Conectarse
Últimos temas
Un amor en 1920 (Completo)
+7
cecilia reyes
Atal
vaneian08
Irina Denali
Citly Patzz
Rinoa Hearthilly
Bbra
11 participantes
Página 2 de 6.
Página 2 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Un amor en 1920 (Completo)
eres un avion yuli jajajaja ya dije el siguiente para el domingo, publiq 2 hoy
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
Tu historia es presiosa te FELICITO ojala publiques otro capitulo pronto
vaneian08- .
- Cantidad de envíos : 59
Fecha de nacimiento : 27/06/1982
Edad : 42
Empleo /Ocio : estudiante
Mini-Blog : bueno
Puntos : 62
Fecha de inscripción : 28/07/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
gracias linda pero la historia no es mia
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
hoala hermanita hermosa es hora de que cumplas tu promesa el otro capitulo jajajaja otro otrro otro otro
jajajaja mentiras publicalo cuando quieras haci esta que me muerda un codo
jajajaja mentiras publicalo cuando quieras haci esta que me muerda un codo
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
jejejeje lo prometido es deuda aqui esta el siguiente cap
“El trabajo mejor pagado”:
Debo decir que han sucedido cosas bastante extrañas pero agradables, ha pasado una semana desde que Edward me trajo de vuelta cuando Carlisle me dejo sola, ha pasado una semana en la que Edward no a dicho ninguna pesadez, ya que ahora simplemente me ignora, la verdad es que no se cual de las dos es mejor, pero el simple hecho de que no sea hiriente ya mejora mi ánimo.
Por las tardes Carlisle me seguía enseñando a cabalgar, aunque yo prefería de la manera tradicional, bueno tradicional para un hombre, es decir, con una pierna a cada lado, Carlisle decidió también enseñarme de la manera tradicional para una señorita, es decir, sentada de lado, con ambas piernas a un costado, lo cual era sumamente complicado, pero debía hacerlo ya que si alguien comentaba que me veían pasear a caballo debía mostrarle a mi padre de la mejor manera en la que me habían enseñado.
Mis días prácticamente la pasaba en casa de los Cullen, solo llegaba a la mía para dormir. Esme me aseguro que era bienvenida por “todos”. Alice siempre encontraba algo con que podría entretenerme, aunque la mayor parte del tiempo ayudábamos a la boda. Días después de mi llegada Emmett me presento a su novia, Rosalie, poseedora de una belleza deslumbrante, pero sobre todo es muy dulce, en general como todos los de la familia Cullen. Pasábamos parte del día eligiendo colores para decorar la pequeña recepción, algunas comidas, y lo peor, los vestidos, bueno en realidad Alice y Rosalie, yo solo asentía por cortesía ya que lo mío no era mucho lo de la moda, yo quería salir y hacer actividad al aire libre, aprovechar mis días sin tener a mi padre encima. Recuerdo que esa tarde, cuando estábamos en la mesa almorzando, Esme le comentaba a Carlisle que la señora encargada de ciertos labores de los animales se encontraba enferma con alguna especie de virus, así que no podía debía acercarse a los animales para prevenir algún contagio, por ende tendría que ir ella, Carlisle era capataz de mi padre, brazo derecho de los negocios del campo y Esme mi niñera así que ellos no se relacionaban directamente con los trabajos forzados, pero si podían ayudar en algo lo hacían. Cuando escuche cuando Esme le comentaba esto a Carlisle no pude evitar meterme.
-Esme, habría alguna posibilidad de poder acompañarte- de reojo pude ver la mirada de Alice y Rosalie –No es que no me divierta con las chicas, pero quisiera estar más al aire libre, quizás aprender de otras cosas que con mi papá a mi lado no podría a serlo - sentía la mirada de todos, pero lejos la que más me agrado fue la de Edward, que parecía como si se estuviese riendo.
-Cariño, no tengo problemas en llevarte conmigo, pero no creo que sea conveniente, tendré que madrugar y además no creo que entiendas los trabajos que tengo que hacer.
-Esme por favor no me subestimes como toda la gente que conozco, puedo madrugar y trabajar, me tendrás que enseñar eso si pero prometo poner todo de mi parte- le dije con bastante suficiencia.
Bueno a partir de ese día, comencé a levantarme a eso de las 5 de la madrugada para desayunar he irme a trabajar con Esme, tengo que reconocer que nunca imagine lo que tendría que hacer y reconocer que me costo y mucho, pero no quería verme derrotada y sobre todo verme incapaz de trabajar por mí misma, Emmett cada vez que llegaba a la casa se burlaba de mí, y para que decir las risitas que daba Edward, partiendo por mis ropas, Esme me entrego unos vestidos viejos para no estropear los míos, por la mañana íbamos a sacarle leche a las vacas, la primera vez que lo intente al tomar la tetilla me rocié la cara con leche, como no conseguía atinarle dentro de la cubeta aunque intentara a diario, Esme dejo que mirara solamente y luego me llevaba a que arriara a las oveja para llevarlas a su corral para que comieran del abundante pasto que había en el lugar. También cepillaba la crin de Aura, me encantaba pasar tiempo con ella, ya que de cierta manera sentía que estaba cerca de mi madre y de algo que ella apreciaba y cuidaba, con las prácticas de Carlisle nos habíamos afiatado bastante.
La última mañana que intente ordeñar, ya estaba muy frustrada por qué no conseguía ni medio vaso, lo único que me relajaba era que la vaca que respondía al nombre de Matilde no parecía tenerme antipatía como me hizo notar Esme un día, al parecer esta vaca no dejaba tocarse por cualquiera.
-Para serle sincero debo decir que se ve bastante tierna intentando hacer eso- me sobresalte al escuchar a mi espalda esa voz que aceleraba cada parte de mi cuerpo, esa voz aterciopelada que rogaría por escucharla siempre. Me sentí muy avergonzada pues ahí estaba yo, intentando realizar tareas que no debería, de seguro me veía patética intentando mezclarme en un mundo que no era el mío, aunque lo deseara con todo mí ser.
-Déjeme ayudarla, no es tan difícil como Ud. cree- y se acerco a mí, acercando otra banca, posicionándose en mi espalda, envolviéndome en sus brazos, me sobresalte cuando sus manos tomaron las mías, instintivamente nos soltamos, ambos, de seguro él también sintió la descarga eléctrica que emano nuestro contacto.
-No le haré daño- dijo con un tono triste, me sentí mal, no quería que el pensara que le tenia mido o algo por el estilo, así que acto reflejo tome yo sus manos y él me sonrió. Me explico que yo apretaba y jalaba la tetilla de la vaca muy fuerte, cuando el mío guío me hablaba cerca del odio, no pude evitar sonrojarme, Dios mío, este hombre provocará que tenga una combustión espontánea en este mismo momento. Cada vez que jalaba sentía como sus manos acariciaban la mía y sus brazos rozaban los míos, su aliento en mi cuello y oído, no dejaban de pensar en la calidez que emanaba Edward.
- ¿Srita. Isabella?- escuche al fin la voz de Edward llamarme, voz que en un momento me pareció tan lejana al estar tan pendiente de mis reacciones por su cuerpo.
-¿sí?- fue todo lo que pude decir, me avergonzaba el hecho de haber estado tan distraída por culpa de él, y de seguro mi cara era la más boba, solo espero que no lo allá notado.
-Bien hecho Srita. Isabella, mire- y apunto a la cubeta –lo hice Ud. sola ya que cuando llevaba la mitad le solté las manos y continuo Ud. por su cuenta, aunque de seguro por eso estaba inmersa en sus pensamientos, por lo bien que lo estaba haciendo, realmente se veía fascinada- y su sonrisa me quito el aire, era una sonrisa de admiración, de plena felicidad, al menos no descubrió el porqué de mi estado de ausencia, provocado por él.
-Por favor Edward, deja de tratarme de Ud. de verdad que me haces sentir como tu abuela- realmente me sentía incomoda tanta formalidad, ya me había dado cuenta de lo caballero que es, los detalles de correr la silla con cada mujer de su familia incluso conmigo, el abrir las puertas, y así muchas más, pero que me tratara de Ud. no sabía si lo hacía por respeto o por seguir con su indiferencia.
-Entonces ¿Isabella?- me saco de mis pensamientos.
-uhm cerca, pero mejor aún seria Bella.
-Pensé que ese diminutivo era solo para tus amigos- dijo mientras bajaba la cabeza.
-También te considero un buen amigo, aunque tú no me veas así- y ahí estaba yo hablando de más como siempre, de seguro se levantaba y se iba, no pude evitar la manera en que comenzaron a arder mis mejillas. También note que Edward comenzó a sentirse incomodo, de seguro no tenía nada que decir, no iba a dejar de ser un caballero y decirme que en efecto no me consideraba su amiga.
-Ven, quisiera mostrarte algo, se supone que no debo llevar a nadie, pero sé que te encantada- seguido de esto tomo mi mano y me saco de los corrales mientras cargaba la cubeta con la leche que acabábamos de sacar.
-¿Dónde vamos?
-Espera y veras, no seas impaciente- y me sonrió, definitivamente no me aburriría nunca de verlo así, esta faceta me encantaba, cuando era indiferente debo reconocer que hacía que me interesara de igual manera, ese misterio en sus ojos, pero así, más cercano, será mi perdición.
Llegamos aun silo, bajamos por unas escaleras, al momento de entrar se encontraba un Sr. que no reconocí.
-Edward, te dije que vinieras solo, se pondrá inquieta y celosa, ya ha costado que reconozca a los pequeños- dijo el Sr. la verdad es que no entendía de que hablaban, ¿Qué pequeños?
-No te preocupes George, es de la familia, está conmigo- y me tomo de la mano, sentí que despegue los pies del suelo y volaba -Además te asombrarías de ver lo bien que se llevo con Matilde, mira esta leche las saco ella, ¿podrías llevársela a mi madre?, de seguro querrá hacer algún postre para el almuerzo- y le paso la cubeta – Relájate, de seguro no le irá mal con Luna- termino de decir Edward, me forcé volver al lugar, ya que no quería parecer como si aquello a lo que me había llevado Edward no me interesaba, de hecho cualquier cosa que él quisiera mostrarme estaría 100% interesada.
-Ven acércate- me dijo Edward, empujándome hacia él con la mano que me tenía tomada, en ese momento note quien era Luna, en el centro del lugar rodeada de pasto seco se encontraba una perra hermosa, no sé de razas pero era grande y de pelaje blanco, pero lo más hermoso se encontraba cerca de ella, habían unos seis cachorritos, que emitían débiles chillidos.
-Es un labrador, se llama Luna y me lo regalo Carlisle cuando tenía 6 años, ha estado aquí desde entonces, es muy dócil con la gente que conoce, pero tuvimos que intervenir para sacar a los cachorros, ya que se estaban ahogando, murió uno, pareciera que supiera que tuvimos que intervenir y ahora no deja que los cachorros se alimente- me contó Edward quien se acerco a su perra y comenzó a acariciarla mientras intentaba colarle los cachorritos a la madre –ven, acércate, no te hará nada si te ve conmigo.
La perrita es hermosa y al momento de estar cerca de ella no pude evitar hacerle cariño, al principio me miro con celos, pero acto seguido comenzó a lamerme la mano, Edward estaba radiante de felicidad, y yo por mi parte estaba feliz de que el compartiera esto conmigo, el había dicho que nadie debería acercarse, pero aún así me llevo al lugar. Pasamos unos buenos momentos acompañando a Luna a que se relajara, ya estábamos solos ya que el Sr. Geroge hace mucho que había abandonado el lugar. Intente acercar a los cachorritos a su madre, me daba mucha pena el ruidito que emitían por tener hambre.
-Luna, mira aquí están tus bebes, míralos que hermosos son y te quieren mucho- le dije a la perrita Luna instintivamente, a pesar de que fueran animalitos no me gustaba verlos sufrir. Edward comenzó a acariciar mi espalda, formando pequeños círculos con su pulgar, la corriente eléctrica que se producía con cada contacto que teníamos no se hizo esperar, acomode a los perritos con su madre y ésta les permitió acercase a ella y los amamanto.
-Ves, sabía que tu conseguirías que Luna los alimente- me dijo Edward mientras miraba a Luna con orgullo, en ese momento volteo a verme con sus ojos llenos de cariño y su hermosa sonrisa torcida que me quitaba el aliento, sus ojos penetrantes clavados en los mío –Tienes ese don para hacer que humano cerca de ti, inevitablemente haga lo que quieras, no querer separarse de ti y quererte- estaba confirmado, mi cuerpo estaba en este mundo, mi mente aún no podría especificar donde estaba, Edward me miraba de una manera que debería ser ilegal, sus ojos me invitaban a no perder contacto, pero tuve que hacerlo, mis mejillas en cualquier momento se derretirían con lo colorada que estaba.
Si este es el pago que recibiré cada vez que intente trabajar en el campo, definitivamente dejaría mi vida en la ciudad para dedicarme a trabajar en este maravilloso lugar.
-Lo mejor de todo es que al parecer no haz cambiado- Dijo Edward momento en se levantaba e iba por agua para Luna.
¿Qué no había cambiado?, a que se refería con eso.
q lo disfruten y yuli calmate q te va a dar algo
no mentira linda muchas gracias por todos tus comentarios
“El trabajo mejor pagado”:
Debo decir que han sucedido cosas bastante extrañas pero agradables, ha pasado una semana desde que Edward me trajo de vuelta cuando Carlisle me dejo sola, ha pasado una semana en la que Edward no a dicho ninguna pesadez, ya que ahora simplemente me ignora, la verdad es que no se cual de las dos es mejor, pero el simple hecho de que no sea hiriente ya mejora mi ánimo.
Por las tardes Carlisle me seguía enseñando a cabalgar, aunque yo prefería de la manera tradicional, bueno tradicional para un hombre, es decir, con una pierna a cada lado, Carlisle decidió también enseñarme de la manera tradicional para una señorita, es decir, sentada de lado, con ambas piernas a un costado, lo cual era sumamente complicado, pero debía hacerlo ya que si alguien comentaba que me veían pasear a caballo debía mostrarle a mi padre de la mejor manera en la que me habían enseñado.
Mis días prácticamente la pasaba en casa de los Cullen, solo llegaba a la mía para dormir. Esme me aseguro que era bienvenida por “todos”. Alice siempre encontraba algo con que podría entretenerme, aunque la mayor parte del tiempo ayudábamos a la boda. Días después de mi llegada Emmett me presento a su novia, Rosalie, poseedora de una belleza deslumbrante, pero sobre todo es muy dulce, en general como todos los de la familia Cullen. Pasábamos parte del día eligiendo colores para decorar la pequeña recepción, algunas comidas, y lo peor, los vestidos, bueno en realidad Alice y Rosalie, yo solo asentía por cortesía ya que lo mío no era mucho lo de la moda, yo quería salir y hacer actividad al aire libre, aprovechar mis días sin tener a mi padre encima. Recuerdo que esa tarde, cuando estábamos en la mesa almorzando, Esme le comentaba a Carlisle que la señora encargada de ciertos labores de los animales se encontraba enferma con alguna especie de virus, así que no podía debía acercarse a los animales para prevenir algún contagio, por ende tendría que ir ella, Carlisle era capataz de mi padre, brazo derecho de los negocios del campo y Esme mi niñera así que ellos no se relacionaban directamente con los trabajos forzados, pero si podían ayudar en algo lo hacían. Cuando escuche cuando Esme le comentaba esto a Carlisle no pude evitar meterme.
-Esme, habría alguna posibilidad de poder acompañarte- de reojo pude ver la mirada de Alice y Rosalie –No es que no me divierta con las chicas, pero quisiera estar más al aire libre, quizás aprender de otras cosas que con mi papá a mi lado no podría a serlo - sentía la mirada de todos, pero lejos la que más me agrado fue la de Edward, que parecía como si se estuviese riendo.
-Cariño, no tengo problemas en llevarte conmigo, pero no creo que sea conveniente, tendré que madrugar y además no creo que entiendas los trabajos que tengo que hacer.
-Esme por favor no me subestimes como toda la gente que conozco, puedo madrugar y trabajar, me tendrás que enseñar eso si pero prometo poner todo de mi parte- le dije con bastante suficiencia.
Bueno a partir de ese día, comencé a levantarme a eso de las 5 de la madrugada para desayunar he irme a trabajar con Esme, tengo que reconocer que nunca imagine lo que tendría que hacer y reconocer que me costo y mucho, pero no quería verme derrotada y sobre todo verme incapaz de trabajar por mí misma, Emmett cada vez que llegaba a la casa se burlaba de mí, y para que decir las risitas que daba Edward, partiendo por mis ropas, Esme me entrego unos vestidos viejos para no estropear los míos, por la mañana íbamos a sacarle leche a las vacas, la primera vez que lo intente al tomar la tetilla me rocié la cara con leche, como no conseguía atinarle dentro de la cubeta aunque intentara a diario, Esme dejo que mirara solamente y luego me llevaba a que arriara a las oveja para llevarlas a su corral para que comieran del abundante pasto que había en el lugar. También cepillaba la crin de Aura, me encantaba pasar tiempo con ella, ya que de cierta manera sentía que estaba cerca de mi madre y de algo que ella apreciaba y cuidaba, con las prácticas de Carlisle nos habíamos afiatado bastante.
La última mañana que intente ordeñar, ya estaba muy frustrada por qué no conseguía ni medio vaso, lo único que me relajaba era que la vaca que respondía al nombre de Matilde no parecía tenerme antipatía como me hizo notar Esme un día, al parecer esta vaca no dejaba tocarse por cualquiera.
-Para serle sincero debo decir que se ve bastante tierna intentando hacer eso- me sobresalte al escuchar a mi espalda esa voz que aceleraba cada parte de mi cuerpo, esa voz aterciopelada que rogaría por escucharla siempre. Me sentí muy avergonzada pues ahí estaba yo, intentando realizar tareas que no debería, de seguro me veía patética intentando mezclarme en un mundo que no era el mío, aunque lo deseara con todo mí ser.
-Déjeme ayudarla, no es tan difícil como Ud. cree- y se acerco a mí, acercando otra banca, posicionándose en mi espalda, envolviéndome en sus brazos, me sobresalte cuando sus manos tomaron las mías, instintivamente nos soltamos, ambos, de seguro él también sintió la descarga eléctrica que emano nuestro contacto.
-No le haré daño- dijo con un tono triste, me sentí mal, no quería que el pensara que le tenia mido o algo por el estilo, así que acto reflejo tome yo sus manos y él me sonrió. Me explico que yo apretaba y jalaba la tetilla de la vaca muy fuerte, cuando el mío guío me hablaba cerca del odio, no pude evitar sonrojarme, Dios mío, este hombre provocará que tenga una combustión espontánea en este mismo momento. Cada vez que jalaba sentía como sus manos acariciaban la mía y sus brazos rozaban los míos, su aliento en mi cuello y oído, no dejaban de pensar en la calidez que emanaba Edward.
- ¿Srita. Isabella?- escuche al fin la voz de Edward llamarme, voz que en un momento me pareció tan lejana al estar tan pendiente de mis reacciones por su cuerpo.
-¿sí?- fue todo lo que pude decir, me avergonzaba el hecho de haber estado tan distraída por culpa de él, y de seguro mi cara era la más boba, solo espero que no lo allá notado.
-Bien hecho Srita. Isabella, mire- y apunto a la cubeta –lo hice Ud. sola ya que cuando llevaba la mitad le solté las manos y continuo Ud. por su cuenta, aunque de seguro por eso estaba inmersa en sus pensamientos, por lo bien que lo estaba haciendo, realmente se veía fascinada- y su sonrisa me quito el aire, era una sonrisa de admiración, de plena felicidad, al menos no descubrió el porqué de mi estado de ausencia, provocado por él.
-Por favor Edward, deja de tratarme de Ud. de verdad que me haces sentir como tu abuela- realmente me sentía incomoda tanta formalidad, ya me había dado cuenta de lo caballero que es, los detalles de correr la silla con cada mujer de su familia incluso conmigo, el abrir las puertas, y así muchas más, pero que me tratara de Ud. no sabía si lo hacía por respeto o por seguir con su indiferencia.
-Entonces ¿Isabella?- me saco de mis pensamientos.
-uhm cerca, pero mejor aún seria Bella.
-Pensé que ese diminutivo era solo para tus amigos- dijo mientras bajaba la cabeza.
-También te considero un buen amigo, aunque tú no me veas así- y ahí estaba yo hablando de más como siempre, de seguro se levantaba y se iba, no pude evitar la manera en que comenzaron a arder mis mejillas. También note que Edward comenzó a sentirse incomodo, de seguro no tenía nada que decir, no iba a dejar de ser un caballero y decirme que en efecto no me consideraba su amiga.
-Ven, quisiera mostrarte algo, se supone que no debo llevar a nadie, pero sé que te encantada- seguido de esto tomo mi mano y me saco de los corrales mientras cargaba la cubeta con la leche que acabábamos de sacar.
-¿Dónde vamos?
-Espera y veras, no seas impaciente- y me sonrió, definitivamente no me aburriría nunca de verlo así, esta faceta me encantaba, cuando era indiferente debo reconocer que hacía que me interesara de igual manera, ese misterio en sus ojos, pero así, más cercano, será mi perdición.
Llegamos aun silo, bajamos por unas escaleras, al momento de entrar se encontraba un Sr. que no reconocí.
-Edward, te dije que vinieras solo, se pondrá inquieta y celosa, ya ha costado que reconozca a los pequeños- dijo el Sr. la verdad es que no entendía de que hablaban, ¿Qué pequeños?
-No te preocupes George, es de la familia, está conmigo- y me tomo de la mano, sentí que despegue los pies del suelo y volaba -Además te asombrarías de ver lo bien que se llevo con Matilde, mira esta leche las saco ella, ¿podrías llevársela a mi madre?, de seguro querrá hacer algún postre para el almuerzo- y le paso la cubeta – Relájate, de seguro no le irá mal con Luna- termino de decir Edward, me forcé volver al lugar, ya que no quería parecer como si aquello a lo que me había llevado Edward no me interesaba, de hecho cualquier cosa que él quisiera mostrarme estaría 100% interesada.
-Ven acércate- me dijo Edward, empujándome hacia él con la mano que me tenía tomada, en ese momento note quien era Luna, en el centro del lugar rodeada de pasto seco se encontraba una perra hermosa, no sé de razas pero era grande y de pelaje blanco, pero lo más hermoso se encontraba cerca de ella, habían unos seis cachorritos, que emitían débiles chillidos.
-Es un labrador, se llama Luna y me lo regalo Carlisle cuando tenía 6 años, ha estado aquí desde entonces, es muy dócil con la gente que conoce, pero tuvimos que intervenir para sacar a los cachorros, ya que se estaban ahogando, murió uno, pareciera que supiera que tuvimos que intervenir y ahora no deja que los cachorros se alimente- me contó Edward quien se acerco a su perra y comenzó a acariciarla mientras intentaba colarle los cachorritos a la madre –ven, acércate, no te hará nada si te ve conmigo.
La perrita es hermosa y al momento de estar cerca de ella no pude evitar hacerle cariño, al principio me miro con celos, pero acto seguido comenzó a lamerme la mano, Edward estaba radiante de felicidad, y yo por mi parte estaba feliz de que el compartiera esto conmigo, el había dicho que nadie debería acercarse, pero aún así me llevo al lugar. Pasamos unos buenos momentos acompañando a Luna a que se relajara, ya estábamos solos ya que el Sr. Geroge hace mucho que había abandonado el lugar. Intente acercar a los cachorritos a su madre, me daba mucha pena el ruidito que emitían por tener hambre.
-Luna, mira aquí están tus bebes, míralos que hermosos son y te quieren mucho- le dije a la perrita Luna instintivamente, a pesar de que fueran animalitos no me gustaba verlos sufrir. Edward comenzó a acariciar mi espalda, formando pequeños círculos con su pulgar, la corriente eléctrica que se producía con cada contacto que teníamos no se hizo esperar, acomode a los perritos con su madre y ésta les permitió acercase a ella y los amamanto.
-Ves, sabía que tu conseguirías que Luna los alimente- me dijo Edward mientras miraba a Luna con orgullo, en ese momento volteo a verme con sus ojos llenos de cariño y su hermosa sonrisa torcida que me quitaba el aliento, sus ojos penetrantes clavados en los mío –Tienes ese don para hacer que humano cerca de ti, inevitablemente haga lo que quieras, no querer separarse de ti y quererte- estaba confirmado, mi cuerpo estaba en este mundo, mi mente aún no podría especificar donde estaba, Edward me miraba de una manera que debería ser ilegal, sus ojos me invitaban a no perder contacto, pero tuve que hacerlo, mis mejillas en cualquier momento se derretirían con lo colorada que estaba.
Si este es el pago que recibiré cada vez que intente trabajar en el campo, definitivamente dejaría mi vida en la ciudad para dedicarme a trabajar en este maravilloso lugar.
-Lo mejor de todo es que al parecer no haz cambiado- Dijo Edward momento en se levantaba e iba por agua para Luna.
¿Qué no había cambiado?, a que se refería con eso.
q lo disfruten y yuli calmate q te va a dar algo
no mentira linda muchas gracias por todos tus comentarios
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
hay no ahorasi de deberitas me voy a morder un codoo noooooooo mi hermanita hermoza barbie como me fuiste a dejar haci noooooo que intriga y sabes que tienes qrazon ami me va a dar algo donde me sigas dejando haci no quiero el otro cipitulo ya no seas malo barbie y sube el proximo mañana acuerdate que prometiste que publicarias uno diaro okey jajaj besos espero el proximo con ancias
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
Tu historia ests buenisima POR FAVOR PUBLICA OTRO CAPITULO PRONTO
vaneian08- .
- Cantidad de envíos : 59
Fecha de nacimiento : 27/06/1982
Edad : 42
Empleo /Ocio : estudiante
Mini-Blog : bueno
Puntos : 62
Fecha de inscripción : 28/07/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
jeje claro hermanita, aqui va el siguiente pero respira profundo
“Sueños ¿Qué tan sueños?”:
Bella no corras tan fuerte, no andes cerca del bosque que te puedes perder, yo estaré aquí, así que aprovecha de jugar pero cuídate.
-Mamá si estaré bien, mírame mírame soy una mariposa, mira como vuelo- le dije a mi madre mientras habría mis brazos en señal de planear, mi entusiasmo fue tanto que pase de largo por un empinado prado, ya me preparaba mentalmente para la caída, en vez de eso choque pero con algo calido.
-Pequeña ¿Te encuentras bien?-me dijo una vocecita.
-aush!, si gracias- al verlo me avergoncé aún más, el niño era muy tierno pero su actitud era segura a pesar de ser un infante y tenia unos hermosos ojos del color del bosque y yo muy patosa y desaliñada.
-¿Eres de por acá?, nunca te había visto- me pregunto el niño.
-Vine con mi familia, mi padre buscaba un lugar para venir los veranos y llegamos a este lindo lugar-le conteste
-¿Quiere jugar conmigo?- me pregunto el muchacho, e instintivamente sonreí, no tenia muchos amigos, papá no quería que estuviera en contacto con la gente así que deje el colegio y comencé a tener profesores particulares. Jugamos durante toda la tarde, me sentía especialmente bien con este chico, no se por que, pero no tenia que andar fingiendo grandeza como me decía siempre mi papá, a lo lejos escuche como mamá me decía que era hora de irnos, entristecí pero tenia que irme si no quería tener problemas y tener que explicar mi demora, antes e irme escuche a mis espaldas
-¿Cómo te llamas?
-Isabella Swan, ¿y tu?
-¿Swan?-me pregunto- ¿Eres hija del jefe de policía?
-Si ¿por qué?
–Por nada-dudó -me llamo Anthony Masen, soy hijo del duque Archibald Masen- lo dijo tartamudeando -espero verte pronto de nuevo por estos lados, y volvamos jugar me divertí contigo.
-Gracias por la compañía- le dije y antes de irme le di un beso en la mejilla.
Comencé a sentir que me despertaba, al fin llegue a la realidad y estaba en mi cama, soñando, no le encontraba explicación a mi sueño, pero en fin hoy tenia un largo día por delante.
Debo ser sincera, después de conocer a Luna fui más torpe de lo usual, pero es que no dejaba de pensar en lo ocurrido, andaba con una sonrisa boba pegada en la cara, pero aun así me sentía intranquila, ¿el porque? Ni idea.
Edward de cierta forma volvía a su fachada dura e indiferente, pero cuando estábamos solos veía al Edward amable y encantador, aunque debo decir que hasta enojado se veía encantador.
Cuando estaba con Esme trataba e aprender al máximo de los trabajos que existían por aquí, me encanta el contacto con la naturaleza y los animales.
Aprovechaba además de pasar tiempo con Alice y Rose, de la últimamente me había hecho muy buenas amiga y de Alice aún más. Platicábamos acerca de chicos, Rose me contó en la forma en que conoció a Emmett.
“Iba simplemente de vuelta a mi casa con el mandado, iba con bolsas realmente pesadas y el a lo lejos me vio, se acerco corriendo y tomo mis bolsas de la nada, me asuste mucho, pensé que era un ladrón, así que me voltee lista para propinarle un puñetazo en… en un hermoso rostro del cual quedé absolutamente prendada, el brillo de sus ojos me decían que él se sentía de la misma manera, se disculpo por haberme asustado, que su intención al verme con aquellas bolsas pesadas fue de ayudarme, lo deje, y me dejo en mi casa, no sin antes haber conseguido una cita, y desde ese entonces ya hace 4 años, somos inseparables.”
No pude evitar suspirar, a mi nada de eso me ocurría, la forma de vida que llevo no me permite conocer a nadie, a nadie que valga la pena en realidad. Nos encontrábamos en una nube cargada de romanticismo, Alice también quiso colaborar y aportar su romántica historia.
“Mi historia es más simple, yo estaba en la librería, cuando tome el libro que quería comprar una mano choco con la mía en el intento de tomar el mismo libro, al girarme para ver con quien debía de luchar por mi objetivo, unos ojos azules profundos me miraban con admiración, estuve unos segundos imaginando todo mi futuro con aquel joven, me obligue en volver a la realidad y el tomo mi mano, me dijo simplemente –sabia que eras real, al fin te de encontrado- y desde esos 2 años no nos hemos separado”.
-¿Simple?, Alice estas sola, tu historia no tiene nada de simple, es hermosa- le dije con algo de pena, de verdad que a mi nada de eso me sucedía, las razones más obvias eran que no me dejaban ir de comprar al mercado y menos a comprar un libro, con surte podía leerlos a escondidas.
-¿Pero nunca haz conocido a algún chico de alguna manera inusual?- termino de sacarme de mis pensamientos Alice.
-No, he conocido a varios chicos, uno más arrogante y vacío que el anterior, nada que valga la pena, pero son todos conocidos de una manera forzada, mi papá intenta conseguirme citas- dije triste a más no poder, odiaba mi forma de vivir, manera en que era vivida por los demás, yo simplemente era una espectadora de ella, sin voz ni voto.
-No te apures, ya llegara el indicado, no es necesario que aceleras las cosas, en el momento menos indicado el ideal aparecerá ante ti, solo se paciente- dijo Rose mientras acariciaba mi espalda den señal de apoyo.
-Chicas, mamá dice que ya esta el almuerzo- Escuche a Edward quien apareció desde la puerta de dormitorio de Alice, mi estomago para variar se lleno de mariposas.
Compartimos un almuerzo agradable, Emmett siempre tenia algo gracioso que decir, cuando esto se subía de tono siempre estaba Rose para darle un pequeño golpe en la cabeza que nos sacaba una carcajada, definitivamente estaban hechos el uno para el otro. Me agradaba saber que estaría aquí lo suficiente para presenciar la unión de aquella hermosa pareja, seria cínica si no reconocía que me daba algo de envidia después de nuestra platica de la mañana.
Por la tarde, dimos una vuelta por el río, Alice me presto un traje de baño, aunque me sentía avergonzada, bueno cualquiera en mi lugar lo estaría, mis dos amigas eran poseedoras de unos esculturales cuerpos, con sus curvas muy marcadas y yo me veía algo escuálida.
-Vamos Bella no seas ridícula, te ves hermosa- dijo Rose infundándome algo de valor para salir detrás del árbol del cual me había cambiado.
La sensación del agua en mi cuerpo fue maravillosa, placentera, pero lo que le daba el mejor toque, es que me sentí normal, me sentí libre y dueña de mi, cada vez que le manifestaba a mi padre las ganas de nadar, él simplemente me enviaba a alguna terma con las “amigas” de nuestro circulo social, patético, lo sé.
Pero aquí, como una simple mortal, sin nada de lujos, con agua helada y nada de privacidad, esto sin duda era el cielo y debía aprovechar al máximo, mis pensamientos fueron cortados cuando escuche unas risas provenientes desde el camino principal, en e lugar donde se encontraban nuestras vestimentas. Me imagine lo peor, desde ser asaltadas a perder mi virginidad de una manera traumática y dolorosa.
-¡Bella!- escuche saliendo de mis pensamientos –Bella ¿vas a irte con nosotros o te quedas?- escuche que preguntaba Rose quien la vi agarrada firmemente de Emmett, relajo eran los chicos.
-A sí, me iré con ustedes- dije y ante la emoción salí del agua sin acordarme de mi pequeño atuendo.
-Que bonita- me dijo Edward, quien me miraba radiante, y de pura vergüenza a que no adivinan, si mi yo interior haciéndose presente, de puros nervios resbale con algo de moho que se encontraba en la orilla y me fui de espaldas, causando la risa estridente de todos a mi alrededor. Edward se acerco con diligencia acercándome su mano para levantarme.
-Pequeña ¿te encuentras bien?- dijo Edward, tuve una sensación de deja vú, pero todo eso lo olvide en el momento que sentí la descarga eléctrica que se produjo en todo mi cuerpo ante su contacto ¿Qué acaso este hombre era como aquellas chicas preocupadas de su piel que estaba todo el día untándose cremas?, su piel no podía ser más suave y calida.
-Si, gracias- dije ruborizada, él enseguida me cubrió con una gran toalla.
Delante de nosotros iba Rose con Emmett y Alice junto con su novio Jasper, ambas parejas iban muy en su mundo, y yo junto a Edward, íbamos en silencio, pero para nada incomodo, solo de estar en su compañía estaba en paz y tranquilidad.
-¿No te molestó haberte bañado en el río?- pregunto de pronto Edward.
-No ¿Por qué debería?
-No, por nada, te veías…feliz- dijo mirándome directamente a los ojos.
-Y lo estoy- dije, hablándole en presente, ya que en este momento no podía evitar sonreír ante sus ojos.
Edward se ofreció de ir a dejarme a mi casa, nos fuimos directo, él me aseguro que no era por que no quisiera que me pasara por su casa, sino que no quería que enfermara por tener mi cabello mojado y como quedaba poco sol andaba muy ligera de ropa.
-Bueno Bella, ya estas en tu casa-dijo mientras sentía que mi rostro estaba expresando algo de tristeza, me cargaban las despedidas y esta sobre todo, tener que dejar que se fuera era triste, a pesar de saber que al día siguiente lo vería otra vez, solo de pensar que tendría que esperar a la noche me hacia estar triste.
-Gracias por venir a dejar- le dije momento después de haberme acercado y besarle la mejilla.
-Definitivamente me equivoque contigo, tu no cambias- me dijo con una risa de oreja a oreja, se veía hermoso, no podía dejar de contemplarlo, ver la emoción de sus ojos ante aquellas palabras… ¿Qué palabras? ¿Qué había dicho?, bueno ya era tare para volver a preguntar, ya iba de regreso su casa cuando salí de mi ensoñación.
Me duche y cambie mi ropa a un pijama, no tenia hambre así que me fui directo a mi cama, pensando en aquel día, en las historias de mis amigas, en el contacto de Edward, en su risa, en su rostro, sobre todo en sus ojos.
-Me encanta que regreses a jugar conmigo, ¿Cómo haces para que tu papá te de permiso?- me dijo el muchacho.
-Le dije que venia a jugar contigo, no se mentir así que me limite a decir la verdad- le conté.
-¿Y no te a prohibido el verme?-pregunto extrañado.
-¿Por qué debería?, simplemente se limito a preguntarme de quien eras hijos, y le conté que eras hijo de un duque, y bueno le encanto la idea que desde pequeña me hiciera amigos de hijos de personas influyentes, y que le encantaría conocer a tu padre, espero que no te moleste mi indiscreción.
-A si, mi padre- dijo con tristeza –Bueno no se si pueda, el siempre esta muy ocupado.
-Entiendo, yo a mi padre no lo veo mucho, su trabajo y negocios son muy importantes, incluso más que yo.
-No digas eso- me atajó Anthony.
-Es verdad, hoy es mi cumpleaños y no me dijo nada, simplemente se acerco en la mañana para despedirse por que tenia un negocio millonario.
-¿Hoy es tu cumpleaños?- dijo asombrado.
-Si, cumplo 6- dije avergonzada, no me gustaban las fiestas y las felicitaciones, simplemente lo dejaba pasar, pero con este niño las cosas eran algo diferentes.
-No tengo nada para darte en este momento- me dijo triste.
-Oh!, no te preocupes, no te lo dije para que me dieras algo, me hace feliz el que vengas todos los días a jugar conmigo en lugar de que juegues con tus juguetes caros, yo tengo muchos pero todos me aburren.
-¿Me dejarías que te regalara algo realmente importante para mi?- de la manera en que lo dijo, se veía esperanzado.
-Si claro- me puse feliz al ver que me daría algo suyo, algo de relevaría para él.
-Debes cerrar los ojos si, es sorpresa.
Acto seguido cerré mis ojos, espere, tomo mi mano y pensaba que me dejaría algo en ella, pero me equivoque, ya que su regalo lo dejo en…en mis labios. Me dio un suave beso, el primero de toda mi vida, enrojecí.
-Disculpa mi atrevimiento, pero eres la primera chica que beso, por eso es importante para mi.
-Gra…gracias- dije avergonzada, pero realmente era felicidad lo que sentía, también era mi primer beso, y me agradaba que fuera con él. Mi felicidad se fue cuando escuche la voz enojada de mi padre que me llamaba desde el otro lado de la pradera.
-Debo irme- le dije
-Yo igual, tengo que viajar a otro país, no creo que vuelva por acá- me dijo triste
-¿En serio?- realmente me sentí triste, con ganas de llorar, él era mi primer amigo y el primer chico que me besaba, pero debía irse y no verlo nunca más, antes de partir solo dijo
«Recuérdame»
q lindo el niño
bueno les recuerdo q este fic no es mio, su autora en realidad no se quien es pero me gusto mucho
“Sueños ¿Qué tan sueños?”:
Bella no corras tan fuerte, no andes cerca del bosque que te puedes perder, yo estaré aquí, así que aprovecha de jugar pero cuídate.
-Mamá si estaré bien, mírame mírame soy una mariposa, mira como vuelo- le dije a mi madre mientras habría mis brazos en señal de planear, mi entusiasmo fue tanto que pase de largo por un empinado prado, ya me preparaba mentalmente para la caída, en vez de eso choque pero con algo calido.
-Pequeña ¿Te encuentras bien?-me dijo una vocecita.
-aush!, si gracias- al verlo me avergoncé aún más, el niño era muy tierno pero su actitud era segura a pesar de ser un infante y tenia unos hermosos ojos del color del bosque y yo muy patosa y desaliñada.
-¿Eres de por acá?, nunca te había visto- me pregunto el niño.
-Vine con mi familia, mi padre buscaba un lugar para venir los veranos y llegamos a este lindo lugar-le conteste
-¿Quiere jugar conmigo?- me pregunto el muchacho, e instintivamente sonreí, no tenia muchos amigos, papá no quería que estuviera en contacto con la gente así que deje el colegio y comencé a tener profesores particulares. Jugamos durante toda la tarde, me sentía especialmente bien con este chico, no se por que, pero no tenia que andar fingiendo grandeza como me decía siempre mi papá, a lo lejos escuche como mamá me decía que era hora de irnos, entristecí pero tenia que irme si no quería tener problemas y tener que explicar mi demora, antes e irme escuche a mis espaldas
-¿Cómo te llamas?
-Isabella Swan, ¿y tu?
-¿Swan?-me pregunto- ¿Eres hija del jefe de policía?
-Si ¿por qué?
–Por nada-dudó -me llamo Anthony Masen, soy hijo del duque Archibald Masen- lo dijo tartamudeando -espero verte pronto de nuevo por estos lados, y volvamos jugar me divertí contigo.
-Gracias por la compañía- le dije y antes de irme le di un beso en la mejilla.
Comencé a sentir que me despertaba, al fin llegue a la realidad y estaba en mi cama, soñando, no le encontraba explicación a mi sueño, pero en fin hoy tenia un largo día por delante.
Debo ser sincera, después de conocer a Luna fui más torpe de lo usual, pero es que no dejaba de pensar en lo ocurrido, andaba con una sonrisa boba pegada en la cara, pero aun así me sentía intranquila, ¿el porque? Ni idea.
Edward de cierta forma volvía a su fachada dura e indiferente, pero cuando estábamos solos veía al Edward amable y encantador, aunque debo decir que hasta enojado se veía encantador.
Cuando estaba con Esme trataba e aprender al máximo de los trabajos que existían por aquí, me encanta el contacto con la naturaleza y los animales.
Aprovechaba además de pasar tiempo con Alice y Rose, de la últimamente me había hecho muy buenas amiga y de Alice aún más. Platicábamos acerca de chicos, Rose me contó en la forma en que conoció a Emmett.
“Iba simplemente de vuelta a mi casa con el mandado, iba con bolsas realmente pesadas y el a lo lejos me vio, se acerco corriendo y tomo mis bolsas de la nada, me asuste mucho, pensé que era un ladrón, así que me voltee lista para propinarle un puñetazo en… en un hermoso rostro del cual quedé absolutamente prendada, el brillo de sus ojos me decían que él se sentía de la misma manera, se disculpo por haberme asustado, que su intención al verme con aquellas bolsas pesadas fue de ayudarme, lo deje, y me dejo en mi casa, no sin antes haber conseguido una cita, y desde ese entonces ya hace 4 años, somos inseparables.”
No pude evitar suspirar, a mi nada de eso me ocurría, la forma de vida que llevo no me permite conocer a nadie, a nadie que valga la pena en realidad. Nos encontrábamos en una nube cargada de romanticismo, Alice también quiso colaborar y aportar su romántica historia.
“Mi historia es más simple, yo estaba en la librería, cuando tome el libro que quería comprar una mano choco con la mía en el intento de tomar el mismo libro, al girarme para ver con quien debía de luchar por mi objetivo, unos ojos azules profundos me miraban con admiración, estuve unos segundos imaginando todo mi futuro con aquel joven, me obligue en volver a la realidad y el tomo mi mano, me dijo simplemente –sabia que eras real, al fin te de encontrado- y desde esos 2 años no nos hemos separado”.
-¿Simple?, Alice estas sola, tu historia no tiene nada de simple, es hermosa- le dije con algo de pena, de verdad que a mi nada de eso me sucedía, las razones más obvias eran que no me dejaban ir de comprar al mercado y menos a comprar un libro, con surte podía leerlos a escondidas.
-¿Pero nunca haz conocido a algún chico de alguna manera inusual?- termino de sacarme de mis pensamientos Alice.
-No, he conocido a varios chicos, uno más arrogante y vacío que el anterior, nada que valga la pena, pero son todos conocidos de una manera forzada, mi papá intenta conseguirme citas- dije triste a más no poder, odiaba mi forma de vivir, manera en que era vivida por los demás, yo simplemente era una espectadora de ella, sin voz ni voto.
-No te apures, ya llegara el indicado, no es necesario que aceleras las cosas, en el momento menos indicado el ideal aparecerá ante ti, solo se paciente- dijo Rose mientras acariciaba mi espalda den señal de apoyo.
-Chicas, mamá dice que ya esta el almuerzo- Escuche a Edward quien apareció desde la puerta de dormitorio de Alice, mi estomago para variar se lleno de mariposas.
Compartimos un almuerzo agradable, Emmett siempre tenia algo gracioso que decir, cuando esto se subía de tono siempre estaba Rose para darle un pequeño golpe en la cabeza que nos sacaba una carcajada, definitivamente estaban hechos el uno para el otro. Me agradaba saber que estaría aquí lo suficiente para presenciar la unión de aquella hermosa pareja, seria cínica si no reconocía que me daba algo de envidia después de nuestra platica de la mañana.
Por la tarde, dimos una vuelta por el río, Alice me presto un traje de baño, aunque me sentía avergonzada, bueno cualquiera en mi lugar lo estaría, mis dos amigas eran poseedoras de unos esculturales cuerpos, con sus curvas muy marcadas y yo me veía algo escuálida.
-Vamos Bella no seas ridícula, te ves hermosa- dijo Rose infundándome algo de valor para salir detrás del árbol del cual me había cambiado.
La sensación del agua en mi cuerpo fue maravillosa, placentera, pero lo que le daba el mejor toque, es que me sentí normal, me sentí libre y dueña de mi, cada vez que le manifestaba a mi padre las ganas de nadar, él simplemente me enviaba a alguna terma con las “amigas” de nuestro circulo social, patético, lo sé.
Pero aquí, como una simple mortal, sin nada de lujos, con agua helada y nada de privacidad, esto sin duda era el cielo y debía aprovechar al máximo, mis pensamientos fueron cortados cuando escuche unas risas provenientes desde el camino principal, en e lugar donde se encontraban nuestras vestimentas. Me imagine lo peor, desde ser asaltadas a perder mi virginidad de una manera traumática y dolorosa.
-¡Bella!- escuche saliendo de mis pensamientos –Bella ¿vas a irte con nosotros o te quedas?- escuche que preguntaba Rose quien la vi agarrada firmemente de Emmett, relajo eran los chicos.
-A sí, me iré con ustedes- dije y ante la emoción salí del agua sin acordarme de mi pequeño atuendo.
-Que bonita- me dijo Edward, quien me miraba radiante, y de pura vergüenza a que no adivinan, si mi yo interior haciéndose presente, de puros nervios resbale con algo de moho que se encontraba en la orilla y me fui de espaldas, causando la risa estridente de todos a mi alrededor. Edward se acerco con diligencia acercándome su mano para levantarme.
-Pequeña ¿te encuentras bien?- dijo Edward, tuve una sensación de deja vú, pero todo eso lo olvide en el momento que sentí la descarga eléctrica que se produjo en todo mi cuerpo ante su contacto ¿Qué acaso este hombre era como aquellas chicas preocupadas de su piel que estaba todo el día untándose cremas?, su piel no podía ser más suave y calida.
-Si, gracias- dije ruborizada, él enseguida me cubrió con una gran toalla.
Delante de nosotros iba Rose con Emmett y Alice junto con su novio Jasper, ambas parejas iban muy en su mundo, y yo junto a Edward, íbamos en silencio, pero para nada incomodo, solo de estar en su compañía estaba en paz y tranquilidad.
-¿No te molestó haberte bañado en el río?- pregunto de pronto Edward.
-No ¿Por qué debería?
-No, por nada, te veías…feliz- dijo mirándome directamente a los ojos.
-Y lo estoy- dije, hablándole en presente, ya que en este momento no podía evitar sonreír ante sus ojos.
Edward se ofreció de ir a dejarme a mi casa, nos fuimos directo, él me aseguro que no era por que no quisiera que me pasara por su casa, sino que no quería que enfermara por tener mi cabello mojado y como quedaba poco sol andaba muy ligera de ropa.
-Bueno Bella, ya estas en tu casa-dijo mientras sentía que mi rostro estaba expresando algo de tristeza, me cargaban las despedidas y esta sobre todo, tener que dejar que se fuera era triste, a pesar de saber que al día siguiente lo vería otra vez, solo de pensar que tendría que esperar a la noche me hacia estar triste.
-Gracias por venir a dejar- le dije momento después de haberme acercado y besarle la mejilla.
-Definitivamente me equivoque contigo, tu no cambias- me dijo con una risa de oreja a oreja, se veía hermoso, no podía dejar de contemplarlo, ver la emoción de sus ojos ante aquellas palabras… ¿Qué palabras? ¿Qué había dicho?, bueno ya era tare para volver a preguntar, ya iba de regreso su casa cuando salí de mi ensoñación.
Me duche y cambie mi ropa a un pijama, no tenia hambre así que me fui directo a mi cama, pensando en aquel día, en las historias de mis amigas, en el contacto de Edward, en su risa, en su rostro, sobre todo en sus ojos.
-Me encanta que regreses a jugar conmigo, ¿Cómo haces para que tu papá te de permiso?- me dijo el muchacho.
-Le dije que venia a jugar contigo, no se mentir así que me limite a decir la verdad- le conté.
-¿Y no te a prohibido el verme?-pregunto extrañado.
-¿Por qué debería?, simplemente se limito a preguntarme de quien eras hijos, y le conté que eras hijo de un duque, y bueno le encanto la idea que desde pequeña me hiciera amigos de hijos de personas influyentes, y que le encantaría conocer a tu padre, espero que no te moleste mi indiscreción.
-A si, mi padre- dijo con tristeza –Bueno no se si pueda, el siempre esta muy ocupado.
-Entiendo, yo a mi padre no lo veo mucho, su trabajo y negocios son muy importantes, incluso más que yo.
-No digas eso- me atajó Anthony.
-Es verdad, hoy es mi cumpleaños y no me dijo nada, simplemente se acerco en la mañana para despedirse por que tenia un negocio millonario.
-¿Hoy es tu cumpleaños?- dijo asombrado.
-Si, cumplo 6- dije avergonzada, no me gustaban las fiestas y las felicitaciones, simplemente lo dejaba pasar, pero con este niño las cosas eran algo diferentes.
-No tengo nada para darte en este momento- me dijo triste.
-Oh!, no te preocupes, no te lo dije para que me dieras algo, me hace feliz el que vengas todos los días a jugar conmigo en lugar de que juegues con tus juguetes caros, yo tengo muchos pero todos me aburren.
-¿Me dejarías que te regalara algo realmente importante para mi?- de la manera en que lo dijo, se veía esperanzado.
-Si claro- me puse feliz al ver que me daría algo suyo, algo de relevaría para él.
-Debes cerrar los ojos si, es sorpresa.
Acto seguido cerré mis ojos, espere, tomo mi mano y pensaba que me dejaría algo en ella, pero me equivoque, ya que su regalo lo dejo en…en mis labios. Me dio un suave beso, el primero de toda mi vida, enrojecí.
-Disculpa mi atrevimiento, pero eres la primera chica que beso, por eso es importante para mi.
-Gra…gracias- dije avergonzada, pero realmente era felicidad lo que sentía, también era mi primer beso, y me agradaba que fuera con él. Mi felicidad se fue cuando escuche la voz enojada de mi padre que me llamaba desde el otro lado de la pradera.
-Debo irme- le dije
-Yo igual, tengo que viajar a otro país, no creo que vuelva por acá- me dijo triste
-¿En serio?- realmente me sentí triste, con ganas de llorar, él era mi primer amigo y el primer chico que me besaba, pero debía irse y no verlo nunca más, antes de partir solo dijo
«Recuérdame»
q lindo el niño
bueno les recuerdo q este fic no es mio, su autora en realidad no se quien es pero me gusto mucho
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
es edward verdad hermanita es edwar yo lo se lo presiento . por eso le dice que no a cambiado nada yo lo se haaaaayyyyyyyyyyyyyyyy noooooo me mata la insertidumbre y mas que los capitulos son peques nooooo solo espero que publiques un pronto mi hermanita linda como lo prometiste uno diario
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
ese ni;o es edward el del sue;o de bella no? OJALA PUBLIQUES OTRO CAPITULO PRONTO
vaneian08- .
- Cantidad de envíos : 59
Fecha de nacimiento : 27/06/1982
Edad : 42
Empleo /Ocio : estudiante
Mini-Blog : bueno
Puntos : 62
Fecha de inscripción : 28/07/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
yo lo sabia que no era la unica que se avia dado cuanta edward no le dijo su verdadero nombre al enterarse que era el jefe swan jpor eso bella tiene los sueños recordando a edward jajaja lo sabia jja no soy la unica que piensa eso jajaj hermanita espero que publique uno hoy como lo prometiste besos
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
amiga¡¡¡¡ que bueno q la publicaste ¡¡¡ esta historia es bellisisma , ya la lei jajajaj osea todos los capitulos que ya estan escritos, es muy linda
gracias amiga por el aporte
gracias amiga por el aporte
Atal- .
- Cantidad de envíos : 6713
Fecha de nacimiento : 02/08/1970
Edad : 54
Localización : Chile
Empleo /Ocio : fans
Mini-Blog : un día a la vez....
Puntos : 6809
Fecha de inscripción : 21/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
hay gracias atal tu tan linda
aaaaaaaaaaaa se q me van a querer matar por dejarlas asi XD
pero se tendran q esperar a mañana
“Conociéndonos”:
Esa noche desperté algo asustada, ya comenzaba a hacerse costumbre ese tipo de sueños, aquel niño con su semblante triste pidiéndome que lo recordara, que no lo olvidara no me dejaba tranquila, yo más bien que nadie sabe que existe la posibilidad de que no sea un sueño, sino que sea algún recuerdo, ¿como saberlo?, no se la respuesta.
Ya como todos los días, me levante muy temprano para ira donde mi familia favorita, mi relación con Edward aunque no es la que quisiera a mejorado bastante, al menos ya podemos tener una conversación como la gente civilizada, la boda de Emmett y Rose ya se acercaba a paso agigantado y Alice me aseguro que tenia el vestido perfecto para mi para no desentonar.
Cuando estaba por cruzar el umbral de mi casa, sentí como si me bañara en aguas congeladas, mi padre frente a mi cruzaba la puerta con su mejor sonrisa, pero una sonrisa que a mi me indicaba problemas.
-Papá ¿Qué haces aquí?- fingiendo mi mayor felicidad y ocultando mi desesperación, definitivamente hoy no vería a mi familia amada.
-Isabella, hija, como te e extrañado estas semanas, ven, dame un abrazo- en ese minuto analizo mi aspecto -¿Vas saliendo?
-No papá, es solo que ya me acostumbre a madrugar para aprovechar al máximo mi día- en parte mentira, en parte verdad, aprovechaba al máximo mi día pero no de la manera en la que él quisiera.
-Isabella, vamos a desayunar, tengo muchas cosas que contarte, estarás que no podrás con las noticias buenas que tengo para decirte.
El desayuno paso sin ningún inconveniente, le platique las supuestas cosas que Esme me a estado enseñando, por suerte es a un hombre quien tengo que explicarle estas cosas, ya que mi padre sabe la misma cantidad de cosas que yo…nada, así que mis mentiras son fáciles de creer.
-Papá, por que no me dices pronto que son estas noticias tan buenas que me traes.
-Había pensado en decírtelo cuando llegaras a la ciudad, pero se que es importante para ti, así que aquí estoy, y se que esto será una gran motivación para ti para que te esfuerces más en lo que haces.
-Papá al grano, no me gusta el suspenso- le confesé algo un poco irritada, tenia la sensación de que no seria nada bueno y a la vez no me gustaban las sorpresas.
Justo en el momento en que papá iba a decirme lo que sucedía, apareció Esme, su rostro reflejaba el mismo desconcierto que el mío.
-Sr. Buenos días, no sabia que estaría aquí, me hubiese avisado para acondicionarle su habitación y preparar su desayuno.
-Esme no te preocupes, era una sorpresa para Isabella, quisiera pedirte una vez que prepares mi habitación si puedes ir por Carlisle, tengo unos pendientes que quisiera verlos mientras estoy acá- Dicho esto Esme salio a las habitaciones del 2° piso.
Papá prefiero que saliéramos a dar un paseo por el jardín, mi pánico comenzaba a incrementarse a medida que pasaba el tiempo, no entendía por que tantos rodeos, si era de algo que me vería beneficiada y seria feliz, no veo el por que de la espera.
-Bien hija, dejare los rodeos, la noticia que tengo que darte es que el hijo de mi gran amigo Billy Black acaba de llegar de su estadía en Europa, el pequeño Jacob, bueno aunque no esta pequeño, a crecido sus buenos centímetros y ya es todo un hombre, bueno, el será tu futuro esposo, esta todo arreglado para que te cases con el en unos meses luego de que llegues de tu estadía aquí ¿Qué te parece?
Nada, no podía decir nada, no salía palabra de mi boca, me dice algo así como si nada, como si mi opinión no importara, no me esta dando opciones, sino simplemente algo que tengo que acatar, los supuestos meses que tengo que esperar de seguro son para la espera de mi cumpleaños N° 18. Esme apareció en ese instante informándole que Carlisle ya estaba aquí, gracias a Dios, por que aún no conseguía palabras.
-Hija ¿Qué sucede? Pregunto Esme preocupada.
-Esme, papá va a casarme cuando llegue a la ciudad, te das cuenta, no tengo opción el solo decidió y nada puedo hacer.
-Pequeña, sabias que algo así sucedería, solo debes pensar que tu padre quiere lo mejor para ti, y de seguro ese muchacho Será una buena persona- intento darme apoyo.
-Esme pero no lo amo, yo…-no, no podía decirle que sentía algo parecido al amor por su hijo, seria descabellado, ni yo estaba segura, quería alejarme de esto, salí corriendo sin dirección en mi mente, solo corrí donde me llevaran mis piernas, al levantar la vista note que los establos, cerca de la casa Cullen, ahí hermosa como siempre estaba Aura, solo con el ronzal me monte sobre ella sin importar que Aura estuviera sin montura, a mis espaldas escuchaba que alguien me llamaba, pero no quise mirar, no quería hablar con nadie, no quería que nadie evitara que saliera de ahí, esta vez no cabalgue, sino que galope, necesitaba que el viento refrescara mi rostro, necesitaba sentirme libre aunque sea por unos minutos.
Ya me sentía lo bastante lejos, aunque no podría decir exactamente donde por que no reconocí el lugar, pero me asombraba más el saber que yo recorrí todo este trecho cabalgando, sin montura y sobre todo sin caer, definitivamente Aura me protegía, salí de mis pensamientos cuando escuche tras de mi otras pisadas de caballo acercándoseme, cuando gire realmente no daba crédito a lo que veía, si antes no había encontrado las palabras para expresa mejor aquella perfección claramente lo estaba profanando, su manera de cabalgar, su hermoso pelo cobrizo al viento, sus ojos profundos llenos de preocupación fijos en los míos, su cuerpo marcando cada uno de sus músculos al agarrarse de forma impecable a su caballo, de la manera más sexy que se podría estar. Estaba tan ensimismada mirando a aquel Dios que perdí unos segundos antes de reaccionar para salir de ahí, tarde, el ya estaba bloqueándome el paso.
-Bella estas loca, como sales así a toda velocidad y sobre todo sin montura ¿Qué quieres matarte?- y ahí ante mi lo que más amaba de él, la forma en que se veía su preocupación hacia mi- No seria muy buena idea en este momento ya que tu padre esta aquí por lo que me dijo mi madre.
Perfecto, había vuelto a recordar por que me encontraba aquí, intente avanzar pero el seguía bloqueándome el paso.
-¿Dónde vas?- ahora se veía algo molesto.
-Edward, por favor déjame tranquila, hoy no estoy para tus cambios de humor a costa mía, prometo andar lento, solo déjame- mientras decía esto, el bajó de su caballo acercándose al mío, me tendido su mano esperando a que bajara.
-Bella, ¿quisieras dar un paseo conmigo?- estaba nervioso y por primera vez lo vi ruborizarse, algo completamente hermoso y tierno.
-Edward no es necesario que hagas esto, prometo irme a casa y andar lento, si quieres hasta puedo caminar si no me crees- tan tonta como siempre, tenia la oportunidad de estar con el y yo haciendo como si no me importara o como si no quisiera aceptar su ofrecimiento.
-Por favor, quisiera simplemente que hablemos- y con esos hermosos ojos llenos de ansiedad y preocupación que llegaron a mi corazón, no pude negarme, le tendí mi mano y baje, quedando a escasos centímetros de su hermoso rostro, me ruborice y el lo noto ya que sonrío de una manera hermosa, una risa de lado que me dejo sin respiración, definitivamente tendría que aprender a controlarme si quería estar cerca de él.
Edward amarro los caballos a un árbol cerca del río, y comenzamos a caminar en silencio, el sabia que sucedía algo malo, sino no hubiese reaccionado de aquella manera, pero no quería tocar el tema, pues podría arruinar el momento, y lo agradecí pues aun no estaba para hablar de aquello.
-¿Te molestaría si intentara conocerte un poco más?- dijo de manera repentina, pero me agrado que quería conocerme –por ejemplo podrías decirme tus gustos favoritos.
-Seria más interesante que preguntemos uno y uno, así podría conocerte también.
-Bien yo empiezo, ¿qué música escuchas y cual es tu favorita?
-Me gusta todo tipo de música, pero mi favorita sin duda es la clásica, Debussy, Beethoven, Mozart, Tchaikovsky, Bach y mi favorito Chopin, amo cada una de sus obras ¿tú?
-Claramente coincido contigo, me gustan todos los que nombraste, solo que mi favorito es Debussy.
-¿Lees?- le pregunte tímidamente.
-Si y mucho, mi favorito aunque no lo creas es Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, es algo meloso pero me gustan las historias románticas con finales felices, el arriesgarte por el ser amado, darlo todo por conseguirlo- no se si es alucinación mía o cuando dijo eso me miro directamente a los ojos -¿tú?.
-Ese también me lo e leído, y varias románticas, Romeo y Julieta, Cumbres Borrascosas, pero siempre llego a la misma conclusión, boberías, el romanticismo al parecer no se hizo para mi, a de ser que nunca lo e visto como algo natural y lindo como debería ser, sino mas bien como una imposición, el de amar a alguien sin conocer o si quiera sentir un poco de cariño- volví a recordar mi frustrante vida, no quería llorar pero sentía que las lagrimas estaban ad portas de salir.
-Pequeña, recuerda que hablábamos de libros, sigamos en eso- y me sonrío de aquella manera que solo él podía hacer que me faltara el aire, creo que el sabia de que trataba mi estado de animo, pero estaba haciendo realmente todo lo posible por sacarme de aquel estado y se lo agradecía.
-A si, como iba diciendo, mi libro favorito sin duda es Utopia de Thomas Moro.
-¿Utopia?, definitivamente tu no vives en este mundo, una señorita de tu clase social no pretenderá creer que ¿algún día exista igualdad para todos, un mundo perfecto en donde seamos todos vistos de la misma manera?- dijo bastante extrañado pero divertido.
-Bueno así es, así como tu encuentras que el romanticismo es posible yo creo que algún día conseguiremos un mundo más justo y menos clasista, racista y muchas maneras de discriminación.
-Debo reconocer que me asombras gratamente, creo que me equivoque un poco al juzgarte, ¿sabes por que reaccione de la forma en que lo hice cuando te vi en mi casa?- moví mi cabeza en negación, quería que me lo dijera pero no que viera cuando me interesaba su respuesta, realmente era lo que buscaba desde que llegue.
-Tenia la idea de que eras una persona sencilla, no me preguntes por que, pero cuando mi madre me contó que venias a que ella te enseñara ciertas cosas, lo encontré un poco absurdo, pensé que había sido idea tuya y bueno, te vi como tantas niñitas de tu clase social, niñitas superficiales que solo les importa los lujos, las reuniones sociales y ser la niñita consentida de papá, no te negaré que se por que huiste de esa forma esta tarde, no me inmiscuiré en tus asuntos, pero cada vez que haces algo me asombras el doble de la vez anterior, no creo haber conocido mujer como tú- confirmado, Bella Swan no estaba en este planeta, mi cabeza daba muchas vueltas, no sabia como tomar sus palabras, no sabia como responder ante ello, de seguro arruinaría el momento con alguna idiotez de mi parte –Discúlpame si fui un idiota, pero no se como comportarme junto a ti, no se como conseguir llamar tu atención- estas ultimas palabras las dijo tímidamente, estaba avergonzado y casi ruborizado, miraba a todos lados evitando mirarme.
-No necesitas intentar llamar mi atención, tu sola presencia lo consigue- mientras me confesaba de esta manera que jamás pensé que lo haría, acune su rostro para que me mirara a los ojos y viera la verdad de mis palabras.
Comenzó a acercarse lentamente a mi rostro tomándolo de la misma forma como yo lo tenia a él, sentí mis mejillas arder y pude sentir su indecisión en mis manos, se estaba debatiendo si debía hacerlo o no, mi corazón gritaba por que finalizara su cometido, pero no quería espantarlo si era yo quien tomaba la decisión, pero su acercamiento se estaba haciendo cada vez mayor, solo cerré mis ojos y espere el contacto que tanto deseaba.
Esa noche desperté algo asustada, ya comenzaba a hacerse costumbre ese tipo de sueños, aquel niño con su semblante triste pidiéndome que lo recordara, que no lo olvidara no me dejaba tranquila, yo más bien que nadie sabe que existe la posibilidad de que no sea un sueño, sino que sea algún recuerdo, ¿como saberlo?, no se la respuesta.
Ya como todos los días, me levante muy temprano para ira donde mi familia favorita, mi relación con Edward aunque no es la que quisiera a mejorado bastante, al menos ya podemos tener una conversación como la gente civilizada, la boda de Emmett y Rose ya se acercaba a paso agigantado y Alice me aseguro que tenia el vestido perfecto para mi para no desentonar.
Cuando estaba por cruzar el umbral de mi casa, sentí como si me bañara en aguas congeladas, mi padre frente a mi cruzaba la puerta con su mejor sonrisa, pero una sonrisa que a mi me indicaba problemas.
-Papá ¿Qué haces aquí?- fingiendo mi mayor felicidad y ocultando mi desesperación, definitivamente hoy no vería a mi familia amada.
-Isabella, hija, como te e extrañado estas semanas, ven, dame un abrazo- en ese minuto analizo mi aspecto -¿Vas saliendo?
-No papá, es solo que ya me acostumbre a madrugar para aprovechar al máximo mi día- en parte mentira, en parte verdad, aprovechaba al máximo mi día pero no de la manera en la que él quisiera.
-Isabella, vamos a desayunar, tengo muchas cosas que contarte, estarás que no podrás con las noticias buenas que tengo para decirte.
El desayuno paso sin ningún inconveniente, le platique las supuestas cosas que Esme me a estado enseñando, por suerte es a un hombre quien tengo que explicarle estas cosas, ya que mi padre sabe la misma cantidad de cosas que yo…nada, así que mis mentiras son fáciles de creer.
-Papá, por que no me dices pronto que son estas noticias tan buenas que me traes.
-Había pensado en decírtelo cuando llegaras a la ciudad, pero se que es importante para ti, así que aquí estoy, y se que esto será una gran motivación para ti para que te esfuerces más en lo que haces.
-Papá al grano, no me gusta el suspenso- le confesé algo un poco irritada, tenia la sensación de que no seria nada bueno y a la vez no me gustaban las sorpresas.
Justo en el momento en que papá iba a decirme lo que sucedía, apareció Esme, su rostro reflejaba el mismo desconcierto que el mío.
-Sr. Buenos días, no sabia que estaría aquí, me hubiese avisado para acondicionarle su habitación y preparar su desayuno.
-Esme no te preocupes, era una sorpresa para Isabella, quisiera pedirte una vez que prepares mi habitación si puedes ir por Carlisle, tengo unos pendientes que quisiera verlos mientras estoy acá- Dicho esto Esme salio a las habitaciones del 2° piso.
Papá prefiero que saliéramos a dar un paseo por el jardín, mi pánico comenzaba a incrementarse a medida que pasaba el tiempo, no entendía por que tantos rodeos, si era de algo que me vería beneficiada y seria feliz, no veo el por que de la espera.
-Bien hija, dejare los rodeos, la noticia que tengo que darte es que el hijo de mi gran amigo Billy Black acaba de llegar de su estadía en Europa, el pequeño Jacob, bueno aunque no esta pequeño, a crecido sus buenos centímetros y ya es todo un hombre, bueno, el será tu futuro esposo, esta todo arreglado para que te cases con el en unos meses luego de que llegues de tu estadía aquí ¿Qué te parece?
Nada, no podía decir nada, no salía palabra de mi boca, me dice algo así como si nada, como si mi opinión no importara, no me esta dando opciones, sino simplemente algo que tengo que acatar, los supuestos meses que tengo que esperar de seguro son para la espera de mi cumpleaños N° 18. Esme apareció en ese instante informándole que Carlisle ya estaba aquí, gracias a Dios, por que aún no conseguía palabras.
-Hija ¿Qué sucede? Pregunto Esme preocupada.
-Esme, papá va a casarme cuando llegue a la ciudad, te das cuenta, no tengo opción el solo decidió y nada puedo hacer.
-Pequeña, sabias que algo así sucedería, solo debes pensar que tu padre quiere lo mejor para ti, y de seguro ese muchacho Será una buena persona- intento darme apoyo.
-Esme pero no lo amo, yo…-no, no podía decirle que sentía algo parecido al amor por su hijo, seria descabellado, ni yo estaba segura, quería alejarme de esto, salí corriendo sin dirección en mi mente, solo corrí donde me llevaran mis piernas, al levantar la vista note que los establos, cerca de la casa Cullen, ahí hermosa como siempre estaba Aura, solo con el ronzal me monte sobre ella sin importar que Aura estuviera sin montura, a mis espaldas escuchaba que alguien me llamaba, pero no quise mirar, no quería hablar con nadie, no quería que nadie evitara que saliera de ahí, esta vez no cabalgue, sino que galope, necesitaba que el viento refrescara mi rostro, necesitaba sentirme libre aunque sea por unos minutos.
Ya me sentía lo bastante lejos, aunque no podría decir exactamente donde por que no reconocí el lugar, pero me asombraba más el saber que yo recorrí todo este trecho cabalgando, sin montura y sobre todo sin caer, definitivamente Aura me protegía, salí de mis pensamientos cuando escuche tras de mi otras pisadas de caballo acercándoseme, cuando gire realmente no daba crédito a lo que veía, si antes no había encontrado las palabras para expresa mejor aquella perfección claramente lo estaba profanando, su manera de cabalgar, su hermoso pelo cobrizo al viento, sus ojos profundos llenos de preocupación fijos en los míos, su cuerpo marcando cada uno de sus músculos al agarrarse de forma impecable a su caballo, de la manera más sexy que se podría estar. Estaba tan ensimismada mirando a aquel Dios que perdí unos segundos antes de reaccionar para salir de ahí, tarde, el ya estaba bloqueándome el paso.
-Bella estas loca, como sales así a toda velocidad y sobre todo sin montura ¿Qué quieres matarte?- y ahí ante mi lo que más amaba de él, la forma en que se veía su preocupación hacia mi- No seria muy buena idea en este momento ya que tu padre esta aquí por lo que me dijo mi madre.
Perfecto, había vuelto a recordar por que me encontraba aquí, intente avanzar pero el seguía bloqueándome el paso.
-¿Dónde vas?- ahora se veía algo molesto.
-Edward, por favor déjame tranquila, hoy no estoy para tus cambios de humor a costa mía, prometo andar lento, solo déjame- mientras decía esto, el bajó de su caballo acercándose al mío, me tendido su mano esperando a que bajara.
-Bella, ¿quisieras dar un paseo conmigo?- estaba nervioso y por primera vez lo vi ruborizarse, algo completamente hermoso y tierno.
-Edward no es necesario que hagas esto, prometo irme a casa y andar lento, si quieres hasta puedo caminar si no me crees- tan tonta como siempre, tenia la oportunidad de estar con el y yo haciendo como si no me importara o como si no quisiera aceptar su ofrecimiento.
-Por favor, quisiera simplemente que hablemos- y con esos hermosos ojos llenos de ansiedad y preocupación que llegaron a mi corazón, no pude negarme, le tendí mi mano y baje, quedando a escasos centímetros de su hermoso rostro, me ruborice y el lo noto ya que sonrío de una manera hermosa, una risa de lado que me dejo sin respiración, definitivamente tendría que aprender a controlarme si quería estar cerca de él.
Edward amarro los caballos a un árbol cerca del río, y comenzamos a caminar en silencio, el sabia que sucedía algo malo, sino no hubiese reaccionado de aquella manera, pero no quería tocar el tema, pues podría arruinar el momento, y lo agradecí pues aun no estaba para hablar de aquello.
-¿Te molestaría si intentara conocerte un poco más?- dijo de manera repentina, pero me agrado que quería conocerme –por ejemplo podrías decirme tus gustos favoritos.
-Seria más interesante que preguntemos uno y uno, así podría conocerte también.
-Bien yo empiezo, ¿qué música escuchas y cual es tu favorita?
-Me gusta todo tipo de música, pero mi favorita sin duda es la clásica, Debussy, Beethoven, Mozart, Tchaikovsky, Bach y mi favorito Chopin, amo cada una de sus obras ¿tú?
-Claramente coincido contigo, me gustan todos los que nombraste, solo que mi favorito es Debussy.
-¿Lees?- le pregunte tímidamente.
-Si y mucho, mi favorito aunque no lo creas es Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, es algo meloso pero me gustan las historias románticas con finales felices, el arriesgarte por el ser amado, darlo todo por conseguirlo- no se si es alucinación mía o cuando dijo eso me miro directamente a los ojos -¿tú?.
-Ese también me lo e leído, y varias románticas, Romeo y Julieta, Cumbres Borrascosas, pero siempre llego a la misma conclusión, boberías, el romanticismo al parecer no se hizo para mi, a de ser que nunca lo e visto como algo natural y lindo como debería ser, sino mas bien como una imposición, el de amar a alguien sin conocer o si quiera sentir un poco de cariño- volví a recordar mi frustrante vida, no quería llorar pero sentía que las lagrimas estaban ad portas de salir.
-Pequeña, recuerda que hablábamos de libros, sigamos en eso- y me sonrío de aquella manera que solo él podía hacer que me faltara el aire, creo que el sabia de que trataba mi estado de animo, pero estaba haciendo realmente todo lo posible por sacarme de aquel estado y se lo agradecía.
-A si, como iba diciendo, mi libro favorito sin duda es Utopia de Thomas Moro.
-¿Utopia?, definitivamente tu no vives en este mundo, una señorita de tu clase social no pretenderá creer que ¿algún día exista igualdad para todos, un mundo perfecto en donde seamos todos vistos de la misma manera?- dijo bastante extrañado pero divertido.
-Bueno así es, así como tu encuentras que el romanticismo es posible yo creo que algún día conseguiremos un mundo más justo y menos clasista, racista y muchas maneras de discriminación.
-Debo reconocer que me asombras gratamente, creo que me equivoque un poco al juzgarte, ¿sabes por que reaccione de la forma en que lo hice cuando te vi en mi casa?- moví mi cabeza en negación, quería que me lo dijera pero no que viera cuando me interesaba su respuesta, realmente era lo que buscaba desde que llegue.
-Tenia la idea de que eras una persona sencilla, no me preguntes por que, pero cuando mi madre me contó que venias a que ella te enseñara ciertas cosas, lo encontré un poco absurdo, pensé que había sido idea tuya y bueno, te vi como tantas niñitas de tu clase social, niñitas superficiales que solo les importa los lujos, las reuniones sociales y ser la niñita consentida de papá, no te negaré que se por que huiste de esa forma esta tarde, no me inmiscuiré en tus asuntos, pero cada vez que haces algo me asombras el doble de la vez anterior, no creo haber conocido mujer como tú- confirmado, Bella Swan no estaba en este planeta, mi cabeza daba muchas vueltas, no sabia como tomar sus palabras, no sabia como responder ante ello, de seguro arruinaría el momento con alguna idiotez de mi parte –Discúlpame si fui un idiota, pero no se como comportarme junto a ti, no se como conseguir llamar tu atención- estas ultimas palabras las dijo tímidamente, estaba avergonzado y casi ruborizado, miraba a todos lados evitando mirarme.
-No necesitas intentar llamar mi atención, tu sola presencia lo consigue- mientras me confesaba de esta manera que jamás pensé que lo haría, acune su rostro para que me mirara a los ojos y viera la verdad de mis palabras.
Comenzó a acercarse lentamente a mi rostro tomándolo de la misma forma como yo lo tenia a él, sentí mis mejillas arder y pude sentir su indecisión en mis manos, se estaba debatiendo si debía hacerlo o no, mi corazón gritaba por que finalizara su cometido, pero no quería espantarlo si era yo quien tomaba la decisión, pero su acercamiento se estaba haciendo cada vez mayor, solo cerré mis ojos y espere el contacto que tanto deseaba.
aaaaaaaaaaaa se q me van a querer matar por dejarlas asi XD
pero se tendran q esperar a mañana
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
no hermanita como haciendome sufrir nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo nisiquiera se si le dio en beso noooooooooooooooooooooooooooooooo me toca esperar hasta mañana nooooooooooooo
trple noooooooooooooooooooooooooooo jajja espero cumplida la historia mañana no hermanita jajaja
trple noooooooooooooooooooooooooooo jajja espero cumplida la historia mañana no hermanita jajaja
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
el priemr beso es divino esperenlo¡¡¡¡¡
Atal- .
- Cantidad de envíos : 6713
Fecha de nacimiento : 02/08/1970
Edad : 54
Localización : Chile
Empleo /Ocio : fans
Mini-Blog : un día a la vez....
Puntos : 6809
Fecha de inscripción : 21/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
no atal por que nos provocas nooooooooooooooo quiero ya el otro capitulo nooooooooo
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
tengo el untiucion q todavia falta para el primer beso q algo va a pasar o alguien los va interrunpir, bueno ma;ana espero sacarme la duda
vaneian08- .
- Cantidad de envíos : 59
Fecha de nacimiento : 27/06/1982
Edad : 42
Empleo /Ocio : estudiante
Mini-Blog : bueno
Puntos : 62
Fecha de inscripción : 28/07/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
jeje ps nop vane lee y veras creanme q ni se esperan lo viene
no se esperaban una boda verdad
“Edward al Rescate”:
Comenzó a acercarse lentamente a mi rostro tomándolo de la misma forma como yo lo tenia a él, sentí mis mejillas arder y pude sentir su indecisión en mis manos, se estaba debatiendo si debía hacerlo o no, mi corazón gritaba por que finalizara su cometido, pero no quería espantarlo si era yo quien tomaba la decisión, pero su acercamiento se estaba haciendo cada vez mayor, solo cerré mis ojos y espere el contacto que tanto deseaba.
Su acercamiento, su roce, su olor se me hizo tan conocido, tan familiar, casi como un deja vú, de mis labios salio sin pensarlo «Anthony»… ¿qué?, ¿Qué hice? Suicidio, eso fue lo que hice, mate el momento más esperado desde que llegue a este lugar, no quería abrir mis ojos y ver lo molesto que estaba, sabia que tenia que hacerlo tarde o temprano ya que no podía estar así toda la tarde, comencé a abrirlos lentamente para ver en ellos enojo, decepción… ¿diversión?.
-Bella, ¿qué fue lo que dijiste?- no comprendía por que estaba mirándome así, definitivamente este hombre tiene que ser bipolar, o quizás yo mal interprete el momento y no iba a besarme.
-Lo siento, no se por que dije eso, me sentí como si hubiese vivido algo parecido y se me salio, perdóname por favor.
- No tengo de que perdonarte, al menos podrías decirme ¿quien es el muchacho que me robo mi momento?-realmente si era su momento no entendía que le causaba tanta gracia.
-No te burles, pero creo que fue el primero chico con el que me bese –estaba comenzando a sentir nuevamente mis mejillas a arder, es algo bochornoso revelar algo así a la persona que te gusta, ¿gusta?, cínica seria a estas alturas si no fuera capaz de reconocerlo conmigo misma.
-¿creo?, ósea ¿que no estas segura si así se llama el chico?- su semblante cambio de la diversión a la tristeza, definitivamente este hombre tienes los humores que se le pidan.
-Digo creo, no por que no sepa su nombre, sino por que no lo recuerdo muy bien, es una larga historia.
-Tengo tiempo, tenemos una larga caminata de vuelta a tu casa.
Y me convención de que así fuera, intente ser un poco más rogada pero con él y sus hermosos ojos el trabajo se complicaba un poco. Caminamos mientras él llevaba los caballos atados entre si para facilitar la manera en que los llevaba, el viaje de regreso fue agradable, haciéndome olvidar lo que había sucedido con mi padre.
-Y bien ¿Cómo es que no recuerdas tu primer beso? ¿Eras muy pequeña acaso?-pregunto finalmente, se notaba la impaciencia en su voz, lo cual me parecía divertido.
-Verás, si era pequeña pero no es por eso que no lo recuerde, Esme tiene una teoría acerca de mis recuerdos.
-¿Esme?- dijo extrañado.
-Si, bueno es con ella con la única que converso de cosas realmente importantes, cuando mi madre murió, algo debió suceder por que no recuerdo nada hacia atrás, generalmente mis recuerdos en donde ella aparece son muy confusos y nublados en mi mente, a veces veo cosas solo en sueños, como mi primer beso, pero no estoy segura, sobre todo por que le pregunte a mi padre por la familia de aquel muchacho que me dijo que provenía de familia noble, pero mi papá no recuerda aquel apellido así que de seguro solo fue solo un sueño.
-Uhm…Pero…pero… si sientes que fue importante, no deberías rendirte- ¿nervioso? ¿ansioso?, valla que es difícil poder interpretar sus cambios –pero cual es la teoría de Esme sobre tu memoria?.
-Bueno ella cree que quizás vi algo que no me gusto, y por eso mi mente bloquea cualquier recuerdo en donde mi madre este, no creas que no e intentado yendo con doctores, pero mi padre cada vez pone más obstáculos, el simplemente se limita a decir que por algo pasan las cosas y que mis recuerdos de pequeña quizás no fueron tan importantes como los que debo de tener ahora.
Caminamos el resto en silencio, sentía que al igual que mi, iba procesando la información que le había dado, solo que no entendía que tanto tenia que pensar él, si la que le complica el no recordar es a mi, de igual manera me gusto ver en su rostro algo de preocupación.
Cuando divise mi casa, toda la pena y la agonía llegaron de manera violenta a mi pecho, ¿Qué haría? Primero con lo de la supuesta boda y segundo pero no menos importante ¿Cómo explicarle a mi padre del por que salí como loca de la casa?
Edward me dijo que seria mejor que nos despidiéramos a una distancia considerable de mi casa, ya que aún llevaba con él los caballos, si mi padre lo veía a él y luego dos caballos como explicarle aquello.
-Bueno Bella, que tengas suerte con tu padre, espero que todo se mejore, la verdad es que no me gusta verte así de preocupada, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que quieras- de verdad que sus palabras fueron muy valiosas para mi, me hicieron estar un poco más calmada, me beso la frente y se fue. El momento había llegado, entre a mi casa y Esme me indico que mi padre se encontraba en el despacho.
-Isabella, hija que preocupado me tenias, saliste así sin más ¿Dónde andabas?- me dijo mientras se acercaba a mi rápidamente para abrazarme.
-Necesitaba pensar papá, tu noticia para serte sincera me tomo desprevenida
-Hija ¿Qué es lo que te molesta?, el joven que elegí para ti es de lo mejor, de buena familia, caballero y por que no decir guapo.
-Papá, ese es el problema, es que lo elegiste, yo no e tomado decisión por mi- sabia que no debía decir aquello, para mi padre el tener que tomar una decisión de mi vida es como estar revelándome ante él.
-Isabella- lo dijo enojado separándose de mi, sabia lo que venia –No te lo pregunte ni te lo consulte, te avise por cortesía, cuando estés preparada estarás de vuelta en la ciudad con tu mejor cara para unirte con el hijo de mi mejor amigo y no hay más que decir, ya me echaste a perder el día, ándate a tu pieza a reflexionar el buen padre que tienes que busca lo mejor para ti, no quiero volver a tener esta conversación insensata contigo otra vez.
Y así fue, estuve encerrada en mi pieza unos 5 días, sin salir ni para comer, Esme se preocupaba de llevarme la charola con cada comida del día, mi padre ni se asomaba por mi habitación lo cual agradecí, lo que si me ponía ansiosa era ver a Edward, pero ¿como poder hablar con él? No podía enviarle una carta con Esme pues, ésta preguntaría desde cuando tan amigos y no quería ponerlo en problemas con su madre. Mi padre solo asomo su cabeza por la puerta aquella tarde para avisarme que se iría en 2 días más, 2 eternos días que tendría que soportar lejos de mi ángel.
Cerca de la medianoche me sobresalte al escuchar un golpe no fuerte pero si intenso por mi ventana, 2 nuevos golpes me hicieron acercarme lentamente para ver de done provenían.
Ahí, con todo su esplendor estaba Edward lanzándome pequeñas piedritas hacia la ventana, me asome e instantáneamente apareció una gran sonrisa en su hermoso rostro, una sonrisa que literalmente te quita la respiración.
-¿Estas loco? ¿Quieres que mi padre te vea y te mande a matar por molestarme a estas horas de la noche?- de solo pensarlo mi piel se erizo de nervios, jamás permitiría algo así, antes de eso que me mate a mi.
-Tonta Bella, no dejare que nada me pase, por que si así fuera no podría estar contigo- ¿conmigo? ¿Que acaso tenia pensado en estar conmigo? Por que yo al menos muero por estar con él.
-¿Qué sugieres? Por si no te haz dado cuenta soy prisionera en mi propia casa.
-Toma- dijo lanzándome una cajita pequeña como de fósforos –Dentro de ella hay 2 píldoras de diazepan, las conseguí con un amigo, échaselas en el jugo a tu padre mañana en la cena, te paso a buscar a esta misma hora para salir.
-¿quieres que lo mate?- estaba algo asustada, no creía capas de hacer algo así a Edward.
-No Bella- dijo entre risitas –Eso solo lo pondrá a dormir, mi madre mañana pasara la noche en casa, así que será más fácil poder sacarte de aquí, él despertara después de 12 hrs. más o menos, suficientes para que estemos junto- la sola idea de estar con él para mi era suficiente para arriesgarme incluso a esto.
-Nos vemos mañana entonces- le dije con una gran sonrisa.
-Hasta mañana pequeña- me dijo mientras me lanzaba un beso, definitivamente debí de quedarme dormida, ya mañana vendrá el bajón al despertarme y darme cuenta de aquello.
Por la mañana al despertar rápidamente vi debajo de mi almohada y ahí como lo deje en la noche, la cajita con las píldoras, ósea que no había sido un sueño, realmente Edward se arriesgo a venir para ayudarme a salir hoy en la noche, m corazón rápidamente comenzó a híper ventilar de emoción, tenia que hacer las cosas bien si no quería que mi padre sospechara de algo, así que cuando vi a Esme entrar con mi desayuno le dije que mejor me lo sirviera en la mesa con mi padre, me miro extrañada pero tenia que jugar bien mis cartas, ya sentada en el comedor, mi padre me miro de la misma manera, aproveche de explicarme al tiro ya que quería que Esme también lo oyera
-Padre, te vas mañana, no quisiera que te fueras molesto conmigo, aunque no lo creas me duele el saber que estas enojado, eres mi única familia y sabes que por ti haría lo que fuera –Vaya, me asombre yo misma de mis buenos dotes de actriz, no sentí culpa ya que mi padre solo estaba recibiendo lo que se estaba ganando de mi parte.
El día paso lento, ya que tenia que ser la hija perfecta para mi padre y eso costaba mucho ya que prácticamente tenia que hacer lo contrario a mi forma de ser, pero al fin había llegado la hora de la cena, espere el momento indicado y ese momento llego cuando mi padre e levanto para recibir un recado de uno de sus mensajeros de trabajo, en ese momento aproveche de abrir la píldora y poner el polvo de ella para apurar el efecto, Dios sabe que no quería ser mala pero mi padre lo hacia todo más difícil, si tendré que irme al infierno por hacer esto para estar con Edward gustosa lo haría nuevamente.
Mi padre comenzó a sentir cansancio, se me hacia difícil no reírme, ya que parecía algo atontado, solo espero que no le pase nada grave, confiare en lo que me dijo Edward, se escuso de sentirse realmente agotado y se retiro a su habitación, espere cerca de 30 minutos para informarle a Esme que igual me retiraría a descansar, ya en mi habitación fui directo al baño a cepillarme los dientes y por que no decir a asegurarme de estar aceptable visualmente. Me puse mi camisón de pijama y debajo de este unos pantalones y una blusa, Esme siempre se despedía antes de irse así que tenia que asegurarme de que me viera lista para dormir, ya cuando se fuera me pondría un abrigo. Como lo predije, Esme fue a despedirse, apenas escuche la puerta principal cerrarse fui a la habitación de mi padre para ver que tan dormido estaba, al salir al pasillo no pude evitar reír al escuchar los enormes ronquidos de mi padre, pero tenia que asegurarme aún más. Entre a su habitación, si no había funcionado de la mejor manera y despertaba tendría que decir alguna mentira de por que me encontraba ahí, entre tan apurada que tropecé con la conexión de la lámpara, cayendo esta y quebrándose la ampolleta y la lámpara en si, pero mi padre ni se inmuto, lo cual fue suficiente para corroborar lo dormido que estaba, recogí la lámpara quebrada y salí de su cuarto, me dirigí al mío, me saque el camisón reemplazándolo por mi abrigo.
Espere sentada en la escalera, cuando escuche unos toquecitos en la puerta mi corazón salto de emoción, ahí tras la puerta, la luz de mis ojos.
-Si estas esperándome aquí, quiere decir que hiciste lo de las píldoras, veo que tienes un lado oscuro pequeña- dijo divertido, lo que me hizo sonreír, lo que no sabe él es que no es por mi lado oscuro, es por que haría cualquier cosa para estar con él.
-¿Dónde iremos? Espero que sea algo realmente bueno, por que estoy arriesgando mucho- le dije, podríamos ir a un depósito de basura pero aún así me parecería hermoso solo por que estuviéramos juntos, aunque no fuera de la manera en que yo quisiera.
-Ya veras es una sorpresa, es un lugar secreto que solo yo conozco- dijo mientras me tomaba de la mano y salíamos a la intemperie.
Caminamos cerca de 40 minutos internándonos por el bosque, de estar sola o con otra persona me sentiría sumamente asustada, pero en estos momentos estaba en paz, relajada y sumamente feliz.
Edward me señalo hacia delante, donde habían dos árboles unidos de tal manera que formaban un arco, como un dintel, lo atravesamos y me encontré en un hermoso prado reflejado solo por la luna, se me revolvió el estomago de ver algo tan hermoso, tan calido ya que los árboles que estaban alrededor impedían la entrada del viento, pero a la vez se me hizo un poco conocido, imposible pero cierto, pero al girarme para ver a Edward rápidamente cambie de parecer, no podía haber en este mundo algo más hermoso que él, su semblante igual estaba en paz y felicidad pero había algo más, algo que no me dejaba descifrar.
-¿Te gusta este lugar?-dijo mirándome directamente a los ojos, lo que me hacia perderme de mi alrededor.
-Es precioso Edward, pero ¿Cómo es que nadie más que tu conoce de este lugar?- estaba extrañada, si bien estaba algo apartado, no era difícil llegar ahí.
-La gente camina sin observar realmente su entorno, suelten pasar bordeando este lugar pero nunca viendo más allá, además este lugar no lo conozco solo yo, una vez estuve aquí con una chica- su confesión me entristeció, por un momento me sentí única al estar ahí con él.
-Ah- fue todo cuanto pude decir.
-Para mi esa chica es importante, fue donde me di mi primer beso y quería compartir eso contigo- ¿conmigo? No pude evitar ya demostrar mi pena en mi rostro, lo se por que él me miro de tal forma, él quería compartir conmigo algo así de importante, el me ve como una amiga y yo tontamente sintiéndome especial.
-Bella ¿Por qué tienes carita triste? No me gusta verte así.
-¿Puedo preguntar algo?
-No lo estas haciendo ya- dijo divertido, eso me hizo recordar la vez que yo le dije eso.
-¿Por qué me traes aquí, si es tan especial? Deberías traer a esa chica en vez de a mi –que tonta me sentía, salí de mi casa llena de ilusiones y ahora, aquí ante él, con el corazón triste y sin poder ocultarlo.
-Bella- dijo con dulzura, colocando su mano en mi mejilla, lo que me hizo cerrar los ojos y simplemente sentir su tacto, su tacto que me quema y electriza la piel, su tacto que me llena de nuevas sensaciones –Traje aquí a la mujer correcta, a la mujer que hace que se me detenga y se me acelere el corazón a la vez- dijo mientras posaba mi mano en su pecho, cerca de su corazón -Es hora de que recuerdes.
Comenzó a acercarse lentamente a mi rostro tomándolo de la misma forma como yo lo tenia a él, sentí mis mejillas arder y pude sentir su indecisión en mis manos, se estaba debatiendo si debía hacerlo o no, mi corazón gritaba por que finalizara su cometido, pero no quería espantarlo si era yo quien tomaba la decisión, pero su acercamiento se estaba haciendo cada vez mayor, solo cerré mis ojos y espere el contacto que tanto deseaba.
Su acercamiento, su roce, su olor se me hizo tan conocido, tan familiar, casi como un deja vú, de mis labios salio sin pensarlo «Anthony»… ¿qué?, ¿Qué hice? Suicidio, eso fue lo que hice, mate el momento más esperado desde que llegue a este lugar, no quería abrir mis ojos y ver lo molesto que estaba, sabia que tenia que hacerlo tarde o temprano ya que no podía estar así toda la tarde, comencé a abrirlos lentamente para ver en ellos enojo, decepción… ¿diversión?.
-Bella, ¿qué fue lo que dijiste?- no comprendía por que estaba mirándome así, definitivamente este hombre tiene que ser bipolar, o quizás yo mal interprete el momento y no iba a besarme.
-Lo siento, no se por que dije eso, me sentí como si hubiese vivido algo parecido y se me salio, perdóname por favor.
- No tengo de que perdonarte, al menos podrías decirme ¿quien es el muchacho que me robo mi momento?-realmente si era su momento no entendía que le causaba tanta gracia.
-No te burles, pero creo que fue el primero chico con el que me bese –estaba comenzando a sentir nuevamente mis mejillas a arder, es algo bochornoso revelar algo así a la persona que te gusta, ¿gusta?, cínica seria a estas alturas si no fuera capaz de reconocerlo conmigo misma.
-¿creo?, ósea ¿que no estas segura si así se llama el chico?- su semblante cambio de la diversión a la tristeza, definitivamente este hombre tienes los humores que se le pidan.
-Digo creo, no por que no sepa su nombre, sino por que no lo recuerdo muy bien, es una larga historia.
-Tengo tiempo, tenemos una larga caminata de vuelta a tu casa.
Y me convención de que así fuera, intente ser un poco más rogada pero con él y sus hermosos ojos el trabajo se complicaba un poco. Caminamos mientras él llevaba los caballos atados entre si para facilitar la manera en que los llevaba, el viaje de regreso fue agradable, haciéndome olvidar lo que había sucedido con mi padre.
-Y bien ¿Cómo es que no recuerdas tu primer beso? ¿Eras muy pequeña acaso?-pregunto finalmente, se notaba la impaciencia en su voz, lo cual me parecía divertido.
-Verás, si era pequeña pero no es por eso que no lo recuerde, Esme tiene una teoría acerca de mis recuerdos.
-¿Esme?- dijo extrañado.
-Si, bueno es con ella con la única que converso de cosas realmente importantes, cuando mi madre murió, algo debió suceder por que no recuerdo nada hacia atrás, generalmente mis recuerdos en donde ella aparece son muy confusos y nublados en mi mente, a veces veo cosas solo en sueños, como mi primer beso, pero no estoy segura, sobre todo por que le pregunte a mi padre por la familia de aquel muchacho que me dijo que provenía de familia noble, pero mi papá no recuerda aquel apellido así que de seguro solo fue solo un sueño.
-Uhm…Pero…pero… si sientes que fue importante, no deberías rendirte- ¿nervioso? ¿ansioso?, valla que es difícil poder interpretar sus cambios –pero cual es la teoría de Esme sobre tu memoria?.
-Bueno ella cree que quizás vi algo que no me gusto, y por eso mi mente bloquea cualquier recuerdo en donde mi madre este, no creas que no e intentado yendo con doctores, pero mi padre cada vez pone más obstáculos, el simplemente se limita a decir que por algo pasan las cosas y que mis recuerdos de pequeña quizás no fueron tan importantes como los que debo de tener ahora.
Caminamos el resto en silencio, sentía que al igual que mi, iba procesando la información que le había dado, solo que no entendía que tanto tenia que pensar él, si la que le complica el no recordar es a mi, de igual manera me gusto ver en su rostro algo de preocupación.
Cuando divise mi casa, toda la pena y la agonía llegaron de manera violenta a mi pecho, ¿Qué haría? Primero con lo de la supuesta boda y segundo pero no menos importante ¿Cómo explicarle a mi padre del por que salí como loca de la casa?
Edward me dijo que seria mejor que nos despidiéramos a una distancia considerable de mi casa, ya que aún llevaba con él los caballos, si mi padre lo veía a él y luego dos caballos como explicarle aquello.
-Bueno Bella, que tengas suerte con tu padre, espero que todo se mejore, la verdad es que no me gusta verte así de preocupada, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que quieras- de verdad que sus palabras fueron muy valiosas para mi, me hicieron estar un poco más calmada, me beso la frente y se fue. El momento había llegado, entre a mi casa y Esme me indico que mi padre se encontraba en el despacho.
-Isabella, hija que preocupado me tenias, saliste así sin más ¿Dónde andabas?- me dijo mientras se acercaba a mi rápidamente para abrazarme.
-Necesitaba pensar papá, tu noticia para serte sincera me tomo desprevenida
-Hija ¿Qué es lo que te molesta?, el joven que elegí para ti es de lo mejor, de buena familia, caballero y por que no decir guapo.
-Papá, ese es el problema, es que lo elegiste, yo no e tomado decisión por mi- sabia que no debía decir aquello, para mi padre el tener que tomar una decisión de mi vida es como estar revelándome ante él.
-Isabella- lo dijo enojado separándose de mi, sabia lo que venia –No te lo pregunte ni te lo consulte, te avise por cortesía, cuando estés preparada estarás de vuelta en la ciudad con tu mejor cara para unirte con el hijo de mi mejor amigo y no hay más que decir, ya me echaste a perder el día, ándate a tu pieza a reflexionar el buen padre que tienes que busca lo mejor para ti, no quiero volver a tener esta conversación insensata contigo otra vez.
Y así fue, estuve encerrada en mi pieza unos 5 días, sin salir ni para comer, Esme se preocupaba de llevarme la charola con cada comida del día, mi padre ni se asomaba por mi habitación lo cual agradecí, lo que si me ponía ansiosa era ver a Edward, pero ¿como poder hablar con él? No podía enviarle una carta con Esme pues, ésta preguntaría desde cuando tan amigos y no quería ponerlo en problemas con su madre. Mi padre solo asomo su cabeza por la puerta aquella tarde para avisarme que se iría en 2 días más, 2 eternos días que tendría que soportar lejos de mi ángel.
Cerca de la medianoche me sobresalte al escuchar un golpe no fuerte pero si intenso por mi ventana, 2 nuevos golpes me hicieron acercarme lentamente para ver de done provenían.
Ahí, con todo su esplendor estaba Edward lanzándome pequeñas piedritas hacia la ventana, me asome e instantáneamente apareció una gran sonrisa en su hermoso rostro, una sonrisa que literalmente te quita la respiración.
-¿Estas loco? ¿Quieres que mi padre te vea y te mande a matar por molestarme a estas horas de la noche?- de solo pensarlo mi piel se erizo de nervios, jamás permitiría algo así, antes de eso que me mate a mi.
-Tonta Bella, no dejare que nada me pase, por que si así fuera no podría estar contigo- ¿conmigo? ¿Que acaso tenia pensado en estar conmigo? Por que yo al menos muero por estar con él.
-¿Qué sugieres? Por si no te haz dado cuenta soy prisionera en mi propia casa.
-Toma- dijo lanzándome una cajita pequeña como de fósforos –Dentro de ella hay 2 píldoras de diazepan, las conseguí con un amigo, échaselas en el jugo a tu padre mañana en la cena, te paso a buscar a esta misma hora para salir.
-¿quieres que lo mate?- estaba algo asustada, no creía capas de hacer algo así a Edward.
-No Bella- dijo entre risitas –Eso solo lo pondrá a dormir, mi madre mañana pasara la noche en casa, así que será más fácil poder sacarte de aquí, él despertara después de 12 hrs. más o menos, suficientes para que estemos junto- la sola idea de estar con él para mi era suficiente para arriesgarme incluso a esto.
-Nos vemos mañana entonces- le dije con una gran sonrisa.
-Hasta mañana pequeña- me dijo mientras me lanzaba un beso, definitivamente debí de quedarme dormida, ya mañana vendrá el bajón al despertarme y darme cuenta de aquello.
Por la mañana al despertar rápidamente vi debajo de mi almohada y ahí como lo deje en la noche, la cajita con las píldoras, ósea que no había sido un sueño, realmente Edward se arriesgo a venir para ayudarme a salir hoy en la noche, m corazón rápidamente comenzó a híper ventilar de emoción, tenia que hacer las cosas bien si no quería que mi padre sospechara de algo, así que cuando vi a Esme entrar con mi desayuno le dije que mejor me lo sirviera en la mesa con mi padre, me miro extrañada pero tenia que jugar bien mis cartas, ya sentada en el comedor, mi padre me miro de la misma manera, aproveche de explicarme al tiro ya que quería que Esme también lo oyera
-Padre, te vas mañana, no quisiera que te fueras molesto conmigo, aunque no lo creas me duele el saber que estas enojado, eres mi única familia y sabes que por ti haría lo que fuera –Vaya, me asombre yo misma de mis buenos dotes de actriz, no sentí culpa ya que mi padre solo estaba recibiendo lo que se estaba ganando de mi parte.
El día paso lento, ya que tenia que ser la hija perfecta para mi padre y eso costaba mucho ya que prácticamente tenia que hacer lo contrario a mi forma de ser, pero al fin había llegado la hora de la cena, espere el momento indicado y ese momento llego cuando mi padre e levanto para recibir un recado de uno de sus mensajeros de trabajo, en ese momento aproveche de abrir la píldora y poner el polvo de ella para apurar el efecto, Dios sabe que no quería ser mala pero mi padre lo hacia todo más difícil, si tendré que irme al infierno por hacer esto para estar con Edward gustosa lo haría nuevamente.
Mi padre comenzó a sentir cansancio, se me hacia difícil no reírme, ya que parecía algo atontado, solo espero que no le pase nada grave, confiare en lo que me dijo Edward, se escuso de sentirse realmente agotado y se retiro a su habitación, espere cerca de 30 minutos para informarle a Esme que igual me retiraría a descansar, ya en mi habitación fui directo al baño a cepillarme los dientes y por que no decir a asegurarme de estar aceptable visualmente. Me puse mi camisón de pijama y debajo de este unos pantalones y una blusa, Esme siempre se despedía antes de irse así que tenia que asegurarme de que me viera lista para dormir, ya cuando se fuera me pondría un abrigo. Como lo predije, Esme fue a despedirse, apenas escuche la puerta principal cerrarse fui a la habitación de mi padre para ver que tan dormido estaba, al salir al pasillo no pude evitar reír al escuchar los enormes ronquidos de mi padre, pero tenia que asegurarme aún más. Entre a su habitación, si no había funcionado de la mejor manera y despertaba tendría que decir alguna mentira de por que me encontraba ahí, entre tan apurada que tropecé con la conexión de la lámpara, cayendo esta y quebrándose la ampolleta y la lámpara en si, pero mi padre ni se inmuto, lo cual fue suficiente para corroborar lo dormido que estaba, recogí la lámpara quebrada y salí de su cuarto, me dirigí al mío, me saque el camisón reemplazándolo por mi abrigo.
Espere sentada en la escalera, cuando escuche unos toquecitos en la puerta mi corazón salto de emoción, ahí tras la puerta, la luz de mis ojos.
-Si estas esperándome aquí, quiere decir que hiciste lo de las píldoras, veo que tienes un lado oscuro pequeña- dijo divertido, lo que me hizo sonreír, lo que no sabe él es que no es por mi lado oscuro, es por que haría cualquier cosa para estar con él.
-¿Dónde iremos? Espero que sea algo realmente bueno, por que estoy arriesgando mucho- le dije, podríamos ir a un depósito de basura pero aún así me parecería hermoso solo por que estuviéramos juntos, aunque no fuera de la manera en que yo quisiera.
-Ya veras es una sorpresa, es un lugar secreto que solo yo conozco- dijo mientras me tomaba de la mano y salíamos a la intemperie.
Caminamos cerca de 40 minutos internándonos por el bosque, de estar sola o con otra persona me sentiría sumamente asustada, pero en estos momentos estaba en paz, relajada y sumamente feliz.
Edward me señalo hacia delante, donde habían dos árboles unidos de tal manera que formaban un arco, como un dintel, lo atravesamos y me encontré en un hermoso prado reflejado solo por la luna, se me revolvió el estomago de ver algo tan hermoso, tan calido ya que los árboles que estaban alrededor impedían la entrada del viento, pero a la vez se me hizo un poco conocido, imposible pero cierto, pero al girarme para ver a Edward rápidamente cambie de parecer, no podía haber en este mundo algo más hermoso que él, su semblante igual estaba en paz y felicidad pero había algo más, algo que no me dejaba descifrar.
-¿Te gusta este lugar?-dijo mirándome directamente a los ojos, lo que me hacia perderme de mi alrededor.
-Es precioso Edward, pero ¿Cómo es que nadie más que tu conoce de este lugar?- estaba extrañada, si bien estaba algo apartado, no era difícil llegar ahí.
-La gente camina sin observar realmente su entorno, suelten pasar bordeando este lugar pero nunca viendo más allá, además este lugar no lo conozco solo yo, una vez estuve aquí con una chica- su confesión me entristeció, por un momento me sentí única al estar ahí con él.
-Ah- fue todo cuanto pude decir.
-Para mi esa chica es importante, fue donde me di mi primer beso y quería compartir eso contigo- ¿conmigo? No pude evitar ya demostrar mi pena en mi rostro, lo se por que él me miro de tal forma, él quería compartir conmigo algo así de importante, el me ve como una amiga y yo tontamente sintiéndome especial.
-Bella ¿Por qué tienes carita triste? No me gusta verte así.
-¿Puedo preguntar algo?
-No lo estas haciendo ya- dijo divertido, eso me hizo recordar la vez que yo le dije eso.
-¿Por qué me traes aquí, si es tan especial? Deberías traer a esa chica en vez de a mi –que tonta me sentía, salí de mi casa llena de ilusiones y ahora, aquí ante él, con el corazón triste y sin poder ocultarlo.
-Bella- dijo con dulzura, colocando su mano en mi mejilla, lo que me hizo cerrar los ojos y simplemente sentir su tacto, su tacto que me quema y electriza la piel, su tacto que me llena de nuevas sensaciones –Traje aquí a la mujer correcta, a la mujer que hace que se me detenga y se me acelere el corazón a la vez- dijo mientras posaba mi mano en su pecho, cerca de su corazón -Es hora de que recuerdes.
no se esperaban una boda verdad
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
no hermanita no me esperaba esto y para demas sigo esperando el primer beso noooooooo pero lo bueno es que bella va a descubrir que antony y edward son la misma persona jaja que romantico yo quiero me toca esperarme hasta mañana para saber que pasa noooooooooooooooo queria mas pero bueno estoy feliz que se dara cuenta
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
solo queda un capitulo más ya que la autora no ha pùblicado mas jajaja esta buenisimo jajajajdemorate amiga asi queda la incognita jajaj q mala soy sorry
Atal- .
- Cantidad de envíos : 6713
Fecha de nacimiento : 02/08/1970
Edad : 54
Localización : Chile
Empleo /Ocio : fans
Mini-Blog : un día a la vez....
Puntos : 6809
Fecha de inscripción : 21/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
q buena idea atal
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
no atal y barbie me quieren provocar un paro cardiopulmonal nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo mañana espero el otro capitulo por que promesa es promesa noooooooooooooooooooooooooo no hay que ser malas con el progimo osea con las que le falta ler el siguiente cappitulo ya tendremos tortura esperando los otros
Irina Denali- .
- Cantidad de envíos : 4550
Fecha de nacimiento : 19/08/1991
Edad : 33
Localización : Bogota colombia
Empleo /Ocio : Estudiando derecho
Mini-Blog : Edward the love is my life
Puntos : 4579
Fecha de inscripción : 06/08/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
amiguita¡¡¡ sorry por la idea que le di a barbie jajaja pero es que ojala esta semana la autora publique otro yo aun lo espero jajaja me facina esta historia, el hecho que es en otra época donde hubo muchas condiciones en cuanto a los sentimientos,... pero hay que esperar jajaj
Atal- .
- Cantidad de envíos : 6713
Fecha de nacimiento : 02/08/1970
Edad : 54
Localización : Chile
Empleo /Ocio : fans
Mini-Blog : un día a la vez....
Puntos : 6809
Fecha de inscripción : 21/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
Irina Denali escribió:no atal y barbie me quieren provocar un paro cardiopulmonal nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo mañana espero el otro capitulo por que promesa es promesa noooooooooooooooooooooooooo no hay que ser malas con el progimo osea con las que le falta ler el siguiente cappitulo ya tendremos tortura esperando los otros
jajajaja era bromeando hermana mañana publico el siguiente cap
mira anda a estudiar
jeje q hermana tan estricta no??
Bbra- .
- Cantidad de envíos : 5723
Fecha de nacimiento : 30/07/1991
Edad : 33
Empleo /Ocio : estudiante
Puntos : 5738
Fecha de inscripción : 25/03/2009
Re: Un amor en 1920 (Completo)
bueno ojala publiquen otro capitulo jajajaj o seguiremos esperando
Atal- .
- Cantidad de envíos : 6713
Fecha de nacimiento : 02/08/1970
Edad : 54
Localización : Chile
Empleo /Ocio : fans
Mini-Blog : un día a la vez....
Puntos : 6809
Fecha de inscripción : 21/03/2009
Página 2 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Temas similares
» Encuentro con el verdadero amor (+18) Completo
» Mi primer Amor
» Reflexion del amor
» Parte de él. (completo)
» "Por Carretera" (Completo)
» Mi primer Amor
» Reflexion del amor
» Parte de él. (completo)
» "Por Carretera" (Completo)
Página 2 de 6.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
6/8/2014, 3:25 pm por Sammy17
» Saludos desde BOLIVIA
18/11/2013, 1:07 pm por silan
» necesito ayuda
29/9/2013, 7:32 pm por an.dii.995
» Emmm hola :) me acabo de unir mucho gusto :3
10/8/2013, 12:23 am por emy1718
» ¿Tu piel es tan suave como parece? (M +18)
17/7/2013, 5:49 pm por Qamiila Quinteros
» Soy nueva :D
25/6/2013, 5:08 pm por valeria maria delosantos
» Soy Nuevo en el Foro y ahora que hago ???
6/6/2013, 10:49 am por bella_1996
» Dakota Fanning / Michael Sheen - Imagenes/Videos de Paparazzi / Estudio/ Eventos etc.
26/5/2013, 1:44 pm por isvilce
» Ashley Greene - Imagenes/Videos de Paparazzi / Estudio/ Eventos etc.
26/5/2013, 1:43 pm por isvilce
» 'Hold on to me'
26/5/2013, 1:39 pm por isvilce
» MAP TO THE STARS
26/5/2013, 1:37 pm por isvilce
» Taylor Lautner - Imagenes/Videos de Paparazzi / Estudio/ Eventos etc.
25/5/2013, 2:43 pm por isvilce
» Kristen Stewart
25/5/2013, 2:30 pm por isvilce
» Imagenes/Videos Paparazzi
25/5/2013, 2:25 pm por isvilce
» Kristen Stewart - Imagenes/Videos de Paparazzi / Estudio/ Eventos etc.
25/5/2013, 2:23 pm por isvilce