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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
tranquila que espero lo que haga falta
xole- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
Capítulo 14: Decisiones
EPOV
Iba rumbo a mi casa después de haber dejado a mi Bella en su hogar, después de haber pasado todo un día en su compañía y haber tenido sensaciones que solo ella me hace sentir.
-¿Cómo sería si estuviéramos casados? ¿Sería así de candente nuestro día? en algún momento lo sabré, solo ahora debo disfrutar cada momento con ella.
Al llegar a casa me fui directo a mi habitación, sin ver quién estaba en pie. Se veía vacía, no me interesó y al llegar a mi dormitorio me fui a dar un baño. Estaba sudoroso después de haber tenido todas mis hormonas revolucionadas con la petición de mi novia.
Bella era osada y hoy lo había comprobado rotundamente. Me gustó lo que hicimos, de alguna forma nos hemos acercado más y estamos unidos cada vez. Sin experiencia previa pude hacer que disfrutara aun más de mi compañía, así como yo de ella. No sé donde dejé mi pudor, dónde dejé al Edward tímido y moralista. Con ella me sentía libre de ataduras.
Al salir del baño que relajó mis músculos y despejó mi mente, tomé mi Ipod y escribí un mensaje.
“Buenas noches mi amor, mañana te paso a buscar al medio día…almorzaremos en familia, tuyo, Edward”
Sí, estaremos en familia, llegará Emmett y Rosalie y estaremos con Bella, será grandioso, la familia completa. Mi Bella ya es parte de ella y lo será para siempre.
Al rato llegó un mensaje de vuelta.
“Qué nervios, jaja…te extraño, siempre tuya, Bella…te amo”
Después de leer el mensaje de Bella, me quedé en las nubes y me dispuse a estudiar un poco para mi examen. No supe cómo pero no había pasado mucho tiempo pero mis ojos comenzaron a cerrarse y me fui a la cama y quedé rendido y profundamente dormido hasta el otro día. Realmente me sentía agotado.
Como nunca desperté cerca de las diez de la mañana, realmente necesitaba dormir, y esa noche había sido una de esas noches placentera donde recuperé un poco de sueño perdido. Me levanté con mucha hambre, me fui directamente a la cocina ni siquiera sin lavarme y vestirme. Eso era raro en mí, nunca había hecho eso, ya que siempre era muy cuadrado con las cosas. Pero no sé que me pasó ese día que sin pensarlo lo hice.
En la cocina estaban toda mi familia. Se quedaron mirándose entre ellos por mi actitud con un signo de interrogación.
Yo me senté como si nada y comencé a desayunar, no decían nada ni yo tampoco, solo quería saciarme de comida, porque mi estómago lo demandaba.
-¡Buenos días hijo!- dijo mi padre por si acaso le contestaba.
-¡Oh papá, disculpa!, ¿buenos días a todos! – dije sin ninguna preocupación por la escena.
-Esta bien hijo, ¿parece que tuviste un muy buen día ayer?- preguntó despectivamente.
Antes de contestar me sonreí en forma natural.
-Sí, fue un día maravilloso- le contesté sin mirarles, siguiendo con el ritual de la comida.
Se miraron todos con una sonrisa en sus labios pensando que cosas de mi con Bella. Pero no me importó.
-¿y cómo esta Bella hijo?- mi padre seguía con el interrogatorio.
-Bien, fantástica- le dije bromeando con una sonrisa muy amplia en mi rostro.
-Hijo, ya sé eso, pero ¿te ha comentado cómo se siente en el trabajo?- preguntó sabiendo la respuesta, solo haciéndola para romper el hielo que había desde que había llegado a la cocina.
-en realidad papá, no hablamos del trabajo, así que supongo que debe estar bien, o si no me lo hubiera comentado, ayer se veía muy feliz, así que debe sentirse así también en el trabajo- le contesté seneramente.
-¿Edward, tu irás a buscar a tu hermano al aeropuerto?- mi madre preguntó.
-No, a esa hora iré a buscar a Bella porque la traeré a almorzar con nosotros para que conozca al resto de la familia- dije sin preguntar.
-¡qué buena idea hermanito! Entonces llamaré a Jasper para que venga también, ¿puedo mamá?- dijo considerando la opinión de mi madre.
-Claro hija llámale, es buena idea la de Edward, creo que la familia se merece estar toda reunida, ¿cierto amor?- dirigiéndose a Carlisle.
-Entonces iré yo a buscar a mi hijo y Rosalie- dijo mi padre.
-papá, lo siento pero ayer me puse de acuerdo con Bella, tu entiendes ¿verdad?- le dije cerrándole un ojo a mi padre en forma de complicidad.
-entiendo hijo, no te preocupes es un gusto, hace tantos meses que no vemos a tu hermano, creo que esta semana será muy agradable estar con toda la familia reunida.
-Claro amor, extraño tanto al grandulón de Emmett, que ya quiero que esté pronto con nosotros- dijo mi madre.
Bueno familia me iré a bañar y a cambiar de ropa para ir a buscar a mi Bella, con su permiso nos vemos después- dije levantándome de la mesa.
Subí a mi habitación y marque el número de mi niña hermosa. Mientras esperaba, comenzaba a sacarme la ropa para dirigirme a la ducha.
-¡buenos días amor! ¿cómo dormiste?
-¡Edward! que gusto escucharte amor- me contestó. -¡buenos días!
-amor, te paso a buscar pasadito del medio día, quiero ducharme y ordenar un poco mi dormitorio para que no lo encuentres todo desordenado, ¿ok?- le dije ansioso de poder tenerla entre mis brazos.
-Claro, te espero, yo ya estoy casi lista, solo quiero dejarle comida echa a Charlie ya que llegará y de seguro que no ha comido nada- me dijo sintiendo la misma ansiedad que la mía en su voz.
-bueno nena, te veo en un rato más, no sabes cuanto deseo verte-
-yo también Edward, te espero- me dijo ansiosa escuchando como me mandaba un beso.
Colgué y me fui directo a la ducha, me la di casi fría para refrescarme, ya a esa hora hacia calor, a pesar de las nubes que habían en el cielo. Estaba ansioso por estar con Bella, pero a la vez de ver a mi hermano y saber si aprobaba a mi novia. Su opinión era muy importante para mí. A pesar que no éramos hermanos sanguíneos, éramos muy unidos a pesar de sus 22 años. Él siempre había tenido más experiencias con mujeres a comparación de mí, pero eso fue hasta que conoció a Rosalie y supo que era ella para toda su vida.
La diferencia que teníamos era que yo no había tenido experiencias con mujeres menos tener algo sentimental con una de ellas. Es por eso que necesitaba sus consejos a pesar que mi padre ya me había aconsejado antes de formalizar más la relación con Bella.
Estando listo, vi la hora y baje las escaleras y me fui a mi auto, quería verla, besarla… ¡Edward contrólate!- me dije.
Arranqué le motor y me fui tan rápido que en unos minutos ya estaba en la casa de mi Bella. Llegué a la puerta y toqué, me llamó la atención que ella no abriera antes que yo tocase, pero pensé que estaba ocupada, esperé unos segundos y sentí que Bella venía corriendo a abrirla.
-¡Edward! te extrañé, no sabes cuanto- se lanzó a mis brazos y me abrazó con tanta fuerzas que yo hice lo mismo.
-Bella,…- fue lo único que dije, la abracé fuerte para que sintiera que yo había sentido lo mismo que ella.
Nos acariciábamos por las espaldas que de pronto tomé las riendas y me separé un poco para poder besarla y poder ver esos hermosos ojos café profundos.
Sin más la besé con un beso suave, casi rozando mis labios en los de ella, sin profundizar. Fue extremadamente exquisita la sensación de electricidad que provocó esa situación. Se me erizaron los vellos de mi cuerpo al sentir los labios de mi Bella. Mis brazos habían perdido las fuerzas y estaban flácidos por lo que me provocaba estar tan cerca de ella.
-¿Estás lista para irnos? – le pregunté sin sacar mis labios de los de ella.
-Sí, deja ir a buscar mi celular y las llaves de la casa- me dijo soltándome y dejándome con la trompa estirada.
Me sonreí al quedarme así, y reaccioné esperando unos segundos a mi novia. Al llegar se veía tan hermosa, no me había dado cuenta que se había puesto unos jeans muy ajustados que parecían una nueva piel con una blusa escotada que hacía que un hombro quedara descubierto. Ella sabía que me haría derretirme entre su cuello con una blusa así. Me pareció que quería tentarme, pero ella no sabía que este día sería muy diferente al de ayer.
Nos subimos al carro y nos besamos antes de ponernos los cinturones de seguridad.
-¿Edward hoy le diremos a tu familia lo de nuestros planes?- preguntó.
-¿qué planes amor?- le dije incrédulamente.
-que queremos casarnos- me dijo mirándome fijamente.
-ah, eso, bueno si tu quieres se lo contamos hoy cuando estemos todos reunidos, aunque faltaría tu padre- le dije con cautela sin sonar que no quería hacerlo, solo que pensaba que no era el momento.
-¿Edward no quieres casarte conmigo ahora?- me preguntó.
-Bella, ¿por qué preguntas eso?-
-es que no te veo entusiasmado- haciendo un pucherito.
-amor, es solo que ayer dijimos que lo dejaríamos para más adelante, ¿te acuerdas?- le dije acercándome a ella dándole un besito en su mejilla.
-bueno entonces dejémoslo para más adelante- me dijo con pesar en sus palabras.
-Bella…, no quiero que esto sea un obstáculo entre nosotros- le dije al verla tan afectada por la respuesta que le di.
-no te preocupes amor, fue solo que pensé que cómo estaríamos en familia, pero ya pasó, no te preocupes- me dijo dándome un beso en mis labios acariciando mi mejilla.
Me acomodé en el asiento y arranqué el motor y nos fuimos directo a mi casa, había pasado la hora y sacando conclusiones, mi hermano ya debería estar en la casa. Quería que Emmett conociera a Bella, y que de alguna forma me diera el visto bueno.
Llegamos a la casa de mis padres y nos quedamos un rato en el auto.
-¿Bella?, no quiero que pienses que no quiero casarme contigo, es lo que más anhelo en estos momentos tenerte conmigo como mi mujer, pero creo que debemos estar seguros en la fecha y hacerlo como corresponde. Yo aun no le he pedido la mano a Charlie, menos le he pedido permiso para salir contigo como mi novia, es…- m interrumpió sin seguir hablando.
-Edward, mi Edward, no sabes lo feliz que me haces al escucharte decir eso. Tú eres lo más importante, todo lo demás lo he dejado a segundo plano- me interrumpió diciendo con ímpetu en sus palabras.
La tomé entre mis brazos y la besé tiernamente.
-no te olvides nunca Bella que te amo más que mi vida y que en este momento eres y serás lo más preciado- le dije sin dejar de besarla.
-y tú lo eres para mí Edward- me dijo respondiendo a mis besos.
Nos bajamos y nos dirigimos a dentro de su casa, se notaba que estaba nerviosa, ya que de alguna manera yo le había transmitido mi ansiedad de ver a mi hermano. Ella sabía que no lo veía hace algún tiempo.
Entramos y nos fuimos a la sala y allí estaban todos.
-¡grandulón por fin en casa!- le dije a Emmett yendo donde él para abrazarle.
-¡llegó el cirujano! Ven para acá hermanito- me dijo respondiendo el abrazo.
-Rosalie, que bueno que ya estén en casa- le salude con un beso en la mejilla.
-¿Edward y no nos vas a presentar a esta hermosa dama?- Emmett me dijo sin dejar de mirar a mi Bella.
-Oh perdón, hermano y cuñadita ella es Bella, Bella él es Emmett y Rosalie- le dije presentándolos mutuamente. –mi novia.
-no sabía que tenías tan buen gusto hermano- dijo Emmett con picardía.
-es un gusto Bella- se acercó a ella. -¿cómo conquistaste a mi hermano, si este es tan tímido?-
-en realidad yo no sé cómo él se fijo en mi- le respondió sonrojándose dirigiéndose a mí con su mirar.
-bueno mejor pasemos a la mesa, el almuerzo esta servido, Bella siéntete en tu casa- le dijo Esme.
-gracias señora- le respondió amablemente a mi madre.
-Bella dime Esme- le dijo guiñándole el ojo.
Fue un almuerzo muy ameno, todos conversaban entre sí, Bella se estaba llevando muy bien con Rosalie a pesar de que ella era muy seria, pero las dos se veían muy entretenidas. Alice por otro lado planeaba un día de compras durante la semana donde todos aceptamos, menos Bella porque ella estaría trabajando a esa hora. De alguna forma la envidie, porque de alguna manera las tardes de compras de Alice a veces eran muy tediosas.
Después de comer, nos dirigimos a la sala de juegos donde Jasper y Emmett tendrían una competencia en unos de sus juegos preferidos.
Nosotros dos nos fuimos a mi habitación, vi que se incomodó un poco al ver donde la llevaba.
-cariño no te voy hacer nada- le dije con una sonrisa sin soltarle la mano.
-es que no sé si esta bien que me lleves a tu habitación, estando todos en la sala- me dijo.
-solo quiero que la conozcas, además de estar un momento solos- le confesé haciendo que me apretara más fuerte mi mano.
-¡llegamos! Te presento mi rincón más preciado- le dije haciendo que entrara.
Se quedó sin habla, observaba todo, tocaba todo hasta que me tomó del cuello y me besó con desesperación. Sentí como mis manos reaccionaron inmediatamente a su contacto y la abracé tomando su cintura atrayéndola más apegada a mí. Sin decir nada nos comenzamos a acariciar sutilmente por encima de nuestras ropas sin despegar nuestros labios. Al sentir sus jadeos reaccioné y me separé bruscamente.
-¡Bella! No quería que esto pasara hoy, quería que fuese un día sin impulsos- le dije frunciendo mi frente y con enojo en mis palabras.
-¡Edward perdona! No quise, es solo que no pude controlarme al ver tu habitación que es tan perfecta como tú- me dijo casi tartamudeando por mi reacción.
-amor no eres tú, yo también tengo culpa, no puedo pretender que no me pasa lo mismo que tu, eres mi tentación y pensé que hoy iba a ser diferente, pero te deseo tanto, que no sé cuanto tiempo podré controlarme- le dije jadeando dejando de lado mi timidez.
Habíamos hablado la vez pasada que la confianza entre nosotros iba a ser fundamental para que funcionase nuestra relación, por lo cual no tuve ningún pudor en decirle lo que sentía al estar con ella. Sabía que me comprendería y trataríamos los dos en controlarnos. Aunque para ella era más difícil, ya que era más efusiva e impulsiva.
-lo único que quiero es verme unida a ti para toda la vida Edward, quiero ser tu mujer, tu amante, tu compañera, la que te cuide cuando estés enfermo, la que te ame cuando quieras tomarme, la que te cocine para que estés siempre sanito, quiero ser todo para ti- me dijo acercándose a mi quedándose frente a mi.
-Bella en dos meses, ¿te parece bien?- le dije sin explicarme.
-¿en dos meses qué?, no entiendo- me dijo.
-¿está bien que en dos meses más fijemos la fecha de nuestro matrimonio?- le dije mirando su hermosos ojos que al escuchar mi propuesta brillaron al acumularse lagrimas en ellos.
-¡siiiiiiiii! Está bien mi amor- me dijo abrazándome y besándome con euforia por la noticia.
-entonces debemos hacer las cosas como corresponde, el próximo sábado le pediré a mi madre que haga una cena para la familia e invitaremos a Charlie para pedir tu mano, ¿te parece?- le dije mirándola. -Bella me haces tan feliz al saber que esto lo deseas tanto cómo yo-
-me haces tan feliz Edward, será una sorpresa para mi padre, sé que estará muy feliz con la noticia- dijo con alegría.
Pasamos la tarde en la habitación planeando algunas cosas, entre caricias, besos y mimos. Fue una tarde donde nuestras hormonas estaban adormitadas en un setenta por ciento, el otro 30 hacía que demostráramos nuestro amor en forma libre pero cautelosa.
Las horas pasaron y Esme llamó la puerta para indicarnos que la cena estaba servida y nos esperaban en la mesa. Bella atendió y bajó con mi madre como buenas amigas del brazo. Detrás de ellas le seguía y me regocijaba al verlas tan unidas. Esme se caracterizaba por emanar mucho amor hacia las personas que le rodeaban. Me llene de satisfacción pensar que Bella había sido bien acogida desde el principio en la familia.
Estábamos todos reunidos cenando como una gran familia, cuando pedí la palabra.
-familia su atención por favor- dije dándome un poco de timidez por hablar.
-quiero pedirles que el próximo sábado no hagan ningún plan para esa noche, tendremos una cena familiar, eso implica nosotros y el padre de Bella- dije mirando a Bella que estaba más nerviosa que yo.
-familia ustedes son los primeros en saber que Bella y yo nos casaremos en dos meses más- dije casi tartamudeando.
-¡hijo esto no es una broma!- dijo Carlisle.
-no papá, esto va enserio- dije sin quitar la vista de mi novia. –así que mamá debes pensar que vas a preparar para ese día ya que pediré la mano de Bella a Charlie.
-¡claro hijo! ¡estoy tan feliz por ustedes!- dijo mi madre con emoción en sus palabras a punta de llorar de la felicidad que le hacía escuchar la noticia.
-hermano estoy feliz por ti, bueno por ustedes, hacen una pareja hermosa y se nota que realmente hay amor entre vosotros- dijo mi hermano acercándose y abrasándome fuertemente y dándole un beso a Bella.
-gracias Emmett- le dijo Bella.
-no saben lo feliz que me hacen a escuchar que están de acuerdo con nuestra decisión- dije.
-¿papá tu que piensas?
-creo que desde que Bella llegó a tu vida, supe que llegaría este momento, y estoy feliz hijo mío- dijo Carlisle muy emocionado.
-Carlisle agradezco tus palabras, no sabes lo feliz que haces a Edward y a mí- dijo Bella dándole un beso en la mejilla a mi padre con gran ternura.
-con razón te enamoraste tan rápido de Bella hijo- dijo mi padre. –Si es tan dulce- reímos todos por lo que había dicho Carlisle y por la noticia que le habíamos dado.
Terminamos de cenar y nuevamente me llevé a Bella a mi dormitorio, puse un CD de música lenta cuando de pronto sentí los brazos de Bella abrazándome por la cintura. Me tomó por detrás, y apretó con todas sus fuerzas. A pesar de su fragilidad al verla, tenía fuerzas en sus pequeñas extremidades.
-no te muevas amor, quiero sentirte así- dijo mi Bella sintiendo su rostro pegado en mi espalda.
-ok, no me moveré- le dije tomando sus manos y acariciándolas.
Sentía como me olía profundamente, como sus brazos comenzaban a dejar la fuerza y haciendo girar mi cuerpo para quedar frente a ella.
-hermosa cena mi amor, me encantó compartir con tu familia- me dijo mirándome fijamente.
-la que ya es tu familia Bella- le dije rectificándole que desde que ella esta en mi vida, todo lo mío le pertenece.
-¿Edward, te veré en una semana cierto?- preguntó con mucha pena.
-bueno aunque no queramos, pero es lo mejor, solo será por estas tres semanas Bells, hasta que de el examen, solo nos veremos los viernes, sábado y domingo ¿estas de acuerdo?- le pregunté, ya que hasta ese momento solo lo habíamos mencionado pero no lo habíamos hablado abiertamente.
-no quiero pensar que por mi culpa sales mal en tu examen amor, así que aunque me cueste no verte durante la semana, esperaremos hasta el viernes- me dijo acercándose a mí apegándose cada vez más, hasta sentir todas sus curvas acopladas en mi cuerpo.
Al sentirla tan apegada a mi, mi cuerpo reaccionó inmediatamente, nos comenzamos a besar suavemente, pero poco apoco fue con más frenesí, nuestras manos sin más que decir, comenzaban a acariciarnos mutuamente, nos recorríamos por todas partes.
Al sentirla no pude resistirme a no desearla. Mi miembro comenzó a despertar rápidamente y me dio vergüenza, así que me solté sutilmente de mi amada y disimuladamente fui a cambiar el Cd. Ella quedó como ida en sus pensamientos. Me acerqué y seguí devorando sus labios. Ya me había tranquilizado, pero antes que despertara una vez más le dije a Bella lo tarde que era y que mañana ella tenía que levantarse temprano para el trabajo y que era mejor llevarla a casa.
-¿Bella?- le dije susurrando.
-¿mmm?- seguía besándome.
-¿me extrañarás?- le pregunté casi en un murmullo.
-¡con toda mi alma! añoraré el viernes para verte de nuevo- me dijo separándose de mi y mirándome a los ojos fijamente para que no tuviera ninguna duda.
-recibirás todos los días muchos mensajes amor, así sabrás que estoy pensando en ti, ¿ok?- le dije abrazándola con fuerza sintiendo en ella el mismo sentimiento de añoranza.
-Bueno amor, llévame a casa, no quiero llegar tarde mañana- me dijo dándome un beso rápido en mis labios.
Salimos de la habitación y bajamos. Aún estaban en la sala toda mi familia y Bella aprovechó de despedirse de todos y nos dirigimos a su casa. Durante el viaje íbamos tomados de la mano como dos imanes. Cada vez sentía que estábamos más unidos, más compenetrados. Nuestros sentimientos eran verdaderos y cada día que nos veíamos, se fortalecían.
Al llegar vimos las luces encendidas y supimos que Charlie había llegado, en mi interior pensé que a pesar de la hora era el momento de pedirle el consentimiento de nuestra relación con su hija, así que le pedí a Bella que me hiciera pasar para hablar con él.
A pesar que ella era mayor de edad, le tenía mucho respeto a su padre, además ella ahora vivía con él, así que le dije lo que intentaba hacer y Bella se puso tan nerviosa como yo, ya que era primera vez para los dos esta situación como todas las que habíamos vivido.
Era loco pensar que después de solo una semana y media ya queríamos formalizar algo y más el próximo fin de semana poner fecha de nuestra liansa. Pero estábamos tan decididos y seguros que eso era lo único que importaba. Al entrar Charlie estaba en su sillón viendo televisión. Bella fue donde él saludándole un beso y un abrazo y le dijo en el oído mis intensiones y se paro frente a mí saludándome.
-¡buenas noches Jefe Swan!- dije con timidez sintiendo mis mejillas arder.
-¡buenas noches Edward! Bella me dijo que querías hablar conmigo- hablo con suspicacia.
-sí, en realidad quiero ir directo al grano y no andar en rodeos con usted- no sé de donde salieron mis palabras y el valor para hablarle. –Se habrá dado cuenta que desde que nos conocemos con Bella hubo una atracción inmediata entre nosotros y que es evidente, ¿creo?- le dije con una sonrisa en mis labios a pesar del nerviosismo. –y queremos su consentimiento para vernos no solo como amigos sino como novios, eso sería para los dos una enorme alegría tener el consentimiento completo de nuestra familia- le dije con fluidez en mis palabras a medida que la confianza se apoderaba de mi. –es por eso que quiero pedirle permiso para venir a ver Bella como mi novia.
Charlie sonrió y me abrazó sin decir nada en ese momento, solo que cuando me soltó y me tendió la mano, dijo -¡claro que tienen mi consentimiento! He esperado esto desde que mi hija llegó aquí, me hacen muy feliz al saber que están juntos, creo que mi hija tiene un buen gusto como al igual que tu, creo que hacen una hermosa pareja y que me harían más feliz si algún día formaran una familia- dijo abrazando a Bella después que me soltó.
-Bueno yo me retiro, me voy feliz y tranquilo Charlie por su apoyo- dije ya tranquilo y con una sonrisa en mis labios por la felicidad que me inundaba, me despedí y Bella me acompaño a la puerta.
-nos vemos el viernes amor, extráñame tanto como yo- le dije besando sus dulces labios.
-espero que los días pasen rápidos para estar junto a ti nuevamente- dijo mi Bella.
-no sabrás cuando ya sea viernes y estemos así otra vez- le dije besándola suavemente.
Nos despedimos y me fui a mi carro mientras ella entró en su casa. Me iba feliz porque de alguna manera lo nuestro era oficial y teníamos a nuestras familias a nuestro lado y con su consentimiento.
Iba rumbo a mi casa después de haber dejado a mi Bella en su hogar, después de haber pasado todo un día en su compañía y haber tenido sensaciones que solo ella me hace sentir.
-¿Cómo sería si estuviéramos casados? ¿Sería así de candente nuestro día? en algún momento lo sabré, solo ahora debo disfrutar cada momento con ella.
Al llegar a casa me fui directo a mi habitación, sin ver quién estaba en pie. Se veía vacía, no me interesó y al llegar a mi dormitorio me fui a dar un baño. Estaba sudoroso después de haber tenido todas mis hormonas revolucionadas con la petición de mi novia.
Bella era osada y hoy lo había comprobado rotundamente. Me gustó lo que hicimos, de alguna forma nos hemos acercado más y estamos unidos cada vez. Sin experiencia previa pude hacer que disfrutara aun más de mi compañía, así como yo de ella. No sé donde dejé mi pudor, dónde dejé al Edward tímido y moralista. Con ella me sentía libre de ataduras.
Al salir del baño que relajó mis músculos y despejó mi mente, tomé mi Ipod y escribí un mensaje.
“Buenas noches mi amor, mañana te paso a buscar al medio día…almorzaremos en familia, tuyo, Edward”
Sí, estaremos en familia, llegará Emmett y Rosalie y estaremos con Bella, será grandioso, la familia completa. Mi Bella ya es parte de ella y lo será para siempre.
Al rato llegó un mensaje de vuelta.
“Qué nervios, jaja…te extraño, siempre tuya, Bella…te amo”
Después de leer el mensaje de Bella, me quedé en las nubes y me dispuse a estudiar un poco para mi examen. No supe cómo pero no había pasado mucho tiempo pero mis ojos comenzaron a cerrarse y me fui a la cama y quedé rendido y profundamente dormido hasta el otro día. Realmente me sentía agotado.
Como nunca desperté cerca de las diez de la mañana, realmente necesitaba dormir, y esa noche había sido una de esas noches placentera donde recuperé un poco de sueño perdido. Me levanté con mucha hambre, me fui directamente a la cocina ni siquiera sin lavarme y vestirme. Eso era raro en mí, nunca había hecho eso, ya que siempre era muy cuadrado con las cosas. Pero no sé que me pasó ese día que sin pensarlo lo hice.
En la cocina estaban toda mi familia. Se quedaron mirándose entre ellos por mi actitud con un signo de interrogación.
Yo me senté como si nada y comencé a desayunar, no decían nada ni yo tampoco, solo quería saciarme de comida, porque mi estómago lo demandaba.
-¡Buenos días hijo!- dijo mi padre por si acaso le contestaba.
-¡Oh papá, disculpa!, ¿buenos días a todos! – dije sin ninguna preocupación por la escena.
-Esta bien hijo, ¿parece que tuviste un muy buen día ayer?- preguntó despectivamente.
Antes de contestar me sonreí en forma natural.
-Sí, fue un día maravilloso- le contesté sin mirarles, siguiendo con el ritual de la comida.
Se miraron todos con una sonrisa en sus labios pensando que cosas de mi con Bella. Pero no me importó.
-¿y cómo esta Bella hijo?- mi padre seguía con el interrogatorio.
-Bien, fantástica- le dije bromeando con una sonrisa muy amplia en mi rostro.
-Hijo, ya sé eso, pero ¿te ha comentado cómo se siente en el trabajo?- preguntó sabiendo la respuesta, solo haciéndola para romper el hielo que había desde que había llegado a la cocina.
-en realidad papá, no hablamos del trabajo, así que supongo que debe estar bien, o si no me lo hubiera comentado, ayer se veía muy feliz, así que debe sentirse así también en el trabajo- le contesté seneramente.
-¿Edward, tu irás a buscar a tu hermano al aeropuerto?- mi madre preguntó.
-No, a esa hora iré a buscar a Bella porque la traeré a almorzar con nosotros para que conozca al resto de la familia- dije sin preguntar.
-¡qué buena idea hermanito! Entonces llamaré a Jasper para que venga también, ¿puedo mamá?- dijo considerando la opinión de mi madre.
-Claro hija llámale, es buena idea la de Edward, creo que la familia se merece estar toda reunida, ¿cierto amor?- dirigiéndose a Carlisle.
-Entonces iré yo a buscar a mi hijo y Rosalie- dijo mi padre.
-papá, lo siento pero ayer me puse de acuerdo con Bella, tu entiendes ¿verdad?- le dije cerrándole un ojo a mi padre en forma de complicidad.
-entiendo hijo, no te preocupes es un gusto, hace tantos meses que no vemos a tu hermano, creo que esta semana será muy agradable estar con toda la familia reunida.
-Claro amor, extraño tanto al grandulón de Emmett, que ya quiero que esté pronto con nosotros- dijo mi madre.
Bueno familia me iré a bañar y a cambiar de ropa para ir a buscar a mi Bella, con su permiso nos vemos después- dije levantándome de la mesa.
Subí a mi habitación y marque el número de mi niña hermosa. Mientras esperaba, comenzaba a sacarme la ropa para dirigirme a la ducha.
-¡buenos días amor! ¿cómo dormiste?
-¡Edward! que gusto escucharte amor- me contestó. -¡buenos días!
-amor, te paso a buscar pasadito del medio día, quiero ducharme y ordenar un poco mi dormitorio para que no lo encuentres todo desordenado, ¿ok?- le dije ansioso de poder tenerla entre mis brazos.
-Claro, te espero, yo ya estoy casi lista, solo quiero dejarle comida echa a Charlie ya que llegará y de seguro que no ha comido nada- me dijo sintiendo la misma ansiedad que la mía en su voz.
-bueno nena, te veo en un rato más, no sabes cuanto deseo verte-
-yo también Edward, te espero- me dijo ansiosa escuchando como me mandaba un beso.
Colgué y me fui directo a la ducha, me la di casi fría para refrescarme, ya a esa hora hacia calor, a pesar de las nubes que habían en el cielo. Estaba ansioso por estar con Bella, pero a la vez de ver a mi hermano y saber si aprobaba a mi novia. Su opinión era muy importante para mí. A pesar que no éramos hermanos sanguíneos, éramos muy unidos a pesar de sus 22 años. Él siempre había tenido más experiencias con mujeres a comparación de mí, pero eso fue hasta que conoció a Rosalie y supo que era ella para toda su vida.
La diferencia que teníamos era que yo no había tenido experiencias con mujeres menos tener algo sentimental con una de ellas. Es por eso que necesitaba sus consejos a pesar que mi padre ya me había aconsejado antes de formalizar más la relación con Bella.
Estando listo, vi la hora y baje las escaleras y me fui a mi auto, quería verla, besarla… ¡Edward contrólate!- me dije.
Arranqué le motor y me fui tan rápido que en unos minutos ya estaba en la casa de mi Bella. Llegué a la puerta y toqué, me llamó la atención que ella no abriera antes que yo tocase, pero pensé que estaba ocupada, esperé unos segundos y sentí que Bella venía corriendo a abrirla.
-¡Edward! te extrañé, no sabes cuanto- se lanzó a mis brazos y me abrazó con tanta fuerzas que yo hice lo mismo.
-Bella,…- fue lo único que dije, la abracé fuerte para que sintiera que yo había sentido lo mismo que ella.
Nos acariciábamos por las espaldas que de pronto tomé las riendas y me separé un poco para poder besarla y poder ver esos hermosos ojos café profundos.
Sin más la besé con un beso suave, casi rozando mis labios en los de ella, sin profundizar. Fue extremadamente exquisita la sensación de electricidad que provocó esa situación. Se me erizaron los vellos de mi cuerpo al sentir los labios de mi Bella. Mis brazos habían perdido las fuerzas y estaban flácidos por lo que me provocaba estar tan cerca de ella.
-¿Estás lista para irnos? – le pregunté sin sacar mis labios de los de ella.
-Sí, deja ir a buscar mi celular y las llaves de la casa- me dijo soltándome y dejándome con la trompa estirada.
Me sonreí al quedarme así, y reaccioné esperando unos segundos a mi novia. Al llegar se veía tan hermosa, no me había dado cuenta que se había puesto unos jeans muy ajustados que parecían una nueva piel con una blusa escotada que hacía que un hombro quedara descubierto. Ella sabía que me haría derretirme entre su cuello con una blusa así. Me pareció que quería tentarme, pero ella no sabía que este día sería muy diferente al de ayer.
Nos subimos al carro y nos besamos antes de ponernos los cinturones de seguridad.
-¿Edward hoy le diremos a tu familia lo de nuestros planes?- preguntó.
-¿qué planes amor?- le dije incrédulamente.
-que queremos casarnos- me dijo mirándome fijamente.
-ah, eso, bueno si tu quieres se lo contamos hoy cuando estemos todos reunidos, aunque faltaría tu padre- le dije con cautela sin sonar que no quería hacerlo, solo que pensaba que no era el momento.
-¿Edward no quieres casarte conmigo ahora?- me preguntó.
-Bella, ¿por qué preguntas eso?-
-es que no te veo entusiasmado- haciendo un pucherito.
-amor, es solo que ayer dijimos que lo dejaríamos para más adelante, ¿te acuerdas?- le dije acercándome a ella dándole un besito en su mejilla.
-bueno entonces dejémoslo para más adelante- me dijo con pesar en sus palabras.
-Bella…, no quiero que esto sea un obstáculo entre nosotros- le dije al verla tan afectada por la respuesta que le di.
-no te preocupes amor, fue solo que pensé que cómo estaríamos en familia, pero ya pasó, no te preocupes- me dijo dándome un beso en mis labios acariciando mi mejilla.
Me acomodé en el asiento y arranqué el motor y nos fuimos directo a mi casa, había pasado la hora y sacando conclusiones, mi hermano ya debería estar en la casa. Quería que Emmett conociera a Bella, y que de alguna forma me diera el visto bueno.
Llegamos a la casa de mis padres y nos quedamos un rato en el auto.
-¿Bella?, no quiero que pienses que no quiero casarme contigo, es lo que más anhelo en estos momentos tenerte conmigo como mi mujer, pero creo que debemos estar seguros en la fecha y hacerlo como corresponde. Yo aun no le he pedido la mano a Charlie, menos le he pedido permiso para salir contigo como mi novia, es…- m interrumpió sin seguir hablando.
-Edward, mi Edward, no sabes lo feliz que me haces al escucharte decir eso. Tú eres lo más importante, todo lo demás lo he dejado a segundo plano- me interrumpió diciendo con ímpetu en sus palabras.
La tomé entre mis brazos y la besé tiernamente.
-no te olvides nunca Bella que te amo más que mi vida y que en este momento eres y serás lo más preciado- le dije sin dejar de besarla.
-y tú lo eres para mí Edward- me dijo respondiendo a mis besos.
Nos bajamos y nos dirigimos a dentro de su casa, se notaba que estaba nerviosa, ya que de alguna manera yo le había transmitido mi ansiedad de ver a mi hermano. Ella sabía que no lo veía hace algún tiempo.
Entramos y nos fuimos a la sala y allí estaban todos.
-¡grandulón por fin en casa!- le dije a Emmett yendo donde él para abrazarle.
-¡llegó el cirujano! Ven para acá hermanito- me dijo respondiendo el abrazo.
-Rosalie, que bueno que ya estén en casa- le salude con un beso en la mejilla.
-¿Edward y no nos vas a presentar a esta hermosa dama?- Emmett me dijo sin dejar de mirar a mi Bella.
-Oh perdón, hermano y cuñadita ella es Bella, Bella él es Emmett y Rosalie- le dije presentándolos mutuamente. –mi novia.
-no sabía que tenías tan buen gusto hermano- dijo Emmett con picardía.
-es un gusto Bella- se acercó a ella. -¿cómo conquistaste a mi hermano, si este es tan tímido?-
-en realidad yo no sé cómo él se fijo en mi- le respondió sonrojándose dirigiéndose a mí con su mirar.
-bueno mejor pasemos a la mesa, el almuerzo esta servido, Bella siéntete en tu casa- le dijo Esme.
-gracias señora- le respondió amablemente a mi madre.
-Bella dime Esme- le dijo guiñándole el ojo.
Fue un almuerzo muy ameno, todos conversaban entre sí, Bella se estaba llevando muy bien con Rosalie a pesar de que ella era muy seria, pero las dos se veían muy entretenidas. Alice por otro lado planeaba un día de compras durante la semana donde todos aceptamos, menos Bella porque ella estaría trabajando a esa hora. De alguna forma la envidie, porque de alguna manera las tardes de compras de Alice a veces eran muy tediosas.
Después de comer, nos dirigimos a la sala de juegos donde Jasper y Emmett tendrían una competencia en unos de sus juegos preferidos.
Nosotros dos nos fuimos a mi habitación, vi que se incomodó un poco al ver donde la llevaba.
-cariño no te voy hacer nada- le dije con una sonrisa sin soltarle la mano.
-es que no sé si esta bien que me lleves a tu habitación, estando todos en la sala- me dijo.
-solo quiero que la conozcas, además de estar un momento solos- le confesé haciendo que me apretara más fuerte mi mano.
-¡llegamos! Te presento mi rincón más preciado- le dije haciendo que entrara.
Se quedó sin habla, observaba todo, tocaba todo hasta que me tomó del cuello y me besó con desesperación. Sentí como mis manos reaccionaron inmediatamente a su contacto y la abracé tomando su cintura atrayéndola más apegada a mí. Sin decir nada nos comenzamos a acariciar sutilmente por encima de nuestras ropas sin despegar nuestros labios. Al sentir sus jadeos reaccioné y me separé bruscamente.
-¡Bella! No quería que esto pasara hoy, quería que fuese un día sin impulsos- le dije frunciendo mi frente y con enojo en mis palabras.
-¡Edward perdona! No quise, es solo que no pude controlarme al ver tu habitación que es tan perfecta como tú- me dijo casi tartamudeando por mi reacción.
-amor no eres tú, yo también tengo culpa, no puedo pretender que no me pasa lo mismo que tu, eres mi tentación y pensé que hoy iba a ser diferente, pero te deseo tanto, que no sé cuanto tiempo podré controlarme- le dije jadeando dejando de lado mi timidez.
Habíamos hablado la vez pasada que la confianza entre nosotros iba a ser fundamental para que funcionase nuestra relación, por lo cual no tuve ningún pudor en decirle lo que sentía al estar con ella. Sabía que me comprendería y trataríamos los dos en controlarnos. Aunque para ella era más difícil, ya que era más efusiva e impulsiva.
-lo único que quiero es verme unida a ti para toda la vida Edward, quiero ser tu mujer, tu amante, tu compañera, la que te cuide cuando estés enfermo, la que te ame cuando quieras tomarme, la que te cocine para que estés siempre sanito, quiero ser todo para ti- me dijo acercándose a mi quedándose frente a mi.
-Bella en dos meses, ¿te parece bien?- le dije sin explicarme.
-¿en dos meses qué?, no entiendo- me dijo.
-¿está bien que en dos meses más fijemos la fecha de nuestro matrimonio?- le dije mirando su hermosos ojos que al escuchar mi propuesta brillaron al acumularse lagrimas en ellos.
-¡siiiiiiiii! Está bien mi amor- me dijo abrazándome y besándome con euforia por la noticia.
-entonces debemos hacer las cosas como corresponde, el próximo sábado le pediré a mi madre que haga una cena para la familia e invitaremos a Charlie para pedir tu mano, ¿te parece?- le dije mirándola. -Bella me haces tan feliz al saber que esto lo deseas tanto cómo yo-
-me haces tan feliz Edward, será una sorpresa para mi padre, sé que estará muy feliz con la noticia- dijo con alegría.
Pasamos la tarde en la habitación planeando algunas cosas, entre caricias, besos y mimos. Fue una tarde donde nuestras hormonas estaban adormitadas en un setenta por ciento, el otro 30 hacía que demostráramos nuestro amor en forma libre pero cautelosa.
Las horas pasaron y Esme llamó la puerta para indicarnos que la cena estaba servida y nos esperaban en la mesa. Bella atendió y bajó con mi madre como buenas amigas del brazo. Detrás de ellas le seguía y me regocijaba al verlas tan unidas. Esme se caracterizaba por emanar mucho amor hacia las personas que le rodeaban. Me llene de satisfacción pensar que Bella había sido bien acogida desde el principio en la familia.
Estábamos todos reunidos cenando como una gran familia, cuando pedí la palabra.
-familia su atención por favor- dije dándome un poco de timidez por hablar.
-quiero pedirles que el próximo sábado no hagan ningún plan para esa noche, tendremos una cena familiar, eso implica nosotros y el padre de Bella- dije mirando a Bella que estaba más nerviosa que yo.
-familia ustedes son los primeros en saber que Bella y yo nos casaremos en dos meses más- dije casi tartamudeando.
-¡hijo esto no es una broma!- dijo Carlisle.
-no papá, esto va enserio- dije sin quitar la vista de mi novia. –así que mamá debes pensar que vas a preparar para ese día ya que pediré la mano de Bella a Charlie.
-¡claro hijo! ¡estoy tan feliz por ustedes!- dijo mi madre con emoción en sus palabras a punta de llorar de la felicidad que le hacía escuchar la noticia.
-hermano estoy feliz por ti, bueno por ustedes, hacen una pareja hermosa y se nota que realmente hay amor entre vosotros- dijo mi hermano acercándose y abrasándome fuertemente y dándole un beso a Bella.
-gracias Emmett- le dijo Bella.
-no saben lo feliz que me hacen a escuchar que están de acuerdo con nuestra decisión- dije.
-¿papá tu que piensas?
-creo que desde que Bella llegó a tu vida, supe que llegaría este momento, y estoy feliz hijo mío- dijo Carlisle muy emocionado.
-Carlisle agradezco tus palabras, no sabes lo feliz que haces a Edward y a mí- dijo Bella dándole un beso en la mejilla a mi padre con gran ternura.
-con razón te enamoraste tan rápido de Bella hijo- dijo mi padre. –Si es tan dulce- reímos todos por lo que había dicho Carlisle y por la noticia que le habíamos dado.
Terminamos de cenar y nuevamente me llevé a Bella a mi dormitorio, puse un CD de música lenta cuando de pronto sentí los brazos de Bella abrazándome por la cintura. Me tomó por detrás, y apretó con todas sus fuerzas. A pesar de su fragilidad al verla, tenía fuerzas en sus pequeñas extremidades.
-no te muevas amor, quiero sentirte así- dijo mi Bella sintiendo su rostro pegado en mi espalda.
-ok, no me moveré- le dije tomando sus manos y acariciándolas.
Sentía como me olía profundamente, como sus brazos comenzaban a dejar la fuerza y haciendo girar mi cuerpo para quedar frente a ella.
-hermosa cena mi amor, me encantó compartir con tu familia- me dijo mirándome fijamente.
-la que ya es tu familia Bella- le dije rectificándole que desde que ella esta en mi vida, todo lo mío le pertenece.
-¿Edward, te veré en una semana cierto?- preguntó con mucha pena.
-bueno aunque no queramos, pero es lo mejor, solo será por estas tres semanas Bells, hasta que de el examen, solo nos veremos los viernes, sábado y domingo ¿estas de acuerdo?- le pregunté, ya que hasta ese momento solo lo habíamos mencionado pero no lo habíamos hablado abiertamente.
-no quiero pensar que por mi culpa sales mal en tu examen amor, así que aunque me cueste no verte durante la semana, esperaremos hasta el viernes- me dijo acercándose a mí apegándose cada vez más, hasta sentir todas sus curvas acopladas en mi cuerpo.
Al sentirla tan apegada a mi, mi cuerpo reaccionó inmediatamente, nos comenzamos a besar suavemente, pero poco apoco fue con más frenesí, nuestras manos sin más que decir, comenzaban a acariciarnos mutuamente, nos recorríamos por todas partes.
Al sentirla no pude resistirme a no desearla. Mi miembro comenzó a despertar rápidamente y me dio vergüenza, así que me solté sutilmente de mi amada y disimuladamente fui a cambiar el Cd. Ella quedó como ida en sus pensamientos. Me acerqué y seguí devorando sus labios. Ya me había tranquilizado, pero antes que despertara una vez más le dije a Bella lo tarde que era y que mañana ella tenía que levantarse temprano para el trabajo y que era mejor llevarla a casa.
-¿Bella?- le dije susurrando.
-¿mmm?- seguía besándome.
-¿me extrañarás?- le pregunté casi en un murmullo.
-¡con toda mi alma! añoraré el viernes para verte de nuevo- me dijo separándose de mi y mirándome a los ojos fijamente para que no tuviera ninguna duda.
-recibirás todos los días muchos mensajes amor, así sabrás que estoy pensando en ti, ¿ok?- le dije abrazándola con fuerza sintiendo en ella el mismo sentimiento de añoranza.
-Bueno amor, llévame a casa, no quiero llegar tarde mañana- me dijo dándome un beso rápido en mis labios.
Salimos de la habitación y bajamos. Aún estaban en la sala toda mi familia y Bella aprovechó de despedirse de todos y nos dirigimos a su casa. Durante el viaje íbamos tomados de la mano como dos imanes. Cada vez sentía que estábamos más unidos, más compenetrados. Nuestros sentimientos eran verdaderos y cada día que nos veíamos, se fortalecían.
Al llegar vimos las luces encendidas y supimos que Charlie había llegado, en mi interior pensé que a pesar de la hora era el momento de pedirle el consentimiento de nuestra relación con su hija, así que le pedí a Bella que me hiciera pasar para hablar con él.
A pesar que ella era mayor de edad, le tenía mucho respeto a su padre, además ella ahora vivía con él, así que le dije lo que intentaba hacer y Bella se puso tan nerviosa como yo, ya que era primera vez para los dos esta situación como todas las que habíamos vivido.
Era loco pensar que después de solo una semana y media ya queríamos formalizar algo y más el próximo fin de semana poner fecha de nuestra liansa. Pero estábamos tan decididos y seguros que eso era lo único que importaba. Al entrar Charlie estaba en su sillón viendo televisión. Bella fue donde él saludándole un beso y un abrazo y le dijo en el oído mis intensiones y se paro frente a mí saludándome.
-¡buenas noches Jefe Swan!- dije con timidez sintiendo mis mejillas arder.
-¡buenas noches Edward! Bella me dijo que querías hablar conmigo- hablo con suspicacia.
-sí, en realidad quiero ir directo al grano y no andar en rodeos con usted- no sé de donde salieron mis palabras y el valor para hablarle. –Se habrá dado cuenta que desde que nos conocemos con Bella hubo una atracción inmediata entre nosotros y que es evidente, ¿creo?- le dije con una sonrisa en mis labios a pesar del nerviosismo. –y queremos su consentimiento para vernos no solo como amigos sino como novios, eso sería para los dos una enorme alegría tener el consentimiento completo de nuestra familia- le dije con fluidez en mis palabras a medida que la confianza se apoderaba de mi. –es por eso que quiero pedirle permiso para venir a ver Bella como mi novia.
Charlie sonrió y me abrazó sin decir nada en ese momento, solo que cuando me soltó y me tendió la mano, dijo -¡claro que tienen mi consentimiento! He esperado esto desde que mi hija llegó aquí, me hacen muy feliz al saber que están juntos, creo que mi hija tiene un buen gusto como al igual que tu, creo que hacen una hermosa pareja y que me harían más feliz si algún día formaran una familia- dijo abrazando a Bella después que me soltó.
-Bueno yo me retiro, me voy feliz y tranquilo Charlie por su apoyo- dije ya tranquilo y con una sonrisa en mis labios por la felicidad que me inundaba, me despedí y Bella me acompaño a la puerta.
-nos vemos el viernes amor, extráñame tanto como yo- le dije besando sus dulces labios.
-espero que los días pasen rápidos para estar junto a ti nuevamente- dijo mi Bella.
-no sabrás cuando ya sea viernes y estemos así otra vez- le dije besándola suavemente.
Nos despedimos y me fui a mi carro mientras ella entró en su casa. Me iba feliz porque de alguna manera lo nuestro era oficial y teníamos a nuestras familias a nuestro lado y con su consentimiento.
espero les guste
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Atal- .
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Re: Todo a su tiempo (+18)
Hola mi querida amiga Atal me encata esta historia y me gusto mucho el dia que Bells pasa en la casa de los Cullen y que ya se hayan decidido a fijar su fecha de boda a pesar que Edward dudara un poco pero es mas fuerte su amor espero el proximo capitulo pronto hasta luego
besitos
bye
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
casi comprometidos ya se esta poniendo interesante hay mucha hormona suelta por ahi .
bueno hasta el siguiente cap.
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xole- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
Capítulo 15: “Decisiones II”
BPOV
Al día siguiente al despertar de un plácido sueño, solo esperé la llamada de Edward para saber a que hora me vendría a buscar. Esperé ansiosa toda la mañana, a ratos me quedaba recordando lo vivido ayer en el parque. Fue tan glorioso, tenerle así, tocándonos sintiendo cómo nos derretíamos con solo nuestras manos en nuestros puntos más vulnerables. Con solo pensar en ello, mi cuerpo comenzaba a reaccionar y dejaba mis pensamientos a un lado y me concentraba en lo que tenía que hacer.
Al volver a leer el mensaje que me envió Edward, me sentía impaciente pero a la vez muy nerviosa, quería causar una buena impresión al resto de la familia que aún no me conocía. Iba a ser la primera vez que iba a la casa de Edward como su novia. Eso me hacía sentir más nerviosa.
Edward me había llamado como las once a.m. para avisarme que pasado el medio día vendría a buscarme. Me apuré de terminar todo y me alisté. Me puse unos jeans ajustados y una blusa provocativa, quería tentar a mi amado para así vivir las sensaciones del día anterior, pero debía comportarme. Estaría en la casa de Edward junto con la familia, y sería muy malo que mis hormonas me traicionaran en ese momento. Pero ¿cómo no tendríamos un momento a solas? Ojalá.
Ya era la hora, en cualquier momento llegaría Edward. Estaba en mi dormitorio poniéndome los últimos detalles, cuando sentí el motor del volvo de mi novio. Sentí tocar y esperé unos segundos, bajé rápidamente, esperando no tropezarme, pero llegué sana y salva a mi destino, abrí la puerta y ahí estaba, con una sonrisa en sus labios. Lo único que atiné fue lanzarme a sus brazos y abrazarlo fuertemente sintiendo que él hacia lo mismo. En un segundo Edward se separó y me besó pero casi sin tocar mis labios, me sentí extasiada, fue un beso tan suave pero tan bello.
-¿Estás lista para irnos? – me preguntó sin sacar sus labios de mí.
-Sí, deja ir a buscar mi celular y las llaves de la casa- le dije sonriendo al verle con su trompita estirada, se veía tan hermoso.
Nos subimos al carro y nos besamos antes de ponernos los cinturones de seguridad.
-¿Edward hoy le diremos a tu familia lo de nuestros planes?- pregunté.
-¿qué planes amor?- me dijo incrédulamente.
-que queremos casarnos- le dije mirándolo fijamente.
-ah, eso, bueno si tu quieres se lo contamos hoy cuando estemos todos reunidos, aunque faltaría tu padre- me dijo con cautela.
-¿Edward no quieres casarte conmigo ahora?- le pregunté.
-Bella, ¿por qué preguntas eso?-
-es que no te veo entusiasmado- le dije haciendo un pucherito.
-amor, es solo que ayer dijimos que lo dejaríamos para más adelante, ¿te acuerdas?- me dijo besando mi mejilla tiernamente.
-bueno entonces dejémoslo para más adelante-le dije tristemente.
-Bella…, no quiero que esto sea un obstáculo entre nosotros- me dijo frunciendo su frente angustiosamente.
-no te preocupes amor, fue solo que pensé que cómo estaríamos en familia, pero ya pasó, no te preocupes- le dije haciendo que no me importaba demasiado, pero era solo para disimular mi pesar por sentir a Edward que no quería lo mismo que yo.
Nos fuimos rumbo a la casa de mis suegros y me fui callada todo el camino. Creo que él se dio cuanta de que iba sentida, no estaba enojada solo que me daba tristeza al pensar que para Edward no estaban los planes de unirnos en matrimonio, por lo menos en un tiempo cercano. Al llegar paró el auto y apagó el motor. Esperamos unos segundos antes de bajar pero Edward habló.
-¿Bella?, no quiero que pienses que no quiero casarme contigo, es lo que más anhelo en estos momentos tenerte conmigo como mi mujer, pero creo que debemos estar seguros en la fecha y hacerlo como corresponde. Yo aun no le he pedido la mano a Charlie, menos le he pedido permiso para salir contigo como mi novia, es…- le interrumpí sin que siguiera hablando.
-Edward, mi Edward, no sabes lo feliz que me haces al escucharte decir eso. Tú eres lo más importante, todo lo demás lo he dejado a segundo plano- le dije mirando sus hermosos ojos.
Me tomó entre sus brazos y me besó tiernamente.
-no te olvides nunca Bella que te amo más que mi vida y que en este momento eres y serás lo más preciado- me dijo sin dejar de besarme.
-y tú lo eres para mí Edward-
Edward me dio la mano para bajar del carro y me la apretó sabiendo que estaba muy nerviosa. Entramos y nos fuimos directo a la sala, ahí estaban todos reunidos. Sentí mis mejillas arder cuando vi a su enorme hermano, Emmett era muy musculoso, muy lindo aunque era distinta la belleza a mi Edward. Emmett tenía una sonrisa de niño, se les hacían margaritas en sus mejillas, se veía adorable.
Edward saludó a su hermano un fuerte abrazo. Se veía cuanto amor había entre ellos, Edward se veía tan feliz.
Saludó a un hermosa mujer que supuse que era la novia de su Emmett, era como de esas modelos de revistas de moda, rubia, su tez lisa como porcelana aunque no tanto como la mía,… realmente era muy linda, me dio un poco de celos al ver a mi novio cerca de ella, aunque sabía que él solo tenía ojos para mí.
-¿Edward y no nos vas a presentar a esta hermosa dama?- Emmett le dijo sin dejar de mirarme.
-Oh perdón, hermano y cuñadita ella es Bella, Bella él es Emmett y Rosalie- nos dijo presentándonos mutuamente. –es mi novia.
-no sabía que tenías tan buen gusto hermano- dijo Emmett con picardía.
-es un gusto Bella- se me acercó. -¿cómo conquistaste a mi hermano, si este es tan tímido?- me dijo sonriendo.
-en realidad yo no sé cómo él se fijo en mi- le respondí sonrojándome mirando a Edward.
Sin decir nada más Esme habló.
-bueno mejor pasemos a la mesa, el almuerzo esta servido, Bella siéntete en tu casa- me dijo Esme.
-gracias señora- le respondí amablemente.
-Bella dime Esme- me dijo guiñándome el ojo.
Me sentí tan aliviada al saber que le había caído bien a Emmett y a Rosalie, ya que en la mesa estuvimos hablando de muchas cosas. Ella era muy agradable a pesar de su seriedad.
La comida estaba deliciosa Esme realmente era una maestra en la cocina.
Después de comer casi todos se dirigieron a la sala para ver jugar a Jasper y Emmett en uno de sus juegos favoritos. Edward me llevó a su dormitorio para que lo conociera. Me sentí incomoda en esa situación ya que no era prudente que todos se quedaran en la sala y nosotros nos escapáramos.
Edward se dio cuanta de mi incomodidad y dijo. -cariño no te voy hacer nada- me dijo con una sonrisa sin soltarme la mano.
-es que no sé si esta bien que me lleves a tu habitación, estando todos en la sala- le dije.
-solo quiero que la conozcas, además de estar un momento solos- me confeso haciendo que me apretara más fuerte mi mano.
-¡llegamos! Te presento mi rincón más preciado- me dijo orgullosamente haciendo que entrara.
Me quedé sin habla, sorprendida de su hermosa habitación, todo estaba tan ordenado, sus estantes llenos de libros, otros llenos de CDs, su cama amplia y hermosamente tendida. De pronto fui donde él y le tomé del cuello y lo besé con desesperación. Sentí como sus manos reaccionaron inmediatamente a mi contacto y me abrazó tomando mi cintura atrayéndome más a él. Sin decir nada nos comenzamos a acariciar sutilmente por encima de nuestras ropas sin despegar nuestros labios. Sentía cómo me sentía húmeda entre mis piernas y como mis pechos ya sentían la reacción de sus caricias. Era Edward el que me tocaba, me sentía regocijada por saber que él me deseaba. Comencé a jadear de tanto placer y eso fue la perdición, ya qué él se separó bruscamente.
-¡Bella! No quería que esto pasara hoy, quería que fuese un día sin impulsos- me dijo frunciendo su frente y con enojo en sus palabras.
-¡Edward perdona! No quise, es solo que no pude controlarme al ver tu habitación que es tan perfecta como tú- le dije casi tartamudeando por su reacción.
-amor no eres tú, yo también tengo culpa, no puedo pretender que no me pasa lo mismo que tu, eres mi tentación y pensé que hoy iba a ser diferente, pero te deseo tanto, que no sé cuanto tiempo podré controlarme- me dijo jadeando.
-lo único que quiero es verme unida a ti para toda la vida Edward, quiero ser tu mujer, tu amante, tu compañera, la que te cuide cuando estés enfermo, la que te ame cuando quieras tomarme, la que te cocine para que estés siempre sanito, quiero ser todo para ti- le dije acercándome a él quedándome en frente.
-Bella en dos meses, ¿te parece bien?- me dijo sin comprender sus palabras.
-¿en dos meses qué?, no entiendo- le dije.
-¿está bien que en dos meses más fijemos la fecha de nuestro matrimonio?- me dijo mirándome.
Sin decir nada solo sentí que mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas por la emoción de saber que quería casarse conmigo y en dos meses, no lo podía creer, sería de él y de nadie más. Le respondí que si quería y estaba de acuerdo de la fecha, le abracé y lo besé con euforia.
-entonces debemos hacer las cosas como corresponde, el próximo sábado le pediré a mi madre que haga una cena para la familia e invitaremos a Charlie para pedir tu mano, ¿te parece?- me dijo mirándome. -Bella me haces tan feliz al saber que esto lo deseas tanto cómo yo-
-me haces tan feliz Edward, será una sorpresa para mi padre, sé que estará muy feliz con la noticia- dije con alegría sabiendo que estaría de acuerdo, ya que Edward era el hombre ideal para mí, además sabía lo que yo sentía por él y él por mi, así que estaba tranquila por la reacción de mi padre.
Pasamos la tarde en la habitación planeando algunas cosas, entre caricias que hacían que mis hormonas despertaran pero a la vez se adormecían, besos que me hacían que mis entrañan añoraran el momento de ser suya y mimos que hacían verle tan preciado y tan valioso. Fue una tarde linda, ya que nos dimos cuanta que podíamos estar juntos sin que las hormonas estallaran a mil por hora.
No nos dimos cuenta como pasaron las horas y ya era de cenar, sentimos la puerta tocar y era Esme, nos venía a buscar para cenar. Me sentía tan bien junto a ella, me daba una confianza tan grande, le tomé de su brazo y bajamos dejando a Edward detrás de nosotras.
Estábamos en la mesa, todos reunidos cuando de pronto Edward pidió la palabra. Se levantó y dijo. -familia su atención por favor-
-quiero pedirles que el próximo sábado no hagan ningún plan para esa noche, tendremos una cena familiar, eso implica nosotros y el padre de Bella- dijo mirándome.
-familia ustedes son los primeros en saber que Bella y yo nos casaremos en dos meses más- dijo casi tartamudeando.
-¡hijo esto no es una broma!- dijo Carlisle.
-no papá, esto va enserio- dijo sin quitarme la vista. –así que mamá debes pensar que vas a preparar para ese día ya que pediré la mano de Bella a Charlie.
-¡claro hijo! ¡estoy tan feliz por ustedes!- dijo Esme con emoción en sus palabras a punto de llorar de la felicidad que le hacía escuchar la noticia.
-hermano estoy feliz por ti, bueno por ustedes, hacen una pareja hermosa y se nota que realmente hay amor entre vosotros- dijo Esmett acercándose y abrasándolo fuertemente y dándome un beso.
-gracias Emmett- le dije.
-no saben lo feliz que me hacen a escuchar que están de acuerdo con nuestra decisión- dijo Edward. -¿papá tu que piensas?
-creo que desde que Bella llegó a tu vida, supe que llegaría este momento, y estoy feliz hijo mío- dijo Carlisle muy emocionado.
-Carlisle agradezco tus palabras, no sabes lo feliz que haces a Edward y a mí- dije dándole un beso en la mejilla con gran ternura.
-con razón te enamoraste tan rápido de Bella hijo- dijo Carlisle. –Si es tan dulce- reímos todos por lo que había dicho Carlisle y por la noticia que le habíamos dado y yo roja como un tomate pero a la vez muy feliz.
Terminamos de cenar y nuevamente nos fuimos al dormitorio, puso un CD de música lenta cuando lo tomé por la cintura. Le tomé por detrás, y apreté con todas mis fuerzas.
-no te muevas amor, quiero sentirte así- dije con mi rostro pegado en su espalda.
-ok, no me moveré- me dijo tomando mis manos y acariciándolas.
Lo olía profundamente para recordar su esencia, era tan exquisito, era una mezcla de perfume y hombría, ¿cómo lo añoraba?, sin más lo giré y le quedé mirando.
-hermosa cena mi amor, me encantó compartir con tu familia- le dije mirándolo fijamente.
-la que ya es tu familia Bella- me dijo rectificándole que desde que estoy en su vida, todo lo él me pertenecía.
-¿Edward, te veré en una semana cierto?- pregunté con mucha pena.
-bueno aunque no queramos, pero es lo mejor, solo será por estas tres semanas Bells, hasta que de el examen, solo nos veremos los viernes, sábado y domingo ¿estas de acuerdo?- me preguntó con cautela, sabiendo que ninguno de los dos queríamos pero que era necesario.
-no quiero pensar que por mi culpa sales mal en tu examen amor, así que aunque me cueste no verte durante la semana, esperaremos hasta el viernes- le dije acercándome y apegándome cada vez más, hasta quedar encajada a su cuerpo en forma magistral.
Nos comenzamos a acariciar mutuamente, nos recorríamos por todas partes. Al sentirlo que ya estábamos haciendo estragos, sentí como su miembro ya estaba erecto, vi sonrojarse a Edward y me soltó sutilmente, pensó que no me había dado cuenta y disimuladamente fue a cambiar el Cd.
Me quede ida en mis pensamientos. Él se acercó y siguió devorando mis labios. Ya se había tranquilizado, admiraba su autocontrol, sabía que tenía que aprender de él. Aunque fuese difícil por lo tentador que me hacía sentir solo verle.
-¿Bella?- me dijo susurrando.
-¿mmm?- seguía besándolo.
-¿me extrañarás?- me preguntó casi en un murmullo.
-¡con toda mi alma! añoraré el viernes para verte de nuevo- le dije separándolo y mirándolo a los ojos fijamente para que no tuviera ninguna duda.
-recibirás todos los días muchos mensajes amor, así sabrás que estoy pensando en ti, ¿ok?- me dijo abrazándome.
-Bueno amor, llévame a casa, no quiero llegar tarde mañana- le dije dándole un beso rápido en sus labios.
Al bajar vimos que aun todos estaban en la sala y me despedí de todos dándoles las gracias por todo.
Después de eso me llevó a casa por lo tarde que era y vimos que la casa estaba con luz, supimos que Charlie estaba en casa. De pronto Edward me dice lo que intentaba hacer y me puse nerviosísima, aunque sabia que mi padre lo tomaría bien, pero era nuestra primera vez que tendría respecto a la situación.
Al entrar Charlie estaba en su sillón viendo televisión. Para calmar mis nervios fui donde él saludándole con un beso y un abrazo y le dije en el oído que Edward quería hablar con él.
Se paro frente a Edward en forma seria y le saludó.
-¡buenas noches Jefe Swan!- dijo Edward con timidez viendo como sus mejillas se enrojecían.
-¡buenas noches Edward! Bella me dijo que querías hablar conmigo- hablo mi padre con suspicacia.
-sí, en realidad quiero ir directo al grano y no andar en rodeos con usted- no sé de donde salieron sus palabras y el valor para hablarle. –Se habrá dado cuenta que desde que nos conocemos con Bella hubo una atracción inmediata entre nosotros y que es evidente, ¿creo?- le dijo con una sonrisa en sus labios a pesar del nerviosismo. –y queremos su consentimiento para vernos no solo como amigos sino como novios, eso sería para los dos una enorme alegría tener el consentimiento completo de nuestra familia- le dijo. –es por eso que quiero pedirle permiso para venir a ver Bella como mi novia.
Charlie sonrió y le abrazó sin decir nada en ese momento, solo que cuando lo soltó y le tendió la mano, dijo -¡claro que tienen mi consentimiento! He esperado esto desde que mi hija llegó aquí, me hacen muy feliz al saber que están juntos, creo que mi hija tiene un buen gusto como al igual que tu, creo que hacen una hermosa pareja y que me harían más feliz si algún día formaran una familia- dijo abrazándome después que le soltó.
-Bueno yo me retiro, me voy feliz y tranquilo Charlie por su apoyo- dijo ya tranquilo y con una sonrisa en sus labios por la felicidad que le inundaba, se despidió y le acompañé a la puerta.
-nos vemos el viernes amor, extráñame tanto como yo- me dijo besándome.
-espero que los días pasen rápidos para estar junto a ti nuevamente- le dije con pesar.
-no sabrás cuando ya sea viernes y estemos así otra vez- me dijo besándome suavemente.
Nos despedimos y se fue a su carro mientras entraba en casa. Volví a la sala y abracé a mi padre por darnos esa alegría.
-papá no sabes lo feliz que me hace saber que estas de acuerdo la relación con Edward- le dije sin desprenderme de él.
-hija, tu me haces feliz al verte así de radiante- me dijo acariciando mi cabello.
-¿papá? ¿de verdad te gustaría como yerno?- le pregunté sabiendo la respuesta.
-¡claro! Edward es perfecto para ti, son el uno para el otro, siempre supe eso, antes que vinieras, cuando le conocí supe que era para ti, por eso no me sorprende que estén juntos tan luego si llevan tan poco conociéndose. El destino en algún momento los haría juntarse y ya lo hizo, así que me hacen muy feliz.
-gracias papito, ¡buenas noches!- le bese en la mejilla y me fui a mi dormitorio, tomé una toalla y me fui a dar un baño. Después que me sequé el cabello, me puse el piyama y recibí un mensaje.
“Te amo Bella, ya añoro tenerte entre mis brazos, en mis labios…quiero que llegue el día en verte aquí a mi lado y compartir cada noche de nuestras vidas esta cama…dulces sueños... tuyo, Edward”.
Me quedé dormida placenteramente pensando en mi amado y en su añoranza que también era la mía. Añoraba estar a su lado y velar sus sueños, tomarlo como mío cada vez que se me apeteciera sin tener de qué preocuparnos. Él era, es y será mi hombre para toda la vida.
Al día siguiente al despertar de un plácido sueño, solo esperé la llamada de Edward para saber a que hora me vendría a buscar. Esperé ansiosa toda la mañana, a ratos me quedaba recordando lo vivido ayer en el parque. Fue tan glorioso, tenerle así, tocándonos sintiendo cómo nos derretíamos con solo nuestras manos en nuestros puntos más vulnerables. Con solo pensar en ello, mi cuerpo comenzaba a reaccionar y dejaba mis pensamientos a un lado y me concentraba en lo que tenía que hacer.
Al volver a leer el mensaje que me envió Edward, me sentía impaciente pero a la vez muy nerviosa, quería causar una buena impresión al resto de la familia que aún no me conocía. Iba a ser la primera vez que iba a la casa de Edward como su novia. Eso me hacía sentir más nerviosa.
Edward me había llamado como las once a.m. para avisarme que pasado el medio día vendría a buscarme. Me apuré de terminar todo y me alisté. Me puse unos jeans ajustados y una blusa provocativa, quería tentar a mi amado para así vivir las sensaciones del día anterior, pero debía comportarme. Estaría en la casa de Edward junto con la familia, y sería muy malo que mis hormonas me traicionaran en ese momento. Pero ¿cómo no tendríamos un momento a solas? Ojalá.
Ya era la hora, en cualquier momento llegaría Edward. Estaba en mi dormitorio poniéndome los últimos detalles, cuando sentí el motor del volvo de mi novio. Sentí tocar y esperé unos segundos, bajé rápidamente, esperando no tropezarme, pero llegué sana y salva a mi destino, abrí la puerta y ahí estaba, con una sonrisa en sus labios. Lo único que atiné fue lanzarme a sus brazos y abrazarlo fuertemente sintiendo que él hacia lo mismo. En un segundo Edward se separó y me besó pero casi sin tocar mis labios, me sentí extasiada, fue un beso tan suave pero tan bello.
-¿Estás lista para irnos? – me preguntó sin sacar sus labios de mí.
-Sí, deja ir a buscar mi celular y las llaves de la casa- le dije sonriendo al verle con su trompita estirada, se veía tan hermoso.
Nos subimos al carro y nos besamos antes de ponernos los cinturones de seguridad.
-¿Edward hoy le diremos a tu familia lo de nuestros planes?- pregunté.
-¿qué planes amor?- me dijo incrédulamente.
-que queremos casarnos- le dije mirándolo fijamente.
-ah, eso, bueno si tu quieres se lo contamos hoy cuando estemos todos reunidos, aunque faltaría tu padre- me dijo con cautela.
-¿Edward no quieres casarte conmigo ahora?- le pregunté.
-Bella, ¿por qué preguntas eso?-
-es que no te veo entusiasmado- le dije haciendo un pucherito.
-amor, es solo que ayer dijimos que lo dejaríamos para más adelante, ¿te acuerdas?- me dijo besando mi mejilla tiernamente.
-bueno entonces dejémoslo para más adelante-le dije tristemente.
-Bella…, no quiero que esto sea un obstáculo entre nosotros- me dijo frunciendo su frente angustiosamente.
-no te preocupes amor, fue solo que pensé que cómo estaríamos en familia, pero ya pasó, no te preocupes- le dije haciendo que no me importaba demasiado, pero era solo para disimular mi pesar por sentir a Edward que no quería lo mismo que yo.
Nos fuimos rumbo a la casa de mis suegros y me fui callada todo el camino. Creo que él se dio cuanta de que iba sentida, no estaba enojada solo que me daba tristeza al pensar que para Edward no estaban los planes de unirnos en matrimonio, por lo menos en un tiempo cercano. Al llegar paró el auto y apagó el motor. Esperamos unos segundos antes de bajar pero Edward habló.
-¿Bella?, no quiero que pienses que no quiero casarme contigo, es lo que más anhelo en estos momentos tenerte conmigo como mi mujer, pero creo que debemos estar seguros en la fecha y hacerlo como corresponde. Yo aun no le he pedido la mano a Charlie, menos le he pedido permiso para salir contigo como mi novia, es…- le interrumpí sin que siguiera hablando.
-Edward, mi Edward, no sabes lo feliz que me haces al escucharte decir eso. Tú eres lo más importante, todo lo demás lo he dejado a segundo plano- le dije mirando sus hermosos ojos.
Me tomó entre sus brazos y me besó tiernamente.
-no te olvides nunca Bella que te amo más que mi vida y que en este momento eres y serás lo más preciado- me dijo sin dejar de besarme.
-y tú lo eres para mí Edward-
Edward me dio la mano para bajar del carro y me la apretó sabiendo que estaba muy nerviosa. Entramos y nos fuimos directo a la sala, ahí estaban todos reunidos. Sentí mis mejillas arder cuando vi a su enorme hermano, Emmett era muy musculoso, muy lindo aunque era distinta la belleza a mi Edward. Emmett tenía una sonrisa de niño, se les hacían margaritas en sus mejillas, se veía adorable.
Edward saludó a su hermano un fuerte abrazo. Se veía cuanto amor había entre ellos, Edward se veía tan feliz.
Saludó a un hermosa mujer que supuse que era la novia de su Emmett, era como de esas modelos de revistas de moda, rubia, su tez lisa como porcelana aunque no tanto como la mía,… realmente era muy linda, me dio un poco de celos al ver a mi novio cerca de ella, aunque sabía que él solo tenía ojos para mí.
-¿Edward y no nos vas a presentar a esta hermosa dama?- Emmett le dijo sin dejar de mirarme.
-Oh perdón, hermano y cuñadita ella es Bella, Bella él es Emmett y Rosalie- nos dijo presentándonos mutuamente. –es mi novia.
-no sabía que tenías tan buen gusto hermano- dijo Emmett con picardía.
-es un gusto Bella- se me acercó. -¿cómo conquistaste a mi hermano, si este es tan tímido?- me dijo sonriendo.
-en realidad yo no sé cómo él se fijo en mi- le respondí sonrojándome mirando a Edward.
Sin decir nada más Esme habló.
-bueno mejor pasemos a la mesa, el almuerzo esta servido, Bella siéntete en tu casa- me dijo Esme.
-gracias señora- le respondí amablemente.
-Bella dime Esme- me dijo guiñándome el ojo.
Me sentí tan aliviada al saber que le había caído bien a Emmett y a Rosalie, ya que en la mesa estuvimos hablando de muchas cosas. Ella era muy agradable a pesar de su seriedad.
La comida estaba deliciosa Esme realmente era una maestra en la cocina.
Después de comer casi todos se dirigieron a la sala para ver jugar a Jasper y Emmett en uno de sus juegos favoritos. Edward me llevó a su dormitorio para que lo conociera. Me sentí incomoda en esa situación ya que no era prudente que todos se quedaran en la sala y nosotros nos escapáramos.
Edward se dio cuanta de mi incomodidad y dijo. -cariño no te voy hacer nada- me dijo con una sonrisa sin soltarme la mano.
-es que no sé si esta bien que me lleves a tu habitación, estando todos en la sala- le dije.
-solo quiero que la conozcas, además de estar un momento solos- me confeso haciendo que me apretara más fuerte mi mano.
-¡llegamos! Te presento mi rincón más preciado- me dijo orgullosamente haciendo que entrara.
Me quedé sin habla, sorprendida de su hermosa habitación, todo estaba tan ordenado, sus estantes llenos de libros, otros llenos de CDs, su cama amplia y hermosamente tendida. De pronto fui donde él y le tomé del cuello y lo besé con desesperación. Sentí como sus manos reaccionaron inmediatamente a mi contacto y me abrazó tomando mi cintura atrayéndome más a él. Sin decir nada nos comenzamos a acariciar sutilmente por encima de nuestras ropas sin despegar nuestros labios. Sentía cómo me sentía húmeda entre mis piernas y como mis pechos ya sentían la reacción de sus caricias. Era Edward el que me tocaba, me sentía regocijada por saber que él me deseaba. Comencé a jadear de tanto placer y eso fue la perdición, ya qué él se separó bruscamente.
-¡Bella! No quería que esto pasara hoy, quería que fuese un día sin impulsos- me dijo frunciendo su frente y con enojo en sus palabras.
-¡Edward perdona! No quise, es solo que no pude controlarme al ver tu habitación que es tan perfecta como tú- le dije casi tartamudeando por su reacción.
-amor no eres tú, yo también tengo culpa, no puedo pretender que no me pasa lo mismo que tu, eres mi tentación y pensé que hoy iba a ser diferente, pero te deseo tanto, que no sé cuanto tiempo podré controlarme- me dijo jadeando.
-lo único que quiero es verme unida a ti para toda la vida Edward, quiero ser tu mujer, tu amante, tu compañera, la que te cuide cuando estés enfermo, la que te ame cuando quieras tomarme, la que te cocine para que estés siempre sanito, quiero ser todo para ti- le dije acercándome a él quedándome en frente.
-Bella en dos meses, ¿te parece bien?- me dijo sin comprender sus palabras.
-¿en dos meses qué?, no entiendo- le dije.
-¿está bien que en dos meses más fijemos la fecha de nuestro matrimonio?- me dijo mirándome.
Sin decir nada solo sentí que mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas por la emoción de saber que quería casarse conmigo y en dos meses, no lo podía creer, sería de él y de nadie más. Le respondí que si quería y estaba de acuerdo de la fecha, le abracé y lo besé con euforia.
-entonces debemos hacer las cosas como corresponde, el próximo sábado le pediré a mi madre que haga una cena para la familia e invitaremos a Charlie para pedir tu mano, ¿te parece?- me dijo mirándome. -Bella me haces tan feliz al saber que esto lo deseas tanto cómo yo-
-me haces tan feliz Edward, será una sorpresa para mi padre, sé que estará muy feliz con la noticia- dije con alegría sabiendo que estaría de acuerdo, ya que Edward era el hombre ideal para mí, además sabía lo que yo sentía por él y él por mi, así que estaba tranquila por la reacción de mi padre.
Pasamos la tarde en la habitación planeando algunas cosas, entre caricias que hacían que mis hormonas despertaran pero a la vez se adormecían, besos que me hacían que mis entrañan añoraran el momento de ser suya y mimos que hacían verle tan preciado y tan valioso. Fue una tarde linda, ya que nos dimos cuanta que podíamos estar juntos sin que las hormonas estallaran a mil por hora.
No nos dimos cuenta como pasaron las horas y ya era de cenar, sentimos la puerta tocar y era Esme, nos venía a buscar para cenar. Me sentía tan bien junto a ella, me daba una confianza tan grande, le tomé de su brazo y bajamos dejando a Edward detrás de nosotras.
Estábamos en la mesa, todos reunidos cuando de pronto Edward pidió la palabra. Se levantó y dijo. -familia su atención por favor-
-quiero pedirles que el próximo sábado no hagan ningún plan para esa noche, tendremos una cena familiar, eso implica nosotros y el padre de Bella- dijo mirándome.
-familia ustedes son los primeros en saber que Bella y yo nos casaremos en dos meses más- dijo casi tartamudeando.
-¡hijo esto no es una broma!- dijo Carlisle.
-no papá, esto va enserio- dijo sin quitarme la vista. –así que mamá debes pensar que vas a preparar para ese día ya que pediré la mano de Bella a Charlie.
-¡claro hijo! ¡estoy tan feliz por ustedes!- dijo Esme con emoción en sus palabras a punto de llorar de la felicidad que le hacía escuchar la noticia.
-hermano estoy feliz por ti, bueno por ustedes, hacen una pareja hermosa y se nota que realmente hay amor entre vosotros- dijo Esmett acercándose y abrasándolo fuertemente y dándome un beso.
-gracias Emmett- le dije.
-no saben lo feliz que me hacen a escuchar que están de acuerdo con nuestra decisión- dijo Edward. -¿papá tu que piensas?
-creo que desde que Bella llegó a tu vida, supe que llegaría este momento, y estoy feliz hijo mío- dijo Carlisle muy emocionado.
-Carlisle agradezco tus palabras, no sabes lo feliz que haces a Edward y a mí- dije dándole un beso en la mejilla con gran ternura.
-con razón te enamoraste tan rápido de Bella hijo- dijo Carlisle. –Si es tan dulce- reímos todos por lo que había dicho Carlisle y por la noticia que le habíamos dado y yo roja como un tomate pero a la vez muy feliz.
Terminamos de cenar y nuevamente nos fuimos al dormitorio, puso un CD de música lenta cuando lo tomé por la cintura. Le tomé por detrás, y apreté con todas mis fuerzas.
-no te muevas amor, quiero sentirte así- dije con mi rostro pegado en su espalda.
-ok, no me moveré- me dijo tomando mis manos y acariciándolas.
Lo olía profundamente para recordar su esencia, era tan exquisito, era una mezcla de perfume y hombría, ¿cómo lo añoraba?, sin más lo giré y le quedé mirando.
-hermosa cena mi amor, me encantó compartir con tu familia- le dije mirándolo fijamente.
-la que ya es tu familia Bella- me dijo rectificándole que desde que estoy en su vida, todo lo él me pertenecía.
-¿Edward, te veré en una semana cierto?- pregunté con mucha pena.
-bueno aunque no queramos, pero es lo mejor, solo será por estas tres semanas Bells, hasta que de el examen, solo nos veremos los viernes, sábado y domingo ¿estas de acuerdo?- me preguntó con cautela, sabiendo que ninguno de los dos queríamos pero que era necesario.
-no quiero pensar que por mi culpa sales mal en tu examen amor, así que aunque me cueste no verte durante la semana, esperaremos hasta el viernes- le dije acercándome y apegándome cada vez más, hasta quedar encajada a su cuerpo en forma magistral.
Nos comenzamos a acariciar mutuamente, nos recorríamos por todas partes. Al sentirlo que ya estábamos haciendo estragos, sentí como su miembro ya estaba erecto, vi sonrojarse a Edward y me soltó sutilmente, pensó que no me había dado cuenta y disimuladamente fue a cambiar el Cd.
Me quede ida en mis pensamientos. Él se acercó y siguió devorando mis labios. Ya se había tranquilizado, admiraba su autocontrol, sabía que tenía que aprender de él. Aunque fuese difícil por lo tentador que me hacía sentir solo verle.
-¿Bella?- me dijo susurrando.
-¿mmm?- seguía besándolo.
-¿me extrañarás?- me preguntó casi en un murmullo.
-¡con toda mi alma! añoraré el viernes para verte de nuevo- le dije separándolo y mirándolo a los ojos fijamente para que no tuviera ninguna duda.
-recibirás todos los días muchos mensajes amor, así sabrás que estoy pensando en ti, ¿ok?- me dijo abrazándome.
-Bueno amor, llévame a casa, no quiero llegar tarde mañana- le dije dándole un beso rápido en sus labios.
Al bajar vimos que aun todos estaban en la sala y me despedí de todos dándoles las gracias por todo.
Después de eso me llevó a casa por lo tarde que era y vimos que la casa estaba con luz, supimos que Charlie estaba en casa. De pronto Edward me dice lo que intentaba hacer y me puse nerviosísima, aunque sabia que mi padre lo tomaría bien, pero era nuestra primera vez que tendría respecto a la situación.
Al entrar Charlie estaba en su sillón viendo televisión. Para calmar mis nervios fui donde él saludándole con un beso y un abrazo y le dije en el oído que Edward quería hablar con él.
Se paro frente a Edward en forma seria y le saludó.
-¡buenas noches Jefe Swan!- dijo Edward con timidez viendo como sus mejillas se enrojecían.
-¡buenas noches Edward! Bella me dijo que querías hablar conmigo- hablo mi padre con suspicacia.
-sí, en realidad quiero ir directo al grano y no andar en rodeos con usted- no sé de donde salieron sus palabras y el valor para hablarle. –Se habrá dado cuenta que desde que nos conocemos con Bella hubo una atracción inmediata entre nosotros y que es evidente, ¿creo?- le dijo con una sonrisa en sus labios a pesar del nerviosismo. –y queremos su consentimiento para vernos no solo como amigos sino como novios, eso sería para los dos una enorme alegría tener el consentimiento completo de nuestra familia- le dijo. –es por eso que quiero pedirle permiso para venir a ver Bella como mi novia.
Charlie sonrió y le abrazó sin decir nada en ese momento, solo que cuando lo soltó y le tendió la mano, dijo -¡claro que tienen mi consentimiento! He esperado esto desde que mi hija llegó aquí, me hacen muy feliz al saber que están juntos, creo que mi hija tiene un buen gusto como al igual que tu, creo que hacen una hermosa pareja y que me harían más feliz si algún día formaran una familia- dijo abrazándome después que le soltó.
-Bueno yo me retiro, me voy feliz y tranquilo Charlie por su apoyo- dijo ya tranquilo y con una sonrisa en sus labios por la felicidad que le inundaba, se despidió y le acompañé a la puerta.
-nos vemos el viernes amor, extráñame tanto como yo- me dijo besándome.
-espero que los días pasen rápidos para estar junto a ti nuevamente- le dije con pesar.
-no sabrás cuando ya sea viernes y estemos así otra vez- me dijo besándome suavemente.
Nos despedimos y se fue a su carro mientras entraba en casa. Volví a la sala y abracé a mi padre por darnos esa alegría.
-papá no sabes lo feliz que me hace saber que estas de acuerdo la relación con Edward- le dije sin desprenderme de él.
-hija, tu me haces feliz al verte así de radiante- me dijo acariciando mi cabello.
-¿papá? ¿de verdad te gustaría como yerno?- le pregunté sabiendo la respuesta.
-¡claro! Edward es perfecto para ti, son el uno para el otro, siempre supe eso, antes que vinieras, cuando le conocí supe que era para ti, por eso no me sorprende que estén juntos tan luego si llevan tan poco conociéndose. El destino en algún momento los haría juntarse y ya lo hizo, así que me hacen muy feliz.
-gracias papito, ¡buenas noches!- le bese en la mejilla y me fui a mi dormitorio, tomé una toalla y me fui a dar un baño. Después que me sequé el cabello, me puse el piyama y recibí un mensaje.
“Te amo Bella, ya añoro tenerte entre mis brazos, en mis labios…quiero que llegue el día en verte aquí a mi lado y compartir cada noche de nuestras vidas esta cama…dulces sueños... tuyo, Edward”.
Me quedé dormida placenteramente pensando en mi amado y en su añoranza que también era la mía. Añoraba estar a su lado y velar sus sueños, tomarlo como mío cada vez que se me apeteciera sin tener de qué preocuparnos. Él era, es y será mi hombre para toda la vida.
disculpen la demora
pero he estado muy ocupada y no he tenido tiempo de escribir
pero aqui les dejo el visto por Bella
besitos
pero he estado muy ocupada y no he tenido tiempo de escribir
pero aqui les dejo el visto por Bella
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Atal- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
tranquila Atal a veces nos faltan horas al dia para hacer cosas verdad
hasta el proximo capitulo
hasta el proximo capitulo
xole- .
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Re: Todo a su tiempo (+18)
Por el capitulo y no te preocupes tu sube cuando puedas aqui te estaremos esperando con ancias
me encanta la forma de ser de Edward y que la hormonal sea Bella bueno espero la cena de compromiso
muchos bisitos para todas
hasta pornto
bye
me encanta la forma de ser de Edward y que la hormonal sea Bella bueno espero la cena de compromiso
muchos bisitos para todas
hasta pornto
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
como ando de perdida recien ahora me di cuenta que era tuyo
pero no te preocupes, de inmediato me actualizo
besos
pero no te preocupes, de inmediato me actualizo
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Zafrina- .
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Localización : ahora??? muy buena pregunta...
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Re: Todo a su tiempo (+18)
HOLA Atal espero ke te la hayan pasado bonito en sus fiestas navideñas pero creo ke ya es tiempo de nuevos capitulos esprro ke pronto subas mas muchos besos y habrasos para todas
adiosin
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
siiiiiiiii Atal ya necesitamos mas capitulos porfiiiiiii besitossssss
xole- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
Atal nos tienes muy abandonadas no seas mala sube mas capis porfa porfa porfa
espero pasiente pero no tengo tanta pasiencia
hasta luego espero tu pronta respuesta
besitos
atal me da gusto ke estes de regreso ojala y nos subas mas capis ke nos tienes un poco abandonadas bueno lo importante es ke ya estas aki
espero pasiente pero no tengo tanta pasiencia
hasta luego espero tu pronta respuesta
besitos
atal me da gusto ke estes de regreso ojala y nos subas mas capis ke nos tienes un poco abandonadas bueno lo importante es ke ya estas aki
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
Bueno amigas, aqui les dejo otro capitulo, me imagino que me deben haber dicho cosas muy lindas por mi demora jejej pero bueno ya estoy de vuelta jejej bueno
difrútenla
difrútenla
Capítulo 16: “Esperando con ansias”
EPOV
Estaba más que extasiado después de haber hablado con mi suegro, sí mi suegro. Pensé en que nunca llegaría ese momento de tener una novia y pensar en formar una familia. Ahora la tenía y tenía oficialmente un suegro a quién verle como un padre también.
Me reconfortaba saber que él me aceptaba y estaba tan feliz como nosotros. Creo que para cualquier persona era raro ver a un suegro tan feliz por la noticia, pero algo me parecía extraño también, pero lo dejaría para después descubrir porqué Charlie nos apoyaba en nuestra decisión de casarnos tan luego y comprometernos tan rápido.
Esa noche me despedí de mi novia con un mensaje en el teléfono:
“Te amo Bella, ya añoro tenerte entre mis brazos, en mis labios…quiero que llegue el día en verte aquí a mi lado y compartir cada noche de nuestras vidas esta cama…dulces sueños... tuyo, Edward”.
Pasaron dos días desde que no veía a Bella, mis estudios seguían como me lo propuse, le mandaba mensajes cada una hora a mi novia para que supiera que estaba pensando en ella y que la extrañaba. Ella hacía lo mismo contestándome después que recibía los míos. Pero tenía que ir a la biblioteca central de la ciudad a buscar una información. Además de eso quería salir para respirar, ya me estaba ahogando con tanto estudiar y más sin ver a Bella. Eso me tenía más que ansioso.
Este fin de semana sería en que pediría oficialmente su mano ante Charlie y eso me tenía más que ansioso, me sentía nervioso, no sabía cómo debía hacerlo, me sentía un entupido pensar que tenía que decir y hacer. Aun no había tenido la oportunidad de hablar con mi padre para que me orientara porque no quería utilizar alguna palabra inadecuada para la ocasión.
Me dirigí a la biblioteca cuando de pronto vi una mujer muy hermosa y me recordó a una amiga que tuve en la infancia, Tanya, era de Canadá, ella siempre estuvo enamorada de mí, pero yo siempre la vi como una amiga solamente incluso como una hermana. A pesar de su hermosura nunca me llamó la atención como mujer, pero los recuerdos de la infancia llegaron a mí y quise saber cómo debían estar ella y toda su familia.
Llegué a la biblioteca y me encontré con Jacob, él estaba con un montón de libros, él también estaba preparándose para su examen que sería la misma semana que el mío.
-¡Jacob compadre! ¿cómo has estado?- lo salude.
-¡Edward, bien amigo! ¿y tu? ¿cómo va todo con Bella?- me preguntó.
-¡Bien! Este fin de semana nos comprometemos, nos vamos a casar- le conté eufórico por la decisión que habíamos tomado.
-¿cómo? ¿comprometidos? ¿pero no es tan pronto, solo llevan dos semanas o acaso Bella esta embarazada?- me dijo tan sorprendido.
-¡nooo! Es solo que queremos estar juntos para toda la vida, nos hemos enamorado y sabemos que es para toda la vida y no queremos esperar- le dije sin rodeos.
-bueno Edward si es su decisión y si se aman esta bien, aunque creo que yo tendría que estar muy seguro para tomar una determinación tan grande como esa- me dijo dándome a entender que no le parecía nuestra decisión.
-bueno nos amamos de tal manera que se nos hace difícil pasar un día sin saber de l otro o simplemente de escuchar nuestras voces- le expliqué para me entendiera.
-Edward no los estoy cuestionando, creo que Bella y tu hacen una pareja hermosa y realmente se nota que se aman, pero a mi parecer es muy pronto, pero mi opinión no interesa, solo la de ustedes- me dijo dándome la mano y agarrándome para un abrazo fuerte.
-gracias Jack es importante saber que nuestro amigo mutuo esta con nosotros en esto que es muy importante para los dos- le dije.
-eres muy afortunado Edward, tendrás a Bella como tu esposa y sé que la harás feliz así como está ahora- me dijo mirándome. –¿y en que andas?
-ando en busca de una información que no encuentro en mis libros y en Internet sale algo pero no es lo busco, así que espero encontrarlo aquí- le dije con desesperación.
-bueno si quieres te puedo ayudar, yo me la paso todos los días aquí ya que tu sabes que en casa no tengo tanta tecnología- me dijo sonriendo.
Me quedé el resto de la tarde con Jacob en la biblioteca buscando lo que andaba buscando y gracias a la ayuda de mi amigo pude encontrar lo que buscaba. Durante la tarde no le envié ningún mensaje a Bella me concentré totalmente en mis estudios, hasta la noche al llegar a mi casa. Ahí al llegar a mi habitación y tirarme en mi cama le llamé.
-¡aló! Bella, mi amor, necesitaba escuchar tu voz- le dije antes de que contestara.
-¡hola! Estaba pensando que ya te habías olvidado de mí, ya que no recibí ningún mensaje durante la tarde- me reprochó escuchando que se reía.
-amor estuve estudiando toda la tarde una materia complicadísima, es algo que sabía pero que me ha costado mucho aprenderla y asimilarla- le dije para que me entendiera.
-no te preocupes Edward, te entiendo, pero te extrañé y te extraño ahora, ¿cómo quisiera que estuvieras aquí junto a mi y poder sentirte, besarte… ¡Edward te amo!- me dijo casi sollozando.
-yo también te extrañé amor, pero debía concentrarme, ¿me entiendes verdad?, yo también extraño tus caricias, tus labios, tu sabor, todo- le dije cerrando los ojos imaginándome a mi novia. -¿Cómo estuvo tu tarde Bella?
-tranquila aunque cuando faltaba poco para terminar mi turno llegaron algunos accidentados y tuve que estar que en urgencia ayudando… ¿Edward? no sé si podré aguantar estos tres días que quedan sin verte- me dijo.
-Bella debes, no puedes romper lo que decidimos por el bien tuyo y mío ya que si me va mal en el examen tendremos que aplazar la boda y todos nuestros planes- le dije.
-Edward perdona, pero sé que me entiendes- el viernes cuando nos veamos te comeré a besos así que apróntate, literalmente te comeré y no responderé de mis actos- me dijo riéndose.
-bueno, si así lo decides, esperaré a mi devoradora y yo haré lo mismo contigo, así que también apróntate mi vida, te comeré a besos y no solo serán en tus suaves labios, te besaré por donde nadie te ha besado amor- le dije con palabras muy apasionadas.
-entonces esperaré con más ansias amor, te dejaré que me devores, tu sabes que soy solo tuya- me dijo picadamente.
-lo sé por eso quiero darme un gustito antes de que nos casemos- le dije sonriéndome y sonrojándome tanto como debía estar ella.
-sueño con el día en que me harás tuya amor, espero poder hacerlo bien y no cometer ningún error cuando me poseas- me dijo tímidamente.
-amor será el día más perfecto y tu lo serás también yo debo hacerlo bien porque si te hago daño o no lo hago como deba, me pesará toda la vida- le dije con preocupación.
Después de hablar, nos despedimos y me propuse dormir, no seguiría con el estudio ya que todo el día había sido bien provechoso. Me quedé pensando en Bella y recordé cuando la toque por primera y única vez en sus partes más intimas. Comencé a excitarme con solo recordar cuan mojada estaba y cuan suave era su pelvis, recordaba cuan suave estaban sus senos y cuan duro eran sus pezones, recordaba cuando gemía con solo besárselos… al pensar en ella sentí mi erección tan grande debajo de mi piyama que no pude dejar de tocarme y comenzar a masturbarme.
Me fui tan rápido que debí levantarme e ir a lavarme la mano y cambiarme de ropa. Pensar en Bella me subía las hormonas y el deseo tan grande de estar con ella. Era la primera vez que me masturbaba despierto, consciente en que estaba haciendo y me pareció muy bueno, me liberé de lo que estaba acumulando y me sentí muy liviano, pensé en mi primera masturbación con la mano de Bella y esa si que fue perfecta aunque la hubiésemos hecho debajo de un árbol y parados. Sin más me quedé dormido.
Pasaron los días restantes y llegó el viernes tan esperado para los dos, ansiaba con verla y tomarla en mis brazos, besarla y mirar sus hermosos ojos. Necesitaba oler sus cabellos, su cuello…la necesitaba cerca de mí.
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BPOV
Después de haber dormido placenteramente pensando en mi Edward me levanté temprano para alcanzar hacer todo antes de irme al hospital. Era lunes y tenía que hacer mi rutina de todos los días, revisando las pautas de los médicos en las salas, ver los nuevos pacientes y dar indicaciones a los nuevos enfermeros en práctica que llegaban cada semana.
Durante la mañana fue tediosa, de un lado para otro, no tuve mucho tiempo de respirar hasta la hora de colación. En ese instante recibí el primer mensaje de Edward, mi corazón latió tan fuerte ya que necesitaba saber de él. Sabía que estaba pensando en mí.
Pasaron los días después de haber hablado con él un día en la noche. Ya me sentía ansiosa durante los días pasaban para que Edward pidiera oficialmente mi mano a mi padre. Lo extrañaba, extrañaba ver sus ojos mirándome y ver su amor por mí. Estaba tan segura que Edward me amaba tanto como yo lo amaba a él. Sabía que me había sacado la lotería al encontrarlo. Sabía que sería la envidia para muchas cuando fuese su mujer, su esposa, su amante.
Sabía que lo ultimo sería solo cuando fuésemos marido y mujer, ya que de alguna forma aunque sabía que el me deseaba tanto como yo a él, el no me haría suya hasta que estuviéramos unidos para toda la vida. Él aunque me deseaba no infringiría sus principios que llevaba desde siempre. A pesar de todo de su juventud era muy conservador. Sabía que yo de alguna manera le había hecho salir de su forma de pensar y de actuar, pero estaba siendo un proceso nuevo para los dos.
Con él me daban ganas de ser osada, de dejar a la Bella tímida, cartuchona (conservadora, tradicionalista) con él podía ser yo misma aunque no sabía que fuese así tan hormonal. De alguna forma me daba vergüenza pensar que era como una ninfómana. Pero lo era solo con mi novio, solo con él me daban ganas de tomarlo y de hacerlo mío.
Extrañé sus labios toda la semana pero llegó el día en que nos veríamos después de una semana llena de trabajo y estudio. Añoraba verlo y estar entre sus brazos, solo esperaba la hora en que vendría a la casa para verme…
Me reconfortaba saber que él me aceptaba y estaba tan feliz como nosotros. Creo que para cualquier persona era raro ver a un suegro tan feliz por la noticia, pero algo me parecía extraño también, pero lo dejaría para después descubrir porqué Charlie nos apoyaba en nuestra decisión de casarnos tan luego y comprometernos tan rápido.
Esa noche me despedí de mi novia con un mensaje en el teléfono:
“Te amo Bella, ya añoro tenerte entre mis brazos, en mis labios…quiero que llegue el día en verte aquí a mi lado y compartir cada noche de nuestras vidas esta cama…dulces sueños... tuyo, Edward”.
Pasaron dos días desde que no veía a Bella, mis estudios seguían como me lo propuse, le mandaba mensajes cada una hora a mi novia para que supiera que estaba pensando en ella y que la extrañaba. Ella hacía lo mismo contestándome después que recibía los míos. Pero tenía que ir a la biblioteca central de la ciudad a buscar una información. Además de eso quería salir para respirar, ya me estaba ahogando con tanto estudiar y más sin ver a Bella. Eso me tenía más que ansioso.
Este fin de semana sería en que pediría oficialmente su mano ante Charlie y eso me tenía más que ansioso, me sentía nervioso, no sabía cómo debía hacerlo, me sentía un entupido pensar que tenía que decir y hacer. Aun no había tenido la oportunidad de hablar con mi padre para que me orientara porque no quería utilizar alguna palabra inadecuada para la ocasión.
Me dirigí a la biblioteca cuando de pronto vi una mujer muy hermosa y me recordó a una amiga que tuve en la infancia, Tanya, era de Canadá, ella siempre estuvo enamorada de mí, pero yo siempre la vi como una amiga solamente incluso como una hermana. A pesar de su hermosura nunca me llamó la atención como mujer, pero los recuerdos de la infancia llegaron a mí y quise saber cómo debían estar ella y toda su familia.
Llegué a la biblioteca y me encontré con Jacob, él estaba con un montón de libros, él también estaba preparándose para su examen que sería la misma semana que el mío.
-¡Jacob compadre! ¿cómo has estado?- lo salude.
-¡Edward, bien amigo! ¿y tu? ¿cómo va todo con Bella?- me preguntó.
-¡Bien! Este fin de semana nos comprometemos, nos vamos a casar- le conté eufórico por la decisión que habíamos tomado.
-¿cómo? ¿comprometidos? ¿pero no es tan pronto, solo llevan dos semanas o acaso Bella esta embarazada?- me dijo tan sorprendido.
-¡nooo! Es solo que queremos estar juntos para toda la vida, nos hemos enamorado y sabemos que es para toda la vida y no queremos esperar- le dije sin rodeos.
-bueno Edward si es su decisión y si se aman esta bien, aunque creo que yo tendría que estar muy seguro para tomar una determinación tan grande como esa- me dijo dándome a entender que no le parecía nuestra decisión.
-bueno nos amamos de tal manera que se nos hace difícil pasar un día sin saber de l otro o simplemente de escuchar nuestras voces- le expliqué para me entendiera.
-Edward no los estoy cuestionando, creo que Bella y tu hacen una pareja hermosa y realmente se nota que se aman, pero a mi parecer es muy pronto, pero mi opinión no interesa, solo la de ustedes- me dijo dándome la mano y agarrándome para un abrazo fuerte.
-gracias Jack es importante saber que nuestro amigo mutuo esta con nosotros en esto que es muy importante para los dos- le dije.
-eres muy afortunado Edward, tendrás a Bella como tu esposa y sé que la harás feliz así como está ahora- me dijo mirándome. –¿y en que andas?
-ando en busca de una información que no encuentro en mis libros y en Internet sale algo pero no es lo busco, así que espero encontrarlo aquí- le dije con desesperación.
-bueno si quieres te puedo ayudar, yo me la paso todos los días aquí ya que tu sabes que en casa no tengo tanta tecnología- me dijo sonriendo.
Me quedé el resto de la tarde con Jacob en la biblioteca buscando lo que andaba buscando y gracias a la ayuda de mi amigo pude encontrar lo que buscaba. Durante la tarde no le envié ningún mensaje a Bella me concentré totalmente en mis estudios, hasta la noche al llegar a mi casa. Ahí al llegar a mi habitación y tirarme en mi cama le llamé.
-¡aló! Bella, mi amor, necesitaba escuchar tu voz- le dije antes de que contestara.
-¡hola! Estaba pensando que ya te habías olvidado de mí, ya que no recibí ningún mensaje durante la tarde- me reprochó escuchando que se reía.
-amor estuve estudiando toda la tarde una materia complicadísima, es algo que sabía pero que me ha costado mucho aprenderla y asimilarla- le dije para que me entendiera.
-no te preocupes Edward, te entiendo, pero te extrañé y te extraño ahora, ¿cómo quisiera que estuvieras aquí junto a mi y poder sentirte, besarte… ¡Edward te amo!- me dijo casi sollozando.
-yo también te extrañé amor, pero debía concentrarme, ¿me entiendes verdad?, yo también extraño tus caricias, tus labios, tu sabor, todo- le dije cerrando los ojos imaginándome a mi novia. -¿Cómo estuvo tu tarde Bella?
-tranquila aunque cuando faltaba poco para terminar mi turno llegaron algunos accidentados y tuve que estar que en urgencia ayudando… ¿Edward? no sé si podré aguantar estos tres días que quedan sin verte- me dijo.
-Bella debes, no puedes romper lo que decidimos por el bien tuyo y mío ya que si me va mal en el examen tendremos que aplazar la boda y todos nuestros planes- le dije.
-Edward perdona, pero sé que me entiendes- el viernes cuando nos veamos te comeré a besos así que apróntate, literalmente te comeré y no responderé de mis actos- me dijo riéndose.
-bueno, si así lo decides, esperaré a mi devoradora y yo haré lo mismo contigo, así que también apróntate mi vida, te comeré a besos y no solo serán en tus suaves labios, te besaré por donde nadie te ha besado amor- le dije con palabras muy apasionadas.
-entonces esperaré con más ansias amor, te dejaré que me devores, tu sabes que soy solo tuya- me dijo picadamente.
-lo sé por eso quiero darme un gustito antes de que nos casemos- le dije sonriéndome y sonrojándome tanto como debía estar ella.
-sueño con el día en que me harás tuya amor, espero poder hacerlo bien y no cometer ningún error cuando me poseas- me dijo tímidamente.
-amor será el día más perfecto y tu lo serás también yo debo hacerlo bien porque si te hago daño o no lo hago como deba, me pesará toda la vida- le dije con preocupación.
Después de hablar, nos despedimos y me propuse dormir, no seguiría con el estudio ya que todo el día había sido bien provechoso. Me quedé pensando en Bella y recordé cuando la toque por primera y única vez en sus partes más intimas. Comencé a excitarme con solo recordar cuan mojada estaba y cuan suave era su pelvis, recordaba cuan suave estaban sus senos y cuan duro eran sus pezones, recordaba cuando gemía con solo besárselos… al pensar en ella sentí mi erección tan grande debajo de mi piyama que no pude dejar de tocarme y comenzar a masturbarme.
Me fui tan rápido que debí levantarme e ir a lavarme la mano y cambiarme de ropa. Pensar en Bella me subía las hormonas y el deseo tan grande de estar con ella. Era la primera vez que me masturbaba despierto, consciente en que estaba haciendo y me pareció muy bueno, me liberé de lo que estaba acumulando y me sentí muy liviano, pensé en mi primera masturbación con la mano de Bella y esa si que fue perfecta aunque la hubiésemos hecho debajo de un árbol y parados. Sin más me quedé dormido.
Pasaron los días restantes y llegó el viernes tan esperado para los dos, ansiaba con verla y tomarla en mis brazos, besarla y mirar sus hermosos ojos. Necesitaba oler sus cabellos, su cuello…la necesitaba cerca de mí.
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BPOV
Después de haber dormido placenteramente pensando en mi Edward me levanté temprano para alcanzar hacer todo antes de irme al hospital. Era lunes y tenía que hacer mi rutina de todos los días, revisando las pautas de los médicos en las salas, ver los nuevos pacientes y dar indicaciones a los nuevos enfermeros en práctica que llegaban cada semana.
Durante la mañana fue tediosa, de un lado para otro, no tuve mucho tiempo de respirar hasta la hora de colación. En ese instante recibí el primer mensaje de Edward, mi corazón latió tan fuerte ya que necesitaba saber de él. Sabía que estaba pensando en mí.
Pasaron los días después de haber hablado con él un día en la noche. Ya me sentía ansiosa durante los días pasaban para que Edward pidiera oficialmente mi mano a mi padre. Lo extrañaba, extrañaba ver sus ojos mirándome y ver su amor por mí. Estaba tan segura que Edward me amaba tanto como yo lo amaba a él. Sabía que me había sacado la lotería al encontrarlo. Sabía que sería la envidia para muchas cuando fuese su mujer, su esposa, su amante.
Sabía que lo ultimo sería solo cuando fuésemos marido y mujer, ya que de alguna forma aunque sabía que el me deseaba tanto como yo a él, el no me haría suya hasta que estuviéramos unidos para toda la vida. Él aunque me deseaba no infringiría sus principios que llevaba desde siempre. A pesar de todo de su juventud era muy conservador. Sabía que yo de alguna manera le había hecho salir de su forma de pensar y de actuar, pero estaba siendo un proceso nuevo para los dos.
Con él me daban ganas de ser osada, de dejar a la Bella tímida, cartuchona (conservadora, tradicionalista) con él podía ser yo misma aunque no sabía que fuese así tan hormonal. De alguna forma me daba vergüenza pensar que era como una ninfómana. Pero lo era solo con mi novio, solo con él me daban ganas de tomarlo y de hacerlo mío.
Extrañé sus labios toda la semana pero llegó el día en que nos veríamos después de una semana llena de trabajo y estudio. Añoraba verlo y estar entre sus brazos, solo esperaba la hora en que vendría a la casa para verme…
pondré el proximo este fin de semana....eso espero jejej
Atal- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
gracias atal ahorita me lo leo y no como cres si te extrañamos mucho...
me encanto el capitulo espero con ancias el proximo donde edward y bella se vana rencontrar hasta luego y sige asi atal vas muy bien
besitos para todas en especial para ti atal
adiosito
me encanto el capitulo espero con ancias el proximo donde edward y bella se vana rencontrar hasta luego y sige asi atal vas muy bien
besitos para todas en especial para ti atal
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EDITADO
RECUERDA QUE NO SE PUEDEN HACER DOBLES POSTEOS
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
amiga q buenbo que te aya gustado este cap... el proximo lo pondre este fin de semana, besitos
gracias por ser tan fiel a mis fic jejej
gracias por ser tan fiel a mis fic jejej
Atal- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
no te mato por la espera porque nada mas llegas y me plantas un cap que si no ??.........es broma guapa
se te ha hechado mucho de menos ,espero que lo hayas pasado muy bien en las vacaciones
y el cap me ha encantado yo creo que el dia que estos dos tengan su primera vez mejor llamar a los bomberos que esten cerca porque va ha arder la habitacion
se te ha hechado mucho de menos ,espero que lo hayas pasado muy bien en las vacaciones
y el cap me ha encantado yo creo que el dia que estos dos tengan su primera vez mejor llamar a los bomberos que esten cerca porque va ha arder la habitacion
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
bueno en realidad he pensado mucho en como va hacer jejej pero hay que recordar que los dos son primerizos y que quizas sea un poco cómico jejej bueno en realidad aun no se como va hacer pero espero que les guste lo que escriba... besitos
Atal- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
seguro que lo que escribas seras genial ...........ya estoy deseando leerlo besitos
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
Capítulo 17: “Durante la espera”
EPOV
Después de haber pasado una semana de estudio y de ansias de ver a mi novia, por fin llegó el fin de semana y concretar nuestras intensiones de unirnos como marido y mujer en un tiempo más.
Necesitábamos tener la aprobación de nuestros padres, ya la teníamos la de nuestra familia, pero faltaba la de Charlie.
Había estudiado toda la mañana y parte de la tarde hasta la hora de la salida de Bella. Me aliste para ir a buscarla al trabajo. Me di un baño, me cambie de ropa y me dirigí al hospital, en camino pare y compré una flor.
Llegué al estacionamiento y ahí estaba ella, me esperaba con ansias en su mirar. Me bajé como pude tan rápido y me fui donde ella y la tomé en mis brazos y la abracé tan fuerte a mí para sentirla después de una larga semana sin estar con ella, la bajé y nos dimos un beso tierno e inocente.
-¡Oh Bella, cuanto te extrañé! No sabes las ganas que tenía de verte y tenerte en mis brazos-
-¡Edward, yo también te extrañé1- Bella me dijo besando mi pecho encima de mi camisa.
-te traje esta flor- se la entregué.
-Gracias amor, esta muy linda- Bella la recibió y me dio un beso un poco mas apasionado. -¿dónde me llevarás?
-Bueno, vamos a ir a Seattle, reservé una mesa en un restorán italiano, así que vamos ya- Le dije tomándola de la mano llevándola al auto para irnos.
-¡mmm que rico! ¡me encanta la comida italiana!- Bella estaba tan emocionada.
Nos subimos a mi auto y arrancamos. Bella estaba tan emocionada que durante el camino me llevó abrasado, sin soltarme, en algunos momentos pensaba que estaba durmiendo porque estaba tan apagada a mi pecho que me percaté que estaba así para olerme.
La sensación de tenerla tan cerca mi cuerpo estaba lleno de estremecimiento, me estaba controlando de parar el auto y tomarla ahí mismo sin importar donde estábamos y sin esperar, pero mis pensamientos se aclaraban y mis emociones se tranquilizaban cuando me venían a mi mente la imagen de Bella entrando con la vista en frente en la Iglesia con su vestido blanco.
No es que fuera tradicionalista, solo era que siempre había soñado casarme y ser de una mujer para siempre. Cuando conocí a Bella supe inmediatamente que era ella, la que añoraba mi corazón.
Me contuve y seguimos rumbo a nuestro destino. Llegamos he hicimos nuestros pedidos y tuvimos una velada muy hermosa, contándonos lo que había sido nuestra semana separados, aunque ya lo sabíamos por tantos mensajes y llamadas telefónicas.
Al terminar, pagué la cuenta y nos fuimos a caminar por la ciudad.
-¿Bella? –
-¿qué amor?-
-¿por qué quieres casarte conmigo?- pregunté mirándola fijamente a los ojos.
-¿Por qué crees?- contestó Bella
-no me respondas con otra pregunta amor- dije acariciando su mejilla con el pulgar de mano derecha.
-me quiero casar contigo porque te amo, porque quiero pasar mis días junto a ti, porque quiero que seas el padre de mis hijos y porque cuando te vi por primera vez supe que serías mío, solo mío para siempre- dijo Bella mirándome y apegándose más a mí tomándome del cuello y enrollándose a él fuertemente.
-¡oh Bella cuánto te amo!- la abracé y la besé.
-¿Edward? Mañana será nuestro compromiso oficial ante nuestras familias, ¿estás seguro que quieres casarte en dos meses más o deseas esperar?- pregunto Bella con duda en sus palabras.
-¿amor porqué preguntas eso? ¡claro que quiero casarme en dos meses más! No aguantaría más tiempo estar sin ti, no pienses nunca que debo posponer nuestra unión porque estarías en un error- -mañana será nuestro compromiso y llegará el día que formaremos una hogar y después una familia ¿ok?-
-ok Edward, solo que me imagino que te habrán dicho que es muy apresurado nuestra decisión-
-No, pero lo piensan, sobre todo Jack, hablé con él ayer, le conté nuestra decisión y nos apoya- le dije alegremente.
-Edward no quiero que cometamos algo a tontas y a locas- dijo Bella.
-Bella no te preocupes, estoy seguro de lo que vamos hacer y me imagino que tu también estas segura- le pregunté tomándola de la barbilla dejándole un beso suavemente en sus labios.
-Claro que estoy completamente segura, solo que he pensado algunas cosas como el tiempo en que nos conocemos y el tiempo que llevamos junto y me hace dudar de esta decisión, pero no hay nada más que deseo en el mundo en ser tu esposa y amarte para siempre- me besó apasionadamente.
Estuvimos caminando por un buen tiempo tomados de la mano, era perfecta, su sonrisa, sus ojos, su mirada penetrante que clavaba en mi corazón y en mis pensamientos, sus labios que me enloquecían al tocar los míos, la amaba tanto que ninguna mujer se el comparaba.
Esa noche extrañé sus manos traviesas, pero era mejor así o si no podríamos cometer una tontería dejándonos llevar por nuestras hormonas.
Antes de despedirnos fuera de su casa, aun en estando en el auto, nos besamos tan apasionadamente que mi cuerpo reaccionó inmediatamente a sus exquisitos labios y su suave lengua que me devoraba todo lo que encontraba a su camino, antes de llegar a mi miembro debí ser el cruel de la situación y hacer que el momento glorioso que tendría llegara hasta allí. La deseaba tanta pero no era el momento, ya era tarde y no quería tener problemas con mi suegro.
Así que la separé y la besé en sus labios, y me bajé del carro como pude sintiendo el dolor en mi miembro por estar tan erecto, hice que bajara del auto y me despedí.
-hasta mañana amor, mañana será un día especial- le dije tomándola de la cintura acariciando su rostro.
-ok amor, mañana nos veremos, pero no quiero esperar verte hasta la tarde, así que ven a buscarme temprano, no soporto un día sin ti, menos un día en que podemos estar juntos-
-ok te vengo a buscar temprano, pero debes estar lista- me sonreí y besé su frente.
La dejé ir y subí al carro, me dolía dejarla ir, pero sabía que solo era por la noche, mi problema ya había desaparecido aunque sabía que no podía seguir así o con el tiempo tendría problemas en la próstata. Pasaron las horas de sueño y llegó el gran día.
Desperté tempranísimo y la fui a buscar, pasamos un mañana y una tarde hermosa, tranquila un poco melosa pero no mas allá de lo normal, ya me estaba acostumbrando a que cuando estaba con Bella mi cuerpo reaccionara y estuviera excitado todo el tiempo.
Solo que esta tarde ya no podía aguantar más, estábamos en mi pieza esperando la hora de que llegara mi suegro para la cena cuando tomé a Bella de la cintura y tome una de sus manos, quería que me tocara y pudiera liberarme del dolor que durante todo el día lo había sentido.
Bella me miró con picardía y cedió inmediatamente y supo lo que deseaba, sentí su mano bajar por mi vientre y desabrochar mi cinturón y el cierre de mi pantalón, no dejaba de besarme en mis labios, pero su mano era magistral, sentí mi liberación fuera de mi bóxer y como su mano lo acariciaba, se sentía tan placentero, gemía cada vez que su delicada mano pero apretaba mi erección y subía y bajaba.
Bella dejo mis labios y me miró como pidiendo permiso para lo que vendría.
-Bella no debes si no quieres- le dije con voz entre cortada sabiendo cuales eran sus intensiones.
-quiero, por eso no te preocupes, ven- tomó mi mano y me hizo recostar en la cama, mi erección era tremenda.
Bella se agachó y comenzó a besar mi vientre, hizo un camino con su lengua hasta llegar a mi pelvis, comenzó a jugar con mi vello púvico mirándome para arriba, yo gemía de tanto placer que me estaba provocando.
No aguantaba más sentir sus boca en mi miembro, así que la tome de la cabeza y la empujé hacia abajo, haciendo con esto que se diera cuanta de mis intenciones. Sin más Bella tomó mi miembro con su mano y la comenzó a besar con labios, comenzó por la cabeza haciendo círculos con su lengua, me sentía en cielo, no podía hablar nada, no me salín palabras por tanto placer.
Bella era magnífica, tragaba entero mi pene y lo sacaba de su boca, era su caramelo más preciado, el vaivén de su boca me tenía loco, ya no aguantaba más ya que sus movimientos eran más rápidos y ya estaba listo para acabar, pero no quería hacerlo en su cara, así que la aparte y la traje a mi boca mientras su mano seguía con el vaivén, yo se la tomé por encima y la ayudé, no dejaba de besarla, de mirarla cuando acabé en nuestras manos.
El placer que me había brindado no se comparaba con nada, eso me hizo pensar que ella también necesitaba brindarle placer, pero tendríamos que esperar, ya era la hora de la cena y Charlie estaba por llegar en cualquier momento.
-Bella, amor, gracias, no sabes como me siento, creo que te debo una- le dije besándola.
-Edward, no te preocupes, yo soy feliz con hacerte feliz- me dijo abrasándome- eres riquísimo, tu sabor desde hoy será mi preferido con el sabor de tu boca- se sonrió.
-Bella amor, ya te probaré, y después de tu boca también será mi sabor preferido- le dije.
-¿y si no te gusta mi sabor?- me dijo sonrojándose.
-si tu boca es exquisita todo tu cuerpo lo es también- le dije cerrándole un ojo- ya es tiempo que bajemos para la cena, creo que tu padre ya llegó.
-ok, pero debes cambiarte pantalones, ya que se ensuciaron- me dijo riéndose.
-si lo haré, me cambio y bajamos- le dije besándola.
Me cambié y bajamos…
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BPOV
Ya había terminado mi turno y me dispuse a esperar a Edward fuera del hospital, sabía que en cualquier momento llegaría, y fue así, se bajó de su Volvo plateado y llegó a mí tan rápido me tomó de la cintura y me levantó abrasándome tan fuerte, lo besé tiernamente con besos castos.
Lo deseaba tanto estar con él, y estaba feliz por haber llegado al día de verlo después de una semana. De pronto sacó detrás de su pantalón una flor de color roja, él sabía que me gustaban las flores, me encantó su detalle. Él era tan perfecto, se preocupaba de los más mínimos detalles.
Me tomó de la mano y llevó al carro, me dijo que iríamos a comer comida italiana a la ciudad de Seattle, durante el camino no dijimos mucho, yo me fui en sus brazos apoyándome en su pecho, parecía lapa tan apegada que estaba, pero me gustaba estar así ya que podía absorber todo su aroma.
Sentía como se estremecía, yo lo hacía a propósito, pero me encantaba su olor. Llegamos a nuestro destino, comimos y después nos fuimos tomados de la mano a caminar por la ciudad, era tan romántico estar a su lado y sentir como su mano estaba entrelazada con la mía y que sentía como emanaba el amor de él hacia mí.
Edward comenzó a preguntarme porqué quería casarme con él, me pareció extraño su pregunta porque sabía cuanto lo amaba y cuanto añoraba estar junto a él. Pero le contesté, sentí en él un poco de duda en la decisión que habíamos tomado de unirnos en matrimonio.
Estuvimos conversando un buen rato sobre eso y llegamos a la conclusión que era lo mejor para los dos, nos amábamos y eso era lo que importaba.
Después nos fuimos a mi casa, al llegar nos quedamos un buen rato ahí, besándonos y acariciándonos sutilmente, pero a pesar de eso sentí a Edward que estaba erecto, sentí su dureza al rozarle con mi brazo, el pobre aguantaba mucho y solo quería no dejarlo así pero de pronto se dio cuanto de mis intensiones y me separó sutilmente y bajó del carro.
Me abrió y me hizo bajar, le abracé y lo besé le pedí que me viniera a buscar temprano ya que no quería estar tanto tiempo sin él. Él acepto mi propuesta y se despidió. Me dolió verle así tan excitado, yo me había dejado hacer nada para liberarle de esa presión que llevaba dentro de sus pantalones. Edward reaccionaba a cada caricia que le daba y eso me enloquecía ya que él no sabía que él provocaba lo mismo y que junto a él estaba húmeda todo el tiempo.
Se fue y después que salude y me despedí de mi padre me fui a mi dormitorio, no aguantaba, comencé a tocarme imaginándome que era Edward el que lo hacía, me desabroché mi blusa y toqué mis senos que ya estaban duros desde hace rato, después bajé mis pantalones y me tiré en mi cama, solo estaba con mis bragas y sentía lo mojada que estaban, así me dejaba Edward cada vez que estábamos juntos, no aguantaba más y comencé a tocarme, mi vello púvico era suave y sentía como mi vulva palpitaba, no aguanté más y me saque mis bragas e introduje un dedo buscando mi clítoris y comencé a sobarlo en forma circular, toqué mis pliegues y se sentía muy bien, mi humedad era mucha y no aguanté y sin pensarlo dos veces metí un dedo en mi orificio, comencé un vaivén con él como si fuera el pene de mi novio, aunque sabía que así no era su tamaño original, con solo pensar en el día en que Edward me follara y me hiciera el amor y lo tuviera dentro a pesar que sabía que sería diferente, tuve un orgasmo placentero con mi dedo del medio, no quise poner otro porque no quise experimentar más, después de seguir con mi dedo llegue al clímax y tuve que aguantar no gritar de placer para que Charlie no me sintiera.
Me puse el piyama y me quedé rendida a Morfeo pensando en mi novio y en el día que nos esperaba mañana.
Desperté y me duché, me vestí comencé a esperar, en eso sentí el volvo de mi novio y me fui con él. Fue una mañana muy linda, con estar con él era maravilloso, almorzamos comida chatarra y nos fuimos a mi casa para pasar un rato solos sin que nadie nos molestara pata esperar el momento de la cena con nuestras familias.
Al llegar no había nadie, aunque ya la cena estaba casi lista por lo menos se veía que estaba todo a medias listo para la noche, nos fuimos a su recamara, puso música y nos pusimos a bailar, en eso comenzó a sonar una melodía lenta y me tomó de la cintura y me allegó a él, me presionó fuertemente y sentí como estaba de duro, me di cuanta que él quería que lo sintiera, me besó con desesperación y tomó un de mis manos y me la llevó encima de su miembro.
Me sorprendió su dureza, y le miré como diciendo si estaba seguro de lo que me estaba pidiendo, bajé mi mano por su vientre y le desabroché su cinturón y su pantalón , sin dejar de besarlo saque su miembro con mi mano y comencé acariciarlo y apretarlo. Sentía gemir a mi novio como nunca.
Le tomé de la mano y lo dejé en la cama mientras le bajaba aun más su bóxer, levanté su camisa para así devorar su vientre y bajar con mi lengua hasta su vello, comencé a jugar con él cuando de pronto sentí las manos de Edward empujando mi cabeza más abajo, sabía lo que quería y yo lo complací, verlo tan grande y duro y muy erecto comencé a besarlo por la punta, tenía un sabor dulce era suave, sentía como palpitaba en mis labios y mi mano que lo sujetaba.
Lo saboreé tanto que me provocaba tanta emoción sentir Edward tan excitado que comencé con el vaivén de entrar y salir de mi boca su hermoso pene. Cada vez era más rápido junto con mis manos, hasta que de pronto cuando me percaté que estaba por venirse, Edward me tomó y me acercó a su rostro y me besó, yo no saqué mi mano de su miembro y en eso sentí que él ponía su mano sobre la mía y me ayudó a terminar, se vino encima de nuestra manos, era un líquido acuoso, tibio. Pero agradable.
Comencé a sonreír y le miré a sus hermosos ojos, y le dije que tendría que cambiarse ya que había ensuciado el pantalón. Me dio la gracias por lo había hecho, y me dijo que después le tocaba a él probarme, me sonrojé.
Lo hizo y cuando estaba listo bajamos para la cena ya que mi padre ya había llegado.
Después de haber pasado una semana de estudio y de ansias de ver a mi novia, por fin llegó el fin de semana y concretar nuestras intensiones de unirnos como marido y mujer en un tiempo más.
Necesitábamos tener la aprobación de nuestros padres, ya la teníamos la de nuestra familia, pero faltaba la de Charlie.
Había estudiado toda la mañana y parte de la tarde hasta la hora de la salida de Bella. Me aliste para ir a buscarla al trabajo. Me di un baño, me cambie de ropa y me dirigí al hospital, en camino pare y compré una flor.
Llegué al estacionamiento y ahí estaba ella, me esperaba con ansias en su mirar. Me bajé como pude tan rápido y me fui donde ella y la tomé en mis brazos y la abracé tan fuerte a mí para sentirla después de una larga semana sin estar con ella, la bajé y nos dimos un beso tierno e inocente.
-¡Oh Bella, cuanto te extrañé! No sabes las ganas que tenía de verte y tenerte en mis brazos-
-¡Edward, yo también te extrañé1- Bella me dijo besando mi pecho encima de mi camisa.
-te traje esta flor- se la entregué.
-Gracias amor, esta muy linda- Bella la recibió y me dio un beso un poco mas apasionado. -¿dónde me llevarás?
-Bueno, vamos a ir a Seattle, reservé una mesa en un restorán italiano, así que vamos ya- Le dije tomándola de la mano llevándola al auto para irnos.
-¡mmm que rico! ¡me encanta la comida italiana!- Bella estaba tan emocionada.
Nos subimos a mi auto y arrancamos. Bella estaba tan emocionada que durante el camino me llevó abrasado, sin soltarme, en algunos momentos pensaba que estaba durmiendo porque estaba tan apagada a mi pecho que me percaté que estaba así para olerme.
La sensación de tenerla tan cerca mi cuerpo estaba lleno de estremecimiento, me estaba controlando de parar el auto y tomarla ahí mismo sin importar donde estábamos y sin esperar, pero mis pensamientos se aclaraban y mis emociones se tranquilizaban cuando me venían a mi mente la imagen de Bella entrando con la vista en frente en la Iglesia con su vestido blanco.
No es que fuera tradicionalista, solo era que siempre había soñado casarme y ser de una mujer para siempre. Cuando conocí a Bella supe inmediatamente que era ella, la que añoraba mi corazón.
Me contuve y seguimos rumbo a nuestro destino. Llegamos he hicimos nuestros pedidos y tuvimos una velada muy hermosa, contándonos lo que había sido nuestra semana separados, aunque ya lo sabíamos por tantos mensajes y llamadas telefónicas.
Al terminar, pagué la cuenta y nos fuimos a caminar por la ciudad.
-¿Bella? –
-¿qué amor?-
-¿por qué quieres casarte conmigo?- pregunté mirándola fijamente a los ojos.
-¿Por qué crees?- contestó Bella
-no me respondas con otra pregunta amor- dije acariciando su mejilla con el pulgar de mano derecha.
-me quiero casar contigo porque te amo, porque quiero pasar mis días junto a ti, porque quiero que seas el padre de mis hijos y porque cuando te vi por primera vez supe que serías mío, solo mío para siempre- dijo Bella mirándome y apegándose más a mí tomándome del cuello y enrollándose a él fuertemente.
-¡oh Bella cuánto te amo!- la abracé y la besé.
-¿Edward? Mañana será nuestro compromiso oficial ante nuestras familias, ¿estás seguro que quieres casarte en dos meses más o deseas esperar?- pregunto Bella con duda en sus palabras.
-¿amor porqué preguntas eso? ¡claro que quiero casarme en dos meses más! No aguantaría más tiempo estar sin ti, no pienses nunca que debo posponer nuestra unión porque estarías en un error- -mañana será nuestro compromiso y llegará el día que formaremos una hogar y después una familia ¿ok?-
-ok Edward, solo que me imagino que te habrán dicho que es muy apresurado nuestra decisión-
-No, pero lo piensan, sobre todo Jack, hablé con él ayer, le conté nuestra decisión y nos apoya- le dije alegremente.
-Edward no quiero que cometamos algo a tontas y a locas- dijo Bella.
-Bella no te preocupes, estoy seguro de lo que vamos hacer y me imagino que tu también estas segura- le pregunté tomándola de la barbilla dejándole un beso suavemente en sus labios.
-Claro que estoy completamente segura, solo que he pensado algunas cosas como el tiempo en que nos conocemos y el tiempo que llevamos junto y me hace dudar de esta decisión, pero no hay nada más que deseo en el mundo en ser tu esposa y amarte para siempre- me besó apasionadamente.
Estuvimos caminando por un buen tiempo tomados de la mano, era perfecta, su sonrisa, sus ojos, su mirada penetrante que clavaba en mi corazón y en mis pensamientos, sus labios que me enloquecían al tocar los míos, la amaba tanto que ninguna mujer se el comparaba.
Esa noche extrañé sus manos traviesas, pero era mejor así o si no podríamos cometer una tontería dejándonos llevar por nuestras hormonas.
Antes de despedirnos fuera de su casa, aun en estando en el auto, nos besamos tan apasionadamente que mi cuerpo reaccionó inmediatamente a sus exquisitos labios y su suave lengua que me devoraba todo lo que encontraba a su camino, antes de llegar a mi miembro debí ser el cruel de la situación y hacer que el momento glorioso que tendría llegara hasta allí. La deseaba tanta pero no era el momento, ya era tarde y no quería tener problemas con mi suegro.
Así que la separé y la besé en sus labios, y me bajé del carro como pude sintiendo el dolor en mi miembro por estar tan erecto, hice que bajara del auto y me despedí.
-hasta mañana amor, mañana será un día especial- le dije tomándola de la cintura acariciando su rostro.
-ok amor, mañana nos veremos, pero no quiero esperar verte hasta la tarde, así que ven a buscarme temprano, no soporto un día sin ti, menos un día en que podemos estar juntos-
-ok te vengo a buscar temprano, pero debes estar lista- me sonreí y besé su frente.
La dejé ir y subí al carro, me dolía dejarla ir, pero sabía que solo era por la noche, mi problema ya había desaparecido aunque sabía que no podía seguir así o con el tiempo tendría problemas en la próstata. Pasaron las horas de sueño y llegó el gran día.
Desperté tempranísimo y la fui a buscar, pasamos un mañana y una tarde hermosa, tranquila un poco melosa pero no mas allá de lo normal, ya me estaba acostumbrando a que cuando estaba con Bella mi cuerpo reaccionara y estuviera excitado todo el tiempo.
Solo que esta tarde ya no podía aguantar más, estábamos en mi pieza esperando la hora de que llegara mi suegro para la cena cuando tomé a Bella de la cintura y tome una de sus manos, quería que me tocara y pudiera liberarme del dolor que durante todo el día lo había sentido.
Bella me miró con picardía y cedió inmediatamente y supo lo que deseaba, sentí su mano bajar por mi vientre y desabrochar mi cinturón y el cierre de mi pantalón, no dejaba de besarme en mis labios, pero su mano era magistral, sentí mi liberación fuera de mi bóxer y como su mano lo acariciaba, se sentía tan placentero, gemía cada vez que su delicada mano pero apretaba mi erección y subía y bajaba.
Bella dejo mis labios y me miró como pidiendo permiso para lo que vendría.
-Bella no debes si no quieres- le dije con voz entre cortada sabiendo cuales eran sus intensiones.
-quiero, por eso no te preocupes, ven- tomó mi mano y me hizo recostar en la cama, mi erección era tremenda.
Bella se agachó y comenzó a besar mi vientre, hizo un camino con su lengua hasta llegar a mi pelvis, comenzó a jugar con mi vello púvico mirándome para arriba, yo gemía de tanto placer que me estaba provocando.
No aguantaba más sentir sus boca en mi miembro, así que la tome de la cabeza y la empujé hacia abajo, haciendo con esto que se diera cuanta de mis intenciones. Sin más Bella tomó mi miembro con su mano y la comenzó a besar con labios, comenzó por la cabeza haciendo círculos con su lengua, me sentía en cielo, no podía hablar nada, no me salín palabras por tanto placer.
Bella era magnífica, tragaba entero mi pene y lo sacaba de su boca, era su caramelo más preciado, el vaivén de su boca me tenía loco, ya no aguantaba más ya que sus movimientos eran más rápidos y ya estaba listo para acabar, pero no quería hacerlo en su cara, así que la aparte y la traje a mi boca mientras su mano seguía con el vaivén, yo se la tomé por encima y la ayudé, no dejaba de besarla, de mirarla cuando acabé en nuestras manos.
El placer que me había brindado no se comparaba con nada, eso me hizo pensar que ella también necesitaba brindarle placer, pero tendríamos que esperar, ya era la hora de la cena y Charlie estaba por llegar en cualquier momento.
-Bella, amor, gracias, no sabes como me siento, creo que te debo una- le dije besándola.
-Edward, no te preocupes, yo soy feliz con hacerte feliz- me dijo abrasándome- eres riquísimo, tu sabor desde hoy será mi preferido con el sabor de tu boca- se sonrió.
-Bella amor, ya te probaré, y después de tu boca también será mi sabor preferido- le dije.
-¿y si no te gusta mi sabor?- me dijo sonrojándose.
-si tu boca es exquisita todo tu cuerpo lo es también- le dije cerrándole un ojo- ya es tiempo que bajemos para la cena, creo que tu padre ya llegó.
-ok, pero debes cambiarte pantalones, ya que se ensuciaron- me dijo riéndose.
-si lo haré, me cambio y bajamos- le dije besándola.
Me cambié y bajamos…
*****************************************************************************************
BPOV
Ya había terminado mi turno y me dispuse a esperar a Edward fuera del hospital, sabía que en cualquier momento llegaría, y fue así, se bajó de su Volvo plateado y llegó a mí tan rápido me tomó de la cintura y me levantó abrasándome tan fuerte, lo besé tiernamente con besos castos.
Lo deseaba tanto estar con él, y estaba feliz por haber llegado al día de verlo después de una semana. De pronto sacó detrás de su pantalón una flor de color roja, él sabía que me gustaban las flores, me encantó su detalle. Él era tan perfecto, se preocupaba de los más mínimos detalles.
Me tomó de la mano y llevó al carro, me dijo que iríamos a comer comida italiana a la ciudad de Seattle, durante el camino no dijimos mucho, yo me fui en sus brazos apoyándome en su pecho, parecía lapa tan apegada que estaba, pero me gustaba estar así ya que podía absorber todo su aroma.
Sentía como se estremecía, yo lo hacía a propósito, pero me encantaba su olor. Llegamos a nuestro destino, comimos y después nos fuimos tomados de la mano a caminar por la ciudad, era tan romántico estar a su lado y sentir como su mano estaba entrelazada con la mía y que sentía como emanaba el amor de él hacia mí.
Edward comenzó a preguntarme porqué quería casarme con él, me pareció extraño su pregunta porque sabía cuanto lo amaba y cuanto añoraba estar junto a él. Pero le contesté, sentí en él un poco de duda en la decisión que habíamos tomado de unirnos en matrimonio.
Estuvimos conversando un buen rato sobre eso y llegamos a la conclusión que era lo mejor para los dos, nos amábamos y eso era lo que importaba.
Después nos fuimos a mi casa, al llegar nos quedamos un buen rato ahí, besándonos y acariciándonos sutilmente, pero a pesar de eso sentí a Edward que estaba erecto, sentí su dureza al rozarle con mi brazo, el pobre aguantaba mucho y solo quería no dejarlo así pero de pronto se dio cuanto de mis intensiones y me separó sutilmente y bajó del carro.
Me abrió y me hizo bajar, le abracé y lo besé le pedí que me viniera a buscar temprano ya que no quería estar tanto tiempo sin él. Él acepto mi propuesta y se despidió. Me dolió verle así tan excitado, yo me había dejado hacer nada para liberarle de esa presión que llevaba dentro de sus pantalones. Edward reaccionaba a cada caricia que le daba y eso me enloquecía ya que él no sabía que él provocaba lo mismo y que junto a él estaba húmeda todo el tiempo.
Se fue y después que salude y me despedí de mi padre me fui a mi dormitorio, no aguantaba, comencé a tocarme imaginándome que era Edward el que lo hacía, me desabroché mi blusa y toqué mis senos que ya estaban duros desde hace rato, después bajé mis pantalones y me tiré en mi cama, solo estaba con mis bragas y sentía lo mojada que estaban, así me dejaba Edward cada vez que estábamos juntos, no aguantaba más y comencé a tocarme, mi vello púvico era suave y sentía como mi vulva palpitaba, no aguanté más y me saque mis bragas e introduje un dedo buscando mi clítoris y comencé a sobarlo en forma circular, toqué mis pliegues y se sentía muy bien, mi humedad era mucha y no aguanté y sin pensarlo dos veces metí un dedo en mi orificio, comencé un vaivén con él como si fuera el pene de mi novio, aunque sabía que así no era su tamaño original, con solo pensar en el día en que Edward me follara y me hiciera el amor y lo tuviera dentro a pesar que sabía que sería diferente, tuve un orgasmo placentero con mi dedo del medio, no quise poner otro porque no quise experimentar más, después de seguir con mi dedo llegue al clímax y tuve que aguantar no gritar de placer para que Charlie no me sintiera.
Me puse el piyama y me quedé rendida a Morfeo pensando en mi novio y en el día que nos esperaba mañana.
Desperté y me duché, me vestí comencé a esperar, en eso sentí el volvo de mi novio y me fui con él. Fue una mañana muy linda, con estar con él era maravilloso, almorzamos comida chatarra y nos fuimos a mi casa para pasar un rato solos sin que nadie nos molestara pata esperar el momento de la cena con nuestras familias.
Al llegar no había nadie, aunque ya la cena estaba casi lista por lo menos se veía que estaba todo a medias listo para la noche, nos fuimos a su recamara, puso música y nos pusimos a bailar, en eso comenzó a sonar una melodía lenta y me tomó de la cintura y me allegó a él, me presionó fuertemente y sentí como estaba de duro, me di cuanta que él quería que lo sintiera, me besó con desesperación y tomó un de mis manos y me la llevó encima de su miembro.
Me sorprendió su dureza, y le miré como diciendo si estaba seguro de lo que me estaba pidiendo, bajé mi mano por su vientre y le desabroché su cinturón y su pantalón , sin dejar de besarlo saque su miembro con mi mano y comencé acariciarlo y apretarlo. Sentía gemir a mi novio como nunca.
Le tomé de la mano y lo dejé en la cama mientras le bajaba aun más su bóxer, levanté su camisa para así devorar su vientre y bajar con mi lengua hasta su vello, comencé a jugar con él cuando de pronto sentí las manos de Edward empujando mi cabeza más abajo, sabía lo que quería y yo lo complací, verlo tan grande y duro y muy erecto comencé a besarlo por la punta, tenía un sabor dulce era suave, sentía como palpitaba en mis labios y mi mano que lo sujetaba.
Lo saboreé tanto que me provocaba tanta emoción sentir Edward tan excitado que comencé con el vaivén de entrar y salir de mi boca su hermoso pene. Cada vez era más rápido junto con mis manos, hasta que de pronto cuando me percaté que estaba por venirse, Edward me tomó y me acercó a su rostro y me besó, yo no saqué mi mano de su miembro y en eso sentí que él ponía su mano sobre la mía y me ayudó a terminar, se vino encima de nuestra manos, era un líquido acuoso, tibio. Pero agradable.
Comencé a sonreír y le miré a sus hermosos ojos, y le dije que tendría que cambiarse ya que había ensuciado el pantalón. Me dio la gracias por lo había hecho, y me dijo que después le tocaba a él probarme, me sonrojé.
Lo hizo y cuando estaba listo bajamos para la cena ya que mi padre ya había llegado.
Les dejo este capítulo como lo prometí
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
no atal su primera vez tiene ke ser memorable y solo como tu sabes escribir ya me la estoy imaginando va arder troya ese dia me encanto tu capitulo y espero con ancias el proximo
besitos para toda
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alejandra_vazquez88- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
coincido completamente con Bella .......su primera vez tiene que ser memorable y tu Atal estoy segura que nos la vas ha dar
uffff que capitulo me encanto ....siempre me dejas con ganas de mas lo espero
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
jajaj sorry chicas, este capitulo lo termine solo hoy .... espero mañana este inspirada y me fluyan las ideas, ahora viene la cena y otras cositas más jejeje esperen con paciencia :)
Atal- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
ok ok atal no te preocupes espero ke te llege mucha inspiracion y aqui te estaremos esperando con ancias
alejandra_vazquez88- .
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
ok amiga...solo esperen...espero no desilucionar con su primera vez pero recuerden q son virgenes los jiji aunque con lo q han echo hasta ahora no es lo mismo, creo jijij
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
tranquila te esperamos lo que haga falta porque su primera vez es especial ........ahunque tienen las hormonas todas locas no se que va ha salir de ese momento y mas como dices siendo virgenes
a si que paciencia xole .........Atal tomate tu tiempo y hasta el proximo
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Re: Todo a su tiempo (+18) Completo
jejej ok ya me fluirá el momento jejej
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