que podía ayudarla en momentos como este. Él era el único que podía traerla de regreso, evitar que se fuera. Cuando los recuerdos de Royce la golpeaban con toda su fuerza, ella necesitaba a su esposo y a nadie más. Pero él no estaba aquí, y yo ya podía notar que este era uno de los peores colapsos que ella había tenido.
Tomé el riesgo, posiblemente más grande que el que tomé inicialmente con Edward cuando acepté lo que él era, y fui hacia ella. En ese momento, ella era más peligrosa que incluso Edward cuando estaba peleando para protegerme, pero yo no podía soportar la idea de dejarla sola.
Ni siquiera me molesté en tocar cuando entré a su cuarto, horrorizada al verla echa una bola en el piso; ni siquiera había logrado llegar al sofá. Sus ojos contenían algo que estaba más allá de cualquier nivel de asesinato, odio y miedo que los que yo probablemente pudiera esperar comprender; al menos, no hasta aquel día en el claro con Edward.
Ella me mostró sus dientes y me gruñó, advirtiéndome que me fuera. No cuestioné su deseo de atacarme, e instantáneamente supe que ella estaba reviviendo cada cosa por la que Royce y sus amigos la hicieron pasar; cada roce de sus manos, cada palabra que dijeron, cada aliento que dejaron tocara su piel de porcelana. Aún peor, pude notar que lo estaba mezclando con la noche en que finalmente cobró su venganza sobre ellos.
En mi mente, pude ver a Rosalie en un rasgado y sangrado vestido de novia. Abandonada, abusada y sola.
“Rosalie,” dije suavemente mientras tomaba un cuidadoso paso hacia ella.
Ella gruñó más fuerte, pero no hizo ningún otro movimiento para tratar de ahuyentarme. Tomé eso como un buen signo y di otro paso hacia ella. De nuevo, un gruñido, pero nada más.
“Rose,” dije aún más suave, poniendo un enorme nivel de compasión y comprensión en mi voz.
Ella rugió de nuevo, pero estaba vez fue más suave; fue un rugido de necesidad más que de odio. Sus ojos siguieron destellando peligrosamente, y supe aún podría atacarme en cualquier momento. No obstante, continué insistiendo. Sabía que Emmett estaría al menos a una hora de regresar y ella no podría esperar tanto.
Volviendo a hacer referencia temporalmente del presente, me di cuenta de lo similar que yo había estado en el claro no hace mucho. Sólo hasta ahora caí en cuenta exactamente de por qué Rosalie y Emmett fueron tan rápidos para ponerse de mi lado, para entender la mirada en mis ojos y el tono de mi voz. De por qué sabían cómo ser cuidadosos conmigo, pero aún así lo bastante dominantes para quebrarme. Inicialmente, esa noche Rosalie quiso atacarme más que a nada, pero algo evitó que lo hiciera.
Queriendo entender más esta reacción, me permití remontarme a esa noche una vez más.
Edward pronto había comprendido dónde estaba yo. Estaba furioso conmigo por haberme puesto en esta posición, pero no era tan estúpido como para tratar de entrar a sacarme. Para estos momentos, temía que ni siquiera Emmett sería bienvenido; cualquier presencia masculina podría destrozar la pequeña fuerza que ella estaba manteniendo.
“Rose,” dije una vez más, asegurándome que ella comprendiera que yo estaba usando el nombre que normalmente sólo Emmett tenía permitido usar; el que le recordaba cuánto la amaba él.
Al final, las ganas de matar se fueron apagando levemente de sus ojos mientras el dolor asumía el poder.
“Bella,” susurró ella, la mirada en sus ojos aclarándose aún más conforme me suplicaba que la ayudara; que comprendiera.
“Estoy aquí,” dije mientras me sentaba en el piso junto a ella, cuidadosa de no tocarla.
Pude notar que Edward se estaba calmando y sabía que estaba monitoreando los pensamientos de Rosalie por cualquier signo de peligro inmediato.
“Bella,” dijo ella de nuevo, el dolor en su voz haciendo pedazos mi corazón.
“Háblame,” dije, sabiendo que eso era lo que ella necesitaba.
Ella permaneció en silencio por una inmensurable cantidad de tiempo, ordenando sus propias ideas mientras se preparaba para abrirse conmigo; para dejarme verla en el estado más vulnerable posible.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
“Lo que más recuerdo es el dolor,” dijo inaudiblemente, y supe que Esme, Carlisle y Alice no escucharían eso.
Ninguna de las dos se movió mientras Rosalie trataba de encontrar las palabras que necesitaba. Finalmente, sus ojos se suavizaron otro poco y me permitió adentrarme más.
“Cada roce – todavía puedo sentirlos. Royce tenía las manos más suaves de entre todos ellos; a veces, me tocaba de forma tierna. Casi creí que él me amaba; era lo que necesitaba para olvidar lo que realmente estaba pasando. Pero entonces, su aliento infestado de alcohol invadiría mi rostro y yo caería de nuevo en la realidad.”
Viendo la necesidad en sus ojos, con cuidado tomé su mano dentro de la mía. Era una caricia que no la mandaría a revivir el pasado y si le daría fuerza para continuar.
“Se volvieron más violentos a medida que todo progresaba. Traté de pedir ayuda, pero mi voz no funcionaba al principio. Luché, pero era débil. Dependía de mi belleza para todo y no tenía fuerza para realmente valerme por mi cuenta.”
Yo entendía esos sentimiento demasiado bien; recuerdo cuando Edward me salvó en Port Angels, pero saqué esos pensamientos de mi mente. Justo ahora, tenía que concentrarme en Rosalie.
“Finalmente, fui capaz de gritar, y eso los impulsó más, como tú sabes. Podía sentir la sangre dejando mi cuerpo; estaba hiperconciente de cada corte, magulladura y rasguño que pusieron sobre mí. Traté de concentrarme en la paliza más que en la violación. Era simplemente más fácil.”
De pronto, el usualmente fuerte cuerpo de Rosalie flaqueó cuando ella fue vencida por los sollozos. Era el tipo de descarga que ambas sabíamos ella necesitaba, y yo no dudé en atraerla dentro mis brazos. Mientras Rosalie yacía ahí, tan rota como lo estuvo la noche que fue cambiada, sentí una nueva conexión comenzar a forjarse entre nosotras.
Cuando Rosalie fue capaz de calmarse un poco, levantó la mirada hacia mis ojos. No había pena ahí, como yo había esperado. En cambio, pude ver su deseo de continuar hablando y yo sabía que ella podía ver mi deseo por escuchar.
“Contarle a Emmett fue la cosa más difícil que jamás he hecho. Estaba segura que yo nunca sería deseada. Incluso el perfecto Edward no me quería. Él, por supuesto, sabía de esa noche, y yo estaba segura que él me rechazaba porque yo ya no era pura e inocente.”
“Sabes que eso no es verdad,” le dije, recordándole sutilmente de las otras mujeres que Edward también había ignorado.
“Ahora, si, lo se. E incluso cuando Emmett llegó a la familia, y me persiguió, todavía me fue difícil aceptarlo. De alguna forma era simplemente más fácil concentrarme en mí estando…rota,” con eso, me dirigió una indecisa sonrisa mientras me recordaba de mi tiempo sin Edward, afianzando nuestra conexión.
“Si yo pensaba que por eso era que no me querían, podía tratar de sobrevivir cada día. No podría soportar la idea de Emmett queriéndome, y luego enterándose también de lo que pasó. Estaba segura que él sería como Edward, y no me querría como resultado”.
Rosalie fue por fin capaz de sentarse derecha, mirándome a la cara con una nueva expresión en sus ojos. De pronto, fue capaz de contarme todo esto sin estar en el mismo nivel de dolor. Ella necesitaba hablar de esto y podía notar que no me molestaba para nada estar aquí. Casi podía verla recordándose mentalmente que yo escogí venir; que no me quedé lejos como el resto de la familia.
“Finalmente, cedí ante Emmett. Él sabía que algo grande había pasado; él estaba vagamente conciente de que mi razón para ser convertida era mucho más traumática que la suya. Estábamos solos una noche -todos los demás habían ido a cazar. Yo todavía me oponía a todo en ese momento; estaba segura que siempre me opondría.”
“Pero no lo haces,” dije en tono seguro, ya sabiendo la razón detrás de ello.
“No, gracias a Emmett. Él sabía que algo estaba mal. Yo por fin le había permitido comenzar a tocarme, pero no lo haría esa noche. Él no entendía, y trató de nuevo, puramente de forma cariñosa y amigable. Sin embargo, eso me quebró mucho peor que incluso esta noche. A penas si llegué a mi cuarto antes de ser invadida por el dolor; Repetí el evento entero en mi mente. Sentí cada toque, cada morado, cada arañazo. Sentí como si estuviera sangrando de nuevo, muriendo lentamente. Incluso las esencias que habían estado en el aire esa noche, cargando con ella la historia de mi fallecimiento, estaban volviendo a repetirse en mi mente. Inseguro de qué hacer, salió pitando detrás de los otros.”
“¿Te dejó?” Pregunté, comprendiendo pero aún así sorprendida.
“Si. Aunque se quedó atrás. Pude sentirlo fuera de mi puerta. Él no podía decidir qué hacer, pero pronto entendió que yo no lo iba a dejar entrar. Carlisle le dio una pequeña idea, pero aún así no le contó la historia. Eso fue lo que Emmett necesitó, sin embargo, para ser capaz de seguir tratando.”
“Regresó solo, ¿cierto?” Pregunté, ya sabiendo que fue en esa misma noche cuando más lo alejó que finalmente lo dejó entrar.
Ella sonrió levemente, y pude ver sus ojos comenzar a titilar infinitesimalmente mientras pensaba en cuan desesperadamente la deseaba Emmett.
Ninguna de las dos se movió mientras Rosalie trataba de encontrar las palabras que necesitaba. Finalmente, sus ojos se suavizaron otro poco y me permitió adentrarme más.
“Cada roce – todavía puedo sentirlos. Royce tenía las manos más suaves de entre todos ellos; a veces, me tocaba de forma tierna. Casi creí que él me amaba; era lo que necesitaba para olvidar lo que realmente estaba pasando. Pero entonces, su aliento infestado de alcohol invadiría mi rostro y yo caería de nuevo en la realidad.”
Viendo la necesidad en sus ojos, con cuidado tomé su mano dentro de la mía. Era una caricia que no la mandaría a revivir el pasado y si le daría fuerza para continuar.
“Se volvieron más violentos a medida que todo progresaba. Traté de pedir ayuda, pero mi voz no funcionaba al principio. Luché, pero era débil. Dependía de mi belleza para todo y no tenía fuerza para realmente valerme por mi cuenta.”
Yo entendía esos sentimiento demasiado bien; recuerdo cuando Edward me salvó en Port Angels, pero saqué esos pensamientos de mi mente. Justo ahora, tenía que concentrarme en Rosalie.
“Finalmente, fui capaz de gritar, y eso los impulsó más, como tú sabes. Podía sentir la sangre dejando mi cuerpo; estaba hiperconciente de cada corte, magulladura y rasguño que pusieron sobre mí. Traté de concentrarme en la paliza más que en la violación. Era simplemente más fácil.”
De pronto, el usualmente fuerte cuerpo de Rosalie flaqueó cuando ella fue vencida por los sollozos. Era el tipo de descarga que ambas sabíamos ella necesitaba, y yo no dudé en atraerla dentro mis brazos. Mientras Rosalie yacía ahí, tan rota como lo estuvo la noche que fue cambiada, sentí una nueva conexión comenzar a forjarse entre nosotras.
Cuando Rosalie fue capaz de calmarse un poco, levantó la mirada hacia mis ojos. No había pena ahí, como yo había esperado. En cambio, pude ver su deseo de continuar hablando y yo sabía que ella podía ver mi deseo por escuchar.
“Contarle a Emmett fue la cosa más difícil que jamás he hecho. Estaba segura que yo nunca sería deseada. Incluso el perfecto Edward no me quería. Él, por supuesto, sabía de esa noche, y yo estaba segura que él me rechazaba porque yo ya no era pura e inocente.”
“Sabes que eso no es verdad,” le dije, recordándole sutilmente de las otras mujeres que Edward también había ignorado.
“Ahora, si, lo se. E incluso cuando Emmett llegó a la familia, y me persiguió, todavía me fue difícil aceptarlo. De alguna forma era simplemente más fácil concentrarme en mí estando…rota,” con eso, me dirigió una indecisa sonrisa mientras me recordaba de mi tiempo sin Edward, afianzando nuestra conexión.
“Si yo pensaba que por eso era que no me querían, podía tratar de sobrevivir cada día. No podría soportar la idea de Emmett queriéndome, y luego enterándose también de lo que pasó. Estaba segura que él sería como Edward, y no me querría como resultado”.
Rosalie fue por fin capaz de sentarse derecha, mirándome a la cara con una nueva expresión en sus ojos. De pronto, fue capaz de contarme todo esto sin estar en el mismo nivel de dolor. Ella necesitaba hablar de esto y podía notar que no me molestaba para nada estar aquí. Casi podía verla recordándose mentalmente que yo escogí venir; que no me quedé lejos como el resto de la familia.
“Finalmente, cedí ante Emmett. Él sabía que algo grande había pasado; él estaba vagamente conciente de que mi razón para ser convertida era mucho más traumática que la suya. Estábamos solos una noche -todos los demás habían ido a cazar. Yo todavía me oponía a todo en ese momento; estaba segura que siempre me opondría.”
“Pero no lo haces,” dije en tono seguro, ya sabiendo la razón detrás de ello.
“No, gracias a Emmett. Él sabía que algo estaba mal. Yo por fin le había permitido comenzar a tocarme, pero no lo haría esa noche. Él no entendía, y trató de nuevo, puramente de forma cariñosa y amigable. Sin embargo, eso me quebró mucho peor que incluso esta noche. A penas si llegué a mi cuarto antes de ser invadida por el dolor; Repetí el evento entero en mi mente. Sentí cada toque, cada morado, cada arañazo. Sentí como si estuviera sangrando de nuevo, muriendo lentamente. Incluso las esencias que habían estado en el aire esa noche, cargando con ella la historia de mi fallecimiento, estaban volviendo a repetirse en mi mente. Inseguro de qué hacer, salió pitando detrás de los otros.”
“¿Te dejó?” Pregunté, comprendiendo pero aún así sorprendida.
“Si. Aunque se quedó atrás. Pude sentirlo fuera de mi puerta. Él no podía decidir qué hacer, pero pronto entendió que yo no lo iba a dejar entrar. Carlisle le dio una pequeña idea, pero aún así no le contó la historia. Eso fue lo que Emmett necesitó, sin embargo, para ser capaz de seguir tratando.”
“Regresó solo, ¿cierto?” Pregunté, ya sabiendo que fue en esa misma noche cuando más lo alejó que finalmente lo dejó entrar.
Ella sonrió levemente, y pude ver sus ojos comenzar a titilar infinitesimalmente mientras pensaba en cuan desesperadamente la deseaba Emmett.
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Re: TWICE IN A LIFETIME SINGER (Completo)
“Si. Él se sentó afuera de mi puerta, esperando. Los otros no regresaron para nada esa noche, entendiendo que Emmett necesitaba hacer esto. Al final, cuando el sol comenzaba a levantarse, mi voluntad se había roto. En voz baja lo llamé para que entrara, aunque aún estaba aterrada. Estaba segura que me dejaría después que le contara.”
Le di a su mano un pequeño apretón, asegurándome de mantenerla en el presente. Ella no estaba tratando de contarle a Emmett de nuevo, y esto no tendría porque ser igual de doloroso.
“Él se sentó al otro lado del cuarto, dándome más espacio del que yo realmente quería. Lentamente, me abrí ante él. Le conté cosas que ni siquiera le había contado a Carlisle; cosas que ni siquiera Edward sabía. Desde cada roce, cada aliento, cada olor en el aire que flotó alrededor de nosotros hasta cada movimiento que ellos hicieron, cada pensamiento que tuve. Le conté todo. Para el final, yo era un desastre peor que el que había sido antes de comenzar a hablar con él. A penas si podía decir las palabras, y no podía dejar de temblar. Antes que yo lo supiera, estaba siendo abrazada por sus enormes brazos, mirando fijamente sus ojos color borgoña.”
Sonreí un poco ante la imagen mental que ella había creado para mí en ese momento.
“Él había vuelto a vivir la noche entera conmigo, pero no se fue. Incluso cuando la familia regresó, no me liberó de sus brazos. Nos quedamos en el sofá todo el día y la siguiente noche. La traición que sentí departe de Royce, la soledad y la sensación de abandono y la falta de autoestima en las que me había inculcado solita se fueron. Todo menguó lentamente mientras él me sostenía, hasta que nada quedaba más que la necesidad de estar con Emmett, y sólo Emmett.”
“Fuiste capaz de sacarte a Royce de la cabeza,” dije con una sonrisa mientras los ojos de Rosalie brillaban un poco más.
“Si. Esa noche dejé todo por él. En todo sentido.” Dijo Rosalie en voz suave, y supe de inmediato que esa fue la primera noche que ella y Emmett habían hecho el amor. En medio de su colapso, en medio de su dolor, él le permitió creer a ella que alguien realmente la amaba.
“De todas maneras tomó tiempo, pero pronto fui capaz de ir durante todo un día sin pensar en él o sin ser controlada por cualquiera de las emocione que antes había sentido. Ahora, sólo de vez en cuando vuelvo a como era en esos días. Generalmente, Emmett está aquí. Él lo puede ver viniendo y evitar que me regrese completamente.”
“Pero hoy no está aquí.”
“No. Pero tu si.”
Era un hecho simple, pero significaba más que el mundo.
Después de eso, cualquier odio o amargura que Rosalie hubiera albergado previamente contra mí se desvaneció. Construimos nuestra amistad a partir de ese día, volviéndonos tan cercanas como Alice y yo siempre lo habíamos sido. Ahora, ella era tan ferozmente leal hacía como lo era hacia Emmett. Ahora, ella estaba peleando de mi lado; la fiera en mi esquina del cuadrilátero mientras yo superaba mis propios problemas.
Otro roce de mi mejilla me devolvió al presente conforme la comprensión que hacia dónde acababa de irme se registraba dentro los ojos de Rosalie. Un poco de dolor pasó brevemente por ellos cuando ella recordó en cuánto dolor había estado esa noche, pero pronto fue reemplazado con el mismo ardor que también vi aquella noche.
Sabía que ella se había tomado su propio paréntesis, probablemente regresando al mismo momento. Sabía que el odio y la traición que habían estado bailando en mis ojos hacía sólo momentos le habían recordado demasiado bien de aquel tiempo, y sabía que un parte de ella estaba asustada de cómo terminaría esto.
Ahora entendía porqué ella estaba peleando por mí con tanto ahínco. Comprendía porqué no me dejaría lidiar con esto yo sola. Comprendía qué necesidad llené para ella durante aquella noche.
Antes, ella me suplicaba que entendiera su lado porque no podía soportar estar sola. Ahora, ella me suplicaba porque no podía soportar verme sola y lastimada. No se podía sentar a un lado, sabiendo de mis problemas, y no tratar de ayudarme. No importa cuanto lo lastimara, ella no podía darme la espalda.
Esta vez, era yo quien estaba rota y asustada, y ella estaba haciendo todo lo podía para evitar que se volviera irreparable. Ella estaba luchando con ferocidad, y parte de mí casi sintió pena por Edward por estar al lado receptor de esto.
“No esta noche,” dije, sabiendo que no era lo bastante fuerte para defender mi posición todavía.
Ella sonrió cuando se dio cuenta que yo estaba comenzando a ceder, sólo que no todavía, sin embargo, sus ojos siguieron rogándome que permaneciera fuerte. Ella me necesitaba; había veces desde aquella primera noche que ella me necesitaba cuando Emmett no estaba alrededor. Había noches que incluso cuando Emmett estaba, ella necesitaba de mi compañía, mi comprensión, incluso si era en silencio. Ella no quería perder eso, y se estaba asegurando que yo lo supiera.
“Trataré,” dije, respondiendo a su pregunta tácita.
“Gracias,” dio, su voz casi emocional mientras se levantaba del suelo.
Me incorporé cuando Rosalie se sentó a mi lado. Casi al instante, Emmett la tenía en su regazo mientras Jasper y Alice se dejaban caer junto a mí también. Podía decir que todos estaban aliviados de que yo no la hubiera ignorado; por ahora, yo estaba de regreso.
Mantuve mi rostro sereno y mis ojos precavidos conforme comprendía todo lo que estaría perdiendo si me iba. Pero también comprendía el dolor que tendría que sufrir si me quedaba.
Jasper si torció ligeramente, permitiéndose tocarme y calmarme. No me molesté en tratar de pelear, aunque me preocupé de que él revelara mis verdaderos sentimientos al resto de la familia. Pasamos la mayor parte de la noche en este grupo muy unido, permitiéndome recibir un nivel aún más intenso de apoyo mientras trataba otra vez de aclarar las cosas en mi cabeza.
Una parte de mí quería salir; mostrarle a Edward que podía sobrevivir sin él. Pero estaba segura que nadie alcanzaría mis estándares después de tener a alguien como Edward por tanto tiempo. Estaba segura que todo me recordaría de Edward, potencialmente causándome aún más dolor.
Conforme la noche pasaba, encontré una vez más mis pensamientos concentrados sólo en Edward. Esta vez, estaba casi bajando por caminos aún más oscuros.
Todavía no podía entender por qué él se había aparecido en la escuela a la hora del almuerzo, y me molestaba aún más inmensamente que él no hubiera regresado a casa.
¿Fueron mis palabras tan hirientes, tan sinceras, que él renunció a intentar? Si dijo la verdad, y si me quería de regreso, ¿se había rendido ahora?
Batallé conmigo misma, tratando de decidir como manejar esta situación. Estaba haciendo lo mejor que podía, pero estaba segura que estaba haciendo todo mal. Con irme, ¿lo había alejado demasiado? Con regresar, ¿lo estaba arrinconando demasiado?
El tiempo para que tuviéramos que prepararnos para la escuela se estaba acercando, pero Edward todavía no había regresado a casa. Podía ver en la cara de Esme lo preocupada que estaba. Este ciertamente no era el comportamiento típico de Edward, incluso en sus días “fuera”.
Cuando la culpa comenzaba a volver poco a poco hacia mí por lo que le estaba haciendo a la familia, y cuando mi mente comenzaba a trabajar más cerca de la decisión de que necesitaba irme, la puerta crujió abierta. Mi mente apenas había registrado que ésta había sido abierta para cuando ya estaba cerrada y una figura familiar estaba parada a unos pocos pasos de la misma.
Rosalie se tensó instantáneamente, su lealtad tomando el control de ella. Por el rabillo del ojo, registré cuando Emmett apretó sus brazos alrededor de ella mientras Alice se ponía de pie. Jasper se quedó clavado a mi lado, sabiendo que yo necesitaría la mayor cantidad de apoyo justo ahora.
“No ahora,” le dijo ella a Edward, su voz mostrando lo destrozada que estaba.
“Lo se,” dijo él, y su tono me dejó saber que estaba sorprendido de verme en el sofá.
Él pensó que se podría entrar a hurtadillas, sin ser visto por mí. Una parte de mí se hizo pedazos cuando me di cuenta que él pensaba que yo ya no estaba compenetrada con él; él de verdad pensaba que se podía escabullir por ahí sin que yo lo supiera.
Cerré mis ojos, tratando de recobrar la concentración y evitar que mi mente deambulara por aquellos traicioneros senderos, haciendo que Rosalie pusiera su mano sobre mi brazo. Ella me estaba recordando porqué yo estaba aquí todavía; estaba reavivando aquel lazo que habíamos forzado tanto años atrás.
“¿Dónde has estado?” Preguntó Alice, su voz luchando por sonar sólo curiosa.
Pensé que era obvio, pero entonces capté su esencia también. Era su esencia mezclada con algo nuevo, pero no era Annabelle. Era una esencia que era vagamente familiar, pero no podía ubicarla. Él estaba plagado de culpa, pero también sostenía un pequeño sentido de satisfacción.
“Eso no importa,” dijo Edward, tratando de mantener la actitud defensiva fuera de su voz.
“Pero-” comenzó Alice, claramente a punto de sacar a la luz esta nueva revelación, pero Edward la detuvo.
“Lo digo en serio,” dijo él, su tono áspero ahora.
Cuando de repente la culpa de Edward se aumentó con las preguntas tácitas de Alice, finalmente caí en cuenta de donde conocía ese aroma. Me tensé, mis ojos oscureciéndose al instante. Jasper se tensó como respuesta, tratando aún con más fuerza de mantenerme casi sedada mientras él combatía el resto de emociones en el cuarto.
Pude sentir los ojos de Edward sobre mí, quemando mi espalda. Finalmente, fue demasiado para mí incluso con la ayuda de Jasper. Le di un rápido vistazo a Rosalie, disculpándome por ser débil, antes de pararme y dirigirme hacia las escaleras.
Mantuve mis ojos centrados en el piso mientras caminaba a meros pasos de Edward, rogándole silenciosamente que me dejara sola. Cuando él se dio cuenta que yo le estaba huyendo de nuevo, su sentido de satisfacción por lo que se que haya hecho esta noche se desvaneció. No estaba segura de lo eso significaba, pero estaba segura que era algo malo.
“Hueles a ella,” dije suavemente antes de que él pudiera hacer cualquier movimiento o incluso decir una palabra, mi voz marcada por la implicación.
Edward no respondió, pero pude sentir la sorpresa proviniendo de él. No había esperado eso, pero no lo discutió. Fue la respuesta, o falta de la misma, lo que yo necesitaba. Finalmente me giré para mirarlo, la misma culpa por la traición escrita por todo su rostro.
“Estuviste con ella. Después de todos estos años de rechazo, estuviste con ella.” Dije, mi mente ya adelantándose hacia dónde iría cuando me fuera.
Edward me miró mudo de asombro, claramente sorprendido de que yo pudiera bosquejar tal conclusión tan rápidamente. Podía ver las tuercas girando en su cabeza, pero yo ya no quería una explicación.
“No hay nada que puedas decir para compensar eso, para arreglar esto. Primero Annabelle, ahora esto.”
Dolor, preocupación y comprensión se precipitaron por los ojos de Edward a la velocidad de la luz cuando él se dio cuenta de lo que yo estaba diciendo realmente.
“Por favor, no,” dijo, dando un paso hacia mí.
“No. Annabelle fue la bastante duro, pero esto, no puedo perdonarlo nunca.”
“Nada pasó,” dijo Edward, dando otro paso hacia mí.
Yo di dos pasos hacia atrás.
“¿Cómo puedo creer eso? ¿Cómo puedo confiar en ti?”
“Bella, yo te amo, y sólo a ti. Eres la única que quiero. Por favor, sólo háblame.”
“Claramente, no lo soy,” dije mientras luchaba por contener los sollozos que sabía me dominarían una vez la situación realmente se me hubiera venido encima.
“No puedes irte, Bella, no puedes. Te necesito. No puedo estar sin ti; no puedo sobrevivir sin ti,” suplicó Edward, ignorando cualquier sentido de límite y viniendo hacia mí.
Yo estaba congelada, demasiado dolida y enojada para ser capaz de moverme. Inmediatamente, sus manos estaban sobre mis mejillas, su rostro a sólo pulgadas del mío. Antes que la esencia de él pudiera intoxicarme, sin embargo, detecté Su esencia más intensamente. Noté cada aspecto de esta, incluyendo la lujuria que ella había estado tratando de controlar que igualaba la de él.
“Deberías haber pensado en eso antes.” Dije, mis ojos achicándose y lanzándole dagas.
Ignorando mi rabia, Edward presionó más.
“Cometí un error con Annabelle, y lo siento. Cometí un enorme error, más grande que cuando traté de dejarte todos esos años atrás, pero por favor, tienes que perdonarme, Bella. Te amo. Eres mi esposa. Eres todo lo que quiero. Nada pasó con ella. Te juro que es inocente. Sólo, por favor, no te vayas. Te amo.” Mientras él decía esas palabras, las que yo había querido escucharle decir con esta misma pasión y emoción tan desesperadamente hasta ahora, se inclinó y presionó sus labios con los míos.
Por un momento, permanecí quiera. Le permití besarme; le permití intentar obligarme a la sumisión como había hecho tantas veces antes. Pero SU esencia pronto me volvió a inundar, enviándome en sobremarcha.
Instantáneamente, antes de si quiera darme cuenta de lo que estaba haciendo, levanté mi mano y lo golpeé en la mejilla con tanto poder como pude poner detrás de ésta. Sentí sus manos alejarse de mi rostro mientras él retrocedía debido a la fuerza con que su cabeza se movió hacia el lado.
“Por favor,” suplicó Edward suavemente, sus ojos tratando de encontrar los míos de nuevo. Sin embargo, en esta ocasión, no había esperanza ni en su voz ni en sus ojos.
Sin decir otra palabra, me di la vuelta y me dirigí hacia mi cuarto.
Mientras sacaba un maletín, luché por bloquear los sonidos proviniendo de debajo de mí, aún cuando no podía comprender completamente lo que estaba siendo dicho ahora mismo.
Mientras Rosalie trataba de obligar a Edward a irse y Esme luchaba por calmar a todos y mantenerlo a él aquí, traté de empacar.
Mientras tomaba sólo unas pocas posesiones –las que tenían la menor oportunidad de recordarme a Edward, Alice estaba atrapada en la batalla, de nuevo tratando de jugar en ambos lados, y supe que el corazón de Esme se estaba rompiendo con cada palabra cruel que era dicha.
Luché para seguir encontrando la fuerza para empacar mi maleta, tratando de no pensar en lo que pasaría después. Mientras Edward subía a su cuarto furioso, sentí mis rodillas tratar de ceder debajo de mí y las pocas camisas en mi mano cayeron al suelo. Él estuvo ahí sólo por poco – lo suficiente para cambiarse y tomar unas pocas cosas, antes de salir furioso por la puerta principal.
Mientras la casa retumbaba por la fuerza del portazo, y Edward me abandonaba de nuevo, colapsé sobre el suelo.
Le di a su mano un pequeño apretón, asegurándome de mantenerla en el presente. Ella no estaba tratando de contarle a Emmett de nuevo, y esto no tendría porque ser igual de doloroso.
“Él se sentó al otro lado del cuarto, dándome más espacio del que yo realmente quería. Lentamente, me abrí ante él. Le conté cosas que ni siquiera le había contado a Carlisle; cosas que ni siquiera Edward sabía. Desde cada roce, cada aliento, cada olor en el aire que flotó alrededor de nosotros hasta cada movimiento que ellos hicieron, cada pensamiento que tuve. Le conté todo. Para el final, yo era un desastre peor que el que había sido antes de comenzar a hablar con él. A penas si podía decir las palabras, y no podía dejar de temblar. Antes que yo lo supiera, estaba siendo abrazada por sus enormes brazos, mirando fijamente sus ojos color borgoña.”
Sonreí un poco ante la imagen mental que ella había creado para mí en ese momento.
“Él había vuelto a vivir la noche entera conmigo, pero no se fue. Incluso cuando la familia regresó, no me liberó de sus brazos. Nos quedamos en el sofá todo el día y la siguiente noche. La traición que sentí departe de Royce, la soledad y la sensación de abandono y la falta de autoestima en las que me había inculcado solita se fueron. Todo menguó lentamente mientras él me sostenía, hasta que nada quedaba más que la necesidad de estar con Emmett, y sólo Emmett.”
“Fuiste capaz de sacarte a Royce de la cabeza,” dije con una sonrisa mientras los ojos de Rosalie brillaban un poco más.
“Si. Esa noche dejé todo por él. En todo sentido.” Dijo Rosalie en voz suave, y supe de inmediato que esa fue la primera noche que ella y Emmett habían hecho el amor. En medio de su colapso, en medio de su dolor, él le permitió creer a ella que alguien realmente la amaba.
“De todas maneras tomó tiempo, pero pronto fui capaz de ir durante todo un día sin pensar en él o sin ser controlada por cualquiera de las emocione que antes había sentido. Ahora, sólo de vez en cuando vuelvo a como era en esos días. Generalmente, Emmett está aquí. Él lo puede ver viniendo y evitar que me regrese completamente.”
“Pero hoy no está aquí.”
“No. Pero tu si.”
Era un hecho simple, pero significaba más que el mundo.
Después de eso, cualquier odio o amargura que Rosalie hubiera albergado previamente contra mí se desvaneció. Construimos nuestra amistad a partir de ese día, volviéndonos tan cercanas como Alice y yo siempre lo habíamos sido. Ahora, ella era tan ferozmente leal hacía como lo era hacia Emmett. Ahora, ella estaba peleando de mi lado; la fiera en mi esquina del cuadrilátero mientras yo superaba mis propios problemas.
Otro roce de mi mejilla me devolvió al presente conforme la comprensión que hacia dónde acababa de irme se registraba dentro los ojos de Rosalie. Un poco de dolor pasó brevemente por ellos cuando ella recordó en cuánto dolor había estado esa noche, pero pronto fue reemplazado con el mismo ardor que también vi aquella noche.
Sabía que ella se había tomado su propio paréntesis, probablemente regresando al mismo momento. Sabía que el odio y la traición que habían estado bailando en mis ojos hacía sólo momentos le habían recordado demasiado bien de aquel tiempo, y sabía que un parte de ella estaba asustada de cómo terminaría esto.
Ahora entendía porqué ella estaba peleando por mí con tanto ahínco. Comprendía porqué no me dejaría lidiar con esto yo sola. Comprendía qué necesidad llené para ella durante aquella noche.
Antes, ella me suplicaba que entendiera su lado porque no podía soportar estar sola. Ahora, ella me suplicaba porque no podía soportar verme sola y lastimada. No se podía sentar a un lado, sabiendo de mis problemas, y no tratar de ayudarme. No importa cuanto lo lastimara, ella no podía darme la espalda.
Esta vez, era yo quien estaba rota y asustada, y ella estaba haciendo todo lo podía para evitar que se volviera irreparable. Ella estaba luchando con ferocidad, y parte de mí casi sintió pena por Edward por estar al lado receptor de esto.
“No esta noche,” dije, sabiendo que no era lo bastante fuerte para defender mi posición todavía.
Ella sonrió cuando se dio cuenta que yo estaba comenzando a ceder, sólo que no todavía, sin embargo, sus ojos siguieron rogándome que permaneciera fuerte. Ella me necesitaba; había veces desde aquella primera noche que ella me necesitaba cuando Emmett no estaba alrededor. Había noches que incluso cuando Emmett estaba, ella necesitaba de mi compañía, mi comprensión, incluso si era en silencio. Ella no quería perder eso, y se estaba asegurando que yo lo supiera.
“Trataré,” dije, respondiendo a su pregunta tácita.
“Gracias,” dio, su voz casi emocional mientras se levantaba del suelo.
Me incorporé cuando Rosalie se sentó a mi lado. Casi al instante, Emmett la tenía en su regazo mientras Jasper y Alice se dejaban caer junto a mí también. Podía decir que todos estaban aliviados de que yo no la hubiera ignorado; por ahora, yo estaba de regreso.
Mantuve mi rostro sereno y mis ojos precavidos conforme comprendía todo lo que estaría perdiendo si me iba. Pero también comprendía el dolor que tendría que sufrir si me quedaba.
Jasper si torció ligeramente, permitiéndose tocarme y calmarme. No me molesté en tratar de pelear, aunque me preocupé de que él revelara mis verdaderos sentimientos al resto de la familia. Pasamos la mayor parte de la noche en este grupo muy unido, permitiéndome recibir un nivel aún más intenso de apoyo mientras trataba otra vez de aclarar las cosas en mi cabeza.
Una parte de mí quería salir; mostrarle a Edward que podía sobrevivir sin él. Pero estaba segura que nadie alcanzaría mis estándares después de tener a alguien como Edward por tanto tiempo. Estaba segura que todo me recordaría de Edward, potencialmente causándome aún más dolor.
Conforme la noche pasaba, encontré una vez más mis pensamientos concentrados sólo en Edward. Esta vez, estaba casi bajando por caminos aún más oscuros.
Todavía no podía entender por qué él se había aparecido en la escuela a la hora del almuerzo, y me molestaba aún más inmensamente que él no hubiera regresado a casa.
¿Fueron mis palabras tan hirientes, tan sinceras, que él renunció a intentar? Si dijo la verdad, y si me quería de regreso, ¿se había rendido ahora?
Batallé conmigo misma, tratando de decidir como manejar esta situación. Estaba haciendo lo mejor que podía, pero estaba segura que estaba haciendo todo mal. Con irme, ¿lo había alejado demasiado? Con regresar, ¿lo estaba arrinconando demasiado?
El tiempo para que tuviéramos que prepararnos para la escuela se estaba acercando, pero Edward todavía no había regresado a casa. Podía ver en la cara de Esme lo preocupada que estaba. Este ciertamente no era el comportamiento típico de Edward, incluso en sus días “fuera”.
Cuando la culpa comenzaba a volver poco a poco hacia mí por lo que le estaba haciendo a la familia, y cuando mi mente comenzaba a trabajar más cerca de la decisión de que necesitaba irme, la puerta crujió abierta. Mi mente apenas había registrado que ésta había sido abierta para cuando ya estaba cerrada y una figura familiar estaba parada a unos pocos pasos de la misma.
Rosalie se tensó instantáneamente, su lealtad tomando el control de ella. Por el rabillo del ojo, registré cuando Emmett apretó sus brazos alrededor de ella mientras Alice se ponía de pie. Jasper se quedó clavado a mi lado, sabiendo que yo necesitaría la mayor cantidad de apoyo justo ahora.
“No ahora,” le dijo ella a Edward, su voz mostrando lo destrozada que estaba.
“Lo se,” dijo él, y su tono me dejó saber que estaba sorprendido de verme en el sofá.
Él pensó que se podría entrar a hurtadillas, sin ser visto por mí. Una parte de mí se hizo pedazos cuando me di cuenta que él pensaba que yo ya no estaba compenetrada con él; él de verdad pensaba que se podía escabullir por ahí sin que yo lo supiera.
Cerré mis ojos, tratando de recobrar la concentración y evitar que mi mente deambulara por aquellos traicioneros senderos, haciendo que Rosalie pusiera su mano sobre mi brazo. Ella me estaba recordando porqué yo estaba aquí todavía; estaba reavivando aquel lazo que habíamos forzado tanto años atrás.
“¿Dónde has estado?” Preguntó Alice, su voz luchando por sonar sólo curiosa.
Pensé que era obvio, pero entonces capté su esencia también. Era su esencia mezclada con algo nuevo, pero no era Annabelle. Era una esencia que era vagamente familiar, pero no podía ubicarla. Él estaba plagado de culpa, pero también sostenía un pequeño sentido de satisfacción.
“Eso no importa,” dijo Edward, tratando de mantener la actitud defensiva fuera de su voz.
“Pero-” comenzó Alice, claramente a punto de sacar a la luz esta nueva revelación, pero Edward la detuvo.
“Lo digo en serio,” dijo él, su tono áspero ahora.
Cuando de repente la culpa de Edward se aumentó con las preguntas tácitas de Alice, finalmente caí en cuenta de donde conocía ese aroma. Me tensé, mis ojos oscureciéndose al instante. Jasper se tensó como respuesta, tratando aún con más fuerza de mantenerme casi sedada mientras él combatía el resto de emociones en el cuarto.
Pude sentir los ojos de Edward sobre mí, quemando mi espalda. Finalmente, fue demasiado para mí incluso con la ayuda de Jasper. Le di un rápido vistazo a Rosalie, disculpándome por ser débil, antes de pararme y dirigirme hacia las escaleras.
Mantuve mis ojos centrados en el piso mientras caminaba a meros pasos de Edward, rogándole silenciosamente que me dejara sola. Cuando él se dio cuenta que yo le estaba huyendo de nuevo, su sentido de satisfacción por lo que se que haya hecho esta noche se desvaneció. No estaba segura de lo eso significaba, pero estaba segura que era algo malo.
“Hueles a ella,” dije suavemente antes de que él pudiera hacer cualquier movimiento o incluso decir una palabra, mi voz marcada por la implicación.
Edward no respondió, pero pude sentir la sorpresa proviniendo de él. No había esperado eso, pero no lo discutió. Fue la respuesta, o falta de la misma, lo que yo necesitaba. Finalmente me giré para mirarlo, la misma culpa por la traición escrita por todo su rostro.
“Estuviste con ella. Después de todos estos años de rechazo, estuviste con ella.” Dije, mi mente ya adelantándose hacia dónde iría cuando me fuera.
Edward me miró mudo de asombro, claramente sorprendido de que yo pudiera bosquejar tal conclusión tan rápidamente. Podía ver las tuercas girando en su cabeza, pero yo ya no quería una explicación.
“No hay nada que puedas decir para compensar eso, para arreglar esto. Primero Annabelle, ahora esto.”
Dolor, preocupación y comprensión se precipitaron por los ojos de Edward a la velocidad de la luz cuando él se dio cuenta de lo que yo estaba diciendo realmente.
“Por favor, no,” dijo, dando un paso hacia mí.
“No. Annabelle fue la bastante duro, pero esto, no puedo perdonarlo nunca.”
“Nada pasó,” dijo Edward, dando otro paso hacia mí.
Yo di dos pasos hacia atrás.
“¿Cómo puedo creer eso? ¿Cómo puedo confiar en ti?”
“Bella, yo te amo, y sólo a ti. Eres la única que quiero. Por favor, sólo háblame.”
“Claramente, no lo soy,” dije mientras luchaba por contener los sollozos que sabía me dominarían una vez la situación realmente se me hubiera venido encima.
“No puedes irte, Bella, no puedes. Te necesito. No puedo estar sin ti; no puedo sobrevivir sin ti,” suplicó Edward, ignorando cualquier sentido de límite y viniendo hacia mí.
Yo estaba congelada, demasiado dolida y enojada para ser capaz de moverme. Inmediatamente, sus manos estaban sobre mis mejillas, su rostro a sólo pulgadas del mío. Antes que la esencia de él pudiera intoxicarme, sin embargo, detecté Su esencia más intensamente. Noté cada aspecto de esta, incluyendo la lujuria que ella había estado tratando de controlar que igualaba la de él.
“Deberías haber pensado en eso antes.” Dije, mis ojos achicándose y lanzándole dagas.
Ignorando mi rabia, Edward presionó más.
“Cometí un error con Annabelle, y lo siento. Cometí un enorme error, más grande que cuando traté de dejarte todos esos años atrás, pero por favor, tienes que perdonarme, Bella. Te amo. Eres mi esposa. Eres todo lo que quiero. Nada pasó con ella. Te juro que es inocente. Sólo, por favor, no te vayas. Te amo.” Mientras él decía esas palabras, las que yo había querido escucharle decir con esta misma pasión y emoción tan desesperadamente hasta ahora, se inclinó y presionó sus labios con los míos.
Por un momento, permanecí quiera. Le permití besarme; le permití intentar obligarme a la sumisión como había hecho tantas veces antes. Pero SU esencia pronto me volvió a inundar, enviándome en sobremarcha.
Instantáneamente, antes de si quiera darme cuenta de lo que estaba haciendo, levanté mi mano y lo golpeé en la mejilla con tanto poder como pude poner detrás de ésta. Sentí sus manos alejarse de mi rostro mientras él retrocedía debido a la fuerza con que su cabeza se movió hacia el lado.
“Por favor,” suplicó Edward suavemente, sus ojos tratando de encontrar los míos de nuevo. Sin embargo, en esta ocasión, no había esperanza ni en su voz ni en sus ojos.
Sin decir otra palabra, me di la vuelta y me dirigí hacia mi cuarto.
Mientras sacaba un maletín, luché por bloquear los sonidos proviniendo de debajo de mí, aún cuando no podía comprender completamente lo que estaba siendo dicho ahora mismo.
Mientras Rosalie trataba de obligar a Edward a irse y Esme luchaba por calmar a todos y mantenerlo a él aquí, traté de empacar.
Mientras tomaba sólo unas pocas posesiones –las que tenían la menor oportunidad de recordarme a Edward, Alice estaba atrapada en la batalla, de nuevo tratando de jugar en ambos lados, y supe que el corazón de Esme se estaba rompiendo con cada palabra cruel que era dicha.
Luché para seguir encontrando la fuerza para empacar mi maleta, tratando de no pensar en lo que pasaría después. Mientras Edward subía a su cuarto furioso, sentí mis rodillas tratar de ceder debajo de mí y las pocas camisas en mi mano cayeron al suelo. Él estuvo ahí sólo por poco – lo suficiente para cambiarse y tomar unas pocas cosas, antes de salir furioso por la puerta principal.
Mientras la casa retumbaba por la fuerza del portazo, y Edward me abandonaba de nuevo, colapsé sobre el suelo.
kumire_kd17- .
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pero cuándo pondras otro capitulo????
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