Destinados a estar juntos (Completa)

Bella abrazaba a Alice intentando calmarla, después de lo que había pasado solo le faltaba eso.
-¿Qué voy a hacer Bella?
-Alegrarte- Alice la miró- Vas a tener un bebé, eso es lo que importa. El padre de la criatura será el hombre que te quiera, eso es lo único que importa.
-¡Bella!- Alice volvió a abrazar a su amiga- ¿Como crees que se lo tomará Jasper?
-No lo se. Eso ahora no debe preocuparte, debes tranquilizarte y pase lo que pase yo estaré contigo.
Bella llevó a Alice a tomar algo mientras esperaban a Jasper, había que decírselo pronto y afrontar la situación por el bien de Alice.
Estuvieron una media hora sentadas en la cafetería hasta que apareció Jasper con una sonrisa, se sentó junto a Alice y la tomó de la mano antes de darle un pequeño beso.
-Hola preciosa.
-Hola Jazz- Respondió ella en un susurro.
-¿Qué tal Jasper?
-Muy bien. ¿A que se debe tanta urgencia por verme? ¿Te ha pasado algo Bells?
-Yo si, no es por mi por quien estamos aquí- Jasper miró a Alice y cuando la vio cabizbaja se le vino el mundo a los pies- Ha sucedido algo.
-¿Qué ocurre?- Preguntó él asustado- ¿Qué pasa Alice?
-Estoy... Estoy...- Alice respiró profundamente y lo soltó- ¡Estoy embarazada!
-¿¡QUÉ!? Eso no es posible.
-Me temo que si lo es Jasper. Alice está embarazada de apenas un mes.
-¡Un mes! Eso quiere decir que el padre es... ¡LAURENT!
-Jasper cálmate, estás asustando a Alice.
Jasper miró a Alice que se acurrucó en su silla llorando en silencio, la abrazó y apoyó su cabeza en la de ella.
-Lo siento, no quería gritarte, no es culpa tuya nada de lo que está pasando.
-Jasper, estoy asustada. No se si estoy preparada para afrontar esto. Siempre creí que cuando tuviera hijos serían de los dos...
-Ese bebé es de los dos, tuyo y mío- Jasper la abrazó más fuerte contra él- No pienso abandonarte en un momento así.
-No esperaba menos de ti Jasper- Le sonrió Bella.
Esa tarde les dieron la noticia a los demás y hubo diferentes tipos de reacciones. Jasper y Alice estuvieron cogidos de la mano todo el tiempo, Bella estaba sentada en el sofá sonriendo, Edward estaba furioso por la situación en si, se alegraba de que los dos se hubieran tomado tan bien el acontecimiento, pero no soportaba el motivo. Emmet y Rosalie simplemente se quedaron en el sitio mirando. Carlisle y Esme solo sonrieron, no sabían que decir.
Después de mucho hablar, todos entendieron que Alice y Jasper se querían tanto que no les importaba nada de lo que les pudiera pasar y se pasaron todos los temores que pudieran tener.
-Tía Alice, ¿eso quiere decir que tú también tienes un bebé en la barriga?
-Así tesoro- Le respondió esta a Alec.
-¿Mamá por qué tú no tienes un bebé en la barriga? Yo quiero.
Emmet y Rosalie miraron a su hijo asombrados mientras los demás estallaban en carcajadas, Renesmee y Alec se miraban sin entender nada.
-¿Poque reis todos?- Preguntó Renesmee- Pimito quede un bebé como mami y tía Alice.
-Por nada cariño- Dijo Edward tomando en brazos a su hija.
-¿mamá, por qué tú no tienes un bebé también?- Volvió a preguntar Alec.
-Eso mamá- Edward picó a Rosalie un poco- ¿Por que tú no tienes un bebé?
-¡Edward!- Le regañó Bella.
-Alec, ya hablaremos de eso luego- Dijo Emmet intentando salir del paso y el niño pareció aceptar- Ahora creo que los niños tendrían que salir a jugar un rato fuera mientras hablamos de otras cosas.
Los niños salieron y dejaron a los adultos en el interior hablando de cosas más serias.
-He estado pensando en la forma en la que podemos plantear el juicio. Está claro que es culpable, hay pruebas y con seguridad será condenado. Pero si además explicamos lo del embarazo tendría que pasar una pensión que no sería pequeña.
-¡No!- Dijo claramente Alice dejando a Emmet en el sitio- Si lo decimos en público sería como aceptar que Laurent es el padre y me niego a eso. El padre de este bebé va a ser Jasper, y ya está, a nadie le importa más que a nosotros.
-Solo era un comentario, tranquila. Si no quieres no habrá ningún problema.

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En Chicago, un hombre estaba sentado en su silla de ruedas delante de la televisión, miraba un partido de baseball sin mucho interés, no tenía nada mejor que hacer cuando escuchó la puerta de la entrada abrirse.
-Jacob, ¿eres tú?
-Si papá, soy yo. He traído compañía- Dijo asomándose con una chica de su mano- Papá esta es mi novia.
-Hola, un placer, soy Billy, el padre de Jacob- Dijo tendiéndole la mano a la joven.
-Yo soy Heidi Vulturi, un placer.
-¿Heidi Vulturi?- Billy la miró extrañado- Ese nombre me suena mucho.
-Seguramente lo habrá escuchado en la televisión, ha salido en todas las cadenas que mis padres me han desheredado. Por eso conocí a Jacob.
-Vaya, ¿como es eso?
-Papá es una larga historia, mejor nos sentamos a cenar todos y te lo contamos.
Heidi preparó la cena mientras Jacob ayudaba a su padre a preparar la mesa para la cena, se sentaron los tres a comer y le contaron la historia.
-Verá, hace unos meses yo renuncié a mi hijo por su propio bien. Él no era feliz conmigo y mis padres solo veían en él una forma de ganar dinero. Después de eso, mis padres decidieron que como no podían sacar dinero conmigo yo no les servía para nada así que me han desheredado dejándome en la calle.
-¿Y eso que tiene que ver con Jacob?
-Papá, el último día que estuvo en la casa se enteró de que iban a intentar hacerle daño a la familia donde está el niño. Ella vino a la comisaría buscando ayuda para impedirlo y ahí nos conocimos.
-¿En serio? Vaya, es increíble. ¿Y habéis conseguido impedirles que le hagan daño a esa familia?
-Aun no han hecho nada, pero los tenemos vigilados. Ahora solo me falta ponerme en contacto con los Cullen para que nos permitan ayudarlos.
-¿Los Cullen?- Billy volvió a abrir los ojos en exceso- ¿Esos no son la familia que sufrió a manos de James Dipper?
-La misma- Dijo Jacob seriamente.
-¿James Dipper? ¿Quien es ese?
-Ese es el culpable de que mi padre esté en una silla de ruedas- Heidi se sorprendió demasiado.
-Si, yo trabajaba con Jake, era el celador de la comisaría donde él trabajaba. James Dipper fue detenido por acoso y maltrato de una joven y fue sentenciado a cumplir unos años de cárcel. Cuando lo íbamos a trasladar intentó fugarse, cogió una pistola de uno de los guardias y me disparó, la bala me dio en la espalda dejándome minusválido.
-Vaya, ¿y no hay forma de que pueda volver a caminar?
-Si hago rehabilitación podría caminar, pero el problema es que no puedo pagarla.
-No se preocupe, desde hoy yo le ayudaré con la rehabilitación. Pronto podrá caminar de nuevo.
Jacob se sintió muy contento al ver a su novia llevarse tan bien con su padre, y se alegró de que gracias a los Cullen hubiera podido conocerla, porque si ellos ni se hubieran quedado con el niño ella nunca hubiera ido a buscarla.
-Mañana iré a ver a los Cullen a Forks, hay que hablar con ellos sobre tus padres- Le dijo Jacob a Heidi.
-¿Forks? ¿Son de Forks? Cuanto tiempo hace que no voy por allí.
-¿Conoces Forks papá?
-¿Qué si lo conozco? Tú naciste allí Jacob. Ese es el pueblo donde vive tu madre.
-¿Mamá vive ahí?
-¿No sabías donde vivía tu madre?- Se atrevió a preguntar Heidi al ver la cara de sorpresa de Jacob.
-No, nunca quise saberlo. Me abandonó cuando era pequeño, nunca llamó preguntando por mi así que yo tampoco pregunté por ella.
-Jake, creo que iré contigo a Forks. Me gustaría volver a mis viejos amigos. Puede que aun esté Charlie por ahí, me gustaría conocer a su hija, me habló de ella las últimas veces que charlamos por teléfono.
-Muy bien, mañana nos iremos los tres a Forks.

alice no pliss ese $!%"·%$ laurent

q lindo jazz tan tierno

ojala publiques los demas pronto

esta historia esta buenisima ojala pongas otro capitulo pronto

Sorry por no subir pero he estado ocupada



Jacob conducía su coche por el pequeño pueblo de Forks, él ya conocía bastante bien el pueblo después de su última visita, y por ello sabía el camino a la casa de los Cullen. Billy iba en el asiento del copiloto y Heidi detrás. Cuando llegaron Jacob ayudó a su padre a salir mientras Heidi sacaba la silla, y una vez lo hubo sentado fue a llamar al timbre mientras Billy y Heidi se quedaban bajo esperando.
-Agente Black, ¿qué le trae por aquí?- Dijo Esme al verlo.
-Pues me temo que otra vez vengo por cumplir con mi deber, ¿está su hijo Emmet y su mujer aquí?
-Así es- Esme los llamó y estos salieron.
-Buenos días agente, ¿en que podemos ayudarle?
-Más bien es al contrario, hemos venido a ayudarles a ustedes- Dijo señalando a su padre y a su novia- Heidi vino a avisarme de que sus padres podrían intentar algo contra ustedes por el asunto del pequeño, por eso hemos puesto bajo vigilancia a la familia Vulturi, pero me gustaría que aceptaran mi ayuda.
-Hola chicos, ¿como os va con Alec?- Dijo Heidi desde abajo con una sonrisa.
-Genial- Dijo Rosalie devolviéndole la sonrisa- Es un encanto.
-Perdón, no les he presentado. Este es mi padre- Dijo señalando a Billy- Papá, estos son Rosalie, Emmet y Esme Cullen.
-Es un placer conocerles.
-El placer es nuestro- Respondió Esme- ¿Por que no pasan y hablamos más tranquilos?
Emmet ayudó a Jacob a subir a Billy y todos entraron en el salón de la casa.
-Pues ustedes dirán.
-No se si sabréis que mi familia, después de haber renunciado a Alec, me ha desheredado. Antes de que me tiraran de la casa pude escuchar como hablaban de haceros algo, no se que es lo que pueden estar planeando, pero pretendían quitaros al niño y haceros sufrir. En cuanto me enteré fui a la policía y ahí encontré a Jacob.
-¿Estás segura de que quieren hacer algo contra nosotros? Desde la última vez que nos vimos no hemos tenido noticias de ellos.
-Estoy segura, no se que es lo que planean pero se que harán algo.
-Por eso espero que me permitan ayudarlos.
-Por supuesto, es usted muy amable- Dijo Rosalie.
Estuvieron hablando durante un rato sobre las posibles actuaciones contra ellos que podía hacer la familia Vulturi, y así se les hizo la hora de irse.
-Vamos, quiero pasar por casa de Charlie a ver como está.
-¿Charlie?- Dijo Esme mirándolo- ¿No se referirá a Charlie Swan?
-Si, así es. Es amigo mío desde hace mucho tiempo, pero hace mas de 20 años que no hablamos, ¿sabe quien es?
-Claro- Dijo Esme antes de ponerse a llorar.
-Papá, Charlie y Reneé Swan fueron asesinados por James. Su hija es la chica a la que acosaba ese perturbado.
-No es posible... ¿Mi viejo amigo Charlie está muerto?
-Lo siento señor Black, no sabía que usted le conocía. Yo era la mejor amiga de su mujer, y mi marido el de Charlie.
-¿Su marido es Carlisle?- Esme asintió- Me acuerdo que nunca dejaba de hablar de él, lo quería muchísimo- Billy se limpió las pocas lágrimas que empezaron a salirle- ¿Podría ver a su hija? Me gustaría conocerla.
-Claro- Dijo Emmet- Tengo que ir a su casa a recoger a Alec, si me siguen con el coche les llevaré hasta la casa. Aunque supongo que la conocerá, es donde vivía Charlie.
-Por favor, llévame hasta la casa.
Emmet salió hacia el coche para guiarles, Jacob, Heidi y Billy se despidieron de Esme y Rosalie y salieron de camino a su coche para seguir a Emmet.
El camino fue en silencio, Billy aun no había podido asimilar la noticia de la muerte de uno de sus mejores amigos. Jacob no quiso decirle nada, sabía que su padre sufría y no podría consolarlo con palabras.
Llegaron tras Emmet y mientras este se acercaba para llamar a la puerta, Jacob sacó a Billy y a lo puso en la silla, después se acercaron junto a Heidi a la entrada.
-Hola Edward, aquí hay alguien que quiere ver a Bella, es un antiguo amigo de Charlie.
Edward vio como Jacob y Heidi iban con un hombre en silla de ruedas.
-¿Y ellos? ¿Qué hacen aquí? ¿Ha pasado algo con Alec?
-No, tranquilo. Jacob es el hijo del antiguo amigo de Charlie y Heidi es su novia.
-Oh, vaya. Pues pasen, como en su casa.
Edward les abrió la puerta y todos entraron, después los guió al salón donde estaban Renesmee y Alec viendo la televisión.
-¿Como está mi campeón?- Dijo Emmet desde la entrada.
-¡Papá!- Alec corrió a los brazos de su padre y miró a Heidi- Ella no me va a llevar otra vez, ¿verdad? Yo quiero quedarme contigo.
-Tranquilo Alec, no he venido por ti, he venido a ver a tu tía Bella.
-¡Bella!- Le llamó Edward- ¡Han venido a verte!
-¡Voy!- Se escuchó desde la cocina.
-Sentaos por favor- Dijo Edward señalando los sofás- Perdón, no me he presentado- Se dirigió a Billy- Soy Edward Cullen, el marido de Bella.
-Un placer, Billy Black.
Bella salió de la cocina y se acercó al salón, allí vio Emmet con Alec entre sus brazos, al agente Black, a Heidi y a un hombre que no conocía.
-Hola, ¿ha pasado algo?- Preguntó sentándose junto a Edward.
-Tranquila Bells- Dijo Emmet- Este hombre es un antiguo amigo de tu padre. Ha querido venir a conocerte- Explicó- Bueno chicos, nosotros nos vamos. Hasta mañana.
Emmet salió de la casa y se marchó dejándolos allí. Bella miró a los invitados y se centró en Billy.
-Te pareces mucho a tu padre- Dijo Billy- No puedo creer que no esté aquí.
-Ni yo tampoco. Han pasado tres cuatro años y aun me cuesta hacerme a la idea. ¿De que lo conoce usted señor...?
-Perdona, soy Billy Black. Tu padre y yo fuimos juntos a la escuela de policía, él se quedó en Forks y yo me marché a Chicago. Hacía mucho que no venía aquí, desde que Jacob tenía cinco años, y para entonces tu padre aun no se había casado. Y mira como pasa el tiempo, ahora su hija está casada y esperando un bebé.
-En realidad es el segundo- Dijo ella sonriente- ¡Renesmee!- Llamó a la niña que aun seguía viendo la televisión, esta se acercó- Esta es Renesmee. Tesoro este señor es Billy Black, un amigo del abuelo Charlie.
-Hola- Dijo la niña sonriendo.
-Da las buenas noches Renesmee- Dijo Edward levantándose del sofá- Es hora de dormir.
La niña se despidió y Edward la llevó a su habitación para acostarla. Mientras Bella le contó como habían sido los años en los que Billy y Charlie no se habían visto y Billy se sorprendió mucho con la actitud de Charlie tras el nacimiento de Bella.

Al día siguiente, Billy, Jacob y Heidi fueron a una cafetería del pueblo a desayunar, tenían que empezar a poner vigilancia cerca de los Cullen para que los Vulturis no pudieran hacer nada, pero no esperaban encontrarse a nadie en especial allí.
-¡Billy!- Dijo una mujer cuando los vio en una mesa.
-Sue- Dijo él en un susurro.
-¿Qué haces aquí? No esperaba volver a verte.
-Ni yo, la verdad, esperaba no encontrarte mientras estuviéramos aquí.
-Jacob- Dijo mirando al chico que estaba a su lado- ¿Eres tú? Como has cambiado hijo.
-Hola Sue- Dijo él fríamente.
-¿Sue? ¿Esa es forma de hablarle a tu madre?
-Has estado los últimos 22 años sin querer saber nada de mi, sin llamar ni nada parecido ¿y pretendes que te trate bien? Tú para mi no eres nadie.
-No digas eso, no ha habido día en el que no pensara en ti.
-Si claro, y coger un teléfono para preguntar por mi era complicadísimo.
-¡Tenía miedo a que no quisieras hablar conmigo!
-Pues mira por donde, eso es lo que ocurre en este momento, no quiero hablar ni saber nada de ti.
-Jacob relájate- Le pidió Billy.
-¿Como puedes hablar con ella? ¿Como puedes perdonarla después de que nos abandonara?
-Lo hice por un motivo, y era la única forma de que tú no te vieras envuelto entre los problemas entre nosotros.
-¿Tenías un motivo? Pues dímelo o déjame en paz.
-Es que...- Miró a su hijo y al ver la dura mirada con que la observaba no tuvo más remedio que decírselo- Estaba embarazada de otro hombre. Tu padre nos pilló y yo decidí irme antes que poner en peligro a cualquiera de mis dos hijos.
-Me abandonaste- Jacob estaba llorando- No me duele el hecho de que te fueras en si, sino el hecho de que no me hayas llamado, no te hayas preocupado por como estaba... ¡Mi madre murió para mi el día que saliste por la puerta de casa!

Jacob salió de la cafetería con Heidi de la mano, estaba furioso por todo lo que había ocurrido en la cafetería. No podía entender como su madre actuaba como si nada.
-Jake, baja un poco el ritmo- Dijo Heidi- Estoy sin aliento.
-Lo siento- Dijo Jacob bajando el ritmo y cuando vio un banco libre en el parque por el que paseaban se sentó.
-¿Quieres hablar de ello?
-No lo se- Jacob apoyó su cabeza en sus manos- Nunca creí que volvería a verla y ahora, de repente y después de tantos años, aparece e intenta hacer como que no ha pasado nada.
-No lo apoyo, pero entiendo los motivos.
-¿Los entiendes?- Jacob se giró hacia ella- Pues explícamelos.
-Imagina que tenemos un hijo, años después yo te engaño con otro y me quedo embarazada, ¿qué pasaría si tú me pillases?
-¡Te echaría de casa al instante!
-¡Exacto! Seguramente me pedirías que volviera cuando se te hubiera pasado por el bien de nuestro hijo, pero ¿como crees que hubiera sido nuestra relación después de eso?
-Desastrosa, llena de desconfianza y disputa- Jacob empezaba a entender el punto de vista de Heidi.
-Para que el niño no sufriera la mejor solución sería que yo me marchara.
-Vale, pero ¿no llamarías para ver como está? Una cosa es marcharse y otra es perder el contacto completamente.
-Algo tuvo que pasar para que actuase de esa manera.
-Pues hasta que ella venga y me cuente el motivo no tengo nada que hablar con esa mujer.

--^^--^^--^^--
Era fin de semana y Edward aun no se había levantado de la cama, Bella, por el contrario, llevaba horas dando vueltas por el salón. Renesmee bajó las escaleras y vio a su madre ahí.
-Mami, ¿qué haces?
-Nada tesoro.
-¿Me pepadas el esauno?
-Ahora enseguida cariño.
Bella se dirigió a la cocina, pero al entrar se quedó parada en la puerta.
-Renesmee, ¿me haces un favor?- Dijo agarrando el marco de la puerta con fuerza. La niña se acercó a ella- ¿Puedes ir a despertar a papá y decirle que mamá lo llama urgente?
-Vale- Contestó la niña con una sonrisa.
Renesmee subió las escaleras y entró en la habitación de sus padres donde Edward dormía abrazado a su almohada.
-¡Papi! ¡Papi!- Gritó la niña saltando encima de él.
-¡AUH!- Fue la respuesta de Edward.
-Papi, mamá ice que bajes. Que te llama de foma uguente.
-Voy- Dijo levantándose y cogiendo a la niña entre sus brazos- Y a ver si aprendemos a despertar a la gente de otra forma.
Renesmee solo sonrió y se dejó llevar escaleras abajo. Al bajar, Edward vio a Bella sentada en una silla con cara de dolor.
-Tesoro, ves a ver la tele mientras hablo con mamá-Renesmee bajó de los brazos de su padre y fue al salón. Edward se inclinó frente a Bella- ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?- Parecía alarmado.
-Creo que necesito que me lleves al hospital.
-¿Al hospital?- El terror en la cara de Edward era visible- ¿Qué te ocurre? ¿Te sientes mal?
-Edward, cálmate, estoy teniendo contracciones, y por si no lo sabías ¡DUELEN!
-¿Quieres decir que...?
-Quiero decir que este pequeñín- Dijo tocándose la barriga- Quiere conocer a su padre.
Edward besó los labios de su mujer y la tomó entre sus brazos.
-Renesmee, sube a vestirte. Nos vamos a casa de la abuela.
Los tres subieron, Edward ayudó a Bella a cambiarse, después metió todo lo que ella el indicó en una bolsa y la bajó al salón donde Renesmee ya los estaba esperando.
Edward llevó a Bella al coche y la sentó en el asiento del copiloto, después puso a Renesmee en su sillita y fueron a casa de sus padres.
-¿Mami ta malita?
-No tesoro- Dijo ella- Lo que pasa es que hoy va a venir tu hermanito al mundo.
-¿Bebé mene ya? Yo quedo velo.
-Ahora no puedes verlo cariño- Dijo Edward sonriendo- En cuanto puedas lo verás.
Cuando llegaron, Esme estaba en la puerta esperándolos (Edward la había llamado antes de salir), recogió a la niña y les dijo que Carlisle los estaría esperando allí porque había tenido turno de noche.
-¿Estás cómoda?- Preguntó Edward mientras conducía.
-Bueno, no me quejo...- Bella apretó los lados del asiento por una contracción, cuando esta pasó ella estaba pálida- Esa ha sido fuerte.
-¿Desde cuando estás así? ¿Cuando han empezado las contracciones?
-De madrugada, pero eran tan espaciadas y cortas que creí que era una falsa alarma- Dijo con un tono de culpabilidad.
-Debías haberme despertado- Le recriminó Edward. Bella bajó la mirada triste- Ahora eso da igual- Le tomó la mano- Lo que importa es que nuestro pequeñín va a estar muy pronto con nosotros.
Llegaron al hospital y Carlisle estaba esperándolos en la puerta, mandó a Edward a cambiarse y entró con Bella para prepararla. Después hicieron que Edward entrara vestido con una bata de hospital a la sala donde Bella ya estaba colocada y preparada.
-Edward, ponte a su lado y dale la mano- Edward obedeció- Bella, ¿estás lista?- Ella lo miró con furia- Cuando te diga quiero que empujes, ¿de acuerdo?
-¡Como si tuviera otro remedio!
-Bella cálmate- Pidió Edward al ver el carácter agresivo que había tomado su mujer.
-¡No me calmo! ¡Me gustaría verte a ti en mi situación a ver si tú te calmas!
-Deja que se desahogue Edward- Le dijo Carlisle- Muy bien Bella, vamos allá.
Bella empujó todo lo que pudo apretando la mano de Edward con fuerza. Después de cada esfuerzo, Edward le daba ánimos y besaba su frente, a lo que Bella respondía con insultos.
-Bella, ya queda poco, ya veo la cabeza- Dijo Carlisle- Venga, un esfuerzo más.
Bella empujó unas pocas veces más y pronto se escuchó un llanto que hizo que hizo que a Edward se le saltaran las lágrimas, no llegó al tiempo al alumbramiento de Renesmee, por lo que vivió este parto como algo increíble.
-Mirad a vuestro hijo.
-Es un niño- Dijo Edward tomándolo entre sus brazos- Mira Bella, es un niño- Se lo acercó a la camilla- Es nuestro hombrecito.
-Si- Dijo ella sonriendo exhausta- Siento todo lo que he dicho antes...
-Tranquila Bella, las he visto peores- Dijo Carlisle sonriente.
Le permitieron a Bella tener al pequeño entre sus brazos unos minutos, después se lo llevaron para asearlo y Carlisle curó a Bella mientras Edward la abrazaba y besaba con amor y cariño.
El pequeño Benjamin, o simplemente Ben, como le decía su hermana, era un niño despierto y tranquilo, parecido a su madre en todo menos en el color de pelo que era el de su padre. Tanto su hermana como su primo Alec sintieron una gran admiración por él desde el primer momento en el que lo vieron.






Había llegado la hora del juicio contra Laurent, Alice estaba nerviosa por todo lo que le esperaba ese día, Emmet iba a ser su abogado igual que había hecho con Bella, y tuvieron la suerte de que les tocó exactamente el mismo abogado defensor, Mike Newton, y el mismo juez, Sam Uley. Jacob asistía como invitado acompañado de Billy y Heidi. Estaban sentados junto a Bella, Edward, Rosalie, Carlisle y Esme, Jasper permaneció junto a su novia. Sue, la madre de Jacob, también estuvo en el juicio y nadie sabía la razón, pero Jacob se dedicó a ignorarla.
-En pie- Dijo el aguacil- Caso 38.579 Acusado Laurent Stuart, denunciante Alice Brandon, abogado de la defensa Mike Newton, fiscal Emmet Cullen. Preside el honorable juez Sam Uley.
-Pueden sentarse- El juez miró severamente a Newton- Señor Newton puede empezar.
-Señoría, mi cliente afirma no recordar nada de lo ocurrido esa noche. Aunque las pruebas digan que fue mi cliente, pido que se anulen por la pérdida de memoria de mi cliente.
-¡Protesto!- Gritó Emmet- Señoría, lo recuerde o no, lo que importa es que violó y agredió a mi cliente, da igual el motivo y lo que haya ocurrido después.
-Se acepta. Señor Newton, intente encontrar alegatos que de verdad puedan ser aceptados. Señor Cullen puede empezar con su acusación.
-Pido que suba al estrado el acusado Laurent Stuart.
Laurent se levantó y caminó lentamente con la cabeza cabizbaja, subió al estrado y esperó.
-¿Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad con ayuda de Dios?
-Lo juro.
-Señor Stuart, ¿podría contarnos lo que recuerda de la tarde del “incidente”?
-Recuerdo que salí a divertirme con unos amigos, fuimos a un bar a tomar algo y bebimos más de la cuenta. Lo último que recuerdo es que mi amigo Félix me dio una bebida nueva, luego no recuerdo nada hasta que desperté en la calle con un terrible dolor de cabeza.
-Según unas pruebas realizadas tras su detención, usted estaba no solo bajo los efectos del alcohol, sino también bajo el influjo de otras sustancias ilegales.
-Yo no he tomado nada de drogas.
-Eso no es lo que muestran sus análisis sanguíneos.
-¡Le repito que yo no he ingerido ninguna sustancia ilegal!- Emmet vio que realmente decía la verdad.
-Señor Stuart, ¿cree que sus amigos podrían haberle metido alguna sustancia en la bebida?
-Podría ser, más que amigos son compañeros de juerga y con tal de reírse hacen lo que sea.
-Señor Stuart- Dijo el juez- ¿Sus amigos se encuentran en esta sala?
-Si, así es señoría, son los tres que hay al final de la sala.
-Alguacil, quiero que los lleve dentro y los registre. Se aplaza la sesión hasta dentro de una hora.
Todos salieron de la sala, Laurent acompañó a Newton hasta una sala contigua, mientras que Alice, Emmet y Jasper fueron conducidos a una un poco más alejada. Alice estaba completamente pálida, se dejaba llevar por los brazos de Jasper, pero apenas era consciente de lo que le ocurría.
-Alice, no tienes buena cara- Dijo Jasper sentándola en una silla- ¿Quieres que avisemos a un médico o algo?- Alice solo movió la cabeza en señal afirmativa.
-Iré a decirle a mi padre que entre- Dijo Emmet saliendo por la puerta.
Pocos minutos después entró Carlisle con Emmet casi corriendo, se inclinó frente a Alice mirándola a los ojos.
-Alice, ¿que te ocurre?
-No... No lo se...- Parecía medio ida.
-¿Te duele en algún lado?
-No...- Alice empezó a temblar bruscamente.
Carlisle la tocó y notó como su piel estaba muy fría y sudada.
-Tiene sudores fríos, eso no es bueno. Creo que no estaba preparada para ver a Laurent aun. Hay que llevársela al hospital- Se giró hacia Alice- Ven, cógete de mi brazo y vamos a ir lentamente hacia un coche. Emmet, explícale la situación al juez.
Carlisle ayudó a Alice a levantarse, pero tal como lo hizo la tomó entre sus brazos, Alice estaba sangrando por la zona genital. Salió corriendo seguido de Jasper y subieron al primer taxi que encontraron, fueron directos al hospital donde ingresaron a Alice al instante.

En el juzgado, Emmet se encargó de decirle a juez la situación, este anunció que se posponía el juicio temporalmente hasta que se encontrara mejor Alice. Después Emmet fue a decirles a los demás lo ocurrido, todos estaban preocupados por haber visto como salían corriendo Carlisle y Jasper con Alice.
-¿Entonces ha empezado a sangrar?- Preguntó Edward preocupado.
-Si, y muy abundantemente.
-Eso es malo, muy malo- Todos miraron a Edward- No quiero ser pesimista, pero puede que la impresión de haber visto de nuevo a Laurent tan cerca, habiendo pasado tan poco tiempo le haya provocado un aborto.
-¡No es cierto! No puede ser- Gritó Rosalie.
-Eso es terrible- Concordó Heidi con ella- Con la ilusión que tenía.
-Pobre Alice...- Añadió Bella.
-Disculpen...- Dijo en apenas un susurro una voz a sus espaldas, y al girarse vieron a Mike Newton- Mi cliente quiere hablar con usted señor Cullen- Se dirigió a Emmet.
Emmet fue acompañado de los demás hasta la sala donde estaba Laurent, al entrar lo vieron con cara seria y mirada triste, y cuando él los miró no se puso mejor.
-Usted dirá señor Stuart.
-Voy a entregarme voluntariamente- Dijo este ante la mirada de sorpresa de todos- Aunque no era yo conscientemente el que hizo todo eso, a fin de cuentas fui yo. Les aseguro que nunca he pretendido hacer daño a nadie y cuando me arrestaron y me mostraron las fotos con las pruebas me sentí como un monstruo. Solo quería decirles personalmente que siento todo lo que ha pasado y que le transmitan a la señorita Brandon mis disculpas, que espero que no me guarde ningún rencor.
-Eso es muy noble por su parte- Dijo Jacob- Muestra que en realidad usted no quiso hacer esos actos voluntariamente.
-¡Y no sabe cuanta razón tiene!- Dijo el juez Sam Uley entrando en la estancia- Hemos registrado a los “amigos” del señor Laurent Stuart y tenían unas pastillas que han resultado ser droga importada desde Cuba. La misma droga que encontramos en la sangre del señor Stuart, y además han confesado haberla puesto en su bebida y haber provocado que hiciera todo lo que nos ha llevado hasta aquí.
-¿Qué quiere decir eso exactamente?
-Quiere decir- Dijo Jacob- Que si llegáis a un acuerdo no tendrás que ir a la cárcel.
-Eso lo hablaremos cuando Alice se recupere- Dijo Emmet.
Se llevaron a Laurent a los calabozos y se quedaron los Cullen, junto a Billy, Jacob, Heidi y el juez.
-No esperaba volver a verte Billy.
-Ni yo a ti Sam- Dijo mirándolo con odio.
-Siento lo que pasó, me he arrepentido muchas veces.
-No me interesan tus excusas- Dijo saliendo de allí.

Cuando los Cullen llegaron al hospital, Jasper estaba en la sala de espera dando vueltas, cuando los vio solo salieron sollozos de sus labios.
-Jasper, ¿tienes alguna noticia?
-Si... Alice a perdido el bebé.

-Pero, ¿qué ha pasado?- Preguntó Esme.
-El feto se ha desprendido y el cuerpo de Alice lo ha expulsado- Dijo Jasper llorando apoyado en el brazo de Emmet- Alice está destrozada.
-Es una situación difícil para ella- Dijo Carlisle llegando junto a ellos- Creo que es mejor que entréis, quizá así se tranquilice un poco.
Todos le siguieron hasta una habitación donde Alice estaba llorando a lágrima viva, Jasper corrió a abrazarla y ella lo apretó fuerte contra si misma.
-Alice, no estás sola, nosotros estamos coontigo- Le dijo Bella acercándose a ella lentamente- Se que nada de lo que diga conseguirá aliviar el dolor que sientes, pero recuerda que nosotros te queremos.
-Claro, somos una familia y lo que le duele a uno nos duele a todos- Añadió Rosalie.
-Dudo que os duela tanto como a mi- Dijo Alice con reproche en su voz- ¡No tenéis ni idea de como me siento!
-¿¡Ah, no!?- Dijo Edward con furia- ¿¡Qué hay de cuando casi pierdo a Bella!? ¿¡Y de cuando se llevaron a Renesmee!? ¿¡ Y cuando Emmet y Rosalie estuvieron pendientes de todo el asunto de Alec!? ¿¡Y todo lo que ocurrió con Charlie y Reneé!? ¿¡Y cuando casi muere mi padre por un disparo!? Créeme Alice... ¡Sabemos muy bien como te sientes!- Soltó antes de salir por la puerta dejándolos a todos con la boca abierta.
Alice sintió dolor por cada uno de los momentos que Edward había nombrado, vio como se había sentido ella en esos mismos momentos, como había sufrido en ellos, y entonces se dio cuenta de que era verdad, de que ellos sufrían con ella.
-¡Lo siento! Soy una estúpida, lo siento, no quería heriros con mis palabras.
-No eres estúpida Alice. Esme se acercó a ella y la tomó de la mano- Todos decimos y hacemos cosas que hieren a los demás cuando sufrimos, pero debemos aprender de nuestros errores y superar las adversidades.
Alice se disculpó con Edward y él se arrepintió de todo lo que le había dicho a ella, ambos se habían extralimitado debido al dolor y la tensión.
-Alice, Laurent se ha entregado voluntariamente por lo que pasó, sus acompañantes le drogaron y lo manipularon para que hiciera todo eso. En nuestras manos está el condenarle o no.
-Aunque sienta miedo cuando lo veo, no era el mismo por lo que no puedo condenarlo así como así.
-Se lo haré saber a su abogado, ya hablaremos de él cuando estés mejor.

Mientras esto ocurría, Jacob, Heidi y Billy seguían en el juzgado, Billy estaba muy raro desde que había hablado con el juez. Jacob no se había atrevido a preguntarle nada después de verle la cara, no recordaba haber visto a su padre tan enfadado, y pronto se sumó él al enfado, cuando Sue se acercó a ellos tranquilamente.
-Hola chicos- Ninguno respondió- ¿Esa es forma de tratarme?
-¡Es la que te mereces!- Escupió Jacob.
-Pero hijo, lo que hice lo hice por una buena razón.
-Primero, no me llames hijo, y segundo, si no me vas a contar esa razón ya estás desfilando por donde has venido.
-¡Jacob!- Lo miró su madre dolida- ¿Y tú no vas a decirle nada? ¿Vas a permitir que me hable así?
-Él es ya un adulto y puede comportarse como le plazca, si tú has sido una pésima madre no es mi problema. A mi hace tiempo que me da igual lo que te pase.
-Billy, lo que pasó con Sam fue un error, te lo he explicado muchas veces, fue un desliz, nunca había vuelto a verlo hasta hoy.
-Espera, espera, espera... ¿Engañaste a papá con el juez? En serio Sue, vas restando puntos a cada cosa que averiguo de ti- Notó como una mano apretaba su rodilla y al girarse a mirar a Heidi vio que le negaba con la cabeza- No me pidas que me calle, ella no puede venir aquí después de más de veinte años y esperar que la tratemos como si nada.
-Jacob, Billy, os voy a contar la verdadera razón de mi marcha- Los dos la miraron expectantes- Lo del embarazo fue la primera razón, no pensaba cortar el contacto con vosotros, al menos no contigo Jacob, pero cuando me marché y vine aquí, a Forks, bueno... Las cosas no salieron como yo esperaba, mis padres renegaron de mi y me dejaron en la calle, estaba embarazada y no tenía a donde ir, así que me fui con el primero que me ofreció ayuda. Estuve trabajando de prostituta en un burdel de mala muerte ganando lo justo para alimentar a mi hijo y permanecer yo con vida. ¿Cómo podía llamaros después de eso? ¿Cómo hablar con vosotros y esperar que me entendierais?
-Sabes de sobra que si me hubieras llamado habría ido a recogerte- Dijo Billy con desprecio.
-Y a mi me hubiera dado igual que fueras con tal de saber algo de ti, solo necesitaba una llamada- Jacob miró fijamente a su madre- No es que no vea el esfuerzo que has hecho, pero a mi me olvidaste prácticamente mientras que no te importó hacer todo eso delante de tu otro hijo.
-No estoy orgullosa de lo que he hecho, pero no he sabido hacerlo mejor.
-Si lo hubieras intentado tal vez lo hubieras hecho- Dijo Jacob antes de levantarse, coger la silla de Billy y a Heidi y salir de ahí.

Los días pasaban y Alice intentaba salir adelante con todas sus fuerzas, los demás siempre la tenían entretenida y eso hacía que lo olvidara todo.
Una mañana, cuando estaban todos en la casa de Carlisle y Esme, Emmet y Rosalie se levantaron delante de todos.
-Familia tenemos algo que deciros- Dijo Emmet en alto- Rosalie y yo vamos a tener un miembro más en la familia.
Todos saltaron en vítores, pero Rosalie solo miraba a Alice, esta sonreía pero sus ojos estaban apagados.
-Alice, ¿estás bien?
-Si, solo estoy un poco sensible, me alegro mucho por vosotros de verdad.


Emmet fue a dejar a Alec al colegio y a Renesmee a la guardería, las dos pertenecían al mismo centro. Después se marchó a trabajar.
Esa mañana, cuando Alec estaba en su clase, con sus compañeros, un hombre entró con la cara tapada y un arma.
-¡Al suelo todos! ¡Como se mueva alguno me lo cargo!
Todos se tiraron al suelo asustados y llorando, el hombre empezó a mirarles las caras. Se acercó a Alec y lo cogió.
-¡Tú vas a venir conmigo!
Lo llevó por los pasillos y pudo ver que en todas las clases ocurría lo mismo que en la suya, pero a los demás niños no los sacaban. Cuando llegó al despacho se encontró con una cara conocida.
-Hola Alec, ¿te acuerdas de mi?- El niño asintió- Estupendo porque vamos a pasar un ratito muy divertido tú y yo. Pero primero vamos a llamar a tu padre.
El hombre marcó el número de teléfono de Emmet y puso el manos libres.
-¿Diga?
-¿Hablo con el señor Emmet Cullen?
-Si, ¿quien llama?
-Mi nombre es Cayo Vulturi y yo y mis hombres hemos entrado en el colegio de su hijo y su sobrina y nos hemos encerrado dentro con ellos. Tenga claro que con nosotros no se juega, vamos armados y nos da igual que los rehenes sean niños.
-No les haga daño.
-Bueno, eso dependerá de usted y su familia. Lo llamaré dentro de una hora, quiero que estén todos los miembros de su familia juntos, y para asegurarme de que hará lo que le digo quiero que escuche algo- Se giró hacia Alec- ¡Habla!
-Papá...- Alec intentaba no derramar sus lágrimas- Papi... Tengo miedo...
-Tranquilo cariño, te sacaremos de ahí.
-Tiene una hora- Dijo Cayo antes de colgar.

Emmet se levantó rápidamente, salió del despacho sin decirle nada a nadie, subió al coche y llamó a Rosalie.
-Rose, no tenemos tiempo, llama a Jasper y Alice y diles que dejen lo que estén haciendo y vayan a casa de mis padres.
-¿Qué ocurre cariño?- Preguntó Rosalie preocupada.
-No puedo decírtelo por teléfono, pero haz lo que te he pedido, es muy importante que estén ahí, yo avisaré a Edward, Bella y papá.
-Vale, nos vemos allí.
-Diles que vayan rápido, no hay tiempo.
Emmet colgó, y mientras conducía hacia la casa llamó a Edward
-Edward, no hagas preguntas y haz lo que te diga enseguida, es muy importante. Ves a casa de papá y mamá ahora mismo, sino tú y yo nos arrepentiremos enormemente.
-Muy bien- Emmet se había puesto tan serio que Edward no se atrevió a darle una negativa- Bella ya está allí.
-Estupendo, nos vemos allí.
Emmet llamó al último que le quedaba por avisar.
-Papá, ves hacia casa enseguida.
-Ya estoy de camino. ¿Ha pasado algo?
-Si, pero te lo contaré allí.
Siguió conduciendo y, a pesar de haber sido el primero en salir hacia la mansión Cullen, fue el último en llegar, él era el que trabajaba más lejos. Al entrar se los encontró a todos ahí, Bella, con el pequeño Ben entre sus brazos, y Esme le miraban alarmadas por la impaciencia con la que había hecho que todos fueran ahí, Rosalie estaba sentada junto a Edward mirándolo esperando respuestas, Carlisle estaba de pie junto a Esme y Jasper intentaba sujetar a Alice que quería lanzarse a por él.
-¡Espero que sea de verdad importante! ¡Estaba en el centro comercial!
-¡La familia Vulturi está en el colegio de Alec y Renesmee con todos los niños y profesores de rehenes! ¿¡Te parece buen motivo!?- Dijo Emmet dejando a Alice en su sitio- Lo siento, no quería gritarte, me han dicho que llamarían una hora después y que teníamos que estar todos presentes.
-Deberíamos llamar a Jacob, después de todo él es el que está tras ellos- Dijo Jasper.
-Si, claro que si- Dijo Esme- Voy a llamarlo.
-Emmet- Bella se dirigió a él- ¿Tienen a todos los niños ahí?
-Si, a todos. Renesmee también está entre esos niños.
Bella miró a Edward, y él estaba igual que ella, con la cara desencajada por el dolor y la frustración.
Diez minutos después, Jacob estaba con ellos, lo acompañaban Heidi y Billy, Jacob no podía creer que hubieran conseguido llegar a ellos, nunca se le pasó por la cabeza que utilizaran a los niños como medio de llegar hasta la familia.
El móvil de Emmet empezó a sonar, este descolgó temeroso.
-¿Ha hecho lo que le he pedido?
-Si, estamos todos aquí.
-Genial, ponga el manos libres.
-Ya está- Dijo apretando el botón.
-Muy bien, aquí tengo a dos personitas que creo que os son muy preciadas a todos. ¡Decid vuestros nombres!- Se escuchó una voz de niña que todos reconocieron al instante- Renesmee- Y después la de un niño que también reconocieron- Alec.
-¡No se te ocurra hacerles daño!- Gritó Edward exasperado.
-Tú debes ser el querido padre de la pequeña Nessie. ¿Edward, no? Mira papaito, vosotros le hicisteis una jugada muy sucia mi hermano y mi cuñada, y con nosotros no se juega. Vamos a dejar las cosas claras, no tengo intención de dejaros las cosas fáciles. Tengo hombres colocados en puntos estratégicos del colegio, tenemos controladas todas las entradas y salidas, tengo hombres en cada aula que con un solo gesto mío pueden empezar a pegar tiros. Quiero que me entreguéis 100 millones de dolares, me da igual la forma en la que los consigáis, pero no tendréis a los niños hasta que los consiga, y cada hora que tardéis en conseguirlos morirá alguien, primero empezaré matando a los profesores y después pasaré a los niños, cada hora morirá uno de cada aula, así que daros prisa, el tiempo corre en vuestra contra.
-¿No lo dirás en serio?- Dijo Heidi conmocionada.
-Vaya, pero si está la gilipollas de mi ex-sobrina. Claro que voy en serio Heidi, me conoces muy bien como para dudarlo, pero para que a ninguno le quepa la menor duda voy a haceros una demostración- Se escuchó un disparo seguido de los gritos de los niños- Acabo de meterle una bala en el cerebro al director Clearwater. El tiempo empieza a correr desde ya, os llamaré dentro de una hora.
Cayo colgó el teléfono y dejó a toda la familia en la sala en silencio, nadie sabía que decir por lo que fue Jacob el que habló.
-Debemos hacerlo público, que los padres de los demás niños nos ayuden a conseguir el dinero, no podemos permitir que mate a nadie. ¿Cuanto podéis conseguir vosotros?
-Yo puedo poner 20 millones como mucho- Dijo Carlisle- Tendré que hablar con mucha gente, pero podéis contar con ellos.
-Yo no tengo demasiado- Dijo Edward- Si llego a los tres millones es un milagro.
-Yo puedo poner otros diez- Dijo Emmet.
-Y yo siete- Dijo Jasper.
-Eso hace un total de 40 millones. Aun nos faltan 60- Añadió Heidi- Creo que la idea de Jacob es buena, cuanta más gente lo sepa más dinero conseguiremos. Los padres de los otros alumnos darán dinero.
-Pues vamos a ello- Dijo finalmente Rosalie.
Carlisle, Emmet, Edward y Jasper fueron a sacar dinero y hablar con gente para conseguir todo lo que pudieran, Jacob llamó a comisaría para que movilizaran a todo el cuerpo, Alice fue la encargada de llamar a los medios de comunicación para que los padres se enteraran. Esme estaba abrazando a Bella y Rosalie, las dos estaban destrozadas en el sofá, sus hijos estaban dentro en peligro, y el llanto de Ben no ayudó a que se calmaran.
-Déjamelo- Le pidió Heidi a Bella- Por lo menos así no te pondrás más nerviosa.
Heidi lo tomó entre sus brazos y lo acunó, poco a poco el pequeño Benjamin se calmó en sus brazos. Ella se quedó mirando al niño con una sonrisa.
-Se te da muy bien- Dijo Rosalie mirándola- Es increíble lo rápido que se ha calmado.
-Me gustan mucho los niños, son estupendos.
-Entonces ¿que pasó con Alec?- Preguntó Esme extrañada.
-Cuando tuve a Alec era muy joven, tenía 16 años, mis padres me obligaron a tenerlo y al hacerlo mi vida dio un cambio enorme. Nunca traté a Alec como a mi hijo porque cuando lo tuve no me sentí nunca como su madre y cuando quise cambiar él tampoco quería que fuera su madre, por eso se que hice bien dejándolo aquí con vosotros. Pero ahora si estoy preparada para tener otro niño.
-¿Estás diciendo que estás esperando un hijo?- Dijo Rosalie mirándola boquiabierta.
-Si, pero no digáis nada, Jacob aun no lo sabe. No se si él está preparado y tengo miedo de como pueda reaccionar.
-Tranquila, después de que todo esto pase, podrás decírselo- Le sonrió Bella.
En media hora los medios de comunicación ya estaban apostados en las afueras del colegio dando la noticia, sobre el secuestro por parte de la familia Vulturi.
Los padres de algunos alumnos se pusieron en contacto rápidamente con los Cullen, los que habían visto la tele. Cuando pasó la hora dada por Cayo Vulturi los Cullen habían conseguido reunir 80 millones, y el móvil de Emmet empezó a sonar.
-¿Tienen el dinero?
-Nos faltan veinte millones. Necesitamos más tiempo.
-No hay más tiempo, ahora voy a liquidar a la señora de la limpieza, Sue Black, acérquese- La sangre de Jacob y Billy se heló- Dígales algo a los culpables de esto.
-No se preocupen- Dijo ella decidida- Jake, te quiero cariño- Acto seguido se escuchó un disparo seguido de más gritos por parte de los niños- Pienso matar gente cada quince minutos.
-¿Por... Por qué?- Dijo Emmet.
-Porque no habéis conseguido el dinero y habéis avisado a la prensa y la policía. El juego lo marco yo y digo que ahora las reglas cambian, así que ya sabéis, además, ahora acaba de morir un profesor en cada aula, se están acabando los adultos, pronto pasaremos a los niños.
Cayo volvió a colgar.





Me reservo el ultimo

palmi tu eres loca como se te ocurre hacernos esto me vas a matar

Jacob estaba en el sofá del salón, apretando los puños muy fuertemente, con la cara roja de la ira. Tanto desprecio había mostrado hacia ella y Sue se lo pagó despidiéndose de él en sus últimos momentos. Billy no se sentía mejor que él, cuando escuchó ese disparo, su corazón paró también, a pesar de los año transcurridos y de todo el dolor que había sentido él seguía queriéndola, y ahora nunca podría decírselo.
-¡Tenemos que hacer algo!- Gritó Emmet desesperado- ¡No podemos permitir que mate a nadie más!
-Si, pero ¿qué podemos hacer?- Edward estaba igual de desesperado.
-Vamos a entrar en el colegio- Dijo firmemente Jacob.
Todos lo miraron asombrados, y pensaron que se había vuelto loco con la situación y la tensión. Sin embargo, Jacob se sentía seguro de si mismo, más que nunca.
-Tiene que haber alguna entrada subterránea, por el sótano del centro, ese edificio es antiguo y todos los antiguos tienen entradas en los sótanos que servían de salidas de emergencia.
-Pero no hay tiempo. Cada quince minutos va a matar a alguien- Bella sentía que su pecho se oprimía en el momento que dijo eso.
-Por eso hay que darse prisa, si no les importa voy a llamar a mis hombres para que actúen sin que haya ningún tipo de sospecha.
Jacob salió de la habitación para hablar con sus hombres, mientras Billy mantenía la mirada fija en el suelo y Heidi le tomaba la mano en señal de apoyo, los demás se abrazaban unos a otros.
Cuando Jacob volvió estaba muy serio.
-Está todo listo, hay que ir hacia el centro. Las cosas ya están en marcha.
Todos salieron en dirección al colegio de los niños, Edward y Bella, con Ben en brazos, fueron en el coche de Carlisle y Esme, Alice y Jasper iban en el de Emmet y Rosalie siguiendo al mercedes de Carlisle. Todos seguían el coche de Jacob.
Llegaron hasta el cordón policial, allí es donde debían estar, cerca de sus hijos y seres queridos. Jacob empezó a ponerse un chaleco antibalas y el resto del uniforme mientras les explicaba en que consistía el plan.
-Varios hombres se meterán por una alcantarilla que está al girar la esquina, fuera del alcance de visión de los hombres de Cayo. Irán hasta el sótano del centro y saldrán sigilosamente hasta la superficie. Se repartirán por el centro para atacar a la vez y poder cogerlos sin opción a escapatoria.
-Quiero saber quien es el que estará al mando de la operación dentro- Dijo Emmet muy serio- Necesito comprobar que se lo va a tomar en serio.
-Puedes apostar a que lo hará, porque soy yo mismo- Heidi se llevó la mano a la boca, Jacob lo vio y esperó a que la familia Cullen y su padre se apartaran para comprobar todo lo que se estaba haciendo.
-No entres Jacob, por favor. Tengo un mal presentimiento.
-Tengo que hacerlo, es mi trabajo- Dijo besando sus labios- Después de que esto acabe podremos formar una familia- Dijo sonriendo- Si tú quieres, claro.
-¿Formar una familia? ¿Lo dices en serio?
-Claro que lo digo en serio. Te quiero muchísimo y me sentiría muy honrado si te casaras conmigo.
-Jacob...- Heidi se puso a llorar- Antes de responderte debes saber que... estoy embarazada.
-¿¡Qué!?- Jacob casi gritó pero lo hizo con una sonrisa en la cara- ¡Eso es maravilloso! ¡No puedo creerlo, vamos a ser padres!- Heidi sonrió ante la reacción de Jacob- Mi vida, cuando todo esto acabe seremos los más felices del mundo.
Billy se sintió muy feliz al enterarse de la noticia. El dolor por la pérdida de Sue disminuyó al pensar en su futuro nieto. Jacob estaba preparado para entrar con sus hombres cuando oyeron más disparos, todos miraron el centro como si eso sirviera de algo, y el móvil de Emmet volvió a sonar.
-He visto que estáis todos aquí. Eso no os va a servir de nada, si no hay dinero no hay niños.
-Estamos en ello, nos falta poco. Danos un poco más de tiempo.
-No hay más tiempo, ahora mismo acabo de matar al hijo de la mujer que he matado antes, la de la limpieza, era el bedel del centro creo. Paul Black- Jacob se sintió horriblemente mal al percatarse de que ese era su hermano, al que nunca había conocido y que ahora nunca conocería- Me temo que se nos han acabado los adultos, je, je, je. ¿Por que niño podría empezar? ¿Tal vez Alec?- Se escuchó un grito ahogado de Rosalie- ¿O puede que la pequeña Nessie?
-¡No! ¡NO!- Empezó a gritar Bella- ¡A mi niña no! ¡NO!
-Si, creo que empezaré por la niña- Cayo volvió a colgar.
Bella empezó a chillar desesperadamente en los brazos de Edward que intentaba sostenerla en pie a pesar de que él sentía lo mismo que ella. Jacob hizo una seña a sus hombres y se despidió con un gesto de cabeza de la familia, había que actuar rápido.
Como había dicho, entraron por la alcantarilla y fueron hasta el sótano del colegio, entraron sigilosamente y al acercarse a los pasillos vieron que en ellos no había nadie, todos los hombres estaban apostados en las aulas o las entradas y ventanas. Jacob les hizo señas a los hombres para que cada uno se dirigiera a un aula y entrada, tenían que cubrir todas las posibles amenazas, Jacob se dirigió al despacho del director. Cuando se puso junto a la puerta pudo escuchar a Cayo.
-No llores preciosa- Le decía Cayo a Renesmee- Eres muy bonita como para llorar, voy a sentir de verdad hacerte daño, eres un encanto.
-¿Poque quede hace pupa? Yo soy mena, yo no mala.
-Lo se encanto, se que no has hecho nada, pero eso no importa.
-¡No la toques!- Se escuchó gritar al pequeño Alec- ¡Deja a mi prima!
-¡Estúpido niño!- Se escuchó el sonido de una bofetada- ¡Entérate bien, tú eres un Vulturi, te guste o no! ¡Ella no es nada tuyo! ¡Y cuando esto acabe tú serás como yo, frío y calculador!
-¡Yo no soy un Vulturi, soy un Cullen, como mis padres, mis tíos y abuelos, y como mis primos!
-¡Eres un desvergonzado! Vas a ver lo que le hago a tu “prima”- Se escuchó el sonido de un arma al cargarse y Jacob supo que era el momento de actuar.
Entró en la estancia dando un portazo que desconcentró a Cayo, que estaba sobre Renesmee apuntándola con la pistola a la cara. Alec aprovechó para morder la mano de Cayo haciéndole tirar el arma en el acto, después cogió a Renesmee y la apartó corriendo de ahí, Jacob se acercó a Cayo.
-¡No se mueva!- Le apuntó con el arma- ¡Tenemos a todos sus hombres atrapados, no tiene escapatoria!- Se acercó para esposarle- ¿Estáis bien pequeños?- Ellos asintieron desde una esquina, los dos estaban aterrados abrazados el uno al otro- Tranquilos, esto ya se ha acabado.
-Si, bueno, eso ya lo veremos- Cayo cogió el brazo de Jacob y le quitó el arma, entonces le disparó en el pecho haciendo que cayera al suelo- Te lo has buscado tú solito.
Cayo se acercó a los niños lentamente, los apuntó con el arma, puso el dedo en el gatillo, los niños cerraron los ojos esperando lo peor y se escuchó un disparo.
Cuando por fin abrieron los ojos, Alec y Renesmee vieron a Cayo tumbado en el suelo, muerto, y a Jacob con la pistola que Alec había conseguido que soltara al morderle. Los dos corrieron hasta donde él estaba, Jacob estaba sangrando mucho y los dos niños estaban muy asustados.
-Tranquilos, mis hombres están avisando a todo el mundo- Dijo con dificultad- En seguida vendrán por nosotros.
Jacob pudo ver en el suelo los cuerpos de las otras víctimas, pudo ver a su madre y cerca de ella un chico joven, lo reconoció al instante, era igual a él, ese era su hermano Paul.
Rápidamente entraron los hombres de Jacob seguidos de los servicios médicos, estos fueron directamente a atender a Jacob mientras que los agentes cogieron a los niños en brazos y los sacaron. Al salir por la puerta, los niños vieron a sus compañeros abrazando a sus padres, y junto a la policía, intentando correr hacia ellos, estaba su familia. Alec y Renesmee hicieron ademán de ir con sus padres y los guardias los bajaron al suelo. Corrieron todo lo que pudieron hasta que al fin llegaron, Renesmee a los brazos de su madre, que ha su vez era abrazada por su padre, y Alec a los de su madre y después a los de su padre. Los dos niños lloraban desesperados.
-¡Mami! ¡Teno medo!- Gritaba Renesmee llorando a lágrima viva- ¡No me sueltes!
-Claro que no mi niña. No pienso soltarte- Bella la apretó más fuerte, llorando con ella.
-Ya ha pasado cariño, ese hombre no volverá a hacerte nada.
Alec estaba en una situación parecida.
-¡Mamá! ¡Papá!
-¡Creí que no te volvería a ver!- Dijo Rosalie abrazando con ansias a su hijo- Mi pequeño.
-Te has portado como un campeón, mi niño- Dijo Emmet besando sus cabellos.
Pocos minutos después, Jacob era sacado en una camilla con una mascarilla de oxígeno en el rostro, los niños lo miraron con miedo.
-Mami- Dijo Renesmee- Ese senor ma salvado.
-Si- Concordó Alec- Él hizo que ese hombre no nos disparara.
Heidi y Billy fueron en la ambulancia con Jacob, los demás los siguieron con los coches y Carlisle pidió que le dejaran hacerse cargo de él, después de todo, le debía la vida de sus nietos. Todos los demás se quedaron con Heidi y Billy en la sala de espera, diciéndoles lo mucho que les debían.
Cuando Carlisle salió, su rostro mostraba dolor y angustia, se acercó a ellos lentamente y los miró.
-He hecho todo lo que he podido, pero me temo que no pasará de esta noche- Tanto Billy como Heidi se quedaron helados- La bala a perforado el pulmón y a rozado el corazón, los daños son muy grandes y es imposible frenar la hemorragia interna. Lo siento muchísimo. Jacob quiere verles a ustedes dos- Dijo señalando a Heidi y Billy- Y a los niños.
Carlisle les acompañó para llevar a los niños, entraron los cinco en la habitación y Jacob los miró sonriente.
-Hola enanos, ¿como estáis?
-Bien gracias a ti- Dijo Alec sonriendo.
-Si, tú edes nuesto angel guadian.
-Ja, ja, ja. Un ángel guardián. Puede que a partir de ahora me tenga que dedicar a eso- Jacob acarició la cara de los dos niños- Me alegro mucho de haberos conocido, los dos sois muy valientes.
-Vamos niños, dejemos que Jacob hable con los demás- Dijo Carlisle tomándolos de las manos, ellos se despidieron y salieron de la sala.
-No puedo creer lo que te ha pasado hijo- Dijo Billy intentando parecer sereno.
-Jake...
-Heidi, siento que ahora tengas que quedarte sola, pero es mi trabajo, no podía quedarme atrás.
-Lo se... Y por eso...- Heidi estaba llorando- Quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti.
-No se queda sola, yo estaré con ella, nos acompañaremos mutuamente- Dijo Billy- Voy a salir hijo, te quiero mucho.
Billy los dejó a solas, Heidi se sentó en el borde de la cama y tomó su mano.
-Heidi, si no quieres tener el bebé porque te quedas sola lo entenderé...
-¡No digas tonterías! Es lo único que me va a quedar de ti...- Las lágrimas de Heidi caían sin control- Siento que no vayas a poder ver a tu hijo crecer...
-Claro que lo veré. Aunque no esté de cuerpo presente, estaré en espíritu. Nunca os abandonaré.
A los pocos minutos Jacob se quedó dormido y no volvió a despertar, dejó tras de si una nube de dolor y llanto, pero trajo después un rayo de ilusión y esperanza que crecía dentro del vientre de Heidi.

Edward y Bella estaban sentados en el sofá viendo el video de la boda de Benjamin con Ángela, lo veían y aun no podían creerse que se hubiera hecho tan mayor. En el video también vieron a Renesmee, de la mano de su marido, Jacob Black, hijo del difunto Jacob y de Heidi. Renesmee estaba preciosa, a pesar de esa barriguita de seis meses de embarazo.
Después de ver el video se pusieron a recordad todos los momentos que habían pasado desde que realmente pudieron ser felices.

Tras la muerte de Jacob, Heidi se quedó con Billy, los dos se entendían a la perfección y ambos eran lo único que tenían. Heidi y Rosalie iban a la par con su embarazo, e incluso en el momento del parto lo tuvieron el mismo día.
Rosalie tuvo una niña, rubia y muy pequeñita, más de lo que suelen serlo habiendo acabado el embarazo por completo, pero a pesar de su tamaño estaba en perfecto estado, y le pusieron de nombre Jane.
Heidi tuvo un niño, un varón, al que llamaron igual que ha su padre, el niño, además del nombre, tenía todos los rasgos de su padre, absolutamente todos, era su viva imagen.
Alice y Jasper se casaron dos años después, impacientes por formar una familia, querían tener muchos niños y por ello empezaron muy pronto, Alice se quedó embarazada prácticamente nada más casarse, como le pasó a Bella. Alice tuvo dos niños, gemelos, Demetri y Marco. Los dos niños eran muy diferentes de carácter, Demetri era activo y extrovertido, mientras que Marco era callado y tímido.
Los años pasaban y los pequeños pronto llegaron a la adolescencia.
Bella recordaba con mucha gracia el día que Renesmee llegó diciendo que tenía novio, Edward casi se atraganta con el bocado que acababa de llevarse a la boca. Ben tuvo que ayudarlo al ver que se estaba poniendo azul. Cuando por fin tuvo las vías respiratorias libres empezaron a salir de su boca miles de injurias contra su novio sin saber de quien se trataba. Cuando se enteró de que era Jacob, se tragó la lengua, lo tenía sentado justo al lado porque habían invitado a los Black a cenar. Bella, Heidi y Billy no pararon de reír en toda la noche por la actuación mientras que Jake se escondía bajo la mesa intentando que Edward dejara de echarle esas miradas asesinas cuando pensaba que nadie los veía.
El día de la boda de Jacob y Renesmee, todos creían que Edward iba a inundar el local de tantas lágrimas que estaba derramando, como buen padre no quería dejar marchar a su niña.
Por otro lado, Alec encontró a una chica en la facultad, se llamaba Jessica, era guapa e inteligente aunque un poco superficial. Los dos se convirtieron en una pareja aventurera, salían a hacer safaris, de escalada, a bucear por el mar... Al final los dos acabaron haciéndose documentalistas, donde triunfaron enormemente.
Jane tuvo una época difícil en casa, cuando les dijo a sus padres que era lesbiana y que tenía novia, Emmet estuvo sin hablarle casi dos semanas, Rosalie le hablaba pero no terminaba de aceptarlo por lo que el único que la entendía era su hermano, que la apoyó y ayudó hasta que sus padres por fin aceptaron su naturaleza.
Carlisle murió sentado en su sillón leyendo un libro a la edad de 77 años, según los médicos no había sufrido nada, fue instantáneo. Esme no tardó en seguirle porque no era capaz de vivir en un mundo sin Carlisle, un año después su corazón dio su último aleteo y se reunió con Carlisle a velar los sueños de su familia.

Ahora, con 68 años, después de haber vivido tantas experiencias, y con una familia a la que querían y adoraban, estaban seguros de tres cosas:
1º Se querían como pocas personas lo habían hecho nunca.
2º Ninguno de los dos podría vivir sin el otro.
3º Ellos estaban destinados a estar juntos.

q lindo por fin el final feliz

jane es gay no me digas q la novia es katrina xq hay si me da algo

ohhh se terminó¡¡¡¡¡ buuu

si se termino

no me gusta cuando los fic se terminan

Ami tampoco ahora me pondre a leer alguno de los vuestros, qe tengo varios a medias pero me da flojera

un lindo final, una historia diferente pero atractiva...me la lei por segunda vez jeje espero que siga escribiendo nuestra amiga otra historia tan interesante como esta, besitos

q bontiooo pero eso de q muriera jacob no me a gustado nada en fin espero q sigas subiendo mas

pD demasiados problemas la historia es muy sentimental no para de pasarles desgracias

he llorado como magdalena