Insoportablemente viva

XX
Sin importancia.

Sus labios se movieron implacables y me pegó a su cuerpo con brusquedad.

Cerré los ojos.

-No debe importarte- pensé.

Estaba segura de que Jonathan no me escucharía. Estaba muy ocupado con otras cosas.

Él sabía lo desquiciante que era esto, en especial porque no tenía un objetivo más allá que el hecho de molestarme, como si estar aquí no fuera suficientemente malo.

Comencé a estremecerme, cuanto habría dado por no sentir nada en este instante, para que en realidad no me importara, para que de alguna manera pudiera escapar de mi propia realidad…

Ese era uno de mis anhelos, sin embargo, ya había tenido suficiente tiempo para darme cuenta de que no siempre sucede lo que deseas, lo máximo a lo que podría aspirar en estos instantes sería a que Jonathan se diera por vencido, pero no era posible que se detuviera, no sin una razón.

-Oh vamos, tú sabes que él es un idiota y también sabes que eres más fuerte y más inteligente que él, solo es cuestión de buscar la forma…- me dije

Hablarme a mi misma me impedía entrar en pánico, el solo hecho de recordar aquellas noches con Charles era perturbador, ahora solo había que sumarle la locura y ambición de Jonathan, no me sería posible seguir así durante mucho tiempo, seguí dándome ánimos durante un rato:

-No pasará nada fuera de lo común, puedes noquearlo en este preciso momento… toma al niño y huye, puede que él te siga, pero aún así…-

No tendría a donde ir, si tan solo hubiera pensado en ello antes de irme de casa, bien podría haberle dicho a Carlisle la verdad, él habría sabido como ayudarme.

-Pensaste su nombre- me advirtió mi subconsciente.

Mi seguridad emocional no importa en estos instantes, me preocupa más lo que pasa ahora; esas manos deslizándose peligrosamente… él no me deseaba, solamente quería que yo me sienta mal por esto, pretende que se me parta el corazón a mayor escala.

-Como si eso fuera posible-

Sabía la razón de que él lo hiciera, no era exactamente por mí, tampoco era por él, el simple hecho de hacerme miserable lo hacía feliz, para muestra bastaban todas aquella ocasiones en las que él me besaba; si me resistía él me besaba con más fiereza, pero si no decía ni hacía nada él se aburría. El único problema es que mantenerme tranquila en este tipo de momentos es bastante difícil. En este momento estaba bastante asustada, tenía miedo de lo que él quería hacer, de lo que iba a sentir, especialmente por el hecho de que mis recuerdos me habían hecho más vulnerable a lo que sucedía en estos instantes.

Comenzó a desvestirme lentamente. El pasado volvía.

Intenté mantenerme tranquila pero era evidente que me estaba aterrorizando más a cada momento, no iba a escaparme de esto pasivamente, no esta vez.

Había dos opciones; dejar que lo hiciera en esta ocasión y espera que en un futuro se aburriera de ello, o levantarme, llevarme a Tom y tratar de escapar. La primera opción me deprimía porque me hacía darme cuenta de algo: Charles nunca se dio por vencido, nunca se aburrió, y yo siempre creí que algún día las cosas iban a terminar… pero cuando me fui era demasiado tarde. No iba a dejar que pasara de nuevo, ningún hombre, mortal o no, me iba a hacer esto de nuevo. Tom también estaba en problemas, si yo escapaba con él nunca tendría una vida normal, tendríamos que huir para siempre de un lugar a otro y nunca disfrutaría de su propio hogar, no con un vampiro dispuesto a matarlo tras él. Era necesario deshacernos de Jonathan antes de irnos.

Esta era una de las pequeñas muestras de que mi vida se me iba de las manos: incluso no podía asegurar que estaba viva, estaba más bien en una especie de trance que me permitía disfrutar de los pequeños y maravillosos instantes con mi bebé, a fin de cuentas eso era lo que él era para mi, era algo imposible de evitar, no era justo creer que estaba dando demasiado al sacrificar unos cuantos años de mi vida, de todas maneras tenía todo el tiempo del mundo… quizás más tiempo del que podría soportar sin amor, si nada a lo que aferrarme, el tiempo me había dañado bastante, ya no era capaz de vivir sin alguien a mi lado, sin la única persona que me amaba…

que tristeeeeeeeeeeeeee!!! no habia leido este cap!
pobre Esme!
maldito Jonathan!!!
Y donde esta Edward y Carlisle??? porque no vienen a ayudarla??? arggg!

Jessie hace mil que no actualizas!! recuerda que aqui tienes a tus fans , estare esperando!! besos linda

siii, es q ya me había olvidado de publicar porque esa vez tardaron en comentar, probablemente mañana ponga otro cap

El bosque era totalmente hermoso, todo tan lleno de vida, me recordaba muchísimo a mis primeras cacerías, claro que en este momento no buscaba alimento, estaba jugando con Tom a las escondidas, gracias a él me había escapado de el aprieto en el que estaba unos momentos atrás.

Era extraño que un bebé se estuviera criando entre un par de vampiros que se detestaban, bueno al menos yo lo detestaba un poco, también era extraño que Tom nunca hubiera conocido ninguna otra persona además de nosotros dos, eso quería decir que tampoco era bueno que permaneciera conmigo, él necesitaba a su verdadera madre, alguien que no fuera peligrosa y le diera una vida y una familia normal, necesitaba un hogar. Jugar a la mitad del bosque era peligroso para los humanos, pero mientras yo estuviera a su lado nada pasaría, sabía exactamente donde estaba gracias a mi excelente vista y olfato, Tom se había ocultado un par de metros atrás.

Miré las hojas de los árboles, estaban muy brillantes, las lluvias habían limpiado cualquier rastro de polvo, el bosque olía a flores y pino, el atardecer se acercaba, ver el sol de cerca era algo totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada, la luz me maravillaba en todos los sentidos, estando aquí podía olvidar los malos momentos, era como antes, cuando no estaba sufriendo, cuando no había abandonado a Carlisle, el simple hecho de pensar su nombre ya no era tan doloroso, al fin me había dado cuenta de que esto no estaba dando resultados, de que sacrificar mi felicidad había sido muy estúpido, de que la solución si había estado en mis manos, pero alejarme de quienes me habrían ayudado simplemente había empeorado las cosas.

-¿Cómo te llamas?- dijo Tom a lo lejos.

Alguien estaba aquí además de nosotros…

-Mi nombre es Carlisle ¿cuál es el tuyo?-

Carlisle. Mi corazón se agitó emocionado y mi mente se salió de control ¿Qué posibilidades había de fuera él? ¿Cómo había llegado aquí?

Me apresuré a llegar junto a ellos.

-Soy Tom-

Entonces lo vi; tan perfecto como siempre, sin embargo ahora era diferente. Volteó y me miró.

-Ella es mi mamá- dijo Tom

Sus ojos eran muy cálidos, me hacían sentir como si regresara a casa. Me sentía feliz y justo ahora recordaba cuanto lo extrañaba, cuanto anhelaba estar con él: quería besarlo y tenerlo a mi lado, poder sumergirme en su mirada, sentirme protegida a su lado, pasar mi existencia con él…todo lo demás perdía sentido a su lado.

Me acerqué a él, la confusión en su rostro era evidente.

-Carlisle- dije mientras tocaba su rostro con una mano.

Necesitaba asegurarme de que era real, de que no era solo un juego de mi subconsciente.

-¿Esme?- dijo- ¿Por qué? ¿Qué sucede?-
-¿Carlisle? Lo siento…- le dije.

Me abrazó con fuerza, como si no temiera que yo pudiera escapar. Sus labios se deslizaron por mi frente, cerré los ojos fijando este momento en mi mente, no quería olvidar ni un solo instante con él.

-Mira mami, la luna está saliendo- dijo Tom.

Miré el cielo: era muy tarde, Jonathan se daría cuenta de que algo había pasado e iba a venir a buscarnos.

-Es muy tarde, tenemos que ir a casa- le dije a Tom mientras Carlisle se aferraba a mí.
-No te vayas, por favor…-me dijo Carlisle.

La angustia en su rostro era evidente, la expresión triste de su mirada me rompía el corazón, las personas como él no debían estar así.

-Tengo que irme, regresaré, lo prometo- le dije
-No quiero estar sin ti- respondió.

Anhelaba más que nada quedarme y explicarle todo a Carlisle en este mismo instante pero no podía, no quería arriesgar a Tom.

-Sabes que yo tampoco, no puedo seguir sin ti. Te explicaré todo cuando regrese, no tardaré, lo prometo- lo besé en la mejilla y cargué a Tom.

Atravesé el bosque a paso rápido pero no tan apresurada como lo hacía normalmente, era como si una parte de mí se hubiera quedado con Carlisle.

-Tom, quiero pedirte un pequeño favor, no le digas nada a Jonathan sobre lo que acaba de pasar- dije-
-¿Por qué?- me preguntó
-Porque Carlisle va a ayudarnos a salir de la casa de Jonathan, vamos a ir a nuestra propia casa-
-¿Nuestra propia casa?- dijo mientras su carita se iluminaba.
-Si, nuestro hogar, allá las cosas van a ser mucho mejores- le respondí apretando su mano y sonriendo.

De verdad que necesitaba ir a mi propia casa.