Destinados a estar juntos (Completa)

Edward daba vueltas por el salón nervioso, estaba preocupado y las miradas de su madre y Reneé sobre él no le ayudaban. Desde que había visto como Bella caía al suelo después del espectáculo de Charlie, no podía estar tranquilo, Bella había caído directa al suelo y él no había podido evitarlo, desde ese momento, ella no había despertado y hacía ya más de media hora. Carlisle estaba con ella en la habitación, intentando averiguar porque no despertaba.
-Edward, siéntate, dando vueltas no vas a solucionar nada.
-Lo siento- Dijo sentándose entre ellas, apoyó sus codos en las rodillas y sumergió su cara entre las manos.
-Tranquilo Edward- Dijo Reneé- Ya verás como no es nada, tan solo el mal trago.
-Eso espero.
A los pocos minutos se abrió la puerta de la habitación y salió Bella apoyada en el hombro de Carlisle con la cara muy pálida. Edward corrió a ayudarla, la tomó en brazos y la llevó hasta el sofá, sentándola sobre sus piernas. Carlisle se sentó frente a ellos, junto a Reneé y Esme.
-Ya he hablado con Bella, ha sido una bajada de tensión, nada alarmante, pero durante unos días es mejor que descanse y se relaje.
-Lo que haga falta.
-Siento lo que ha pasado- Dijo Reneé bajando la mirada- No sabía que estabais, si lo hubiera sabido hubiera venido sola.
-No lo sientas, nadie podía esperar que se comportara así- Carlisle también creía excesiva la manera en la que se había comportado Charlie, a pesar de todos los problemas que hubiera entre ellos, Bella era su hija.
-Claro, ha sido pura casualidad que viniéramos el mismo día. No lo sientas por nosotros.
-Sobretodo lo siento por Bella y Edward, este tendría que ser un momento precioso para ellos. Me siento terriblemente mal por lo que ha pasado.
-No te sientas así- Dijo Edward mirando a Bella- Bella y yo estamos viviendo ese momento.
Carlisle y Esme invitaron a pasar unos días a Reneé en su casa, y ella, a pesar de la furia de Charlie cuando se lo dijo, aceptó.
Aprovechando que Reneé no estaba, Edward le dijo a Bella que iría a Forks, a la antigua casa de sus padres a por unas cosas, y Bella se quedó con Alice.
Pero Edward no fue a la antigua casa de sus padres, fue a casa de los Swan, a ver a Charlie. Llamó a la puerta, y cuando Charlie lo vio ahí le pegó un puñetazo.
-Señor- Dijo él levantándose del suelo- He venido a hablarle de Bella.
-No quiero escuchar nada de lo que me puedas decir.
-¡Me da igual que no quiera, se lo diré de todos modos!- Charlie lo miró con odio pero lo dejó entrar.
-Habla rápido.
-Bella lo necesita, a mi intenta ocultármelo, pero no soporta no tener su cariño.
-Ella sabe lo que debe hacer si quiere mi cariño.
-¿Cree que arreglará las cosas hacerla elegir entre su marido y su padre? ¿De verdad piensa que eso hará algo? Lo único que va a conseguir así es hacernos sufrir a todos, usted incluido.
-Yo ya estoy acostumbrado a sufrir, tu padre se encargó de ello.
-Yo no se que es lo que pasó entre usted y mi padre, pero sea lo que sea, eso no tiene nada que ver con Bella y conmigo.
-¡Claro que tiene! ¡Tu familia no hace más que quitarme las cosas que quiero! Primero tu padre y ahora tú...- Charlie empezó a llorar- Tú tienes que ver lo mismo que tu padre...
-¿Qué se supone que le ha quitado mi padre?- Edward empezaba a intuir por donde iban los tiros y no lo podía creer.
-Me quitó a mi mujer, poco después de nacer Bella. Delante de mis narices.
-¿Pe... Pero usted los vio?
-No, ella siempre iba a su consulta, decía que iba a una terapia que le daba tu padre. Pero yo se que es mentira, ella siempre volvía sonriente, siempre hablando maravillas de mi “amigo” Carlisle. Se que estaban juntos.
-Mi padre nunca haría eso, ama demasiado a mi madre para traicionarla así.
-Eso mismo me dijo él, pero no le creí.
-De todas formas, ¿eso que tiene que ver conmigo?
-¡Tú me has quitado a mi hija! ¡Ella era lo único que me quedaba!
-No se la he quitado, ella le quiere, y yo quiero que ella sea feliz.
-¡Márchate! ¡Largo de aquí!- Gritó Charlie llorando- No puedo ver a mi hija contigo, porque es como ver a mi mujer con tu padre. ¡Márchate!
Edward salió de la casa un poco conmocionado por lo que había pasado, sabía que su padre nunca le haría eso a su madre pero aun así debía hablar con él.
-Bella, tesoro, cuando oigas el mensaje llámame.
Dejó un mensaje en el contestador de su móvil y después llamó a su padre.
-Edward, ¿está todo bien? ¿Ha pasado algo?- Carlisle estaba preocupado, apenas hacía un día que se habían ido.
-Más o menos. Papá estoy en Forks y acabo de estar con Charlie. ¿Puedes hablar?
-Si, estoy en mi despacho.
-Charlie me ha contado el motivo por el que se comporta así.
-¿Te ha contado la supuesta historia entre Reneé y yo?
-Así es. Te aseguro que no me la he creído, pero quiero saber porque no has impedido todo esto, si solo es un mal entendido no entiendo que no hicieras nada.
-Te aseguro que intenté ponerle solución, le repetí una y mil veces que no era verdad. Él nunca me creyó, hasta intentó seducir a tu madre para hacerme daño.
-¿Qué?
-Tu madre nunca se dio cuenta de ello. Yo me sentí tremendamente traicionado por él, pero nadie sabía el motivo, ni Reneé ni tu madre, por eso decidí aguantar, pero cuando pasó lo del lago y te pegó no pude más. Él había explotado también y así acabó todo.
-¿Lo dices en serio?
-Te juro por todo lo que amo que fue así como pasó.
-Está bien papá, te creo. Deberías contárselo a mamá y a Reneé, las dos tienen derecho a saber que es lo que ha pasado. Yo hablaré con Bella.
-Ten cuidado en como se lo dices, es un tema delicado y no se como se lo pueda tomar.
-Lo se, ya te llamaré.
Bella no lo había llamado y eso le extrañó, no llegaría al apartamento ese mismo día y quería saber como estaba, paró en un motel a descansar y volvió a llamarla, pero a los pocos tonos volvió a saltar el contestador. Empezó a alarmarse un poco, pero antes de ponerse nervioso decidió llamar a Alice.
-Edward...-La voz de Alice sonaba nervosa.
-Hola Alice, ¿puedes ponerme con Bella?
-Verás, es que ha pasado algo y no está conmigo.
-¿Donde está?- Edward se asustó muchísimo- ¿Qué es lo que ha pasado?
-Es que cuando encendió el móvil y vio tu mensaje iba a llamarte, pero Charlie le llamó antes de que marcara el número. No se que fue lo que le dijo pero salió corriendo mientras lloraba, Jasper y Emmet han ido a buscarla, Rosalie está en vuestro apartamento por si aparece por allí y yo estoy en el mío por si vuelve.
-Voy enseguida para allá, te llamaré dentro de un rato para ver si hay novedades.
-No te pongas nervioso, la encontraremos.
Edward pagó rápidamente y subió al coche, fue lo más rápido que pudo, y a las cinco de la mañana y con una lluvia espantosa llegó a las afueras de Chicago. Al llegar a la ciudad se paró junto a un bordillo y llamó a Alice.
-Dime que la habéis encontrado.
-Lo siento Edward, aun no sabemos nada. ¿Tú por donde vas?
-Acabo de llegar a Chicago...- Edward se quedó callado mirando al frente, allí bajo la lluvia, sentada en las escaleras de un portal estaba Bella, aovillada sujetando sus piernas contra su pecho y enterrando su rostro en ellas- Alice, la he encontrado.
No le dio tiempo a decir nada, colgó y salió corriendo hacia ella.
-¡Bella!- La llamaba mientras se acercaba pero ella no respondía, ni siquiera se movía- ¡Bella!- Siguió corriendo hasta que llegó junto a ella- ¡Bella! Bella háblame.
-Edward...- Bella lo miró y él pudo comprobar que estaba como ida.
-Vamos, cariño, estás chopada- Dijo tomándole la mano y levantándola- Ven, te llevaré a casa.
-Edward...- Dijo cuando intentó caminar intentando seguirle- No me siento bien.
Edward se giró a tiempo para cogerla mientras caía al suelo desmayada. Corrió con ella hasta el coche, la metió y fue al hospital lo más rápido que pudo.
En el hospital se llevaron a Bella a hacerle muchas pruebas y Edward, desesperado llamó a sus amigos, a su hermano y a su padre. Carlisle le dijo que cogían un vuelo en ese mismo instante, estarían cuanto antes allí.
La espera se le hizo eterna, llegaron Alice, Jasper, Rosalie y Emmet antes de que él tuviera noticias, y al verlos allí no pudo evitar derramar las lágrimas de frustración y temor que había estado conteniendo todo el tiempo. Ellos no pudieron decirle nada, simplemente estuvieron ahí apoyándole como buenos amigos.
-El señor Cullen- Dijo un doctor saliendo por una puerta.
-Soy yo- Dijo Edward, acercándose a él- ¿Como está mi mujer?- Todos se agolparon detrás de Edward.
-Verá, su estado es delicado. Tiene una neumonía aguda, tiene delirios además de otros muchos síntomas. Le voy a decir las cosas sin rodeos, en un caso normal, el estado de su mujer sería grave.
-¿En un caso normal? ¿Por qué el suyo no es un caso normal?
-El embarazo hace que no sea un caso normal. Me temo que debe tomar una decisión, si continua con el embarazo no podremos medicarla y dependerá completamente de sus fuerzas. Debe decidir si continua adelante con el embarazo o no. Piénselo, mientras puede pasar a ver a su mujer, está en cuidados intensivos, esta enfermera los llevará hasta allí.
Edward iba como hipnotizado, siguió a la enfermera sin decir una palabra, sin responder a lo que los demás le decían, sin hacer caso de nada. Cuando vio a Bella tendida en la cama se desplomó de rodillas en el suelo y empezó a llorar, mostrando el dolor que sentía, no podía tomar una decisión, si elegía la opción que todos esperaban Bella nunca se lo perdonaría, y eso le destrozaba por dentro.

Edward no se había separado de la cama de Bella en ningún momento, los demás esperaban en la sala de espera por orden del médico. Bella no dejaba de delirar y Edward se desesperaba cada vez más.
-Bella, no me hagas elegir, no puedes hacerme elegir entre las dos personas que más quiero en este mundo. Por favor Bella, intenta luchar- Imploraba Edward desesperado mirándola.
Por más palabras que le dijera, Bella no mostraba cambios en su estado de salud. Carlisle entró por la puerta guiado por una enfermera, que salió enseguida, miró a Bella y después a su hijo y lo abrazó.
-Edward, necesito que salgas un momento. Me han dejado hacerme cargo de ella, pero para examinarla bien necesito que salgas.
-Papá, déjame quedarme...
-¡Edward fuera!- Se puso firme Carlisle, era necesario.
Edward salió de la habitación y fue a la sala de espera, allí encontró a Reneé y a su madre hablando con los demás. Cuando lo vieron acercarse, Reneé y Esme se lanzaron a sus brazos y Edward no pudo evitar derrumbarse, se sentía totalmente abatido por la situación.
Entre todos lo ayudaron a sentarse, apenas se movía, no era consciente de lo que ocurría a su alrededor, solo podía ver el pasillo por el que debía aparecer su padre para darle información.
Casi media hora después, Carlisle hizo aparición en la sala de espera y su rostro no traía nada bueno.
-Edward, me temo que en el estado que se encuentra no se puede hacer nada. Debes tomar una decisión y tomarla ya. Si Bella continua con el embarazo la medicina no podrá ayudarla, si por el contrario, se interrumpe, podría ser tratada.
-No voy a dejarla morir- Todos lo miraron- Si ella muere... Yo no puedo vivir sin ella.
-Entonces, ¿cual es tu decisión?
-Interrumpir el embarazo- Dijo apretando los puños, esa respuesta le hacía más daño a él que a cualquiera que estuviera en la sala. Los demás no se atrevieron a decir nada
-Edward, no lo hagas- Esme le imploró- Es tu hijo, no puedes matarlo así como así.
-Lo se, pero Bella es mi vida- Dijo mirando a su madre, Esme lo miró con dolor y Edward se sintió entre la espada y la pared- Dame un solo motivo de peso por el que no deba tomar esa decisión.
-Porque si tu padre y yo pensáramos como tú no estarías aquí en estos momentos.
-¿Qué?- Edward abrió mucho los ojos sorprendido- ¿Qué quieres decir?
-Yo pude haber muerto cuando me quedé embarazada de ti, tu padre al principio quiso que abortara por la misma razón que tú, por proteger a la mujer que ama. Pero no se trata de protegernos a nosotras, cuando estamos embarazadas lo más importante en nuestras vidas es ese pequeño que crece en nuestro interior, si nos lo quitáis nos lo quitáis todo.
-Edward, si lo haces Bella no podrá perdonártelo, aunque lo intente no podrá- Dijo Reneé- Yo también quiero que se salve, es mi pequeña pero si yo hubiera estado en su lugar es lo último que querría.
-Hijo- Carlisle lo tomó del hombro- Es difícil aceptar estas cosas, y todos te apoyaran decidas lo que decidas- Carlisle miró a los demás, Edward también y vio como todos asentían- Ahora debes escuchar a tu propio corazón y decidir lo que crees que es mejor para ella.
Edward miró al suelo, y pensó en Bella, en como se le iluminó la cara en el momento en que le dijo que iban a ser padres, en como acariciaba su vientre aunque aun no se notara nada, en la sonrisa radiante que le dedicaba cada vez que él le daba un beso en la barriga... En todas las cosas que había cambiado la llegada del bebé. Después pensó en como podría sentirse si él decidiera poner fin al embarazo, Bella perdería ese brillo tan especial que tenía en sus ojos, perdería la sonrisa, se hundiría en la más profunda desesperación y él no podría sacarla de ahí porque él era el culpable. Por último pensó en todo lo que ocurriría si todo se arreglara, Bella tendría el bebé, ellos serían los padres más felices del mundo, cuidarían y mimarían ese bebé para toda su vida.
-No puedo hacerlo- Dijo finalmente sin levantar la vista- No puedo hacerle eso a ella.
-Entonces todo depende de ella ahora- Dijo Carlisle abrazando a su hijo- Has hecho lo correcto Edward, ella lo conseguirá.
Carlisle le aconsejó que la llevaran a casa, después de todo, en el hospital no podrían hacer nada por ella. Pidieron un helicóptero-ambulancia para trasladarla hasta Seatle, si iba a estar en casa, estaría en su verdadera casa no en el apartamento.
Una semana después la situación no había mejorado, Esme y Carlisle se habían trasladado con ellos para ayudar, Emmet, Alice, Jasper y Rosalie tuvieron que quedarse en Chicago por los estudios, pero a Edward sus estudios le importaban bien poco, por ello se quedó en Seatle.
Reneé permaneció en Forks, pero no se hablaba con Charlie, ni siquiera lo miraba, solo estaba en casa para dormir y lo hacia en la antigua habitación de Bella, el resto del tiempo iba a Seatle a ver a su hija y a ayudar en lo que pudiera.
Carlisle intentaba que le bajara la fiebre, a veces conseguía que llegara a los treinta y ocho grados, pero de normal estaba siempre en cuarenta. Esme intentaba alimentarla con caldos, pero no conseguían nada.
Un día Edward no soportó estar dentro de la casa, veía como todos estaban derrumbados y eso hacía que él se derrumbara más, ese día fue el único que se separó de la cama de Bella desde que habían llegado. Cogió su coche y se dirigió a Forks, de repente tuvo claro donde debía ir, sabía donde encontrar respuesta al motivo que había llevado a Bella a salir corriendo aquella noche, Charlie.
Aceleró todo lo que pudo y llegando a la casa vio a Charlie caminando por el borde del camino, Edward aceleró más y casi lo atropelló, Charlie tuvo que saltar hacia un lado para esquivarlo. Edward paró el coche y bajó dirigiéndose directamente hasta Charlie.
-¡Serás imbécil! ¡Casi me atrop...!- Charlie fue callado por el puño de Edward.
-¿¡QUÉ LE DIJISTE A BELLA LA ÚLTIMA VEZ QUE HABLÓ CONTIGO!?- Chilló Edward pegándole un puñetazo en cada palabra.
-¿Por qué? ¿Es qué te ha dejado?- Dijo riéndose Charlie mientras lo empujaba y se lo quitaba de encima- ¿Lo que le dije le ha hecho entrar en razón?
-¡Se está muriendo! ¡Por tu culpa ella salió corriendo del apartamento y se quedó bajo la lluvia, tiene una neumonía muy aguda y no pueden hacer nada porque está embarazada!
Charlie se quedó boquiabierto, miró a Edward que lo observaba con furia, pero al mirarle vio el reflejo de su padre y el odio volvió a su rostro.
-¡Déjame! Eso no es mi problema.
-¡Escúchame!- Edward lo tomó por el cuello de la camisa- ¡Si hay alguna posibilidad de que ella se salve es mediante lo que tú le dijiste! ¡Dime que es lo que le dijiste!- Charlie no respondió y Edward le pegó un puñetazo- ¡Dímelo!- Silencio y otro puñetazo- ¡Maldita sea! ¿Por qué no quieres ayudarme a salvarla?- Edward empezó a llorar y a gritarle- ¡Esto no se trata de mi o de mi padre, se trata de tu hija y tu nieto! ¡Tengo que salvarla! ¡Dime que le dijiste! ¡DÍMELO!
-Le dije que yo no era su padre, le dije que Carlisle era su padre- Edward le miró incrédulo- Le mentí haciéndole creer que erais hermanos.
-¡Maldito cabrón!- Edward empezó a pegarle un puñetazo detrás de otro, de pronto paró, se levantó y fue hasta el coche, pero antes de subir se giró a él- Le voy a decir una cosa, puedo asegurarle que mi padre nunca tocó a su mujer en ese sentido, y que su mujer lo quiere con locura, sino no habría estado junto a usted todos estos años. Mi padre lo consideraba su amigo y usted por una idea absurda que se forjó lo mando todo a la mierda. Si lo que quería era destrozar a los Cullen lo ha hecho, a mi por todo lo que está pasando, y si ella muere, al resto de mi familia porque yo la seguiré. Y espero que viva mucho tiempo para sentir remordimientos.
Edward subió al coche y se alejó rápidamente de allí, volvió a Seatle, a su casa, ahora tenía la clave para que Bella tuviera alguna posibilidad.
Llegó por la noche, tenía los ojos hinchados de llorar, subió a la habitación donde estaba Bella, Reneé lloraba junto a la puerta, Esme la abrazaba y Carlisle estaba junto a la cama de Bella.
-¿Qué ha pasado?- Preguntó un aterrorizado Edward.
-Edward, Bella está en las últimas, si no conseguimos que baje la fiebre en uno o dos días morirá.
-¡No!- Edward corrió donde ella y la abrazó- Escúchame Bella, se lo que te contó tu padre- Carlisle lo miró sorprendido, Esme y Reneé se acercaron llorosas hacia la cama- Todo eso es mentira, mi vida, tu padre es Charlie, es tu verdadero padre, de verdad. No somos hermanos, te lo juro. No tenemos el mismo padre. Cariño, tienes que creerme, lo que te digo es verdad, no hemos hecho nada malo... Cariño, tienes que luchar, tienes que intentarlo, por mi, por nuestro pequeño. ¿Vas a abandonar sin más?
-Bella, escúchame- Esta vez habló Carlisle- Tu madre y yo nunca hemos estado juntos, es imposible que yo sea tu padre.
-Mi niña, hija, lo que te dijo Charlie no era cierto- Dijo Reneé llorando a lágrima viva- Al único que he querido, quiero y querré es a tu padre, no hubiera podido hacerle algo así. Tienes que luchar mi pequeña, tienes que hacerlo.
Todos quedaron en silencio, Carlisle aconsejó que dejaran solos a Edward y Bella, que sería mejor que él se despidiera a solas.
Edward no quiso despedirse, se negaba a aceptar la muerte de Bella, pero por si alguna cosa ella pereciera, no sería un adiós sino un hasta pronto porque el iría muy pronto junto a ella. Pensando en eso se quedó dormido con Bella entre sus brazos.
Algo lo despertó, no supo que era al principio, pero poco a poco reconoció el motivo, una débil mano le estaba acariciando el cabello. Edward giró la cabeza hacia el rostro de Bella y pudo ver como ella le sonreía débilmente con los ojos entornados.
-Bella...- Salió de sus labios en forma de susurro, para luego cambiar a un grito de alegría- ¡Has despertado!- Dijo dándole un beso en los labios.
La dejó en la cama y salió corriendo de ahí.
-¡Papá! ¡Papá!- Gritó Edward desesperado desde la puerta- ¡Corre! ¡Date prisa!
Carlisle corrió escaleras arriba hacia allí seguido de Reneé y Esme, todos lo miraron con terror esperándose lo peor, pero lo vieron sonreír y eso los desconcertó.
-Bella a despertado- Les dijo con una sonrisa.
Carlisle le abrazó y entró corriendo en la habitación para ver a Bella, mientras Edward se abrazaba a Reneé y a su madre completamente sonriente.
Carlisle los llamó dentro de la habitación, Bella estaba sentada en la cama con la espalda recostada en una almohadas, Carlisle le tomaba el pulso. Se giró hacia ellos y les dedicó una sonrisa radiante.
-Ella y el bebé están fuera de peligro.

charlie es un "!$&%$·"&·"$&"· como pudo es de lo peor

pobre bella y edward solo han sufrido los pobres

yo creo qe le tiene envidia a carlisle pero si qe es un kofmworginm

“Ella y el bebé están fuera de peligro”. Esa frase resonó en la cabeza de Edward, al principio le costó asimilar el significado de esa frase, pero poco a poco se fue dibujando una sonrisa en su rostro, seguido de unas lágrimas que le impulsaron a correr hasta la cama y abrazarse a ella.
Reneé, se acercó y también la abrazó, mientras Esme se abrazaba a Carlisle llorando mientras miraba la escena.
Como era de noche, Carlisle les pidió a Esme y Reneé que salieran y dejaran a Bella descansar, que por la mañana podrían hablar con ella, ellas obedecieron a regañadientes dejando solo al joven matrimonio.
-Bella- Volvió a abrazarla- No puedo creer que de verdad estés bien.
-Gracias Edward.
-¿Gracias? ¿Por qué me das las gracias?
-Por no matar a nuestro hijo. Si lo hubieras hecho yo...
-Eso ya no importa Bella, ahora descansa, tienes que recuperar fuerzas.
Edward besó sus labios con delicadeza, después la ayudó a tumbarse en la cama y puso su boca sobre la barriga de Bella.
-Hola peque, te quiero mucho- Dijo para después besar la tripa haciendo que Bella se riera- Me alegro de volver a escuchar tu risa.
Se tumbó junto a ella, pasó un brazo bajo el cuello de Bella y la otra la colocó sobre su vientre, ambos se quedaron dormidos al instante.
Edward estaba durmiendo plácidamente cuando al girarse hacia la derecha se cayó de la cama, entonces se levantó rápidamente con una sonrisa, pero la sonrisa desvaneció al no ver a Bella en la cama.
Miró toda la habitación y no la vio, eso lo asustó, por ello salió corriendo de la habitación, bajó y frenó en seco al llegar a la puerta de la cocina. Bella estaba sentada en una silla tapada con mantas mientras Esme le daba el desayuno y Reneé le arreglaba el pelo. Bella daba pequeños sorbos del tazón que le acercaba Esme a los labios, y se podía ver como hacía un gran esfuerzo por tragar.
Bella giró la cara hacia él y le dedicó una sonrisa que él respondió gustoso y ahora más tranquilo.
-Buenos días.
-Hola Edward- Dijo Reneé, también sonriente.
-Hola cariño, ¿has dormido bien?
-Si mamá, mejor que en muchos días... ¿Por qué está aquí? ¿No debería estar en cama?
-Tranquilo Edward- Le habló Bella- Carlisle ha dicho que si no hago esfuerzos y me porto bien puedo estar aquí.
-Si lo ha dicho él, de acuerdo- Se sentó frente a ella y tomó una taza de café- ¿Donde está papá?
-Ha ido a hablar con Charlie- Dijo Esme sin muchos ánimos- Ha llegado la hora de que arreglen las cosas.
-No se si querrá- Dijo Edward bajando la mirada- Ayer le dejé la cara destrozada.
-Lo se- Dijo Reneé y Edward la miró sorprendido- Me llamó para saber si era verdad el estado de salud de Bella y me contó lo que pasó- Edward bajó otra vez la mirada- No lo sientas Edward, se lo tenía merecido por idiota. No se como pudo decirle eso a Bella.
Bella no decía nada sobre el tema, no quería ponerse nerviosa y hablar de ello solo la iba a alterar. En lugar de ello tomó la mano de Edward y la acarició, Edward la miró y al verla con una sonrisa sintió alivio.
Cuando acabaron de desayunar Edward ayudó a Bella a subir al baño para meterse en la bañera, Reneé se quedó con ella. Mientras, él y Esme arreglaron la casa, pusieron más cojines en el sofá, pusieron mantas, también pusieron un sillón cómodo en la cocina para que no tuviera que estar en una silla de madera y por último, pusieron en su habitación una pequeña tele para que pudiera verla si necesitaba estar acostada en la cama.
Cuando Reneé terminó de lavarla, Edward la sacó de la bañera, la envolvió en una toalla y la llevó a la habitación para vestirla.
-¿Qué quieres ponerte? Y no me vale un vaquero y una camiseta.
-¿Por qué no?
-Porque hoy vienen visitas y tienes que estar estupenda.
-¿Visitas? ¿Qué visitas?
-Pues, a parte de Emmet y los chicos, hoy van a venir mis abuelos.
-¿Tu... Tus abuelos?
-Si, los padres de mi padre. Tienen muchas ganas de conocerte- Edward le besó la frente- Bueno, ¿qué quieres que saque?
-Pu... Pues... El vestido que me regaló Alice en Navidad.
-Buena elección.
Edward le puso el vestido y cuando ella estuvo lista, la tomó en brazos y la bajó al salón.
Poco después llamaron a la puerta y fue Esme a abrir, ante ella estaban su hijo, tres personas que ella no conocía y los padres de Carlisle. Ella los saludo a todos y los invitó a pasar.
-¡Bellaaaaaaaaaaa!- Chilló Alice lanzándose a abrazarla- ¡Estás bien! ¡Estás bien!- Alice se separó de ella y llorando le apuntó con el dedo- ¡Ni se te ocurra volver a hacerme algo así!
Bella la abrazó y se puso a llorar con ella, como había echado de menos a su amiga.
-Oye, deja algo para los demás- Se quejó Emmet, Alice se apartó- Hola enana, me alegro de verte.
-Gracias Em. Yo también me alegro de verte- Bella le abrazó con toda la fuerza que pudo.
-Bells, pensé que no te volvería a ver- Dijo Jasper cogido de Alice que seguía llorando.
-Hola Bella, me alegro muchísimo de que estés bien- Rosalie le dio un pequeño abrazo.
-¿Puedo saber quienes son o me voy a la cocina?- Dijo Esme que estaba en la puerta con los señores Cullen sonriendo.
-Lo siento. Mamá estos son Alice, Jasper- Emmet señaló a cada uno- Y esta es mi novia Rosalie.
Todos se saludaron y se apartaron para dejar a los señores Cullen acercarse, se sentaron al lado de Bella en el sofá mientras Edward permanecía sentado en el suelo con la mano de Bella junto a su cara.
-Bella estos son mis abuelos, Elisabeth y Peter.
-Es un placer conocerles- Dijo en un susurro Bella, debido a la vergüenza.
-El placer es nuestro pequeña- Dijo Elisabeth- Desde que nos enteramos de vuestra boda hemos querido conocerte.
-Claro que si, eres una Cullen ahora- Dijo Peter sonriéndole-Ayer nuestro hijo nos contó todo lo que ha pasado. Nos alegramos de que tú y ese pequeñín que llevas dentro estéis bien.
Durante toda la mañana estuvieron todos hablando, Bella se sintió realmente querida, eso le hacía recuperarse mejor, se notaba que necesitaba el cariño y amor de la gente.
Llegó la hora de comer y todos se marcharon menos Emmet, que se quedaría unos días con ellos. Edward llevó a Bella hasta la cocina, la sentó en el sillón y empezó a darle la sopa que Reneé había preparado.
Después de comer, Bella se quedó dormida, Edward la llevó hasta el sofá, la tumbó y la tapó con las mantas. Después fue con los demás a la cocina.
-¿No creéis que tendría que estar ya aquí?- Preguntó Esme asustada.
-¿Quién?- Edward no sabía de quien hablaban.
-Papá aun no ha vuelto de casa de Charlie.
Empezó a sonar el móvil de Esme.
-Mira, es él- Esme descolgó- Dime cariño- Silencio- ¡¿Qué?!- Silencio- ¡¿Lo estás diciendo en serio?!- Silencio- ¡No te preocupes, en seguida vamos para allí!
Esme se giró a mirar a los demás que la observaban con el terror reflejado en sus caras.
-Reneé, tienes que venir conmigo ahora mismo.
-Pero, ¿qué ocurre?
-Carlisle ha ido a ver a Charlie y no lo encontró en casa- Esme intentaba estar calmada- Fue a buscarlo a la comisaría pero tampoco estaba. Lo ha encontrado en el lago al que solíamos ir, dice que Charlie quiere suicidarse, tienes que venir conmigo. ¡Tenemos que impedirlo!
-¡Dios mío!
-Yo os llevaré- Dijo Emmet- Mi coche es el más rápido.
-Edward, te diría que vinieras pero Bella te va a necesitar, esto no va a ser fácil para ella- Dijo Esme mirando a su hijo.
-Lo se, no te preocupes mamá.
Los tres se marcharon y dejaron a Edward en la casa cuidando a Bella.
En el coche nadie decía nada, la tensión se podía notar en el aire. Emmet condujo lo más rápido que pudo hasta el lago, al llegar vieron a Carlisle intentado quitarle el arma a Charlie. Los tres se acercaron corriendo hasta allí y pudieron escuchar lo que se decían mientras forcejeaban.
-¡Charlie, no seas estúpido! ¡Esto no arregla nada!
-¡Claro que lo arregla! ¡Tú tienes el camino libre con mi mujer y dejo de hacerle daño a mi hija!
-¡Charlie, yo no tengo nada con Reneé!- Cada vez le era más difícil contener a Charlie- ¡Y Bella se está recuperando!
-¡No te creo!- Charlie le pegó un empujón tirándolo al suelo. Después se apuntó con el arma a la sien.
-¡Charlie!- Gritó Reneé- ¿Se puede saber que haces?
-¡Quitarme del medio! ¡Todos lo estáis deseando!
-Deja de decir tonterías y quítate ese arma de ahí.
-¿Por qué? Así podréis estar juntos de una maldita vez.
-¡¿Se puede saber quien te ha metido semejante idiotez en la cabeza?!- Gritó Reneé dejando a Charlie sorprendido- ¡Nunca te he sido infiel! ¿Te enteras? ¡NUNCA!
-Si, ya... ¿Y lo de la terapia esa?
-¡Era cierto, pedazo de troll! ¡Iba a una terapia por el problema que tuve después del nacimiento de Bella!
Charlie bajó su arma y miró a Reneé y luego a Carlisle, este se levantó y se acercó a él.
-Nunca hemos hecho nada en contra tuya, amigo- Dijo Carlisle agarrándole del hombro.
-¿Quiere decir eso que todo lo que he hecho, la forma en la que me he comportado contigo, ha sido por nada?- Eso lo dijo con un susurro.
-Así es amigo, pero no importa.
-¿Y todo lo que le he hecho a Bella? ¡Mi niña!- Charlie empezó a llorar, se arrodilló derrotado aun con la pistola en la mano. Reneé se acercó a él y le acarició la cara- Siento todo lo que ha pasado.
-Ya no importa, puede que ahora podamos volver a estar como antes- Le sonrió ella.
-Me temo que eso no va a ser posible- Dijo Charlie secándose las lágrimas, poniéndose en pie y aferrando el arma fuertemente.
-¿Por qué no Charlie?
-Porque todo se acabó para mi.
Charlie levantó su arma y la puso sobre su sien, Carlisle, que había entendido lo que Charlie intentaba, se lanzó a por él, tomó su brazo y lo desvió de su trayectoria en el momento en que Charlie apretó el gatillo.
Se escuchó un grito de dolor, y todos se giraron hacia la persona que lo producía. Carlisle cayó al suelo, con una mano en su hombro intentando que la sangre dejara de salir.
-¡¡¡CARLISLE!!!- Gritó Esme corriendo hasta él.
-¡PAPÁ!- Emmet corrió tras su madre.
Emmet tomó a su padre en brazos y fue hasta el coche con él, Esme lo siguió de cerca y se puso en el asiento trasero del coche con él y partieron al hospital. Reneé y Charlie se quedaron en el lago, Charlie lloraba descontroladamente en los brazos de Reneé por todo lo que había hecho, en especial, por lo que acababa de ocurrir.

Edward se sentó en el suelo junto al sofá, necesitaba tener a Bella cerca porque tenía un mal presentimiento, sabía que algo no iba bien.
Se levantó muchas veces porque estaba nervioso, no podía permanecer quieto, una de las veces, sin querer le dio un pequeño golpe al sofá haciendo que Bella se despertara. Edward no se había dado cuenta, se volvió a sentar en el suelo, esta vez apoyado en la mesa del salón, quedando frente a Bella, y ahí hundió su rostro en las manos.
-¿Ocurre algo malo?- Preguntó Bella con voz temblorosa.
Edward levantó el rostro rápidamente al escuchar su voz, pudo ver que estaba asustada y no entendía el motivo.
-¿Te siente bien?
-Si, ¿debería sentirme mal?- Se alarmó más.
-No, tranquila. Solo quiero asegurarme de que estás bien- Edward se levantó, alzó a Bella y, tras sentarse en el sofá, la sentó en sus piernas- No quiero que te ocurra nada malo.
-Si no me pasa nada, ¿por qué estás así? ¿Es el bebé? ¿Está bien?- Bella empezó a hiperventilar.
-Eh, eh, eh. Calma, no le pasa nada al bebé. Ssshhh... Mi vida, mis nervios no son porque os pase algo a vosotros en estos momentos- Notó como Bella se iba calmando.
-¿Entonces por qué es?- Preguntó aun un poco alterada.
-Te pido que no te alteres, ¿vale?- Bella asintió- Ha llamado mi padre diciendo que el tuyo quería suicidarse. Nuestras madres y Emmet han ido a intentar impedirlo.
Bella se aferró a la camisa de Edward ante esas palabras y empezó a llorar, a pesar de todo lo que había ocurrido, de todo lo que les había hecho, él seguía siendo su padre. Edward no pudo hacer más que abrazarla y besar sus cabellos, sabía que sufría y que no podía hacer nada por evitarlo.
Después de un rato, sonó el teléfono de la casa, Edward dejó a Bella en el sofá y fue a responder.
-¿Diga?
-Edward, soy yo, Emmet. Se que Bella no está bien aun, pero tenéis que venir a Forks inmediatamente.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Papá está en el hospital. Apartó el arma de Charlie en el momento en el que se iba a disparar y el tiro le dio a él. Van a tener que operarle y es una operación a vida o muerte. Es mejor que vengáis.
-En seguida salimos para allí.
¿Qué ocurre?- Preguntó Bella alarmada por la cara de angustia de Edward.
-Tenemos que irnos a Forks, mi padre está en el hospital.
Bella se quedó helada, no supo que decir, tan solo pudo aferrarse al cuello de su marido cuando este la tomó entre sus brazos. Edward cogió algunas mantas y fueron al coche, colocó a Bella en el asiento del copiloto y le puso una manta para taparla, aun hacía frío, después Edward subió al coche y se dirigieron a Forks.

--^^--^^--^^--
Emmet estaba abrazando a su madre que lloraba desesperada sentada en la sala de espera. Carlisle había llegado consciente al hospital, y durante todo el camino no paró de repetirle que la querría siempre, ella sabía que se estaba despidiendo.
-Señora Cullen, puede pasar un momento antes de la operación.
Esme entró en la sala del pre-operatorio y vio allí a Carlisle, tendido en una camilla, mirándola. Ella se acercó hasta él y le tomó la mano, intentaba no llorar pero no podía evitarlo, las lágrimas surcaban sus mejillas sin control.
-No llores, mi vida- Dijo él mirándola- No me gusta que llores por mi culpa.
-No puedo evitarlo, tengo miedo de perderte.
-No me vas a perder, siempre voy a estar a tu lado, pase lo que pase, siempre estaré contigo.
-¡No hables como si supieras que no vas a salir de esa sala!- Dijo ella antes de besarle- Tienes que volver a mi lado. Tienes que conocer a tu nieto...
-Esme, te prometo que si está en mi mano no me iré, pero si el destino dice que es mi hora quiero que me prometas algo.
-¿Qué?
-Prométeme que seguirás adelante. Tendrás que contarle a nuestro nieto lo idiota que ha sido su abuelo- Dijo riéndose y provocando una sonrisa en la cara de Esme- Eso está mejor. Ahora prométemelo.
-Te lo prometo, pero serás tú el que le cuente lo bueno y cariñoso que eres, y además se lo tendrás que demostrar...- Carlisle tomó su rostro con la mano y lo condujo hacia sus labios ansioso.
-Señora Cullen- Les interrumpió un médico- Tiene que salir ya, va a empezar la operación.
Esme miró a Carlisle, le dio un último beso y él le susurró al oído “Te quiero vida mía, te querré siempre”.
Esme se separó de él lentamente llevada por el doctor, ella no separó su vista de los ojos de él hasta que salió y fue acogida por los brazos de Emmet.
-Mamá, Edward y Bella están en la sala de espera- Dijo Emmet llevándola hacia allí- Ya verás como todo sale bien.
Esme fue con Emmet hasta la sala de espera donde estaban Bella y Edward, Bella estaba en una silla de ruedas, recargando su cabeza en el hombro de Edward que estaba sentado a su lado. Edward tenía el rostro desencajado por el dolor y Esme no pudo evitar correr hasta él y abrazarlo.
Apenas hablaron en el tiempo que duró la operación, tampoco salía nadie a decirles alguna cosa sobre el estado de Carlisle y eso los ponía más nerviosos. Esme no dejaba de llorar, Emmet daba vueltas por toda la sala, Edward estaba apoyando sus codos en las rodillas mirando el suelo y Bella tenía las manos sobre las de Edward intentando darle ánimos.
Después de casi tres horas esperando por fin salió el médico que había estado operando a decirles algo.
-Hemos extraído la bala, se había alojado muy cerca del corazón, hemos tenido dificultades para localizarla sin presionar el órgano. Pero a pesar de todos los problemas la operación ha sido un éxito y el señor Cullen se recupera favorablemente.
-¿Lo dice en serio?- Esme aun no se lo creía- ¿Va a salir de esta?
-Si así es, tendrán que esperar a que lo pasen a una habitación para verlo, pero les aseguro que ya no corre ningún peligro.
En ese momento todo fueron abrazos y llantos de alegría, Carlisle estaba bien y ellos podían respirar tranquilos por fin.
Casi por la noche les dejaron entrar en la habitación que le habían asignado a Carlisle, Emmet entró el primero sonriendo de oreja a oreja, seguido de Bella que era llevada por Edward, y por último iba Esme.
-¡Papá! ¡Pensamos que no lo contabas!- Dijo Emmet colocándose a un lado de la cama.
-Hace falta más que una pequeña bala para acabar con tu padre- Dijo él sonriente.
-Me alegro de que estés bien papá- Dijo Edward abrazando a su padre- Menudo susto nos has dado.
-Ja, ja, ja. Ya era hora de que os diera yo uno a vosotros y no al revés.
-Carlisle- Dijo Bella casi en un susurro, tomando su mano y bajando la cabeza- Siento lo que ha pasado. Nunca creí que mi padre fuera capaz de algo así.
-Ha sido un accidente, el no quería darme- Carlisle acarició su rostro- Y aunque así fuera, tú no tienes que sentirte mal, no ha sido culpa tuya.
Bella le sonrió y Edward apartó la silla para dejarle paso a su madre. En cuanto los ojos de Esme se posaron en los de Carlisle, todos los miedos que había tenido antes y durante la operación desaparecieron. Se acercó hasta la cama, tomó el rostro de Carlisle entre sus manos y lo besó con pasión, Carlisle la tomó del cuello con el brazo que podía mover y profundizó el beso.
-¡EH!- Gritó Emmet- ¡Qué estamos delante! ¡Cortaros un poco! ¡Vivo más feliz sin demostraciones de como engendrasteis a Edward!
Carlisle y Esme empezaron a reír descontroladamente, Edward empezó a reír también y Emmet por, inercia, también. Bella sonreía pero estaba un poco confundida.
-¿Solo a Edward? Emmet a ti te engendraron igual.
-Eso ya lo se, pero no fueron ellos- Bella abrió mucho los ojos- Hermanita, yo soy adoptado.
-¿Ah, si?
-Si, pero mis únicos padres son ellos- Dijo señalando a Esme y Carlisle- Me han educado y cuidado desde los seis meses, y yo los quiero igual que ellos a mi.
Esme abrazó a Emmet y Carlisle le dio la mano, corroborando lo dicho por su hijo. Bella solo pudo sonreír y abrazar a Edward, todos estaban realmente felices.
Esa noche, Esme no quiso separarse de la cama de Carlisle, por lo que se quedó dormida en el sillón junto a la cama con su mano entrelazada, Emmet se marchó a la antigua casa de sus padres a dormir, Edward tumbó a Bella en el sofá que había al fondo de la habitación, se había quedado dormida y no quería despertarla, por lo que pasarían ahí la noche, él se colocó detrás de ella, miró como dormían sus padres, luego miró a su mujer y sonrió antes de quedarse dormido.
Por la mañana, Emmet fue a por su madre, se la llevó a desayunar a la cafetería del hospital, Edward y Bella seguían dormidos por lo que Carlisle estuvo leyendo un rato, hasta que unos golpecitos en la puerta llamaron su atención. Carlisle se giró y se sorprendió al ver ahí a Charlie.
-Hola- Dijo este desde la puerta- ¿Puedo pasar?
-Claro, pasa y siéntate.
-Siento todo lo que ha ocurrido- Dijo una vez se hubo sentado junto a su cama- Me refiero ha todo, desde el nacimiento de Bella. Lo siento muchísimo, Reneé y yo hemos estado hablando y ahora me doy cuenta de todo lo que he hecho.
-Ahora eso no importa, por mi parte está olvidado. No es mi perdón el que te tienes que ganar sino el suyo- Dijo Carlisle señalando con la mirada a Bella.
Charlie se giró y vio a su hija y a Edward durmiendo plácidamente en el sofá de la habitación.
-¿Cómo he podido hacerle tanto daño? ¿Y a vosotros? ¿Y a Reneé? He hecho daño a todos los que estaban conmigo, primero a vosotros, en especial a ti. Después a Reneé. Y por último mi niña. Tanto tú como Reneé me habéis perdonado, y se que ella lo hará, pero no se si yo podré perdonarme algún día.
-Charlie, en el momento en que ella te perdone te perdonarás a ti mismo.
Charlie miró a Carlisle a los ojos, metió la mano en su bolsillo y sacó un colgante.
-A pesar de la promesa que hicimos no se lo di a Bella porque te odiaba demasiado. Pero tampoco pude tirarlo, aunque te confieso que lo pensé más de una vez.
-Yo tampoco le di tu anillo a Edward.
-Parece increíble que pertenezcamos a la misma familia.
-Si, quien hubiera dicho que de nuestra amistad saldría una pareja tan bonita como la que ellos forman.
-¿Nuestra amistad? ¿Me sigues considerando tu amigo a pesar de todo?
-Claro que si. Juramos ser amigos hasta el final, y eso es lo que somos.
-Eso es lo que somos- Repitió Charlie.
Carlisle le tendió la mano para volver a sellar su amistad, y Charlie la tomó y apretó con muchas ganas.
Bella despertó unos minutos después, y al ver a su padre riendo y hablando con Carlisle no pudo más que sonreír. Charlie, al verla despierta, se acercó lentamente a ella, se arrodilló ante ella y imploró su perdón mientras se derrumbaba en lágrimas. Bella abrazó a su padre en señal de perdón, y Edward, que se había despertado con los sollozos de Charlie, se sumó a ese abrazo.

Hacía dos días que Carlisle había sido dado de alta, estaban en su antigua casa, Esme se había encargado de todo, la había limpiado y dejado preparada para las necesidades que Carlisle pudiera tener. Debido a su herida no se le permitía hacer nada, por eso, él y Bella pasaban mucho tiempo juntos en la biblioteca.
Bella mejoraba notablemente, lo que unos días atrás estuvo apunto de acabar con su vida se había convertido en un simple resfriado. Carlisle se pasaba el día contándole cosas de cuando Edward era pequeño, ella reía muchísimo al imaginarse a su marido con los zapatos de tacón de su madre y pintándose a los 7 años, o colgado boca abajo de un árbol en el jardín por haber metido una lagartija en los pantalones de Emmet. Esos momentos le hicieron estar más unida con su suegro, al que quería como si fuera su propio padre. Carlisle, al pasar más tiempo con ella, descubrió que era de verdad una chica maravillosa a pesar de todos los problemas que habían tenido, y pudo encontrar en ella a otra hija.
Emmet tuvo que volver a Chicago para realizar unos exámenes muy importantes, pero en cuanto los acabara volvería a Forks para ayudar a sus padres.
Edward había encontrado un trabajo como músico en un bar de Forks, no quería tener que irse y dejar a Bella allí así que dejó el que tenía y lo buscó en el pueblo, Bella aun tenía que recuperarse y cuanto menos viajara mejor. Trabajaba todo el día y volvía a la hora de la cena, mientras Bella deleitaba a Carlisle y a Esme con sus relatos.
-Bella, ¿has pensado en escribir cosas más serias?- Preguntó Carlisle después de escuchar uno de los muchos cuentos que tenía ella.
-Me encantaría, pero creo que no tengo talento suficiente para eso.
-Tonterías- Dijo Esme- Escribes de maravilla. Y por probar no pierdes nada.
-Lo pensaré.
Llamaron a la puerta y Esme salió a abrir dejándolos solos.
-¿Tienes pensada alguna historia más seria?
-Bueno, había pensado en hacer una historia basándome en vuestra historia y la de mis padres. Pero no estoy muy segura de ello. Lo he pensado porque para mi esa historia es la que ha marcado mi vida.
-Eso es una idea magnífica, las historias que tienen un simbolismo son las mejores.
-Lo se, probaré a escribir unos capítulos y depende de como quede continuaré o me apuntaré a la lista de escritores negados.
Ambos rieron por el comentario de Bella, y hubieran seguido riendo pero los interrumpió un grito.
-¡Tío Carlisle!- Gritó una niña pequeña entrando en la sala.
-¡Kate!- Dijo él girándose a ella y abriendo el brazo que tenía bien- ¡Ven aquí torbellino!
La pequeña niña saltó al regazo de su tío y lo abrazó, luego la niña miró a Bella confundida.
-Tío, ¿quién es ella?
-Ella es la mujer de tu primo Edward. Bella, esta es Kate, mi pequeña sobrinita.
-Hola Kate, es un placer conocerte.
-Gracias- Dijo la niña con una sonrisa, después se fijó en los libros que tenía ella en sus piernas- ¡OH! ¿Esos son los cuentos de “El pequeño vampiro”?
-Si, son mis historias.
-¿Las conoces Kate?- Preguntó Carlisle sorprendido.
-¡Claro que las conozco! ¡Son mis libros favoritos!- La niña daba pequeños saltitos sobre el regazo de su tío- ¿Los has escrito tú?- Bella asintió con una sonrisa- ¡Aaaahhhh! ¡Me tienes que contar que pasa después! ¡Quiero saber que pasa cuando el pequeño vampiro se escapa de casa!
-Ja, ja, ja. Luego te cuento un poco de lo que ocurre.
-Y dices que no tienes talento- Se rió Carlisle- Kate es muy exigente con los libros para tener solo 7 años. Además, si te han publicado cuentos es porque tienes talento.
Bella sonrió ante el comentario, y vio como la niña le sonreía de forma desmesurada.
A los pocos minutos entraron en la sala otras cuantas personas guiadas por Esme, Bella se sintió un poco incomoda, no conocía a esas personas pero suponía que eran la familia de la pequeña Kate, y no se sentía preparada para conocer a los integrantes de su nueva familia.
-¡Ya sabía yo que algún día desesperarías tanto a Esme que acabaría pegándote un tiro!- Dijo el hombre- Pero Esme, la próxima vez apunta mejor.
-¡Eleazar! ¡No seas tan bruto!- Le reprendió la mujer.
-Bella, no te asustes por los comentarios de mi cuñado- Dijo Carlisle al ver la cara de Bella- Estos son Carmen y Eleazar Denali, mis cuñados. Eleazar es el hermano de Esme. Y estas tres señoritas de aquí son Tanya, Irina y Kate.
-Es un placer- Dijo Bella sonriendo.
-Así que tú eres la mujer de Edward- Dijo Carmen- Eres más bonita de lo que Esme me había dicho.
-Mami, ella ha escrito mis cuentos del pequeño vampiro.
-¿Así que tú eres la responsable de que mi hija sea una adicta a la lectura?- Bella se ruborizó ante el comentario de Eleazar.
Esme, Carlisle, Carmen y Eleazar salieron al salón a tomar café, dejando a Bella con las niñas. Katie tenía 7 años y era, como había dicho su padre, una adicta a los cuentos de Bella. Irina era una niña algo tímida, de unos 9 años, que se sentó en el sillón y solo observaba. Tanya tenía 13 años y era una niña muy presumida, se creía el centro del mundo, como bien se lo mostró a Bella.
-Aunque te hayas casado con mi primito él me quiere más a mi.
-Bueno, son distintas formas de querer. A ti te quiere como su primita y a mi me quiere como su mujer.
-¡Qué va! A mi no me quiere solo como a su primita, ya lo verás cuando venga.
-Tanya, no seas presumida- Dijo Irina mirando a su hermana- Sabes que Edward no te quiere así, él quiere mucho a Bella, ¿verdad?
-Claro, como yo a él.
-Puedes decir lo que quiera Iri, pero Edward me quiere mucho.
Tanya se cruzó de brazos y se quedó mirando los libros de la estancia ignorándolas por completo.
-¿Y a ti que te gusta hacer Irina?
-A mi...- La niña bajó la mirada y se ruborizó- Me gusta la música y pintar.
-¡Vaya! Así que estoy ante una artista- Irina levantó la mirada y sonrió- Yo toco la guitarra.
-¿En serio? Yo también.
-¿Quieres que toquemos juntas?
Bella sacó la guitarra eléctrica y la española, le entregó esta última a Irina y ella empezó a tocar la canción “Big, big World”. Bella la acompañó con la eléctrica ante la mirada de Kate que disfrutaba de la canción. Cuando finalizó ambas se giraron al escuchar unos aplausos desde la puerta de entrada donde estaba Edward sonriendo.
-¡Primito!- Corrió Tanya hasta él y se lanzó a abrazarlo- Te he echado mucho de menos.
-Y yo a ti Tanya- Le devolvió el abrazo y la dejó en el suelo de nuevo- ¿Donde está mi primita chiquitina?- Kate corrió hasta él y lo abrazó- Kate, pequeño bicho, ¿te has portado bien con Bella?
-Si, claro. Ella es mi ídolo.
-¿Tú ídolo?
-Si, escribe mis historias favoritas. “El pequeño vampiro” es mi saga favorita y la ha escrito ella.
Edward miró a Bella sorprendido y esta solo sonrió. Él se soltó del agarre de su primita y fue hasta el asiento de Irina.
-Y tú señorita, ¿no me dices nada?- Irina se levantó y abrazó a Edward, él le respondió el abrazo- Cantas muy bien y tocas mejor- Irina sonrió a su primo y se volvió a sentar en el sillón- Y tú- Dijo acercándose a Bella- Vas a tener que cantar más a menudo para mi. Y voy a tener que pedirte historias particulares. Te has ganado a mis primas sin apenas proponértelo- Dijo besando sus labios. Cuando se separó, bajó su mano al vientre de Bella y lo acarició- ¿Y como estamos aquí dentro?
-¿Hay dentro?- Dijo Tanya sin entender a que se refería- ¿Le pasa algo ahí dentro?
-Solo es que tiene a mi pequeñín ahí.
-¿Qué?- La cara de Tanya se desencajó al escuchar eso.
-Que Bella está embarazada.
-Primito, primito- Dijo Kate tirando de sus pantalones- ¿Qué quiere decir estar embarazada?
-Quiere decir que tiene un bebé en la barriga- Dijo Irina.
-¿Un bebé en la barriga? ¿Y cómo se ha metido ahí?
Edward y Bella tragaron saliva ante la pregunta de la niña.
-Bueno... Eso... Eso se lo preguntas a tus padres luego.
La niña se quedó satisfecha y volvió a sus libros, Edward bajó su rostro al vientre de Bella y lo besó, esta se rió por el gesto. Tanya los miraba mientras en sus ojos se agolpaban lágrimas, entonces salió corriendo a las escaleras del porche de la casa.
-¿Qué ha pasado?- Preguntó Edward sin entender el porque de la fuga de Tanya.
-Está celosa- Dijo Bella mirándolo- Siempre has sido su primito, solo has estado para ella y sus hermanas. Ahora he llegado yo y piensa que la has abandonado por mi. Ves y habla con ella.
Edward le dio un último beso a Bella antes de salir detrás de su prima, cuando se acercó a las escaleras del porche la escuchó llorar.
-¿Puedo sentarme?
-Es tu casa- Dijo girándose hacia el lado contrario donde él se sentaba.
-¿Por qué lloras?
-Porque tú no me quieres- Y lloró más fuerte.
-Claro que te quiero- Dijo girando la cabeza de Tanya- Eres mi prima, la primera que tuve, y siempre te voy a querer. Pero es necesario que entiendas que hay muchas formas de querer.
-¿Muchas formas?- Preguntó ella aun llorando.
-Claro, por ejemplo, ¿verdad que tu madre me quiere?- Ella asintió- Pero a pesar de quererme, no me quiere igual que a ti.
-Claro, porque yo soy su hija.
-Eso es. Pues con Bella pasa igual. Yo te quiero mucho, eres mi prima y por eso siempre te querré, pero la forma en la que quiero a Bella es solo para ella, no puedo querer a nadie más como a ella.
-Entonces, ¿no vas a dejar de quererme aunque ella esté aquí?
-Por supuesto que no, pero tienes que prometerme que vas a tratar bien a Bella. Ella a estado muy enferma y además está esperando un bebé, hay que cuidarla mucho.
-Te prometo que me portaré bien.
Edward le dio un beso en la mejilla y le tendió la mano para que lo acompañara dentro. Los demás ya estaban sentados a la mesa, era la hora de cenar. Edward se sentó junto a Bella y a Tanya le tocó sentarse al otro lado de ella.
Durante el transcurso de la velada, Tanya se mostró muy amable con Bella, y esta le sonreía y le mostraba su cariño. Eleazar y Carmen habían acogido muy bien a Bella, al igual que las niñas.
-Mami- Dijo Kate en mitad de la cena- ¿Por qué Bella tiene un bebé en la barriga?
Todos se atragantaron por la pregunta de la niña, Edward y Bella se pusieron rojos ante eso.
-¿Y esa pregunta tesoro?- Dijo Carmen.
-Es que antes, el primito le a dicho a Tanya que Bella tenía a su bebé en la barriga, y yo quiero saber como se ha metido ahí.
-Verás tesoro, el bebé no se ha metido en la barriga de Bella, va creciendo muy despacito- Dijo su madre- Tú también estuviste en mi barriga.
-¿Ah, si?
-Si, claro. Y cuando ya eras muy grande para estar dentro de mamá saliste para seguir creciendo fuera.
-Oooohhhh.... ¿Y el bebé de Bella también saldrá?
-Si, cuando se haya hecho más grande.
-Mami, yo también quiero un bebé.
Todos empezaron a reír por el comentario de la pequeña Kate, ella no entendía el motivo de la risa.
-Cariño, eso solo podrá ser cuando seas mayor y encuentras a alguien que te quiera igual que como tu primo quiere a Bella.

--^^--^^--^^--

Unos meses después
Edward iba con su coche camino de Forks, había ido a Chicago a por las cosas del apartamento. Después de lo que le ocurrió a Bella no habían vuelto a ir, y Bella no quería dejar Forks otra vez, por ello Edward pidió un traslado de expediente para estudiar en la universidad de Seatle, aunque era más pequeña. Bella iba a estudiar a distancia, sabía que con lo adelantado que llevaba el embarazo y lo que supondría después el bebé, no tendría tiempo de ir a la facultad.
Aunque seguían teniendo la casa en Seatle, de momento estaban quedándose en Forks, en casa de Carlisle y Esme. Carlisle había dejado su empleo como cardiólogo en Canadá y había empezado a ejercer como médico particular en Forks, quería demasiado ese pueblo como para volverse a ir.
Edward iba deprisa, presentía que Bella lo necesitaba y eso le hacía estar ansioso, llevaba así desde que Bella había entrado en su octavo mes de embarazo.
Su móvil empezó a sonar y tuvo que aparcar en el arcén para contestar, vio que era su madre.
-Dime mamá.
-¿Por donde vas?
-Estoy llegando a Seatle, no tardaré mucho en llegar a casa.
-Ves directo al hospital. Bella está siendo trasladada en ambulancia.
-¡¿QUÉ?! ¿¡Qué ha pasado?!
-Cálmate, no es nada malo- Esme tomó aire- ¡Bella se ha puesto de parto!
-¡¿YA?! ¡Aun no le toca! ¡Voy para allí!
Edward colgó el teléfono y volvió a arrancar el coche, salió disparado hacia Forks, tardó apenas media hora en llegar al hospital.
-Disculpe, soy el marido de Isabella Mary Cullen.
-Espere un momento- La enfermera miró en el ordenador- Está dentro, en la sala de partos, me temo que no puede pasar.
-¿Y el doctor Cullen?
-Está con ella, siéntese en la sala de espera y le avisarán.
Edward fue hasta la sala y encontró a Reneé y a su madre allí, las dos le sonrieron cuando lo vieron.
-Edward, ven y siéntate- Dijo Reneé. Él obedeció- Tranquilízate, los nervios no te ayudarán.
-¿Ella está bien?
-Antes de que Carlisle y ella entraran si, estaba muy nerviosa y hubiera querido que tú estuvieras con ella.
-Lo se, yo también hubiera querido entrar.
-No podías saber que iba a pasar, no te preocupes- Respondió Esme intentando calmarle- Ahora relájate y ten paciencia, esto lleva su tiempo.
Dos horas después, Carlisle salió y se dirigió a ellos, mirando a Edward con una sonrisa.
-Edward, tienes una niña.
-¿Una niña?- Dijo él sonriendo- ¡Una niña!- Abrazó a su padre fuertemente- ¿Cómo está Bella?
-Esperándote en su habitación. Es la 523.
Edward se fue y Carlisle les explicó a Esme y Reneé como era la niña.
El camino hacia la habitación se le hizo eterno, pero por fin llegó hasta allí. Lentamente abrió la puerta y vio a Bella recostada en la cama con la cara sudorosa, el cabello pegado a la cara y el notorio cansancio por el esfuerzo realizado. Se acercó a ella sin hacer ruido y besó sus labios con pasión.
-Hola preciosa- Dijo él pegando su frente a la de ella cuando finalizó el beso.
-Edward- Dijo ella abriendo los ojos y sonriendo- No has llegado a tiempo.
-Lo siento mucho, lo he intentado. ¿Cómo estás? ¿Estás bien?
-Si, solo estoy cansada y un poco adolorida- Dijo riendo- Tienes que verla Edward, es preciosa.
-En cuanto nos la traigan la veré. ¿Cómo es?
-Es igualita a ti pero con mis ojos. Tu color de pelo, la misma forma de tu cara...
-¿Has pensado ya un nombre?- Dijo él mientras se imaginaba a su hija.
-Pues había pensado unir los nombres de nuestras madres, aunque suena un poco raro. Se me había ocurrido Renesmee.
-A mi no me suena raro- Dijo él con una sonrisa, para después besar sus labios.
Al poquito le trajeron a la niña, limpia y cambiada, Edward pudo comprobar que era cierto todo lo que le había dicho Bella, la niña era exactamente como él pero con los ojos de Bella.
Y ahí, viendo como su mujer amamantaba a su pequeña hija, Edward se sintió el hombre más feliz del mundo.

Mientras esto ocurría, en una de las celdas de la cárcel de Chicago sucedía otro acontecimiento.
Dos presos, un hombre y una mujer, escapaban de las paredes de la prisión.
-¿Entonces, me ayudarás a vengarme de ellos?
-Claro que si, haría lo que fuera por ti.
-Victoria, eres todo lo que había buscado. En cuanto acabemos con los que me metieron entre rejas tú y yo podremos disfrutar de nuestra libertad juntos.
-Por supuesto James.

-Marchaos y disfrutar por una noche- Les dijo Charlie cogiendo a Reneé del hombro mientras esta sostenía a Renesmee- Nosotros nos ocuparemos de todo.
Edward y Bella subieron en el mercedes de Carlisle, los cuatro se iban a ver un partido de baseball en el que participaba Emmet. Su equipo de la facultad había llegado a la final y se enfrentaba al equipo de la universidad de Forks. Rosalie, Jasper y Alice los esperaban en el campo.
-¿No has traído a Nessie?- Preguntó Jasper.
-¡Te he dicho que no la llames así! ¡Y no, no la hemos traído!- Dijo Bella exasperada- Solo tiene tres meses, es muy pequeña para tanto jaleo.
-¡Tengo muchas ganas de verla!- Dijo Alice dando saltitos.
-Y yo, tiene que haber crecido un montón.
Ellos no la habían visto desde pocos días después de su nacimiento debido a los estudios, todos iban a Chicago y Edward y Bella ya se habían asentado en la casa de Carlisle y Esme.
Se sentaron a ver el partido y tras duras carreras y bateos constantes, ganó el equipo de Emmet, convirtiéndose así en los campeones de la liga.
Emmet no quiso ir con el equipo a celebrarlo, hacía mucho que no estaba con su familia y solo tenía ganas de verlos. Por ello decidieron ir a cenar, pasarían por Charlie y Reneé y de paso se llevarían a Renesmee.

--^^--^^--^^--

Reneé estaba dándole el biberón a la pequeña en el salón mientras Charlie recogía los restos de la cena de la cocina, llamaron al timbre y Charlie fue a abrir encontrándose a un hombre y una mujer.
-¿Puedo ayudarles?
-Si, estamos buscando a Bella Swan. Soy un compañero de la facultad, esta es mi novia. Hace mucho que no la he visto y, aprovechando que hemos venido unos días, he pensado en pasarme a verla.
-Ahora mismo no está pero pasen si quieren- Dijo abriéndoles la puerta- ¿Quieren algo de beber?
-Una cerveza no estaría mal- Dijo acompañando a Charlie hacia la cocina y de la mano de la mujer.
-¿Como han dicho que se llaman?
-James Dipper y Victoria Simmons
-Está en el partido de baseball de su cuñado, no creo que vengan muy tarde. Tienen que recoger a la pequeña.
-¿Pequeña?- Dijo el hombre extrañado- No sabía que tuviera una hija.
-Si, mi yerno la dejó embarazada nada más casarse. Renesmee está en la sala con mi mujer- Dijo Charlie girándose hacia el frigorífico a coger las cervezas.
El hombre vio un cuchillo sobre la mesa, lo tomó e intentó clavárselo, pero Charlie se apartó antes de que lo consiguiera.
-¡Reneé, llévate a la niña de aquí!
Reneé no preguntó, salió corriendo con Renesmee entre sus brazos. Charlie intentó golpear a James, pero este lo esquivó, lo tomó de las muñecas y estuvo forcejeando con él hasta que Victoria lo apuñaló por la espalda.
Charlie cayó al suelo y murió prácticamente en el acto con los ojos abiertos.
-Vamos preciosa, tenemos que coger a la madre y llevarnos a la niña.
-¿Llevarnos a la niña?
-Si- James sonrió- Este juego se ha puesto mucho más interesante.
Los dos salieron de la casa y subieron el camino que iba hacia el pueblo, veían a Reneé correr calle arriba, James se alegró de que la casa no estuviera en el mismo pueblo, sacó su pistola y disparó dándole a Reneé en la pierna. Esta soltó un grito de dolor y calló de rodillas al suelo, James y Victoria la alcanzaron en seguida. Victoria tomó a la niña entre sus brazos y se apartó un poco.
-No le hagáis daño a ella, no ha hecho nada.
-Oh, no, tranquila, a ella no queremos hacerle nada, pero no podemos decir lo mismo de ti- James le apuntó a la cabeza y le disparó.

--^^--^^--^^--


Carlisle iba delante de los otros coches para mostrarles el camino, aunque ya se lo sabían. Iban hablando amenamente del partido cuando vieron un cuerpo en mitad de la carretera en la misma calle de su casa.
-¡PARA!- Gritó Bella.
Carlisle paró el coche y Bella salió corriendo hacia el cuerpo.
-¡MAMÁ!- Dijo ella llorando mientras se acercaba.
Edward corrió tras ella mientras el resto de coches aparcaba al lado. Bella llegó hasta el cuerpo y cuando vio lo que le había ocurrido dio un grito de dolor que estremeció a todos los que estaban ahí.
Edward la abrazó y la separó de ahí, Carlisle se acercó a mirar el cuerpo y se estremeció.
-Debería estar en casa- Dijo Esme como ida.
-La casa- Dijo Bella- Renesmee.
Edward y Bella corrieron en dirección a la casa, encontraron las luces encendidas, abrieron corriendo, vieron el cuerpo de Charlie en el suelo pero no le prestaron atención, subieron por las escaleras buscando a la niña, pero no había rastro de ella. Bajaron para buscarla en el salón y la cocina, pero nada.
-¡Sea quien sea se la ha llevado!- Gritó Edward derrotado.
-¿Don... Donde... Donde está Renesmee?- Preguntó Bella con dificultad, parecía que estaba en otro lugar.
Edward la abrazó, ambos lloraban por la frustración de la situación. Los demás entraron en la casa y vieron el cuerpo de Charlie y a Bella y Edward llorando.
-¿Renesmee está...?- Preguntó Rosalie asustada.
-No- Dijo con un susurro Edward- Se la han llevado.
Todos se quedaron helados, el pequeño tesoro de la familia estaba había desaparecido y no habían podido hacer nada.
Carlisle revisó el cuerpo de Charlie, se notaba que había habido forcejeo y por el lugar de la herida deducía que no había actuado solo una persona. Mientras revisaba el cuerpo sin vida de Charlie, sonó el teléfono, Bella lo cogió rápidamente.
-¿Diga? ¿Quién es?
-Hola preciosa, ¿te acuerdas de mi?
-¡James!- Gritó Bella. Edward se tensó a su lado, Emmet golpeó la pared con fuerza, Jasper se dejó caer en uno de los sillones y Rosalie y Alice pegaron un grito ahogado- ¿Qué quieres?
-¿No lo adivinas? Tienes una niña muy bonita. Me ha costado mucho quitársela a tus padres.
-No le hagas daño, por favor- Bella empezó a llorar con el teléfono pegado a su oído, Edward se acercó a ella y la abrazó- Devuélveme a mi niña...
-Eso dependerá de ti, preciosa. Porque te aseguro que te voy a hacer pagar todo lo que me ha tocado sufrir en la cárcel.
-Dime que quieres, dilo y lo tendrás.
-Eso ya lo veremos... Ya te llamaré para decirte que quiero, como y cuando...
James colgó el teléfono dejando a Bella en estado de shock, Edward le hablaba pero ella no reaccionaba. Carlisle le pidió a Edward que se la llevara a casa, Esme y las chicas los acompañarían, él, Jasper y Emmet avisarían a la policía y se encargarían de todo.

hay amiga hay mas capitulos para que los publiques ??????' por que vi que la autora lo tiene haasta el 15?????'

De momento estan hasta el 22 Voy subiendo a la vez qe voi leyendo...

WTF

es q ellos no pueden vivir en paz?? los pobres no han tenido ni un minuto de completa felicidad en sus vidas y ahora le quitana a la bb y le matan a los papas a bella

palmi tu amiga si es malita

Sii es malita

Voi a pedirle eso citly :P

los pobres no pueden ni respirar xq algo siempre les sale mal jajajajaja

Holaaa!!!!
Soy la escritora de la historia.
Me alegro mucho de que os esté gustando y os voy a decir que va a haber 27 o 28 capitulos y un epilogo.
Y para los que pensais que los hago sufrir mucho, no habeis visto nada todavia, jejeje
Bueno, os he traido la portada del fic:

Que os parece? os gusta?
La chica que está subiendo los capitulos seguira subiéndolos.
De verdad, me alegro de que os guste

que bonitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, gracias linda


que bien tendremos mas capitulos

creo que soy mazoquista wuajajjaja

Ginger Masen escribió: que bonitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, gracias linda


que bien tendremos mas capitulos

creo que soy mazoquista wuajajjaja

Quieres la sinopsis tambien ¿N0?

muy buena enorabuena que remos saber mas

Ana Carlisle escribió:

Ginger Masen escribió: que bonitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, gracias linda


que bien tendremos mas capitulos

creo que soy mazoquista wuajajjaja

Quieres la sinopsis tambien ¿N0?

sipi

Ginger Masen escribió:

Ana Carlisle escribió:

Ginger Masen escribió: que bonitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, gracias linda


que bien tendremos mas capitulos

creo que soy mazoquista wuajajjaja

Quieres la sinopsis tambien ¿N0?

sipi

la sinopsis es:
Carlisle, Esme, Reneé y Charlie son amigos desde que eran jovenes, pero cuando sus hijos cumplen los 5 años tienen un problema y se distancian. Cuando Edward y Bella, hijos de ambos matrimonios, van a la universidad y se enamoran empiezan los problemas...

Si necesitas algo mas avisa

Anaaaaa venia a subir maaas, no me digas qe nos vas a hacer sufrir maas, qe te estas cargando a todoo el mundo chicaa

Cuando llegaron a la casa, Edward tuvo que sacar a Bella casi a rastras, no reaccionaba, estaba en estado de shock, Alice y Rosalie le ayudaron a entrarla en la casa, Esme iba por delante abriendo las puertas y encendiendo las luces.
-Edward, llévala arriba, al baño y pon agua fría en la bañera- Dijo Esme- Vamos a intentar que reaccione- Edward la tomó entre sus brazos y la subió al baño- Rosalie, ¿podrías hacer algo de comer? Y además una tila, la va a necesitar. Alice, quiero que le saques ropa a Bella, que sea cómoda, que ella se sienta cómoda- Puntualizó eso último sabiendo como era Alice con la ropa.
Las dos chicas obedecieron y Esme subió al baño donde Edward ya tenía preparada la bañera, él estaba cogiéndola entre sus brazos.
-Edward quiero que te metas con ella, tal como la tienes sujeta.
Edward entró en la bañera, se sentó haciendo que el agua tocara el cuerpo de Bella. Esta, al notar aquel líquido sobre su piel se puso a gritar como una desesperada.
-Bien, por lo menos reacciona. Edward háblale, tienes que hacer que se sienta a salvo, que no tenga miedo.
Edward miró a Bella que gritaba con la mirada fija en la pared del baño.
-Bella, cariño, soy Edward- Él pegó su cara al oído de Bella- Tranquilízate, estoy aquí contigo. Yo cuido de ti, no te va a pasar nada- Bella bajaba el volumen de sus gritos con cada frase de Edward- Mi vida, nadie te va a hacer daño, no te voy a dejar sola. Cálmate.
Bella dejó de gritar, se giró a ver a Edward y le sonrió un poco, luego cambió su cara a una de dolor y lo único que pudo salir de sus labios fue “Renesmee”.
Edward la abrazó, la besó, la acarició intentando darle valor y ánimo, pero nada podía ayudar a que Bella se sintiera mejor.
-Bella- La llamó Esme- Cariño, vamos a cambiarte de ropa- Le tendió la mano.
Bella temblorosa la tomó y salió de la bañera con la ropa chorreando, Esme la envolvió en una toalla y la acompañó a su habitación, Edward hizo lo mismo.
Entraron y Bella vio a Alice allí con ropa encima de la cama, como Esme le había pedido había pedido, solo habían unos vaqueros y una camiseta ajustada, Alice salió de la habitación y los dejó ahí a los tres. Edward se puso su ropa interior de espaldas a ellas mientras Esme se la ponía a Bella, esta no decía nada. Con la ropa interior puesta, Edward se quitó la toalla y se acercó al armario a por su ropa, una vez la tuvo puesta se acercó a la cama.
-¿Como está?- Preguntó él preocupado.
-Ahora reacciona y se gira cuando la llamas, pero casi no habla, solo ha dicho tu nombre y el de la niña.
-Esperemos a que venga papá, él nos dirá que hacer- Edward miró a Bella- Cariño, vamos a comer, necesitas alimentarte.
Bella asintió, lo miró y alargó su mano buscando la de Edward, él se la cogió y tiró de ella un poco para que se levantara. Esme salió primero de la habitación y ellos la siguieron, bajaron las escaleras y entraron en el comedor, Edward sentó a Bella y él se colocó a su lado, Esme se colocó al otro. Al momento entró Rosalie con la comida y Alice con los platos, Rosalie sirvió todos los platos mientras Alice traía la tila. Bella comió más por obligación que por hambre, y después de tomarse la tila la llevaron al salón.
Cerca de la madrugada llegaron los chicos a la casa, entraron al salón y encontraron a Rosalie y Alice durmiendo en los sillones, a Bella durmiendo en el sofá sobre las piernas de Edward y a Esme en frente mirándola.
-¿Como os ha ido?- Preguntó Edward.
-La policía se ha puesto en contacto con la prisión de Chicago, dicen que han estado buscándolos desde hace tres meses. Mañana mandarán al oficial que lleva el caso en Chicago- Dijo Emmet.
-¿Como está Bella?- Carlisle se acercó a mirarla- No tiene buena cara.
-Al principio estaba en shock, hemos conseguido que reaccione, ahora se mueve y actúa con normalidad pero solo ha dicho Edward y Renesmee, si intenta decir otra cosa no le sale la voz- Esme le explicó rápidamente.
-Me temía que algo así ocurriera- Dijo Carlisle seriamente- Esto va a ser complicado. Bella ha sufrido una fuerte conmoción, primero ver a sus padres muertos y luego el secuestro de la niña, eso ha hecho que su cerebro se proteja y no deje salir apenas nada. Habrá que tener mucha paciencia, no se sabe cuando volverá a hablar.
-¿Qué puedo hacer?- Suplicó Edward.
-Estar con ella, hablarle, hacer que se sienta segura a pesar de todo, compartir con ella tus inseguridades, ella debe ver que tú también estás como ella.
-Edward, entre todos te ayudaremos- Dijo Jasper apoyando a su amigo.
Edward decidió dormir como estaba, no quería despertar a Bella, Jasper tomó a Alice y Emmet a Rosalie y las llevaron a la habitación de Edward y Bella por orden de Esme, Emmet después fue a su habitación y Jasper a la de invitados.
Carlisle y Esme subieron lentamente hasta su habitación, ambos se sentaron en la cama y se miraron, Esme lo abrazó muy fuerte y Carlisle besó sus cabellos.
-Se como te siente cariño- Dijo Carlisle- Yo me siento igual.
-¿Como les han podido hacer eso a Charlie y Reneé? ¿Y si le hacen algo a Renesmee? ¿Y si...?- Sus labios fueron acallados por los de Carlisle.
-Tranquilízate, ya verás como no le va a pasar nada a la pequeña. Conseguiremos encontrarla.


A la mañana siguiente llamaron al timbre y Edward se levantó a abrir intentando no despertar a Bella. En la puerta se encontraba el mismo agente que salvó a Bella de James.
-¡Agente Black! Me alegro de verle.
-Señor Cullen, lo mismo digo. Soy el agente que lleva el caso de James Dipper y Victoria Simmons.
-¿Victoria Simmons?- Preguntó Edward.
-Si, la mujer que se fugó con él.
-Perdone mi descortesía, pase por favor.
Los dos entraron en la casa, Esme y Carlisle bajaban por las escaleras para ver quien había llamado, entraron en la biblioteca para no despertar a nadie.
-Papá, mamá, este es el agente Jacob Black, de Chicago. Es el que está llevando el caso allí.
-Mucho gusto.
-Igualmente- Saludó cortésmente Black- Empecemos con las preguntas.
-Claro, siéntese- Pidió Carlisle y Black se sentó frente a ellos.
-¿Han tenido algún contacto con el señor Dipper y la señorita Simmons después de su fuga?
-Ni siquiera sabíamos que se habían fugado hasta anoche- Dijo Edward con la mirada en el suelo.
-¿Saben de algún motivo por el que hayan asesinado a los Swan?
-Por lo que le dijo por teléfono a Bella, solo quería vengarse. Por eso también se ha llevado a nuestra hija.
-¿No tienen idea de donde podrían estar escondidos?
-Si lo supiera le aseguro que estaría ahí ahora mismo- Dijo Edward con furia.
-Perdone, solo hago mi trabajo. ¿Podría hablar con la señora Isabella Cullen?
-Me temo que eso va a ser complicado- Carlisle le explicó lo que ocurría con Bella.
-Entiendo, bien, no se preocupen. Haremos todo lo posible por encontrarles. Eso si, les debo pedir varias cosas, si les llama, aunque les digan que no lo hagan, deben avisarme de inmediato, da igual de que forma se ponga en contacto, ustedes avisenme. Y también debo pedirles que no vayan solos a ningún lugar, ninguno de ustedes, por precaución.
El agente salió de la casa y los dejó ahí, les esperaban días duros.

--^^--^^--^^--
-¡HAZ QUE DEJE DE LLORAR!- Gritó James.
Estaba desesperado, desde que habían entrado en aquella casa abandonada en el bosque a poca distancia de la de los Cullen, la niña no había dejado de llorar. James estaba desesperado, no aguantaba el llanto de la niña.
-¡No se callará si no dejas de gritar!- Dijo Victoria meciendo a la niña- Ya está pequeña, no pasa nada.
Victoria trataba a la niña con cariño y amor, y la niña se fue callando en sus brazos. Después ella la dejó en el sofá y se acercó a James.
-¿Qué tienes pensado hacer?
-Voy a hacerles sufrir, grabaré a la niña y les enviaré los videos, y después de cada video les diré que deben hacer. Por supuesto nada de eso les servirá, no pienso entregarles a la niña.
-¿Y que vas a hacer con ella?- Victoria parecía preocupada.
-La tiraré por un acantilado- Dijo James- Me voy a dar una vuelta por la zona. Hasta luego preciosa.
James salió por la puerta y se alejó, Victoria cogió a la niña y salió de la casa corriendo, sabía que la casa de los Cullen estaba cerca, corrió hacia ella todo lo que pudo hasta que por fin la tuvo delante.
Corrió hasta ella y llamó con furia a la puerta, el que abrió la puerta fue un hombre corpulento que se sorprendió mucho al verla. Le intentó coger a la niña pero ella se apartó.
-Solo se la daré a su madre- Dijo ella en un susurro.
El chico le indicó que entrara, la condujo hasta el salón donde todos se pusieron en pie en cuanto la vieron entrar, todos excepto Bella que la miraba desde el sofá, Victoria se acercó a ella lentamente.
-Toma a tu hija- Victoria le tendió a la niña- Yo no quiero hacerle daño a ella.
Bella tomó a la niña, la miró y en cuanto vio su rostro y la niña sonrió, Bella volvió a la normalidad.
-Mi niña- Bella la abrazó y empezó a llorar- Renesmee- Bella notó como unos brazos las envolvían a las dos y vio a Edward allí.
-¿Por qué lo has hecho?- Preguntó Edward con las lágrimas cayendo por su rostro- ¿Por que nos la has devuelto?
-Porque yo no quiero hacerle daño, no quiero que le ocurra lo mismo que a mi niña. No puedo dejar que él le haga daño.
-Voy a llamar al agente Black- Dijo Jasper- Debe venir.
-Espero que entiendas que te vamos a entregar- Dijo Carlisle mirándola.
-Ya no me importa, yo solo quería estar con alguien que me quisiera, que me hiciera olvidar, pero no así. Me entregaré yo misma en cuanto venga el agente. Ahora que ella está a salvo ya me da igual.
-No es que no te estemos agradecidos por habérnosla devuelto- Dijo Esme mirando como Bella abrazaba a su pequeña- Solo es que no entiendo el porque.
-Yo tuve también una pequeña, el chico con el que la tuve la mató porque un día que él tenía resaca no dejaba de llorar- Victoria empezó a derramar lágrimas- ¿Sabéis por qué me encerraron? Por darle su merecido al malnacido que me arrebató a mi pequeña- Victoria lloraba desesperadamente- Cuando James me habló y me dijo que lo que le habían hecho era injusto le creí, ni él ni yo sabíamos que teníais una niña hasta anoche. Él dijo que nos la llevaríamos y yo la cogí, pero ahora quiere deshacerse de ella y no puedo permitirlo, no puedo dejar que ella- Señaló a Bella- Pase lo mismo que yo.
Rosalie le preparó una infusión a Victoria para calmarla antes de que llegara el agente Black, cuando lo hizo, Victoria le contó todo, desde la fuga hasta que apareció delante de los Cullen.
-Voy a enviar patrullas a todos los lugares donde puede estar, pero hasta que lo encontremos no quiero que salgan de la casa, dejaré a algunos de mis hombres aquí para su seguridad.
Jacob salió pidiendo refuerzos por la radio, con Victoria en la parte trasera del vehículo y dejando a Seth y Leah en la casa de los Cullen.

James estuvo dando una vuelta por los alrededores del bosque, llegó cerca de la casa donde habían cogido a la pequeña y se quedó blanco cuando vio allí al agente que lo había detenido, Jacob Black. El miedo se hizo presa de él y salió corriendo en dirección a la casa, tenía que ocultarse bien, llevarse a Victoria y a la niña antes de que los encontraran.
Entró en la casa llamando a Victoria a voz en grito pero no recibió ningún tipo de respuesta, la buscó por toda la casa, pero no había rastro ni de ella ni de la niña. Salió de la casa buscándola y llegó a una que conocía, allí es donde estaba viviendo la culpable de todo lo que le había ocurrido, esa era la casa de los Cullen. Se acercó a una de las ventanas y pudo ver como Victoria estaba delante de ellos contándoles algo mientras la niña estaba en los brazos de su madre.
La sangre le hervía a James, sintió rabia, se sintió traicionado, corrió por el bosque sin tener un rumbo fijo, debía vengarse de todos porque todos estaban en su contra.

--^^--^^--^^--
Ya era de noche, todos estaban en sus habitaciones tranquilos porque Renesmee volvía a estar con ellos. Alice y Rosalie sonreían pensando todo lo que tenían que comprarle a la niña y en como sacar a Bella de casa para que se despejara y olvidara el mal trago una vez que pillaran a James. Emmet y Jasper también compartían habitación y hablaban de todo lo que le iban a hacer a James cuando lo tuvieran delante. Carlisle y Esme solo imaginaban como iban a ser sus días junto a su nieta. Y Edward y Bella estaban tumbados en la cama con su hija entre ellos dormidita.
-No puedo creer que la tengamos aquí- Dijo Bella susurrando para no despertarla mientras le acariciaba la mejilla- Mi niña bonita.
-Es increíble, y pensar que la tenemos porque Victoria ha sido compasiva- Dijo Edward más para si mismo que para Bella, entonces la miró- ¿Y tú como estás? Ayer no parecías tú y hasta que no la has tenido en brazos no podías ni hablar.
-Ahora que está ella aquí estoy bien.
-Yo también me alegro de que esté aquí, pero cuando ayer te quedaste catatónica me sentí impotente en todos los sentidos. No soporto verte así, me mata que a cualquiera de las dos os pueda pasar algo.
-Eso ahora no importa, estamos los tres juntos- Bella se acercó con cuidado para darle un beso, pero cuando sus labios se estaban rozando, la pequeña Renesmee empezó a llorar demandando alimento. Bella la tomó entre sus brazos, se apoyó en el pecho de Edward y le dio de mamar a la niña.

Esa mañana, todos estaban en el salón esperando a que llegara el agente Black a darles noticias sobre James, todos miraban a la pequeña Renesmee y se la turnaban para hacerle caras graciosas.
El agente Black llegó un poco más tarde de lo que se le esperaba y con cara de pocos amigos, Seth y Leah le acompañaron dentro.
-Buenos días señores- Saludó él- Me temo que no traigo noticias muy alentadoras. No solo no hemos encontrado a James todavía, sino que sabemos que a conseguido colarse esta noche en los calabozos de la comisaría de Forks y asesinar a Victoria Simmons.
-¿Lo dice en serio?- Esme estaba asombrada.
-Me temo que si señora, lo cual me preocupa enormemente. Hemos sido capaces de predecir sus próximos movimientos y esperaba que ustedes me ayudaran.
-¿Qué pretende que hagamos?- Carlisle no entendía como podían ayudar.
-No mucho más de lo que estaban haciendo hasta ahora, pero seremos nosotros los que aparentaremos hacer menos- Todos lo miraron sin entender nada- Me explicaré, ustedes tienen que continuar como hasta ahora, nosotros haremos como que nos retiramos pero estaremos todos observándoles desde todos los ángulos posibles. Si James cree que no estamos con ustedes puede que intente atacarles.
-¡No!- Dijo firmemente Edward.
-¡Es su deber como ciudadanos! ¡Es nuestra oportunidad de atraparle!
-¡Ya se les ha escapado esta noche en los calabozos y no estoy dispuesto a que ni mi mujer ni mi hija estén aquí si se les vuelve a escapar!
-¡No se nos va a escapar! ¡Vamos a estar vigilándolo todo y preparados para actuar!- El agente Black estaba furioso por la insinuación de Edward.
-Yo estoy dispuesta siempre que se saque a mi hija de aquí- Dijo tranquilamente Bella- Haré lo que sea con tal de atraparlo.
-Yo estoy con Bella- Dijo Esme abrazándola- Hay que pararle los pies.
-Yo también.
-Y yo
Y así, uno a uno se fueron sumando al plan del agente Black, a excepción de Edward que seguía diciendo que no quería mientras Bella estuviera ahí. A pesar de su negativa, no tuvo más remedio que aceptar puesto que era él único que pensaba así. Leah fue la encargada de llevarse a la niña a un lugar a salvo y de protegerla. El resto de hombres se fueron colocando en sitios estratégicos donde podían ver perfectamente la casa desde cualquier punto, y Seth se quedó dentro de la casa escondido por si acaso pasaba algo.
El agente Black divisó a James acercándose a la casa por el bosque e hizo señas a sus hombres para que lo siguieran sin hacer ruido, vio como se acercaba a la puerta de la casa con un puñal en la mano. Se acercó sigilosamente a él por la espalda y cuando James llamó a la puerta para apuñalar al que abriera, Black saltó sobre él haciendo que cayera escaleras abajo.
Jacob se puso sobre él empezando a pegarle puñetazos en la cara, pero James solo reía.
-¿Qué pasa agente? ¿Aun no ha superado nuestro último encuentro? ¿Como está su papaito?
Black empezó a golpearle más violentamente, se levantó y empezó a propinarle patadas en la cabeza y en las costillas gritando todos los insultos que se le ocurrían. Seth salió de la casa corriendo y lo cogió para apartarlo mientras el resto de agentes cogían el cuerpo de James para impedir que continuara la situación. Los demás habían presenciado la escena desde el interior de la casa, quedándose estupefactos con lo que había ocurrido. Todos salieron de la casa en el momento en que esposaron a James, pero este no dejaba de reírse.
-Agente, dele recuerdos a su padre, ja, ja, ja. Dígale que cuando quiera voy y le dedico la silla de ruedas.
Los agentes lo metieron rápidamente en el coche patulla y se lo llevaron, Black se giró hacia los Cullen y les dio las gracias, Leah apareció un poco más tarde para darles a la pequeña Renesmee.

James Dipper fue sentenciado a cadena perpetua, sin derecho a visitas de ningún tipo, en una cárcel de máxima seguridad, además de que fue tratado por especialistas mentales, que encontraron en el un trastorno debido a los abusos sexuales de su padre.

--^^--^^--^^--
Tres años después
Esme jugaba con su nieta de tres años en el jardín de la casa mientras hacía tiempo para que llegaran Edward y Bella a recogerla. Ahora ellos vivían en la antigua casa de los Swan, aunque a Bella le había costado mucho volver a entrar. Se escuchó un coche estacionarse en la entrada y Esme y la niña fueron hasta la puerta para ver quien era.
-¡Mami!- Gritó la niña corriendo a sus brazos.
-Hola princesa- Beso su mejilla- ¿Como se ha portado?- Ahora se dirigió a Esme.
-Estupendamente, como siempre. ¿Y como estás tú?
-Cansada, hoy he tenido mucho trabajo en la editorial.
-No deberías trabajar tanto, no te hace bien- Dijo acariciando su vientre de cinco meses- ¿Mañana vendréis a la cena?
-Claro que si, es la cena de compromiso de Emmet y Rosalie, no nos la podemos perder.
Bella se llevó a la niña y fue a la casa, allí preparó la cena con su hija al lado.
-Mami, yo quedo bebé aoda.
-Lo se preciosa, pero aun no puede ser, aun faltan unos meses.
-¡Yo quedo aoda! ¡Quedo aoda! ¡Quedo aooooooooda!- Gritaba la niña.
Bella intentaba callarla pero la niña corría y pataleaba por toda la cocina, haciendo que Bella se cansara y no la atrapara. En uno de los intentos de cogerla, Bella resvaló y cayó al suelo de espaldas, golpeándose la espalda.
-¡Renesmee Carlie Cullen, sube a tu habitación ahora mismo!- Gritó Bella una vez que se hubo levantado mientras frotaba su espalda.
-Pedo yo...
-¡Ahora mismo!
-Pedo...
-¡YA!
La niña corrió a su habitación sin girarse a mirar a su madre, llorando porque su madre le había gritado y castigado, algo que nunca hacía ella, siempre era su padre el que la reñía y nunca le gritaba como lo había hecho ella.
Cuando Edward llegó, la mesa estaba preparada y Bella estaba sentada en el sofá con los ojos cerrados y una mano apretándose la espalda.
-¿Te duele mucho la espalda?
-Si pero no tiene nada que ver con el embarazo.
-¿Y eso?- Edward preguntó extrañado.
-Tu hija ha tenido una pataleta y ha hecho que resbalara en la cocina golpeándome la espalda.
-¿Estás bien?- Se arrodilló rápidamente ante ella- ¿Quieres que te traiga algo?
-Un poco de hielo no me vendría mal.
Edward envolvió hielo en una toalla y se lo colocó a Bella en el trozo de la espalda adolorido, después se marchó en busca de su hija para darle una buena reprimenda, pero cuando la escuchó llorando se le fue el enfado.
-¿Puedo pasar?- Preguntó Edward desde la entrada de la habitación, la niña asintió- ¿Por qué lloras?
-Poque mamá ta fadada conmigo. Ma guitado muso, más que tú.
-Pero es que te has portado mal, mamá se ha hecho mucho daño en la espalda. ¿Por qué te has encabezonado esta vez?
-Poque yo quedo bebé aoda y mamá dice que aun no.
-Cariño, el bebé no puede salir cuando tú quieras, aun es muy pequeñito. Dentro de unos meses será más grande y lo tendremos aquí. Hasta entonces tú debes tener paciencia y portarte bien con mamá.
-¿Mamá no me quede poque yo portao mal?
-Mamá si te quiere- Edward abrazó a su hija- Déjale que se le pase un poco.
La niña besó la mejilla de su padre y le devolvió el abrazo, Edward salió y bajó, Bella estaba en la cocina sacando el agua de la nevera para cenar. Edward se acercó a ella y la abrazó por la espalda dejando sus manos en su vientre.
-Pareces cansado- Dijo ella acariciando sus manos- ¿Un mal día?
-No para mi, pero si para Emmet.
-¿Qué ha pasado?
-Verás, hace algunos años, antes de que él se marchara a la universidad, estuvo con una chica. Esa chica mientras estuvo con mi hermano se acostó con medio instituto y quedó embarazada, mi hermano la dejó antes de saberlo y él cree que no es suyo, pero la chica asegura que si lo es y ahora quiere que Emmet se haga cargo del niño. La familia Vulturi es muy persuasiva y no deja de acosar a Emmet con eso, además Rosalie lo sabe y, aunque quiere a mi hermano, tiene dudas porque si en verdad el niño es suyo, ella no quiere que lo deje de lado por ella.
-¡No es cierto!
-Me temo que si, lo están pasando muy mal. Mañana no tendremos cena al final, iremos a casa de mis padres a ver si podemos ayudar en algo, ¿te parece?
-Claro, lo que haga falta.
Cenaron prácticamente en silencio, la noticia de Emmet les había dejado sin ánimos de nada. Cuando acabaron, Bella tomó un plato pequeño y lo subió mientras Edward recogía todo lo demás, Bella llamó a la puerta de su hija y la vio acurrucada sobre la cama.
-¿Tienes hambre?- Preguntó Bella, la niña se giró a mirarla y afirmó- Te he traído algo de cena.
-Gracias- La niña hizo un hueco a su lado para que se sentara su madre- Mamá ¿etas mu fadada conmigo?
-Solo un poco.
-Yo no quedo que tu tenas pupa, solo quedia bebé.
-Ya lo se, pero te has portado mal.
-¡Mami!- La niña se abrazó muy fuerte a su madre- ¡No quedo que guites! Yo sede nena buena, pedo no guites.
-Hagamos un trato, si tú no vuelves a ponerte como antes yo no te volveré a gritar.
-Vale- Renesmee sonrió- ¿Toy pedonada?
-Si, estás perdonada. Ahora cena y luego a dormir.

Estaban todos en la sala estar de la casa Cullen, no había uno que no tuviera los nervios de punta, Emmet estaba dando vueltas por la sala, Carlisle estaba en la entrada apoyado en el marco de la puerta con Esme a su lado, Jasper y Edward no paraban de levantarse y sentarse. Alice y Bella estaban sentadas en el sofá con Rosalie a su lado, la tenían tomada de las manos dándole ánimos. La pequeña Renesmee estaba sentada en el regazo de su madre muy quita, no se atrevía a moverse por miedo a que la riñeran.
Llamaron a la puerta y fue Carlisle el encargado de abrir, pocos minutos después apareció en el salón seguido del matrimonio Vulturi y de Heidi, su hija, esta traía un niño de unos seis años de la mano.
Heidi miró la sala y se asustó al ver a tanta gente, miró a Emmet con una sonrisa, pero este no se la devolvió, se notaba que ella no estaba a gusto con esta situación por lo que se limitó a bajar la cabeza.
-Estos son Aro y Sulpicia Vulturi- Dijo Carlisle.
Les invitó a pasar y les presentó a su familia al completo, incluida Rosalie.
-Espero que no haya inconveniente en lo que se refiere a mi nieto.
-Eso depende de a que se refiera- Dijo Carlisle desafiante.
-Pues dado que su hijo es el padre, queremos que se case con nuestra hija y se haga cargo del niño.
-¡No me pienso casar con ella!- Dijo Emmet tajante- ¡Si el niño es mío me haré cargo de él, pero no me voy a casar con Heidi!
-¡Mi hija no puede tener un hijo bastardo!- Gritó Sulpicia- ¡Exijo que se responsabilice del niño!
-Mi hijo ha dicho que se responsabilizará del niño si es suyo. Eso es muy distinto a casarse- Esme no estaba dispuesta a que su hijo sufriera por algo que estaba convencida de que habían movido los padres de Heidi.
-¿Puedo hacerles una pregunta?- Intervino Edward. Aro asintió- ¿Por qué ahora?- El matrimonio Vulturi lo miró sin entender la pregunta- ¿Por qué buscan a Emmet ahora, después de seis años? Emmet ha ido todas las navidades a la ciudad y ustedes nunca han ido a buscarlo. ¿Por qué ahora?
-Eso no viene al caso- Dijo rápidamente Aro.
-¡Claro que viene al caso!- Carlisle estaba furioso por la actitud de la pareja- ¡Están intentando responsabilizar a mi hijo.
-Lo que importa es que él es el padre del pequeño Alec.
-Eso lo averiguaremos mañana mismo- Dijo Emmet rápidamente- Quiero que el niño se haga las pruebas de paternidad.
-¡Me niego!- Gritó Aro ofendido- ¿Estás poniendo en duda mi palabra?
-¡Por supuesto que la pongo en duda! ¡Se lo voy a dejar claro, o el niño se hace las pruebas o no pienso responsabilizarme de él! ¡Y puedo asegurarle que estoy en mi absoluto derecho de pedirlo, así que no piense en demandarme por ello porque le ganaría sin ningún problema! Soy abogado y se muy bien lo que puedo y no puedo pedir.
-¿Y tú no dices nada?- Le dijo Carlisle a Heidi- Algo tendrás que decir.
-Si, pero se lo diré a Emmet y su prometida en privado.
Emmet y Rosalie accedieron en quedarse un momento a solas con Heidi y con el pequeño Alec, Emmet cogió la mano de Rosalie y Heidi los siguió hasta la biblioteca con Alec a su lado. Emmet hizo que Rosalie se sentara en una silla y el se puso tras ella apoyando sus manos en los hombros de su prometida. Heidi se sentó frente a ellos con Alec en sus rodillas.
-Primero de todo quiero pediros perdón a los dos. Yo no quería venir, me han obligado. Mis padres han estado buscando a alguien a quien encasquetarle al niño.
-¿Y por qué permites que lo hagan? ¿No ves que están jugando con la felicidad de tu hijo?
-Yo ni siquiera lo quiero- Rosalie la miró sin poder creerse lo que oía- Alec lo sabe, él y yo no nos llevamos bien, y tampoco se lleva bien con sus abuelos. Mis padres me obligaron a tenerlo y ahora me toca cargar con él para desgracia de los dos.
-¿Como no puedes querer a tu hijo?- Rosalie miró al niño- ¿Me permites cogerlo?- Le hizo una señal a Alec para que se acercara.
Alec se acercó lentamente, como desconfiando de lo que fuera a pasarle, pero cuando llegó a los brazos de Rosalie el niño se abalanzó sobre su regazo y la abrazó.
-No me sueltes- Le dijo el niño.
-¿Lo ves? El niño no quiere estar conmigo- Heidi miró hacia la puerta antes de girarse otra vez hacia ellos- Mis padres creen que os estoy diciendo el porqué te tienes que casar conmigo, pero yo no quiero casarme, no quiero tener a Alec... ¿Vosotros queréis quedaros con él?
-¿Qué?- Preguntaron los dos a la vez.
-El niño necesita alguien que le quiera, que se preocupe por él, y conmigo no lo va a tener. Él y yo hemos estado hablando, Alec quiere quedarse con vosotros.
Emmet miró al niño que continuaba abrazado al cuello de Rosalie, lo tomó entre sus brazos y lo miró a la cara, el niño derramó algunas lágrimas ante la cara de Emmet.
-¿Por qué lloras Alec?
-Porque... Porque... Porque nadie me... Quiere- Alec empezó a llorar a lágrima viva.
-Eso no es cierto- Rosalie se levantó y se puso frente a él y Emmet- Nosotros si te queremos.
-Claro que si campeón, ¿de verdad quieres quedarte con nosotros?
-S... Si...
Emmet miró a Heidi comprobando que lo que decía iba en serio, lo confirmó cuando vio como se distraía mirando un cuadro.
-Aceptamos- Dijo muy seriamente, eso hizo que Heidi volviera a mirarlos- Nos quedaremos con él. Pero tú debes renunciar por completo a él, no quiero que más adelante vengas a por él. Si nos lo quedamos tienes que firmar la renuncia.
-La firmaré- Dijo ella sonriendo- Eso si, mis padres no deben enterarse hasta que todo esté firmado, de lo contrario no permitirán que lo hagamos.
-Muy bien, vamos a salir todos serios de aquí, como si nada de esto hubiera pasado. Cuando os hayáis ido hablaré con mi familia y buscaremos la forma de entretener mañana a tus padres, tú, pase lo que pase mañana, déjate llevar.
Heidi asintió y fue hacia ellos para coger a Alec, pero este se aferró a Emmet.
-No quiero, déjame quedarme contigo.
-Alec- Le llamó Rosalie- Si te vas hoy con ellos te prometo que a partir de mañana no te separarás de nosotros. Pero tienes que hacer todo lo que tu madre te diga, ¿vale?
Alec asintió y se puso en los brazos de su madre, apoyó su cabeza en su hombro y los cuatro salieron de la biblioteca hacia el salón, los cuatro llevaban la cara muy seria, eso alegró un poco a los padres de Heidi, y desesperó a los Cullen.
-Mañana pasaré por Heidi y Alec para arreglarlo todo.
Aro y Sulpicia sonrieron con suficiencia, se despidieron de los Cullen y se marcharon. En el momento en que se alejó el coche de los Vulturis de la casa, Rosalie y Emmet se abrazaron y rieron abiertamente. Los demás los miraban sin entender nada.
-Chicos, ¿nos contáis el chiste?- Dijo Jasper mirándolos como si estuvieran locos.
Ellos les contaron lo que habían hablado con Heidi y, después de mucho pensar, trazaron un plan para tener ocupados a los padres de Heidi.

A la mañana, Emmet y sus padres se plantaron en la puerta del hotel donde se hospedaban los Vulturis, llamaron a Heidi y esta bajó con el niño y sus padres. Heidi y Alec subieron en el coche de Emmet y partieron a los juzgados, sin embargo, Carlisle y Esme se quedaron con Aro y Sulpicia.
-¿No vamos con ellos?
-Creo que tenemos cosas de las que hablar- Dijo Esme.
-Si nuestro hijo se va a casar con su hija habrá que mirar muchas cosas para la boda- Acabó Carlisle.
-Es cierto- Concordó Sulpicia- Aro, cariño, tenemos mucho que mirar, ellos son mayores y Emmet es abogado, podrán apañárselas solos.

--^^--^^--^^--
Emmet conducía en silencio, Heidi estaba sentada en el asiento del copiloto con Alec entre sus brazos, el niño miraba a Emmet con admiración, parecía que de verdad estuviera mirando a su padre.
Llegaron al juzgado donde los esperaban Jasper, Rosalie y Bella con la pequeña Renesmee, todos entraron en silencio al juzgado. Adquirieron todos los papeles necesarios para la adopción de Alec y para la renuncia de Heidi, y mientras una asistente social hablaba con ellos, Alec miraba a Renesmee.
-¿Ella es tu hija?
-Así es, esta es Renesmee- Bella acercó a la niña- Princesa este es Alec, el va a ser tu primito desde hoy.
-¿El pimito mio?- Bella le sonrió y Renesmee se abrazó a Alec- ¡Pimito! ¿Quedes jugad a veo veo?
-Claro- Sonrió el niño.
Bella y Jasper se alternaban para decirles letras de cosas que tenían que adivinar, Alec se lo estaba pasando realmente bien, la asistente social lo vio y pudo confirmar que el niño recibiría la atención debida.
Heidi firmó los papeles de renuncia, y Emmet y Rosalie los de adopción, la mujer les dio la enhorabuena y se marchó.
-Campeón ven aquí- Dijo Emmet agachándose y abriendo los brazos. Alec corrió hasta él y se dejó atrapar por aquellos brazos- A partir de ahora nosotros seremos tus padres, ¿quieres?
-Siiiiiii, papá.
Rosalie lo tomó entre sus brazos y lo acarició y besó con amor y cariño.
-Mi pequeño, apenas te conozco y ya te quiero.
-Yo también te quiero, mamá.
Heidi no dijo nada, pero se notaba que estaba alegre por haberse librado del niño, pero a pesar de ello tenía que despedirse de él.
-Alec, se que nosotros nunca nos hemos llevado bien, pero a pesar de ello creo que dejándote con ellos he hecho lo mejor para ti como madre. Espero que algún día me perdones por no darte el amor que te mereces, y espero que te portes bien con ellos.
-Claro que lo haré- Le dio un abrazo y un beso en la mejilla a Heidi- Y te perdono por todo- Terminó susurrándole en el oído.
Todos subieron al coche, Emmet, Rosalie, Alec y Heidi en el todo terreno de Emmet, mientras que Jasper llevaba a Bella y Renesmee en su coche. Fueron a la cafetería donde habían quedado con Esme y Carlisle, allí estaban ellos con los padres de Heidi.
Cuando Aro y Sulpicia vieron llegar a su hija sonriente, y a Emmet con Alec entre sus brazos sonrieron abiertamente.
-¡Ya está todo solucionado!- Dijo Heidi cuando llegó a la mesa.
-¿Emmet se ha hecho responsable de Alec?- Preguntó con desconfianza Aro.
-Así es- Dijo él con una sonrisa.
-¿Y para cuando será la boda?- Sulpicia estaba emocionada.
-Para dentro de una semana- Volvió a responder Emmet,
-¿Una semana? Eso es muy poco tiempo para prepararlo todo, mi hija debe prepararse, necesita más tiempo.
-Mamá no necesito nada, yo no me voy a casar- Sulpicia y Aro miraron a su hija sin entender lo que quería decir- He renunciado a Alec y Emmet y Rosalie lo han adoptado. Ahora es legalmente su hijo y es como su yo nunca hubiera tenido ninguno.
Al principio, Aro y Sulpicia se quedaron helados, los habían engañado como a tontos, pero luego reaccionaron muy violentamente.
-¡¿CÓMO TE HAS ATREVIDO A HACERNOS ESTO?!- Gritó Aro abofeteando a su hija.
-¡Aro, basta ya!- Grito Carlisle.
-¡TÚ CÁLLATE! ¡PENSÉ QUE ERAS HOMBRE CON VISIÓN DE FUTURO! ¡NO SABES DONDE TE HAS METIDO! ¡NADIE VENCE A LOS VULTURIS!
-Pues me temo que esta vez lo hemos hecho- Dijo Emmet sonriente- Y como se acerquen a MI hijo puedo tomar medidas legales contra ustedes.
-¡Esto no quedará así! ¡Recurriremos! ¡Ese niño es un Vulturi!- Dijo Aro tomando a Sulpicia de un brazo y arrastrando a su hija con el otro.
A la semana siguiente, Emmet y Rosalie se casaron, fue una ceremonia sencilla pero preciosa, el pequeño Alec se adaptó muy rápido a su nueva familia, quería con locura a sus padres.
Aro y Sulpicia recurrieron a sus abogados pero no consiguieron nada puesto que Heidi había renunciado al niño, eso les impedía cualquier movimiento legal para recuperarlo.
Los Vulturis juraron que se vengarían de ellos, pero a los Cullen no les importó, ahora se sentían felices.

Bella lloraba delante de la lápida de sus padres, ese día hacía 4 años que habían muerto y había ido con Edward a verlos. No se arrodillaba porque sus siete meses de embarazo no se lo permitían, permanecía apoyada en Edward, este la abrazaba y acariciaba dándole el consuelo que le hacía falta. Aun recordaba aquel día, toda su familia a su lado, todos frente a los dos ataúdes con los cuerpos del matrimonio Swan. La pequeña Renesmee entre sus brazos dormida, ajena a todo lo que ocurría a su alrededor, Edward sujetándola por miedo a que cayera porque le fallaran las fuerzas, el agente Jacob Black a un lado apoyándola en ese momento tan doloroso. Sus amigos llorando con ella, como su fueran sus propios padres los que habían muerto, y a Carlisle y Esme que estaban tan destrozados como ella misma. Cuando el sacerdote dijo las palabras de despedida para ellos, ella no pudo reprimir sus llantos de angustia, eso despertó a la pequeña, Edward la tomó para calmarla, Carlisle y Esme se abrazaron a ella y los tres juntos les dieron su último adiós.
Ahora, ante la tumba, Bella volvió a descargar todo el dolor que sentía por esa pérdida, sintiéndose culpable por lo que les había ocurrido, y sobretodo, sintiéndose impotente ante el hecho de saber que no volverá a estar a su lado.
Edward la tomó de la mano y lentamente la acompañó hasta el coche, la ayudó a subir y entró él, se quedó mirándola hasta que ella, poco a poco, fue recuperando la tranquilidad.
-¿Te sientes mejor?
-Si, me ha sentado bien desahogarme un poco.
Edward la besó y los dos se dirigieron a casa de sus padres a por Renesmee.

Era domingo, Esme y Carlisle estaban en el jardín con Alec y Renesmee, los niños corrían de un lado a otro y ellos los miraban sentados en los escalones y tomados de las manos. Se sentían completamente felices ahí con sus nietos, disfrutaban del tiempo que pasaban juntos.
Alec y Renesmee se sentaron cada uno a un lado de ellos y los miraron.
-Abuelito, ¿por qué mamá no tiene un bebé en la barriga como la tía Bella?
-Porque eso no se elije, hay padres que tienen bebés antes que otros.
-¿Tía Rose y tío Emmet no tenen bebé?- Renesmee preguntó muy intrigada- Yo quedo que tía Rose tena bebé, así pimito tene tamen un manito.
-Ja, ja, ja- Esme reía abiertamente- Algún día tendrá un hermanito.
Sonó el teléfono de la sala y Carlisle se levantó para contestar dejando a Esme con los niños.
-Pero abuelita, no lo entiendo- Dijo Alec- Si la tía Bella y el tío Edward ya tienen a Renesmee y van a tener otro bebé, ¿por qué papá y mamá no tienen uno también?
-¿Tienes ganas de tener un hermanito?- Alec asintió con una sonrisa- Pues eso tienes que decírselo a tus padres.
Carlisle se acercó muy serio a donde ellos estaban, les pidió a los niños que se fueran a jugar y se quedó de pie junto a Esme.
-Tengo que irme al hospital enseguida, Alice está ahí.
-¡¿Qué?!
-El que ha llamado era Jasper, está acompañando a Alice en una ambulancia, la ha encontrado en mitad de la calle golpeada y ensangrentada, hay indicios de violación. Voy a ir enseguida a verla.
-¡Pobre Alice!- Dijo Esme llevándose la mano a la boca- Llámame en cuanto sepas algo, yo se lo diré a los chicos cuando vengan a por los niños.
Carlisle salió hacia el hospital y Esme se quedó con los pequeños, sabía que Edward y Bella no tardarían en volver, habían ido al cementerio a ver la tumba de Charlie y Reneé, pero ya era tarde por lo que aparecerían en cualquier momento. Esme les dio la cena a los niños y los dejó viendo la tele mientras abría la puerta a Edward y Bella. Directamente los llevó a la cocina antes de que vieran a los niños, eso los alarmó.
-Alice está en el hospital.
-¿Qué le ha pasado?- Bella se asustó enseguida.
-Aun no lo sabemos, Jasper la ha encontrado maltratada en la calle y puede que haya sido victima de una violación.
Bella tuvo que sentarse en una silla para no caer al suelo de la impresión, Edward no dijo nada, simplemente se tensó y golpeó la pared con fuerza.
-Carlisle me llamará cuando sepan algo.
-Mamá, ¿te importa que nos quedemos aquí esta noche? Así nos enteraremos de todo cuando llame papá.
-Claro que si, ahora subiré a arreglar las habitaciones.
Cuando Rosalie y Emmet llegaron a por Alec después del trabajo se lo tomaron igual que Edward y Bella y también decidieron quedarse esa noche.
Alec y Renesmee, ajenos a todo eso, estaban totalmente contentos de pasar la noche ahí porque eso significaba que compartían habitación.
Carlisle llamó poco después de las once de la noche y confirmó los temores que todos tenían.
-Me temo que si ha habido violación. Primero la maltrataron y luego abusaron de ella de forma muy agresiva-Se escuchaba la voz de Carlisle por el manos libres.
-¿Se sabe algo del culpable?- Preguntó Emmet.
-Alice aun continua inconsciente, hasta que no despierte y de una descripción a la policía no sabremos nada.
-¿Como está ella?- Bella estaba preocupada por su amiga- ¿Se encuentra bien?
-Está estable, aunque tiene todo el cuerpo lleno de hematomas y heridas. Además tiene rota la tibia de la pierna izquierda. Todo eso es lo que menos me preocupa, su salud psicológica es lo que realmente puede haberse visto perjudicada. Esperemos que sea suficientemente fuerte para aguantarlo.
-Nosotros le ayudaremos a que lo consiga- Respondió rápidamente Rosalie.
Al día siguiente fueron todos al hospital a verla, incluidos Alec y Renesmee. Cuando entraron, Alice estaba quieta mirando al techo con Jasper a su lado tomándola de la mano.
-Alice, mira, tienes visita- Dijo al verlos entrar.
Alice se giró y al verlos se le dibujó una pequeña sonrisa en su cara llena de moratones y vendas.
-Hola tía- Dijo Alec en los brazos de su padre- Mira lo que he hecho para ti- Alec sacó un dibujo que había hecho donde había salía una mujer que realmente se parecía a Alice y un niño a su lado que se parecía a él.
-¿Lo has hecho tú?- Preguntó maravillada al ver el dibujo, Alec asintió- Es precioso, muchas gracias cariño.
-Chicos- Dijo Jasper dirigiéndose a los dos niños- ¿Queréis que bajemos a por un helado?
-¡SIIIIIII!- Gritaron los dos niños tomando la mano de Jasper y arrastrándolo fuera de la habitación.
Una vez que se hubieron ido, Alice empezó a llorar, Esme se acercó a ella y la abrazó.
-Cariño, tranquila. Todo pasará, nosotros vamos a estar contigo.
Esa tarde fue un agente a hablar con Alice, ella dio la descripción de su agresor estando acompañada de Jasper.
Cuando el agente hizo el retrato robot, se lo enseñó a Alice y al ver la imagen y ver a Alice asentir, Jasper se puso blanco.
-Yo... Yo conozco a ese hombre- Dijo Jasper.
-¿Lo conoce?
-Así es, es hijo de un socio de mi padre. Su nombre es Laurent Grint.
-Genial, ahora mismo enviaré patrullas a apresarlo.


Al día siguiente la policía de Forks había apresado a Laurent y lo tenía en el calabozo. Alice estaba en casa de sus padres al lado de Jasper, aterrada mirando al hombre que tenía delante.
-¡No puede denunciar a mi hijo!
-Si puede, los restos de semen que se encontraron en Alice eran de su hijo- Dijo Jasper con desprecio.
-¡Me da igual! ¡Si condenan a mi hijo será el fin de mis negocios! ¡Piensa en los negocios de tu padre muchacho!
-Mi padre y sus negocios me dan igual. No voy a permitir que su hijo ande suelto y pueda hacerle a otra chica lo que le ha hecho a Alice- Dijo apretando la mano su novia.
-¡Muchacho acabas de arruinar a tu familia!- Dijo el hombre saliendo de la casa enfurecido.
-Jazz, no quiero que tu familia tenga problemas por mi culpa- Dijo bajando la cabeza.
-Alice- El tomó sus mejillas e hizo que lo mirara- Tú eres mi familia, si tú no estás bien yo tampoco, y mi padre entenderá los motivos que tengo- Él besó dulcemente sus labios- No te preocupes.
El padre de Jasper entendió los motivos de su hijo y apoyó la denuncia que puso contra Laurent, el juicio se programó dos meses después de la agresión y durante ese tiempo Laurent permaneció apresado.
Pasó el primer mes después de la agresión y Alice llevaba bastante bien la situación, quitando algunas pesadillas no tenía ningún problema. Una mañana, al levantarse de la cama, Alice tuvo que ir corriendo al baño, una nausea le vino repentina haciendo que metiera la cabeza en el inodoro para vomitar.
Bella estuvo en casa de Alice media hora después tras una llamada histérica de su amiga. Entró en la casa sin llamar y subió directa a la habitación de Alice y la encontró acurrucada en la cama llorando.
-Alice, ¿qué ocurre?
-¡Bella tengo miedo!- Respondió girándose y abrazándose a ella.
-¿Por qué? ¿Qué ha pasado Alice?
-Creo que estoy embarazada- Dijo muy deprisa y sin respirar.
-¡Eso es estupendo! ¿Por qué tienes miedo?
-Porque... Jasper y yo nunca hemos estado juntos en ese sentido...
-...- Bella se quedó con la boca abierta, si el bebé no era de Jasper tenía claro de quien era- ¿Entonces el bebé es de...?
-Si, de Laurent- Dijo ella llorando sobre el hombro de su amiga.